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30 de mayo de 2021

Detectan la presencia de un agujero negro en un cúmulo estelar gigante

 

Un grupo de astrónomos ha descubierto una estrella en el cúmulo NGC 3201 que se comporta de un modo muy extraño. Parece estar orbitando un agujero negro cuatro veces más masivo que el Sol. Se trataría del primer agujero negro con masa estelar inactivo de este tipo detectado en un cúmulo globular y el primero encontrado por la detección directa de su fuerza gravitacional. Este importante descubrimiento tiene una gran repercusión en nuestra comprensión de la formación de estos cúmulos de estrellas, agujeros negros y de los orígenes de eventos de ondas gravitacionales.

Los cúmulos globulares de estrellas son enormes esferas de decenas de miles de estrellas que orbitan a la mayoría de las galaxias. Se encuentran entre los sistemas estelares más viejos conocidos en el universo y datan de momentos muy cercanos al comienzo del crecimiento y evolución de la galaxia. Actualmente se sabe que más de 150 pertenecen a la Vía Láctea.

Utilizando el instrumento MUSE, instalado en el Very Large Telescope de ESO, en Chile, se ha estudiado un cúmulo en particular, llamado NGC 3201 y situado en la constelación meridional de Vela. Un equipo dirigido por Benjamin Giesers (Universidad Georgia Augusta de Gotinga, Alemania) descubrió que una de las estrellas de NGC 3201 se comporta de un modo muy extraño: se mueve hacia atrás y hacia delante a velocidades de varios cientos de miles de kilómetros por hora, con un patrón que se repite cada 167 días.

Benjamin Giesers estaba intrigado por el comportamiento de la estrella: “Orbitaba alrededor de algo totalmente invisible que tenía una masa de más de cuatro veces la del Sol, ¡solo podía tratarse de un agujero negro! El primero de ellos encontrado en un cúmulo globular observando directamente su fuerza gravitacional”.

La relación entre los agujeros negros y los cúmulos globulares es un asunto importante pero misterioso. Debido a sus enormes masas y a su gran edad, se cree que estos cúmulos han producido un gran número de agujeros negros de masa estelar, creados a medida que las estrellas masivas del cúmulo explotaban y colapsaban a lo largo de la extensa vida del cúmulo.

El instrumento MUSE de ESO proporciona a los astrónomos una capacidad única para medir los movimientos de miles de estrellas lejanas al mismo tiempo. Con este nuevo hallazgo, Giesers y su equipo han podido detectar, por primera vez, un agujero negro inactivo en el corazón de un cúmulo globular, uno que, actualmente, no está tragando materia y no está rodeado por un disco brillante de gas. Han podido estimar la masa del agujero negro masivo a través de los movimientos de una estrella capturada por su enorme fuerza gravitacional.


De las propiedades de la estrella observadas se ha determinado que tiene 0,8 veces la masa de nuestro Sol, y la masa de su misteriosa contraparte se ha calculado en alrededor de 4,36 veces masa del Sol, por lo que, seguramente, se trate de un agujero negro.

Las recientes detecciones de fuentes de radio y de rayos X en cúmulos globulares, así como la detección en 2016 de señales de ondas gravitacionales producidas por la fusión de dos agujeros negros de masa estelar, sugiere que estos agujeros negros, relativamente pequeños, puede ser más comunes de lo que se pensaba en cúmulos globulares.

Giesers concluye: “Hasta hace poco se suponía que casi todos los agujeros negros desaparecerían de los cúmulos globulares después de poco tiempo y que sistemas como este ni siquiera deberían existir. Pero, claramente, este no es el caso. Nuestro descubrimiento es la primera detección directa de los efectos gravitacionales de un agujero negro de masa estelar en un cúmulo globular. Este descubrimiento nos ayuda a comprender la formación de cúmulos globulares y la evolución de los agujeros negros y los sistemas binarios, vital en el contexto de la comprensión de fuentes de ondas gravitacionales”.

Crédito: ESO

19 de enero de 2020

Primer avistamiento de gas caliente en el cúmulo de galaxias

El observatorio de rayos X XMM-Newton de la ESA ha espiado gas caliente chapoteando dentro de un cúmulo de galaxias, un comportamiento nunca antes visto que puede ser impulsado por eventos de fusión turbulentos.
Los cúmulos de galaxias son los sistemas más grandes del Universo unidos por la gravedad. Contienen cientos a miles de galaxias y grandes cantidades de gas caliente conocido como plasma, que alcanza temperaturas de alrededor de 50 millones de grados y brilla intensamente en los rayos X.

Se sabe muy poco sobre cómo se mueve este plasma, pero explorar sus movimientos puede ser clave para comprender cómo se forman, evolucionan y se comportan los cúmulos de galaxias.

Vista XMM-Newton de movimientos de gas caliente en el cúmulo de galaxias Perseus



"Seleccionamos dos cúmulos de galaxias cercanos, masivos, brillantes y bien observados, Perseo y Coma, y ​​mapeamos cómo se movía su plasma, si se movía hacia nosotros o fuera de nosotros, su velocidad, etc., por primera vez". dice Jeremy Sanders, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, Alemania, y autor principal del nuevo estudio.

“Hicimos esto en grandes regiones del cielo: un área aproximadamente del tamaño de dos lunas llenas para Perseo y cuatro para Coma. Realmente necesitábamos XMM-Newton para esto, ya que sería extremadamente difícil cubrir áreas tan grandes con cualquier otra nave espacial ”.

Jeremy y sus colegas encontraron signos directos de flujo de plasma, salpicando y chapoteando dentro del cúmulo de galaxias de Perseo, uno de los objetos más masivos conocidos del Universo, y el cúmulo más brillante del cielo en términos de rayos X. Si bien este tipo de movimiento se ha predicho teóricamente, nunca antes se había visto en el cosmos.

Al observar simulaciones de cómo se movía el plasma dentro del grupo, los investigadores exploraron qué estaba causando el chapoteo. Descubrieron que es probable que se deba a pequeños subgrupos de galaxias que chocan y se fusionan con el cúmulo principal. Estos eventos son lo suficientemente enérgicos como para interrumpir el campo gravitacional de Perseo y poner en marcha un movimiento de chapoteo que durará muchos millones de años antes de establecerse.












Simulación de gas chapoteando en el cúmulo de galaxias Perseus

A diferencia de Perseo, que se caracteriza por un cúmulo principal y varias subestructuras más pequeñas, el cúmulo Coma no contenía plasma sloshing, y parece ser un cúmulo masivo compuesto por dos subcúmulos principales que se fusionan lentamente.

"Coma contiene dos galaxias centrales masivas en lugar del gigante único habitual de un cúmulo, y diferentes regiones parecen contener material que se mueve de manera diferente", dice Jeremy.

"Esto indica que hay múltiples flujos de material dentro del grupo Coma que aún no se han unido para formar un solo 'blob' coherente, como vemos con Perseus".

Radiografía y vista óptica del cúmulo de galaxias Coma



El hallazgo fue posible gracias a una nueva técnica de calibración aplicada a XMM-Newton ‘s Cámara Europea de fotones de imagen (EPIC) . El ingenioso método, que implicó extraer dos décadas de datos EPIC de archivo, mejoró la precisión de las mediciones de velocidad de la cámara en un factor superior a 3.5, elevando las capacidades de XMM-Newton a un nuevo nivel.

"La cámara EPIC tiene una señal de fondo instrumental: las llamadas 'líneas fluorescentes' que siempre están presentes en nuestros datos y a veces pueden ser molestas, ya que generalmente no son lo que estamos buscando", agrega el coautor Ciro Pinto, investigador de la ESA en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial en Noordwijk, Países Bajos, quien recientemente se mudó al Instituto Nacional de Astrofísica de Italia.

"Decidimos usar estas líneas, que son una característica constante, para comparar y alinear datos EPIC de los últimos 20 años para determinar mejor cómo se comporta la cámara, y luego usamos esto para corregir cualquier variación o efecto instrumental".

Vista XMM-Newton de movimientos de gas caliente en el cúmulo de galaxias Coma



Esta técnica permitió mapear el gas en los grupos con mayor precisión. Jeremy, Ciro y sus colegas utilizaron las líneas de fondo para reconocer y eliminar variaciones individuales entre observaciones, y luego eliminaron cualquier efecto instrumental más sutil identificado y marcado por sus 20 años de minería de datos EPIC.

EPIC consta de tres cámaras CCD diseñadas para capturar rayos X de baja y alta energía, y es uno de los tres instrumentos avanzados a bordo de XMM-Newton.

Explorando el dinámico cielo de rayos X desde su lanzamiento en 1999 , XMM-Newton es el satélite científico más grande jamás construido en Europa, y lleva algunos de los espejos de telescopio más potentes jamás desarrollados.

"Esta técnica de calibración destaca las nuevas capacidades de la cámara EPIC", dice Norbert Schartel, científico del proyecto ESA XMM-Newton.

“La astrofísica de alta energía a menudo implica comparar datos de rayos X en diferentes puntos del cosmos para todo, desde plasma hasta agujeros negros, por lo que la capacidad de minimizar los efectos instrumentales es clave. Al usar las observaciones pasadas de XMM-Newton para refinar las futuras, la nueva técnica puede abrir oportunidades inspiradoras para nuevas investigaciones y descubrimientos ”

Estas observaciones de XMM-Newton también permanecerán sin paralelo hasta el lanzamiento del Telescopio avanzado de astrofísica de alta energía de la ESA (Athena) en 2031. Mientras que cubrir áreas tan grandes del cielo estará más allá de las capacidades de los telescopios como el próximo JAXA / NASA X de rayos X y misión de espectroscopía , o XRISM, Athena combinará un gran telescopio de rayos X con instrumentos científicos de última generación para arrojar nueva luz sobre el universo caliente y enérgico.

Fuentes: ESA

27 de octubre de 2019

Un Mega Cúmulo de Galaxias en Formación

Créditos de la imagen: Rayos X NASA/CXC/SAO/G.Schellenberger y al.; Óptico: SDSS

Los astrónomos que utilizan datos del Observatorio de Rayos X Chandra y otros telescopios han reunido un mapa detallado de una rara colisión entre cuatro cúmulos de galaxias. Eventualmente, los cuatro grupos, cada uno con una masa de al menos varios cientos de billones de veces la del Sol, se fusionarán para formar uno de los objetos más masivos del universo.

Los cúmulos de galaxias son las estructuras más grandes del cosmos que se mantienen unidas por la gravedad. Los cúmulos consisten en cientos o incluso miles de galaxias incrustadas en gas caliente y contienen una cantidad aún mayor de materia oscura invisible. A veces, dos cúmulos de galaxias chocan, como en el caso del Cúmulo Bullet, y ocasionalmente más de dos chocan al mismo tiempo.

Las nuevas observaciones muestran una megaestructura ensamblada en un sistema llamado Abell 1758, ubicado a unos 3 mil millones de años luz de la Tierra. Contiene dos pares de cúmulos de galaxias en colisión que se dirigen uno hacia el otro. Los científicos reconocieron por primera vez a Abell 1758 como un sistema cuádruple de cúmulos de galaxias en 2004 utilizando datos del Chandra y XMM-Newton, un satélite operado por la Agencia Espacial Europea (ESA).

Los rayos X del Chandra se muestran en azul y blanco, representando una emisión difusa más tenue y brillante, respectivamente. Esta nueva imagen compuesta también incluye una imagen óptica del Sloan Digital Sky Survey. Los datos del Chandra revelaron por primera vez una onda de choque, similar al boom sónico de un avión supersónico, en gas caliente visible con el Chandra en la colisión del par del norte. A partir de esta onda de choque, los investigadores estiman que dos grupos se mueven entre 3 millones y 5 millones de kilómetros por hora, entre sí.

El equipo también usó datos de radio del radiotelescopio gigante de Metrewave (GMRT) y datos de rayos X de la misión XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea.

7 de abril de 2019

Messier 2: uno de los cúmulos globulares más grandes



Messier 2 es un cúmulo globular ubicado en la constelación de Acuario, a una distancia de 55.000 años luz de la Tierra. Los cúmulos globulares son enormes grupos esféricos de estrellas que se mantienen estrechamente unidas por la fuerza de gravedad. Con un diámetro de alrededor de 175 años luz, una población de más de 150.000 estrellas, y una edad aproximada de 13.000 millones de años, Messier 2 es uno de los cúmulos más grandes que se conocen, y uno de los más antiguos de la Vía Láctea.

La mayor parte de la masa del cúmulo se concentra en su núcleo, de donde surgen corrientes de estrellas que se extienden hacia el exterior. Messier 2 es tan brillante que puede ser observado a simple vista cuando las condiciones son extremadamente favorables.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

30 de julio de 2017

Descubren Tres Poblaciones Diferentes de Estrellas Bebé en el Cúmulo de la Nebulosa de Orión

La nebulosa y el cúmulo de Orión vistas por el VLT Survey Telescope. Image Credit: ESO/G. Beccari

Gracias a nuevas observaciones del telescopio de rastreo del VLT de ESO, un equipo de astrónomos ha descubierto tres poblaciones diferentes de estrellas bebé dentro del Cúmulo de la Nebulosa de Orión. Este descubrimiento inesperado aporta nueva y valiosa información, útil para comprender cómo se forman este tipo de cúmulos. Los datos sugieren que la formación de las estrellas podría darse en forma de brotes, donde cada brote se produciría en una escala de tiempo mucho más rápida de lo que se pensaba.

OmegaCAM, - la cámara óptica de amplio campo del VST (VLT Survey Telescope)- ha captado con gran detalle la espectacular nebulosa de Orión y su cúmulo asociado de estrellas jóvenes, dado lugar a esta nueva y hermosa imagen. Este objeto es uno de los viveros más cercanos de estrellas de baja y alta masa, y se encuentra a una distancia de unos 1.350 años luz.

Pero es más que una imagen bonita. Un equipo liderado por Giacomo Beccari, astrónomo de ESO, ha utilizado estos datos de calidad inigualable para medir con precisión el brillo y los colores de todas las estrellas del cúmulo de la nebulosa de Orión. Estas mediciones han permitido a los astrónomos determinar la masa y las edades de las estrellas. Para su sorpresa, los datos han revelado tres secuencias diferentes de edades potencialmente diferentes.

"Al ver los datos por primera nos llevamos una gran sorpresa, fue uno de esos momentos '¡Wow!' que suceden sólo una o dos veces en la vida de un astrónomo", afirma Beccari, autor principal del artículo científico que presenta los resultados. "La increíble calidad de las imágenes de OmegaCAM reveló sin ninguna duda que estábamos viendo tres poblaciones distintas de estrellas en las partes centrales de Orión".

Monika Petr-Gotzens, coautora y también astrónoma de ESO en Garching, continúa, "Es muy significativo. Lo que estamos presenciando es que las estrellas de un cúmulo en el comienzo de sus vidas no se formaron todas juntas al mismo tiempo. Esto puede implicar que debamos cambiar las ideas que teníamos hasta ahora sobre cómo se forman las estrellas en los cúmulos".

Los astrónomos estudiaron cuidadosamente la posibilidad de que en lugar de indicar diferentes edades, los diferentes brillos y colores de algunas de las estrellas fueran debidos a estrellas compañeras ocultas, lo cual haría que las estrellas se vieran más brillantes y rojas de lo que realmente son. Pero esta idea implicaría propiedades muy inusuales de las parejas de estrellas, propiedades nunca antes observadas. Otras mediciones de las estrellas, como su velocidad de rotación y sus espectros, también indican que deben tener diferentes edades.

"Aunque aún no podemos refutar formalmente la posibilidad de que estas estrellas sean binarias, parece mucho más natural aceptar que lo que vemos son tres generaciones de estrellas que se forman sucesivamente en un plazo de menos de 3 millones años", concluye Beccari.

Los nuevos resultados sugieren firmemente que la formación de estrellas en el cúmulo de la nebulosa de Orión está teniendo lugar en brotes y más rápidamente de lo que se pensaba anteriormente.

15 de julio de 2017

Descubierta Sarasvati, una de las mayores estructuras del universo

El supercúmulo de Sarasvati, en el centro de la imagen, rodeado otras galaxias. SDSS

Astrónomos indios describen el supercúmulo de galaxias más lejano que se conoce

Un equipo de astrónomos acaba de anunciar el descubrimiento de Sarasvati, un supercúmulo de galaxias que describen como una de las mayores estructuras del universo y probablemente la más lejana que se conoce.

Para alcanzarla habría que viajar a la velocidad de la luz durante 4.000 millones de años —casi la edad de la Tierra— en la dirección de la constelación de Piscis. El nuevo supercúmulo, descubierto por astrónomos de varias instituciones académicas de India, tiene un diámetro de 600 millones de años luz y contiene una masa equivalente a mil billones de estrellas como el Sol.

El universo está formado por objetos de complejidad creciente. Los planetas se agrupan en torno a estrellas para formar sistemas solares. Millones de sistemas solares se agrupan para formar galaxias. Miles de galaxias se entrelazan con materia oscura para formar cúmulos. Los cúmulos se agrupan en filamentos y otras estructuras y estas se unen para formar supercúmulos, las mayores estructuras del universo.
Para alcanzarla habría que viajar a la velocidad de la luz durante 4.000 millones de años

“Hasta ahora solo se habían descrito unos pocos supercúmulos equiparables a este, como la concentración de Shapley y la Gran Muralla de Sloan, pero Sarasvati es el más lejano de todos”, explica Joydeep Bagchi, del Centro Interuniversitario de Astronomía y Astrofísica, en Pune, en una nota de prensa difundida por su institución. El descubrimiento se ha hecho usando imágenes de Sloan Digital Sky Survey, un proyecto astronómico que ha producido los mapas tridimensionales más precisos del universo visible. Los detalles del hallazgo se acaban de publicar en Astrophysical Journal.

En 2014 se descubrió que la galaxia en la que está nuestro planeta, la Vía Láctea, forma parte de un supercúmulo conocido como Laniakea. La fuerza de gravedad que ejercen estas grandes estructuras determina el movimiento de las galaxias a grandes distancias. Este mismo año un estudio apuntaba a que la fuerza de gravedad que ejercen el supercúmulo de Shapley y un enorme espacio vacío a 500 años luz se combinan para hacer que nuestra galaxia viaje a dos millones de kilómetros por hora respecto a la velocidad constante de la radiación cósmica de microondas, generada tras el Big Bang.

Los supercúmulos también plantean un importante reto para las teorías actuales de evolución del universo. Puede que algunos sean demasiado antiguos y grandes para encajar con los modelos actuales que describen la evolución del universo tras el Big Bang, hace 13.700 millones de años. Se piensa que las galaxias jóvenes viajan a través de los filamentos hasta llegar a los cúmulos, donde su capacidad para formar nuevas estrellas comienza a decaer. El estudio de Sarasvati puede ayudar a entender mejor los diferentes ambientes que recorre una galaxia a lo largo de su vida y averiguar si la relatividad de Einstein también explica el comportamiento de estas enormes estructuras hasta 10 órdenes de magnitud mayores que el Sistema Solar, señala el estudio.

Sarasvati hace referencia a un río nombrado en el texto más antiguo de la india y también es el nombre de la diosa hindú del conocimiento, la música, el arte y la sabiduría.

Para Yehuda Hoffman, astrofísico de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el descubrimiento de un supercúmulo a estas distancias es interesante porque demuestra que, "a medida que exploramos zonas cada vez más lejanas del universo, encontramos las mismas estructuras, con lo que podemos entender mejor su forma a gran escala". El investigador cree que Sarasvati confirma el modelo estándar de la cosmología, la teoría más aceptada del nacimiento y evolución del cosmos. "Es una confirmación de nuestra visión actual del universo", resalta.

Fuentes: El País

26 de junio de 2016

El cúmulo globular NGC 6496: hogar de estrellas ricas en metales



Esta imagen tomada por el Telescopio Espacial Hubble muestra al cúmulo Globular NGC 6496. Las estrellas que le dan la forma esférica a este espectacular cúmulo contienen más metales que otras estrellas encontradas en cúmulos similares. Curiosamente, en astronomía, los elementos más pesados que el helio y el hidrógeno son conocidos como metales.

Un puñado de estas estrellas con elevada metalicidad son también estrellas variables, esto quiere decir que su brillo fluctúa con el tiempo. NGC 6496 es hogar de un grupo de estrellas pulsantes gigantes de periodos variables prolongados, cuyo brillo puede tardar alrededor de mil años para cambiar, o incluso más. NGC 6496 también es hogar de estrellas binarias eclipsantes de periodos cortos, las cuales sufren una disminución del brillo cuando son eclipsadas por una compañera estelar.

La naturaleza de la variabilidad de estas estrellas puede proporcionar información importante acerca de la masa, el radio, la temperatura, la composición y evolución; aportándole a los astrónomos mediciones que serían difíciles, e incluso imposibles de obtener a través de otros métodos.

Fuentes: NASA / ESA / Hubble

NGC 1854: uno de los 60 cúmulos globulares de la Gran Nube de Magallanes



Esta imagen tomada por el Telescopio Espacial Hubble muestra al cúmulo globular NGC 1854, un grupo de estrellas blancas y azules ubicadas en la constelación de Dorado en el cielo sur. NGC 1854 está ubicado a 135.000 años luz de distancia en la Gran Nube de Magallanes, la cual es uno de nuestros vecinos cósmicos más cercanos y una galaxia satélite de la Vía Láctea.

La Gran Nube de Magallanes es una vigorosa formadora de estrellas. Es rica en gas y polvo, y es hogar de alrededor de 60 cúmulos globulares y 700 cúmulos abiertos. Estos cúmulos son frecuentemente objetos de estudio para los astrónomos, debido a que la Gran Nube de Magallanes y su hermana menor, la Pequeña Nube de Magallanes, son los únicos sistemas conocidos que contienen cúmulos en todas las etapas de la evolución estelar. 

El Hubble es usado frecuentemente para estudiar dichos cúmulos debido a la alta resolución de sus cámaras que pueden fotografiar estrellas individualmente, incluso en los núcleos densamente poblados de los cúmulos, revelando sus masas, tamaños y etapas en las que han evolucionado.

Fuentes: ESA / Hubble / NASA

20 de junio de 2016

Exceso inesperado de planetas gigantes en un cúmulo estelar

Impresión artística de un Júpiter caliente en el cúmulo estelar Messier 67. 
Crédito: ESO/L. Calçada

Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto que hay muchos más planetas calientes similares a Júpiter de lo que se suponía, en un cúmulo estelar denominado Messier 67. Este sorprendente resultado se obtuvo utilizando diversos telescopios e instrumentos, incluyendo al espectrógrafo HARPS instalado en el Observatorio La Silla de ESO en Chile. El ambiente denso de un cúmulo genera más interacciones entre los planetas y las estrellas cercanas, lo cual podría explicar el exceso de Jupíteres calientes.

Durante varios años, un equipo de científicos procedentes de Chile, Brasil y Europa, dirigido por Roberto Saglia, del Instituto Max Planck para Física Extraterrestre, en Garching, Alemania, y Luca Pasquini de ESO, han recopilado mediciones de alta precisión de 88 estrellas situadas en Messier 67. Este cúmulo abierto tiene aproximadamente la misma edad que nuestro Sol y se cree que nuestro Sistema Solar surgió de un ambiente similar y denso.

El equipo utilizó HARPS, en conjunto con otros instrumentos, para buscar la impronta de planetas gigantes en órbitas de periodo corto, con la esperanza de ver el “bamboleo” de una estrella, causada por la presencia de un objeto masivo en una órbita cercana, una clase de planeta conocida como Jupíteres calientes. La impronta de los Jupíteres calientes se ha encontrado en tres estrellas del cúmulo.

Un Júpiter caliente es un exoplaneta gigante, con una masa de más de un tercio de la masa de Júpiter. Son “calientes” por su órbita cercana a sus estrellas anfitrionas, como lo indica un periodo orbital menor a diez días. Esto difiere del Júpiter de nuestro propio Sistema Solar, que conocemos, cuyo año es equivalente a cerca de 12 años terrestres, y es mucho más frío que la Tierra.

“Deseamos usar un cúmulo abierto como laboratorio, para explorar las propiedades de los exoplanetas y las teorías de formación de planetas”, aseveró Roberto Saglia. “Acá no sólo tenemos muchas estrellas que probablemente albergan planetas, sino que además hay un ambiente denso en el cual se deben haber formado.”

El estudio descubrió que los Jupíteres calientes son más comunes alrededor de las estrellas en Messier 67 que en el caso de estrellas aisladas, fuera de cúmulos. “Este resultado es realmente sorprendente”, reveló Anna Brucalassi, quien llevó a cabo el análisis. “Los nuevos resultados significan que existen Jupíteres calientes orbitando alrededor del 5% de las estrellas estudiadas en el cúmulo Messier 67 – muchas más que en estudios comparables de estrellas que no están en cúmulos, donde la tasa es más cercana al 1%”.

Los astrónomos creen que es muy improbable que estos gigantes exóticos se hayan formado, en realidad, donde los encontramos actualmente, ya que las condiciones cercanas a la estrella anfitriona no habrían sido, inicialmente, propicias para la formación de planetas similares a Júpiter. Por el contrario, se cree que se formaron más lejos, como probablemente sucedió con Júpiter, para luego trasladarse y acercarse a la estrella anfitriona. Los que antes fueran planetas gigantes, fríos y distantes, ahora son mucho más calientes. Cabe preguntarse entonces: ¿qué produjo esa migración hacia el interior del sistema?

Hay una serie de posibles respuestas a la pregunta, pero los autores concluyen que, probablemente, se deba a encuentros cercanos con estrellas vecinas o incluso con planetas en sistemas solares vecinos, y que el entorno inmediato alrededor de un sistema solar puede tener un impacto significativo sobre su evolución.

En un cúmulo como Messier 67, donde las estrellas están mucho más cerca entre sí, dichos encuentros serían mucho más habituales, lo cual podría explicar el mayor número de Jupíteres calientes que allí se encuentran.

Luca Pasquini de ESO, coautor y colíder, reflexionó acerca de la extraordinaria historia reciente relacionada al estudio de planetas en cúmulos: “Hace pocos años atrás, no se había detectado ningún Júpiter caliente en cúmulos abiertos. En tres años, el paradigma se ha desplazado desde una ausencia total de tales planetas – a un exceso de ellos!”

Fuente: ESO

4 de abril de 2016

El Cúmulo Collinder 70 (Cr 70)


Si te pregunto cual es el cúmulo abierto Cr 70 o Collinder 70, casi seguro que respondes “ni idea”…. y sin embargo no solo lo conoces sino que lo has visto docenas de veces, sin saberlo.

La region de Orion. la region OB 1b, es la region de Cr 70






Es enorme (al menos 2,5 grados – equivalente a 5 lunas), contiene mas de cien estrellas…..

Está ubicado en una región riquísima del cielo: Orion, mas precisamente…. en las Tres Marías!

¿En donde?

Lo más fácil es ver el mapa mas abajo. Es grande.

De las Tres Marias (Mintaka, Alnilam y Alnitak), la única que parece estar asociada a Cr 70 es Alnilam.

Hay objetos denominados Asociaciones Estelares, que son regiones del espacio con estrellas muy jovenes, que nacieron juntas, pero que no llegan a ser un cumulo abierto.

La zona de Orion esta plagada de este tipo de asociaciones, y el cumulo Cr 70 es parte de la asociación OB 1b.

Muchísimas de las estrellas que puedes ver con binoculares del fondo en la zona, son de Cr 70.

Diagrama trazado con el Cartes du Ciel. En el centro se ve las Tres Marias y marcado en amarillo la zona de Cr 70. Abajo, la nebulosa de Orion (M42).







Se sabe que están asociadas porque todas tienen aproximadamente el mismo movimiento propio.

Es un grupo joven de no mas de 5 millones años de edad. Contiene estrellas similares como promedio al Sol, aunque hay algunas mas brillantes (20 veces mas brillantes) y muchas mas débiles.

El cumulo se encuentra a 430 parsec (pc) de distancia, lo que lo coloca aproximadamente a la distancia de la Nebulosa de Orion, aunque es bastante mas grande. 
(mas de 20 pc -70 años luz)

3d cr 70

Es muy disperso y por eso es difícil de notarlo. Pero cada vez que hayas recorrido con binoculares o telescopio la zona de las Tres Marias, estuviste viendo el cumulo.

Hacia la zona de la Nebulosa de Orion (NGC 1976), esta otro cumulo abierto, NGC 1981. Algunos investigadores creen que junto con Cr70, forman un cumulo doble, ya que están muy cercanos espacialmente.

Algunas de las estrellas mas representativas de Cr 70. Imagen Wikipedia


Fuentes: Infobservador

19 de marzo de 2016

Esta noche se podrá ver la conjunción de la Luna y el Cúmulo Abierto M44

La noche de este viernes, 18 de marzo de 2016, se podrá ver la conjunción de la Luna y el Cúmulo Abierto M44. El máximo acercamiento ocurrirá a las 23:00 (UTC). M44 es uno de los cúmulos abiertos más cercanos al Sistema Solar. Aunque es visible a simple vista desde lugares con poca contaminación lumínica, se recomienda el uso de prismáticos o telescopio.



2 de noviembre de 2014

La luz 'fantasmal' de las galaxias muertas explica cómo ha evolucionado el Universo

Cúmulo de galaxias masivo Abell 2744.NASA, ESA, Mireia Montes (IAC), J. Lotz, M. Mountain, A. Koekemoer, Z. Levay y el equipo HFF (STScI).
  • Investigadores españoles han observado luz muy débil gracias a Hubble
  • La profundidad de las imágenes permite estudiar lejanísimos cúmulos
  • Hasta ahora no se había podido observar una luz tan débil
Una 'luz fantasmal' (luz intracumular) que se encuentra en un cúmulo situado a unos 4.000 millones de años luz de la Tierra ofrece pistas sobre la formación y evolución del Universo.

Se trata de una luz que proviene de estrellas en cúmulos que no están unidas gravitacionalmente a ninguna galaxia en particular. Según la predicción teórica, enormes fuerzas de marea destruirían las galaxias y forzarían a sus estrellas a vagar libremente por los cúmulos.

El gran problema al que se enfrentan los astrónomos al estudiar esta luz es que es muy débil y, por lo tanto, difícil de observar. Sin embargo, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y de la Universidad de La Laguna (ULL) han podido estudiar, por primera vez en detalle, las propiedades de esta luz.

Ha sido posible utilizando los datos más profundos de cúmulos de galaxias obtenidos gracias al telescopio espacial Hubble, hasta distancias de 350.000 años luz en el cúmulo Abell 2744, según informa el IAC.

Profundidad sin precedentes

Para obtener los resultados de este estudio, publicado en Astrophysical Journal, han usado los datos de un nuevo cartografiado -el Hubble Frontier Fields (Campos Frontera del Hubble)- que el telescopio Hubble está realizando y que incluye seis cúmulos de galaxias con una profundidad sin precedentes.

“Es un trabajo novedoso que supone un antes y un después en nuestro entendimiento sobre la formación y evolución de los cúmulos de galaxias, ya que hasta ahora los estudios sobre la luz intracumular habían contado con serias limitaciones en profundidad y en cubrimiento espectral para poder derivar edades y metalicidades de las estrellas que la emiten”, ha contado Mireia Montes, primera autora del artículo.

Estas observaciones en varias longitudes de onda (óptico e infrarrojo) son las más profundas que se han hecho de cúmulos de galaxias hasta la fecha.

Inicialmente, el proyecto Hubble Frontier Fields fue concebido para el estudio de galaxias muy lejanas aprovechando las propiedades gravitacionales de estos cúmulos, los cuales actúan como una especie de lente que magnifica los objetos pequeños y débiles que se encuentran detrás.

“No obstante -advierte Montes-, la profundidad de estas imágenes permite un estudio detallado del propio cúmulo, lo que las convierte en imágenes ideales para analizar la luz intracumular”.

Usar imágenes tan profundas permite trazar esta luz difusa a grandes distancias y, por lo tanto, evitar la contaminación causada por las partes más externas de las galaxias.

Grandes galaxias a partir de estructuras pequeñas

Además, la combinación de imágenes de varias longitudes de onda, desde el óptico al infrarrojo, permite discernir las poblaciones estelares que contribuyen a esta luz.

“El resultado del estudio demuestra que las galaxias que potencialmente pueden crear esta luz intracumular son muy parecidas a la Vía Láctea y que empezaron a caer en Abell 2744 hace 9.000 millones de años. La cantidad de masa que se observa en forma de esta luz es equivalente a la destrucción de entre 4 y 6 galaxias como la nuestra", ha explica Ignacio Trujillo, segundo autor del artículo.

Este resultado es acorde con las teorías actuales de formación de galaxias donde las grandes estructuras tienden a crecer añadiendo estructuras más pequeñas (modelo jerárquico).


Fuentes: Rtve.es

4 de junio de 2014

Astrofotografía de Cúmulos Abiertos

NGC 5617Cúmulo abierto NGC 5617 + Pismis 19 en Centauro
Magnitud aparente: 6.3
Diámetro aparente: 10 minutos de arco
Distancia: 5000 años luz

Breve descripción del objeto
Un colorido cúmulo abierto situado entre la línea imaginaria formada por Alfa y Beta Centauri también conocida como “El Puntero". Se ubica aproximadamente a un grado de Alpha Centauri y agrupo entre 70 y 80 estrellas distribuidas de norte a sur formando una apariencia irregular. Siendo que el cúmulo se ubica en perspectiva con el plano galáctico, la imagen presenta un poblado campo estelar. También visible en la fotografía el débil cúmulo Pismis 19 con una coloración monocromática y rojiza, concentrado en un diámetro de 2.2 minutos de arco. NGC 5617 fue descubierto por el astrónomo escocés James Dunlop en 1826.



NGC 6087Cúmulo abierto NGC 6087 en Norma
Magnitud aparente: 5.4
Diámetro aparente: 12 minutos de arco
Distancia: 3.500 años luz (WEBDA)

Breve descripción del objeto
Uno de los cúmulos más brillantes en la constelación de Norma. NGC 6087 presenta una forma irregular y agrupa aproximadamente unos 40 miembros con magnitudes entre 7 y 11. Al igual que NGC 5617 y por situarse en perspectiva al plano galáctico presenta un fondo estelar muy poblado. Este objeto fue descubierto por el astrónomo escocés James Dunlop en 1826 utilizando un telescopio reflector de 9 pulgadas de diámetro.



NGC 6025Cúmulo abierto NGC 6025 en Triangulum Australis
Magnitud aparente: 5.1
Diámetro aparente: 15 minutos de arco
Distancia: 2.700 años luz

Breve descripción del objeto

NGC 6025 es un cúmulo brillante pero disperso ubicado en la constelación de Triangulum Australis casi llegando a los límites de las constelación de Norma. El cúmulo presenta una apariencia irregular conteniendo aproximadamente 30 miembros con magnitudes 7 en adelante. Es un buen objeto para observar con binoculares aún desde la ciudad y puede ser localizado a unos 3 grados al norte de Beta Trianguli Australi (2.3). Descubierto por Nicholas Louis de Lacaille en 5 de Marzo de 1752 desde Sud África.



NGC 6259
Cúmulo abierto NGC 6259 en Scorpius
Magnitud aparente: 8.0
Diámetro aparente: 14 minutos de arco
Distancia: 3.300 años luz

Breve descripción del objeto

NGC 6259 se presenta como una nube de estrellas concentradas que se funden en un denso campo estelar del área sur de la constelación de scorpius. El cúmulo presenta una forma circular y suele ser comparado con Messier 11 por la distribución uniforme de sus miembros. El cúmulo ocupa un área de 6.8 años luz. Fue descubierto por el astrónomo escocés James Dunlop el 13 de Mayo de 1826 desde Paramatta New South Wales, Australia y lo incluyó como el objeto nº 456 en su catálogo de 1827. Dunlop utilizó un telescopio de 9 pulgadas y media y describió al objeto como "...una mancha de nubosidad de 20' de largo por 16' de ancho muy rico en pequeñas y diminutas estrellas".

Todas las tomas fueron hechas desde la ciudad de Martínez Provincia de Buenos Aires utilizando un telescopio reflector 8" Orion Optics UK con Televue Paracorr (1150 mm de focal) en montura SW NEQ6, Cámara CCD QSI 583 WS; filtros Baader LRGB, Filtro antipolutivo IDAS LPS 2" para todos los canales

Cúmulos abiertos fotografiados por Sergio Eguivar.
Web del autor

Fuentes: Sur Astronomico

22 de mayo de 2014

¿Una hermana del Sol?

Se ha encontrado una estrella que se considera que es una hermana del Sol. Su nombre es HD 162826.
En otras palabras, se cree que se formó con nuestra estrella, de la misma nebulosa.
Empecemos por el principio.

¿Por qué se piensa que hay compañeras del Sol?
Las búsquedas infrarrojas de estrellas jóvenes realizadas en las pasadas 2 décadas, sugieren que entre el 80 y 90% de las estrellas nacen en cúmulos de más de cien estrellas.

Posteriores estudios, hacen referencia a que el Sol nació de un cumulo que contaba entre mil y 10 mil miembros.

Evidencia adicional, es la presencia de objetos como el TNO Sedna, con órbitas muy estiradas (gran excentricidad) y grandes perihelios, que según algunos modelos computacionales, estas órbitas podrían haber surgido por el encuentro cercano con otras estrellas en el pasado.

¿Por qué no se ve el cúmulo originario?
Este tipo de cúmulos se deshacen, por perturbaciones gravitacionales (de las mismas estrellas y de la Vía Láctea) en unos 100 millones de años. Como el Sistema Solar tiene 4570 millones de años, el cumulo originario no es detectable.

Investigaciones posteriores, en base a simulaciones por computadora con un cúmulo de 2000 estrellas, sugieren que podría haber entre 10 y 60 hermanos del Sol a menos de 330 años-luz. (100 parsecs)

¿Cómo detectarlos?
El criterio usado para seleccionar estos posibles hermanos, son dinámicos y por composición química.

Igual es difícil saber cuáles perturbaciones pueden afectar a una estrella, contando que desde su formación, prácticamente han dado 20 vueltas alrededor del centro de la Vía Láctea.

Consideraciones dinámicas
Se seleccionaron varias estrellas que cumplen esta premisa dinámica. En otras palabras, se calcula donde habrían estado las estrellas hace 4570 millones de años, cuando nació el Sol.

Solo algunas cumplen las condiciones de velocidad para que puedan haber estado cerca del Sol en el momento de la formación.

En base a datos del satélite Hipparcos, se encontraron 87 estrellas que podrían estar en estas condiciones.

Consideraciones dinámicas. A la izquierda, la distancia a los 5 mejores candidatos. El "HD xxxxxxx " es el nombe de cada estrella). En el eje horizontal, los ultimos 4500 millones de años (Gyr = mil millones de años). A la derecha, la velocidad respecto al Sol. La última estrella, HD 162826, siempre estuvo siempre dentro de los 300 años-luz. Solo HD 83423, estuvo a unos 600 años luz. Las otras tres, hace mas de 4 Gyr estaban a mas de 15.000 años luz de nuestra estrella.

La composición química

Para esta investigación, también se usó el criterio de la composición química. Si se formo de la misma nebulosa, debería tener la misma metalicidad (a grosso modo, una composición química igual).
Se midió la metalicidad de estas 87 estrellas y se encontró que las únicas que cumple con los requerimientos de composición son HD 154747 y HD 162826.

La metalicidad de las estrellas tal vez hertmanos del Sol. Nota que segun lo dinamico, HD 83423 podria ser un hermano, pero la metalicidad es completamente diferente (deberia ser una linea horizontal, sobre la linea punteada). Esta consideracion la cumple HD 162826, en fuccia. es el promedio de los elementos considerados. Nota que HD154747 tambien cumple la condicion quimica, pero no la dinámica.






De todas ellas, solo HD 162826 cumple ambos requerimientos.

No significa que, con toda seguridad, esta estrella es hermana del Sol, pero sí que es muy probable que lo sea.

Es una estrella brillante, visible con binoculares, en la constelación de Hercules.


Fuentes: infobservador

Un cúmulo de estrellas de 35 millones de años da pistas de la evolución estelar

El colorido cúmulo estelar NGC 3590.Observatorio Austral Europeo                       

- El cúmulo permite explorar los brazos espirales de la Vía Láctea
- Los brazos espirales son ondas de gas y estrellas amontonadas
- Puede dar pistas a los astrónomos sobre la evolución estelar


El telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, ubicado en el Observatorio La Silla de ESO (Chile), ha obtenido una colorida nueva imagen que muestra un cúmulo estelar, bautizado como NGC 3590 y que se encuentra a unos 7.500 años luz de la Tierra, en la constelación de Carina.

Estas estrellas, que brillan frente a un paisaje de manchas oscuras de polvo y coloridas nubes de gas brillante, revela a los astrónomos algunas claves sobre cómo se forman y evolucionan estas estrellas, al tiempo que nos da pistas acerca de la estructura de los brazos espirales de nuestra galaxia, según ha informado el Observatorio Austral Europeo.


Un cúmulo útil para el estudio
El cúmulo, que está formado por docenas de estrellas vagamente ligadas por la gravedad y tiene unos 35 millones de años, es muy útil para los astrónomos, ya que pueden explorar las propiedades del disco espiral de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

NGC 3590 se encuentra en el segmento individual más grande del brazo espiral que puede verse desde nuestra posición en la galaxia: la distintiva espiral de Carina.

La Vía Láctea tiene múltiples brazos espirales, largas y curvadas corrientes de gas y estrellas que se extiende desde el centro galáctico. Estos brazos -dos principales, con un mayor número de estrellas, y dos menores, menos poblados- se nombran según las constelaciones en las que son más prominentes. 

Ondas de gas y estrellas
La espiral de Carina se ve desde la Tierra como un pedazo de cielo densamente poblado de estrellas, en el brazo menor de Carina-Sagitario.

Estos brazos espirales son, en realidad, ondas de gas y estrellas amontonadas que barren el disco galáctico, desencadenando brillantes estallidos de formación estelar y dejando en su estela cúmulos como NGC 3590.

Encontrando y observando estrellas jóvenes como las de NGC 3590, es posible determinar las distancias a las diferentes partes de este brazo espiral, aprendiendo más sobre su estructura.

Un cúmulo abierto típico pueden contener desde unas pocas decenas a unos pocos miles de estrellas, proporcionando a los astrónomos pistas sobre la evolución estelar.

Las estrellas en un cúmulo como NGC 3590 nacen de la misma nube de gas y más o menos al mismo tiempo, haciendo de estos cúmulos los lugares perfectos para poner a prueba las teorías sobre cómo se forman y evolucionan las estrellas.

Brillos del cúmulo anaranjados y rojos
En la imagen obtenida por el instrumento Wide Field Imager (WFI), instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en La Silla, se ve el cúmulo y las nubes de gas que lo rodean, que brillan en tonalidades anaranjadas y rojas debido a la radiación procedente de las estrellas calientes más cercanas.

El gran campo de visión de WFI también ha captado un enorme número de estrellas de fondo. Para obtener esta imagen, se realizaron múltiples observaciones utilizando diferentes filtros para captar los variados colores de la escena.

Esta imagen fue creada mediante la combinación de imágenes tomadas en las partes visible e infrarroja del espectro y utilizando un filtro especial que recogió sólo la luz que proviene del hidrógeno brillante.


Fuentes: Rtve.es

17 de mayo de 2014

Receta para crear un magnetar

ESO/L. CALÇADA
Ilustración que representa al magnetar del cúmulo estelar Westerlund 1.


Astrónomos creen haber resuelto el misterio de la formación de un raro tipo de estrella de neutrones, tan densa que una cucharilla del material que la forma pesa miles de millones de toneladas

Un equipo internacional de astrónomos, entre ellos varios españoles, cree haber resuelto el misterio de la formación de los magnetares, uno de los tipos más raros y energéticos de estrella de neutrones que existe. El estudio se publicará próximamente en la revista Astronomy and Astrophysics.

ESO
Cúmulo estelar Westerlund 1






Cuando una estrella muy masiva (varias veces más que el Sol) se colapsa debido a su propia gravedad y explota en forma de supernova, el resultado final puede ser una estrella de neutrones o un agujero negro. Todo depende de la masa inicial que tuviera la estrella. Los magnetares constituyen una exótica y muy poco frecuente clase de estrella de neutrones. Igual que ellas, son muy pequeñas (apenas unos km. de diámetro), pero increíblemente densas. Hasta el punto que una simple cucharilla de café del material que la forma puede tener una masa de miles de millones de toneladas. Además de eso, estos "cadáveres estelares" suelen mostrar también unos campos magnéticos extremadamente potentes. A través de su superficie, los magnetares emiten una enorme cantidad de rayos gamma debido a súbitos ajustes (conocidos como "terremotos estelares") que se producen debido al enorme estrés al que están sometidas.

El cúmulo estelar Westerlund 1, a 16.000 años luz de distancia, alberga uno de las dos docenas de magnetares que se conocen en la Vía Láctea, nuestra galaxia. Su impronunciable nombre es CXOU J164710.2-455216 y hasta ahora ha traído de cabeza a los astrónomos que se empeñan desde hace años en arrancarle sus secretos.


En palabras de Simon Clark, autor principal de un estudio sobre este extravagante objeto, "en nuestros primeros trabajos (en 2005) mostramos que este magnetar tuvo que haber nacido durante la muerte explosiva de una estrella cuarenta veces más masiva que el Sol. Pero eso representa un problema, ya que una estrella tan grande debería convertirse en un agujero negro después de la explosión, y no en una estrella de neutrones. No entendíamos cómo podía haberse convertido en un magnetar.

Los astrónomos propusieron entonces una solución al misterio, y sugirieron que el magnetar pudo formarse gracias a las interacciones de dos estrellas muy masivas (en lugar de una sola) en órbita una alrededor de la otra. Un sistema binario tan compacto que podría caber holgadamente dentro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Sin embargo, hasta ahora nadie había sido capaz de detectar a la estrella compañera junto al magnetar de Westerlund 1, así que los investigadores decidieron utilizar el VLT (Very Large Telescope, en Chile) para buscarla en otras zonas del cúmulo. Buscaron estrellas errantes, objetos que se movieran a través del cúmulo a grandes velocidades. Se trataba de encontrar estrellas que pudieran haber sido "expulsadas" de las cercanías de la supernova como consecuencia de la explosión que formó el magnetar. Y encontraron una estrella, Cl-Westerlund 1 W 5, que parecía haber hecho exactamente eso.




"No solo esta estrella tiene la velocidad que esperaríamos ver si hubiera sido expulsada por la explosión de la supernova -añade Ben Ritchie, coautor del estudio- sino que la combinación de su escasa masa, alta luminosidad y riqueza en compuestos de carbono parece imposible de conseguir por una sola estrella. Se trata sin duda de una estrella que debió formarse junto a otra, en un sistema binario".
«Pasa la bola»

El descubrimiento ha permitido a los astrónomos reconstruir la trayectoria vital de la estrella y el proceso que hizo posible que se formara un magnetar en lugar de un agujero negro. En una primera fase, la estrella más masiva de las dos empezó a agotar su combustible y a transferir sus capas superficiales a su compañera con menos masa (la que se convertiría después en el magnetar), haciendo que ésta rotara cada vez más y más rápidamente. Una rotación rápida, en efecto, es un ingrediente esencial para la formación del fortísimo campo magnético de un magnetar.

En una segunda fase, y como consecuencia de la transferencia de masa, la compañera se hizo tan masiva que tuvo que desprenderse de una parte de su recién adquirida masa. La mayor parte de esta masa eyectada se perdió en el espacio, pero una fracción de ella regresó de nuevo a la estrella que la había cedido al principio y que hoy vemos brillar como Cl-Westerlund 1 W 5.

"Es este proceso de intercambio de materiales lo que hizo posible la composición química única de Cl-Westerlund 1 W 5 - afirma por su parte el español Francisco Najarro, del Centro de Astrobiología y miembro del equipo- y lo que permitió a su compañera reducir su masa hasta los niveles necesarios para que terminara convirtiéndose en un magnetar y no en un agujero negro. Un juego estelar de Žpasa la bolaŽ que tuvo consecuencias cósmicas".

Parece ser, pues, que formar parte de un sistema binario podría ser un ingrediente esencial en la receta necesaria para formar un magnetar. La rápida rotación creada por la transferencia de masa de una estrella a la otra también es imprescindible para que se forme el potentísimo campo magnético de los magnetares. Y la segunda transferencia de masa, en sentido contrario, es lo que permite a la estrella "adelgazar" lo suficiente para que, en el momento de su muerte, se convierta en un magnetar y no en un agujero negro.


Fuentes: ABC.es

17 de junio de 2013

Descubren un nuevo y raro tipo de estrella

ESO, El cúmulo estelar NGC 3766 

Un equipo de astrónomos ha descubierto un nuevo tipo de estrella variable gracias a diminutas variaciones en su brillo. La herramienta usada ha sido el telescopio suizo Euler de 1,2 metros, instalado en La Silla, del ESO (Observatorio Europeo Austral) en Chile. Las observaciones han revelado propiedades desconocidas de esas estrellas que desafían las teorías vigentes.

 El Leonhard Euler 



Los cuatro miembros de la investigación, N. Mowlavi, F. Barblan, S. Saesen y L. Eyer, trabajan en el Observatorio de Ginebra. Los resultados han sido posibles tras las medidas regulares del brillo de más de tres mil estrellas del cúmulo estelar abierto NGC 3766 durante un periodo de siete años. NGC 3766 se halla a 7.000 años luz de la Tierra en la constelación de Centaurus y se cree que tiene unos 20 millones de años de antigüedad.

Lo especial es que 36 estrellas de este grupo siguen un patrón inusual, pues tienen pequeñas variaciones regulares en su brillo que suponen un 0,1% del brillo normal de las estrellas. Las variaciones suceden en periodos de entre dos y veinte horas. Estas estrellas son algo más calientes y brillantes que el Sol. Si no fuera por estas variaciones, no se distinguirían de las demás.

Gran parte del éxito de esta observación se debe al nivel de precisión del telescopio, dos veces mejor que el alcanzado por estudios comparables llevados a cabo por otros instrumentos.


Hasta ahora se conocía que existen muchas estrellas variables o estrellas pulsantes, bautizadas de esta manera debido a que su brillo aparente varía con el tiempo. La manera en que cambia su brillo depende de las propiedades de su interior. El fenómeno ha propiciado el desarrollo de una nueva rama de la astrofísica denominada asterosismología: los astrónomos “escuchan” las vibraciones estelares para estudiar las propiedades físicas de las estrellas y llegar a saber más sobre su funcionamiento interior.

 

Muy rápidas

Sophie Saesen, miembro del equipo, relata que “la simple existencia de este nuevo tipo de estrella variable supone un reto para los astrofísicos. Los actuales modelos teóricos predicen que su luz no debería variar periódicamente, por lo que nuestros esfuerzos se centran ahora en saber más sobre el comportamiento de este nuevo y extraño tipo de estrellas”.

Aunque todavía no se puede explicar la razón de la variación, existe una clave que puede arrojar luz sobre la cuestión: algunas de las estrellas parecen rotar muy rápido. Giran a velocidades de más de la mitad de su velocidad crítica, que es el umbral en el que se tornan inestables y lanzan material al espacio.

“En esas condiciones, el rápido giro tendrá un importante impacto en las propiedades internas, pero aún no somos capaces de modelar adecuadamente sus variaciones en la luz. -aclara Mowlavi- Esperamos que nuestro descubrimiento anime a los especialistas a estudiar el tema con la esperanza de comprender el origen de estas misteriosas variaciones”.



Fuentes : ABC.es