29 de junio de 2013

La NASA lanza un nuevo espía del Sol

NASA&JAXA/Hinode
La atmósfera baja del Sol


La NASA lanzó el viernes con éxito desde la base aérea Vandenberg (California) el satélite IRIS, un nuevo artefacto que se une a los ya existentes en el espacio para espiar la actividad del Sol de forma prácticamente continua durante dos años. La misión estará destinada a estudiar cómo el material solar se mueve, acumula energía y se calienta mientras viaja a través de una región poco conocida entre la superficie y la corona solar. Esta región impulsa el viento solar que llega a todos los rincones del sistema planetario y genera la mayoría de las emisiones ultravioletas de nuestra estrella. 



AFP/NASA
El satélite IRIS



Poco después del lanzamiento, el satélite se separó de su cohete Pegasus XL, de la empresa Orbital Sciences Corporation, y entró en la órbita correcta, según ha explicado la agencia espacial. Durante el próximo mes, los responsables de la misión se limitarán a examinar los equipos para comprobar que todo funciona correctamente. Las observaciones científicas comenzarán en 60 días. IRIS lleva un telescopio ultravioleta que alimenta un espectrógrafo de imágenes multicanal. Con este instrumento, obtendrá instantáneas de alta resolución cada pocos segundos, y proporcionará observaciones de hasta 240 kilómetros a través del Sol. 

 

«IRIS mostrará la atmósfera solar con más detalle de lo que nunca se ha observado antes», ha explicado el científico adjunto al proyecto, Adrian Daw, quien ha apuntado que está convencido de que esta misión les mostrará «algo que no se esperaba ver». La actividad solar, como las eyecciones de masa coronal y las erupciones solares, también son de gran interés para los diseñadores de naves espaciales que tienen que encontrar formas de proteger los instrumentos y la electrónica de los mismos. IRIS también puede facilitar información al respecto.

Fuentes : ABC.es

Un final desafortunado en el espacio

Los tres astronautas que fallecieron en el accidente

En 1971, los tres tripulantes que viajaban en el interior de la nave Soyuz-11 fallecían tras 570 horas de vuelo

Antes del accidente del transbordador Columbia, que llevaba siete astronautas a bordo, sólo once personas han fallecido en vuelo en más de cuarenta años de conquista espacial.

El primer muerto fue el cosmonauta soviético Vladimir Komarov, cuya nave Soyuz-1 se estrelló en tierra el 23 de abril de 1967, tras un vuelo de 26 horas y 40 minutos, cuando los paracaídas que debían frenar su cápsula no se abrieron. 


 ARCHIVO ABC
Los tres astronautas que fallecieron en el accidente


Las siguientes víctimas fueron otros tres cosmonautas soviéticos, Guéorgui Dobrovolsky, Vladimir Volkov y Viktor Patsayev, que a bordo del Soyuz-11 fueron descubiertos muertos el 29 de junio de 1971, tras un vuelo de 570 horas y 21 minutos, víctimas de un fallo en la presión de su módulo de descenso.

La nave Soyuz 11 tuvo problemas en la reentrada. La nave se había despresurizado. Algunos expertos creen que con taponar la válvula con un dedo, los cosmonautas podrían haberse salvado.




La Soyuz 11 fue la primera misión espacial tripulada en habitar una estación espacial (la Salyut 1). La nave se lanzó el 6 de junio de 1971 y regresó a tierra el 29 de ese mismo mes, rompiendo además un nuevo récord de permanencia en el espacio.


Fuentes : ABC.es

La onda expansiva del meteoro de Rusia dio dos veces la vuelta al mundo

Reuters
Imagen de la caída del meteorito en la ciudad rusa de Kamensk-Uralsky

La explosión sobre los Urales, equivalente a 460 kilotones de TNT, fue la más potente jamás registrada después de la del evento Tunguska de 1908

El 15 de febrero de 2013, una gran bola de fuego entró en la atmósfera terrestre y se desintegró en el cielo sobre los montes Urales. La explosión de la roca, de 17 metros y 10.000 toneladas de peso, fue tan poderosa que su onda expansiva dio dos veces la vuelta al mundo, según una investigación publicada en la revista Geophysical Research Letters. Más de mil personas resultaron heridas por el estallido.

Los investigadores de la Comision de Energía Atómica de Francia señalan que la energía explosiva del impacto de Chelyabinsk fue equivalente a 460 kilotones de TNT, lo que lo convierte en la explosión más poderosa desde el evento Tunguska en 1908, cuando un asteroide o un cometa explotó en los cielos de Siberia con mil veces más potencia que la bomba de Hiroshima. Derribó cerca de 80 millones de árboles en un área de 2.000 km cuadrados y tumbó carruajes y personas a 500 km de distancia. Provocó una muerte, según los registros históricos. Mucho más cerca en el tiempo, la explosión de un meteoro el 8 de octubre de 2009 sobre Indonesia fue diez veces más suave que la de Chelyabinsk. 


 

El evento de Chelyabinsk generó retornos de infrasonido a distancias de hasta 85.000 kilómetros, y fue detectado en 20 estaciones del Sistema Global de Monitoreo Internacional (IMS) ubicadas por todo el mundo. Por primera vez desde su creación, esta red de infrasonidos registró con total claridad ondas que viajaron dos veces alrededor del mundo. Todavía había señales hasta casi tres días después del evento. La explosión de Indonesia había sido grabada por 17 estaciones.

El mismo día que el meteorito caía en Rusia otro asteroide, el 2012 DA14, hacía su máxima aproximación a la Tierra, una casualidad extraordinaria. Al parecer, los dos fenómenos no tienen nada que ver. Astrónomos de la Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia, creen haber descubierto el origen del meteorito ruso: pertenece a una familia de asteroides llamada Apolo, aquellos que cruzan la órbita de la Tierra
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Fuentes : ABC.es

La Voyager 1 se adentra en la última frontera

NASA/JPL-Caltech
Las sondas Voyager 1 y Voyager 2, cerca del borde del Sistema Solar


Tres investigaciones distintas confirman en Science que la nave, el artefacto humano que ha llegado más lejos, atraviesa una región desconocida en el borde del Sistema Solar 

La nave espacial Voyager 1, lanzada al espacio por la NASA hace más de 35 años, se ha adentrado en una región desconocida del Sistema Solar, en el límite del espacio interestelar, según confirman tres investigaciones independientes publicadas esta semana en la revista Science. Esta región inesperada de la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que emite el Sol en todas direcciones y envuelve nuestro sistema planetario, puede ser la última frontera que le quede a la sonda por cruzar para volar por fin hacia las estrellas.

La Voyager 1, el artefacto humano que ha llegado más lejos, se movió hacia una región turbulenta de la heliosfera, conocida como heliofunda, en 2004. Desde entonces, los astrónomos esperaban ansiosamente la ocasión en que entrara en el espacio abierto, un hito que, cuando se produzca, será señalado en los libros de historia. Pero no ha ocurrido así, de momento. La Voyager 1 parece haberse desviado a través de una frontera previamente no identificada de esa gran burbuja protectora, en una sección que los investigadores han bautizado como «región de agotamiento de la heliofunda». Por allí la sonda se ha paseado hasta en cinco ocasiones distintas en el último año.


Los investigadores han llegado a esta conclusión tras realizar varias lecturas y mediciones tomadas por la nave. El equipo de Leonard Burlaga, del centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, comprobó que cada vez que la Voyager 1 entraba en ese territorio inexplorado, la fuerza del campo magnético de la heliosfera aumentaba abruptamente, mientras que el número de partículas cargadas caía con fuerza.

Otro equipo de investigación, dirigido por Stamatios Krimigis, del laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, informa de la existencia de un aumento repentino de los rayos cósmicos que vienen del espacio abierto junto con una notable disminución de las partículas del Sol. El tercer grupo, encabezado por Edward Stone, del Instituto Tecnológico de California, también observó que los iones de baja energía de la heliosfera se desvanecían repentinamente y eran reemplazados por una entrada de rayos cósmicos cuando la Voyager 1 se aventuraba en la nueva zona, aunque precisan que las lecturas del campo magnético de la nave indicaban que esta ha permanecido en todo momento dentro de la burbuja invisible del Sistema Solar. Tomados en su conjunto, estos hallazgos sugieren que esta nueva región desconocida podría ser parte de una zona de contacto más grande entre la heliosfera y el resto del espacio cósmico.





Hasta 2025

La Voyager 1 fue lanzada en septiembre de 1977 pocos días después de que lo hiciera su gemela, la Voyager 2, ambas con la misión de explorar el Sistema Solar. La primera se desplaza a 17 km por segundo y sus datos tardan más de 16 horas en llegar a la Tierra. La segunda se encuentra ahora a más de 15.000 millones de km del Sol. Entre las dos han «visitado» Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, y 48 de sus satélites. Sus baterías de plutonio están diseñadas para funcionar hasta 2025, momento en que dejarán de enviar datos a nuestro planeta. Ambas llevan una grabación en un disco de cobre con sonidos e imágenes de la vida y la cultura terrestres seleccionados por un comité de expertos presidido por el científico Carl Sagan.


Fuentes : ABC.es 

Desentierran en Marruecos una criatura de 520 millones de años


El diminuto fósil con forma de cigarro es un primitivo antepasado de las estrellas y erizos de mar


Científicos han desenterrado en Marruecos el fósil de una criatura de hace 520 millones de años emparentada con las estrellas y erizos de mar. 

Este ser con forma de cigarro de tan solo 4 cm de longitud, bautizado como Helicocystis moroccoensis, pertenece al orden de los animales marinos conocidos como equinodermos -los únicos en todo el planeta que tienen un plan corporal pentaradial-, y supone, según publican los autores del estudio en  Proceedings of the Royal Society B, el más antiguo ejemplar de este grupo jamás encontrado.


El fósil del animal apareció en 2012 cuando paleontólogos del Museo de Historia Natural de Londres excavaban en un yacimiento del Atlas marroquí. El esqueleto había desaparecido por completo con el paso del tiempo, pero su forma estaba bien definida en los sedimentos. Cuando estaba vivo, la Tierra estaba dominada por el supercontinente Gondwana, en el período conocido como la explosión del Cámbrico, un período durante el cual surgieron todas y cada una de las variedades de seres vivientes que, millones de años después, desembocarían en la diversidad biológica actual.

El cuerpo en espiral de la criatura, que parece muy distinto del de las modernas estrellas de mar, puede decir mucho sobre la evolución de los equinodermos. El Helicocystis moroccoensis era capaz de expandir y contraer su forma de cigarro, de tal forma que a veces parecía más ancho y bajo y otras, más largo y delgado, según explican los investigadores a LiveScience.



Fuentes : ABC.es 

¿Por qué se mueven solas las piedras del Valle de la Muerte?

Archivo
Una de las piedras reptantes del Valle de la Muerte


Un geólogo cree haber obtenido la respuesta al misterio de las rocas «viajeras» de California con la ayuda de un tupper y un frigorífico

Racetrack Playa, en el Valle de la Muerte, una larga extensión de lodos en California (EE.UU.), es un paisaje extraño. Es un lago seco, rodeado de montañas, plano y largo como si le hubiera pasado por encima una apisonadora especialmente empeñada. En verano, el suelo agrietado parece la piel de un elefante. Pero lo más extraño de todo son unas piedras esparcidas por doquier que van del tamaño de un guijarro al de un ser humano. Lo que tienen de asombroso estas rocas es que dejan un rastro de movimiento, como si hubieran reptado por el suelo. Algunas pistas son rectas y solo tienen unos metros de largo, pero otras tienen extensiones que alcanzarían las dos porterías de un campo de fútbol, se curvan o se cruzan entre sí. 


Para añadir más misterio al caso, resulta que nadie ha visto realmente cómo se mueven las rocas. Las explicaciones populares van desde el magnetismo a poderosos campos de energía o absurdas intervenciones alienígenas -incluso hay quien ha robado piedras para ver si se mueven en otro lugar lejos del valle-, pero la ciencia pretende encontrar su propia respuesta. La revista del Smithsonian ha recopilado lo que se sabe sobre este misterio.

En 1948, dos geólogos del USGS, McAllister y Allen Agnew, propusieron que son remolinos de polvo los que provocan el extraño movimiento, tal vez en combinación con una inundación intermitente de la playa. En 1952, otro geólogo probó esta hipótesis con un experimento de campo, pero los resultados no fueron concluyentes.

En las décadas siguientes, los científicos apuntaron al hielo, que se forma en la planicie durante el invierno. Durante la década de 1970, geólogos del CalTech y la Universidad de California UCLA siguieron los movimientos de 30 piedras, a las que incluso pusieron nombres. Plantaron estacas de madera alrededor de las piedras, con la idea de que si las capas de hielo eran las responsables, el hielo congelaría las estacas, inmovilizando así las piedras. Pero algunas piedras siguieron paseándose y a pesar de las frecuentes visitas, la pareja nunca vio un solo movimiento.

John Reid, profesor de la Universidad Hampshire, llevó a grupos de estudiantes a la playa cada año desde 1987 hasta 1994 para estudiar las piedras. Debido a que muchos rastros eran paralelos, estaba convencido de que las rocas estaban encerradas juntas en grandes capas de hielo que eran sopladas por fuertes vientos.

Pero Paula Messina, geóloga de la San Jose State, utilizó un GPS para crear un mapa digital de los rastros y descubrió que la mayoría no iban en paralelo. Además, los modelos basados en el viento fueron puestos en duda cuando los investigadores trataron de calcular la velocidad del viento necesaria para mover las capas de hielo. 


La solución, en un tupperware


Ralph Lorenz, científico planetario de la Universidad de Johns Hopkins, creó en 2006 una red de estaciones meteorológicas en miniatura en el Valle de la Muerte como parte de un proyecto con la NASA sobre las condiciones climáticas de Marte. Entonces descubrió las piedras reptantes. «Yo estaba intrigado, como todo el mundo, así que utilizamos los instrumentos que teníamos para tratar de conocer cuáles eran las condiciones reales de la playa», explica a la revista del Smithsonian.

A medida que el equipo de investigación estudiaba los patrones climáticos en el Valle de la Muerte, también buscaron casos similares en otros entornos y descubrieron que el hielo ayudó a poner a flote rocas en las playas árticas, creando barricadas a lo largo de la costa. Los científicos comenzaron a poner esta idea a prueba en el valle.

Lorenz probó su teoría en su cocina. «Tomé una pequeña piedra y la puse en un Tupperware. Lo llené de agua de forma que la roca sobresaliera un poco. Lo puse en el congelador y obtuve un bloque de hielo con una roca que sobresalía», explica. Volcó la roca helada flotando en una bandeja de agua con arena en la parte inferior. Soplando sobre el hielo, se dio cuenta que podía enviar la roca deslizándose por la bandeja, dejando un rastro en la arena mientras se movía. Después de décadas de cálculos teóricos de innumerables científicos, la respuesta parecía estar ahí, sacada de un tupper.

Lorenz y su equipo presentaron su nuevo modelo en 2011. «Básicamente, un bloque de hielo se forma alrededor de la roca, y el nivel de líquido cambia de forma que la roca queda flotando en el barro». explica. «Es una pequeña capa de hielo flotante que pasa a tener una quilla hacia abajo que puede cavar un sendero en el barro blando». Los cálculos muestran que, en este escenario, el hielo no produce ninguna fricción en el agua, por lo que las piedras son capaces de deslizarse con solo una ligera brisa. El equipo sostiene que su modelo explica el movimiento mucho mejor que cualquier otro, ya que no requiere de vientos rapidísimos o enormes capas de hielo.

La explicación científica, si es que es la definitiva, no resta un ápice de encanto al misterio de las rocas reptantes, una de las incógnitas naturales más intrigantes del mundo.





Fuentes : ABC.es

Observan en el cielo los restos de una supernova reciente

NASA
Los restos de la supernova G1.9+0.3 


Los astrónomos estiman que una estrella explota como una supernova en nuestra galaxia, como promedio, alrededor de dos veces por siglo. En 2008, un equipo de científicos anunció el descubrimiento de los restos de la supernova más reciente jamás encontrada, a unos 28.000 años luz de la Tierra, cerca del centro de la Vía Láctea.

La explosión habría sido visible desde nuestro planeta hace poco más de cien años si no hubiera quedado muy oscurecida por el polvo y el gas. Una larga observación equivalente a más de 11 días de observaciones del campo de escombros, ahora conocido como el remanente de supernova G1.9+0.3, con el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA proporcionó nuevos detalles sobre este importante evento.

La fuente de G1.9+0.3 era probablemente una estrella enana blanca que sufrió una explosión termonuclear y fue destruida después de fusionarse con otra enana blanca o absorber material de una estrella compañera en órbita. Esta es una clase particular de explosiones de supernova (conocida como Tipo Ia) que se utilizan como indicadores de distancia en la cosmología porque son muy consistentes en el brillo y muy luminosas.


Nuevas observaciones muy detalladas de los restos de una supernova de mil años, llevadas a cabo con el telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO, han revelado claves sobre el origen de los rayos cósmicos. Por primera vez, las observaciones sugieren la presencia de partículas de rápido movimiento en los remanentes de la supernova que podrían ser precursoras de estos rayos cósmicos. Los resultados aparecen en el número del 14 de febrero de 2013 de la revista Science.

La explosión expulsó restos estelares a altas velocidades, creando el remanente de supernova que ahora puede ser observado por Chandra y otros telescopios. Los datos de Chandra muestran que la mayor parte de la emisión de rayos X es una «radiación de sincrotrón» producida por electrones muy energéticos acelerados en la rápida expansión de la onda de la supernova. Esta emisión da información sobre el origen de los rayos cósmicos, partículas energéticas que constantemente golpean la atmósfera de la Tierra. 


Explosión en dos fases

La mayoría de los remanentes de supernova Tipo Ia tienen una forma simétrica, con restos que se distribuyen uniformemente en todas las direcciones. Sin embargo, G1.9 +0.3 presenta un patrón muy asimétrico. Otra característica excepcional de este remanente es que el hierro, que se espera se sitúe en el interior profundo de la estrella condenada y se mueva con relativa lentitud, se encuentra muy lejos del centro y se mueve a velocidades extremadamente altas de más de 3,8 millones de millas por hora. 


  
NASA
Los restos de la supernova G1.9+0.3 


Debido a la desigual distribución de los restos del remanente y sus velocidades extremas, los investigadores concluyen que la explosión de la supernova original también tenía propiedades muy inusuales e inusualmente enérgicas. Creen que G1.9 +0.3 sufrió una «detonación retardada», donde la explosión se produce en dos fases diferentes. En primer lugar, se producen reacciones nucleares en una onda expansiva lenta, produciendo hierro y elementos similares. La energía de estas reacciones hace que la estrella se expanda, cambiando su densidad y permitiendo un frente de detonación mucho más rápido.

Las observaciones de G1.9+0.3 permiten a los astrónomos una visión especial y cercana de un joven remanente de supernova. 



Fuentes : ABC.es

El impacto que trajo la vida a la Tierra (y los que casi se la llevan)

NASA
La teoría de la panspermia defiende que la vida pudo llegar en una roca espacial


Cobra fuerza la teoría de la panspermia, que dice que los elementos básicos para la vida llegaron del espacio a bordo de cometas o asteroides


Hace 65 millones de años un asteroide de unos 10 km de diámetro llegó del espacio y se precipitó contra la Tierra. Ese cataclismo acabó con los grandes dinosaurios y puso la vida en jaque, aunque algunos científicos creen que fue gracias a ese colosal y destructivo impacto que el hombre está en el planeta, ya que de esta forma los mamíferos tuvieron una oportunidad de expandirse por el mundo.

La cicatriz del asteroide aún persiste en la península del Yucatán en México, un cráter de unos 300 km de diámetro. La explosión fue tal, que una ingente cantidad de rocas fundidas salieron despedidas incluso fuera de la atmósfera terrestre, llegando a la mitad de la distancia entre la Tierra y la Luna, y volvieron a caer por decenas de miles, incendiando gran parte del planeta.

Pero lo peor de todo no fue el impacto, sino sus consecuencias. Una descomunal columna de humo, polvo y cenizas, como si de cientos de volcanes activos se trataran, se elevó a decenas de km, rodeando todo el planeta. Durante meses o tal vez durante años, el Sol se hizo invisible. El frío se apoderó del planeta, las plantas no podían hacer la fotosíntesis y comenzaron a morir, de igual forma los herbívoros y los carnívoros. 


El peligro continúa

Aún tenemos sobre nosotros el peligro de impacto de grandes asteroides. Esencialmente los llamados NEOS, cometas y asteroides cuyas órbitas se aproximan o se cruzan peligrosamente con la nuestra.

Los asteroides Atón cruzan la órbita de la Tierra y se internan en la de Venus e incluso en la de Mercurio. Otro grupo de asteroides son los denominados Apolo, cuyas órbitas cruzan la nuestra y el planeta Venus. Los asteroides Amor se localizan en la órbita de Marte, pero algunos de ellos pueden aproximarse a la Tierra. La mayor parte de estos asteroides son conocidos y sus órbitas han sido calculadas. De momento, ninguno de ellos lleva una trayectoria de caída sobre la Tierra.

Pero los asteroides no solo se almacenan en estos lugares, sino en otros muchos del Sistema Solar: entre Marte y Júpiter se cuentan por decenas de miles, es el cinturón principal de asteroides. Cualquier impacto entre ellos los desviaría de sus órbitas para llegar a cualquier lugar del Sistema Solar. El cinturón de Kuiper es un lejano conglomerado de asteroides en las proximidades de Plutón. Mucho más allá, a mitad de distancia entre el Sol y la estrella más cercana (entre 1 y 2 años luz), se encuentra un verdadero ejército de cometas y asteroides, cuyo conjunto se llama la Nube de Oort, que se cuentan por millones y que rodean a todo el Sistema Solar como si de una pompa gigante se tratara. En ocasiones y por motivos desconocidas, decenas de ellos caen hacia el Sistema Solar interior. Algunas investigaciones apuntan a que la fuerza de gravedad de estrellas cercanas hace vibrar a la nube, alterando las órbitas de cometas y asteroides.

Esta Nube de Oort se ha observado alrededor de otras estrellas y los científicos piensan que son los escombros o los desechos de la formación de sistemas solares.

Se está trabajando en programas espaciales para desviar asteroides. Uno de ellos, el europeo, consiste en enterrar una importante cantidad de explosivos bajo la superficie del asteroide y desviarlo. Otro, el norteamericano, en acercar una nave que con su fuerza gravitatoria desviaría el asteroide. Un tercero, el ruso, en hacer explotar un artefacto en las proximidades del asteroide, como si de un gran soplo se tratara para desviarlo. 


El gran choque que formó la Luna

Lo que le ocurrió a la Tierra hace 65 millones de años no fue nada comparado con el mayor impacto sufrido por nuestro planeta. Cuando la Tierra se formó y aún no era un planeta sólido, hace unos 4.600 millones de años, ríos de material incandescente aún circulaban por la ardiente superficie. El acontecimiento es hasta la fecha la mayor catástrofe planetaria registrada en nuestro Sistema Solar. Esta teoría data de 1974.

Un planeta del tamaño de Marte chocó contra la Tierra a una velocidad de 40.000 km/h. El impacto fundió la Tierra por completo y parte de aquel planeta se unió con la Tierra para aumentar el tamaño del nuestro y fundir sus núcleos metálicos. El hipotético planeta es denominado Theia, madre de la diosa lunar en la mitología griega.

Pero una ingente cantidad de material fundido saltó al espacio, para volver a unirse y formar la Luna. Los cálculos indican que no solo hubo un encuentro, sino dos, hasta la total destrucción de Theia. La Tierra inclinó su eje y la Luna lo estabilizó, al mismo tiempo que ralentizaba los días a medida que pasaba el tiempo. Tras el impacto, la duración del día era de 5 horas y Theia convertida en nuestra Luna, solo estaba a 20.000 km, 20 veces más cerca que en la actualidad. Un impacto que produjo más beneficios que perjuicios, teniendo en cuenta que la vida aún no existía en la Tierra.



El origen de la vida

Nuestro planeta se enfrió con el tiempo y aparecieron las estaciones. Una atmósfera, el agua y temperaturas agradables posibilitaron la aparición de la vida, enigma aún sin resolver. La teoría de la panspermia, que es la más utilizada para determinar el origen de la vida, dice que la esta vino desde otros lugares del Cosmos, tal vez sobre cometas y asteroides que chocaron contra la Tierra y contenían, como se sabe en la actualidad, elementos básicos para la formación de la vida. El químico Svante August Arrhenius usa por primera vez la palabra panspermia para referirse al origen de la vida fuera de nuestro planeta en 1908.

Unos 1.200 millones de años tras aquel imponente impacto, la vida surgió y se extendió rápidamente sobre la Tierra. Podría parecer paradójico que el impacto de un asteroide o cometa no destruya los elementos esenciales para la vida que pudiera llevar consigo, debido al calor y la presión del propio impacto. La NASA ha estudiado el caso y realizado pruebas, sometiendo a aminoácidos, agua y otros elementos que llevan los cometas a temperaturas y presiones altísimas simulando el impacto.

Pero por increíble que parezca, no solamente los aminoácidos no quedaron destruidos, sino que estos comenzaron a formar péptidos, cuya misión entre otras es unir a los aminoácidos en proteínas. Los cometas están formados esencialmente de agua, hielo seco, sodio, metano, magnesio, silicatos, hierro y amoníaco. Durante las primeras etapas de la formación del Sistema Solar, millones de cometas impactaban sobre los planetas. La mayoría de ellos no presentaban condiciones favorables para acoger la vida, pero la Tierra y Marte sí.

Los cometas no deben ser propiedad exclusiva del Sistema Solar. De hecho, recibimos cometas de otras estrellas y nosotros lanzamos cometas más allá del Sistema Solar. Si la teoría de la panspermia es cierta, y cada vez toma mayor fuerza, podríamos hablar de millones de espermatozoides, cometas, cayendo sobre grandes óvulos que serían planetas cuyas condiciones son favorables para la vida. No siempre los planetas o satélites son fertilizados. Miles de cometas cayeron sobre Mercurio y la Luna, que contienen millones de cráteres de impacto, pero todo parece indicar que no sirvió de nada. No obstante, en Mercurio y la Luna hay hielo, ¿podrá existir vida en esos concretos lugares? 


La pócima secreta

Se han encontrado bacterias extremófilas a 40 km de altura, soportando condiciones infernales como la radiación ultravioleta del Sol, pero ningún científico es capaz de saber si proceden de nuestro planeta o han sido depositadas allí por el paso cercano de algún cometa.

Podríamos concluir diciendo que la vida no surge por sí misma en ningún lugar del Universo, sino que necesita de unas condiciones adecuadas existentes en ciertos planetas y unas moléculas básicas que contienen los cometas, combinados en esos ambientes selectos del Universo como la Tierra.

A pesar de todo ello, no sabemos qué es lo que hace que surja la vida, que se cree, en definitiva. Si usted hace este experimento; mezclar los siguientes elementos: Oxígeno (60%), Carbono (18%), Hidrógeno (10%), Nitrógeno (3%), estos cuatro últimos mayoritariamente en forma de agua; Calcio (1.5%), Fósforo (1%), Potasio (0.25%), Azufre (0.25%), Sodio (0.15%), Cloro (0.15%), Magnesio (0.05%), y Hierro (0.006%), y otros de proporciones ínfimas, que son los elementos fundamentales del cuerpo humano, no creará vida. Debe de haber algo capaz de dar conciencia a la combinación de todos estos elementos.


Fuentes : ABC.es (Miguel Gilarte Fernández es presidente de la Asociación Astronómica de España y director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata.)

25 de junio de 2013

Descubren el objeto cercano a la Tierra número 10.000

NASA
El asteroide 2013 MZ5


Se trata de un asteroide de 300 metros que no representa peligro alguno para nuestro planeta

El telescopio PanStarrs1, gestionado por la Universidad de Hawai y financiado por la NASA, ha descubierto el objeto cercano a la Tierra número 10.000. Se trata del asteroide 2013 MZ5, que fue detectado el pasado 18 de junio.

Según ha indicado el encargado del Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, Lindley Johnson, ya se ha hallado el 98% de todos los objetos cercanos a la Tierra descubiertos y el hecho de llegar a 10.000 es "un hito importante".

Los objetos cercanos a la Tierra (NEOs) son asteroides y cometas que pueden acercarse a una distancia orbital del planeta de 45 millones de kilómetros. Varían en tamaño desde tan pequeños como unos pocos metros de diámetro a 41 kilómetros, que es lo que mide el mayor NEO hasta ahora detectado.

El último encontrado, 2013 MZ5, tiene aproximadamente 300 metros de ancho y, según han detallado los científicos, su órbita no se acercará lo suficiente a la Tierra como para ser considerado potencialmente peligroso.

"El primer objeto cercano a la Tierra fue descubierto en 1898", ha apuntado el director de la Oficina de NEOs de la NASA, Don Yeomans, quien ha precisado que, "en los próximos cien años, sólo unos 500 habían sido encontrados". "Pero luego, con la llegada del programa Observaciones que la NASA puso en marcha en 1998, el número ha ido creciendo, gracias a los sistemas y la tecnología cada vez más capaces", ha añadido. 


Amenaza de impacto

Por otra parte, los expertos han indicado que ninguno de los NEOs de gran tamaño registrados actualmente representa una amenaza de impacto y que, probablemente, "sólo unas pocas docenas más de estos grandes NEOs permanecen sin descubrir". Así, han indicado que casi el 30% de los objetos cercanos a 460 metros de tamaño ya se han encontrado y no suponen peligro.

En este sentido, han explicado que un NEO tendría que medir, aproximadamente, 30 metros o más para causar una devastación significativa en las zonas pobladas. La agencia espacial estadounidense ha mostrado su "satisfacción" por haber llegado al número 10.000 en el registro de NEOs. "Cuando empecé la topografía de asteroides y cometas en 1992, hallar un objeto cercano a la Tierra era un evento raro. Ahora tenemos una media de tres descubrimientos NEO al día", ha concluido el director del Centro de Planetas Menores, Tim Spahr.


Fuentes : ABC.es

La Península Ibérica se «tragará» el Atlántico en 220 millones de años

Joao Duarte
El océano Atlántico será tan solo un recuerdo dentro de 220 millones de años


Si aún queda alguien por aquí dentro de 220 millones de años, EE.UU. estará mucho más cerca de la Península Ibérica. Suena a eslogan de una agencia de viajes, pero es literal: para entonces, si las previsiones del geólogo portugués Joao Duarte se cumplen, Iberia y Norteamérica se aproximarán, y lo que hoy conocemos como océano Atlántico será un recuerdo tan antiguo como para nosotros lo son los dinosaurios del Jurásico.
 

El mapamundi que conocemos no es más que la foto del instante geológico en que nos ha tocado vivir. Todo escolar aprende que la corteza terrestre está dividida en placas tectónicas que derivan sobre el manto, la capa inferior, y que estas láminas, tan delgadas a escala como la nata que flota en el café con leche, se crean y se destruyen, formando supercontinentes que luego se fragmentan y se separan. Las fronteras entre dos placas donde una se sumerge bajo la otra y se recicla se llaman zonas de subducción.

Lo que Duarte y sus colaboradores han descrito es que estamos asistiendo al nacimiento de una zona de subducción, y se encuentra muy cercana a nosotros, al suroeste de la Península Ibérica. Allí se encuentra el borde de la placa de Iberia, que forma parte de la placa euroasiática. Ese lugar era un borde pasivo, sin actividad. Sin embargo, un mapeo en 3D y alta resolución del fondo marino y de sus fallas tectónicas, realizado por tecnologías de sonar, ha encontrado signos de fracturas que indican que esa zona se está activando. “La idea del inicio de una subducción ha rondado en la comunidad geológica durante casi 20 años”, explica Duarte a Efe. “Lo que hemos detectado es el comienzo de un margen activo; es como una zona de subducción embrionaria”, asegura el científico.

El investigador, que trabaja en la Universidad de Monash (Australia), relaciona esta incipiente actividad tectónica con seísmos históricos: “La actividad sísmica de alta magnitud, como el terremoto de 1755 [que devastó Lisboa] y el de 1969 [que afectó al sur de Portugal y Andalucía oriental] sugerían que estaba ocurriendo algo en esa área. En 2002, Gutscher [coautor del estudio] identificó una vieja zona de subducción activa debajo de Gibraltar”. “Compilando los datos y reinterpretándolos, encontramos pruebas del nacimiento de una subducción, que probablemente comenzó hace entre 20 y 5 millones de años. Además, hemos aportado un mecanismo para la reactivación del margen, consistente en fuerzas que se propagan desde la subducción de Gibraltar, junto con la convergencia entre África y Eurasia”.


Joao Duarte
El océano Atlántico será tan solo un recuerdo dentro de 220 millones de años


Ciclo de Wilson

Duarte postula que estamos ante una nueva fase del ciclo de Wilson, el proceso que en los últimos cuatro mil millones de años ha obrado al menos tres reformas integrales en la fachada de nuestro planeta, fragmentando los supercontinentes y abriendo océanos entre los pedazos para luego reunirlos de nuevo en grandes masas de tierra.

Y en esta ocasión, ocurrirá así: “La placa euroasiática, que ahora se extiende de forma continua hasta la dorsal mesoatlántica, se romperá en dos a lo largo del margen al oeste de Portugal y Galicia”, detalla el geólogo. “La parte atlántica de la corteza, al oeste de este margen, quedará destruida al sumergirse en el manto bajo la Península Ibérica”.

Sin embargo, en geología no existen las prisas; según el estudio publicado por Duarte y sus colaboradores en la revista Geology, el borde suroeste de la placa ibérica no se convertirá en toda una señora zona de subducción hasta dentro de unos 20 millones de años. Una minucia comparada con los 220 millones de años que deberán pasar hasta que el Viejo Mundo y el Nuevo se reúnan.

Debido precisamente a lo dilatado de esta escala geológica de tiempo, “no deberíamos esperar un aumento de la actividad sísmica”, aclara Duarte. “El proceso lleva en marcha unos cuantos millones de años y llevará muchos más. Terremotos como los de Granada están relacionados con la vieja zona de subducción de Gibraltar, pero otros como el de 1969 están claramente más al oeste, en la nueva zona en formación”. A pesar de todo, el geólogo alerta: “En cualquier caso, deberíamos estar preparados para seísmos gigantescos originados en esta región, como el de 1755, y no lo estamos”.


Fuentes: ABC.es

Los diez expedientes sobre ovnis más llamativos de los archivos británicos


Naves sobre el aeropuerto de Manchester o el parlamento, un perro abducido o un hombre que convivió con un alien, entre los nuevos documentos desclasificados por el gobierno de Londres 

1-El hombre que vivió con un alien en su casa de Carlisle

Daily Mail
Recorte de prensa que recoge la historia


En junio de 2008 un individuo informa al departamento de estudio de ovnis, dependiente del Ministerio de Defensa británico, que ha vivido durante un tiempo con un alien en su casa de Carlisle, en el condado de Cumbria al noreste de Inglaterra. "Afirmó que sin duda habita con un extraterrestre en casa. Las cosas se mueven solas en las habitaciones. ¿Podemos volver a él y explicar lo que está sucediendo?", se puede leer en el informe desclasificado.
 
2-Un ovni abduce un perro, una tienda de campaña y un coche

Los diez expedientes sobre ovnis más llamativos de los archivos británicos
 Archivos nacionales
Algunos de los documentos desclasificados

Otro de los casos más sorprendentes tiene lugar en Cardiff (Gales). Los hechos trascurren en el verano de 2007 durante una acampada al aire con libre con amigos. De repente un objeto no identificado irrumpe en la escena, y según uno de los presentes el ovni hace desaparecer a su perro, su tienda de campaña y su coche."En su mensaje de contestador, nos informa de que su perro y sus posesiones fueron abducidas. Pero secuestros y robos son delitos penales y por lo tanto sería un asunto para más de la policía civil, no el Ministerio de Defensa".


3-Un platillo de luces verdes y rojas sobrevuela el Parlamento británico
Archivos Nacionales
Uno de los documentos desclasificados


Los fenómenos paranormales que han enmudecido a la sociedad británica no sólo ocurren en condados apartados de bulliciosas ciudades, sino que también se han registrado avistamientos en la capital británica y concretamente, en uno de los lugares más emblemáticos, que visitan a diario miles de turistas. En un mensaje que data del 12 de febrero de 2008, una persona asegura haber visto un ovni sobre el Parlamento británico con "luces verdes, rojas y blancas", que se puede apreciar durante una hora y media. “Aunque muchos aviones pasaban cerca del platillo, éste permanecía allí inmóvil”. 

4-Stonhenge, presencias paranormales entre la magia de las piedras
Archivos nacionales
Ovni sobre Stonhenge en 2009


Situado en el condado de Wiltshire, al sur de Inglaterra, constituye el monumento megalítico más misterioso del mundo, donde a menudo se registran fenómenos que escapan a la razón humana. Formado por cuatro círculos concéntricos de enormes piedras, ha desatado cientos de teorías en cuanto a su origen y utilidad. Las hipótesis varían desde santuario astronómico para establecer el recorrido del sol, hasta fines sepulcrales pasando por teorías más atrevidas que los sitúan como un puerto espacial para ovnis. Por supuesto, la magia de Stonhenge también figura en los archivos desclasificados como escenario en el que varias personas han registrado la presencia de misteriosos objetos y fuerzas ocultas en sus inmediaciones. En concreto el 14 de enero 2009, una persona envía un email en el que relata el avistamiento de unos objetos con forma de disco durante aproximadamente 30 minutos.


5-Una niña recrea en un dibujo un avistamiento en Manchester
Archivos Nacionales
Parte de la carta y el dibujo enviados por la niña


Entre los archivos también figura la carta de una niña de Altrincham, en Manchester, en la que se dirige al Ministerio de Defensa preguntando si realmente existen los ovnis, después de haber visto unas extrañas luces, que ella misma ilustra con un dibujo de un extraterrestre en un ovni, diciendo adiós. El departamento de fenómenos paranormales le envió como respuesta una bolsa de golosinas, pero nunca le facilitó información sobre lo que ella había preguntado. 


6-Un ovni del tamaño de 20 campos de fútbol, sobre el aeropuerto de Manchester
Archivos Nacionales
El ovni gigante supuestamente observado sobre Manchester


La inocente carta que la pequeña de Manchester envía al departamento de estudios de ovnis está fechada en enero de 2009, pero la actividad paranormal en esta zona se ha caracterizado por mantenerse bastante activa. Ya en enero de 2005, un gigantesco ovni del tamaño de 20 campos de fútbol sobrevoló el aeropuerto de Manchester. Este enorme objeto no identificado presentaba la parte delantera en forma curvada y la trasera con varios orificios pequeños. Un experto en la materia entregó al Ministerio de Defensa un esbozo y un gráfico que reproducía la escena.


7-Unas fotos captan la presencia de un cuerpo extraño en Escocia
Archivos Nacionales
Foto tomada en Duns, Scottish Borders, en julio de 2008


En algunas ocasiones, la presencia de objetos no identificados no puede ser captada al natural por el ser humano, pero sí a través de fotografías. Eso es exactamente lo que ocurrió en julio de 2008 sobre las montañas escocesas. Un hombre toma unas fotografías sin advertir nada extraño en el ambiente. Cuando las revela, se puede apreciar en la imagen la presencia de un supuesto ovni que nunca llega a detectar en el momento. Las fotos se realizaron en Duns, Scottish Borders, uno de los 32 concejos que componen Escocia.  


8-Dos bolas de color naranja en el jardín trasero en Coventry
Archivos Nacionales
Informe del caso de Coventry


Una mujer se encuentra en el patio trasero de su casa en Coventry, la ciudad inglesa más lejana del mar, disfrutando del verano junto a su perro, un springer spaniel. De repente, advierte que dos bolas de color naranja de grandes dimensiones se ciernen sobre ellos. Aterrada, contacta a la línea de sucesos paranormales de Defensa para denunciar lo ocurrido y consultar si como consecuencia de los hechos tanto ella como su mascota pudieran estar contaminados. Los hechos ocurrieron en julio de 2008.  


9-Avistamiento entre la niebla de Portsmouth
Hab Rahman
El inusual objeto en el aire, arriba a la derecha.


De nuevo, aparentemente nada anómalo en una escena que luego la fotografía demuestra que no es así. El fotógrafo Hab Rahman,en una noche de regreso a casa, quiso captar con su cámara una misteriosa y bella estampa, en la que la neblina queda reflejada en varias farolas. Al llegar a su piso y pasar las imágenes a ordenador, quedó atónito al ver que había captado un inusual objeto en el aire. No tenía dudas de que se trataba de un platillo volador. “Nunca creí en este tipo de cosas, pero realmente es extraño y un poco atemorizador”, comentó al diario Daily Mail. 


10-Naves extraterrestres en el embarcadero de Blackpool
Archivos nacionales
Fotografía tomada en el muelle de Blackpool con una extraña presencia en el cielo


Un individuo encuentra en sus fotografías tomadas en el muelle de Blackpool, una localidad costera al noroeste de Inglaterra, la presencia de unas naves extrañas que no había presenciado en el momento de tomar las imágenes. Un año más tarde, en agosto de 2009 se pone en contacto con el Ministerio de Defensa para preguntar si en el momento en que fotografió la zona se estaban desarrollando algún tipo de maniobras. Tras realizarse varias investigaciones, se concluye que no hubo ningún tipo de movimiento aéreo por parte del ejército durante aquella jornada.  


Fuentes : ABC.es

Bacterias mutantes atacan la estación espacial internacional

Foto ISS

Capaces de sobrevivir incluso a la radiación, corroen los equipos y pueden suponer un riesgo tanto para su estructura como para la integridad física de sus ocupantes

Para ellas, ni siquiera las durísimas condiciones del espacio exterior son un obstáculo insalvable. De hecho, sobreviven incluso a las gélidas temperaturas que hay más allá de la atmósfera terrestre. Y lo hacen sin agua, sin nutrientes y sin nada que las proteja de la intensa y letal radiación del Sol y las estrellas. Las bacterias llevan viviendo dentro y fuera de la Estación Espacial Internacional desde que ésta empezara a ensamblarese, a finales de 1998. Y ahora se están convirtiendo en un problema serio, tanto para su estructura como para la integridad física de sus ocupantes.

Dio la voz de alarma hace ya un año Anatoly Grigoryev, vicepresidente de la Academia rusa de Ciencias, durante una conferencia científica celebrada en Moscú. Y no es para tomarlo a broma. Setenta y seis clases de microorganismos diferentes han sido identificados hasta el momento a bordo de la plataforma orbital. Muchos de ellos resultan inofensivos, pero algunos han demostrado ser perfectamente capaces de causar graves daños.

En palabras del propio Grigoryev, recogidas entonces por la agencia Interfax, “Ya tuvimos esta clase de problemas en la vieja estación espacial MIR, y ahora los tenemos en la ISS. Las bacterias están atacando la estación. Estos organismos corroen los metales y los polímeros y pueden causar fallos en los equipos”. Con el agravante, además, de que se trata de bacterias mutantes, es decir, que han cambiado para adaptarse a unas condiciones muy diferentes de las que estaban acostumbradas. Y nadie sabe hasta dónde pueden llegar estas mutaciones. Para Grigoryev, también la tripulación corre peligro: “La multiplicación incontrolada de estas bacterias -sostiene el científico- puede causar enfermedades infecciosas entre los miembros de la tripulación”.


EFE
Interior de la estación espacial internacional






La cámara del Apolo XII

Por supuesto, los responsables de las misiones de abastecimiento a la ISS han intentado por todos los medios que ninguna bacteria se colara en los cargueros espaciales. Pero no han tenido éxito. La historia se repite desde los mismísimos albores de la era espacial. El 20 de abril de 1967, por ejemplo, cuando el vehículo no tripulado Surveyor 3 aterrizó en la Luna llevaba a bordo, entre otros objetos, una cámara de TV. Dos años y medio después, el 20 de noviembre de 1969, los astronautas Pete Conrad y Alan Bean, del Apolo XII, recuperaron esa cámara y la trajeron de vuelta a la Tierra. Cuando los especialistas de la NASA la examinaron, se sorprendieron al encontrar en su interior especímenes de Streptococus mitis vivos. La NASA determinó que esas bacterias ya estaban dentro de la cámara cuando los astronautas la recuperaron. Es decir, que llevaban allí incluso desde antes del lanzamiento del propio Surveyor 3. A pesar de ello, lograron sobrevivir sin excesivos problemas durante 31 meses en el vacío desolador de la superficie lunar.

Otro ejemplo es el de la ya desaparecida estación espacial rusa Mir. En 1990, cuatro años después de su lanzamiento, se encontraron 90 clases de microorganismos diferentes a bordo. En 2001, cuando la Mir fue desmantelada, la cifra había crecido hasta 140. Los informes de los últimos cosmonautas hablaban de lámparas corroidas, agujeros en los paneles de control y filtraciones en los sistemas de abastecimiento de aire y alimentos.

Los expertos de las distintas agencias espaciales saben muy bien que las condiciones de temperatura y esterilidad del interior de la ISS resultan de lo más favorable para el desarrollo de estas bacterias mutantes. Y también saben que hasta ahora han fracasado todos sus esfuerzos por erradicarlas. De nada ha servido, por ejemplo, rociar el interior de los módulos con líquidos antibacterianos. Ni someter a las tripulaciones y a las naves a los más rigurosos controles antes de abandonar la Tierra. El siguiente intento será enviar en una de las próximas misiones de abastecimiento a la ISS una potente lámpara de luz ultravioleta para tratar de mantener a raya a estos incómodos pasajeros.


 Cultivo experimental de bacterias a bordo de la ISS



Sobreviven en el exterior

Diferente cuestión, sin embargo, son las bacterias adheridas a los paneles exteriores de la estación espacial. Diversos experimentos han demostrado que estos microorganismos son capaces de sobrevivir durante largos años en las condiciones más extremas del espacio exterior. Y no está claro en qué radica esta increíble capacidad de supervivencia ni hasta dónde pueden llevar las mutaciones futuras de estos organismos.

El primer ser vivo de la Tierra, hace cerca de 4.000 millones de años, fue una bacteria. Las condiciones de aquel mundo primitivo nada tenían que ver con las actuales, pero a pesar de ello las bacterias sobrevivieron y colonizaron el planeta entero. Durante los 3.000 millones de años siguientes, ellas fueron los únicos habitantes de nuestro mundo. Toda la diversidad de vida que vemos en la actualidad se desarrolló después, pero a pesar de ello seguimos viviendo, en la actualidad, en lo que la Ciencia llama la Era de las Bacterias (Archea). Ellas siguen siendo, en efecto y a pesar de las apariencias, las auténticas dueñas del planeta que creemos controlar.

Está previsto que la Estación Espacial siga funcionando hasta 2020. Habrá que ver si de aquí a entonces los expertos de la NASA han conseguido erradicarlas. De no ser así, podría ser necesario abandonar la estación mucho antes de lo previsto.


Fuentes : ABC.es

El Hubble fotografía el impresionante encuentro de dos galaxias

NASA/ESA
Las dos galaxias se asemejan a un pingüino cuidando su huevo


 
El acercamiento ha provocado espectaculares cambios una en la otra, hasta el punto de que son conocidas como el «pingüino» y su «huevo»



El telescopio espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) ha obtenido una impresionante imagen de un par de galaxias en interacción conocidas como Arp 142. Cuando dos galaxias vagan demasiado cerca una de otra comienzan a interactuar, causando cambios espectaculares en los dos objetos. En algunos casos, las dos pueden fusionarse, pero en otras se hacen pedazos.

Justo debajo del centro de esta imagen se encuentra la galaxia azul de forma torcida NGC 2936, una de las dos galaxias en acción que forman Arp 142 en la constelación de Hydra. Apodada «el pingüino» por los astrónomos aficionados, NGC 2936 era una galaxia espiral normal antes de ser destrozada por la gravedad de su compañera cósmica.

Los restos de su estructura espiral todavía se pueden ver, el antiguo bulbo galáctico ahora forma el «ojo» del pingüino, alrededor del cual aún es posible ver donde antes estaban los brazos en molinete de la galaxia. Estos brazos alterados ahora dan forma al «cuerpo» del ave cósmica como rayas brillantes en azul y rojo en la imagen. Estas rayas se arquean hacia abajo, hacia las inmediaciones de la compañera de NGC 2936, la galaxia elíptica NGC 2937, visible aquí como un óvalo blanco brillante. La pareja tiene un extraño parecido con un pingüino que cuida su huevo.

Los efectos de la interacción gravitatoria entre las galaxias pueden ser devastadores. El par Arp 142 está lo suficientemente cerca para interactuar con violencia, intercambiando materia y causando estragos. 


Galaxias peculiares

En la parte superior de la imagen hay dos estrellas brillantes que se encuentran en el primer plano del par Arp 142. Una de ellas está rodeada por una pista de material azul brillante, que es en realidad otra galaxia. Los científicos creen que esta galaxia se encuentra demasiado lejos como para desempeñar un papel en la interacción, al igual que otras galaxias salpicadas por todo el cuerpo de NGC 2936. Se encuentran a grandes distancias de nosotros, pero todas pueden ser vistas por el ojo avizor del Hubble.

Este par de galaxias lleva el nombre del astrónomo estadounidense Halton Arp, el creador del «Atlas de Galaxias Peculiares», un catálogo de galaxias con formas extrañas que se publicó originalmente en 1966. Arp compiló el catálogo, en un intento de entender cómo las galaxias evolucionaron y cambiaron de forma con el tiempo. Más tarde, los astrónomos se dieron cuenta de que muchos de los objetos en el catálogo de Arp eran, de hecho, la galaxias interactuando y fusionándose. 





Fuentes : ABC.es

El Curiosity capta la más grandiosa fotografía de Marte

NASA
La panorámica del Curiosity, con el monte Sharp al fondo


La NASA muestra una panorámica del cráter Gale que tiene 1.300 millones de píxeles y compuesta de 900 exposiciones

El rover Curiosity de la NASA ha captado una de las imágenes más espectaculares que jamás hayamos visto de la superficie de Marte. La panorámica tiene nada menos que 1.300 millones de píxeles y consta de 900 fotografías que el rover tomó con sus 17 cámaras durante la exploración del cráter Gale, el lugar que lleva investigando desde su aterrizaje en el Planeta rojo el pasado agosto. El mosaico muestra el paisaje con detalle, lo que será de gran ayuda para los científicos. Para los demás, es como ver otro mundo desde la ventana de casa. (Puedes verla con todo detalle aquí y aquí).

En el centro de la imagen se sitúa la zona conocida como Rocknest, donde el Curiosity tomó su primera muestra de arena para analizar. En el horizonte se puede observar el monte Sharp, de 5,5 kilómetros de altura y destino final del vehículo.

La imagen «realmente muestra las capacidades de las cámaras» del Curiosity, afirma Bob Deen, responsable del Laboratorio de Procesamiento de Imágenes Multi-Mission del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, California. «Puedes ver el contexto y acercar la imagen para ver detalles muy finos». Las imágenes fueron tomadas en varios días diferentes entre el 5 de octubre y el 16 de noviembre 2012. 


La fotografía de Marte, al completo NASA

Las luces del día

Además, el nuevo mosaico muestra las variaciones de la iluminación a lo largo de las horas del día. También muestra las variaciones en la claridad de la atmósfera debido a la formación de polvo.

El Curiosity, cargado con diez instrumentos científicos, ha investigado hasta ahora la historia medioambiental en el cráter Gale, un lugar donde, según los datos proporcionados por el explorador robótico, las condiciones eran hace tiempo favorables para la vida microbiana. La NASA ha presentado esta fotografía a modo de despedida, ya que el rover de seis ruedas abandonará próximamente la zona para iniciar «un largo viaje» hasta el monte Sharp.


Fuentes : ABC.es

Así cambia la vegetación de la Tierra en un año

SUOMI NPP
La vegetación de la Tierra 


Imágenes elaboradas a partir de los datos recogidos por el satélite Suomi NPP durante un año ofrecen una vívida descripción de la vegetación en todo el mundo. Suomi NPP, acrónimo (National Polar-orbiting Partnership) es una misión combinada entre la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

Las imágenes muestran la diferencia entre las áreas verdes y áridas de la Tierra como se ve en los datos del radiómetro para imágenes visible-infrarrojo VIIRS, instrumento a bordo del satélite. VIIRS detecta cambios en la reflexión de la luz, produciendo imágenes que miden cambios en la vegetación a través del tiempo.

Los datos de vegetación de Suomi NPP se incorporarán a muchos productos y servicios, incluida la vigilancia del medio ambiente y del impacto de las sequías.



SUOMI NPP
La vegetación de la Tierra 


Estas medidas de índice de vegetación monitorizan el crecimiento de las plantas, la cubierta vegetal y la producción de biomasa a partir de información satelital. Se calcula a partir de la luz visible e infrarroja cercana reflejada por la vegetación. Los valores altos representan una vegetación densa y verde. Los valores bajos representan vegetación escasa bajo condiciones de estrés tales como la sequía.

Las mediciones de VIIRS siguen algunos de los registros de datos recogidos por varios satélites de la NASA, como Terra y Aqua, en órbita desde diciembre de 1999 y febrero de 2002, respectivamente.


Fuentes : ABC.es

Descubren tres supertierras que pueden ser habitables "cerca" del Sistema Solar

ESO
Impresión artística del sistema Gliese 667C. 


Los tres prometedores mundos se encuentran a la distancia adecuada de su estrella como para albergar agua en su superficie


La posibilidad de encontrar fuera del Sistema Solar un mundo que sea igual que la Tierra, donde el agua corra por su superficie y las condiciones sean óptimas para la vida, puede estar cada vez más cerca. En esta carrera por encontrar ese segundo paraíso en el Universo, un equipo de astrónomos ha descubierto a 22 años luz de distancia, en la constelación de Scorpius (El Escorpión), bastante cerca de nosotros, un sistema estelar con al menos seis planetas. Tres de ellos son prometedoras supertierras situadas en la zona de habitabilidad de su estrella, a la distancia adecuada como para albergar agua líquida. Esta condición las convierte en las nuevas posibles candidatas para la presencia de vida.

  

El cielo alrededor de Gliese 667

La estrella Gliese 667C, de tan solo un tercio de la masa del Sol, forma parte de un sistema estelar triple conocido como Gliese 667 (también llamado GJ 667). Estudios anteriores descubrieron que la estrella alberga tres planetas y uno de ellos se encuentra en la zona de habitabilidad. Ahora, un equipo de astrónomos liderado por Guillem Anglada-Escudé, de la Universidad de Göttingen (Alemania), y Mikko Tuomi, de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido), ha reexaminado el sistema con nuevas observaciones llevadas a cabo por el instrumento HARPS, instalado en el telescopio de 3,6 metros del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, y datos obtenidos por otros telescopios. 




De esta forma, han descubierto indicios de la existencia de más de siete planetas en torno a la estrella. Estos planetas orbitan a la tercera estrella más débil de un sistema estelar triple. Los otros dos soles se verían como un par de estrellas muy brillantes visibles durante el día y, durante la noche, proporcionarían una iluminación equivalente a la de la Luna llena. Los nuevos planetas llenan por completo la zona de habitabilidad de Gliese 667C, ya que no hay más órbitas estables en las cuales un planeta pudiera existir a la distancia adecuada. 


Tres a la vez

Los científicos han confirmado que tres de esos planetas son supertierras -más masivos que la Tierra, pero menos masivos que planetas como Urano o Neptuno- que se encuentran dentro de la zona de habitabilidad de su estrella, una zona alrededor de la estrella en la cual el agua puede estar presente en forma líquida si las condiciones lo permiten. Se trata de la primera vez que tres planetas de este tipo se localizan orbitando esta zona al mismo tiempo.


«El número de planetas potencialmente habitables en nuestra galaxia es mucho mayor de lo que podríamos pensar si tenemos en cuenta que podemos encontrar varios de ellos en torno a cada estrella de baja masa», dice Rory Barnes, investigador de la Universidad de Washington y coautor del estudio.

Los sistemas compactos alrededor de estrellas tipo Sol son abundantes en la Vía Láctea. Los planetas que orbitan cerca de su estrella anfitriona son muy calientes y difícilmente podrían ser habitables. Pero no ocurre lo mismo con estrellas más frías y tenues como Gliese 667C. En este caso, la zona de habitabilidad se encuentra integrada en una órbita del tamaño de la de Mercurio, mucho más cerca de la estrella que en el caso de nuestro Sol. 



Fuentes : ABC.es