30 de mayo de 2014

La Estación Espacial Internacional corre peligro con la crisis de Ucrania



El lanzamiento desde Kazajistán de la nave Soyuz rumbo a la Estación Espacial Internacional, 
es la misión número 40, y en ella participan 16 países. A bordo han viajado tres astronautas, un estadounidense, un ruso y un alemán como representante de la Unión Europea. El proyecto espacial más importante del mundo corre peligro por la crisis de Ucrania. 


Fuentes: Rtve.es

Space X presenta una nave para transportar astronautas a la EEI sin depender de Rusia

La Dragon V2 está pensada para que la NASA transporte astronautas a la EEI a partir de 2017.AFP PHOTO

- Para que la NASA no dependa de las Soyuz rusas desde 2017
- La Dragon V2 puede aterrizar "como un helicóptero", no solo amerizar

La empresa privada estadounidense SpaceX ha presentado la nave Dragon V2, creada para que la NASA pueda volver a transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde suelo nacional y sin depender de las Soyuz rusas a partir de 2017.

El magnate tecnológico y presidente de la compañía espacial, Elon Musk, ha desvelado las características de la nave en una conferencia de prensa en la sede de la empresa en Hawthorne, en el condado de Los Ángeles (EE.UU.).

La nava Dragon V2 está preparada para siete astronautas. AFP






Rusia asumió en 2008 el traslado de los astronautas estadounidenses al espacio y, el 21 de julio de 2011, la NASA puso fin a los vuelos de sus transbordadores, con el último lanzamiento del Atlantis.

Desde entonces, solo los rusos efectúan labores de aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional y Rusia mantiene la primacía, pues son la nave Soyuz es el único eslabón entre la Tierra y la plataforma orbital.

Cada vez que uno de sus astronautas viaja en una Soyuz, Estados Unidos paga 71 millones de dólares a Rusia, según informa Efe.


Naves para utilizar a partir de 2017
Para dejar atrás esta dependencia, EE.UU. quiere que a partir de 2017 sus cosmonautas ya puedan viajar en las nuevas naves fabricadas en el país y creadas por empresas espaciales privadas como SpaceX.

Rusia, sometida ahora a sanciones de EE.UU. y la UE por su papel en la crisis de Ucrania, no tiene intención de prolongar el uso de la EEI después de 2020, la fecha comprometida con la NASA y la europea ESA.

La Estación Espacial Internacional es un proyecto de más de 100.000 millones de dólares, orbita a una distancia de entre 335 y 460 kilómetros de la Tierra, pesa más de 450 toneladas, se desplaza a unos 27.000 kilómetros por hora, ha tenido residentes de forma continuada desde 2000 y en ella participan 16 naciones.

La Dragon V2 puede aterrizar como un helicóptero
La Dragon V2 tiene capacidad para transportar un máximo de siete astronautas y fue descrita por Musk como "un gran salto adelante tecnológico". En lugar de lanzarse en paracaídas para amerizar en el océano, la nueva cápsula está equipada con motores de retroceso y patas de apoyo para hacer aterrizajes de precisión en tierra.

"Se podrá aterrizar en cualquier lugar de la Tierra con la precisión de un helicóptero. Así es como una nave espacial del siglo XXI debe aterrizar", ha señalado el presidente de SpaceX según recoge Europa Press.


Fuentes: Rtve.es

26 de mayo de 2014

Ecos del Big Bang



Hace poco los cimientos de la cosmología temblaron tras el anuncio de que el telescopio de microondas BICEP2, instalado en el Polo Sur, había localizado huellas de algo denominado ondas gravitacionales primordiales.

Estas ondas podrían ser una prueba que confirmaría la teoría conocida como la inflación cósmica. Para los que estudian el Big Bang es una buena noticia.




Paul McNamara, científico de la ESA en la misión LISA:

“BICEP 2 ha encontrado la firma de las ondas gravitacionales primordiales. Para mí esta es una de las grandes cuestiones sin respuesta de la toda la ciencia. ¿Hubo inflación? Y si la hubo, ¿vienen de ahí las ondas gravitacionales? Parece que la respuesta es que sí”.

Einstein ya predijo que las ondas gravitacionales, una especie de ondas en el espacio-tiempo – tenían que existir. Los descubrimientos en el Polo Sur parecen confirmar su teoría.

El anuncio tuvo lugar meses antes de la publicación en otoño de los datos de polarización del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea. Tanto BICEP2 como Planck estudiaron la radiación reliquia del Big Bang conocida como fondo cósmico de microondas.

“El anuncio de BICEP2 fue sorprendente. No sólo para los equipos del Planck, sino para todos los grupos de trabajo. Fue sorprendente por la enorme fuerza de la señal que encontraron”, cuenta Jan Tauber, del proyecto Planck.

La cuestión ahora es si las ondas gravitacionales proceden realmente de los primeros instantes del universo, del periodo conocido como inflación, o vienen de otro lugar.



Algunos científicos han insinuado que el BICEP2 pudo verse afectado por interferencias.

“Por supuesto, todos los experimentos quieren ser los primeros y en ese sentido fue un poco decepcionante. Pero si las mediciones del BICEP2 fueran correctas, podríamos medirlo y presentar el descubrimiento. Digo que “si”, en condicional, porque aún hay algunos interrogantes sobre las mediciones del BICEP que deben ser respondidas”, dice Tauber.

El motivo de esta emoción en el mundo de la cosmología es porque las ondas gravitacionales podrían enseñarnos mucho sobre el universo.

Con el interferómetro Virgo, en el Observatorio Gravitacional Europeo cerca de la ciudad italiana de Pisa, los científicos intentan detectar estas ondas.

Federico Ferrini es el director del Observatorio:

“Estamos aquí, cerca de este túnel que tiene tres kilómetros de longitud. Tenemos dos túneles, perpendiculares el uno del otro, y en cada uno de ellos hay una luz que brilla y que va desde el edificio central hasta el final de la torre. Allí se refleja la luz y vuelve al edificio central. El objetivo de esta enorme infraestructura es detectar ondas gravitacionales”.

En teoría, si una onda pasara por la Tierra estiraría los túneles, cambiando el tiempo que tarda la luz en recorrer su camino entre los espejos. Y eso puede ser detectado.

Giovanni Losurdo, líder del proyecto VIRGO, nos da más detalles:

“Este es el núcleo del detector, es el lugar donde los dos rayos láser brillan combinados y son detectados justo aquí. Éste es el lugar en el que vemos si una onda gravitacional ha pasado por nuestro detector. No es algo muy grande, en realidad el nivel de estiramiento es muy muy pequeño. Es del tamaño de una milésima parte de un protón”.

Estudiar el universo con las ondas gravitacionales proporcionaría muchísima información nueva. La mayoría procedente de catástrofes, como colisiones de agujeros negros, cuyas ondas son completamente diferentes a las de la radiación electromagnética. Es como poner sonido a nuestra imagen del Universo.

“Las frecuencias de coalescencia de estrellas compactas entran en el campo de la audio frecuencia, es decir, que las podríamos escuchar. Cuando se detectaron y se grabaron esas señales las podíamos oír”, explica Jean-Yves Vinet, portavoz del proyecto VIRGO.

Pero para capturar la vibración de una onda gravitacional los espejos del observatorio tienen que estar completamente estáticos. En nuestra Tierra, siempre en movimiento, no es algo fácil de conseguir.

“Luchamos contra las fluctuaciones térmicas, los ruidos sísmicos y obviamente contra los camiones y los ferrocarriles. ¡Es la típica misión del director!”, dice Federico Ferrini.

Una de las formas de evitar los ruidos de la Tierra es realizar los experimentos en el espacio. La misión de laESA, LISA, prevista para dentro de 20 años, colocará espejos ampliamente separados para mejorar la sensibilidad de las mediciones.

“LISA es la Antena Espacial de Interferometría Láser. Es una constelación de tres satélites que están a una distancia de un millón de kilómetros. Medimos la distancia entre dos de los brazos, muy parecida a la de la Tierra, y comparando la longitud de los brazos medimos las señales de las ondas gravitacionales”, explica Paul McNamara.

El trío de satélites, conectados por un rayo láser perfectamente alineado, seguirá a la Tierra a una distancia calculada para equilibrar las fuerzas gravitacionales.

“Cuando LISA sea lanzada y esté operativa será la mayor constelación artificial creada por el hombre, en el sentido de que los millones de kilómetros que separan los satélites será como dos veces y media la distancia a la Luna. Medimos la distancia entre los satélites en picómetros, que es una centésima parte del tamaño de un átomo, sobre un millón de kilómetros”.

La misión tiene como objetivo demostrar este concepto el año que viene y se espera que el observatorio LISAesté listo para 2034. Estamos a preparados para escuchar la sinfonía cósmica de las estrellas de neutrones hasta los primeros ecos del Big Bang.
Fuentes: euronews

22 de mayo de 2014

¿Una hermana del Sol?

Se ha encontrado una estrella que se considera que es una hermana del Sol. Su nombre es HD 162826.
En otras palabras, se cree que se formó con nuestra estrella, de la misma nebulosa.
Empecemos por el principio.

¿Por qué se piensa que hay compañeras del Sol?
Las búsquedas infrarrojas de estrellas jóvenes realizadas en las pasadas 2 décadas, sugieren que entre el 80 y 90% de las estrellas nacen en cúmulos de más de cien estrellas.

Posteriores estudios, hacen referencia a que el Sol nació de un cumulo que contaba entre mil y 10 mil miembros.

Evidencia adicional, es la presencia de objetos como el TNO Sedna, con órbitas muy estiradas (gran excentricidad) y grandes perihelios, que según algunos modelos computacionales, estas órbitas podrían haber surgido por el encuentro cercano con otras estrellas en el pasado.

¿Por qué no se ve el cúmulo originario?
Este tipo de cúmulos se deshacen, por perturbaciones gravitacionales (de las mismas estrellas y de la Vía Láctea) en unos 100 millones de años. Como el Sistema Solar tiene 4570 millones de años, el cumulo originario no es detectable.

Investigaciones posteriores, en base a simulaciones por computadora con un cúmulo de 2000 estrellas, sugieren que podría haber entre 10 y 60 hermanos del Sol a menos de 330 años-luz. (100 parsecs)

¿Cómo detectarlos?
El criterio usado para seleccionar estos posibles hermanos, son dinámicos y por composición química.

Igual es difícil saber cuáles perturbaciones pueden afectar a una estrella, contando que desde su formación, prácticamente han dado 20 vueltas alrededor del centro de la Vía Láctea.

Consideraciones dinámicas
Se seleccionaron varias estrellas que cumplen esta premisa dinámica. En otras palabras, se calcula donde habrían estado las estrellas hace 4570 millones de años, cuando nació el Sol.

Solo algunas cumplen las condiciones de velocidad para que puedan haber estado cerca del Sol en el momento de la formación.

En base a datos del satélite Hipparcos, se encontraron 87 estrellas que podrían estar en estas condiciones.

Consideraciones dinámicas. A la izquierda, la distancia a los 5 mejores candidatos. El "HD xxxxxxx " es el nombe de cada estrella). En el eje horizontal, los ultimos 4500 millones de años (Gyr = mil millones de años). A la derecha, la velocidad respecto al Sol. La última estrella, HD 162826, siempre estuvo siempre dentro de los 300 años-luz. Solo HD 83423, estuvo a unos 600 años luz. Las otras tres, hace mas de 4 Gyr estaban a mas de 15.000 años luz de nuestra estrella.

La composición química

Para esta investigación, también se usó el criterio de la composición química. Si se formo de la misma nebulosa, debería tener la misma metalicidad (a grosso modo, una composición química igual).
Se midió la metalicidad de estas 87 estrellas y se encontró que las únicas que cumple con los requerimientos de composición son HD 154747 y HD 162826.

La metalicidad de las estrellas tal vez hertmanos del Sol. Nota que segun lo dinamico, HD 83423 podria ser un hermano, pero la metalicidad es completamente diferente (deberia ser una linea horizontal, sobre la linea punteada). Esta consideracion la cumple HD 162826, en fuccia. es el promedio de los elementos considerados. Nota que HD154747 tambien cumple la condicion quimica, pero no la dinámica.






De todas ellas, solo HD 162826 cumple ambos requerimientos.

No significa que, con toda seguridad, esta estrella es hermana del Sol, pero sí que es muy probable que lo sea.

Es una estrella brillante, visible con binoculares, en la constelación de Hercules.


Fuentes: infobservador

Inscripciones abiertas para el concurso AstroCamera 2014

ESO patrocina concurso de astrofotografía

ESO te invita a participar en el AstroCamera 2014, una competición internacional que busca la difusión de la astronomía y la astrofotografía. Como patrocinador honorario del concurso organizado por el Hewelianum Centre, ESO premiará a las menciones honrosas con libros y DVDs, mientras que los ganadores obtendrán premios de los organizadores.

Convocado inicialmente el 28 de enero de 2011 en conmemoración del 400 aniversario del nacimiento del astrónomo del siglo 17, Johannes Hevelius , el concurso está abierto para todos aquellos entusiastas de la astronomía y la astrofotografía. La vida y logros de Hevelius, reconocido observador del cielo nocturno, sirvieron de inspiración para que el Hewelianum Centre hiciera de esta competición un evento regular, siendo esta su cuarta versión.

El evento comprende las siguientes categorías:

- Categoría I: objetos de cielo profundo (fotografías de cúmulos estelares, galaxias, nebulosas, entre otros).
- Categoría II: objetos del Sistema Solar (fotografías de planetas, cometas, meteoritos, eclipses, tránsitos de objetos, la Luna, etc.).
- Categoría III: paisajes astronómicos (fotografías que muestran paisajes con objetos astronómicos, por ejemplo, ascenso o descenso de objetos astronómicos o el movimiento de la bóveda celeste).

Los trabajos presentados se evaluarán según los siguientes criterios: contenido, tipo de objeto, brillo del objeto, nivel de dificultad en la observación del objeto, rareza (singularidad), entre otros; así como su estética: atractivo visual del objeto, nitidez de la imagen, reducción de ruido, etc.

Las postulaciones al concurso se extenderán hasta el 18 de julio de 2014 y los resultados se darán a conocer poco después. Los premios se entregarán en un evento organizado por el Hewelianum Centre, The Night of Shooting Stars (La noche de las estrellas fugaces), el 12 de agosto de 2014.

Para obtener mayor información referente al concurso y a las inscripciones, puede visitar el sitio web del evento(incluyendo las normativas).

Información adicional
ESO es la organización astronómica intergubernamental más importante en Europa y el observatorio astronómico en tierra más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de 15 países: Austria, Bélgica, Brasil, República Checa, Dinamarca, Francia, Finlandia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido. ESO lleva a cabo un ambicioso programa enfocado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones para la observación astronómica desde tierra, permitiendo así a los astrónomos realizar importantes descubrimientos científicos. ESO también juega un papel fundamental a la hora de promover y organizar la cooperación para la investigación en el campo de la astronomía. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope (VLT), el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. El telescopio VISTA, que funciona en longitudes de onda infrarrojas, es el telescopio de rastreo más grande a nivel mundial y, por su parte, el VLT Survey Telescope (VST) es el telescopio de mayor tamaño diseñado para rastrear de manera exclusiva los cielos en luz visible. ESO es el socio Europeo de un revolucionario telescopio llamado ALMA, el proyecto astronómico de mayor envergadura en la actualidad. ESO se encuentra planificando la construcción y desarrollo de un Telescopio óptico/ infrarrojo de 39 metros. El European Extremely Large Telescope (E-ELT) será “el ojo más grande del mundo para observar el cielo”.


Fuentes: ESO

La lluvia de Camelopardálidas es duda para la madrugada del sábado

Lluvia de Perseidas de 2010.Ian Norman / Wikimedia Commons

- Es una posible lluvia de meteoros que depende de varios factores
- Se vería si la Tierra pasa por uno de los rastros de polvo de un cometa
- La hora punta de observación podría ser entre las 8 y las 9 hora española
- La única zona desde la que podrían verse es América del Norte

Durante la madrugada del 23 al 24 de mayo podría tener lugar una nueva lluvia de meteoros (o lluvia de estrellas). Bautizada como lluvia de Camelopardálidas, el fenómeno depende de varios factores que, de producirse, podrían dejar un espectáculo mayor que el la lluvia de Perseidas de agosto, según pronostica la NASA.

El astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Miquel Serra-Ricart, ha explicado que según diversos modelos teóricos, el próximo sábado 24 podría producirse un estallido de actividad meteórica con origen -radiante- en la constelación boreal Camelopardalis (Jirafa) y el causante sería el Cometa 209P/LINEAR.

Este cometa, un cuerpo helado de unos 600 metros de diámetro, tiene un periodo orbital de cinco años y fue descubierto en el año 2004 por el proyecto Lincoln Near-Earth Asteroid Research (LINEAR).

Mapa que muestra dónde se verá el pico de lluvia de Camelopardalidas. NASA / MSFC / Danielle Moser





Factores para poder ver la lluvia de meteoros

209P/LINEAR ha dejado un rastro de partículas de polvo (meteoroides) en sus sucesivos encuentros con el Sol. Si la Tierra atravesara alguno de estos enjambres, podría producirse una lluvia o tormenta de estrellas dependiendo de su densidad.

Los modelos teóricos se basan en conocer la posición y evolución de los enjambres así como cuándo y cómo fueron expulsados por el cometa.

Estos modelos funcionan muy bien para cometas bien estudiados y enjambres creados recientemente, pero en esta posible lluvia el progenitor no es un cometa bien caracterizado y los enjambres fueron creados en los pasos del cometa por el perihelio entre los años 1803 y 1924.

Por tanto, señala Serra-Ricart, "la incertidumbre en su posición y densidad de estos enjambres es alta y son demasiados parámetros libres para poder asegurar si realmente se producirá la lluvia de estrellas y qué actividad tendrá".

Por su parte, el director de la Oficina de Medio Ambiente sobre Meteoritos de la NASA, Bill Cooke, ha apuntado que podrían caer más de 200 meteoros por hora.

Fenómeno solo visible desde Norteamérica
En caso de producirse la lluvia de estrellas, se espera que el máximo de actividad esté entre las 6:00 y las 7:00 UTC del sábado 24 de mayo de 2014, que será entre las 8:00 y las 9:00 hora península española.

La lluvia solo sería visible en América del Norte, aunque la actividad podría empezar con anterioridad, por lo que los observadores europeos detectarían cierto aumento de meteoros horas antes del amanecer del sábado 24. El observatorio estadounidense Slooh retransmitirá el fenómeno -de producirse- en streaming.


Fuentes: Rtve.es

Un cúmulo de estrellas de 35 millones de años da pistas de la evolución estelar

El colorido cúmulo estelar NGC 3590.Observatorio Austral Europeo                       

- El cúmulo permite explorar los brazos espirales de la Vía Láctea
- Los brazos espirales son ondas de gas y estrellas amontonadas
- Puede dar pistas a los astrónomos sobre la evolución estelar


El telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, ubicado en el Observatorio La Silla de ESO (Chile), ha obtenido una colorida nueva imagen que muestra un cúmulo estelar, bautizado como NGC 3590 y que se encuentra a unos 7.500 años luz de la Tierra, en la constelación de Carina.

Estas estrellas, que brillan frente a un paisaje de manchas oscuras de polvo y coloridas nubes de gas brillante, revela a los astrónomos algunas claves sobre cómo se forman y evolucionan estas estrellas, al tiempo que nos da pistas acerca de la estructura de los brazos espirales de nuestra galaxia, según ha informado el Observatorio Austral Europeo.


Un cúmulo útil para el estudio
El cúmulo, que está formado por docenas de estrellas vagamente ligadas por la gravedad y tiene unos 35 millones de años, es muy útil para los astrónomos, ya que pueden explorar las propiedades del disco espiral de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

NGC 3590 se encuentra en el segmento individual más grande del brazo espiral que puede verse desde nuestra posición en la galaxia: la distintiva espiral de Carina.

La Vía Láctea tiene múltiples brazos espirales, largas y curvadas corrientes de gas y estrellas que se extiende desde el centro galáctico. Estos brazos -dos principales, con un mayor número de estrellas, y dos menores, menos poblados- se nombran según las constelaciones en las que son más prominentes. 

Ondas de gas y estrellas
La espiral de Carina se ve desde la Tierra como un pedazo de cielo densamente poblado de estrellas, en el brazo menor de Carina-Sagitario.

Estos brazos espirales son, en realidad, ondas de gas y estrellas amontonadas que barren el disco galáctico, desencadenando brillantes estallidos de formación estelar y dejando en su estela cúmulos como NGC 3590.

Encontrando y observando estrellas jóvenes como las de NGC 3590, es posible determinar las distancias a las diferentes partes de este brazo espiral, aprendiendo más sobre su estructura.

Un cúmulo abierto típico pueden contener desde unas pocas decenas a unos pocos miles de estrellas, proporcionando a los astrónomos pistas sobre la evolución estelar.

Las estrellas en un cúmulo como NGC 3590 nacen de la misma nube de gas y más o menos al mismo tiempo, haciendo de estos cúmulos los lugares perfectos para poner a prueba las teorías sobre cómo se forman y evolucionan las estrellas.

Brillos del cúmulo anaranjados y rojos
En la imagen obtenida por el instrumento Wide Field Imager (WFI), instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en La Silla, se ve el cúmulo y las nubes de gas que lo rodean, que brillan en tonalidades anaranjadas y rojas debido a la radiación procedente de las estrellas calientes más cercanas.

El gran campo de visión de WFI también ha captado un enorme número de estrellas de fondo. Para obtener esta imagen, se realizaron múltiples observaciones utilizando diferentes filtros para captar los variados colores de la escena.

Esta imagen fue creada mediante la combinación de imágenes tomadas en las partes visible e infrarroja del espectro y utilizando un filtro especial que recogió sólo la luz que proviene del hidrógeno brillante.


Fuentes: Rtve.es

20 de mayo de 2014

Nieve Tropical

Mount Huascarán, Peru

Las montañas cubiertas de nieve que atraviesan el centro de esta imagen forman parte de la Cordillera Blanca, en los Andes. A pesar de estar en la zona tropical – la región de la Tierra que rodea al ecuador – estas cumbres son los suficientemente altas como para estar permanentemente cubiertas de hielo y nieve.

Esta cordillera cuenta con cientos de glaciares, que constituyen una importante fuente de agua para los regadíos y para la producción de energía hidroeléctrica. Los glaciares y las zonas cubiertas de nieve ‘recogen’ el agua de las precipitaciones durante la temporada húmeda y luego la liberan lentamente durante las épocas más secas del año. En las últimas décadas estos glaciares han sufrido las consecuencias del cambio climático, amenazando el futuro del suministro de agua durante la estación seca.

Cerca del centro de esta imagen se puede distinguir el macizo nevado Huascarán, donde se encuentra la cumbre más elevada de Perú, con una altitud de 6.768 metros. Este pico es uno de los puntos más alejados del centro de nuestro planeta y, consecuentemente, el lugar donde la aceleración de la gravedad es menor.

Al norte de Huascarán podemos ver la confluencia de dos glaciares, el segundo procedente del pico Chopialqui, más al este. En los valles de la zona se pueden distinguir un gran número de lagos de color azul glacial.

Esta región forma parte del Parque Nacional Huascarán, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1985. El oso de anteojos, el puma, el gato andino, el venado de cola blanca o la vicuña son algunas de las especies locales más representativas, pero todas ellas han sufrido una caza excesiva.

Esta imagen fue tomada por el satélite japonés ALOS el 24 de agosto de 2010.


Fuentes: ESA

Dunas escalonadas en un crater de Marte

Vista en perspectiva del cráter Rabe

Esta nueva imagen de la sonda Mars Express de la ESA nos muestra un revuelto campo de oscuras dunas, escalonadas hacia el fondo de una depresión en el interior de un gran cráter de impacto en Marte.

Esta composición fue creada a partir de dos imágenes del cráter Rabe, de 108 kilómetros de diámetro, tomadas el 7 de diciembre 2005 y el 9 de enero de 2014. Esta región se encuentra a 320 kilómetros al oeste de la gran cuenca de impacto Hellas, aproximadamente a mitad de camino entre el ecuador y el polo norte de Marte.

El entorno del cráter Rabe





Las dunas y los cráteres de impacto son dos formaciones bastante comunes en Marte, pero en esta imagen las podemos ver juntas, formando una composición impresionante.

El cráter Rabe presenta una topografía muy interesante: su fondo plano presenta varios cráteres más pequeños y una serie de profundas depresiones. La mayor parte de la duna se encuentra sobre los restos del suelo original, cayendo de forma dramática hacia una de las fosas.

Esta montaña de dunas se eleva unos 150-200 metros sobre su entorno, y sus crestas nos indican la dirección de los vientos dominantes en la región, que han ido barriendo el fondo del cráter con el paso del tiempo.

Las dunas están formadas de materiales basálticos, un producto volcánico esparcido por todo el planeta en un pasado remoto. En esta región en concreto, esta capa fue cubierta por otros materiales, y ha vuelto a quedar al descubierto gracias a los procesos de erosión que han tenido lugar dentro del mismo cráter.

En la región occidental del cráter (arriba, en la imagen principal en color) se pueden distinguir una serie de capas de material más oscuro intercaladas en las paredes del cráter. Estas formaciones podrían indicar que el impacto que originó el cráter dejó al descubierto materiales del subsuelo, que la erosión y el viento han ido acumulando hasta crear la formación que hoy en día domina el centro del cráter.

El cráter Rabe

En las paredes de algunos de los cráteres más pequeños que rodean a Rabe también se puede distinguir estratos de un material similar, especialmente en el lado izquierdo de la imagen superior. Se piensa que las partículas que forman la duna pudieron ser arrastradas por el viento y esparcidas por los alrededores del cráter principal.

Otros cráteres de la región parecen estar bastante degradados, con sus característicos bordes y estructuras internas derribadas por el paso del tiempo. Este proceso de ‘suavización del terreno’ suele estar relacionado con la presencia de hielo en el subsuelo, que contribuiría al deslizamiento lento pero constante del material, dándole una apariencia fluida.


Topografía del cráter Rabe




Los materiales depositados por la atmósfera a través de las tormentas de arena también podrían haber contribuido a suavizar la topografía de la región.

En contraste, en la esquina superior izquierda del cráterRabese puede distinguir otro cráter con unos rasgos bastante más marcados. Al estudiarlo de cerca se pueden distinguir una serie de estrías y canales en sus paredes.

Este tipo de estrías suelen estar relacionadas con la erosión provocada por el agua líquida pero, independientemente de cómo se hayan formado, también dejan al descubierto las capas del subsuelo, desvelando una vez más el material oscuro omnipresente en la región. En su parte más profunda se puede ver un denso cúmulo de estas rocas basálticas.

El cráter Rabe en 3D

Los cráteres de impacto como Rabe constituyen una ventana abierta al pasado de Marte, dejando al descubierto rocas que de otra forma permanecerían ocultas a nuestra vista. Por otra parte, estas dunas demuestran una vez más el importante papel que sigue jugando el viento a la hora de dar forma al paisaje de Marte.


Fuentes: ESA

Una eyección de masa coronal, de tipo Carrington, pasa muy cerca de la Tierra



El mes último (desde el 8 al 11 de abril), científicos, funcionarios del gobierno, planificadores de emergencias y otras personas se reunieron en Boulder, Colorado, con el fin de asistir al Taller sobre Clima Espacial (Space Weather Workshop, en idioma inglés), de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration, en idioma inglés, o Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, en idioma español). Este taller es una reunión anual que tiene como objetivo debatir sobre los peligros y las probabilidades de que ocurran tormentas solares.

El actual ciclo solar es más débil que lo usual; de modo que, en consecuencia, podríamos esperar un sencillo encuentro. Pero, por el contrario, los pasillos y las salas de reuniones bullían con entusiasmo por una intensa tormenta solar que estuvo a punto de tocar la Tierra.

“Si hubiera tocado tierra, todavía estaríamos recogiendo los pedazos”, dice Daniel Baker, de la Universidad de Colorado, quien presentó la charla “El Principal Evento de Erupción Solar en Julio de 2012: Definiendo los Escenarios del Clima Espacial Extremo” (The Major Solar Eruptive Event in July 2012: Defining Extreme Space Weather Scenarios,en idioma inglés).


Este paso tan cercano tuvo lugar hace casi dos años. El 23 de julio de 2012, una nube de plasma o “EMC” (“CME”, por su sigla en idioma inglés) salió despedida desde el Sol a una velocidad de 3000 km/s, más que cuatro veces más rápido que una erupción típica. La tormenta atravesó la órbita de la Tierra pero por suerte nuestro planeta no estaba allí. En cambio, golpeó a la nave espacial STEREO-A. Los investigadores han estado analizando los datos desde entonces y llegaron a la conclusión de que la tormenta fue una de las más potentes que se han registrado en la historia. “Podría haber sido más fuerte que el Evento Carrington mismo”, señala Baker.



Se denominó Evento Carrington a una serie de ponderosas EMC que golpearon la Tierra de frente, en septiembre del año 1859, desencadenando así auroras boreales tan al sur como en Tahití. Las intensas tormentas geomagnéticas hicieron que las líneas telegráficas del mundo sacaran chispas, incendiando así algunas oficinas telegráficas y también inhabilitando la ‘Internet victoriana’. En la actualidad, una tormenta similar podría tener un efecto catastrófico sobre las redes de energía eléctrica modernas y sobre las redes de telecomunicaciones. Según un estudio llevado a cabo por la Academia Nacional de Ciencias (National Academy of Sciences, en idioma inglés), el impacto económico total podría exceder los 2 billones de dólares o 20 veces más que los costos del huracán Katrina. Podría tomar años reparar los transformadores, de grandes toneladas, calcinados por una tormenta como esa y eso afectaría la seguridad nacional.

Un reciente artículo publicado en Nature Communications y escrito conjuntamente por Janet G. Luhmann, una especialista en física espacial, de la Universidad de California, Berkeley, y por Ying D, un ex postdoctorado, describe qué es lo que confirió su potencia a la tormenta de julio de 2012, la cual fue similar al Evento Carrington. Por un lado, la EMC fue, en verdad, dos EMCs separadas por solamente 10 a 15 minutos. Esta nube de tormenta doble viajó a través de una región del espacio que había sido “limpiada” por otra EMC apenas cuatro días antes. Como resultado, las EMC no fueron desaceleradas tanto como es usual por su tránsito a través del medio interplanetario.

Si la erupción hubiera ocurrido apenas una semana antes, el sitio de la explosión hubiera estado apuntando hacia la Tierra, en vez de hacerlo hacia el costado; de modo que escapamos de la tormenta por poco.

Cuando el Evento Carrington envolvió la Tierra en el siglo XIX, las tecnologías de la época no eran muy sensibles a las alteraciones electromagnéticas. Por otro lado, la sociedad moderna depende mucho de las tecnologías sensibles al Sol, como los GPS (Global Positioning System, en idioma inglés, o Sistema de Posicionamiento Global, en idioma español), las comunicaciones satelitales e Internet.

“El efecto de una tormenta como esa sobre nuestras tecnologías modernas sería tremendo”, dice Luhmann.

Durante debates informales que tuvieron lugar en el taller, Nat Gopalswamy, del Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), destacó que “sin las sondas STEREO, de la NASA, podría haber sucedido que nunca conociéramos la intensidad de la supertormenta que se produjo en el año 2012. Esto demuestra el valor de tener ‘boyas para el clima espacial’ ubicadas alrededor del Sol”.

Asimismo, esto destaca la potencia del Sol incluso durante las llamadas “épocas de calma”. Muchos observadores han notado que el ciclo solar actual es débil, quizás el más débil en 100 años. Claramente, hasta un ciclo solar débil puede producir una tormenta muy fuerte.

Baker dice: “Tenemos que estar preparados”.


Fuentes: Ciencia Nasa

La actividad de los ciclones tropicales está migrando hacia los polos

El tifón Francisco y el supertifón Lekima el 23 de octubre de 2013. (Imagen: Tim Olander y Rick Kohrs, SSEC/CIMSS/UW-Madison, basándose en datos de la Agencia Meteorológica Japonesa)

Los ciclones tropicales, a menudo poderosos y destructivos, están alcanzando ahora su pico de intensidad más lejos del ecuador y más cerca de los polos, según un nuevo análisis de la migración progresiva de los ciclones que se viene registrando en décadas recientes.

El equipo de Kerry Emanuel, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, así como James P. Kossin y Gabriel A. Vecchi, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) del mismo país, ha constatado que en los últimos 30 años, el lugar donde los ciclones tropicales (huracanes y tifones) alcanzan su máxima intensidad ha estado desplazándose hacia los polos, tanto en el hemisferio norte como en el sur, a un ritmo de unos 53 kilómetros (33 millas) por década en el hemisferio norte y unos 61 kilómetros (38 millas) por década en el hemisferio sur.


A medida que los ciclones tropicales se mueven hacia latitudes más altas, algunas regiones más cercanas al ecuador podrían experimentar un riesgo menor, mientras que las poblaciones e infraestructuras costeras de los trópicos en dirección hacia los polos podrían experimentar un riesgo superior.

Con sus devastadores vientos e inundaciones, los ciclones tropicales pueden poner en peligro especialmente a ciudades costeras no preparadas de modo adecuado para ellos. Además, las regiones en los trópicos que dependen de la lluvia de los ciclones para ayudar a reponer sus recursos hídricos podrían afrontar un riesgo de menor disponibilidad de agua a medida que las tormentas migren alejándose de ellas.

El grado de migración hacia los polos varía según la región. Donde más se da es en el norte y en el sur del Océano Pacífico, así como en el sur del Océano Índico. En cambio, no hay pruebas de que el pico de intensidad de los huracanes atlánticos se haya desplazado hacia los polos en los últimos 30 años.

Los autores del estudio están investigando aún los mecanismos atmosféricos subyacentes en este cambio, pera la tendencia concuerda con predicciones de efectos provocados por el calentamiento global.



Fuentes: Nature.com

Los nombres de los asteroides

¿Quieres pasar a la posteridad? 
¿Te gustaría que un asteroide llevara tu nombre? 
¿O simplemente tienes curiosidad por saber cómo se pone nombre a esos cuerpos celestes? 
En cualquier caso, te interesará lo que sigue…
Sirenas, ninfas y ciudades.

Los primeros asteroides, o planetas menores, como se llaman ahora oficialmente, se descubrieron en el siglo XIX, y fueron bautizados con nombres de diosas de la mitología grecorromana. 
Pero muy pronto la nomenclatura se fue diversificando, primero con otros personajes de esa mitología, como la sirena Parténope, la ninfa Tetis y la musa Melpómene, y más tarde con topónimos clásicos: Masalia (Marsella), Lutecia (París)…

En un principio, siguiendo la tradición de los símbolos astrológicos de los planetas, se crearon símbolos para cada uno de los asteroides. Pero al crecer el número de objetos descubiertos y la complejidad de sus símbolos, el astrónomo estadounidense Benjamin Apthorp Gould propuso simplificar el sistema numerando los asteroides por orden de su descubrimiento, de manera que el símbolo de cada asteroide fuera su número dentro de un círculo. A mediados del siglo XIX, el círculo se sustituyó por paréntesis, más fáciles de componer en una imprenta. Así, Parténope se convirtió en (11) Parténope, y Masalia en (20) Masalia.

Diosas y emperatrices.

La exclusividad del mundo grecorromano se rompió en 1856 con el asteroide (42) Isis. Isis es una diosa egipcia, pero el nombre en realidad homenajea a Elizabeth Isis Pogson, hija del astrónomo Norman Robert Pogson, descubridor del asteroide. Aunque no fue él quien propuso el nombre, sino su jefe, Manuel John Johnson, director del observatorio de Oxford. Si la denominación de Isis puede resultar ambigua, la veda para el bautismo de asteroides en honor de personas vivas se abrió definitivamente el año siguiente con (45) Eugenia, que tomó su nombre de la emperatriz Eugenia de Montijo.

Polémico fue el bautismo del asteroide (64) Angelina en 1861; no se refiere a ninguna mujer ni personaje mitológico, sino que era el nombre de una estación astronómica del Observatorio de Marsella.

Otras mitologías hicieron su entrada en la nomenclatura de los asteroides con (76) Freya y (77) Friga, diosas nórdicas, en 1862.

En 1867 se descubrió (92) Ondina, que lleva el nombre del personaje protagonista de una novela de Friedrich de la Motte Fouqué, muy popular en la época. Fue el primer personaje literario que recibió tal honor.
En 1868, (102) Miriam fue el primer asteroide con nombre bíblico. Según cuenta el astrónomo Edward S. Holden, el descubridor, Christian Heinrich Friedrich Peters, eligió ese nombre para fastidiar a un profesor de teología conocido suyo al equiparar los personajes de la Biblia con figuras mitológicas.

El mundo de los asteroides deja de ser femenino

A finales del siglo XIX, los nombres femeninos seguían siendo la norma, hasta el punto de que el asteroide que homenajea al explorador Alexander von Humboldt lleva el nombre de (54) Alexandra, y el bautizado en honor de Cristóbal Colón se llama (327) Columbia. El primer asteroide con nombre masculino fue (342) Endimión, descubierto por Max Wolf en 1892. Pero los nombres de los asteroides siguieron siendo mayoritariamente femeninos hasta 1898, con el descubrimiento de (433) Eros, el primer asteroide que cruzaba la órbita de Marte. (433) Eros fue descubierto independientemente, la misma noche del 13 de agosto de 1898, por Carl Gustav Witt, que fue quien le puso el nombre, y por Auguste Honoré Charlois. A partir de entonces se reservaron los nombres femeninos para los asteroides del cinturón principal, entre Marte y Júpiter, y se asignaron nombres masculinos a los asteroides con órbitas insólitas.

En 1919 se creó la Unión Astronómica Internacional (UAI) para, entre otros objetivos, elaborar las reglas para la nomenclatura de los diferentes cuerpos celestes. Desde 1931, la nomenclatura oficial de la UAIpara los asteroides está formada por el número, sin paréntesis, seguido por el nombre internacional, aunque en algunos países, como en Francia y en España, se prefiere adaptar el nombre a la lengua vernácula. (Y yo también lo prefiero, por lo menos para los nombres grecolatinos.)

Números para los asteroides.

Al multiplicarse el número de descubrimientos, la numeración correlativa se reservó para los asteroides cuya órbita ha sido calculada con precisión. Entre tanto, desde 1925 se asigna a cada objeto una designación provisional de la forma “2001 TP17”. 2001 es el año del descubrimiento, y la primera letra (desde la A hasta la Y, excluyendo la I) corresponde a la quincena en la que se realizó el descubrimiento (la A corresponde al periodo entre el 1 y el 15 de enero, la B, entre el 16 y el 31 de enero, y así sucesivamente hasta la Y, del 16 al 31 de diciembre). La segunda letra (desde la A hasta la Z, excluyendo también la I) indica el orden de descubrimiento dentro de la quincena. Si en una quincena se descubren más de 25 asteroides, se añade un subíndice, de manera que se puede reciclar la segunda letra. Así, 2001 TP17 es el asteroide número 440 (25×17+15) descubierto en la primera quincena de octubre de 2001. A veces, por comodidad, el subíndice se sube al nivel del resto del código: 2001 TP17.

Una vez que la órbita se ha calculado con precisión, generalmente con cuatro observaciones en oposición (cuando el objeto es bien visible, alto en el firmamento a medianoche), se asigna un número al asteroide. En nuestro ejemplo, cuando se confirmó su órbita, el asteroide 2001 TP17 pasó a llamarse 34854 2001 TP17. En algunos casos, como los asteroides próximos a la Tierra, puede bastar con dos o tres oposiciones; y si la órbita del asteroide se encuentra completamente en el interior de la de la Tierra, como nunca estará en oposición, tampoco se aplica la regla. Pero hay pocos de éstos últimos (o son muy difíciles de descubrir); el primero confirmado es 163693 Atira, descubierto en 2003.

Algunos asteroides que habían sido numerados antes de la entrada en vigor de esta regla se perdieron, puesto que su órbita no se había calculado con precisión. Pero ya se han recuperado todos. El último, 719 Albert, descubierto en 1911, no fue localizado de nuevo hasta 2000.

Asteroides familiares.

Ya con el número asignado, el descubridor tiene diez años para proponer un nombre para su asteroide. El nombre se convierte en oficial cuando aparece publicado, con una explicación de su significado, en las Minor Planet Circulars, revista del Centro de Planetas Menores del Observatorio Astrofísico Smithsoniano que se publica cada luna llena. El asteroide 34854 de nuestro ejemplo, descubierto por el español Rafael Ferrando, recibió el nombre de la esposa del astrónomo, Paquifrutos. Al contrario de lo que ocurre con los cometas, que suelen llevar el nombre de su descubridor, no está bien visto que un astrónomo ponga su propio nombre a un asteroide. El asteroide 161545 lleva el nombre de Ferrando, pero no fue él quien lo descubrió, sino Juan Lacruz. Quien sí puso su propio nombre a un asteroide fue el astrónomo argentino Miguel Itzigsohn (1596 Itzigsohn); era además un ferviente admirador de Eva Perón, a quien dedicó nada menos que cinco asteroides: 1569 Evita, 1581 Abanderada, 1582 Mártir, 1588 Descamisada y 1589 Fanática.

De algunos asteroides bautizados en los primeros tiempos, antes de la aplicación de esta norma, nunca se publicó una explicación de su nombre, y sus descubridores se llevaron el secreto a la tumba. Es el caso de 177 Irma, 186 Celuta, 223 Rosa…

Cuando Plutón dejó de ser planeta

Tras la entrada en vigor de las normas de la UAI, sólo un asteroide fue bautizado antes de que su órbita fuera determinada con precisión. Se trata de Hermes, descubierto en 1937 por el astrónomo alemán Karl Wilhelm Reinmuth y perdido tras sólo cuatro días de observación. No fue redescubierto hasta 2003, cuando se le asignó el número 69230. Otro caso especial es el de Plutón. Cuando en 2006 perdió su condición de planeta, se le asignó el primer número disponible, el 134340. Su designación oficial es ahora 134340 Plutón (o 134340 Pluto para los puristas).

Desde finales del siglo XX, con la puesta en funcionamiento de programas automatizados de búsqueda de asteroides a gran escala, como LINEAR y Spacewatch, el número de asteroides descubiertos crece a tal velocidad que es probable que muchos asteroides jamás reciban un nombre. El programa LINEAR(Lincoln Near-Earth Asteroid Research), por ejemplo, ha descubierto 231 082 objetos entre 1996 y 2011. A su lado, las hazañas de los astrónomos del siglo XIX, como Auguste Charlois, que con muchos menos medios descubrió 99 asteroides, se quedan pequeñas. Para aliviar de trabajo a los responsables de esos programas automatizados, la UAI ha limitado la facultad de poner nombre a un máximo de dos asteroides por descubridor cada dos meses.

Pasados diez años desde la asignación de número a un asteroide, si su descubridor no le ha dado un nombre, pueden hacerlo otros observadores que hayan contribuido a la determinación de su órbita, o los representantes del observatorio en el que se realizó el descubrimiento. Y el propio Comité para la Nomenclatura de los Cuerpos Menores de la UAI puede también poner nombres, cosa que hace regularmente cuando el número asignado es un múltiplo de mil. De hecho, el asteroide 5000 se llama precisamente IAU, las siglas de la UAI en inglés. Aunque no sé si el nombre lo puso la propia UAI, porque el 4999 se llama MPC por las Minor Planet Circulars y el Centro de Planetas Menores (Minor Planet Center), y el 5001 EMP por las Ephemerides of Minor Planets, recopilación anual publicada por el Instituto de Astronomía Aplicada de la Academia Rusa de Ciencias.

Cambios de nombre

En algunos casos, sobre todo en los primeros tiempos, cuando el cálculo de las órbitas no era tan preciso como ahora, fue necesario cambiar o reasignar el nombre de algún asteroide, que resultó no existir o ser el mismo que otro descubierto con anterioridad. Como 330 Adalberta, descubierto por Max Wolf en 1892, que resultó ser una estrella (o varias); el nombre y el número se reutilizaron para otro asteroide descubierto en 1910 por el mismo astrónomo. O como 715 Transvaalia, descubierto por Harry Edwin Wood en 1911, y 933 Susi, descubierto por Reinmuth en 1920. En 1928 se demostró que se trataba del mismo asteroide, que se quedó con el primer nombre; 933 Susi se reutilizó para 1927 CH, también descubierto por Reinmuth.

Las reglas actuales de la UAI dan mucha libertad a los descubridores a la hora de bautizar un asteroide, pero hay ciertas limitaciones: El nombre debe ser pronunciable, y preferiblemente de una sola palabra (como el citado 34854 Paquifrutos), aunque hay excepciones, como 9007 James Bond. Desde 1982, la longitud de los nombres está limitada a dieciséis caracteres, contando espacios y guiones. Se permiten signos diacríticos, como tildes, diéresis, virgulillas… (como 1608 Muñoz y 4090 Říšehvězd, que homenajea a la revista checa de astronomía Říše hvězd, “el imperio de las estrellas”). No se admiten nombres de políticos y militares hasta cien años después de su muerte, y se desaconseja usar nombres de mascotas, como 482 Petrina y 483 Seppina, descubiertos en 1902 por el astrónomo alemán Max Wolf, que llevan el nombre de sus perros, Peter y Sepp. Están prohibidos los nombres publicitarios, y los nombres de personas o empresas cuyo único mérito sea el éxito en los negocios.

Troyanos, orcos y centauros.

Para los asteroides que pertenecen a grupos reconocidos las reglas son más estrictas: Los asteroides troyanos, situados en los puntos lagrangianos L4 y L5 de Júpiter, llevan nombres de guerreros de la guerra de Troya (588 Aquiles, 884 Príamo…); los asteroides transjovianos, situados entre las órbitas de los planetas gigantes, llevan nombres de centauros (2060 Quirón); los objetos transneptunianos, situados más allá de la órbita de Neptuno, para seguir la línea iniciada con Plutón, llevan nombres mitológicos asociados con el inframundo, como 90482 Orco; los objetos del cinturón de Kuiper llevan nombres mitológicos asociados con la creación, como 50000 Quaoar (de las tribus gabrielinas de California) y 174567 Varda (de la mitología ficticia creada por J.R.R. Tolkien); y los objetos que se acercan o cruzan la órbita de la Tierra llevan nombres mitológicos preferiblemente masculinos, como 1862 Apolo.

Hasta marzo de 2014 había 390 514 asteroides numerados, y otros tantos sin numerar. Sólo unos 16 000 tienen nombre. El primer asteroide numerado sin nombre es 3708 1974 FV1, y el número más alto que ha recibido nombre es 382238 Eufemo, descubierto en 2012.

Científicos, escritores y rokeros

La imaginación de los astrónomos para dar nombre a los asteroides no tiene límites. Dejando de lado parientes, amigos y mascotas de los descubridores, hay astrónomos, como 238 Hypatia, 1134 Kepler y 1655 Comas Solá; otros científicos, como 2001 Einstein y 117413 Ramonycajal; astronautas, como 1772 Gagarin y 6469 Armstrong; escritores, como 5020 Asimov y 79144 Cervantes; artistas, como 4511 Rembrandt y 6592 Goya; músicos, como 1815 Beethoven, 17059 Elvis y 37573 Enricocaruso; actores, como 9341 Gracekelly, 11548 Jerrylewis, 13070 Seanconnery, 17744 Jodiefoster o incluso 11419 Donjohnson; directores de cine, como 7032 Hitchcock y 25930 Spielberg; deportistas como 5910 Zátopek y 128036 Rafaelnadal; personajes de ficción, como 571 Dulcinea, 3552 Don Quijote, 5048 Moriarty, 5049 Sherlock, 5050 Doctorwatson, 12410 Donald Duck, 29401 Astérix y 29402 Obélix; animales, como 1320 Impala y 5026 Martes (la marta); plantas, como 943 Begonia, 957 Camelia y 1060 Magnolia; dinosaurios, como 9937 Triceratops y 58671 Diplodocus; lugares, como 1193 África y 14967 Madrid… Los Beatles tienen nada menos que cinco asteroides: 4147 Lennon, 4148 McCartney, 4149 Harrison, 4150 Starr y 8749 Beatles, y Monty Phyton, siete: 9617 Grahamchapman, 9618 Johncleese, 9619 Terrygilliam, 9620 Ericidle, 9621 Michaelpalin, 9622 Terryjones y 13681 Montypython; pero Paul Simon y Art Garfunkel tienen que compartir el suyo: 91287 Simon-Garfunkel. También se ha premiado con nombres de asteroides a los ganadores de varios concursos, como el Discovery Education 3M Young Scientist Challenge y la Intel International Science and Engineering Fair.

Curiosidades asteroidales

Entre los nombres más curiosos destacan el paradójico 1282 Utopía; 1372 Haremari, llamado así por el equipo femenino (“Harem”) del Instituto de Cálculos Astronómicos (Astronomisches Rechen-Institut, A.R.I.) de la Universidad de Heidelberg; 1421 Esperanto, por el idioma artificial; 1484 Postrema (el último, en latín), llamado así por su descubridor, el astrónomo ruso Grigori Nikoláievich Neuimin, pensando que iba a ser su último asteroide, pero aún descubrió dos más después de ese, elevando su total particular a 74; 1625 The NORC, por el ordenador Naval Ordnance Research Calculator; 2039 Mr. Spock, que no lleva el nombre del personaje televisivo, sino el del gato de su descubridor; 3325 TARDIS, la máquina del tiempo de la serie Doctor Who; 3568 ASCII, llamado así por el código de caracteres; 9769 Nautilus, el submarino de 20 000 leguas de viaje submarino; 7470 Jabberwock, 9780 Bandersnatch y 9781 Jubjubbird (el ave Jubjub), seres imaginarios del poema Jabberwocky de Lewis Carroll; 10000 Myriostos, que significa diez mil en griego; 17058 Rocknroll; 336204 Sardinas, por “Los Sardina”, Charo, Miguel Ángel, Elvira e Irene, “por su apoyo al observatorio de La Cañada”; 340891 Londoncommorch, por la London Community Orchestra; y 350509 Vepřoknedlozelo, un plato típico checo. Y el asteroide 9000 no podía llevar otro nombre que HAL, por HAL 9000, el ordenador de 2001, una odisea del espacio.
Algunos asteroides, lamentablemente, llevan nombres repetidos, no en otros asteroides, sino en satélites de planetas: 85 Io, 106 Dione, 593 Titania… Dos asteroides no pueden tener el mismo nombre, aunque hay algunos que se parecen mucho, como 699 Hela (diosa del inframundo de la mitología nórdica) y 1370 Hella (dedicado a la astrónoma Helene Nowacki), 1071 Brita y 1219 Britta (ambos de significado desconocido), 207 Hedda (esposa del astrónomo Friedrich August Theodor Winnecke) y 673 Edda (por las Eddas, colecciones de historias de la mitología nórdica)…

Así que, ya lo sabes, si quieres que tu nombre quede inmortalizado en un asteroide, tienes dos caminos: uno, difícil y sin garantías, conseguir la celebridad, preferiblemente haciendo algo útil para la humanidad; el otro, infalible y mucho más fácil (o no), hacerte amigo de un astrónomo que se dedique a la caza de asteroides.

Fuentes: Cienciaes (GERMÁN FERNÁNDEZ)

17 de mayo de 2014

El cometa de Rosetta se suelta la melena

ESA
El cometa ha desarrollado una coma o cabellera

La roca de 4 km de ancho, donde aterrizará la misión europea, extiende una cabellera de polvo y gas de 1.300 km en el espacio
El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, objetivo de la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA), la primera que aterrizará sobre una de estas rocas, ha comenzado a revelar su verdadera personalidad. En las últimas seis semanas, a medida que la sonda se ha ido aproximando -la distancia entre ambos objetos se ha reducido de 5 millones a 2 millones de km-, la coma de la roca, la nube de polvo y gas que envuelve su núcleo, se ha activado claramente. Ahora, esa airosa cabellera se extiende unos 1.300 km en el espacio. En comparación, el núcleo es aproximadamente de solo 4 km de ancho.

La coma se ha desarrollado como resultado de que el cometa se mueve progresivamente más cerca del Sol a lo largo de su órbita de 6,5 años. A pesar de que todavía se encuentra a más de 600 millones de kilómetros del Astro rey -más de cuatro veces la distancia entre la Tierra y su estrella- su superficie ya ha comenzado a calentarse, provocando que sus hielos superficiales se sublimen y el gas escape del núcleo de hielo y roca. A medida que el gas escapa, lleva también una nube de diminutas partículas de polvo al espacio, que se expanden lentamente para crear la coma. Mira aquí la evolución de la creación de la coma o cabellera

Comet develops a coma

Mientras el cometa continúa moviéndose más cerca del Sol, el calentamiento prosigue y la actividad aumenta. Con el tiempo, la presión del viento solar hará que una parte del material fluya hacia fuera en una larga cola. Rosetta y el cometa estarán más cerca del Sol en agosto de 2015, entre las órbitas de la Tierra y Marte.

Ilustración de Rosetta y el cometa





Maniobras de acercamiento

El inicio de la actividad ofrece ahora a los científicos la oportunidad de estudiar la producción de polvo y las estructuras de dentro de la coma. «Está comenzando a parecerse a un cometa real», dice Holger Sierks, investigador del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Alemania.

El seguimiento de los cambios periódicos en el brillo del cometa revela que su núcleo está girando cada 12,4 horas, unos 20 minutos menos de lo que se pensaba. «Estas primeras observaciones nos están ayudando a desarrollar modelos del cometa que serán esenciales para ayudarnos a navegar alrededor de él una vez que lo tengamos más cerca, dice Sylvain Lodiot, gerente de las operaciones de la nave Rosetta en la ESA.

Las cámaras de navegación de la nave espacial han ido adquiriendo regularmente imágenes para ayudar a determinar la trayectoria exacta de Rosetta en relación con el cometa. Con esta información, la nave ya ha comenzado una serie de maniobras que poco a poco la situarán en el lugar adecuado con el cometa antes del acercamiento en la primera semana de agosto. En noviembre, el módulo Philae saldrá de Rosetta y aterrizará por primera vez en la historia sobre la superficie del cometa.

La misión es una de las más complejas y ambiciosas que hayan tenido lugar en el espacio. El objetivo final es comprender los orígenes y la evolución del Sistema Solar.


Fuentes: ABC.es

El enigma de la mancha menguante de Júpiter

NASA/ESA
La imagen del disco completo de Júpiter fue tomada el 21 de abril de 2014, con la cámara de campo ancho de Hubble 3 ( WFC3 )

El Hubble detecta que el gigantesco «ojo» del planeta ha alcanzado el menor tamaño jamás visto en décadas

La Gran Mancha Roja de Júpiter, una enorme tormenta más grande que la Tierra- está menguando de forma acelerada. Esta reducción, que está cambiando la forma de la mancha de un óvalo a un círculo, se conoce desde los años 30, pero ahora su tamaño es más pequeño que nunca, según revelan unas sorprendentes imágenes deltelescopio espacial Hubble.

La Gran Mancha Roja de Júpiter es una tormenta circular anticiclónica que parece un profundo ojo rojo inmerso en capas de color amarillo claro, naranja y blanco. Los vientos dentro de esta rabiosa tormenta alcazan velocidades inmensas, llegando a cientos de kilómetros por hora.

Las primeras observaciones de esta tormenta, que se remontan a finales del siglo XIX, calibraron su tamaño en unos 41.000 kilómetros en su punto más ancho, lo suficientemente amplia como para encajar cómodamente tres Tierras una al lado de la otra. En 1979 y 1980 sobrevuelos de la sonda Voyager de la NASA midieron de nuevo el fenómeno y comprobaron que se había encogido hasta los 23.335 km. Ahora, el Hubble ha confirmado que es más pequeño que nunca.

Razón desconocida

«Recientes observaciones del Hubble confirman que ahora la mancha tiene menos de 16.500 km de diámetro, el más pequeño que hemos medido nunca», afirma Amy Simon, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Maryland, EE.UU.

Observaciones de aficionados realizadas a partir de 2012 ya habían revelado un notable aumento en la tasa de disminución de la mancha de hasta 1.000 km por año. La razón todavía es desconocida.

«En nuestras nuevas observaciones es evidente que unos remolinos muy pequeños están alimentando la tormenta -apunta Simon-, tenemos la hipótesis de que estos pueden ser responsables de la aceleración de los cambios mediante la alteración de la dinámica interna de la Gran Mancha Roja».

El equipo de Simon proyecta estudiar los movimientos de estos remolinos de Júpiter, y también la dinámica interna de la mancha, para determinar cómo se alimenta el vórtice tormentoso.


Fuentes: ABC.es

La actividad del Sol provoca relámpagos en la Tierra

Los rayos de las tormentas pueden estar causados por las partículas de alta energía que salen disparadas a gran velocidad de nuestra estrella

La humanidad ha observado siempre el resplandor de los relámpagosen el cielo con una mezcla de fascinación y temor. Atribuidos por algunas culturas a las cólera de los dioses, poco a poco la ciencia ha ido desentrañando su auténtico origen. Hasta ahora, sabíamos que existen dos factores relevantes para esta descarga de energía: el agua o las pequeñas partículas de hielo dentro de las nubes (hidrometeoros) y el chorro de electrones provocado por los rayos cósmicos procedentes del espacio exterior. Ahora, científicos de la Universidad de Reading, en Berkshire, Reino Unido, han descubierto nuevas pruebas que sugieren que los relámpagos en la Tierra también se activan por las partículas energéticas del Sol. Estos expertos hallaron una relación entre el aumento de la actividad de tormentas en nuestro planeta y las corrientes de partículas de alta energía aceleradas por el viento solar.

Los investigadores del Departamento de Meteorología de Reading encontraron un incremento sustancial y significativo en las tasas derayos a través de Europa durante un máximo de 40 días después de la llegada de vientos solares de alta velocidad, que pueden viajar a más de un millón de millas por hora, en la atmósfera de la Tierra, según publica la revista Environmental Research Letters.




NATIONAL GEOGRAPHIC
Impresionante tormenta con aparato eléctrico


Aunque el mecanismo exacto que causa estos cambios sigue siendo desconocido, estos expertos proponen que las propiedades eléctricas del aire resultan de alguna manera alteradas conforme las partículas cargadas entrantes del viento solar chocan con nuestra atmósfera. Los resultados podrían ser de utilidad para los meteorólogos, ya que estas corrientes de viento solar giran con el Sol, más allá de la Tierra, a intervalos regulares, lo que acelera las partículas en la atmósfera terrestre.

A medida que estos flujos puedan rastrearse con naves espaciales, se abrirá la posibilidad de predecir la severidad de los fenómenos meteorológicos peligrosos con muchas semanas de antelación. "Hemos encontrado evidencia de que la alta velocidad de los flujos de viento solar pueden aumentar las tasas de relámpagos. Esto puede ser un aumento de un rayo o un incremento en la magnitud de los rayos, elevandóla por encima del umbral de detección de los instrumentos de medición", señala Chris Scott, autor principal del estudio.

"Se creía que los rayos cósmicos, las partículas minúsculas de todo el Universo aceleradas a casi la velocidad de la luz por la explosión de estrellas, juegan un papel en el tormentoso clima de la Tierra, pero nuestro trabajo proporciona nueva evidencia de que de forma similar, aunque de menor energía, las partículas creadas por nuestro propio Sol también afectan a los rayos", agrega.

Tormenta sobre Reino Unido

Para llegar a sus resultados, los investigadores analizaron datos de relámpagos sobre Reino Unido entre 2000 y 2005, que se obtuvieron a partir del sistema de detección de rayos de la Oficina Meteorológica del país. Se restringieron los datos a cualquier evento que se produjo dentro de un radio de 500 kilómetros desde el centro de Inglaterra y se comparó el registro de la caída de rayos con datos del Explorador de la NASA 'Advanced Composition Explorer' (ACE), que se encuentra entre el Sol y la Tierra y mide las características de los vientos solares.

Después de la llegada de un viento solar a la Tierra, los investigadores mostraron que hubo un promedio de 422 impactos de rayos en todo Reino Unido en los siguientes 40 días en comparación con un promedio de 321 impactos de rayos en los 40 días antes de la llegada del viento solar. La tasa de caída de rayos alcanzó su punto máximo entre los 12 y 18 días después de la llegada del viento solar.

Cada 27 días

El viento solar se compone de un flujo constante de partículas energéticas, principalmente electrones y protones, que son impulsados por la atmósfera del Sol en torno a un millón de millas por hora. Las corrientes de partículas pueden variar en densidad, temperatura y velocidad y azotar a su paso por la Tierra cada 27 días más o menos, de acuerdo con el tiempo que tarda el Sol en hacer una rotación completa en relación con la Tierra.

El campo magnético de la Tierra proporciona una defensa robusta contra el viento solar, desviando las partículas energéticas de todo el planeta, pero si una rápida corriente solar se pone al día con una corriente solar lenta, genera una mejora tanto en el material como en el campo magnético asociado. En estos casos, las partículas energéticas pueden tener las energías suficientes para penetrar hacia abajo en las regiones de nubes de formación de la atmósfera de la Tierra y, posteriormente, afectar al clima.

"Proponemos que estas partículas, aunque no tienen energías suficientes para alcanzar el suelo y ser detectadas allí, electrifican la atmósferaa medida que chocan con ella, alterando las propiedades eléctricas del aire y, por lo tanto, influyendo en la tasa o la intensidad a la que se produce un rayo", resume Scott.


Fuentes: ABC.es