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5 de febrero de 2017

La NASA investiga si las tormentas solares hacen varar a los cetáceos

Los embarrancamientos costeros ocurren alrededor del mundo, implicando desde tres a cientos de animales por evento. EFE
  • Se cuestiona si pueden confundir sus brújulas internas y desorientarlas
  • Estos animales utilizarían un sistema de detección de campo magnético para navegar
  • Las anomalías magnéticas podrían provocar así los embarrancamientos
La NASA se ha unido al esfuerzo para resolver un viejo misterio de la biología marina: la desorientación de cetáceos que les lleva a varar y quedar atrapados en las costas por todo el mundo. Así, la institución se cuestiona si las tormentas solares severas, que afectan los campos magnéticos de la tierra, pueden confundir sus brujulas internas y causar que se desorienten.

Aunque algunos han postulado esta y otras teorías, nadie había iniciado nunca un estudio a fondo para determinar si existe una relación, hasta ahora. El heliofísico de la NASA Antti Pulkkinen, que trabaja en el Goddard Space Flight Center de la agencia en Greenbelt, Maryland, se ha asociado con el Buró Federal de Gestión de Energía Oceánica, o BOEM, y el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) para esclarecer el asunto.

Los embarrancamientos costeros ocurren alrededor del mundo, implicando desde tres a cientos de animales por evento. A pesar de ser un fenómeno global, tales tendencias tienden a ocurrir más a menudo en Nueva Zelanda, Australia y Cape Cod, Massachusetts, según ha manifestado la colaboradora del proyecto Katie Moore, directora del Programa de Rescate Animal de IFAW. Con sede en Yarmouth Port, Massachusetts, IFAW opera en 40 países, rescatando animales y promoviendo la conservación para asegurar un hábitat seguro para la vida silvestre.

"Estos lugares comparten algunas características clave, como la geografía, las playas de pendiente suave y los sedimentos de grano fino, que creemos que desempeñan algún papel en estos eventos", asegura.

Otra posibilidad es que las brújulas internas de estos animales estén de algún modo sesgadas por el uso que hacen los seres humanos de sondas de ecos múltiples y otros equipos de tipo sonar utilizados para mapear el fondo marino o para localizar sitios potenciales de pesca, por nombrar sólo algunas aplicaciones.

"Sin embargo, estas influencias humanas no explican la mayoría de los varamientos", dijo Pulkkinen, experto en meteorología espacial y su efecto sobre la Tierra. "Las teorías sobre la causa incluyen anomalías magnéticas y eventos meteorológicos, tales como mareas extremas durante una nueva luna y tormentas costeras, que se cree que desorientan a los animales. Se ha especulado que debido a la posible detección de campo magnético utilizado por estos animales para navegar, las anomalías magnéticas podrían ser al menos parcialmente responsables", explica.

Anomalías magnéticas

De hecho, las anomalías magnéticas causadas cuando la corona del sol expulsa gigantescas burbujas de partículas cargadas hacia el sistema solar, pueden causar problemas a los satélites y las redes eléctricas en órbita terrestre cuando chocan contra la magnetosfera protectora de la Tierra. Es posible que puedan afectar a los animales también, manifiesta Pulkkinen.

"El tipo de datos que Antti ha acumulado, junto con los extensos datos de varamiento que tenemos a nuestra disposición, nos permitirá emprender el primer análisis riguroso para probar los posibles vínculos entre las varas de cetáceos y los fenómenos meteorológicos espaciales", sostiene por su parte Desray Reeb, biólogo en la sede de BOEM en Sterling, Virginia.

Con fondos de BOEM y el Fondo de Innovación Científica de la NASA, Pulkkinen y sus colaboradores llevan a cabo una operación masiva de minería de datos. El equipo analizará las grandes bases de datos de la NASA sobre el tiempo espacial, incluidas las grabaciones de campo y las observaciones espaciales, y los datos de enbarrancamiento de cetáceos recopilados por BOEM e IFAW.

El equipo espera completar el estudio a finales de septiembre y publicar sus resultados en una revista científica revisada por pares. Si el estudio revela una correlación estadística, los miembros del equipo dijeron que los resultados no necesariamente implican una relación causal. Sin embargo, proporcionaría la primera investigación completa de esta hipótesis y ofrecería el primer paso para determinar si es correcto.


Fuentes: Rtve.es

11 de junio de 2015

Ocurrió en un día como hoy 11 de Junio 1910 - Nace Jacques Cousteau, oceanógrafo y explorador francés



Jacques-Yves Cousteau (Pronunciación en francés: /ʒak iv kusto/; Saint-André-de-Cubzac, 11 de junio de 1910 - París, 25 de junio de 1997) fue un oficial naval francés, explorador e investigador que estudió el mar y varias formas de vida conocidas en el agua. Se recuerda sobre todo a Cousteau por haber sido en 1943 y junto a Émile Gagnan el coinventor de los reguladores utilizados todavía actualmente en el buceo autónomo (tanto profesional como recreativo) con independencia de cables y tubos de suministro de aire desde la superficie. Otros dispositivos de buceo autónomo ya habían sido experimentados anteriormente (regulador de Théodore Guillaumet de 1838,1 regulador Rouquayrol-Denayrouze de 1864, manoregulador de Yves Le Prieur de 1926, regulador de René y Georges Commheines de 1937 y 1942, reciclador de aire SCUBA de Christian Lambertsen de 1940, 1944 y 1952)2 pero ha sido el regulador de tipo Cousteau-Gagnan el que se ha impuesto hasta nuestros días, principalmente por la sencillez y fiabilidad de su mecanismo así como por su ligereza y facilidad de transporte durante las inmersiones.

Jacques-Yves Cousteau también era un fotógrafo y cinematógrafo subacuático y fue el primero en popularizar las películas submarinas. Las películas y series documentales rodadas durante sus exploraciones a bordo de su buque, el Calypso, han sido emitidas por televisión durante años en todo el mundo, haciendo de Cousteau el más célebre de los divulgadores del mundo submarino. Fue, además, una de las primeras personas en defender el medio ambiente marino de la contaminación, apasionado por encontrar y describir todas las especies que habitan los mares del globo terráqueo.

Conservación Marina

En octubre de 1960 una gran cantidad de desperdicios radioactivos iban a ser descargados en el mar por la Comunidad Europea de la Energía Atómica. Cousteau organizó una campaña publicitaria con la cual ganó amplio apoyo popular de la gente de ese entonces. El tren que llevaba los desperdicios fue detenido por mujeres y niños sentados en las líneas del tren y fue enviado de vuelta a su lugar de origen. En noviembre de 1960, en Mónaco, una visita oficial del presidente francés Charles de Gaulle se convirtió en un debate sobre los sucesos de octubre de ese mismo año y sobre los experimentos nucleares en general. El embajador francés ya le había sugerido al Príncipe Raniero que evitara el tema, pero supuestamente el presidente le pidió a Cousteau, en una forma amigable, ser más comprensivo con las investigaciones nucleares, a lo cual Cousteau supuestamente le respondió: «No señor, son sus investigaciones las que deben ser más comprensivas con nosotros».

En 1973, junto con sus dos hijos, Jean-Michel Cousteau, Philippe Cousteau y Frederick Hyman, creó la Sociedad Cousteau para la protección de la vida oceánica, que llegó a tener más de 300.000 miembros.

En 1975, Cousteau descubrió los restos del naufragio del HMHS Britannic.

En 1977, junto con Sir Peter Scott, recibió el Premio Internacional sobre el Medio Ambiente, otorgado por las Naciones Unidas.

En 1985, se le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad en los Estados Unidos, otorgada por Ronald Reagan.

En 1992, fue invitado a Río de Janeiro (Brasil), a la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente y el Desarrollo, y desde entonces se convirtió en asesor para las Naciones Unidas y el Banco Mundial.


Legado

A Cousteau le gustaba definirse como un «técnico oceanográfico». Era en realidad un sofisticado director y amante de la naturaleza. Su trabajo le ha permitido a mucha gente explorar los recursos del «continente azul». Su trabajo también creó una nueva forma de comunicación científica, criticada en su momento por algunos científicos. El así llamado «divulgacionismo», una forma simple de compartir conceptos científicos fue luego empleado en otras disciplinas y llegó a ser una de las características más importantes de la televisión moderna.

En 1975, el cantante de country-folk John Denver compuso la canción Calypso como un tributo a Cousteau y a su barco de investigación homónimo. La canción alcanzó la posición número uno del Billboard.

En 1992, y luego de casarse por segunda vez después de la muerte de su esposa Simone, compañera desde el comienzo de sus aventuras y quien le ofreciera todo su apoyo, se ve envuelto en una batalla legal con su hijo Jean-Michael sobre el uso del apellido Cousteau. Como resultado, la corte le ordenó a Jean-Michael Cousteau no crear confusión entre sus negocios con fines de lucro y las labores sin fines de lucro de su padre. Esta disputa familiar quedó resuelta poco antes de la muerte de Jacques Cousteau.

En 1990 el compositor francés Jean-Michel Jarre, produjo un disco titulado Waiting for Cousteau. De sus cuatro temas, tres se titulan Calypso (divididos como «parte 1», «parte 2» y «parte 3»), nombre del barco que Cousteau hizo célebre con sus documentales. El cuarto tema se titula como el disco mismo, Waiting for Cousteau, con una duración aproximada de unos 40 minutos.

El 25 de junio de 1997 Jacques-Yves Cousteau falleció a los 87 años. Su funeral, al que acudieron miles de personas, fue celebrado en la catedral de Notre-Dame en París. Sus cenizas fueron trasladadas al mausoleo familiar en Saint-André-de-Cubzac, su ciudad natal. La Sociedad Cousteau y su homólogo francés el Equipo Cousteau, los cuales fueron fundados por él, siguen activos en la actualidad.

Dentro del legado que Cousteau dejó al mundo, se cuentan:

Desveló la vida submarina a través de más de 115 documentales de televisión y películas (L'Odyssée sous-marine du Commandant Cousteau para la televisión o El mundo del silencio para el cine, entre otros).
Aportó al conocimiento de las especies marinas, su clasificación y comportamiento
Descubrió nuevas especies marinas
Fue el coinventor de la escafandra autónoma moderna junto al ingeniero Émile Gagnan
Adaptó las cámaras fotográficas al medio acuático
Fue un imaginativo y genial divulgador de la ciencia
Contribuyó a la medicina submarina
Fue un gran defensor y custodio del medio ambiente
Participó en el diseño de la turbovela, una tecnología que permite que un barco se desplace por medio de la energía eólica
Luchó por que la Antártida fuera consagrada a la paz y la ciencia, hoy mandato del Tratado Internacional y su Protocolo de Madrid



Datos complementarios

El 17 de noviembre de 2009, el gobierno federal mexicano cambió el nombre de la isla mexicana de Cerralvo, ubicada en el Mar de Cortés, a Jacques Cousteau, como un homenaje al oceanógrafo, quien pasó largas temporadas explorando ese mar, al que llamó «el acuario del mundo». Sin embargo, debido a la falta de consulta con la población del litoral, hay creciente oposición ciudadana y legislativa al cambio de nombre.
Su hijo Philippe Cousteau murió en 1979 a bordo de un PBY Catalina al estrellarse el aparato.
Cousteau descubrió el HMHS Britannic, el tercer mayor transatlántico de la línea White Star Line, en su viaje a las islas griegas del mar Egeo.
En 1999, su hijo mayor, Jean-Michel Cousteau fundó la organización Ocean Futures Society dedicada a la protección de los océanos por medio de la educación.
En 2012, el grupo español Els amics de les arts dio a conocer el sencillo Monsieur Cousteau, perteneciente a su álbum Espècies Per Catalogar, el cual hace referencia a Cousteau. El video musical está basado en su vestimenta frecuente (gorro rojo, camisa azul y lentes), también aparecen VHS en referencia a sus películas y documentales.

Su barco se llamaba CALYPSO.



Carta de Derechos de las Generaciones Futuras

El oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau, conocido por ser un gran divulgador científico, inventor y promotor ambiental, inició una cruzada ecológica ante diversos foros internacionales. Su propósito consistía en llamar la atención sobre los peligros a los que se enfrentarían las futuras generaciones ante el deterioro de nuestro planeta.

La preocupación del Comandante Cousteau le llevó a publicar en 1979 un documento que tituló “Carta de Derechos de las Generaciones Futuras” (“A Bill of Rights for Future Generations”) . Este documento contiene una serie de principios encaminados a la protección de los derechos de las futuras generaciones.

Como nos refiere el mismo Cousteau, el documento fue elaborado por la sociedad que lleva su nombre, con la ayuda de los profesores de Columbia E. Allan Farnsworth, reconocido turista estadounidense; Gabriel H. Nahas, médico de profesión; y el filósofo H. Standish Thayer, a quien el City College de Nueva York reconoció como profesor emérito. Con base en el trabajo producido por este pequeño grupo de profesionales de las más diversas ciencias, Cousteau pretendía que la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras fuera adoptada por la AGNU. Para lograr dicho fin, la Sociedad Cousteau recabó nueve millones de firmas para respaldar la presentación del proyecto ante dicha organización en octubre de 1994. Latino América contribuyó con cinco millones de firmas, destacando Costa Rica con setecientas cincuenta mil firmas.

Si bien es cierto que el intento de Cousteau de establecer una Carta de Derechos de las Generaciones Futuras no estaba fundamentado sobre una base jurídica sólida, es importante mencionar que en el año en que publicó el documento ya existían una serie de instrumentos internacionales que hacían mención a la protección de las futuras generaciones. Las necesidades e intereses de las generaciones futuras ya se mencionaban además en diversos instrumentos normativos, entre ellos la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, cuya adopción en 1972, marcó un hito para el desarrollo del tema. La intención de abordar esta cuestión en dicho tratado internacional obedecía, entre otras cosas, al deseo de salvaguardar el patrimonio cultural mundial a fin de que pudiera transmitirse intacto a las generaciones futuras.

Podemos añadir que la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras del “Capitán Planeta” tenía un giro eminentemente ambientalista y desde su primer artículo declaraba que nuestros sucesores tienen derecho a un planeta no contaminado y libre de daños. La solidaridad intergeneracional está plasmada en el artículo segundo del proyecto de Cousteau, en el cual se señala que cada generación tiene el deber de prevenir daños irreversibles e irreparables a la vida en la Tierra, así como a la vida y dignidad humana. Del tercer artículo de la Carta bien podría decirse que es un antecedente del principio precautorio en materia ambiental, ya que enfatiza que cada generación debe vigilar y evaluar los impactos desfavorables que las alteraciones y modificaciones tecnológicas pueden tener en la vida en la Tierra, el balance de la naturaleza y la evolución humana.

El deseo de Cousteau, consistente en la adopción de la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras por la Asamblea General de las Naciones Unidas, no se cumplió. No obstante, la UNESCO prestó mayor atención a las demandas de Cousteau y para responder a ellas, en 1994, patrocinó una Reunión de Expertos organizada por el Instituto Triconental de la Democracia Parlamentaria y de los Derechos Humanos de la Universidad de La Laguna sobre los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras. El 26 de febrero de ese año, la Reunión de Expertos, en la que participaron el Equipo Cousteau y un gran número de expertos de todo el mundo, culminó sus trabajos con la Declaración de los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras o Declaración de La Laguna.

Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jacques-Yves_Cousteau
www.astrocienciasecu.blogspot.com

17 de enero de 2015

El uso del mar puede causar la misma extinción de animales que en la tierra, según un estudio

Salto de una ballena jorobada en Puerto López, en Ecuador.Thinkstock photos
  • Un estudio alerta de signos del comienzo de una revolución industrial marina
  • La vida marina es aún tan saludable como era la terrestre hace miles de años
Un consorcio de científicos advierte, en un estudio sobre los actuales patrones de uso humano de los océanos, de signos de que las poblaciones de animales marinos podrían tener que afrontar un gran desafío en los próximos cien años, similar al colapso que ha conducido a la extinción de 500 especies de animales terrestres.

Las poblaciones de vida silvestre en los océanos son tan saludables como lo eran las de la tierra cientos o miles de años atrás, pero esto puede estar a punto de cambiar. Así, los mismos patrones que llevaron al colapso de las poblaciones de la fauna terrestre se están produciendo en el mar, según concluye la investigación que se publica este jueves en Science.

Durante los últimos 500 años, cerca de 500 especies de animales terrestres han ido extinguiéndose como consecuencia de la actividad humana. En el océano, donde los científicos han contabilizado sólo 15 o menos pérdidas de ese tipo, los números en la actualidad no son tan graves, pero pueden llegar a serlo.

Los efectos de la Revolución Industrial

El nuevo documento compara la marcha de la Revolución Industrial en la tierra con los actuales patrones de uso humano de los océanos del mundo.

Durante la década de 1800, grandes extensiones de tierras de cultivo y fábricas hicieron retroceder los bosques y emplearon recursos que fueron minando y perforando la tierra. Como resultado, muchas especies terrestres se extinguieron. Sin embargo, en el océano, la pesca continuó dependiendo de veleros agrupados en pequeñas zonas de aguas cerca de la costa.

"Ha cambiado mucho en los últimos 200 años --lamenta el autor principal de este trabajo, Douglas McCauley, profesor del Departamento de Ecología, Evolución y Biología Marina (EEMB, por sus siglas en inglés) de la Universidad de California Santa Bárbara (UCSB), en Estados Unidos--. Nuestra caja de aparejos se ha industrializado".

Las amenazas para los océanos

Las granjas industriales en el mar son una de las amenazas para los oceános que señala el coautor Steve Palumbi, de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos. "Las granjas camaroneras se están comiendo los manglares con un apetito similar al de la agricultura terrestre, que consumió praderas nativas y bosques.

Las concesiones mineras del fondo marino se persiguen con el mismo fervor que la fiebre del oro y las máquinas de minería oceánica de 300 toneladas y barcos de pesca de 750 pies están iniciando su despliegue en la cadena de montaje para hacer este trabajo", alerta.

Según los autores, el aumento de la utilización industrial de los océanos y la globalización de la explotación del océano amenazan con dañar la salud de las poblaciones de fauna marina, haciendo la situación en los océanos tan sombría como que en la tierra. Como señala McCauley, ahora se pesca con helicópteros, súper barcos de arrastre guiados por satélite y las largas hileras que se extienden desde Nueva York a Filadelfia.

Revolución industrial marina

"Todas las señales indican que podríamos estar iniciando una revolución industrial marina -advierte--. Estamos preparando los océanos para reproducir el proceso Armagedón de la vida silvestre que hemos diseñado en la tierra". El trabajo señala como posible solución dejar a salvo del desarrollo industrial y la pesca más y mayores áreas del oceáno.

Sin embargo, el coautor Robert Warner, profesor de investigación de EEMB en UCSB, alerta de que esas reservas no son suficientes. "Necesitamos una política creativa y eficaz para tratar el daño infligido a la fauna marina en los vastos espacios entre las zonas marinas protegidas", apuesta.

Entre las amenazas más graves para la fauna marina está el cambio climático, que según los científicos está degradando los hábitats de la fauna marina y tiene un mayor impacto en estos animales que el que provoca en la fauna terrestre.

"Los ingredientes necesarios para la recuperación"

"Cualquier persona que ha tenido siempre una pecera sabe que si se pone un calentador en el acuario y se vuelca ácido al agua, los peces tienen problemas", pone como ejemplo el coautor Malin Pinsky, ecologista de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos. "Esto es lo que está haciendo el cambio climático actualmente en los océanos", añade.

Aún así, como subrayan los investigadores, la relativa salud de los océanos presenta una oportunidad para salvarlos. "Debido a que no ha habido tantas extinciones en los océanos, todavía tenemos los ingredientes necesarios para la recuperación", apunta McCauley.

El futuro del océano está aún por determinar, según los autores de esta investigación. "Podemos meter la pata hacia adelante y hacer los mismos errores en el mar que cometimos en la tierra o podemos trazar colectivamente un futuro diferente y mejor para nuestros océanos", concluye Warner.


Fuentes: RTVE.es / EUROPA PRESS

25 de agosto de 2014

Muere Pepe, El misionero, tortuga gigante símbolo de las Islas Galápagos




Ha muerto en el Parque Nacional Galápagos con una edad estimada de cien años aparentemente por sobrepeso. Pertenecía a una subespecie de la que quedan unos dos mil ejemplares. Pepe el misionero fue encontrado en 1940 por unos pescadores.

Fuentes: Euronews

15 de febrero de 2014

Ballenas vistas desde el espacio

BRITISH ANTARCTIC SURVEY
Ballenas francas australes vistas por satélite
Científicos utilizan por primera vez imágenes de satélite para contar las poblaciones de grandes cetáceos
Científicos de la British Antarctic Survey (Reino Unido) han obtenidoimágenes de satélite de alta resolución de una de las mayores poblaciones de ballenas francas australes, durante la época de cría en la costa argentina. Los investigadores creen que esta técnica puede ser muy útil para contar el número de ejemplares que existen en los diferentes oceános del mundo y ayudar a su conservación. La investigación aparece publicada en PLoS ONE.

En el estudio, los autores seleccionaron un grupo de ballenas francas australes debido a su gran tamaño y su costumbre de tomar el sol cerca de la superficie en grandes grupos alrededor de las abrigadas aguas costeras durante la temporada de cría. Los científicos utilizaron esta población para poner a prueba el potencial del uso de imágenes de satélite de muy alta resolución para detectar y contar las ballenas. Las imágenes fueron proporcionadas por el satélite de mayor precisión, elWorldView2, que cubre 40 millas cuadradas y podía penetrar aún más en la masa de agua que las imágenes de otros satélites. Los autores utilizaron cuatro métodos diferentes de detección automática y se compararon los resultados con los de la detección manual de ballenas.

Los científicos identificaron 55 ballenas probables y otras 23 formas que podrían ser estos cetáceos en o justo debajo de la superficie. Además, observaron 13 objetos detectados solo en determinadas longitudes de onda de luz.

Los autores concluyen que estos métodos son más eficientes que los tradicionales para la evaluación de las poblaciones de mamíferos marinos, y que se pueden utilizar para calcular la abundancia de la población. Este es uno de los primeros estudios con éxito que utiliza imágenes de satélite para contar ballenas, un método que podría aplicarse a las futuras encuestas de distintas especies de ballenas y otras poblaciones de mamíferos marinos .

«Las poblaciones de ballenas han sido siempre difíciles de evaluar, los medios tradicionales para contarlos son caros y carecen de precisión. La capacidad de contar ballenas de forma automática, en grandes áreas y de una manera efectiva será de gran beneficio para los esfuerzos de conservación de estas y otras especies», apunta Agnès López Gay, responsable de la investigación.


Fuentes: ABC.es

9 de febrero de 2014

Estación Científica Charles Darwin, 50 años en las Galápagos

La inauguración de la estación científica, en 1964. Autoridades ecuatorianas, científicos y representantes de universidades ecuatorianas en Puerto Ayora. Cortesía

A finales de los años 50, el mundo científico había posado su mirada en la megadiversidad natural del archipiélago de Galápagos. Misiones de observación –como la de 1954, del austriaco Irenäus Eibl-Eibesfeldt, del Instituto Max Planck de Alemania– daban cuenta de su exuberante flora y fauna, pero también de sus pobres posibilidades de supervivencia si no se daba un cuidado adecuado.

Ante la preocupación, la comunidad científica recomendaba al Ecuador la declaratoria de Parque Nacional para las islas –pese a que esto ya se había dado en 1936, en el gobierno de Federico Páez– y el establecimiento de una estación científica que genere conocimiento para proteger la biodiversidad.

Por esos años, la necesidad de conservación de la vida silvestre era poco comprendida en Galápagos. Las tortugas gigantes (Elephantopus geochelone) eran sacrificadas para alimentación de los colonos y sus crías se vendían como mascotas. Las ratas y los animales domésticos introducidos, que se volvieron salvajes, depredaban la fauna local, mientras las cabras devastaban la vegetación de la que se alimentan las emblemáticas tortugas.

Para 1950, el primer censo poblacional en las Galápagos reveló que había 1.346 personas habitando los 7.882 km² de superficie de las islas. Seis décadas después (2010), el registro poblacional ubicó a 25.124 habitantes divididos en tres cantones.

En respuesta a esta presión internacional liderada por la Unesco y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, se crea en 1959, en Bélgica, la Fundación Charles Darwin (FChD). El nombre se escogió en honor al naturalista inglés que en Galápagos confirmó su teoría sobre la evolución de las especies.

Paralelamente a este hecho se concretó la creación del Parque Nacional Galápagos (PNG) como zona protegida, pero solo fue hasta 1968 que entró en operación el lugar.

Según la Ley Especial de Galápagos, el 97% del territorio insular debe ser parque nacional y solo el 3% para crecimiento urbano.

La necesidad de tener un brazo operativo de la FChD en el archipiélago hizo que en 1960 se iniciara la construcción de la Estación Científica Charles Darwin (ECChD).

El 20 de enero de 1964 esas instalaciones en Puerto Ayora, en la isla Santa Cruz, fueron inauguradas y en menos de un mes se publicaba en el Registro Oficial 181 el acuerdo entre la FChD y el Gobierno, con el cual se definían las normas de funcionamiento para la estación investigadora.

Inmediatamente, cuenta Swen Lorenz, director de la FChD en Ecuador, la estación se transformó en el mayor asesor científico y técnico del Estado en Galápagos y principalmente del PNG, pues proporcionaba la investigación necesaria para enfrentar amenazas sobre flora y fauna de las denominadas Islas Encantadas.

En cinco décadas, sostiene Lorenz, el principal objetivo de la ECChD ha sido asegurar que las islas “se mantengan como el archipiélago tropical más prístino del mundo”

Desde esa perspectiva, a principios de 1960 la ECChD creó el programa de crianza de tortugas gigantes en cautiverio, ya que esta especie estaba al borde de la extinción. En la década del 70 realizó una línea base de la parte marina del archipiélago; en 1980 se inició el programa de crianza de iguanas terrestres en cautiverio y el programa para proteger al petrel de Galápagos, un ave marina amenazada por especies invasoras.

También, la ECChD en los años 90 realizó estudios en el área marina, que fueron la base científica para documentar la Reserva Marina de Galápagos, lo cual llevó a la creación de la Ley Especial de Galápagos y el manejo participativo de esta reserva marina.




Pese a los esfuerzos conjuntos para la protección desplegados por el Estado y la Fundación Darwin, reconoce Lorenz, el mayor desafío al que se siguen enfrentando es el controlar a las especies invasoras, es decir, plantas y animales que llegaron a las Galápagos a través de la influencia humana. “Una vez que algo ha llegado a las islas, es muy difícil y costoso erradicarlo”.


Imagen de un tiburón ballena durante la investigación de protección de tiburones en Galápagos. Cortesía

El crecimiento poblacional en las islas también es preocupante. Proyecciones del Consejo de Gobierno de Galápagos en el 2012 hablan de que si la migración continúa en los mismos niveles, para el 2020 en el archipiélago vivirán más de 43 mil personas y para el 2030 la población será de 72.323 habitantes.

En 50 años de existencia, la ECChD, con recursos propios obtenidos por donaciones, ha logrado que más de 1.300 científicos y conservacionistas ecuatorianos formen parte de su Programa de Becas, que incluyó entrenamientos con científicos de alto nivel, como Rosemary y Peter Grant, Eugenia del Pino, entre otros.

Al momento, la ECChD cuenta con 16 científicos principales, los cuales tienen el apoyo de hasta 30 científicos júnior, asistentes, becarios y voluntarios. Además, posee más de 100 científicos colaboradores que trabajan en la producción de conocimientos sobre geología, evolución, endemismo, especies introducidas y asentamientos humanos en las islas.




Cronología

1965
Repatriación de tortugas Ante el proceso de desaparición de tortugas en el archipiélago, científicos inician el traslado de estas especies a la estación

Darwin de Puerto Ayora para reproducirlas en cautiverio.

1966
Programa educativo La ECChD da inicio al primer programa educativo de conservación para las islas.

1971
Descubren al Solitario George En la isla Pinta, científicos de la estación Charles Darwin hallan a la última tortuga gigante sobreviviente de su especie y la bautizan como George.

1995
Especies redescubiertas El árbol margarita (Scalesia atractyloides) y el lino de Floreana (Linum craterico), que se creían extintos, son redescubiertos en dos islas de las Galápagos.

1998
Proyecto Isabela Junto al PNG, la estación científica inicia el proyecto de erradicación y restauración para las islas Santiago, Pinta e Isabela norte.

2012
Servicio científico Para permitir el acceso libre y directo a las colecciones, catálogos de biblioteca y otra información científica de ECChD, se lanza el servicio web Datazone.


Fuentes: El Universo

28 de mayo de 2013

¿La solución de los problemas energéticos del mundo puede salir del agua?

http://static.euronews.com/articles/226036/606x341_226036_la-solucion-de-los-problema.jpg?1369671888

Un grupo de investigadores marinos sale a revisar como está su cultivo de algas en el suroeste de Irlanda. Las algas que plantaron hace unos meses han crecido, conviertiendo este lugar en una auténica plantación submarina.

“Se pude ver claramente que hay una gran cosecha de algas aquí debajo. Las plantas crecen entre dos y tres metros. Vamos a tener que recogerlas muy pronto”, dice Freddie O’Mahony, bióloga marina.

El cultivo de algas marinas ha ganado popularidad en Irlanda a raíz de la creciente demanda de los sectores de la alimentación y de la salud. Pero este proyecto europeo de investigación estudia también estas plantas como productoras de biocombustibles.

“Las algas no necesitan fertilizantes ni tampoco invaden la tierra. Los cultivos para biocombustibles compiten cada vez más por las parcelas de uso agrícola. Y crecen muy rápido. En seis meses ya están completamente maduras”, explica Julie Maguire, coodinador del proyecto Mabfuel.

Algunas especies de algas contienen azúcares que sirven para la producción de bioetanol, otras son ricas en aceites y se pueden convertir en biodiésel. Los investigadores están intentando mejorar el tratamiento de las algas y la producción de aceite para que se pueda comercializar. Además de algas marinas, también estudian las microalgas, una especie unicelular que crece y acumula aceite muy rápidamente cuando se cultivan en biorreactores.

“Pueden producir entre 7 y 31 veces más aceite que la mejor cosecha en la tierra. Sí, todavía queda mucho por hacer, pero hace 10 años la gente se habría reído de nosotos si les hubiéramos propuesto que usaran combustible de algas para su coche”, destaca Maguire.

El gran desafío ahora es extraer el aceite de las algas y de las microalgas. En este laboratorio el polvo de algas se trata con grandes cantidades de disolvente para que se libere el aceite, pero este método no sirve para utilizarlo a gran escala. 




“El cultivo de las algas o microalgas es la parte más fácil. Lo difícil es extraer el aceite y tenemos que encontrar la forma más barata de hacerlo, utilizando los mínimos recursos posibles”, dice Fiona Moejes, investigadora.

Un combustible de algas más barato podría revolucionar la industria. En esta planta irlandesa se producen 30.000 toneladas de biocombutible al año reciclando aceite de cocinar, grasas animales y otras grasas. El biocombustible se mezcla con gasóselo mineral, que no es tan dañino para el medio ambiente. En el laboratorio los científicos estudian las muestras de aceite de algas usando instrumentos industriales. Los fabricantes podrían ampliar su producción si consiguieran acceder a esta nueva materia prima a un precio competitivo.

“Por supuesto que nuestra industria siempre está interesada en este nuevo tipo de aceite. Podemos producir biodiésel a partir de cualquier tipo de aceite. Y además si es ecológico entonces será mejor para nosotros”, explica Joe Jewison, encargado del laboratorio en Green Biofuels Ireland.

Las algas pueden crecer en cualquier lugar siempre y cuando tengan, luz sufiente, agua y dióxido de carbono. Mejoran la calidad del aire y absorben el CO2. También reducen el efecto negativo de la piscicultura filtrando el exceso de nutrientes.

“El único impacto medioambiental que puede tener una granja de algas es que es beneficioso. Todo es positivo. No hay nada negativo. No estoy diciendo que vayan a limpiar todo el mar, pero ayudan al limpiar el exceso de nutrientes. Así que las algas son como una especie de fregona. Una fregona de nutrientes”, asegura O’Mahony.

El cultivo de algas puede ser la única alternativa viable para sustituir a los actuales combustibles fósiles, entre otros usos.

“Están muy sabrosas si se mastican. ¿Quiere probar?”, nos dice la bióloga ofreciéndonos unos trozos de algas. 



Fuentes : Euronews

9 de enero de 2013

En busca de la vida bajo el hielo


Rumbo al polo Sur, donde un equipo británico busca bajo el hielo rastros de vida posible, para comprender mejor la evolución de los organismos vivos tanto en la Tierra como en medios de vida extremos.

Desde hace un año, este equipo de científicos se ha instalado en uno de los lugares más aislados y hostiles de nuestro planeta, el oeste de la Antártida.

Este equipo de glaciólogos investigan el Lago Ellsworth. Una extraña extensión de agua que se encuentra bajo el hielo desde hace 125 000 años.

Los exploradores van a tratar de sondar el lago. Pero es un trabajo difícil porque se encuentra bajo una gruesa capa de 3 kilómetros y medio de hielo.

Por un agujero de 36 centímetros de diámetro, van a bombear 90.000 litros de agua y harán pasar una sonda para recoger muestras y sedimentos del fondo del lago.

“Lo que vamos a encontrar en este lago será muy interesante, asegura Chris Hill, coordinador del equipo. Podremos encontrar rastros de vida microbiana y será apasionante tratar de saber como los microbios han podido sobrevivir en un medio tan extremo.”

El análisis de las muestras permitirá también a los científicos evaluar la estabilidad del casquete glaciar, además de proseguir su estudio del deshielo y el aumento del nivel del mar.

Los científicos deberán hacer este trabajo muy rápidamente pues una vez perforado el hueco para la sonda, solo dispondrán de 24 horas para coger muestras antes de que el hielo vuelva a cerrar el acceso.

Esta experiencia extrema servirá para saber si la vida puede soportar temperaturas muy bajas, pocos elementos nutritivos y una oscuridad completa bajo una intensa presión.


Fuente : euronews

8 de octubre de 2012

Científicos de Australia aprenden a combatir las estrellas de mar que matan los corales

  • Una sustancia a base de carbonatos y proteínas animales acaba con ellas
  • La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales en 27 años


La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales en 27 años.AFP PHOTO / FILES / KATHARINA FABRICIUS / AUSTRALIAN INSTITUTE OF MARINE SCIENCE

Un equipo de científicos ha descubierto un método para combatir la especie de estrella de mar conocida como corona de espinas, que está acabando con los corales en medio mundo, como la Gran Barrera de Australia, el mayor arrecife coralino del mundo, ha anunciado la Universidad James Cook de Australia.

"Un brote de coronas de espinas puede destruir entre el 40 y el 90% de los corales. En los últimos 50 años, han causado más daños que el blanqueo (una de las mayores amenazas del coral)", ha asegurado el colombiano Jairo Rivera Posada, de la Universidad James Cook, en un comunicado.



"Un brote de coronas de espinas puede destruir entre el 40 y el 90% de los corales."

Rivera, nacionalizado australiano, se encontraba con su profesor, Morgan Pratchett, en la isla Lizard, en el norte de la Gran Barrera de Coral, cuando se dio cuenta de que la solución que se utiliza para cultivar bacterias Vibrio podía afectar a las coronas de espinas.

Con esta idea en mente, los científicos elaboraron unasustancia a base de carbonatos y proteínas extraídas de tejidos animales que mata a estos invertebrados o Acanthaster planci. Además, otras estrellas de la misma especia que estuvieron próximos al sujeto tratado se contagiaron con afección mortal.

Pratchett ha opinado que este hallazgo abre las puertas para desarrollar un método seguro y rápido para controlar las colonias de coronas de espinas, pero a la vez advirtió de que aún deben analizar el efecto de la mezcla en otras especies y el medioambiente.

La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales

El Instituto Australiano de Ciencias Marinas advirtió hace unos días que la Gran Barrera de Coral ha pedido más de la mitad de sus corales en los últimos 27 años a consecuencia, principalmente, de las tormentas y las coronas de espinas.

La investigación señala que si se erradican las coronas de espinas, la tasa anual de recuperación de los corales podría aumentar en un 0,89%.

La destrucción de los corales es causada en un 48% por las fuertes tormentas y en un 42% por la presencia de las corona de espinas (Acanthaster planci).

La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento del nivel de acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.

Fuentes : Rtve , EFE

6 de octubre de 2012

¿Se desconocen aún el 86 por ciento de las Especies de la Tierra?


Un collage de la vida animal dentro del mar encontrada en California.
Fotografía de David Liittschwager, National Geographic

A pesar de siglos de esfuerzos, se cree que un 86 por ciento de las especies de la Tierra aún no han sido descubiertas, según un nuevo estudio que predice que nuestro planeta es el hogar de 8.7 millones de especies.
Eso significa que los científicos han catalogado menos del 15 por ciento de las especies actualmente vivas, y con el ritmo de extinciones actual, significa que muchos organismos dejarán de existir incluso antes de que podamos documentarlos.
El estudio ha estado motivado por una simple pregunta: “¿Estamos en disposición de encontrar todas las especies, o estamos aún lejos de ello?” dijo el coautor del estudio Boris Worm de la Universidad Dalhousie de Canadá.
“La respuesta es, estamos bien lejos”

Doscientos cincuenta años después de que el botánico Sueco Carl Linnaeus descubriera un sistema formal para clasificar la diversidad de la naturaleza, el catálogo de algunas clases de criaturas, como pueden ser los mamíferos y los pájaros, está casi completo, dice el estudio. Pero los inventarios de otras clases son lamentablemente escasos.
Por ejemplo, sólo se ha descrito el 7 por ciento del número estimado de hongos, que incluyen champiñones y levaduras, y se han identificado menos del 10 por ciento de las formas de vida de los océanos del mundo.
Lo que se ha descubierto hasta ahora son “aquellas cosas que son fáciles de encontrar, visibles, y además relativamente grandes”, dijo Worm.
“Se abre una era de descubrimientos ante nosotros en la que podríamos averiguar mucho más de las formas de vida que habitan este planeta con nosotros”

Contando los Millones que hay en la Tierra

Hasta ahora, la ciencia ha descubierto aproximadamente 1.2 millones de especies. Para calcular el porcentaje de especies desconocidas, Worm y sus colaboradores tuvieron que contestar primero a una de las grandes preguntas de la ecología: ¿Cuántas especies viven en la Tierra?
Las suposiciones anteriores variaron desde los tres millones hasta alcanzar los cien millones. (Ver “La Enciclopedia de la Vida’ para Catalogar Todas las Especies sobre la Tierra”).
Para obtener una respuesta más precisa, los autores examinaron las categorías en las cuales se agrupaban las especies.
Los científicos juntan especies similares dentro de un grupo más amplio llamado género, géneros similares forman una especie, y así en adelante, hasta llegar a la categoría superior llamada reino.
Hay cinco reinos: animal, vegetal, de los hongos, chromista (que incluye plantas unicelulares como las diatomeas), y los protozoos (u organismos unicelulares). 
El equipo de Worm estimó el número total de géneros, familias, órdenes, clases, filos (una categoría por encima de la clase) en cada reino. Es una tarea relativamente sencilla, ya que el número de nuevos ejemplos en esas categorías se han igualado en las últimas décadas.
Por contraste, el número de especies descubiertas continúa aumentado considerablemente.
Utilizando estadísticas complejas, Worm y sus colaboradores usaron el número de géneros, familias y demás para predecir el número de especies desconocidas en la Tierra, y sus cálculos les llevaron al total de: 8.7 millones.

Una cuestión de estadísticas

Algunos expertos consideraron razonable el estudio, publicado el 23 de agosto en la revista PLoS Biology.
El nuevo estudio “tiene un enfoque realmente astuto, y creo que se va a convertir en un estudio bastante importante”, dijo Lucas Joppa, un ecologista conservacionista en el “Microsoft Research” (Investigación Microsoft), una división de investigación del gigante del software.
“Si le pidiera que contara 8.7 millones de peniques, eso probablemente le llevaría bastante tiempo, incluso aunque tuviera mucha gente para hacerlo”.
Pero Dan Bebber, un ecologista del grupo medioambiental del Instituto Earthwatch, dijo que el estudio está basado en métodos estadísticos incorrectos.
El equipo de estudio usó un método llamado regresión linear para calcular el número de especies en la Tierra. Pero Bebber cree que este método es erróneo para este tipo de datos, y que el equipo debería haber utilizado una técnica conocida como la regresión ordinal.
Como resultado de ello, el verdadero número de especies podría ser mucho más alto o mucho más bajo que esa cifra de 8.7 millones, dijo.

Está Desapareciendo la Librería Natural

Además, categorizar formalmente un nuevo organismo es mucho más complicado que descubrirlo, afirma Worm, el co-autor del estudio. Los científicos deben comparar su espécimen a las muestras del museo, analizar su ADN, y rellenar montañas de papeleo.
“Es un proceso largo,” dijo. La mayoría de los científicos “describirán unas docenas de especies en toda su vida, si tienen mucha suerte.”
Por desgracia, las cifras de extinciones se han disparado de diez a cien veces su nivel natural, añadió Worm.
La información que se obtiene cuando se descubre una nueva especie completa la “librería natural, y sólo hemos empezado con los primeros diez tomos,” dijo Worm.
“Estamos tirando a la basura tomos enteros sin tan siquiera haberlos visto”

Fuente : National Geographic

9 de septiembre de 2012

Medio Ambiente.- Ecuador Lidera en América Latina investigaciones sobre ballenas jorobadas


El 19 de julio del 2002, una fotografía captó a una ballena jorobada que hacía piruetas en aguas ecuatorianas. Se movía de un lado a otro golpeando el mar y enseñando un poco más que la cola. Quienes estudiaban a esta especie la bautizaron como Josefina (código EC-199).
Se la reconoce por la forma y la pigmentación de su cola, que en cada jorobada es única y equivale a la huella dactilar o cédula de identidad. En esta ocasión se la vio jugueteando con otras de su especie.
Regresó a aguas ecuatorianas en el 2002, en el 2004 y en el 2005. Estuvo sola y en grupo.
Otra de sus vecinas de la Antártida, la ballena Clara, había sido fotografiada por primera vez en Ecuador en
1991. Y en este año se la volvió a observar. Ha visitado Panamá y Chile. 





La cola de las ballenas jorobadas se convierte en la cédula de identificación para estos cetáceos,
pues es única.








Sus pasos están contabilizados en el catálogo sobre la Historia de vida de las ballenas en Ecuador, que ha levantado el centro de investigación de la Fundación Ballenas del Pacífico (Pacific Whale Foundation), liderado por Cristina Castro, bióloga ecuatoriana que se dedica al estudio de estos cetáceos desde hace 16 años.
Entre los países latinos, Ecuador lidera las investigaciones sobre las jorobadas, por tener bases de datos más completas y variadas sobre esta clase de mamíferos.





Este delfín se varó hace un mes en las costas ecuatorianas. Estudios preliminares de sus pulmones indican que murió por enfermedad.









La visita de estas ballenas, que se da entre mayo y octubre, es propicia para actualizar cifras y realizar otros estudios.
El centro de investigación de Ballenas del Pacífico está en Puerto López, cantón manabita conocido turísticamente por ser un punto de partida para el avistamiento de especies marinas, como las jorobadas.

Aquí hay muestras de delfines y ballenas, bases de datos sobre la interacción de estos animales con la pesca, y de nuevos mamíferos marinos observados en aguas ecuatorianas u otras. Además, el centro registra casos de varamientos o encallamientos de cetáceos en Ecuador.
La información se comparte también con países latinos como Chile, Costa Rica, Panamá, Colombia, y con las estaciones de la Antártida. Esto les ha permitido realizar estudios regionales, como identificar qué ballenas están viajando por el océano Pacífico.






Un ballenato encalló cuatro veces en playas manabitas. El cetáceo tenía en una de sus aletas laceraciones que habrían sido causadas por redes de pesca.







“Es interesante cómo Ecuador se ha vuelto fuente para compartir información. Somos como una sede de la fotoidentificación del Pacífico oeste porque tenemos un catálogo muy grande, de unos 2.200 animales fotografiados e identificados; y con historia de vida para trabajar en investigación científica tenemos más de 2.000 individuos”, explica esta bióloga ecuatoriana.
Con las bases de datos se han podido identificar los movimientos migratorios de las jorobadas, en qué lugar han estado; si se las vio solas o en grupos pequeños; si estaban activas, entre otras características.

Se tienen detalles regionales de ballenas que han sido observadas 26 años después de haber sido divisadas por primera ocasión. Por ejemplo, hay una jorobada que fue fotografiada en la Antártida, en 1985, y en Ecuador, en el 2007 y 2011. Otra, en cambio, fue captada en el país en 1991 y en este año, 2012. Esa misma ha sido observada en Panamá, Chile y en la Antártida.






En el centro de investigación Ballenas del Pacífico se guardan muestras de cetáceos.









En esta comparación de catálogos regionales, que se presentó en junio pasado en la reunión científica número 64 del Comité de Ballenas del Hemisferio Sur, se identificó que 64 jorobadas que viajaron a la Antártida fueron registradas en Ecuador.
El catálogo de identificación y de la historia de las ballenas en Ecuador se creó en 1997 y se lo actualiza cada año.
Uno de los estudios más recientes que tiene el centro de investigación de la Fundación Ballenas de Pacífico expone las enfermedades de la piel que presentan las jorobadas.
“Queremos saber si las anomalías son provocadas por el hombre. Queremos saber todos los impactos y cuáles son los que más afectan a las ballenas jorobadas del Ecuador, para buscar soluciones”, dice.

El centro de investigación tiene reportados 170 casos de jorobadas con alguna anomalía en la piel, que se identificó por las fotografías. Estos datos sirven como indicadores para conocer qué está afectando al mar, agrega la bióloga.
Una de las jorobadas registradas en Ecuador tenía en la piel un hongo grande, cuyo origen se dio posiblemente por una herida infectada, luego de que este cetáceo se golpease contra un bote, refiere Castro.






Los parásitos encontrados en cetáceos sirven para realizar estudios de parasitología.









Entre las anomalías más comunes están las producidas en accidentes con las embarcaciones, como las heridas que les dejan las hélices de los barcos cuando las topan.

La contaminación del mar ha sido otro factor influyente para originarles manchas o tumores en la piel. “Tenemos una con una especie de quemadura, posiblemente por el cambio climático o por químicos en el agua”, refiere la científica.

El centro estudia además los varamientos de cetáceos en Ecuador. Tiene las cifras, pero aún le faltan los análisis. Hasta el 28 de agosto pasado, Ballenas del Pacífico reportaba nueve encallamientos con evidencias (fotos o muestras). El martes anterior se conoció un nuevo caso, en Esmeraldas.

“Los varamientos son por redes (enredados), enfermedades y otros están sin definirse... Se sabe que solo la tercera parte de los varamientos llega a la costa. Los otros son en el mar”, afirma Castro. Ella dice que Ecuador está dentro de la media de mortalidad.

Si el animal que se varó está fresco, puede aportar con estudios científicos una vez que se le extraen muestras. En este año, el grupo de la bióloga acudió a un encallamiento de un delfín raro, según Castro, que habría muerto por enfermedad, de acuerdo con unos análisis pulmonares preliminares.

Como tenía poco tiempo de su deceso, se le tomaron muestras de parásitos y de sangre. A laboratorios se mandaron órganos como el corazón, el hígado, un riñón, y se le pudo practicar la necropsia. Con esto se aspira a investigar su tipo de especie y otros indicadores.

Por eso, dice Castro, es importante que quienes vean un varamiento den aviso también a este centro (09-546-4860). En las tomas de muestras, la grasa indica los contaminantes del agua; con la carne y con la piel se hace genética. Es decir, se determinan características poblacionales, si tienen virus...

Las muestras, en formol, sirven hasta después de 30 años para realizar estudios en ramas como la genética.

El próximo año se espera actualizar la lista oficial de cetáceos (la que hay data de 1991) que se han observado en Ecuador. Esta vez con evidencias físicas (como fotos) y nueva información, como quiénes los observaron y en qué parte del país. Así se sabrán los “pasos” de Josefina, Clara y sus otras vecinas jorobadas.


Fuentes : El Universo
http://unvrso.ec/00040F5

12 de febrero de 2012

BUQUE DE INVESTIGACIÓN ORIÓN - ARMADA DEL ECUADOR



Distinguido visitante, el Comandante, Oficiales y Tripulantes del B.A.E. ORION, buque de investigación de la ARMADA DEL ECUADOR, expresamos nuestra cordial bienvenida a bordo de esta unidad, deseando que disfrute de nuestro trabajo y del espíritu que nos anima a realizarlo, espíritu de marinos ecuatorianos que creen en su país y su patria. 


Acompáñenos en esta travesía y forme parte de nuestra dotación, que lo acoge con sus brazos abiertos; pues así nos dará la oportunidad de demostrar el esfuerzo silencioso y tesonero de quienes conforman la Armada Nacional y de participar de la camaradería y mística del hombre de mar. Le invitamos a descubrir los secretos de nuestro mar, explorar sus profundidades y con ello a ejercer nuestra soberanía marítima, pues investigar el mar es ejercer nuestro dominio y soberanía marítima.





MISIÓN
Ejecutar investigación hidrográfica y oceanográfica con el propósito de contribuir a la obtención de la cartografía náutica nacional y al conocimiento de nuestro mar territorial, su fondo y subsuelo marino correspondiente.

PRINCIPALES MISIONES CUMPLIDAS

Durante estos últimos 20 años, Orión, el investigador, ha realizado 94 cruceros hidrográficos y oceanográficos, recorriendo 240.000 millas en más de 40.000 horas de operación. Sus principales comisiones han sido:

Tres expediciones a la Antártida (1988, 1990 y 1998), cuyos resultados, de enorme interés para la comunidad Antártica, contribuyeron a materializar la adhesión del Ecuador al Tratado Antártico.
Participación conjunta con el buque alemán R/V SONNE en el proyecto GEOMETEP III, en la investigación de nódulos de manganeso y sulfuros polimetálicos. Los trabajos se efectuaron en el Rift de Galápagos en enero de 1983.
Participación conjunta en el año 2000 con el R/V NADIR de Francia en la investigación sísmica submarina en el área fronteriza entre Ecuador y Colombia utilizando OBS (Ocean Bottom Seismometer).
Participación, desde 1998, en Cruceros Oceanográficos Regionales en conjunto con buques oceanográficos de Colombia, Chile y Perú, Coordinados por la CPPS, con la participación de investigadores esos países.
Septiembre de 2002, fondeo de las primeras boyas oceánicas en el mar ecuatoriano para la vigilancia de las condiciones oceánicas y atmosféricas del Pacífico Ecuatorial Oriental. Este proyecto contribuirá de manera efectiva al Sistema de Alerta Temprana para desastres naturales de carácter Oceánico - Atmosférico como El Niño. 


El 23 de Septiembre de 2010, al culminar el proceso de modernización que fue sometido desde mediados de2008, parte rumbo a las Islas Galápagos con el objetivo de probar sus nuevos equipos y estudiar el fenómeno de El Niño , Durante su trayecto recolectará datos acerca de la temperatura, salinidad, viento superficial, corrientes, oxígeno disuelto y nutrientes marinos, los cuales serán analizados para obtener datos sobre las condiciones oceanográficas y meteorológicas del mar ecuatoriano.






Equipos de Navegación

El buque dispone de dos marcos en "A" con una propia Unidad motriz de accionamiento electrohidráulico. Cuenta con un área de laboratorios de 100 mts2 para los laboratorios de hidrografía, oceanografía, química-biología, geofísica y meteorología; así a fin de cumplir las tareas para las que fue diseñado y construido, posee el adecuado y moderno equipamiento para la navegación, propulsión, autonomía y operaciones de cubierta, además y como equipos especializados entre los más importantes cuenta con los siguientes:

Equipos de Hidrografía: Sistema de posicionamiento hidrográfico DGPS.
Sistema automático de levantamiento hidrográficos HYPACK.
Ecosonda hidrográfico ECOTRACK 3200

Equipos de Oceanografía: Ecosonda oceanográfico No.1 RAY-THEON. Ecosonda oceanográfico No. 2 RAY-TEON
Termosalinógrafo Interocean.
Botellas de muestreo NISKIN
Batitermógrafo Mecánico Hidrobios.
Roseta multimuestreadora General Oceanic Mod. 1015-24.

Equipos de Geofísica: XBT-CTD
Sistema de perfilamiento sísmico EG&G
Sistema de mapeo de fondo marino SMS EG&G.
Recolector de muestras de fondo DRAGAS - PISTON CORER.

Equipos Meteorológicos: Facsímile ALDEN.

Equipos de Operación: No.1 8.000 m. Diámetro variable de 6mm a 9mm.
No. 2 1.800 m. Diámetro 6,4 mm (CTD).
No. 3 700 m. Diámetro 9,5 mm.

Equipos de Comunicación: Sistema INMARSAT (Telex-Teléfono-Fax)
Central Comunicación interna Transceptor HF JRC 720.
Teléfono satelital.
VHF FURUNO.

Equipos de Control: Sistema control vídeo JAVELIN.
Sistema control vídeo PHILIPS.4


http://www.inocar.mil.ec/links.php?C=3&S=1&SbS=1&idC=1
http://es.wikipedia.org/wiki/BAE_Ori%C3%B3n_(BI-91)