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11 de abril de 2022

Un intenso chorro de electrones viajando desde Ganimedes hasta Júpiter


La nave Juno voló a través del intenso haz de electrones que viajaba desde Ganimedes, la mayor luna de Júpiter, hasta su huella auroral en el planeta gigante gaseoso. (Imagen: NASA / Southwest Research Institute / Caltech / Malin Space Science Systems / Kevin M. Gill / Italian Space Agency / Italian National Institute for Astrophysics / Björn Jónsson / Uliège / Bertrand Bonfond / Vincent Hue)

Al igual que la Tierra, Júpiter exhibe a veces una luz auroral alrededor de las regiones polares cuando las partículas de su enorme magnetosfera interactúan con las moléculas de su atmósfera. Sin embargo, las auroras de Júpiter son mucho más intensas que las de la Tierra y, a diferencia de esta, las lunas más grandes de Júpiter también crean zonas especialmente luminosas, que suelen describirse como “manchas aurorales”.

La sonda espacial Juno de la NASA, en órbita al planeta Júpiter desde 2016, voló el 8 de noviembre de 2020 a través de un intenso haz de electrones que viajaba desde Ganimedes (la mayor luna de Júpiter) hasta su huella auroral en el planeta gigante gaseoso.

Un equipo internacional integrado, entre otros, por Vincent Hue, Thomas Greathouse y Scott Bolton, los tres del Instituto de Investigación del Sudoeste (SwRI) en San Antonio, Texas, Estados Unidos, ha utilizado datos recolectados por la Juno para estudiar la población de partículas que viajan a lo largo de la línea de campo magnético que conecta Ganimedes con Júpiter.

El análisis revela que esas manchas aurorales son aún más complejas de lo que se pensaba.

Cada una de las lunas más grandes de Júpiter crea sus propias auroras en los polos norte y sur del planeta. Cada huella auroral, como se las llama, está conectada magnéticamente a su respectiva luna.

Ganimedes es la única luna de nuestro sistema solar que tiene su propio campo magnético. Su pequeña magnetosfera interactúa con la magnetosfera masiva de Júpiter, creando ondas que aceleran los electrones a lo largo de las líneas de campo magnético del gigante gaseoso, que pueden ser medidas directamente por la Juno.

Dos instrumentos científicos de la Juno en los cuales el SwRI ha trabajado mucho, el JADE (Experimento de Distribuciones Aurorales de Júpiter) y el UVS (Espectrómetro Ultravioleta), proporcionaron datos clave para este estudio. También fue de gran ayuda el sensor de campo magnético de la Juno, construido en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.

JADE mide los electrones que viajan a lo largo de las líneas del campo magnético, mientras que UVS capta imágenes de la huella de la mancha auroral correspondiente. De este modo, Juno es capaz tanto de medir la "lluvia" de electrones como de observar la luz ultravioleta que esa lluvia crea al chocar con Júpiter.

Las mediciones anteriores de la Juno mostraron que grandes perturbaciones magnéticas acompañaban a los haces de electrones que causan la huella auroral. Sin embargo, esta vez, la Juno no observó perturbaciones similares con el haz de electrones.

"Si nuestra interpretación es correcta, estamos ante la confirmación de una teoría de hace una década que elaboramos para explicar la morfología de las huellas aurorales", explica Bertrand Bonfond, de la Universidad de Lieja en Bélgica y coautor del estudio. Esa teoría sugiere que los electrones acelerados en ambas direcciones crean la danza de manchas múltiples de las huellas aurorales.

El nuevo estudio se titula “A Comprehensive Set of Juno In Situ and Remote Sensing Observations of the Ganymede Auroral Footprint”. Y se ha publicado en la revista académica Geophysical Research Letters. 

29 de octubre de 2021

La Gran Mancha Roja de Júpiter es mucho más profunda de lo pensado

Imagen tomada por la sonda Juno de la Gran Mancha Roja de Júpiter - NASA

Gracias a los datos recopilados por la misión Juno de la NASA se ha podido reconstruir el mapa en 3D más completo hasta la fecha de la atmósfera del gigante gaseoso

Existe desde hace siglos y podría engullir a todo el planeta Tierra. Se trata de la Gran Mancha Roja (GRS, por sus siglas en inglés), una tempestad en Júpiter de 16.000 kilómetros de ancho que lleva intrigando a los científicos durante cientos de años. Ahora, gracias a los datos recopilados por la misión Juno, de la NASA, sabemos algo más de ella: está 'enraizada' en las profundidades de la atmósfera del gigante gaseoso mucho más de lo que se pensaba, e incluso puede tener vínculos con el interior del planeta. Los resultados se acaban de publicar en dos estudios (que se pueden consultar aquí y aquí) en la revista 'Science', además de un artículo adicional en ' Journal of Geophysical Research'.

Júpiter presenta grandes tormentas y bandas de vientos que giran a su alrededor, incluida la Gran Mancha Roja. Sin embargo, los científicos no tienen claro si estos fenómenos se limitan solo a existir en las partes altas de la atmósfera o se extienden a mayor profundidad. Los investigadores analizaron de dos formas paralelas los vórtices atmosféricos jovianos -es decir, las tormentas en forma de espiral-.

«Anteriormente, Juno nos sorprendió con indicios de que los fenómenos en la atmósfera de Júpiter eran más profundos de lo que podríamos esperar», afirma Scott Bolton, investigador principal de la misión del Southwest Research Institute en San Antonio y autor principal del artículo de 'Science' sobre la profundidad de los vórtices de Júpiter. «Ahora, estamos empezando a unir todas estas piezas individuales para obtener la visión 3D de cómo funciona la hermosa y violenta atmósfera de este gigante gaseoso».

Un vistazo bajo las nubes jovianas
Esta ilustración combina una imagen de Júpiter del instrumento JunoCam a bordo de la nave espacial Juno de la NASA con una imagen compuesta de la Tierra para representar el tamaño y la profundidad de la Gran Mancha Roja de Júpiter - JunoCam 

Image data: 
NASA/JPL-Caltech/SwRI/MSSS; JunoCam Image processing by Kevin M. Gill (CC BY); Earth Image: NASA



Por un lado, el equipo liderado por Boltonutilizó los datos arrojados por el instrumento Radiómetro de Microondas (MWR) de Juno para investigar la estructura vertical de la Gran Mancha Roja, así como otras dos tormentas masivas. El análisis reveló que todas -la GRS en mayor medida- se extendían por debajo de la altitud a la que se espera que se condense el agua y el amoníaco, o el nivel de las nubes del planeta.

Además quedó patente que los ciclones son más cálidos en la parte superior, con densidades atmosféricas más bajas, mientras que son más fríos en la parte inferior, con densidades más altas. Por el contrario, los anticiclones, que giran en la dirección opuesta, son más fríos en la parte superior pero más cálidos en la parte inferior.

Por su parte, el grupo liderado por Marzia Parisi, del equipo científico de la misión Juno, examinó la firma de gravedad de la Gran Mancha Roja y acotó aún más su profundidad. Dentro de las mediciones tomadas por la sonda mientras sobrevolaba la gran tormenta, los sensores detectaron fluctuaciones en el campo gravitacional del planeta causadas por la propia mancha. Así es como descubrieron que, aunque está profundamente arraigada en la atmósfera, en realidad tiene una longitud menor que los chorros zonales alredor de la Gran Mancha Roja, los cuales se extienden mucho más allá. En concreto, la profundidad de la GRS no supera los 500 kilómetros, mientras que los chorros circundantes llegan hasta los 3.000 kilómetros de profundidad.

«La precisión que requería el instrumento para obtener la gravedad de la Gran Mancha Roja durante el sobrevuelo de julio de 2019 es asombrosa -afirma Parisi-. Ser capaces de complementar los hallazgos del MWR con esta profundidad nos da confianza para pensar que los futuros experimentos sobre la gravedad de Júpiter producirán resultados igual de intrigantes».

Los 'cinturones' alrededor del gigante

Además de los ciclones y anticiclones, Júpiter es conocido por sus cinturones, bandas de nubes blancas y rojizas que envuelven el planeta. Los fuertes vientos de este a oeste que se mueven en direcciones opuestas separan las bandas. Juno ya había descubierto que estos vientos, o corrientes en chorro, alcanzan profundidades de aproximadamente 3.200 kilómetros. Los investigadores todavía están tratando de resolver el misterio de cómo se forman las corrientes en chorro, si bien los datos recopilados por el MWR revelan una posible pista: que el gas amoniaco de la atmósfera viaja hacia arriba y hacia abajo en alineación con las corrientes en chorro observadas, como una especie de 'turbina' por debajo de esos vientos.


Esta ilustración combina una imagen de Júpiter del instrumento JunoCam a bordo de la nave espacial Juno de la NASA con una imagen compuesta de la Tierra para representar el tamaño y la profundidad de la Gran Mancha Roja de Júpiter. - JunoCam Image data: NASA/JPL-Caltech/SwRI/MSSS; JunoCam Image processing by Kevin M. Gill (CC BY); Earth Image: NASA

«Al seguir el amoníaco, encontramos células de circulación en los hemisferios norte y sur que son de naturaleza similar a las 'células de Ferrel', que controlan gran parte de nuestro clima aquí en la Tierra», explica Keren Duer, estudiante de posgrado del Instituto de Ciencias Weizmann, en Israel, y autor de uno de los estudios publicados en 'Science'. La célula de Ferrel es una franja entre los 30° y 60° grados latitud norte del planeta, donde el aire es cercano a la superficie y fluye hacia los polos y hacia el este, mientras que el aire de los niveles más altos se desplaza hacia el Ecuador y al oeste. Es una especie de 'engranaje' que une la célula la polar y la de Hadley, que se encuentra sobre el ecuador de la Tierra. Aunque las de Júpiter son algo distintas: «Mientras que la Tierra tiene una célula Ferrel por hemisferio, Júpiter tiene ocho, cada una al menos 30 veces más grande».

Los datos MWR de Juno también muestran que los cinturones y las zonas distintivas experimentan una transición alrededor de los 65 kilómetros bajo las nubes de agua de Júpiter. A poca profundidad, los cinturones de Júpiter son más brillantes a la luz microondas que las zonas vecinas. Pero, a niveles más profundos, debajo de las nubes de agua, ocurre lo contrario, lo que revela una similitud con nuestros océanos.

«Llamamos a este nivel la 'joviclina', en analogía a una capa de transición vista en los océanos de la Tierra, conocida como termoclina, donde el agua de mar pasa bruscamente de ser relativamente cálida a relativamente fría», aclara Leigh Fletcher, científico participante de Juno de la Universidad de Leicester en el Reino Unido y autor principal del artículo en el ' Journal of Geophysical Research'.

Los ciclones también están en los polos

Juno también había averiguado previamente una suerte de estructuras poligonales en las tormentas ciclónicas gigantes en ambos polos de Júpiter: ocho dispuestos en un patrón octagonal en el norte y cinco dispuestos en un patrón pentagonal en el sur. Ahora, cinco años después, los científicos de la misión que utilizan observaciones del Mapeador de Auroras Infrarrojas Jovianas (JIRAM, por sus siglas en inglés) han determinado que estos fenómenos atmosféricos son extremadamente resistentes y permanecen en la misma ubicación.

«Los ciclones de Júpiter afectan el movimiento de los demás, haciendo que oscilen alrededor de una posición de equilibrio», indica Alessandro Mura, co-investigador de Juno en el Instituto Nacional de Astrofísica en Roma y autor principal del artículo en Geophysical Research Letters sobre oscilaciones y estabilidad en los ciclones polares de Júpiter. «El comportamiento de estas oscilaciones lentas sugiere que tienen raíces profundas».

Los datos de JIRAM también indican que, como los huracanes en la Tierra, estos ciclones tienden a moverse hacia los polos, pero los ciclones ubicados en el centro de cada polo los empujan hacia atrás. Este equilibrio explica dónde se ubican y por qué varían de número según el polo.

El trabajo de la misión Juno continúa

Juno ha estado orbitando y monitorizando Júpiter desde 2016. Debido a los buenos resultados arrojados hasta la fecha, la nave espacial se encuentra ahora en una misión extendida de otros cuatro años diseñada para expandir los descubrimientos que ya ha realizado sobre la estructura interior de Júpiter, su campo magnético interno, atmósfera y magnetosfera. También incluirá sobrevuelos cerca de los ciclones del polo norte de Júpiter, se acercará a las lunas Europa e Io y llevará a cabo la primera exploración de los tenues anillos que rodean al planeta.

Fuentes: ABC

16 de julio de 2017

La Gran Mancha Roja de Júpiter, vista como nunca

Imagen en color mejorado de la Gran Mancha Roja de Júpiter, creada por el científico Jason Major utilizando datos de la cámara JunoCam - NASA / JPL-Caltech / SwRI / MSSS / Jason Major

Las fotografías han sido tomadas por la sonda Juno de la NASA durante el sobrevuelo de esta brutal tormenta más grande que la Tierra


La nave Juno de la NASA ha tomado las mejores imágenes jamás conseguidas de la Gran Mancha Roja de Júpiter, una tormenta más grande que la Tierra que dura desde hace 350 años. Las imágenes revelan un enredo de nubes oscuras y veteadas que tejen su camino a través de un enorme óvalo carmesí.



La cámara JunoCam a bordo de la sonda sacó fotos de este enigmático fenómeno en el planeta más grande del Sistema Solar durante el sobrevuelo realizado el pasado martes. «Durante cientos de años los científicos han estado observando, preguntándose y teorizando sobre la Gran Mancha Roja de Júpiter», dice Scott Bolton, investigador principal de Juno del Southwest Research Institute en San Antonio (EE.UU.). «Ahora tenemos las mejores imágenes de esta tormenta icónica. Nos llevará algún tiempo analizar todos los datos no sólo de JunoCam, sino de los ocho instrumentos científicos de Juno, para arrojar alguna nueva luz sobre el pasado, el presente y el futuro de la Gran Mancha roja».

Imagen en color mejorado de la Gran Mancha Roja creada por el científico ciudadano Kevin Gill con datos de la cámara JunoCam- NASA / JPL-Caltech / SwRI / MSSS / Kevin Gill

Como estaba planeado por el equipo, astrónomos aficionados tomaron las imágenes en bruto del «flyby» de la web de JunoCam, donde las publicaron los científicos, y las procesaron, proporcionando un nivel de detalle más alto que el disponible en su forma bruta. Las imágenes de ciudadanos y científicos, así como las imágenes en bruto que utilizaron para el procesamiento de imágenes, se pueden encontrar aquí.

«He estado siguiendo la misión Juno desde que se lanzó», afirma Jason Major, científico ciudadano de JunoCam y diseñador gráfico en Warwick, Rhode Island. «Siempre es emocionante ver estas nuevas imágenes en bruto de Júpiter a medida que llegan, pero es aún más emocionante tomar esas imágenes y convertirlas en algo que la gente puede apreciar».

Con 16.350 kilómetros de ancho (a partir del 3 de abril de 2017), la Gran Mancha Roja de Júpiter es 1,3 veces más ancha que la Tierra. La tormenta ha sido monitoreada desde 1830 y posiblemente haya existido durante más de 350 años. En los tiempos modernos, parece estar encogiéndose.

Juno alcanzó perijovio (el punto en el cual una órbita se acerca al centro de Júpiter) durante la madrugada del 11 de julio (hora peninsular española). Se situó a unos 3.500 kilómetros sobre las cumbres de las nubes del planeta. Once minutos y 33 segundos más tarde, Juno había cubierto otros 39.771 kilómetros, y estaba pasando directamente por encima de las nubes ardientes y rojas de la Gran Mancha Roja. La nave espacial voló a unos 9.000 kilómetros sobre las nubes de esta icónica tormenta.

Esta imagen en color mejorado de la Gran Mancha Roja de Júpiter fue creada por el científico ciudadano Gerald Eichstädt usando datos de la cámara JunoCam- NASA / JPL-Caltech / SwRI / MSSS / Gerald Eichstadt

Juno fue lanzada el 5 de agosto de 2011, desde Cabo Cañaveral, Florida. Durante su misión de exploración, Juno se ha elevado sobre las nubes de las nubes del planeta tan cerca como a 3.400 kilómetros. Hace unos días, registró un año en su órbita, en la que ha recorrido ya 114,5 millones de km. La misión pretende escudriñar la oscurecida cubierta de nubes de Júpiter y estudiar sus auroras para aprender más sobre los orígenes, la estructura, la atmósfera y la magnetosfera del planeta.

Los primeros resultados científicos de la misión Juno de la NASA representan el planeta más grande de nuestro sistema solar como un mundo turbulento, con una estructura interior intrigantemente compleja, auroras polares enérgicas y enormes ciclones polares.

«Estas imágenes tan esperadas de la Gran Mancha Roja de Júpiter son la 'tormenta perfecta' del arte y la ciencia. Con datos de Voyager, Galileo, New Horizons, Hubble y ahora Juno, tenemos una mejor comprensión de la composición y evolución de este icono», señala Jim Green, director de ciencia planetaria de la NASA. «Estamos encantados de compartir la belleza y la emoción de la ciencia espacial con todos».

Fuentes: ABC

22 de abril de 2017

La “Gran Mancha Fría” de Júpiter



La Gran mancha roja de Júpiter es una tormenta gigantesca en la que cabrían varias Tierras. Durante siglos, ha soplado embravecida vientos de más de 600 kilómetros por hora. Pero tiene un rival: los astrónomos han descubierto que Júpiter tiene una segunda gran mancha, esta vez una gran mancha fría.

Para este hallazgo, los astrónomos han utilizado el instrumento CRIRES, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, junto con otras instalaciones. Estudiando las regiones polares del planeta, han encontrado una mancha oscura en la atmósfera superior (debajo de la aurora, a la izquierda) unos 200 °C más fría que sus alrededores. Apodada acertadamente como la “Gran mancha fría”, este intrigante fenómeno es comparable en tamaño a la “Gran mancha roja”, que tiene un tamaño de unos 24.000 kilómetros y una altura de 12.000. Pero datos obtenidos durante más de 15 años muestran que la “Gran mancha fría” es mucho más volátil que su prima, que cambia con mayor lentitud. La “Gran mancha fría” cambia radicalmente de forma y tamaño en días y semanas, pero nunca desaparece y se mantiene siempre, más o menos, en el mismo lugar.

Se cree que la “Gran mancha fría” se genera a causa de las potentes auroras del planeta, que conducen la energía hacia la atmósfera en forma de calor, haciendo que fluya alrededor de Júpiter. Esto crea una región más fría en la atmósfera superior, lo que convierte a la “Gran mancha fría” en el primer sistema meteorológico generado por auroras jamás observado.

Fuente: http://www.eso.org/public/

9 de abril de 2017

El Júpiter más grande y brillante de todo el año

Júpiter es, después del Sol, el mayor cuerpo celeste del sistema solar, con una masa casi dos veces y media la de los demás planetas juntos. NASA
  • La Tierra se sitúa entre el Sol y Júpiter, que queda opuesto a la estrella
  • Casi al mismo tiempo, Júpiter se hallará en su punto más cercano a la Tierra
  • Además, el planeta gigante quedará muy cerca de la Luna llena
El planeta Júpiter se verá desde la Tierra más grande y brillante de lo que es habitual a partir del próximo sábado, situación que se prolongará durante varios días. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), se debe a la especial conjunción en el universo entre las posiciones que ocupan la Tierra, el Sol, la Luna y el propio Júpiter.

El 7 de abril la Tierra se situará entre el Sol y Júpiter, por lo que el planeta gigante quedará opuesto a nuestra estrella, en un fenómeno que los astrónomos denominan "oposición" y que se produce cada 13 meses aproximadamente. Casi al mismo tiempo, el 8 de abril de este año, Júpiter se hallará en su punto más cercano a la Tierra, a 666 millones de kilómetros, por lo que se verá más grande y brillante. Pocos días después, Júpiter quedará muy cerca de la Luna llena, lo que permitirá disfrutar de otra espectacular vista del cielo nocturno.
Basta usar unos buenos prismáticos para poder contemplar el disco de Júpiter y sus cuatro satélites más grandes: Io, Europa, Ganímedes y Calisto.


Júpiter brilla más que cualquier otra estrella por la tarde-noche y solo es superado por Venus, que es quien domina el cielo antes de la puesta del Sol. Basta usar unos buenos prismáticos para poder contemplar el disco de Júpiter y sus cuatro satélites más grandes: Io, Europa, Ganímedes y Calisto. Por ello, durante los próximos días se podrá ver con facilidad cómo cambian las posiciones de estas lunas si se observan durante distintas horas.

Además, los astrónomos profesionales y aficionados que cuenten con telescopios de calidad tendrán la oportunidad de ver el planeta con unos detalles sin precedentes durante el fenómeno de "oposición".


Fuentes: RTVE

15 de marzo de 2017

El «barco» que buscará vida en una luna de Júpiter

La fascinante superficie de Europa, luna de Júpiter - NASA / JPL-Caltech / Instituto SETI

La NASA enviará a Europa una nave que sobrevolará ese mundo a gran velocidad en busca de señales biológicas

Con la expectación y la intriga a las que nos tiene acostumbrados, la NASA anunció en septiembre el hallazgo de nuevos y gigantescos géiseres de agua en Europa, luna de Júpiter, evidencias de que bajo su corteza helada se esconde un enorme océano global con más del doble de agua que la suma de todos los terrestres. Si el satélite joviano ya formaba parte del grupo de mundos del Sistema Solar con más posibilidades de albergar vida, el descubrimiento sirvió para aumentar aún más su interés. Para comprobar si, efectivamente, Europa es un lugar habitable, en la década de 2020 la NASA enviará hasta allí una misión que ya tiene nombre oficial: Europa Clipper.

Los barcos clíper eran velocísimos veleros de tres mástiles que en el siglo XIX recorrían los océanos transportando té y otros bienes. Como esas embarcaciones, la nave espacial Clipper será rápida: sobrevolará Europa cada dos semanas, proporcionando muchas oportunidades para investigar la luna de cerca. El plan de la misión incluye de 40 a 45 sobrevuelos, durante lo cuales la nave espacial tomará imágenes de la superficie helada de la luna en alta resolución e investigará su composición y estructura.

Según informa la NASA, la exploración de Europa tiene una alta prioridad, ya que posee un océano de agua líquida salada debajo de una corteza helada de unos 100 km de grosor. El objetivo último de Clipper será determinar si esta luna posee tres de los ingredientes necesarios para la vida: agua líquida, ingredientes químicos, y fuentes de energía suficientes para permitir el desarrollo de la biología.

A toda velocidad

«Durante cada órbita, la nave espacial pasará muy poco tiempo en el ambiente de radiación cerca de Europa. Pasará a toda velocidad, reunirá una gran cantidad de datos científicos y navegará fuera de allí», explica Robert Pappalardo, científico del proyecto Europa Clipper en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California.

El lanzamiento de la misión está previsto a partir de 2020, llegando al sistema de Júpiter después de un viaje de varios años. «El océano subterráneo de Europa está considerado como uno de los lugares más prometedores del Sistema Solar para albergar vida. Estos géiseres, si realmente están ahí, pueden proporcionarnos otra forma de obtener muestras del subsuelo de Europa», explicaba Geoff Yolder, administrador asociado de la NASA, cuando se dio a conocer la existencia de los chorros. (Así te lo contamos en directo).

Con sus impresionantes 200 km. de altura, estos géiseres de infarto pueden depositar su contenido sobre la superficie del satélite en forma de lluvia. Eso podría permitir obtener muestras del océano subterráneo sin tener que perforar la superficie, algo muy difícil, ya que se trata de una capa de hielo extremadamente frío y duro cuyo grosor podría llegar a tener hasta 100 km, según algunas investigaciones.

Fuentes: ABC

7 de diciembre de 2016

Google celebra el 340º aniversario de la determinación de la velocidad de la luz

Doodle de Google por el 340.º aniversario de la determinación de la velocidad de la luz (Google)
El famoso buscador personaliza su ‘doodle’ en homenaje al primer astrónomo que resolvió la gran duda de Galileo
Galileo Galilei (1564-1642), el padre de la astronomía y física moderna, estaba obsesionado por conocer la velocidad de la luz. Sus contemporáneos pensaban que era instantánea, pero el italiano quería demostrar que no era así. Hizo varios experimentos con diferentes focos colocados en distintas colinas, pero la velocidad era tan alta que no podía medirla con los relojes de su época. Muchos otros intentaron resolver este problema, pero no fue hasta 1676 cuando alguien dio con la solución. El astrónomo danés Ole Christensen Romer (1644-1710) fue el primero en lograr una valida determinación de la velocidad de la luz.

Este miércoles 7 de diciembre, Google celebra el 340º aniversario de este descubrimiento dedicándole a Ole Romer un divertido ‘doodle’ interactivo. En la ilustración aparece el danés muy pensativo rodeado de los elementos que le permitieron dar con su hallazgo: un telescopio, la Tierra, el Sol, Júpiter y su satélite Io.

Ole Romer descubrió que la respuesta a la duda de Galileo se encontraba fuera de la tierra, donde las distancias son mayores y era más viable determinar la velocidad de la luz. Apreció que el lapso de tiempo que pasaba entre los eclipses de Júpiter con sus distintas lunas era más corto cuando la Tierra se movía hacia Júpiter, mientras que era más largo cuando ésta se alejaba.

Teniendo esto en cuenta, Ole Romer calculó que la luz tardaba 22 minutos en cruzar la órbita terrestre. Estimó que la luz viajaba a unos 220.000 kilómetros por segundo, un valor muy por debajo de la actual realidad (299.792,9 km/s), pero que en la época se dio por bueno porque en el siglo XVII no se conocía con tanta exactitud como ahora la distancia entre planetas. Hoy en día se sabe que aquellos 22 minutos de los que hablaba Ole Romer se cubren en tan solo 17 minutos, pero no resta mérito a su hazaña.

¿QUIEN FUE OLE ROMER?
Ole Christensen Rømer (25 de septiembre de 1644; Århus – 19 de septiembre de 1710; Copenhague) fue un astrónomo danés.


Biografía

En 1672, merced a la intervención de Jean Picard, fue a Francia, ingresando en la recién creada Academia de Ciencias de París. Dicha academia fue creada en 1666 durante el reinado de Luis XIV.

Su ministro Colbert se apercibió de la importancia de que Francia se convirtiera en primera potencia científica y, con fondos aparentemente ilimitados, consiguió que Christian Huygens, Picard y, sobre todo, Giovanni Doménico Cassini se unieran al proyecto.

Merced a la influencia de Rømer se introdujo el calendario gregoriano en Dinamarca en el año 1701.


El 19 de septiembre de 1710, a la edad de sesenta y seis años, Rømer murió a consecuencia de un cálculo.

Casi todos los manuscritos del ilustre astrónomo se perdieron en el terrible incendio que destruyó el Observatorio de Copenhague el 20 de octubre de 1728.

Su obra
Descubrimiento de los satélites de Júpiter

Las observaciones del primer satélite de Júpiter efectuadas por Römer y Giovanni Doménico Cassini indicaron una desigualdad, que los dos sabios creyeron poder atribuir a la propagación sucesiva de la luz (Observatorio de París, año 1676). Cassini no tardó en desechar esa idea tan justa; por el contrario Römer la mantuvo, uniendo de esta manera su nombre a uno de los más grandes descubrimientos que enorgullecen a la astronomía moderna.

Se ha hecho notar que después de la idea tan feliz de atribuir las diferencias que se observan entre las vueltas del primer satélite de Júpiter a los límites del cono de sombra durante la primera y la segunda cuadratura del planeta y de la propagación de la luz, Römer, inexplicablemente, desdeñó demostrar que en la misma hipótesis se encontraba la explicación de las desigualdades notadas también en los otros tres satélites.

Podría extrañar que no haya tratado de evaluar la velocidad de la luz con más exactitud de la que aplicó. Horrebow, el discípulo predilecto de Römer y su más ferviente admirador, fija en 14 m 10 s en vez de 8 m 13 s el tiempo que tarda la luz en atravesar la distancia que separa al Sol de la Tierra.

El anteojo

Römer, que había sido testigo en París de las dificultades para hacer mover en el plano del meridiano la lente de un cuarto de círculo mural, es decir, una lente equilibrada sobre un eje muy corto y obligada a aplicarse continuamente sobre un limbo imperfectamente hecho, imaginó y construyó el anteojo meridiano.

Este instrumento que hoy día puede verse en muchos observatorios astronómicos se debe, por lo tanto, a la inventiva del astrónomo danés.

El micrómetro

Se le debe también la invención de un ingenioso micrómetro, de uso muy común hacia finales del siglo XVII en la observación de los eclipses. Con este micrómetro se podía aumentar o disminuir la imagen del Sol o de la Luna hasta que estuvieran entre dos hilos situados cerca del ocular.

Termometría
Grado Rømer


Fuentes: la vanguardia, Wikipedia

3 de julio de 2016

Juno arribará a Júpiter




Juno es una misión espacial de la NASA perteneciente al programa espacial Nuevos Horizontes (New Horizons), cuyo objetivo general es realizar estudios sobre la composición química de Júpiter, su
campo gravitatorio y campo magnético.

La sonda se lanzó el 5 de Agosto del 2011 y se espera que arribe a Júpiter el 4 de Julio del 2016 a las 22 horas (hora de Ecuador). Momento desde el cual ingresará a una órbita elíptica casi polar, con un periodo de 14 días terrestres y se espera que complete 37 órbitas durante su misión la cual terminará el 2018.

Para llegar a Júpiter, Juno viajó una distancia de 9.46 Unidades Astronómicas desde la Tierra (1410 millones de kilómetros) y su viaje duró más de 5 años.

Fuentes: Oaq Epn

12 de abril de 2014

Los espectáculos celestiales para Abril


El presente mes de abril será pródigo en espectáculos cósmicos que pueden ser vistos de manera sencilla desde distintos puntos del planeta, o a través de retransmisiones vía web. Son tantos que no está de más establecer una agenda de los fenómenos que se darán en las próximas semanas.



15 de abril: eclipse total de Luna, visible desde Australia, América y el océano Pacífico. Desde otros lugares del mundo el eclipse podrá verse, pero como penumbral o parcial. Este fenómeno, que hará ver la Luna teñida de color rojo se repetirá tres veces más en el término de dos años, por lo que algunos lo han considerado un aviso apocalíptico. El proyecto GLORIA transmitirá este fenómeno en directo desde el Valle Sagrado de los Incas, en Perú.



22 de abril: máximo de actividad de la lluvia estelar de Las Liríadas, compuesta por la sutil y parsimoniosa caída de residuos del cometa Tatcher que se incinera al entrar en contacto con la atmósfera.

Venus hará honor, durante todo el mes, a su mención como “el lucero de la mañana”. El día 26 de abril, justo antes del amanecer, pasando por piscis podrá verse muy cerca de la luna menguante, dibujando en el cielo una pintoresca imagen, similar a la de banderas como la de Turquía.


29 de abril: eclipse anular de Sol, fenómeno que se da cuando la Luna está cerca de su apogeo y su diámetro angular es menor que el solar, por lo que en su fase máxima recorta el del sol; será visible desde Oceanía, el océano Pacífico y la Antártida.

Todo el mes:
Júpiter estará en géminis, y se verá muy brillante entre el atardecer y el comienzo de cada noche. Se podrá observar, con un simple telescopio de aficionado, su Gran Mancha Roja, enorme tormenta que existe desde hace más de trescientos años.

Marte estará muy cerca, se verá grande y brillante toda la noche, en la constelación de Virgo. Hace pocos días se alineó con la Luna, el Sol y la Tierra.

Saturno podrá verse con claridad hacia el fin de las noches, durante todo el mes, y dada su inclinación es un muy buen momento para observar sus anillos, con telescopio simple o incluso con prismáticos.


FUENTES E IMÁGENES: Historia, El Mundo, GLORIA, EarthSky, The Guardian

6 de abril de 2014

Los planetas en Abril de 2014




AstroCiencias Ecuador

Próximo evento - 6 de Abril 2014

La Luna y Júpiter

La Luna, con una fase casi en cuarto creciente (46%) pasará a 4.5º al sur del planeta Júpiter, en Gemini.
Júpiter mostrará una brillante magnitud de -2.2, con sus cuatro principales satélites ubicados a un lado del planeta, dos de ellos (Io y Ganymede) muy cercanos entre sí

AstroCiencias Ecuador

15 de febrero de 2014

El primer mapa global de Ganímedes ayudará a buscar vida

USGS
El mapa global de Ganímedes, luna de Júpiter
La gran variedad de sus terrenos y la posible existencia de un océano subterráneo hacen del satélite un objetivo prioritario para buscar ambientes habitables
Un grupo de investigadores de la Universidad de Brown acaba de publicar en U. S. Geological Survey el fruto de varios años de trabajo: el primer mapa geológico de Ganímedes, la mayor luna de Júpitery de todo el Sistema Solar.

La gran variedad de sus terrenos y la posible existencia de un océano subterráneo hacen que Ganímedes sea considerado por muchos comoun objetivo prioritario a la hora de buscar ambientes habitables (y quizá habitados), en nuestro Sistema Solar. Los investigadores, de hecho, esperan que el nuevo mapa ayude a las futuras misiones de exploración que pronto se enviarán a este satélite.

"Resulta muy gratificante ver los resultados de todos nuestros esfuerzos, todos juntos en esta compilación global que a partir de ahora se podrá usar en la siguiente fase de exploración de los satélites galileanos", explica Jim Head, uno de los autores del mapa.

Para completar su trabajo, los científicos combinaron pacientemente imágenes de las sondas Voyager y Galileo, Voyager fue la primera misión humana que voló a través del sistema de satélites de Júpiter y que pasó sobre la helada superficie de Ganímedes. Fue en el año 1979.

Superficie compleja

Aquellas primeras imágenes revelaban una superficie compleja, segmentada y fracturada en terrenos claros y oscuros alternativamente. Más tarde, en 1995, la sonda Galileo se colocó en la órbita de Júpiter y obtuvo imágenes en alta resolución de su mayor satélite. Aquellas fotos ayudaron a comprender mucho mejor las complejas características de la superficie de Ganímedes.

Durante varios años, el equipo de investigadores revisó miles de fotos y datos de ambas misiones, con la intención de averiguar cuáles eran los objetivos de mayor interés científico. Y fueron compilando lentamente un mapa global.

"Fue un tiempo increíble -afirma Head- . Todos, titulares, graduados y estudientes, trabajamos hombro con hombro en el Laboratorio de Ciencias Planetarias, estudiando las imágenes y seleccionando los lugares más interesantes para futuras investigaciones. Los descubrimientos se sucedían diariamente y la adrenalina fue surgiendo a medida que nuestros planes cobraban forma".


Fuentes: ABC.es

26 de enero de 2014

Herschel descubre vapor de agua en el planeta enano Ceres

Herschel descubre vapor de agua en el planeta enano Ceres

El observatorio espacial Herschel de la ESA ha descubierto vapor de agua en el entorno de Ceres. Se trata de la primera detección inequívoca de vapor de agua en un objeto del cinturón de asteroides.


Ceres, con un diámetro de 950 kilómetros, es el mayor objeto del cinturón de asteroides, que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter. A diferencia de la mayoría de los asteroides, Ceres es prácticamente esférico y pertenece a la categoría de los ‘planetas enanos’, en la que también se encuentra Plutón.

Se piensa que Ceres está formado por varias capas, con un núcleo rocoso rodeado por un manto de hielo. La confirmación de la presencia de agua congelada en el cinturón de asteroides tiene importantes repercusiones para comprender la evolución de nuestro Sistema Solar.



Detección de agua en Ceres


Hace 4.600 millones de años, cuando se formó el Sistema Solar, la región central estaba demasiado caliente como para que el agua se pudiese condensar en los planetas interiores: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Se piensa que el agua llegó a estos planetas hace unos 3.900 millones de años, durante una larga época de frecuentes impactos de asteroides y cometas.

Los cometas son conocidos por contener agua helada pero ¿y los asteroides?. Los científicos sospechaban que había agua en el cinturón de asteroides, ya que algunos cuerpos presentan una actividad similar a la de los cometas – los conocidos como Cometas del Cinturón Principal – pero hasta ahora no se había podido confirmar de forma concluyente la presencia de esta molécula en la región.

Durante el estudio de Ceres realizado con el instrumento HIFI de Herschel se han recogido datos que confirman que la superficie de este objeto está emitiendo chorros de vapor de agua.

“Es la primera vez que se detecta agua en el cinturón de asteroides, y confirma que Ceres presenta una superficie de hielo y una atmósfera”, explica Michael Küppers, del Centro Europeo de Astronomía Espacial de la ESA en Madrid, autor principal del artículo publicado ayer en Nature.

Aunque Herschel no haya sido capaz de tomar una imagen nítida de Ceres, los astrónomos han podido determinar la distribución de las fuentes de vapor de agua en su superficie al estudiar cómo variaba la señal del agua durante las 9 horas que tarda este planeta enano en dar una vuelta sobre sí mismo. Prácticamente todo el vapor procede de sólo dos puntos de su superficie. 



Representación artística de Ceres con los datos sobre la presencia de agua correspondientes al 11 de octubre de 2012


“Calculamos que se están produciendo unos 6 kg de vapor de agua por segundo, lo que significaría que sólo una pequeña fracción de Ceres está cubierta de hielo. Esta hipótesis encaja perfectamente con las dos regiones puntuales que hemos observado”, explica Laurence O’Rourke, Investigador Principal del programa de observación de asteroides y cometas de Herschel (MACH-11) y coautor del artículo publicado en Nature.

Este vapor se podría generar a través de un mecanismo de sublimación: el hielo se calienta y se transforma directamente en gas, arrastrando consigo el polvo de la superficie y dejando al descubierto hielo fresco con el que continúa el proceso. Así es como funcionan los cometas.

Las dos regiones emisoras de vapor son un 5% más oscuras que el resto de la superficie de Ceres, lo que significa que son capaces de absorber más luz solar y por lo tanto deberían ser más cálidas, lo que implicaría una sublimación más eficiente de los pequeños depósitos de agua congelada.

Una hipótesis alternativa sería la actividad de géiseres o de volcanes de hielo (criovulcanismo), que podría estar jugando un importante papel en la superficie del planeta enano.

A principios de 2015 la misión Dawn de la NASA llegará a Ceres para estudiar de cerca su superficie y monitorizar cómo evolucionan las emisiones de vapor de agua.

“El descubrimiento de Herschel nos aporta nuevos datos sobre la distribución de agua en el Sistema Solar. Como Ceres constituye aproximadamente la quinta parte de la masa total del cinturón de asteroides, este descubrimiento no sólo es importante para el estudio de los cuerpos más pequeños del Sistema Solar, sino que también nos ayuda a comprender mejor el origen del agua en nuestro planeta”, explica Göran Pilbratt, Científico del Proyecto Herschel para la ESA.


Fuentes: ESA