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28 de febrero de 2020

Los planetas se originaron por la unión de motas de polvo porosas

Disco protoplanetario en torno a una estrella joven CSIC
  • El estudio de estas partículas es "esencial" para evaluar la variación de temperatura de la atmósfera terrestre
  • Se ha llegado a esta conclusión tras analizar los cometas, ya que sus componentes apenas han cambiado
Un equipo de científicos del Instituto de Astrofísica de Andalucía de CSIC ha conseguido mostrar por primera vez los rasgos de las primeras 'semillas' que forman los cuerpos sólidos del Sistema Solar a las que han definido como "bolitas de algodón sucias" tras estudiar el núcleo de los cometas. Este descubrimiento podría ser una puerta para conocer la estructura y evolución de los cuerpos donde se encuentran, e incluso, en ciertos entornos, podría revelar la formación de los cuerpos rocosos, como nuestro planeta.

La coordinadora del estudio del Instituto de Astrofísica de Andalucía, Olga Muñoz, ha apuntado que las partículas de polvo se hallan presentes en escenarios tan diversos como el medio interestelar, las atmósferas planetarias, las colas de los cometas o los discos en torno a las estrellas jóvenes". Por tanto, el conocimiento de estas partículas es "esencial" para evaluar sus efectos, como el aumento o descenso de la temperatura en el caso de la atmósfera terrestre. 

Las partículas de polvo se hallan presentes en escenarios muy diversos
La clave está en los cometas

Todos los cuerpos sólidos del universo, como planetas, cometas o asteroides, se han formado de pequeño a grande debido a que minúsculas partículas se van uniendo unas a otras, dando lugar a cuerpos cada vez mayores.

Los cometas son los cuerpos que han sufrido menos cambios del Sistema Solar. Sus núcleos se describen como bolas de polvo heladas y,
desde su formación en los orígenes del Sistema Solar, han permanecido alejados de la radiación del Sol y a muy bajas temperaturas, de modo que el material que los compone apenas ha cambiado. Este hecho los ha convertido en la pieza clave para poder comprender la evolución del universo. El estudio, que ha sido publicado en la revista 'The Astrophysical Journal Supplement Series', ha mostrado que sus semillas eran partículas muy porosas y del tamaño de milímetros, un escenario distinto al contemplado hasta ahora.


Problemas en el estudio
El carácter primitivo de los cometas se había confirmado gracias a la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA), que acompañó al cometa 67P en su órbita alrededor del Sol y pudo estudiarlo in situ. Fernando Moreno, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía y autor del trabajo ha señalado que los datos de 67P incidieron en un problema ya conocido sobre los rasgos de las partículas de polvo en el universo. Teníamos, por un lado, los datos de las observaciones de 67P desde tierra que apuntaban a que se trata de partículas del tamaño de la micra (una milésima de milímetro), y que coinciden con los de la misión Giotto sobre el cometa Halley"

Moreno ha explicado que contaban con los datos de los instrumentos que habían analizado el polvo de 67P in situ durante la misión Roseta para su estudio. Los resultados que obtuvieron indicaban que las partículas dominantes medían, aproximadamente, "desde una décima de milímetro hasta varios milímetros, una conclusión que coincide a su vez con los datos del polvo observado en los discos de formación de planetas en torno a estrellas jóvenes".

Pequeñas “bolas de algodón”
Para resolver el equipo de Muñoz y sus colaboradores utilizaron el Laboratorio de Polvo Cósmico (CODULAB) del Instituto de Astrofísica de Andalucía, que trabaja con análogos de polvo cósmico y cuyos resultados anteriores ya habían demostrado que la práctica, muy habitual, de asumir que los granos de polvo son esféricos puede dar lugar a grandes errores en la interpretación de las observaciones.

Hasta la fecha, los estudios experimentales sobre polvo cósmico habían trabajado con partículas diminutas - de menos de una micra hasta unas cien micras - y, para contrastar medidas, el CODULAB se modificó en 2017 para estudiar partículas de hasta varios milímetros. El equipo probó con motas de polvo de distintos tamaños y características y encontró las idóneas, aquellas que conseguían reproducir tanto la señal de las observaciones desde tierra del cometa 67P como las de los instrumentos a bordo de Rosetta: partículas grandes, porosas, con forma achatada y con inclusiones de pocas micras.

“Los resultados han sido espectaculares, porque solucionan el problema y aportan una panorámica nueva. Si ya en su momento abandonamos la idea de que los granos de polvo eran esféricos, ahora tenemos un nuevo modelo que apunta a que las semillas de los cuerpos rocosos pueden medir varios milímetros y presentan estructuras porosas unidas por pequeñas partículas orgánicas: algo parecido a pequeñas bolitas de algodón sucias”, concluye Muñoz.

Fuentes: RTVE.es

19 de enero de 2020

Los astrónomos revelan el hilo interestelar de uno de los componentes básicos de la vida


ALMA y Rosetta trazan el viaje del fósforo
El fósforo, presente en nuestro ADN y en las membranas celulares, es un elemento esencial para la vida tal como la conocemos. Pero cómo llegó a la Tierra primitiva es un misterio. Los astrónomos ahora han trazado el viaje del fósforo desde las regiones formadoras de estrellas hasta los cometas utilizando los poderes combinados de ALMA y la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea. Su investigación muestra, por primera vez, dónde se forman las moléculas que contienen fósforo, cómo se transporta este elemento en los cometas y cómo una molécula particular puede haber jugado un papel crucial en el comienzo de la vida en nuestro planeta.


"La vida apareció en la Tierra hace unos 4 mil millones de años, pero aún no conocemos los procesos que la hicieron posible " , dice Víctor Rivilla, autor principal de un nuevo estudio publicado hoy en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society . Los nuevos resultados del Atacama Large Millimeter / Submillimeter Array (ALMA), en el que el European Southern Observatory (ESO) es socio, y del instrumento ROSINA a bordo de Rosetta , muestran que el monóxido de fósforo es una pieza clave en el origen de -vida rompecabezas.

Con el poder de ALMA, que permitió una mirada detallada a la región de formación estelar AFGL 5142, los astrónomos pudieron determinar dónde se forman las moléculas que contienen fósforo, como el monóxido de fósforo. Nuevas estrellas y sistemas planetarios surgen en regiones similares a nubes de gas y polvo entre estrellas, haciendo de estas nubes interestelares los lugares ideales para comenzar la búsqueda de los bloques de construcción de la vida.


Esta imagen de ALMA muestra una vista detallada de la región de formación estelar AFGL 5142. Una estrella brillante y masiva en su infancia es visible en el centro de la imagen. Los flujos de gas de esta estrella han abierto una cavidad en la región, y es en las paredes de esta cavidad (que se muestra en color), donde se forman las moléculas que contienen fósforo como el monóxido de fósforo. Los diferentes colores representan material que se mueve a diferentes velocidades.

Crédito:


ALMA (ESO / NAOJ / NRAO), Rivilla et al.




Vista de Rosetta del cometa 67P / Churyumov – Gerasimenko


Mosaico del cometa 67P / Churyumov – Gerasimenko, creado usando imágenes tomadas el 10 de septiembre de 2014 cuando la nave espacial Rosetta de la ESA estaba a 27.8 km del cometa.

Crédito:


ESA / Rosetta / NAVCAM,
CC BY-SA 3.0 IGO






Las observaciones de ALMA mostraron que las moléculas que contienen fósforo se crean a medida que se forman estrellas masivas. Los flujos de gas de estrellas masivas jóvenes abren cavidades en las nubes interestelares. Las moléculas que contienen fósforo se forman en las paredes de la cavidad, a través de la acción combinada de los choques y la radiación de la estrella infantil. Los astrónomos también han demostrado que el monóxido de fósforo es la molécula que contiene fósforo más abundante en las paredes de la cavidad.

Después de buscar esta molécula en regiones de formación estelar con ALMA, el equipo europeo pasó a un objeto del Sistema Solar: el ahora famoso cometa 67P / Churyumov – Gerasimenko . La idea era seguir el rastro de estos compuestos que contienen fósforo. Si las paredes de la cavidad colapsan para formar una estrella, particularmente una menos masiva como el Sol, el monóxido de fósforo puede congelarse y quedar atrapado en los granos de polvo helado que quedan alrededor de la nueva estrella. Incluso antes de que la estrella esté completamente formada, esos granos de polvo se unen para formar guijarros, rocas y, en última instancia, cometas, que se convierten en transportadores de monóxido de fósforo.

ROSINA, que significa espectrómetro de órbita Rosetta para análisis de iones y neutros, recopiló datos de 67P durante dos años mientras Rosetta orbitaba el cometa. Los astrónomos habían encontrado indicios de fósforo en los datos de ROSINA antes, pero no sabían qué molécula lo había llevado allí. Kathrin Altwegg, investigadora principal de Rosina y autora del nuevo estudio, obtuvo una pista sobre lo que podría ser esta molécula después de que un astrónomo se acercó en una conferencia estudiando regiones de formación estelar con ALMA: " Ella dijo que el monóxido de fósforo sería un candidato muy probable, así que volví a nuestros datos y ¡allí estaba! "



Ubicación de AFGL 5142 en la constelación de Auriga


Este gráfico muestra la ubicación de la región de formación estelar AFGL 5142, observada recientemente con ALMA, en la constelación de Auriga. El mapa muestra la mayoría de las estrellas visibles a simple vista en buenas condiciones, y el propio AFGL 5142 se resalta con un círculo rojo en la imagen.

Crédito:


ESO, IAU y Sky & Telescope





Vista de campo amplio de la región del cielo donde se encuentra AFGL 5142


Esta vista de campo amplio muestra la región del cielo, en la constelación de Auriga, donde se encuentra la región de formación estelar AFGL 5142. Esta vista se creó a partir de imágenes que forman parte de Digitized Sky Survey 2.

Crédito:


ESO / Digital Sky Survey 2. Reconocimiento: Davide De Martin


Este primer avistamiento de monóxido de fósforo en un cometa ayuda a los astrónomos a establecer una conexión entre las regiones formadoras de estrellas, donde se crea la molécula, hasta la Tierra.

" La combinación de los datos de ALMA y ROSINA ha revelado una especie de hilo químico durante todo el proceso de formación de estrellas, en el que el monóxido de fósforo desempeña el papel dominante " , dice Rivilla, investigador del Observatorio Astrofísico Arcetri de INAF, Italia. Instituto Nacional de Astrofísica.

" El fósforo es esencial para la vida tal como la conocemos " , agrega Altwegg. " Como los cometas probablemente entregaron grandes cantidades de compuestos orgánicos a la Tierra, el monóxido de fósforo encontrado en el cometa 67P puede fortalecer el vínculo entre los cometas y la vida en la Tierra ".

Este intrigante viaje podría documentarse debido a los esfuerzos de colaboración entre los astrónomos. " La detección del monóxido de fósforo fue claramente gracias a un intercambio interdisciplinario entre los telescopios en la Tierra y los instrumentos en el espacio ", dice Altwegg.



Este video comienza mostrando una vista de campo amplio de una región del cielo en la constelación de Auriga. Luego se acerca para mostrar la región de formación estelar AFGL 5142, observada recientemente con ALMA.

Crédito: ALMA (ESO / NAOJ / NRAO), Rivilla et al .; Mario Weigand, www.SkyTrip.de ; ESO / Digitized Sky Survey 2; Nick Risinger ( skysurvey.org ). Música: Electrónica Astral

Leonardo Testi, astrónomo de ESO y gerente de operaciones europeas de ALMA, concluye: “ Comprender nuestros orígenes cósmicos, incluido cuán comunes son las condiciones químicas favorables para el surgimiento de la vida, es un tema importante de la astrofísica moderna. Mientras ESO y ALMA se enfocan en las observaciones de moléculas en sistemas planetarios jóvenes distantes, la exploración directa del inventario químico dentro de nuestro Sistema Solar es posible gracias a misiones de la ESA, como Rosetta. La sinergia entre las instalaciones terrestres y espaciales líderes en el mundo, a través de la colaboración entre ESO y ESA, es un activo poderoso para los investigadores europeos y permite descubrimientos transformadores como el que se informa en este documento. "

Fuentes: ESO

28 de octubre de 2017

Rosetta Encuentra una Columna de Polvo Procedente del Interior del Cometa



El año pasado se detectó una fuente de polvo en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. ¿A qué podía deberse? Los científicos ahora sugieren que la energía de la emisión procedía del interior del cometa, quizá debido a la liberación de antiguas fumarolas de gas o bolsas de hielo oculto.

La columna de polvo fue detectada por la sonda Rosetta de la ESA el 3 de julio de 2016, pocos meses antes del final de la misión, mientras el cometa se alejaba del Sol, a una distancia de casi 500 millones de kilómetros.

“Vimos una brillante columna de polvo que salía de la superficie como un surtidor”, explica Jessica Agarwal, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Gotinga (Alemania), y principal autora del nuevo artículo.

“Duró aproximadamente una hora y produjo unos 18 kg de polvo por segundo”.

Además de un considerable aumento en el número de partículas de polvo que salían del cometa, Rosetta también detectó gránulos de hielo de agua.

Las imágenes mostraron la ubicación de la emisión: una pared de 10 m de alto alrededor de una fosa circular en la superficie.

Columna de polvo en el cometa 67P. Image Credit: ESA/Rosetta

En el cometa se han detectado otras columnas, derrumbes de acantilados y fenómenos similares, pero detectar este fenómeno en concreto fue toda una suerte: además de fotografiar la ubicación con todo detalle, Rosetta obtuvo muestras del propio material eyectado.

“Esta columna fue realmente especial. Disponemos de datos de calidad de cinco instrumentos distintos sobre los cambios experimentados por la superficie y sobre los materiales eyectados, ya que dio la casualidad de que Rosetta estaba orientada al lado adecuado de la superficie y atravesando la columna cuando se produjo el fenómeno”, añade Jessica.

Rosetta nunca antes había ofrecido una cobertura tan completa y detallada de un evento como este”.

Al principio, los científicos pensaron que la columna podría deberse a hielo superficial que se evaporaba al Sol. No obstante, las mediciones de Rosetta mostraron que se tenía que estar produciendo algo más energético para expulsar tal cantidad de polvo al espacio.

“Debe de haberse liberado energía bajo la superficie para provocar la columna —apunta Jessica—. Es evidente que hay ciertos procesos en los cometas que aún no entendemos bien”.

No está claro cómo se liberó esa energía. Quizá se trató de burbujas de gas a presión que subieron a través de cavidades subterráneas y se liberaron de forma explosiva a través de antiguas fumarolas, o bien de una reacción violenta del hielo al quedar expuesto a la luz solar.

Como reconoce Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA: “Uno de los principales objetivos de Rosetta era comprender cómo funciona un cometa. Por ejemplo, ¿cómo se forma su envoltura gaseosa y cómo cambia con el tiempo?”

“Por eso resultan interesantes las emisiones, pero no teníamos capacidad para predecir cuándo o dónde se producirían: había que tener la suerte de capturarlas”.

“Contar con total cobertura desde varios instrumentos de una emisión como esta y de sus efectos en la superficie es realmente valioso para saber cómo se originan estos fenómenos”.

“Los científicos de Rosetta ahora están combinando las mediciones desde el cometa con simulaciones por ordenador y trabajo de laboratorio para averiguar qué produce estas columnas en los cometas”.

Situación de la columna de polvo en el cometa 67P. Image Credit: ESA/Rosetta


8 de octubre de 2016

Rosetta se estrella en el cometa 67P y culmina su exitosa misión

Rosetta y Philae “descansan” sobre la superficie del cometa. Crédito: ESA.

La misión Rosetta de la ESA ha finalizado según lo previsto, con el impacto controlado sobre el cometa que lleva estudiando más de dos años.

La confirmación del final de la misión llegó al centro de control de la ESA en Darmstadt, Alemania, a las 11:19 GMT del 30 de septiembre con la pérdida de la señal de Rosetta tras el impacto.

Rosetta llevó a cabo su maniobra final la noche anterior a las 20:50 GMT, iniciando su trayecto para colisionar sobre el cometa desde una altitud de 19 km. El destino de Rosetta era un punto en el lóbulo inferior de 67P/Churyumov-Gerasimenko, cerca de una zona de fosas activas en la región de Ma’at.

El descenso brindó a Rosetta la oportunidad de estudiar el entorno de gas, polvo y plasma más cercano a la superficie del cometa, así como de capturar imágenes de muy alta resolución.

La información recogida durante el descenso a esta fascinante región se transmitió a la Tierra antes del impacto, dado que la comunicación con la nave ya no era posible.

“Rosetta ha vuelto a entrar en los libros de historia. Hoy celebramos el éxito de una misión revolucionaria, que ha logrado superar todos nuestros sueños y expectativas, y que continúa el legado de la ESA como pionera en el estudio de los cometas”, afirma Johann-Dietrich Wörner, director general de la ESA.

Álvaro Giménez, director de ciencia de la ESA, añade: “Gracias a este enorme esfuerzo internacional a lo largo de décadas, hemos logrado nuestro objetivo de llevar un laboratorio científico de primer orden a un cometa para estudiar su evolución en el tiempo, algo que ninguna otra misión de este tipo ha intentado siquiera”.

“Rosetta estaba en nuestros planes antes incluso que Giotto, la primera misión de la ESA en el espacio profundo que permitió tomar la primera imagen del núcleo de un cometa cuando pasó junto a Halley en 1986”, indica Giménez. “Esta misión se ha prolongado durante carreras profesionales enteras y los datos recopilados mantendrán ocupados a generaciones de científicos durante las próximas décadas”.


Última imagen obtenida por Rosetta. Inicialmente se informó que se encontraba a 50 metros al momento de obtener la imagen, pero el análisis posterior indica que la sonda estaba a unos 20 metros del cometa. Crédito: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.




Marc McCaughrean, asesor científico senior de la ESA, admite: “Más allá del triunfo científico y técnico, el fantástico viaje de Rosetta y su módulo de aterrizaje, Philae, ha conquistado el imaginario mundial, atrayendo a un nuevo público ajeno a la comunidad científica. Ha sido emocionante contar con todo el mundo en esta aventura”.

Desde su lanzamiento en 2004, Rosetta se encuentra en su sexta órbita alrededor del Sol. En su viaje de casi 8.000 kilómetros, la sonda ha sobrevolado tres veces la Tierra y una vez Marte, y se ha encontrado con dos asteroides. La nave resistió 31 meses de hibernación en el espacio profundo durante el tramo más distante, antes de despertar en enero de 2014 y, finalmente, llegar al cometa en agosto de ese mismo año.

Tras convertirse en la primera nave espacial en orbitar un cometa y en la primera enenviar un módulo de aterrizaje, Philae, en noviembre de 2014, Rosetta ha seguido monitorizando la evolución del cometa durante su máximo acercamiento al Sol y más allá.

La decisión de finalizar la misión sobre la superficie de 67P/Churyumov-Gerasimenko se debe a que Rosetta y el cometa van a volver a abandonar la órbita de Júpiter. A una distancia del Sol muy superior a la alcanzada hasta ahora, la sonda no recibiría energía suficiente como para funcionar.

Además, los operadores de la misión se enfrentaban a un periodo inminente de meses en los que el Sol quedaría cerca de la línea de visión entre Rosetta y la Tierra, lo que habría dificultado cada vez más las comunicaciones con la sonda.

Patrick Martin, responsable de la misión, lo explica así: “Al decidir que Rosetta impactara en la superficie del cometa, incrementábamos enormemente los datos científicos recopilados en la misión mediante una última operación única”.

“Es un final agridulce, pero había que reconocer que la mecánica del Sistema Solar estaba en nuestra contra: el destino de Rosetta estaba sellado desde hacía mucho tiempo. Pero sus espectaculares logros permanecerán para la posteridad y serán utilizados por la próxima generación de jóvenes científicos e ingenieros de todo el mundo”, dice Martin.

Aunque ya terminó el aspecto operativo de la misión, el análisis científico continuará durante años y años.

“Igual que la Piedra Rosetta, de la que toma el nombre esta misión, fue clave para comprender las lenguas antiguas y la historia, el vasto tesoro que constituyen los datos proporcionados por la sonda Rosetta va a cambiar nuestra idea de cómo se formaron los cometas y el propio Sistema Solar”, prevé Matt Taylor, científico del proyecto.

“Como es inevitable, ahora tenemos nuevos misterios que resolver. El cometa aún no ha desvelado todos sus secretos y estoy seguro de que nos esperan numerosas sorpresas en este increíble archivo. Así que mejor no despistarse, porque esto es solo el principio”.




Secuencia de imágenes recogidas por Rosetta durante el descenso a la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko el 30 de Septiembre. Image Credit: ESA/Rosetta

Fuentes: cosmonoticias

13 de septiembre de 2016

La sonda Rosetta localiza el módulo Philae en una grieta del cometa casi dos años después

La sonda ha localizado el módulo Philae en una grieta del cometa - AGENCIA ESPACIAL EUROPEA
  • Una cámara de Rosetta consigue localizar el robot sobre el cometa 67P
  • Cuando aterrizó en noviembre de 2014 no consiguió anclarse y rebotó
  • En verano de 2015 volvió a comunicarse pero se desconocía su ubicación
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha informado este lunes de que el pasado 2 de septiembre una cámara de la sonda Rosetta localizó a su módulo Philae -el pequeño robot que se posó sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko para su estudio- en una grieta oscura de este cuerpo celeste. Rosetta perdió el rastro de Philae poco después de su aterrizaje en noviembre de 2014.

Las fotografías demuestran, según un comunicado de la ESA, por qué era tan difícil establecer comunicación con él en todo este tiempo.

Philae fue visto por última vez después de que tocara tierra en el cometa en un punto bautizado con el nombre de Agilkia, desde rebotó y acabó deteniéndose finalmente en una zona conocida como Abydos, a un kilómetro de ese primer lugar elegido para el aterrizaje.

Al cabo de tres días, su batería principal se quedó sin energía por falta de contacto con el Sol y el módulo entró en hibernación, estado que abandonó temporalmente para comunicarse brevemente con Rosetta en junio y julio de 2015. Pero su localización exacta, según la ESA, no se conocía hasta ahora.

Los datos disponibles acotaron su búsqueda a un margen de varias decenas de metros, pero el número de objetos identificados como potenciales candidatos, en imágenes de relativamente baja resolución y tomadas desde distancias mayores, no pudieron ser analizadas en detalle hasta hace poco.

La foto tomada por la cámara OSIRIS de Rosetta el pasado 2 de septiembre tiene una resolución de cerca de 5 centímetros por píxel, suficiente para mostrar los rasgos característicos del cuerpo del Philae.

"Empezábamos a pensar que Philae permanecería perdido para siempre"


El coordinador de los esfuerzos de búsqueda, Laurence O'Rourke, ha dicho este lunes estar entusiasmado por haber podido dar con esa imagen de Philae en Abydos.

"Empezábamos a pensar que Philae permanecería perdido para siempre. Es increíble haber capturado esto en su hora final", ha indicado el jefe de la misión, Patrick Martin.

El descubrimiento llega a menos de un mes del cese de la misión Rosetta el próximo 30 de septiembre, fecha en la que la completará con un descenso controlado sobre la superficie de ese cometa.

Este final, según indicó la ESA el pasado junio, se debe a que a medida que se acerca a la órbita de Júpiter, la energía solar que alimenta la sonda y sus instrumentos es cada vez menor, al igual que el ancho de banda utilizado para la transmisión de datos científicos.

En vez de arriesgarse a una hibernación mucho más prolongada, de la que sería poco probable que saliese, el equipo científico decidió que ha llegado el momento de que siga al módulo Philae en su camino hacia el cometa.

La misión Rosetta, la primera diseñada para orbitar y aterrizar sobre un cometa, se inició hace más de una década para estudiar por primera vez sobre el terreno esos astros considerados como cápsulas del tiempo de los orígenes del sistema solar.

Fuentes: Rtve.es

7 de agosto de 2016

Como nacen los cometas

El cometa de Rosetta

Un análisis detallado de los datos recopilados por Rosetta muestra que los cometas son restos antiguos procedentes de la formación primigenia del Sistema Solar y no fragmentos más recientes, resultantes de colisiones entre otros cuerpos de mayor tamaño.

Comprender cómo y cuándo se formaron objetos como el cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko resulta fundamental para determinar con exactitud hasta qué punto pueden emplearse para interpretar la formación y evolución temprana de nuestro Sistema Solar.

La revista Astronomy & Astrophysics acaba de publicar un nuevo estudio al respecto dirigido por Björn Davidsson, del Laboratorio de Propulsión por Reacción del Instituto de Tecnología de Pasadena (Estados Unidos).

Si los cometas realmente son tan primitivos, podrían contribuir a desvelar las propiedades de la nebulosa solar a partir de la cual se condensaron el Sol, los planetas y otros cuerpos menores hace 4.600 millones de años, así como los procesos que transformaron nuestro sistema planetario hasta convertirse en lo que conocemos hoy en día.

La hipótesis alternativa establece que se trata de fragmentos más recientes, resultantes de la colisión entre cuerpos anteriores, como objetos transneptunianos (TNO), por ejemplo. Así, ofrecerían información del interior de estos cuerpos de mayor tamaño, las colisiones que los fragmentaron y el proceso de formación de nuevos cuerpos a partir de los restos de otros más antiguos.

“En cualquier caso, los cometas son testigos de importantes

acontecimientos evolutivos en el Sistema Solar; por eso hemos realizado con Rosetta estas mediciones y las de otros cometas, para averiguar qué escenario es más probable”, aclara Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA.

Los dos años junto a 67P/Churyumov–Gerasimenko han permitido a Rosetta mostrarnos un cuerpo bilobulado, muy poroso y de baja densidad con numerosas capas, lo que sugiere que ambos lóbulos fueron acumulando materia antes de fusionarse.

El perfil de un cometa primigenio

La porosidad excepcionalmente alta del interior del núcleo nos da la primera pista de que no pudo formarse mediante colisiones violentas, ya que estas habrían compactado un material tan frágil. Las estructuras y formaciones de distinto tamaño que han captado las cámaras de Rosetta ofrecen más datos de cómo podría haberse desarrollado su evolución.

Un trabajo anterior mostraba que la cabeza y el cuerpo del cometa en principio estaban separados, pero que la colisión que provocó su unión fue de una velocidad tan baja que no llegó a destruirlos. El hecho de que ambos lóbulos presenten capas similares también indica que han debido de experimentar evoluciones similares y que la tasa de supervivencia a colisiones catastróficas debió de ser alta durante un largo periodo de tiempo.

Es posible que también se produjeran otras uniones a menor escala. Por ejemplo, en la región de Bastet, en el lóbulo inferior del cometa, existen tres ‘casquetes’ esféricos, y se cree que se trata de restos de cometesimales conservados en parte.

Fuentes: ESA

8 de febrero de 2016

El interior del cometa de Rosetta

El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko

La misión Rosetta de la ESA ha logrado demostrar que el núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko no es cavernoso, resolviendo así un antiguo misterio.

Los cometas son ‘escombros’ congelados, los restos del proceso que formó los planetas hace 4.600 millones de años. Distintas misiones espaciales han visitado un total de ocho cometas, haciendo posible determinar las propiedades básicas de estas cápsulas del tiempo. No obstante, aunque ya se han resuelto muchas incógnitas, se han planteado otras nuevas.

Se sabe que los cometas están compuestos de una mezcla de polvo y hielo, lo que implica que si fuesen completamente compactos, serían más densos que el agua congelada. Sin embargo, los resultados de anteriores misiones demostraron que muchos de ellos tienen una densidad extremadamente baja, lo que sugiere que son cuerpos con una gran porosidad.

La cuestión es: ¿esta porosidad se debe a la presencia de grandes cavidades en su núcleo, o es más bien una estructura homogénea de baja densidad?

En un nuevo estudio, publicado esta semana en la revista Nature, un equipo de investigadores dirigido por Martin Pätzold, del Instituto Renano para la Investigación Ambiental de la Universidad de Colonia, Alemania, ha demostrado que el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko también se trata de un objeto de baja densidad, pero se ha podido descartar que tenga un núcleo cavernoso.

Este hallazgo es coherente con los resultados obtenidos a través del experimento radar CONSERT de Rosetta, que logró demostrar que la ‘cabeza’ del cometa bilobulado es bastante homogénea a escalas de unas pocas decenas de metros.

La explicación más razonable es que la porosidad del cometa se deba a una propiedad intrínseca de las partículas de polvo que están mezcladas con el hielo que compone su núcleo. De hecho, estudios anteriores habían demostrado que las partículas de polvo de un cometa típico no eran sólidas, sino más bien unos conglomerados ‘esponjosos’ de alta porosidad y baja densidad. Los instrumentos COSIMA y GIADA de Rosetta han demostrado que el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko también presenta este mismo tipo de granos de polvo.


La estación de Nueva Norcia

El equipo de Pätzold llegó a esta conclusión tras analizar los resultados del experimento RSI, que mide las alteraciones en la órbita de Rosetta provocadas por el campo gravitatorio del cometa, que a su vez depende de la distribución de masa del mismo.

Las perturbaciones orbitales que sufre Rosetta se pueden determinar a partir de los cambios en la frecuencia de las señales que el satélite envía a Tierra, un fenómeno conocido como efecto Doppler. Este efecto se produce cuando existe un movimiento relativo entre el emisor y el receptor de una onda, y es el que provoca que las sirenas de las ambulancias cambien de tono cuando pasan a nuestro lado.

En el caso de Rosetta, la mayor o menor atracción gravitatoria del cometa provoca un ligero desplazamiento que se traduce en cambios en la frecuencia de su enlace de radio. Durante sus operaciones rutinarias, Rosetta se comunica con tierra a través de la antena de 35 metros de diámetro de la estación de seguimiento de la ESA en Nueva Norcia, Australia. Las señales recibidas por esta antena fueron analizadas para reconstruir el campo gravitatorio del cometa. Si tuviese cavidades de gran tamaño, se habrían manifestado como una menor atracción gravitatoria de carácter localizado.

La misión Rosetta de la ESA es la primera en realizar este complejo tipo de medidas en el entorno de un cometa.

“La ley de la gravedad de Newton nos dice que Rosetta es atraído por todo cuerpo”, explica Martin Pätzold, investigador principal del experimento RSI.

“En términos prácticos, esto significa que tenemos que eliminar la influencia del Sol, de todos los planetas – desde los gigantes a los enanos – y de los objetos más grandes del cinturón principal de asteroides, para poder estudiar los efectos debidos únicamente a la atracción del cometa. Afortunadamente conocemos bien estas influencias, y hoy en día es una práctica habitual de las operaciones espaciales”.

A continuación, se tienen que aislar los efectos de la presión de la radiación solar y de los gases que forman la cola del cometa, ya que estos dos fenómenos también apartan al satélite de su trayectoria nominal. En este caso, el instrumento ROSINA de Rosetta resultó ser de gran utilidad, ya que mide el flujo de gases en el entorno del satélite, permitiendo al equipo de Pätzold eliminar las perturbaciones que provoca.

Llegados a este punto, cualquier movimiento residual se debe únicamente a la masa del cometa. En el caso del 67P/Churyumov-Gerasimenko, los resultados indican que presenta una masa de algo menos de 10.000 toneladas. Las imágenes tomadas por la cámara OSIRIS de Rosetta permitieron desarrollar un modelo tridimensional del cometa, a partir del que se derivó que tiene un volumen de 18.7 km3. Estas dos figuras indican que su densidad es de apenas 533 kg/m3.

El estudio de su estructura interna sólo fue posible gracias a un golpe cósmico de suerte.

Como no se conocía de antemano la intensidad de la actividad del cometa, para garantizar la seguridad del satélite se diseñó una trayectoria de aproximación cautelar que mantendría a Rosetta a una distancia mínima de 10 kilómetros de su núcleo.

Desafortunadamente, antes del año 2014 el equipo de RSI había indicado que necesitarían acercarse a menos de 10 kilómetros del cometa para poder estudiar su estructura interna. Estos cálculos estaban basados en las observaciones realizadas desde tierra, que parecían indicar que el cometa tendría forma esférica. A más de 10 kilómetros sólo se podría determinar su masa total.

Sin embargo, cuando Rosetta empezó a acercarse al cometa, su extraña forma se hizo evidente. Afortunadamente para el equipo de RSI, su estructura bilobulada provoca que las variaciones de su campo gravitatorio sean mucho más pronunciadas, y por lo tanto más fáciles de medir a distancia.

“Empezamos a detectar variaciones en el campo gravitatorio a una distancia de 30 kilómetros”, añade Pätzold.


Cuando Rosetta alcanzó su órbita a 10 kilómetros, RSI fue capaz de realizar medidas de alta precisión. Esto ha permitido que el equipo de científicos confíe en la veracidad de su hallazgo. Pero quizás tengan una oportunidad aún mejor para completar su estudio.

El próximo mes de septiembre Rosetta comenzará a descender para terminar su misión impactando de forma controlada contra la superficie del cometa. Esta maniobra es un auténtico reto para los especialistas en dinámica del vuelo del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt, Alemania, ya que cuanto más se aproxime el satélite al cometa, su compleja forma hará más difícil la navegación. No obstante, las medidas de RSI ganarán precisión, lo que podría ofrecer la oportunidad de buscar cavernas de unos pocos cientos de metros de diámetro.


Fuentes: ESA

7 de noviembre de 2015

Se encuentra por primera vez oxigeno molecular en un cometa

Rosetta’s detection of molecular oxygen

La nave Rosetta de la ESA ha detectado in situ por primera vez moléculas de oxígeno liberándose en forma de gas desde un cometa, una observación sorprendente que sugiere que éstas se incorporaron al cometa durante su formación.

Rosetta lleva más de un año estudiando el cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko y ha detectado que un abundante número de gases diferentes emanan de su núcleo. Vapor de agua, monóxido de carbono y dióxido de carbono son los más abundantes, aunque también se registra una amplia selección de otras especies que contienen nitrógeno, sulfuro y carbono, —e incluso “gases nobles”—.

El oxígeno es el tercer elemento más abundante del universo, pero la versión molecular más simple del gas, el O2, ha demostrado ser sorprendentemente difícil de localizar, incluso en las nebulosas en las que tienen lugar procesos de formación estelar, ya que es extremadamente reactivo y se fragmenta fácilmente para unirse a otros átomos y moléculas.

Los átomos de oxígeno pueden combinarse, por ejemplo, con átomos de hidrógeno en partículas de polvo frías para formar agua; o un oxígeno libre procedente de una ruptura de O2 por radiación ultravioleta puede recombinarse con una molécula de O2 para formar ozono (O3).

A pesar de que fue detectado en las lunas congeladas de Júpiter y Saturno, el O2 ha sido el elemento ausente del inventario de especies volátiles asociadas a los cometas hasta el momento.


“La verdad es que no esperábamos detectar O2 en el cometa —ni en una cantidad tan abundante—, porque es muy reactivo químicamente, así que ha sido toda una sorpresa”, afirma Kathrin Altwegg de la Universidad de Berna, investigadora principal del Espectrómetro del Orbitador Rosetta para el Análisis de Iones y Partículas Neutras (ROSINA).

“También resulta inesperado debido a que no existen muchos casos en los que se haya detectado O2 interestelar. Por ello, aunque debió incorporarse al cometa durante su formación, no puede hallarse una explicación sencilla a partir de los modelos actuales de formación del Sistema Solar.”

El equipo analizó más de 3000 muestras recogidas alrededor del cometa entre septiembre de 2014 y marzo de 2015 para identificar el O2. En ellas se mostraba una existencia de 1–10% relativo al H2O, con un valor medio de 3,80 ± 0,85%, un orden de magnitud más elevado de lo establecido en los modelos que describen la química de las nubes moleculares.

La cantidad de oxígeno molecular detectado presentó un estrecho vínculo con la cantidad de agua medida en cualquier momento dado, lo que sugiere que su origen en el núcleo y su mecanismo de liberación guardan relación. En cambio, la cantidad de O2 detectada estaba poco relacionada con el monóxido de carbono y el nitrógeno molecular, a pesar de que su volatilidad es similar a la del O2. Asimismo, tampoco se detectó ozono. 


Fuentes : ESA

2 de noviembre de 2015

La sonda Rosetta detecta gran cantidad de oxígeno en el cometa 67P, su descubrimiento "más sorprendente" hasta ahora

E
  • Lo descubrió hace más de un año, pero no se ha divulgado hasta confirmarlo
  • Es el cuarto gas más abundante, contradiciendo lo que se sabía sobre los cometas
  • El hallazgo puede afectar al modo de buscar vida en otros sistemas solares
La sonda Rosetta ha detectado una gran cantidad de oxígeno alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, un hallazgo que pone en jaque los modelos de formación del sistema solar y puede afectar al modo cómo se busca la vida en otros planetas, según publica la revista Nature.

La sonda europea detectó el gas por primera vez en septiembre de 2014, poco después de ponerse en la órbita del cometa, pero se ha tardado más de un año en divulgar el descubrimiento ante el celo de los científicos por descartar errores en los instrumentos y ofrecer una interpretación sólida del descubrimiento.

"Este es el hallazgo más sorprendente que hemos hecho hasta ahora en 67P. Cuando vimos las mediciones, al principio todos entramos en una fase de negación, porque definitivamente no esperábamos encontrar esto en un cometa", afirmó en una rueda de prensa Kathrin Altwegg, investigadora de la Universidad de Berna encargada del espectrómetro de masas de Rosetta.

"No es solo que haya oxígeno, es que hay mucho oxígeno. Es el cuarto gas más común del cometa", después del vapor de agua, el monóxido de carbono y el dióxido de carbono, detalló Altwegg.

El grupo de Berna, que ha trabajado junto con científicos de la Universidad de Michigan (EE.UU), estudió a 67P durante varios meses y comprobó que la concentración de oxígeno se mantiene constante en el tiempo en el llamado coma del cometa, la cabellera que se forma alrededor de esos cuerpos celestes cuando aumenta su temperatura.

Presente desde la formación del cometa

Eso significa que el gas está presente en todo el cuerpo de 67P, y no solo en su superficie, que va perdiendo material a medida que se acerca al sol.

Por ese motivo, los investigadores creen que el gas debe de haber estado allí desde la formación del comenta, hace unos 4.600 millones de años, antes de que el sistema solar se formara por completo.

"La mayoría de los modelos de formación del sistema solar predicen que hubo un enorme flujo de material desde el exterior hacia el centro del sistema, hacia el joven Sol, y al mismo tiempo una salida de material al exterior. Eso habría provocado que toda la materia se mezclara durante la formación", explicó Altwegg.

"Pero eso no es compatible con la existencia de oxígeno prístino encerrado en el hielo. Si se hubiera acercado al sol se habría perdido inmediatamente, así que el cuerpo debió de permanecer siempre fuera, en las nebulosas oscuras a partir de las cuales probablemente se formaron los cometas", afirmó.

No sería una excepción

Los investigadores creen que 67P no es una excepción entre los cometas, sino que la mayoría de ellos podrían contener oxígeno, por lo que ya han comenzado a escrutar los datos disponibles del último paso cerca de la Tierra del cometa Halley: "Parece que incluso Halley tiene oxígeno, pero esto es todavía un resultado preliminar", ha avanzado la investigadora.

Hasta ahora se había detectado oxígeno en otros cuerpos helados, como las lunas de Júpiter y Saturno, pero su presencia en cometas había pasado inadvertida.

Los científicos han subrayado que el descubrimiento no implica que haya vida en los cometas, ni cambia la perspectiva sobre su papel en llevar la vida a la Tierra, pero sí que puede afectar a la búsqueda de organismos en otros sistemas solares.

"Hasta ahora, la combinación de oxígeno y metano era un indicador de que podía haber vida en un exoplaneta. En el cometa tenemos ambos gases, metano y oxígeno, pero no tenemos vida, así que quizás no era una firma biológica tan buena como pensábamos", afirmó Altwegg.

Fuentes: Rtve, EFE

4 de julio de 2015

La misión Rosetta observa por primera vez actividad en los 'pozos' del cometa 67P

Una imagen del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tomada desde la sonda Rosetta, a 207 km del centro del cometa. 
  • Identifica 18 cavidades en el hemisferio norte del 67P/Churyumov-Gerasimenko
  • Un investigador español vio chorros de gas y polvo emergiendo de los pozos
  • Estos chorros intervienen en la formación de las colas de los cometas



En 1988 se hallaron, en el núcleo del cometa Halley, unas cavidades circulares y profundas similares a pozos naturales. El origen de estas estructuras se ha discutido durante décadas. Ahora, las observaciones del cometa 67P Churyumov-Gerasimenko por la cámara OSIRIS de la misión Rosetta (ESA) han permitido detectar actividad en los pozos cometarios por primera vez y establecer el mecanismo que los produce, ahondando en el conocimiento de la formación del Sistema Solar.

La investigación, en la que participan investigadores del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía y en el Centro de Astrobiología, se publica en la revista Nature.

"Desde julio a diciembre del pasado año observamos el cometa 67P desde apenas ocho kilómetros de la superficie, lo que nos ha permitido resolver estructuras con un detalle inigualable", señala Pedro J. Gutiérrez, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que participa en la misión y que alertó al resto del equipo de la existencia de chorros de gas y polvo emergiendo de las paredes de estos pozos.

Estos chorros se producen cuando los hielos del núcleo del cometa subliman (es decir, pasan del estado helado al gaseoso) y son uno de los rasgos de lo que se conoce globalmente como actividad cometaria, que genera la coma y las colas de los cometas y que también abarca fenómenos explosivos que liberan gran cantidad de material de forma repentina. De hecho, se creía que estos estallidos se hallaban en el origen de los pozos cometarios.

Un nuevo mecanismo, el "colapso de sumidero"

El equipo de la cámara OSIRIS ha hallado 18 pozos tan solo en el hemisferio norte del cometa 67P, que miden entre decenas y cientos de metros de diámetro y que pueden alcanzar varios cientos de metros de profundidad. Su análisis ha permitido descartar tanto procesos de sublimación normales como eventos explosivos.

"Hemos comprobado que el material que se libera en los estallidos de actividad es muy inferior al que vemos excavado en los pozos, de modo que teníamos que hallar un mecanismo alternativo para explicarlos", apunta Luisa M. Lara (IAA-CSIC), integrante del equipo OSIRIS que observó por primera vez el derrumbamiento de paredes en varias zonas de la superficie del cometa.


“La investigación pone de manifiesto el carácter heterogéneo de los primeros cientos de metros bajo la superficie del cometa“
Este nuevo mecanismo, denominado "colapso de sumidero" (sinkhole collapse) plantea la existencia de cavidades situadas entre 100y 200 metros bajo la superficie del cometa, cuyo techo termina por derrumbarse. Así se crea un pozo profundo y circular, en cuyas paredes queda expuesto material no procesado que comienza a sublimar y produce los chorros observados.

Los pozos van creciendo

Aunque el colapso es repentino, la cavidad puede datar de la formación del núcleo cometario o deberse a la sublimación de hielos más volátiles que el de agua, como el de monóxido o dióxido de carbono, o a la existencia de una fuente de energía interna que desencadene la sublimación.

"Independientemente del proceso que crea las cavidades, la existencia de pozos con actividad pone de relieve el carácter heterogéneo de los primeros cientos de metros bajo la actual superficie del cometa 67P", indica José Juan López Moreno, investigador del IAA-CSIC que participa en Rosetta.

Tras su formación, las paredes del pozo comienzan a retroceder debido a que la sublimación del hielo prosigue, de modo que el pozo va ganando en diámetro. Así, estas estructuras permiten determinar el estado de la superficie del núcleo cometario: si está poco procesada se mostrará irregular y con abundantes pozos, mientras que una superficie evolucionada será más suave.


Fuentes:EUROPA PRESS, Rtve.es

20 de junio de 2015

Philae se despierta


Por: Carolina N. Coronel
        para Astronomía Argentina
                AstroCiencias Ecuador


Buenas noches amigos intergalácticos! Hoy es una noche templada en la ciudad de Buenos Aires bajo la atenta mirada de Venus y Júpiter que cada día están más cerca y salen a saludarnos.

Hoy tenemos para contarles una nueva novedad, una gran noticia. Se acuerdan de Philae, el lander que aterrizó por primera vez en un cometa? Hoy les contamos que se despertó de una siesta en el cometa 67P.

El lander de la Agencia Espacial Europea (European Space Agency / ESA), Philae, está fuera del estado de hibernación. Las señales recibidas por el centro de operaciones de la misión ubicado en Darmstadt, Alemania, tuvieron lugar a las 22.28 hora local (CEST); 17.28 horario Argentina (GMT-3) el día 13 de Junio. A partir de ese momento 300 paquetes de datos se han analizado mediante el equipo de control del lander aquí en la Tierra. 

Philae está muy bien, operando a -35 grados centígrados de temperatura y con 24 watts disponibles. Antes de su hibernación, tuvo una comunicación con la Tierra de 85 segundos en Noviembre de 2014.

Ahora, los científicos están esperando el siguiente contacto. Aún quedan más de 8000 paquetes de datos en la memoria del lander. Estos datos revelarán información de qué fue lo que pasó en los días que pasaron en el cometa 67P/Churyumov Gerasimenko.

Philae fue apagado el 15 de Noviembre de 2014 a las 1:15 CET (9:15 pm GMT-3) después de haber estado en operación en el cometa alrededor de 60 horas. Desde el 12 de Marzo, la unidad de comunicación de su sonda madre, Rosetta fue encendida para poder oír a Philae.

Agradecemos a la NASA y la ESA por la imagen que es una ilustración del despertar de Philae, y les dejamos la página de la nota completa para más información: http://www.nasa.gov/…/rosetta-lander-philae-wakes-from-come…

Esperamos que les haya gustado esta hermosa noticia y como siempre les dejamos cielos despejados!

Cambio y fuera!

14 de junio de 2015

La ESA baraja cinco localizaciones en el cometa 67P en las que puede estar la sonda Philae

Las cinco localizaciones en el cometa 67P en las que la ESA cree que puede estar la sonda Philae. ESA/Rosetta/NavCam /CC BY-SA IGO 3.0
  • Imágenes de alta resolución permiten identificar posibles ubicaciones
  • La sonda se perdió a las pocas horas de aterrizar sobre el cometa
  • La identificación se complica: el terreno es accidentado y Philae, pequeña
Mientras la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) continúa acompañando al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en su viaje hacia el Sol, la sonda que aterrizó sobre su superficie y rebotó hasta algún lugar desconocido, Philae, continúa desaparecida.

Sin embargo, la agencia europea baraja cinco localizaciones aproximadas en las que podría estar Philae, que han sido identificadas a partir de imágenes obtenidas con la cámara de alta resolución de ánculo estrecho, Osiris, a una distancia de unos 20 kilómetros del centro del cometa 67P, según ha informado la ESA.

En algunas de esas localizaciones, marcadas por la ESA con círculos rojos en la imagen superior, se distinguen unos puntos blancos de un tamaño que oscila entre un metro y dos de ancho. 


Primera imagen obtenida por Rosetta del aterrizador Philae sobre el cometa 67P. ESA/Rosetta/Philae/CIVA
 
dentificar la localización de Philae


Cuando la sonda aterrizadora Philae consiguió posarse sobre la superficie del cometa, no se quedó estática en el punto que la ESA había planificado, Agilkia, sino que rebotó dos veces hasta situarse a algo más de un kilómetro del punto en el que debía posarse. El fallo se debió a que los arpones que tenían que amarrar la sonda al terreno no se activaron.


Puntos de la superficie del cometa 67P en los que rebotó Philae. Imagen: 
ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA

Así, la sonda, que permaneció en una zona del cometa conocida como Abydos, acabó por apagarse cuando se agotó la energía de sus baterías.

De haber salido todo bien, la luz habría llegado a sus placas solares y Philae habría tenido energía para proseguir con sus investigaciones, pero se cree que el módulo aterrizador, de pequeño tamaño y difícil de identificar, está inclinado sobre un acantilado en una zona mayormente en sombra.

Para determinar esos cinco lugares candidatos -se han descartado otras localizaciones-, el equipo de la cámara Osiris de Rosetta continuó buscando la sonda en las nuevas imágenes del cometa en las semanas posteriores al aterrizaje.

Ha sido, según revela la ESA, una tarea harto complicada dado lo accidentado del terreno, el pequeño tamaño de Philae y la distancia a la que se ha encontrado la sonda orbitadora, Rosetta.


Detalles de dos puntos en los que podría estar Philae. Imagen: ESA/Rosetta/NavCam

Las imágenes con mayor resolución de la región Abydos se consiguieron a mediados de diciembre, y a una distancia de 18 kilómetros de la superficie del cometa.

El instrumento Osiris tomó imágenes con una resolución de 34 centímetros por píxel, y hay que tener en cuenta que que el cuerpo de Philae tiene un metro de ancho, mientras que sus finas patas se extienden a 1,4 metros. 


Brillos determinantes

Teniendo en cuenta el tamaño, la reflectividad y la orientación de Philae, junto con la resolución intrínseca de la óptica de la cámara, el equipo de Osiris espera que Philae se muestre a través de unos pocos píxeles brillantes en estas imágenes seleccionadas.

Los científicos cuentan con otro dato orientativo, y es la trayectoria que siguió la sonda desde que tocó la superficie del 67P. También han usado las señales de radio que se enviaron entre sí Philae y Rosetta como parte del experimento Consert después de que el módulo aterrizador parara definitivamente.

Uno de los investigadores que estudia la ubicación de la pequeña sonda, Holger Sierks, del Instituto Max Planck, ha indicado: "Es importante apuntar que la geometría de visualización durante nuestra búsqueda en diciembre era tal que Rosetta estaba en un ángulo de 90 grados en la dirección Sol-cometa".

"Los paneles solares de Philae podrían haber estado bien iluminados, pero todavía escondidos en un terreno accidentado desde la perspectiva de Rosetta, por lo que es difícil o imposible de detectar", ha rematado Sierks.



Fuentes: VICKY BOLAÑOS Rtve.es

12 de marzo de 2015

La ESA intentará poner en contacto a las sondas Rosetta y Philae este jueves

Ilustración del aterrizador Philae en el cometa 67P. ESA
  • La sonda se quedó sin combustible sobre el cometa 67P
  • La Agencia Espacial Europea intentará despertarla hasta el 20 de marzo
  • Tiene unos paneles solares que podrían recibir energía solar suficiente

Ha sido una larga espera de cuatro meses, pero este jueves la Agencia Espacial Europea (ESA) intentará por primera vez poner en contacto a las sondas Rosetta y Philae. Esta última se encuentra hibernando en un lugar desconocido del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, según recoge la Agencia Espacial Italiana (ASI).

El cometa se encuentra estos días a 300 millones de kilómetros del Sol y, por tanto, podría existir la posibilidad de despertar al módulo Philae si recibe la suficiente energía solar. Después de un accidentado aterrizaje, la sonda rebotó hasta parar a un kilómetro del punto inicialmente programado.

El problema llegó cuando se acabó la cantidad de combustible que llevaba, ya que la ESA tenía previsto que la luz solar nutriera de energía a los instrumentos a través de los paneles solares.

En teoría, Philae tenía que haberse posado sobre un punto llamado Agilkia, que aunque no era totalmente plano, se eligió por ser el mejor entre los cinco posibles puntos que se barajaron anteriormete. 


El futuro de Philae: 19 watios

Sin embargo, el punto del cometa en el que quedó atrapada Philae era oscuro y pasó a un estado de hibernación el 15 de noviembre de 2014. Antes tuvo tiempo de enviar algunos datos que había recabado durante y después del aterrizaje.

"En la actualidad Philae está recibiendo el doble de la luz solar en comparación con el mes de noviembre", ha comentado el director del Centro Espacial de Alemania (DLR), Stephan Ulamec, quien ha resaltado que aunque tal vez sea demasiado pronto para pensar en el despertar de Philae, "vale la pena probarlo".

El interior de la sonda tiene que estar al menos a -45ºC y necesita 19 watios de energía para poder comunicarse y volver al trabajo. La sonda orbitadora Rosetta, que está acompañando al cometa en su viaje hacia el sol, intentará escuchar la señal que emita Philae hasta el 20 de marzo.

Si despierta, el módulo de aterrizaje tendrá que comunicar su 'estado de salud' a la Tierra mediante el envío de una serie de datos. De este control inicial depende que se puedan reanudar los trabajos de los diez experimentos que lleva a bordo. 


Simulaciones con Philae

Desde el 15 de noviembre el equipo de Philae ha estado analizando la disposición del módulo aterrizador y haciendo simulaciones para predecir las condiciones de iluminación de la zona en la que se encuentra este mes de marzo.

En este sentido, han tenido en cuenta el período del viaje del cometa hacia el Sol y la rugosidad de la superficie del 67P, ya que se proyectan sombras sobre los paneles solares y los acumuladores de energía térmica que se encuentran en las caras exteriores de Philae.

"En las simulaciones más prometedoras es posible que la energía solar que incide en el módulo de aterrizaje sea suficiente para asegurar que el sistema de comunicación se encendida", ha explicado con optimismo el director de programa de Philae de la ASI, Mario Salatti.

"Por otro lado, estos primeros intentos de conexión Rosetta y Philae son solo los primeros de una serie", ha aclarado.

El miembro de ASI también ha explicado que el equipo tiene listas secuencias operativas de todo tipo de supuestos relacionados con la energía que para desarrollar experimentos sin depender de la batería secundaria y contando solo con la energía solar.

Salatti ha rematado: "En la Tierra estamos listos, esperamos que también lo esté Philae para reanudar su extraordinaria aventura".



Fuentes: Rtve.es

5 de marzo de 2015

«Rosetta» retrata a su propia sombra proyectada sobre el cometa 67P

afp / ESA
Fotografía cedida por la Agencia Europea del Espacio (ESA), tomada a seis kilómetros sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko 

 
La nave espacial que lleva dando vueltas desde el pasado verano al Churyumov-Gerasimenko captó esta imagen el Día de San Valentín, el 14 de febrero, a una distancia de apenas seis kilómetros sobre la superficie


La nave espacial «Rosetta» ha tomado una fotografía de su sombra proyectada sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, al que está dando vueltas desde el pasado verano. Según ha informado la Agencia Espacial Europea, la imagen fue captada el Día de San Valentín, el 14 de febrero, a una distancia de apenas seis kilómetros sobre la superficie del cometa. En el momento, cometa, nave y Sol estaban casi alineados, provocando la sombra que, en la fotografía enviada ahora a la Tierra, se observa en la parte inferior, con un tamaño de unos 20 por 50 metros. La imagen original, tomada con la cámara Osiris, tiene una resolución de 11 centímetros por píxel y cubre un área de 228 por 228 metros.

«Las imágenes tomadas desde esta perspectiva tienen un alto valor científico; son clave para estudiar los tamaños de los granos [del suelo]», dice Holger Sierks, investigador de la Osiris y científico del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar (Alemania). 


Datos de la misión

La Rosetta mide 2,8 x 2,1 x 2,0 metros y sus dos paneles, de 14 metros de largo cada uno, suman una superficie de 64 metros cuadrados, extendiéndose en total 32 metros de punta a punta. Partió de la Tierra con masa total de 3.000 kilos, incluidos 1.670 de combustible y cien kilos de la sonda Philae, que descendió al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko ya en noviembre de 2104. Según detalla la ESA, la misión científica tiene por objeto acompañar al cometa en su viaje hacia el Sol para observar el proceso de activación al acercarse a la estrella.

La sonda fue lanzada desde la base especial europea de Kourou (en la Guyana francesa) en marzo de 2014 y llegó al cometa el verano pasado. La nave continuará recabando imágenes y datos hasta el próximo mes de diciembre al menos. 


Fuentes: ABC.es

17 de febrero de 2015

Rosetta capta al detalle las formas del cometa 67P en su máximo acercamiento

Montaje de cuatro imágenes del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tomadas a las 11.15 horas del sábado.ESA/Rosetta/NAVCAM
  • Las imágenes tienen el mayor contraste visto hasta ahora
  • Rosetta estuvo a 6 kilómetros de la superficie del cometa
  • La sonda de la ESA ahora se alejará para evitar posibles impactos
El sábado 14, la sonda Rosetta hizo su máximo acercamiento al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Fue a las 13.41 hora peninsular española, y a lo largo del trayecto en el que se situó a 6 kilómetros de su superficie captó varias series de imágenes con gran detalle.

Las instantáneas, captadas con la cámara NAVCAM, han sido facilitadas este lunes por la Agencia Espacial Europea, que ha creado mosaicos en los que se observa la región del cometa conocida como Imhotep.

La superficie del cometa tiene partes lisas y rugosas, de polvo y rocas. ESA/Rosetta/NavCam

Las imágenes más cercanas ofrecen detalles de la superficie de 67P con el mayor contraste visto hasta ahora, ya que la sonda se situó en el punto al que llegaba la luz directa del sol, por lo que los instrumentos de la sonda pudieron captar imágenes sin demasiadas sombras.

Además de poder captar instantáneas en primer plano de la superficie del cometa de alta resolución, este sobrevuelo ha permitido a los instrumentos de Rosetta analizar las partes más internas de la atmósfera del 67P para entender mejor la relación entre la fuente de la actividad observada y la coma de forma más amplia.

Desde el acercamiento, Rosetta ha empezado a alejarse del cometa y está previsto que se sitúe a 255 kilómetros del centro del cuerpo celeste.

El objetivo es alejarse para evitar el posible impacto de piedras que se desprendan del cometa. Y es que el 67P, formado por hielo y rocas, se irá descomponiendo a medida que reciba el calor solar.


Fuentes: Rtve.es