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2 de marzo de 2024

Eventos Astronómicos de Marzo 2024 - Hemisferios Norte y Sur (Vídeos). Astronomical events of March 2024 - Northern and Southern Hemispheres (Videos)​


Imagen usada en el el mes de marzo del Calendario Astronómico 2024 de AstroCiencias Ecuador

Un equinoccio y un eclipse lunar

Los eventos astronómicos de marzo, como siempre, los protagonizara el equinoccio que da inicio a la primavera en el hemisferio norte y al otoño en el sur, pero también habrá un bonito eclipse.

Como siempre, el protagonista de los eventos astronómicos de marzo, será el equinoccio que dará inicio a la primavera en el hemisferio norte y al otoño en el sur. Sí, parecía que en el norte llevábamos dos meses de primavera; pero, en realidad, comenzará oficialmente el día 20 de marzo.

Poco después, el 25 de marzo, tendrá lugar un eclipse lunar. Como es lógico con estos eventos astronómicos, no podrá verlo todo el planeta. Solo será visible en algunos lugares, pero no hay problema, pues seguro que habrá muchísimas fotografías que todos podrán disfrutar.

Por lo demás, los eventos astronómicos de marzo no son especialmente abundantes, aunque, de nuevo, habrá algunas conjunciones que harán mucho más bonita la observación del cielo. Incluso sin ellas, cualquier día es bonito para mirar hacia arriba y olvidarnos un ratito de los problemas o los quehaceres que tenemos aquí en la Tierra.

El rey de los eventos astronómicos de marzo

Este mes empiezan la primavera en el hemisferio norte y el otoño en el sur. Como siempre, el pistoletazo de salida para estas estaciones será el equinoccio que ocurrirá la noche del 21 de marzo, a las 03:01 UTC (04:01 hora peninsular española).

Durante este día, el Sol incidirá directamente sobre el ecuador, de manera que tendremos duraciones de día y de noche muy similares.

Eclipse y Luna llena del gusano

El 25 de marzo ocurrirá la Luna llena de estos eventos astronómicos de marzo. Como siempre, tiene un nombre derivado de las leyendas de los antiguos nativos americanos. En este caso, se llama Luna de gusano, ya que en esta época el suelo, ya sin hielo, comenzaba a ablandarse, por lo que volvían a verse las típicas lombrices de tierra.

Pero en esta ocasión también es un día especial porque tendrá lugar un eclipse lunar penumbral, en el que la Luna se ocultará temporal y parcialmente al pasar por la sombra parcial de la Tierra. Podrá verse por completo en todo el continente americano.

En el resto del planeta, habrá puntos, como España, en los que se verá una parte del eclipse justo cuando se ponga la Luna. En parte de Australia ocurrirá cuando esta salga sobre el horizonte. Y en otros lugares tendrán que conformarse con las fotos. De cualquier modo, sea cual sea tu caso, en este mapa de la NASA puedes comprobar de qué manera se verá el eclipse donde te encuentres.

Baile de planetas en el cielo

Como suele ocurrir, la mayoría de conjunciones de estos eventos astronómicos tendrá lugar entre la Luna y algún planeta del sistema solar. Concretamente, podremos verla junto a Marte y Venus el día 8 y con Júpiter el 14 de marzo.

No obstante, en esta ocasión también disfrutaremos de una conjunción entre Venus y Saturno, que tendrá lugar el 22 de marzo.

En definitiva, estos eventos astronómicos no están marcados por grandes lluvias de estrellas ni otros fenómenos peculiares, pero no faltan fechas para apuntar en la agenda. Si tú también disfrutas de mirar al cielo, no te olvides de ninguna de ellas.

Calendario Astronómico para el mes de 
Marzo de 2024


Aquí tienes la lista completa de los eventos celestiales más importantes que tienen lugar en marzo de 2024.

1 de marzo: El cometa C/2021 S3 (PANSTARRS) alcanza su brillo máximo.

El cometa C/2021 S3 (PANSTARRS) alcanza su máximo brillo. Las coordenadas del cometa son: ascensión recta 18h11m50s y declinación 5°11'S.

Con una magnitud de 8,7 no se espera que este cometa sea visible a simple vista, pero podría serlo gracias a unos prismáticos ornitológicos.

8 de marzo: Conjunción de la Luna y Marte.

La Luna pasa a unos 3,3º al sur de Marte a las 05:00 UTC. La Luna tiene una magnitud de -9,9 y Marte una magnitud de 1,2. En este momento la fase lunar es del 7,2%.

8 de marzo: Conjunción de la Luna y Venus.

La Luna pasa a unos 3,1º al sur de Venus a las 17:00 UTC. La Luna tiene una magnitud de -9,4 y Venus una magnitud de -3,9. En este momento la fase lunar es de 4,4%.

10 de marzo: Luna Nueva.

La Luna está entre la Tierra y el Sol, así que el lado brillante de la Luna está de espaldas a la Tierra. La fase de la Luna es del 0% a las 09:02 UTC.

Los días alrededor de la Luna Nueva son ideales para fotografiar el cielo nocturno.

En marzo puedes disfrutar plenamente del centro galáctico de la Vía Láctea.

En función de la localización en la que te estés, en la India por ejemplo, puedes encontrarte con el centro galáctico cerca del horizonte y capturar una panorámica espectacular. Y si estás un poquito más al sur, como la costa occidental de Australia en la que los cielos están limpios de contaminación lumínica, puedes conseguir una vertical vertiginosa...

Siempre hablando de localizaciones en el hemisferio sur, otras dos galaxias que puedes observar (¡a simple vista!) y también fotografiar en cielos limpios son la Gran Nube de Magallanes y la Pequeña Nube de Magallanes.

Éstas están relativamente cerca del polo sur celeste, por lo que a partir de una cierta latitud ambas pueden llegar a ser circumpolares. Se encuentran en dirección sur.

14 de marzo: Conjunción de la Luna y Júpiter.

La Luna pasa a unos 3,4º al norte de Júpiter a las 01:03 UTC. La Luna tiene una magnitud de -10,9 y Júpiter una magnitud de -2,1. En este momento la fase lunar es del 18,5%.

20 de marzo: Equinoccio de marzo.

El equinoccio de marzo es a las 03:08 UTC. Este es también el primer día de primavera (equinoccio de primavera) en el hemisferio norte y el primer día de otoño (equinoccio de otoño) en el hemisferio sur.

Es el momento en que el Sol "cruza" el ecuador de la Tierra yendo del hemisferio sur al hemisferio norte. Así es que es el momento perfecto para fotografiar la luz zodiacal.

Además, es especialmente bonito cazar auroras boreales durante el equinoccio: ¡tienen muchos más colores que el habitual verde intenso!

24 de marzo: Mercurio en máxima elongación este.


Cuando Mercurio alcanza su elongación máxima a las 17:54 UTC se encuentra a 18,7º al este del Sol y brilla a una magnitud de -0,3.

La órbita de Mercurio está más cerca del Sol que la de la Tierra, lo que significa que siempre aparece cerca del Sol y se pierde por culpa del brillo del Sol la mayor parte del tiempo. Tan sólo lo puedes observar durante sólo unos pocos días cada vez que alcanza su mayor separación del Sol (máxima elongación).

Este fenómeno se repite aproximadamente una vez cada 3-4 meses y se produce alternativamente durante la mañana o la tarde, dependiendo de si Mercurio se encuentra al este o al oeste del Sol.

24-25 de marzo: Eclipse penumbral de Luna (y Luna Llena).

La Luna Llena es a las 07:01 UTC.

Además, en determinadas zonas de la Tierra, la Luna pasa a través de la sombra de la Tierra, creando un eclipse lunar total desde las 04:53 a las 09:32 UTC.

Ocurre el 24 o el 25 de marzo, dependiendo de tu longitud (por ejemplo, en Australia, Indonesia oriental, Papúa Nueva Guinea, Nueva Zelanda y Japón ocurre el día 25). El eclipse penumbral de Luna es visible en gran parte de Europa, norte y este de Asia, gran parte de Australia, gran parte de África, Norteamérica, Sudamérica, Pacífico, Atlántico, el Ártico y la Antártida.

* Todas las horas están en UTC (Hora Universal Coordinada).   Tiempo Universal Coordinado 


En Español
Eventos Astronómicos, Marzo 2023
 

Efemérides Astronómicas Marzo 2024
 

El cielo de marzo 2024 Hemisferio Sur
 
In English
What's Up: March 2024 Skywatching Tips from NASA
 

What's in the Night Sky February 2024
 

Tonight's Sky: March
 

What's in the Night Sky: March 2024
 

Em portugués
O Céu do mês de março 2024! Eventos astronômicos!
 

En Français
Mars 2024 sous les aurores ?
 
In Italiano
Il cielo del mese di marzo 2024: The Floor is Lava

30 de abril de 2020

El encuentro entre la Nebulosa de la Langosta y la Nebulosa Pata de Gato






 Los astrónomos han estudiado durante mucho tiempo las brillantes nubes cósmicas de gas y polvo catalogadas como NGC 6334 y NGC 6357. Esta gigantesca nueva imagen, obtenida por el VST (Very Large Telescope Survey Telescope) es la más reciente. Con unos 2.000 millones de píxeles, es una de las imágenes más grandes jamás dadas a conocer por ESO. Las sugerentes formas de las nubes han dado lugar a sus nombres, fáciles de recordar: la nebulosa Pata de Gato y la nebulosa de la Langosta, respectivamente.

NGC 6334 está situada a unos 5.500 años luz de la Tierra, mientras que NGC 6357 está más lejos, a una distancia de unos 8.000 años luz. Ambas están en la constelación de Escorpio, cerca del extremo de la cola puntiaguda.

El primero en ver huellas de estos dos objetos fue el científico británico John Herschel quien, en noches consecutivas de junio de 1837, los divisó durante su expedición de tres años hasta el cabo de buena esperanza en África del sur. En aquellos tiempos, la limitada potencia de los telescopios con los que contaba Herschel, que observaba visualmente, sólo le permitió documentar los “dedos” más brillante de la nebulosa de la Pata de Gato. Tuvieron que pasar muchas décadas para que las verdaderas formas de las nebulosas se revelaran a través de fotografías y se acuñaran sus populares nombres.

Los tres dedos visibles con telescopios modernos, así como las regiones similares a pinzas en la cercana nebulosa de la Langosta, son en realidad regiones de gas (principalmente hidrógeno), excitado por la luz de brillantes estrellas recién nacidas. Con masas de alrededor de diez veces la del Sol, estas estrellas calientes irradian una intensa luz ultravioleta. Cuando esta luz se cruza con los átomos de hidrógeno que permanecen en el vivero estelar que produce las estrellas, los átomos se ionizan. Como resultado, estos enormes objetos en forma de nube que brillan con la luz proveniente de los átomos de hidrógeno (y de otros elementos) se conocen como nebulosas de emisión.

Gracias a la potencia de la cámara OmegaCAM, de 256 megapíxeles, esta nueva imagen del VST (VLT Survey Telescope) revela ondulantes zarcillos de polvo que oscurecen la luz a lo largo de las dos nebulosas. Con un tamaño de 49.511 x 39.136 píxeles, esta es una de las imágenes más grandes jamás publicadas por ESO.

OmegaCAM es la sucesora de la célebre WFI (Wide Field Imager) de ESO, instalada en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, en La Silla. La WFI fue utilizada para fotografiar la nebulosa de la Pata de Gato en 2010, también en luz visible, pero con un filtro que permite ver de forma más clara el brillo del hidrógeno. Mientras tanto, el Very Large Telescope de ESO, ha echado un profundo vistazo a la nebulosa de la Langosta, capturando las numerosas estrellas calientes y brillantes que influyen en el color y la forma del objeto.

Pese a los instrumentos de última generación utilizados para observar estos fenómenos, el polvo de estas nebulosas es tan espeso que gran parte de su contenido permanece oculto. La nebulosa Pata de Gato es uno de los viveros estelares más activos del cielo nocturno, y alimenta a miles de jóvenes estrellas calientes cuya luz visible no puede llegar hasta nosotros. Sin embargo, al observar en longitudes de onda infrarrojas, telescopios como VISTA, de ESO, pueden mirar a través del polvo y revelar la actividad de formación estelar que tiene lugar en su interior.

Ver nebulosas en diferentes longitudes de onda (colores) de la luz da lugar a diferentes comparaciones visuales por parte de observadores humanos. Al verla, por ejemplo, en luz infrarroja (una longitud de onda más larga), una parte de NGC 6357 se asemeja a una paloma y la otra una calavera; por tanto, ha adquirido el nombre adicional de nebulosa Guerra y Paz.

Detalles de la imagen de las nebulosas Pata de Gato y Langosta obtenida por el VST



Este montaje muestra algunos de los aspectos más destacados de una imagen espectacular del VST (telescopio de rastreo del VLT) que muestra a la nebulosa Pata de Gato (NGC 6334) y a la nebulosa Langosta (NGC 6357). Estos impactantes objetos son regiones activas de formación estelar donde las estrellas jóvenes calientes hacen que el gas de hidrógeno circundante brille en intensos y característicos tonos rojos. El rico campo de visión del cielo también incluye nubes oscuras de polvo.

Crédito:ES

Las regiones de formación estelar NGC 6334 y NGC 6357 en la constelación de Escorpio


Este mapa de la brillante constelación de Escorpio (el escorpión) muestra las estrellas que pueden verse a simple vista en una noche despejada y oscura. Cubre una parte rica del cielo que alberga muchos cúmulos de estrellas, brillantes nubes de gas y nubes oscuras de polvo. Se marcan con círculos rojos dos regiones de formación estelar: NGC 6334 (la nebulosa Pata de Gato) y NGC 6357 (la nebulosa Langosta). Aunque estas nubes aparecen espectaculares en estas imágenes, son muy débiles y difíciles de ver visualmente, incluso con un telescopio grande.

Crédito:ESO/IAU and Sky & Telescope


Fuente: ESO

31 de diciembre de 2019

La astrónoma que investiga las estrellas binarias cercanas

Una importante fracción de las estrellas del Universo se formaron de a pares, o incluso triples o más. Mónica Zorotovic, académica del Instituto de Física y Astronomía de la U. de Valparaíso, ha centrado su trabajo en esta área, pasando de un enfoque observacional hacia uno más teórico.
Las estrellas binarias son dos estrellas, gravitacionalmente ligadas, y que orbitan alrededor de un centro de masa común. Una importante fracción de las estrellas del Universo se formaron de a pares, o incluso triples o más, explica Mónica Zorotovic, profesora adjunta del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso (IFA), quien ha centrado su trabajo en la investigación de estrellas binarias cercanas compactas, pasando de un enfoque observacional hacia uno más teórico.

Zorotovic, realizó sus estudios de pre y postgrado en la Pontificia Universidad Católica de Chile y su tesis de doctorado en el Observatorio Europeo Austral (ESO-Chile) como parte del programa “ESO Studentship Program”.

Las estrellas binarias, dice, consideran cercanas a aquellas que durante su evolución experimentarán transferencia masa, mientras que el término compactas se refiere que al menos uno de los componentes del sistema es un objeto compacto, típicamente el remanente de una estrella que ya agotó todo su combustible.

¿Qué son las estrellas binarias cercanas compactas? En el caso particular de los sistemas que Zorotovic estudia, se trata de enanas blancas, similares al remanente que dejará el sol al morir, con compañeras muy cercanas. “Sus periodos orbitales son de tan solo algunas horas, lo que implica que durante su evolución la estrella más masiva envolvió a su compañera. La fricción produjo una dramática reducción de la distancia entre ambas y la expulsión de la envoltura de la estrella más masiva, revelando así su núcleo inerte que luego se enfrió para convertirse en la actual enana blanca”, explica.

“No siempre he estudiado estos sistemas, mi tesis de pregrado la hice en el estudio observacional de un cúmulo globular. Sin embargo, ya entonces me llamaba la atención el efecto que producían las estrellas binarias en las características observables del cúmulo, y quería entender la teoría detrás de lo que observábamos”, señala.

Sí tenía claro, agrega, que le gustaba el área de la astronomía estelar. “Pero me di cuenta que el trabajo observacional no era lo que me apasionaba”.



MÓNICA ZOROTOVIC, PROFESORA ADJUNTA DEL INSTITUTO DE FÍSICA Y ASTRONOMÍA DE LA UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO (IFA), QUIEN HA CENTRADO SU TRABAJO EN LA INVESTIGACIÓN DE ESTRELLAS BINARIAS CERCANAS COMPACTAS, PASANDO DE UN ENFOQUE OBSERVACIONAL HACIA UNO MÁS TEÓRICO.
Se reconoce como una persona diurna, que trabaja desde temprano, a la cual le cuesta estar despierta de noche. Por otro lado, todo lo relacionado con la reducción de datos le parecía un poco monótono. “Siempre me gustó más la parte de analizar, y por eso mi tesis de doctorado la enfoqué en el estudio de la evolución de sistemas binarios compactos“, señala.

La diferencia entre el trabajo observacional y el ahora realiza, dice es principalmente que los astrónomos con un enfoque más observacional son los que se saben todos los detalles de los telescopios, los instrumentos disponibles y cuales les sirven para lo que quieren observar, coordenadas de los objetos astronómicos, tiempos de exposición, etc. Cuando obtienen los datos, indica, suelen ser ellos mismos los encargados de reducirlos y obtener los parámetros que se puedan derivar de la observación. “Un astrónomo teórico en cambio se dedica al estudio y desarrollo de nuevas teorías, modelos, ecuaciones o simulaciones”.

Estudiar astronomía

Zorotovic, dice que siempre le aclara a los más jóvenes que la astronomía no es esa cosa romántica de poner el ojo en el telescopio. Cuenta que vio mucha gente en el pregrado que entraba a la carrera porque tenían un telescopio en la casa y se sabían las constelaciones de memoria, o les gustaba la astrofotografía, cosas más relacionadas con la astronomía amateur. “Pero en realidad para estudiar astronomía hay que tener mucha habilidad y gusto por las matemáticas y la física, además de la computación, ya que probablemente te vas a pasar los días sentado frente a una pantalla, reduciendo o analizando datos, intentando entender la física que hay detrás”.

La parte romántica de la astronomía se ve cuando se hace difusión. Lo mismo para quienes piensan que van a trabajar en un observatorio. “Como astrónomo, si eres observacional, es probable que visites observatorios de vez en cuando, para tomar datos. Pero la mayor parte del trabajo se hace desde una oficina en alguna universidad o centro de investigación. La mayoría de la gente que trabaja en los observatorios no son astrónomos, sino que son ingenieros y técnicos“.

Si quieren trabajar en un observatorio, indica, es mejor que estudien ingeniería, “si quieren hacer ciencia, que estudien astronomía”.

También que tener en cuenta que la carrera académica es larga y difícil, no es solamente un pregrado de 4 o 5 años. “Hay que seguir estudiando por muchos años, seguir un postgrado y luego unos años de postdoctorado en que uno se dedica a la investigación pura, para luego optar a un puesto en la academia donde se combine la enseñanza con la investigación. Eso significa que, por lo general, uno no va a encontrar estabilidad laboral hasta pasados los 30 años”, indica.

Fuentes: la tercera

27 de octubre de 2019

Astrofísica - Observan inesperados flujos opuestos alrededor de un agujero negro


Representación artística del centro de la galaxia NGC 1068, que alberga un agujero negro supermasivo activo oculto dentro de una espesa nube de polvo y gas con forma de donut. ALMA descubrió dos flujos de gas alrededor del agujero negro que giran en sentido opuesto. Los colores de esta imagen corresponden al movimiento del gas: el material representado en azul se desplaza hacia nosotros, mientras que lo que aparece en rojo se aleja. Créditos: NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello.

En el centro de una galaxia conocida como NGC 1068 se esconde un agujero negro supermasivo rodeado de una densa nube de polvo y gas con forma de donut. Al usar el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para estudiar esta nube en detalle, un equipo de astrónomos hizo un inesperado hallazgo que podría explicar por qué los agujeros negros supermasivos crecieron tan rápido en el Universo primitivo.

“Gracias a la espectacular resolución de ALMA, pudimos determinar el movimiento del gas en las órbitas internas alrededor del agujero negro”, celebra Violette Impellizzeri, del Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO), quien trabaja actualmente en ALMA, en Chile, y es la autora principal de un artículo publicado en la revista The Astrophysical Journal. “Para nuestra sorpresa, encontramos dos discos de gas que giran en sentidos opuestos”.

Los agujeros negros supermasivos ya existían cuando el Universo era joven, tan solo 1.000 millones de años después del Big Bang. Lo que no acaban de entender los astrónomos es cómo estos objetos tan peculiares, con masas que superan en miles de millones de veces la masa de nuestro Sol, tuvieron tiempo para crecer tanto. El nuevo hallazgo hecho con ALMA podría darles una pista. “Los flujos de gas que giran en sentidos contrarios son inestables, y eso significa que las nubes fluyen hacia el agujero negro más rápido que en los discos que giran en un solo sentido”, explicar Impellizzeri. “Eso podría explicar por qué un agujero negro crece tan rápido”.

NGC 1068 (también conocida como Messier 77) es una galaxia espiral situada a unos 47 millones de años luz de la Tierra, en dirección de la constelación de Cetus. En su centro hay un núcleo galáctico activo, un agujero negro supermasivo que se está alimentando a partir de un delgado disco giratorio de polvo y gas, conocido como disco de acreción.







Imagen obtenida con ALMA que muestra dos discos de gas moviéndose en sentidos opuestos alrededor del agujero negro de la galaxia NGC 1068. (Foto: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), V. Impellizzeri; NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello)


En observaciones anteriores de ALMA se había revelado que el agujero negro está tragando material y escupiendo gas a una velocidad increíble. Es posible que el gas expulsado del disco de acreción contribuya a mantener la zona que rodea el agujero negro oculta a la vista de los telescopios ópticos.

Impellizzeri y su equipo usaron la extraordinaria capacidad de zoom de ALMA para observar el gas molecular que rodea el agujero negro y, para su sorpresa, encontraron dos discos de gas que giran en sentidos opuestos. El disco interno tiene se extiende por unos 2 a 4 años luz y sigue la rotación de la galaxia, mientras que el externo (también conocido como toroide), abarca entre 4 y 22 años luz y gira en sentido contrario.

“No esperábamos ver esto, porque el gas que fluye hacia un agujero negro normalmente gira a su alrededor en un solo sentido”, comenta Impellizzeri. “Algo debe de haber alterado el flujo, porque es imposible que parte del disco haya empezado a girar al revés por sí solo”.

La rotación contraria no es un fenómeno tan raro en el espacio. “Es un fenómeno que se observa en las galaxias, generalmente a miles de años luz del centro galáctico”, explica Jack Gallimore, de la Universidad Bucknell (Lewisburg, Pennsylvania, EE. UU.) y coautor del artículo. “La rotación contraria siempre es el resultado de una colisión o interacción entre dos galaxias. Lo notorio de este hallazgo es que se observa a escala mucho menor, a decenas de años luz del agujero negro central, en vez de miles de años luz”.

Los astrónomos creen que el flujo reverso de NGC 1068 puede ser el resultado de nubes de gas expulsadas de la galaxia huésped, o bien de una pequeña galaxia en órbita contraria que, a su paso, capturó el disco.

Por el momento, el disco externo parece describir una órbita estable alrededor del disco interno. “Eso cambiará cuando el disco externo empiece a fluir hacia el disco interno, cosa que podría pasar al cabo de algunas órbitas o de unos cientos de miles de años. Los flujos de gas giratorios entrarán en colisión y se volverán inestables, y los discos probablemente colapsarán en un evento luminoso a medida que el gas molecular caiga dentro del agujero negro. Desafortunadamente, ya no estaremos aquí para presenciar ese espectáculo pirotécnico”, concluye Gallimore. 

9 de agosto de 2019

Las impresionantes alas de la Nebulosa de la Gaviota



Tenue y colorida, esta fascinante colección de objetos se conoce como la nebulosa de la Gaviota, llamada así por su parecido con una gaviota en pleno vuelo. Compuesta de polvo, hidrógeno, helio y trazas de elementos más pesados, esta región es la cuna caliente y energética de nuevas estrellas. El nivel de detalle captado en esta imagen por el VLT Survey Telescope (VST) de ESO, revela los objetos astronómicos individuales que componen el ave celeste, así como las características más finas de su interior. Actualmente, el VST es uno de los telescopios de rastreo más grandes del mundo para observar el cielo en luz visible.

Los componentes principales de la Gaviota son tres grandes nubes de gas, siendo la más destacada Sharpless 2-296, que forma las “alas”. Con una extensión de unos 100 años luz de un extremo del ala a otra, Sh2-296 está formada por brillante material y carriles de polvo oscuro en medio de brillantes estrellas. Es un bello ejemplo de una nebulosa de emisión, en este caso una región HII, lo cual indica la formación activa de estrellas, que se puede ver adornando esta imagen.

La radiación que emana de estas estrellas jóvenes es la que otorga a las nubes sus fantásticos colores y las hace tan llamativas, ya que ioniza el gas que las rodea, haciendo que brille. Esta radiación también es el principal factor que determina la forma de las nubes, ejerciendo presión sobre la materia del entorno y esculpiendo la caprichosa morfología que vemos. Puesto que cada nebulosa tiene una distribución única de estrellas y puede, como ésta, ser una composición de varias nubes, el resultado es que tienen una gran variedad de formas, disparando la imaginación de los astrónomos y evocando comparaciones con animales u objetos familiares.

Esta diversidad de formas se ejemplifica con el contraste entre Sh2-296 y Sh2-292. Esta última, que se encuentra justo debajo de las “alas”, es una nube más compacta que forma la “cabeza” de la gaviota. Su característica más prominente es una estrella enorme, muy luminosa, llamada HD 53367 que es 20 veces más masiva que el Sol, y que vemos como el “ojo” de la gaviota. Sh2-292 es una nebulosa tanto de emisión como de reflexión; gran parte de su luz es emitida por el gas ionizado que rodea a sus estrellas nacientes, pero también se refleja una cantidad significativa de luz por parte de estrellas que están fuera de ella.

Imagen de campo amplio de la Nebulosa de la Gaviota. Crédito: ESO/Digitized Sky Survey.

Las franjas oscuras que interrumpen la homogeneidad de las nubes y que les dan textura son carriles de polvo, caminos de material mucho más denso que esconden algunos de los gases luminosos tras ellos. Las nebulosas como esta tienen densidades de unos cientos de átomos por centímetro cúbico, mucho menos que los mejores vacíos artificiales que se obtienen en la Tierra. Sin embargo, las nebulosas son todavía mucho más densas que el gas que hay fuera de ellas, que tiene una densidad media de alrededor de 1 átomo por centímetro cúbico.

La Gaviota se encuentra en la frontera entre las constelaciones de Canis Major (el gran perro) y Monoceros (el unicornio), a una distancia de unos 3700 años luz, en un brazo de la Vía Láctea. Las galaxias espirales pueden contener miles de estas nubes y casi todas se concentran a lo largo de sus brazos curvados.

Varias nubes más pequeñas también se cuentan como parte de la nebulosa de la Gaviota, como Sh2-297, que es un pequeño añadido nudoso en la punta de “ala” superior de la gaviota, Sh2-292 y Sh2-295. Estos objetos se incluyen en el Catálogo Sharpless, una lista de más de 300 nubes de gas resplandeciente compilada por el astrónomo estadounidense Stewart Sharpless.

Fuente: https://www.eso.org/

26 de junio de 2019

Anillos planetarios de Urano brillan en luz fría


Interpretación artística de Urano y sus oscuros anillos. Envés de observar la luz de Sol reflejada en los anillos, astrónomos obtuvieron una imagen en onda milimétricas e infrarrojas de la emisión propia de las frías partículas que los componen. Crédito: NRAO/AUI/NSF; S. Dagnello.

Utilizando el Atacama Large Millimeter/submilimeter Array (ALMA) y el Very Large Telescope (VLT), astrónomos han obtenido una imagen de los fríos y rocosos anillos que rodean Urano. En lugar de observar la luz del Sol reflejada en estos, ALMA y el VLT captaron el brillo en los rangos milimétrico e infrarrojo medio que emiten sus partículas extremadamente frías. Descubiertos recién en 1977, los anillos de Urano son invisibles para casi todos los telescopios (excepto para los más grandes), pero son sorprendentemente brillantes en las nuevas imágenes térmicas del planeta, captadas por estos dos grandes telescopios en Chile.

El brillo térmico da a los astrónomos una nueva visión de los anillos de Urano, que hasta ahora solo se habían observado al reflejar una pequeña fracción de la luz del Sol. Las nuevas imágenes captadas por ALMA y el VLT permitieron por primera vez medir la temperatura de los anillos: unos fríos 77º Kelvin, o -196,15º Celsius.

Las observaciones también confirman que el anillo más brillante y denso de Urano, llamado Épsilon, se diferencia de los otros sistemas de anillos conocidos dentro de nuestro Sistema Solar. En particular de los anillos de Saturno, de espectacular belleza, que son «amplios, brillantes y tienen un rango de tamaño de partículas, desde polvo micrométrico en el anillo D – el más interno- hasta decenas de metros en los anillos principales», explica Imke de Pater, profesor de astronomía de la Universidad de California-Berkeley. «Falta el extremo más pequeño en los anillos de Urano, Épsilon se compone de rocas del tamaño de una pelota de golf y más grandes».

Los anillos de Júpiter, en comparación, contienen en su mayoría partículas pequeñas de tamaño micrométrico (una micra es una milésima de milímetro). Los de Neptuno también son mayoritariamente de polvo, e incluso Urano tiene capas de polvo entre sus estrechos anillos principales.

“Ya sabemos que Épsilon es un poco raro porque no vemos las partículas más pequeñas”, dijo Edward Molter, estudiante de grado de la misma universidad. “Algo las ha estado barriendo o se están juntando. Simplemente no lo sabemos. Este es un paso para entender su composición y saber si todos los anillos provienen del mismo material de origen, o si cada anillo se formó en procesos diferentes”.

Los anillos podrían ser antiguos asteroides capturados por la gravedad del planeta, restos de lunas que chocaron entre sí y se rompieron, restos de lunas que se destrozaron al acercarse demasiado a Urano, o remanentes de la formación hace 4.500 millones de años.

Los nuevos datos fueron publicados esta semana en The Astronomical Journal. De Pater y Molter lideraron las observaciones con ALMA, mientras que Michael Roman y Leigh Fletcher de la Universidad de Leicester, Reino Unido, encabezaron las observaciones con el VLT.

“Los anillos de Urano son diferentes en composición del anillo principal de Saturno, en el sentido de que, en el rango de lo visible e infrarrojo, su albedo, es decir su capacidad de reflejar la luz, es mucho más baja: son muy oscuros, como el carbón” dijo Molter. “También son extremadamente angostos en comparación con los anillos de Saturno. El más extenso, Épsilon, varía de 20 a 100 kilómetros, mientras que los anillos de Saturno tienen cientos o decenas de miles de kilómetros de ancho».

La falta de partículas del tamaño del polvo en los anillos principales de Urano se observó por primera vez en 1986 cuando la sonda Voyager 2 pasó cerca del planeta. Sin embargo, la nave espacial no pudo medir la temperatura de los anillos. Hasta la fecha, los astrónomos han contado un total de 13 anillos en Urano, existiendo algunas capas de polvo entremedio.

«Es genial que podamos hacer esto con los instrumentos disponibles», dijo Molter. «Estaba tratando de obtener la mejor imagen posible del planeta cuando vi sus anillos. Fue increíble».

Tanto las observaciones del VLT como las de ALMA fueron diseñadas para explorar la estructura de las temperaturas de la atmósfera de Urano, con el VLT sondeando longitudes de onda más cortas que ALMA.

«Nos sorprendió ver tan claramente los anillos cuando procesamos los datos por primera vez» dijo Fletcher.

Se trata de una desafiante oportunidad para el futuro telescopio espacial, James Webb, que tendrá la capacidad de proporcionar mayores detalles sobre los anillos de Urano, una vez sea lanzado en la próxima década.

Información adicional

Esta investigación fue aceptada para publicación bajo el título «Emisión térmica del sistema de anillos de Urano» por E.M. Molter, et al., en the Astrophysical Journal. (Preimpresión: https://arxiv.org/abs/1905.12566).

Los autores de la investigación son Edward M. Molter [1], Imke de Pater [1], Michael T. Roman [2], and Leigh N. Fletcher [2].


[1] Astronomy Department, University of California, Berkeley; Berkeley CA, 94720, EE.UU.
[2] Department of Physics & Astronomy, University of Leicester, University Road, Leicester, LE1 7RH, Reino Unido.

El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE. UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile. ALMA es financiado por ESO en representación de sus estados miembros, por NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Taiwán (MOST), y por NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur (KASI).

La construcción y las operaciones de ALMA son conducidas por ESO en nombre de sus estados miembros; por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de Norteamérica; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia del Este. El Joint ALMA Observatory (JAO) tiene a su cargo la dirección general y la gestión de la construcción, así como la puesta en marcha y las operaciones de ALMA.

Imágenes
Imagen compuesta de la atmósfera y los anillos de Urano tomada con el radiotelescopio ALMA en diciembre de 2017. La imagen muestra por primera vez la emisión térmica, o temperatura, de los anillos de Urano, permitiendo a los astrónomos determinarla en unos fríos 77º Kelvin (-196,15℃). Bandas oscuras en la atmósfera de Urano delatan la presencia de moléculas que absorben las ondas de radio, en particular gas de Sulfuro de Hidrógeno (H2S); mientras que las zonas más brillantes como el polo norte contienen muy pocas de estas moléculas. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO); E. Molter and I. de Pater.

Fuentes: ALMA

15 de abril de 2019

Guía sencilla para entender la foto del agujero negro

En el núcleo de la galaxia M87 (a la izquierda) se ha captado la primera imagen de un agujero negro (a la derecha). / Primera foto de NASA/CXC/Villanova University/J. Neilsen y segunda de la colaboración EHT


La primera imagen de un agujero negro, captada en la vecina galaxia M87, ha sorprendido al mundo. La fotografía pronto estará en los libros de texto sobre astronomía y sus autores se han esforzado en hacer comprensible su épica hazaña en varias ruedas de prensa internacionales. Estas son las explicaciones que ofreció un panel de científicos desde la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científica en Madrid.


Lo primero, ¿qué es un agujero negro?
Es una concentración de masa tan grande, tan colosal, que produce una ‘rasgadura’ o curvatura en el tejido espacio-tiempo que cubre el universo. Este oscuro objeto está rodeado de una región llamada horizonte de sucesos, un limite a partir del cual la gravedad es tan grande que nada, ni siquiera la luz, puede escapar una vez que se traspasa. Hasta esta semana habíamos visto multitud de ilustraciones, simulaciones y animaciones, como la de la película Interestellar, sobre agujeros negros, pero por fin tenemos una imagen real.

Observar este agujero negro ha sido como tratar de ver desde la Tierra una pelota de tenis en la Luna
Si se traga toda la luz, ¿cómo es posible verlo?Efectivamente, vemos el entorno del agujero negro y no el propio agujero, porque este no se ve. Lo que se observa es su sombra central, rodeada de un anillo luminoso de fotones y gas caliente que fluye alrededor. La zona sur tiene más luz que la del norte por el llamado efecto Doppler relativista, que además ha permitido determinar que el sentido del fluido que cae al agujero rota en el sentido de las agujas del reloj.

¿Qué agujero negro se ha fotografiado?
El del centro de la vecina galaxia Messier 87, localizada en la constelación de Virgo. Este agujero es 6.500 millones de veces más masivo que nuestro Sol y se encuentra a 55 millones de años luz de la Tierra. Es muy grande, dentro cabrían ocho sistemas solares, y los astrónomos calculan el tamaño de su anillo en unos 42 microsegundos de arco (su horizonte de sucesos mide casi 40.000 millones de km). Es como tratar de ver desde nuestro planeta una pelota de tenis en la Luna.


¿Con qué instrumentos se puede visualizar? 
Se ha usado un telescopio virtual del tamaño de la Tierra integrado por varios observatorios
Para observar un objeto tan lejano como este hace falta un telescopio del tamaño de la Tierra, y aunque de forma virtual o equivalente, eso es lo que han construido los científicos: el telescopio horizonte de sucesos (EHT, por sus siglas en inglés). Mediante una técnica llamada interferometria de muy larga base (VLBI, donde en lugar de lentes se usan operaciones matemáticas) han combinado las señales de distintos radiotelescopios distribuidos en varios continentes para crear este telescopio global. Después se envían los datos de cada observatorio a dos supercomputadores y, mediante algoritmos, se reconstruye la mejor imagen posible del agujero negro.

¿Quiénes son los autores de la fotografía?
La colaboración internacional del EHT la integran más de 200 científicos, de los que solo un 11 % son mujeres. En la observación del agujero negro de M87, realizada durante el año 2017, intervinieron ocho radiotelescopios localizados en Chile, EE UU, México, España y el Polo Sur, aunque los dos principales fueron las 50 antenas de ALMA en Chile (equivalentes a un telescopio de 70 metros de diámetro) y el de IRAM de 30 metros en Sierra Nevada (Granada).

Localización de los radiotelescopios de la colaboración EHT. / NRAO

En menos de cinco años podríamos ver el agujero negro de nuestra galaxia
¿Por qué no han fotografiado primero el agujero negro de nuestra galaxia?
Es lo que esperaba mucha gente, pero Sagitario A* –así se llama el agujero negro del centro de la Vía Láctea– es una fuente muy variable: va cambiando continuamente. Más que una fotografía, lo que habría que grabar es una película. Los científicos ya están trabajando en algoritmos que permitan reconstruir la evolución temporal de la imagen, que podríamos tener en menos de cinco años.

¿Qué otros retos quedan por delante?
Se va a mejorar la sensibilidad y resolución del telescopio EHT, que en breve incorporará tres nuevos radiotelescopios a la red. También se estudia colocar algunas antenas en el espacio en colaboración con la agencia espacial rusa. De esta forma se podrá investigar mejor, no solo el agujero negro de M87 y el de la Vía Láctea, también el de otras galaxias como Centaurus A o el blazar 1055+018. El estudio de estos misteriosos objetos no ha hecho más que empezar.



Ilustración del agujero negro en el corazón de la enorme galaxia M87. Se muestra el material sobrecalentado que lo rodea, incluido el chorro relativista de partículas que sale disparado. ¿Cómo se relaciona con el agujero negro? Será una de las cuestiones que investigarán ahora los científicos. / ESO/M. Kornmesser


Información facilitada por los investigadores José Luis Gómez y Antxon Alberdi del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Iván Martí del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Miguel Sánchez del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) y Rebecca Azulay de la Universidad de Valencia (UV) durante la rueda de prensa celebrada el 10 de abril de 2019 en la sede del CSIC, en Madrid.

Fuente: SINC

1 de abril de 2019

¿Estamos a punto de ver la primera foto de un agujero negro de la Historia?

Simulación que muestra el aspecto del agujero negro central de la galaxia M87 - Kazunori Akiyama

El Observatorio Europeo Austral (ESO) ha anunciado la presentación de importantes resultados del Even Horizon Telescope el 10 de abril

Los astrónomos esperaban que 2019 fuera el año en el que la humanidad pudiera ver con sus propios ojos un agujero negro. Y puede que ese momento esté a punto de llegar. El Observatorio Europeo Austral (ESO), la principal organización astronómica intergubernamental en Europa, ha anunciado que presentará el próximo 10 de abril un novedoso resultado conseguido por el Event Horizont Telescope (EHT), el telescopio virtual de tamaño planetario que observa atentamente a Sagitario A*, el agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

ESO se ha limitado a subrayar la importancia de los resultados sin revelar más sobre su contenido, pero que la convocatoria sea a bombo y platillo hace pensar que no se trata de un descubrimiento ordinario. El evento será presentado en Bruselas por Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación, junto con los científicos detrás del trabajo. Al mismo tiempo, otras cinco conferencias tendrá lugar en Santiago de Chile, Shanghái, Tokio, Taipei y Washington. En Madrid, la noticia será dada a conocer por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desde donde se ha valorado su «gran trascendencia científica».

Nueve radiotelescopios repartidos por todo el mundo y funcionando al unísono se combinan para formar el EHT, la máquina que puede darnos el feliz hallazgo. En el caso de que haya podido tomar la histórica fotografía de Sagitario A*, del que hasta ahora solo hemos observado ocho estrellas que orbitan a su alrededor, lo que veremos no será una especie de esfera oscura, como las que aparecen en las ilustraciones científicas o las películas que tienen más de ficción y menos de ciencia. Lo que probablemente se capte será una especie de media luna luminosa. A medida que el agujero negro gira, va arrastrando la luz a su alrededor, lo que provoca que en la foto aparezca una especie de plátano muy brillante en el lado del agujero que gira hacia nosotros, superpuesta a la sombra que marca el horizonte de sucesos, el borde de estas regiones del espacio del que nada puede escapar.

Estas imágenes serán las primeras jamás vistas del horizonte de sucesos y también la primera prueba directa de su existencia. Como dijo en su día Heino Falcke, miembro de la colaboración EHT a la revista «New Scientist», «ver es creer».

Y no solo eso, la imagen de un agujero negro también servirá para poner a prueba la relatividad. Los científicos podrán entender por qué la gravedad, que actúa a escalas muy grandes, no funciona bien en la mecánica cuántica, el mundo de lo pequeño.

Fuentes: ABC

El nacimiento de un sistema binario estelar masivo

Imagen generada por ALMA de la incubadora de estrellas IRAS-07299, con el sistema binario masivo en el centro. La imagen de fondo muestra flujos de gas densos y polvorientos (representados en verde) que parecen fluir hacia el centro. En azul se muestra el movimiento del gas, reflejado en las moléculas de metanol, que se desplaza hacia nosotros, y en rojo se muestra el gas que se aleja. En el recuadro se aprecia un acercamiento del sistema binario masivo en formación, con la protoestrella primaria, más brillante, que se desplaza hacia nosotros, representada en azul, mientras que la protoestrella secundaria, más tenue, se ve en rojo, alejándose de nosotros. Las líneas punteadas en azul y rojo representan las órbitas de ambas estrellas alrededor de su centro de masa (representado por la cruz).

Video realizado con imágenes obtenidas por ALMA donde se aprecian los flujos de gas detectados a partir de las moléculas de metanol, con diferentes velocidades de líneas de visión coloridas, alrededor del sistema protoestelar binario. La imagen gris de fondo muestra la distribución general de las emisiones de polvo de los densos flujos de gas en todas las velocidades.

Un equipo de científicos del RIKEN Cluster for Pioneering Research,de Japón, la Chalmers University of Technology,de Suecia, y la Universidad de Virginia, de Estados Unidos, y sus colaboradores usaron el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para observar una nube molecular en proceso de colapso y la formación de dos protoestrellas masivas que terminarán convirtiéndose un un sistema estelar binario.

Aunque se sabe que la mayoría de las estrellas masivas tienen compañeras que orbitan a su alrededor, hasta ahora se desconocían las causas de este fenómeno. No se sabía, por ejemplo, si estas estrellas nacían juntas a partir de un disco de gas giratorio en el centro de una nube en proceso de colapso o si se juntaban posteriormente en un cúmulo lleno de estrellas.



Entender el proceso de formación de las estrellas binarias ha sido una tarea complicada, pues las protoestrellas de estos sistemas aún están envueltas en una espesa nube de polvo y gas que impide el paso de casi toda la luz. Afortunadamente, se pueden observar estas protoestrellas a través de las ondas de radio, siempre y cuando se obtenga una resolución espacial suficiente.

En esta investigación, publicada en la revista Nature Astronomy, los investigadores dirigidos por Yichen Zhang, del RIKEN Cluster for Pioneering Research, y Jonathan C. Tan, de la Chalmers University y la Universidad de Virginia, usaron ALMA para observar en alta resolución espacial una zona incubadora de estrellas conocida como IRAS07299-1651, ubicada a 1,68 kiloparsecs de distancia, o unos 5.500 años luz.

Las observaciones revelaron que en esta temprana etapa la nube ya contenía dos objetos: una estrella central “primaria” y otra “secundaria”, también de gran masa, en proceso de formación. Es la primera vez que el equipo de investigación pudo usar estas observaciones para deducir el comportamiento del sistema. Las observaciones mostraron que las dos estrellas en formación están separadas por unas 180 unidades astronómicas (UA), es decir, cerca de 180 veces la distancia que separa la Tierra del Sol. En otras palabras, están bastante alejadas. Actualmente orbitan una alrededor de la otra en un período de casi 600 años y tienen una masa total al menos 18 veces superior a la de nuestro Sol.

“Es un hallazgo emocionante porque hacía tiempo que nos preguntábamos si las estrellas formaban sistemas binarios durante el colapso inicial de la nube incubadora o si lo hacían posteriormente”, explica Zhang. “Nuestras observaciones muestran claramente que la división en estrellas binarias sucede al comienzo, cuando aún están en su infancia”.

Otro hallazgo del estudio es que las estrellas binarias provienen del mismo disco, que se alimenta de una nube que está colapsando y propiciando un escenario donde la estrella secundaria se forma a partir de la fragmentación del disco que originalmente rodeaba a la estrella primaria. Esto permite a la protoestrella secundaria (que al principio era más pequeña) “robarle” materia a su hermana hasta que ambas alcanzan una masa similar.

“Este es un hallazgo importante para entender el nacimiento de las estrellas masivas”, agrega Tan. “Son estrellas importantes en todo el Universo, cuando menos porque producen, al final de sus vidas, los elementos pesados que componen nuestra Tierra y están en nuestros cuerpos”, prosigue. “Lo importante ahora es ver otros ejemplos y saber si es una situación única o si es recurrente en el nacimiento de las estrellas masivas”.

Fuentes: ALMA

El auge y ocaso de la formación estelar en la galaxia MACS0416_Y1

Interpretación artística de la distante galaxia MACS0416_Y1. A partir de las observaciones de ALMA y el HST, los investigadores postulan que esta galaxia contiene cúmulos poblados por estrellas maduras y jóvenes. Las nubes de gas y polvo están iluminadas por la luz de las estrellas. Créditos: Observatorio Astronómico Nacional de Japón

Imagen de la distante galaxia MACS0416_Y1 obtenida por ALMA y el telescopio espacial Hubble (HST). La distribución del polvo y del gas de oxígeno detectados por ALMA se muestra en rojo y verde, respectivamente, mientras que la distribución de las estrellas observadas por el HST se muestra en azul. Créditos: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA, Tamura et al.

Un grupo de investigadores detectó una señal de radio proveniente de polvo interestelar presente en grandes cantidades en MACS0416_Y1, una galaxia situada a 13.200 millones de años luz de nosotros, en la constelación de Erídano. Como los modelos actuales no logran explicar la existencia de tamaña cantidad de polvo en una galaxia tan joven, los astrónomos han tenido que replantearse la narrativa de los procesos de formación estelar. En este caso, los investigadores postulan que MACS0416_Y1 experimentó dos intensos brotes de formación estelar unos 300 millones y 600 millones de años después del Big Bang, intercalados por una etapa de quietud.

Las estrellas son los principales protagonistas del Universo, pero son animadas tras las bambalinas por manos invisibles hechas de polvo y gas. En efecto, las nubes de polvo y gas constituyen el escenario de los fenómenos de formación estelar y son los grandes guionistas de la historia cósmica.

“El polvo y los elementos relativamente pesados como el oxígeno son esparcidos en el espacio cuando mueren las estrellas”, explica Yoichi Tamura, profesor asociado de la Universidad de Nagoya y autor principal del artículo que consigna el hallazgo. “Por lo tanto, cuando se detecta polvo en algún punto del tiempo, significa que ya se formó y murió un determinado número de estrellas bastante antes de ese momento”.

Tamura y su equipo observaron la distante galaxia MACS0416_Y1 con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array(ALMA). Debido a la velocidad finita de la luz, las ondas de radio provenientes de esta galaxia que se detectaron ahora tuvieron que viajar durante 13.200 millones de años para llegar hasta nosotros. En otras palabras, estas ondas nos proporcionan una imagen de la galaxia tal como era hace 13.200 millones de años, es decir, solo 600 millones de años después del Big Bang.

Los astrónomos detectaron una señal débil pero característica de las emisiones de radio emanadas de partículas de polvo en MACS0416_Y1 [1]. El telescopio espacial Hubble, el telescopio espacial Spitzer y el Very Large Telescopede la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral han observado la luz de las estrellas que habitan la galaxia, y según su color, se calcula que estas tienen 4 millones de años de edad.

“No es fácil”, comenta Tamura, absorto en sus reflexiones. “Hay demasiado polvo como para que se haya formado en 4 millones de años. Es intrigante, pero tenemos que perseverar. Es posible que haya estrellas más antiguas ocultas en la galaxia, o que ya se hayan extinguido y desaparecido”, señala.

“Se han propuesto varias explicaciones para esta misteriosa abundancia de polvo”, cuenta Ken Mawatari, investigador de la Universidad de Tokio. “Sin embargo, ninguna es concluyente. Hemos elaborado un nuevo modelo que no requiere suposiciones extremas contrarias a nuestros conocimientos sobre la vida de las estrellas en el Universo actual. El modelo explica bastante bien el color de la galaxia y la cantidad de polvo”. En ese modelo, el primer brote de formación estelar empezó hace 300 millones de años y duró 100 millones de años. Después de eso, la actividad mermó y luego se reanudó a los 600 millones de años del Big Bang. Los investigadores creen que ALMA observó esta galaxia al principio del segundo brote de formación estelar.

“El polvo es fundamental para la formación de planetas como la Tierra”, señala Tamura. “Nuestros resultados constituyen un importante paso para entender la historia del Universo primitivo y el origen del polvo”.
Fuente: ALMA