24 de agosto de 2016

El próximo 27 de agosto Venus y Júpiter se acercarán a 0,07° de distancia



Por: Fabián Sánchez Tamariz
Desde Cuenca - ECUADOR


Para Ecuador- Siguen conjunciones de ensueño para los próximos días, al atardecer del 27 de agosto tendremos una espectacular, Júpiter y Venus estarán aparentemente tan juntos que con buena vista podremos distinguirlos uno del otro, lo mas espectacular es que podremos observarlos al mismo tiempo desde el campo visual de cualquier prismático y ni se diga por el ocular de un telescopio mediano, allí lucirán su máxima belleza. Ademas Marte estará situado a menos de 6° hacia el sur de ellos, hermoso conjunto planetario digno de observar y realizar fotografías. 

Desde nuestra posición geografía podremos observar la conjunción en horizonte despejado luego de la caída del sol hasta las 19H40 (en la costa), un poco menos por las montañas (en la sierra), hasta las 7H30 aproximadamente dependiendo de la altura de ellas. Observar hacia el oeste, los dos astros son muy brillantes para localizarlos fácilmente, de ellos desplazarse unos grados hacia el sur y encontraremos a Mercurio con su débil brillo. 
En los anocheceres de estos días ya es posible observar los tres astros formando un hermoso triangulo aproximadamente de unos 5 grados de lado en promedio, fácilmente caben en el campo visual de un binocular común, conforme pasan los días Júpiter y Venus se irán acercando cada vez mas hasta el 27 que es la conjunción. 
Que lo disfruten... :)
¡Cielos claros y excelentes observaciones! Fabian

El próximo sábado, 27 de agosto de 2016, Venus y Júpiter estarán en conjunción al ocultarse el Sol en dirección Oeste. La distancia entre los dos planetas será de tan solo 0,07°, lo suficientemente cerca como para que ambos objetos sean fácilmente visibles al mismo tiempo a través de cualquier tipo de telescopio. Venus tendrá una magnitud de -3,9 y Júpiter de -1,7; el máximo acercamiento ocurrirá a las 16:00 UTC. La conjunción se podrá observar a simple vista desde cualquier país.

14 de agosto de 2016

¿Puede la lluvia de estrellas de las Perseidas impactar contra el suelo?






















El
 cometa que origina esta lluvia de estrellas es un enorme cuerpo de 26 kilómetros que una vez fue considerado como una amenaza para el planeta - ABC

Los meteoros de esta noche son del tamaño de granos de arena y no habrá fragmentos mayores capaces de llegar a Tierra y convertirse en meteoritos

Esta noche, las Perseidas se convertirán en un bonito espectáculo en el que cualquier persona que tenga la suerte de estar lejos de las ciudades (dónde ver las Perseidas aquí), podrá ver el cielo brillar con una intensa lluvia de estrellas. Los restos de polvo del cometa Swift-Tuttle entrarán en la atmósfera y formarán brillantes y efímeras estelas: son los llamados meteoros.

Aunque el cometa Swift-Tuttle es aún mayor que el asteroide que acabó con los dinosaurios, y alcanza los 26 kilómetros de longitud, por suerte solo deja un rastro de pequeñas partículas que apenas alcanzan el milímetro. Aparte de los cálculos que le situaron como un posible cometa causante del fin del mundo en 2126, parece un cuerpo inofensivo: sus restos solo forman bonitas estelas de luz.

Es infrecuente, pero es posible que algunos de estos residuos sean mayores. Es entonces cuando en vez de meteoros se observan bólidos: intensas explosiones de luz que a veces pueden hacer ruido. En otras ocasiones, cuando estos restos miden 10 o 15 centímetros, es posible incluso que los fragmentos choquen contra la superficie, lo que los sitúa en la categoría de losmeteoritos.


En el caso de las Perseidas, el experto en meteoritos de la NASA Bill Cooke ha explicado en Space.com que esta noche no ocurrirá algo así. «Las Perseidas son muy frágiles, están hechas de hielo y polvo. No son tan fuertes como para sobrevivir a su entrada a la atmósfera, a unos 212.000 kilómetros por hora».

Por eso, las Perseidas «nunca» producen meteoritos, y quedan vaporizadas en la atmósfera, a unos 80 kilómetros de altura.

Variedad de meteoros

La mayoría de los meteoros que son visibles se ven alrededor de los 96 kilómetros de altura, y viajan a velocidades de 48.000 kilómetros por hora. Cuando llegan a la atmósfera, el rozamiento les calienta tanto que puedensuperar los 1.600 grados centígrados.

Pero el tamaño de la partícula, el ángulo de entrada y la composición del fragmento influyen en cómo será el meteoro. Los meteoroides (se llaman así a los meteoros antes de que lleguen a la atmósfera) que llegan en un ángulo más oblicuo sufren más rozamiento y los que están hechos de hierro son más resistentes que los rocosos. Su composición también influye en el color del brillo.

En el caso de que una partícula llegue e la superficie, creará un cráter que podrá ser 12 o 20 veces superior a su tamaño, tal como informa Space.com. La Tierra ya tiene en su superficie una buena colección de impactos: el mayor de todos ellos, fue resultado de la mayor explosión registrada en el planeta; el impacto fue dos veces superior al que causó la extinción de los dinosaurios.

A veces también es posible que los meteoritos estallen en la atmósfera y causen una lluvia de fragmentos menores que devasten una amplia zona. Algo así pasó el 30 de junio de 1908 en Siberia, en el lamado evento Tunguska, cuando una zona del bosque ardió, aparecieron vientos calientes y se rompieron las ventanas de pueblos cercanos. También pasó algo similar en 2013, cuando un meteorito explotó en Chelyabinsk, Rusia.

Fuentes: ABC

La tormenta solar que estuvo a punto de provocar una guerra atómica

Una llamarada solar similar a esta, de 2012, colapsó en 1967 los sistemas de detección de misiles de Estados Unidos - SOHO

En mayo de 1967 varios radares de defensa antimisiles estadounidenses dejaron de funcionar. De forma inmediata, Estados Unidos puso a una flota de bombarderos atómicos en estado de «lanzamiento inmediato»
Fue el 23 de mayo de 1967, en plena guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Varios radares de defensa norteamericanos, especialmente diseñados para detectar misiles soviéticos en pleno vuelo, dejaron de funcionar al mismo tiempo ese día, hecho que fue interpretado como un bloqueo intencionado por parte del enemigo. El alto mando consideró el suceso como un acto de guerra y puso toda una flota de aviones equipados con armas nucleares en estado de «lanzamiento inmediato».

Pero la crisis logró evitarse. Afortunadamente para todos, las Fuerzas Aéreas norteamericanas ya disponían de un incipiente programa de observación solar, y se dieron cuenta a tiempo de que los radares de defensa se habían bloqueado debido a una gran llamarada emitida por el Sol.

El «incidente» acaba de hacerse público en un estudio publicado en «Space Weather» por parte de un grupo de físicos y antiguos oficiales, ya retirados, de las Fuerzas Aéreas norteamericanas. Y en el artículo se describe con todo detalle lo cerca que estuvo Estados Unidos de lanzar un ataque nuclear contra la Unión Soviética. Hoy en día, toda una flota de observatorios espaciales vigila al Sol minuto a minuto, avisando de cualquier llamarada. Pero no era así en los años sesenta del pasado siglo.

Los militares norteamericanos, en efecto, empezaron a monitorizar la actividad solar a finales de la pasada década de los 50, utilizando para ello telescopios terrestres. Y no fue hasta los años sesenta cuando los servicios meteorológicos de las Fuerzas Aéreas empezaron a fijarse en las llamaradas solares, erupciones masivas de radiación en la atmósfera del Sol que, cuando alcanzan la Tierra, pueden provocar cortes en las comunicaciones y los sistemas informáticos.

En 1967, las predicciones de actividad solar llegaban diariamente al Comando de Defensa Aeroespacial de Norte América (NORAD), en boletines que resumían los datos de una serie de observatorios instalados tanto en los Estados Unidos como en otros lugares del mundo.

Y el 18 de mayo de ese año apareció en el Sol un grupo inusualmente grande de manchas solares, zonas oscuras y más frías que el resto y que suelen preceder a una actividad intensa. Los científicos, de hecho, avisaron de que se podría producir en los días siguientes una llamarada mayor que las demás.

Efectivamente, los observatorios de Nuevo México y Colorado observaron un destello que fue visible a simple vista, mientras que un radio observatorio solar en Massachusetts informó que el Sol estaba emitiendo niveles sin precedentes de ondas de radio.

Los radares se desconectan

Durante el día siguiente y a medida en que el brote se desarrollaba, los radares de tres emplazamientos de misiles balísticos del Early Warning System (Sistema de Alerta Temprana), situados en la estación de las Fuerzas Aéreas de Claro, en Alaska, en a base aérea de Thule, en Groenlandia y en Fylingdales, en el Reino Unido, dejaron de funcionar casi al mismo tiempo.

Y aunque había más de un indicio disponible para darse cuenta de que las averías eran achacables a la inusitada actividad solar, saltaron todas lasalarmas ante un posible ataque nuclear por parte de la Unión Soviética. El protocolo se aplicó de inmediato y Estados Unidos se dispuso a contraatacarde inmediato.

En realidad, los tres emplazamientos militares afectados se encontraban a plena luz del sol. Y la afluencia repentina de las ondas de radio solares fueron las responsables del colapso de los sistemas, explican los autores del estudio. Por supuesto, en cuanto las emisiones solares cesaron, el supuesto «bloqueo» de los soviéticos desapareció.

Los autores del estudio explican que la información procedente del NORAD llegó justo a tiempo a manos del alto mando para que éste detuviera las acciones militares. Delores Knipp, físico espacial en la Universidad de Colorado en Boulder y autor principal del artículo, subraya que ese día, la información sobre la tormenta solar llegó con toda seguridad a manos de las más altas instancias del Gobierno, incluso probablemente a las del propio presidente Johnson.

Llamarada solar

Tras el impacto inicial de la llamarada solar, sus efectos se dejaron sentir en la Tierra durante más de una semana.Auroras boreales, que normalmente solo pueden apreciarse cerca del Polo Norte, fueron vistas incluso más al sur de Nuevo México. Según los firmantes del estudio, lo único que evitó el desastre nuclear ese día fue el correcto diagnóstico de la actividad solar llevada a cabo por los militares.

En última instancia, la tormenta llevó a los Estados Unidos a reconocer el clima espacial como una preocupación operacional más a tener en cuenta, y a construir un sistema de predicción del clima espacial más sólido y capaz, según explica el coronel retirado Arnold Snyder, uno de los «hombres del tiempo» solar del NORAD, y que estaba de servicio ese día.

Fuentes: ABC

La gran nebulosa de Orión, captada en una imagen con gran detalle

En el centro de la nebulosa las estrellas pueden ser hasta 30 veces más masivas y 200.000 veces más luminosas que el Sol - VLT

Es la región de formación de estrellas masivas más cercana al Sistema Solar. Por eso, estas nuevas observaciones permiten entender mejor cómo nacen las estrellas
Investigadores han obtenido la primera imagen en alta resolución del borde de la nube molecular de Orión, la región de formación de estrellas masivas más cercana al Sistema Solar.

Los detalles de esta imagen, que permite estudiar la morfología y actividad que tiene lugar en la zona, se publican en la revista «Nature Letters», en un artículo que lidera el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Detalle de la nebulosa, captado por los observatorios ALMA y VLT- Weilbacher et al.

La nebulosa de Orión es la región de formación de estrellas masivas más cercana y los astrofísicos la observan para estudiar el proceso de nacimiento y evolución de las mismas, que, en el caso del cúmulo del Trapecio -en el centro de la nebulosa-, llegan a ser hasta 30 veces más masivas y 200.000 veces más luminosas que el Sol.


Liderados por Javier Goicoechea, del grupo de Astrofísica Molecular del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, los científicos consiguierondelimitar y estudiar con precisión la morfología y la actividad que ocurre en el borde iluminado de la nube (el interfaz donde sucede la transición entre el gas molecular frío y el gas atómico, ionizado y muy caliente), informa el CSIC.

Esto fue posible gracias a la combinación de imágenes del borde de la nube Orión obtenidas con el observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array) y utilizando observaciones previas del telescopio VLT (Very Large Telescope), ambos en Chile.

«Hasta ahora teníamos una visión muy estática de lo que ocurre con el gas molecular en esa zona de transición debido a la poca precisión de los instrumentos. Eso ha cambiado radicalmente con ALMA», subraya Goicoechea.

Los datos obtenidos, añade, permiten lograr imágenes «con una sensibilidad exquisita» y con gran precisión; «prácticamente estamos fotografiando 'la piel' de Orión».

Filamentos en la nebulosa
«Las imágenes proporcionadas por ALMA revelan que el borde de la nube molecular está formado por pequeñas estructuras filamentarias yrugosidades con patrones periódicos», detalla el investigador.

Además de ser uno de los componentes «más fascinantes» de la galaxia, las «nubes moleculares» son el reservorio de material para formar nuevas estrellas.

Una de las preguntas que se hacen los investigadores es si estos grumos y filamentos densos observados podrían ser las «semillas» para la formación de una nueva generación de estrellas.

En este caso, la masa de los grumos detectados con ALMA en Orión es todavía muy pequeña comparada con la que se necesitaría para que la gravedad impulse su colapso y dé lugar a protoestrellas.

Para responder a si estos grumos pueden unirse en el futuro y dar lugar a condensaciones más masivas se necesitan más observaciones y modelos, lo que ayudará a entender si estos mecanismos que ocurren en «la piel» de Orión podrían ser un inductor de formación estelar, según Goicoechea.

Fuentes: ABC

Las lágrimas del cometa del fin del mundo




La lluvia de estrellas es creada por la cola de un cometa Vídeo: Cómo y cuándo ver las Perseidas - NASA

Las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo llegarán en la madrugada del jueves al viernes. Este fenómeno astronómico fue durante un tiempo el presagio de un gran cataclismo

Las lluvias de estrellas aparecen a causa del rastro dejado por los cometas - NASA
Las Perseidas han sido mito. Y hoy son un bonito espectáculo astronómico. Pero en el año 1992 las también llamadas Lágrimas de San Lorenzoestuvieron durante un tiempo relacionadas con un cataclismo inimaginable. Entonces, un astrónomo hizo saltar las alarmas cuando un cometa de 26 kilómetros de diámetro y mayor que el asteroide que acabó con los dinosaurios, pasó por las cercanías del Sol. Lo preocupante fue que, según sus cálculos, aquel gran pedazo de hielo y polvo amenazaba con chocar contra la Tierra en el año 2126.

El trabajo posterior de los astrónomos dejó a ese cometa tan amenazante, el109P/Swift-Tuttle, en el cajón de los cometas inofensivos. Por eso hoy en día, al menos si todo sigue según lo previsto, el Swift-Tuttle solo es conocido por ser el responsable de la lluvia de estrellas más famosa y visible en el firmamento: las Perseidas o las «Lágrimas de San Lorenzo».


Noche de meteoros

Cada mes de agosto el cielo brilla con las Perseidas. Si la luz de la Luna o de las ciudades lo permite, la bóveda celeste se llena de estelas brillantes y efímeras que se forman cuando pequeñas partículas de polvo provenientes del cometa Swift-Tuttle chocan contra la atmósfera. Estas partículas suelen medir menos de un milímetro y viajan a velocidades enormes, de cerca de 214.000 kilómetros por hora,según la NASA. La consecuencia de esto es que, cuando estas partículas llegan a la astmósfera, el rozamiento es tan intenso que su movimiento se transforma en calor y las hace brillar con vivos colores verdosos o blanquecinos. Gracias a este fenómeno, las partículas pequeñas se desintegran y no llegan al suelo, lo que automáticamente las situaría 
en la categoría de los meteoritos.

El mejor momento

Las Perseidas podrán verse hasta el 24 de agosto, aunque las mejores noches para observarlas serán las del 11, 12 y 13.

Estos y los demás días serán visibles a partir de las diez de la noche, yllegarán a su máximo a partir de la medianoche. Como cada año, la luz de la Luna podrá ser una molestia. La Luna llena ocurrirá el 18 de agosto, así que los meteoros serán menos visibles a medida que se acerque esta fecha y la Luna se vaya haciendo más brillante. Sin embargo, tal como han explicado desde el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), la luna creciente que habrá durante las Perseidas, «justo desaparecerá en la segunda mitad de la noche, y no impedirá observar los meteoros».

Lugares para verlas

«Para ver las Perseidas basta con mirar hacia el cénit, justo encima de nuestras cabezas, y esperar», ha explicado a ABC el astrofísico Miquel Serra-Ricart, científico del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). «Podremos verlas en cualquier punto de la bóveda celeste, solo es cuestión de paciencia», ha reiterado. Aparte de esto, para verlas, habrá que evitar a toda costa la contaminación lumínica de las ciudades, porque si no la luz impedirá ver las sutiles y efímeras estelas de los meteoros. También conviene buscar lugares en los que el horizonte esté despejado: por eso será mejor buscar sitios elevados en los que las montañas u otros obstáculos no oculten el cielo. Por último, las Perseidas podrán verse en el hemisferio Norte de la Tierra, pero no desde una gran parte del hemisferio Sur.

¿Cuántas habrá?


Cada año los astrónomos hacen complejos cálculos para tratar de averiguar la intensidad de la lluvia de estrellas. El problema es que cada cuerpo que forma el Sistema Solar puede tener influencia en este fenómeno, por lo que resulta muy difícil llegar a una conclusión precisa. Con todo, según la NASA las Perseidas de 2016 serán las más abundantes desde 2009. «Este año, podrán llegar a superar las 150 o incluso llegar a los 200 meteoros por hora», dijo Bill Cooke, experto en meteoritos. En opinión de Miquel Serra-Ricart, el número de meteoros rondará los 100 o 150 por hora, de modo cada observador podrá ver por término medio un meteoro cada dos minutos.

Recomendaciones

«Las lluvias de estrellas son fenómenos globales (ocurren en cualquier lugar de la bóveda celeste), así que es mejor observarlas con el ojo desnudo, para abarcar el máximo campo de visión posible», ha explicado Serra-Ricart. Los prismáticos y los telescopios solo serán una molestia, ya que estas estelas pueden aparecer en cualquier parte y apenas duran un instante.

También conviene consultar el tiempo de la zona donde vayamos a ir, para comprobar que el cielo estará despejado de nubes. Será necesario esperar alrededor de 15 o 30 minutos para que los ojos se acostumbren a la oscuridad, y es muy recomendable llevarse una hamaca o unas mantas para estar tumbados y mirar hacia arriba sin tener que adoptar una postura molesta. Para que la espera sea más agradable, se recomienda incluir un poco de comida y bebida, y ropa de abrigo .

¿Por qué ocurren?

Los cometas, como el Swift-Tuttle, son grandes bloques de hielo de agua y de otros compuestos que se mezclaron con polvo y partículas sólidas. Nacieron durante la formación del Sistema Solar, y hoy en día suelen estar muy lejos del Sol. Pero a veces, algunos de ellos se acercan a la estrella. Cuando eso ocurre, el viento solar y el calor comienzan a «erosionarlos». El resultado es que, mientras estas rocas giran y viajan a enormes velocidades, el viento solar ioniza el gas del entorno de los cometas y forma largas y vistosas colas luminosas, siempre en dirección perpendicular a la estrella. Mientras tanto, el calor sublima el hielo de los cometas y en el proceso libera gas y partículas al espacio, en ocasiones con mucha fuerza. Esto hace que aparezcan colas de residuos detrás de los cometas, que pueden llegar a los 70.000 kilómetros de longitud, según ha dicho Serra-Ricart.

Aunque el cometa Swift-Tuttle pasó cerca del Sol por última vez en 1992, y no volverá hasta 2126, cada año y durante el mes de agosto, la Tierra atraviesa el campo de restos dejados por él. Es entonces cuando ocurren las Perseidas.

El origen de su nombre

Las Perseidas se llaman así porque las estelas apuntan en la dirección en la que se encuentra la constelación de Perseo, cerca de Andrómeda y de Casiopea. Además, este fenómeno ocurría en la noche en la que los católicos recordaban las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera.

Próximas lluvias En octubre llegarán las Oriónidas, en noviembre las Leónidas y en diciembre las Gemínidas, aunque la Luna llena dificultará ver estas últimas.

Fuentes: ABC

Venus pudo haber sido habitable mientras la vida se desarrollaba en la Tierra

Venus pudo albergar vida hasta hace 715 millones de años - EFE

Un equipo de investigadores ha simulado cuatro escenarios del planeta hace millones de años, cuando las condiciones eran muy similares a las de nuestro globo

Actualmente es impensable que Venus, el planeta más caliente del sistema solar, albergue vida. Sus temperaturas extremadamente elevadas, así como sus volcanes activos y una atmosfera que es principalmente de dióxido de carbono, hacen imposible que sea un lugar habitable.

Sin embargo, hubo una época en la que en este planeta pudieron darse lascondiciones necesarias para la vida. Un equipo internacional de investigadores, liderado por expertos de la NASA, ha creado una serie de simulaciones de Venus hace miles de millones de años que apuntan a que este planeta pudo ser habitable.

El grupo liderado por Michael Way ha simulado hasta cuatro escenarios de Venus en el pasado, que varían según factores como la duración del día o la cantidad de luz solar recibida. En su evolución a lo largo de billones de años, el grupo de investigación comprobó cómo uno de los modelos no solo registraba temperaturas moderadas, sino hasta densas capas de nubes que podrían haber protegido al planeta de la agresiva radiación del sol, condiciones que se podrían haber dado hasta hace 715 millones de años.

La investigación comenzó a partir de la idea de que Venus y la Tierra fueron similares hace miles de millones de años, cuando la atmósfera de nuestro planeta también estaba formada, sobre todo, por dióxido de carbono. Ya en 2010, científicos habían señalado las similitudes de tamaño, densidad y composición entre ambos satélites.

«Ambos planetas probablemente disfrutaron de océanos de agua líquida caliente en contacto con rocas y con moléculas orgánicas que experimentaron una evolución química en esos océanos», comenta David Grinspoon, del Instituto de Ciencia Planetaria en Tucson, en Arizona, para el medio New Scientist. «Hasta donde entendemos en la actualidad, esos son los requisitos para el origen de la vida ».

«Es uno de los grandes misterios sobre Venus. ¿Cómo ha llegado tan diferente de la Tierra cuando parece probable que hayan originado de manera tan parecida?», añade.

El trabajo no ha podido avanzar hacia los motivos por los que Venus ha pasado de ser ese planeta que se ve en las simulaciones a lo que es actualmente. Según los expertos, la velocidad a la que el planeta giraba sobre su eje podría haber tenido algo que ver con ello. En este sentido, han seañalado que la aceleración de la rotación afectó levemente al aumento de las temperaturas, según destacan los patrones climáticos. Hoy en día, Venus tarda en girar sobre sí mismo 243 días terrestres, un periodo más largo que su órbita: 225 días.


Fuentes: ABC

7 de agosto de 2016

Como nacen los cometas

El cometa de Rosetta

Un análisis detallado de los datos recopilados por Rosetta muestra que los cometas son restos antiguos procedentes de la formación primigenia del Sistema Solar y no fragmentos más recientes, resultantes de colisiones entre otros cuerpos de mayor tamaño.

Comprender cómo y cuándo se formaron objetos como el cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko resulta fundamental para determinar con exactitud hasta qué punto pueden emplearse para interpretar la formación y evolución temprana de nuestro Sistema Solar.

La revista Astronomy & Astrophysics acaba de publicar un nuevo estudio al respecto dirigido por Björn Davidsson, del Laboratorio de Propulsión por Reacción del Instituto de Tecnología de Pasadena (Estados Unidos).

Si los cometas realmente son tan primitivos, podrían contribuir a desvelar las propiedades de la nebulosa solar a partir de la cual se condensaron el Sol, los planetas y otros cuerpos menores hace 4.600 millones de años, así como los procesos que transformaron nuestro sistema planetario hasta convertirse en lo que conocemos hoy en día.

La hipótesis alternativa establece que se trata de fragmentos más recientes, resultantes de la colisión entre cuerpos anteriores, como objetos transneptunianos (TNO), por ejemplo. Así, ofrecerían información del interior de estos cuerpos de mayor tamaño, las colisiones que los fragmentaron y el proceso de formación de nuevos cuerpos a partir de los restos de otros más antiguos.

“En cualquier caso, los cometas son testigos de importantes

acontecimientos evolutivos en el Sistema Solar; por eso hemos realizado con Rosetta estas mediciones y las de otros cometas, para averiguar qué escenario es más probable”, aclara Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA.

Los dos años junto a 67P/Churyumov–Gerasimenko han permitido a Rosetta mostrarnos un cuerpo bilobulado, muy poroso y de baja densidad con numerosas capas, lo que sugiere que ambos lóbulos fueron acumulando materia antes de fusionarse.

El perfil de un cometa primigenio

La porosidad excepcionalmente alta del interior del núcleo nos da la primera pista de que no pudo formarse mediante colisiones violentas, ya que estas habrían compactado un material tan frágil. Las estructuras y formaciones de distinto tamaño que han captado las cámaras de Rosetta ofrecen más datos de cómo podría haberse desarrollado su evolución.

Un trabajo anterior mostraba que la cabeza y el cuerpo del cometa en principio estaban separados, pero que la colisión que provocó su unión fue de una velocidad tan baja que no llegó a destruirlos. El hecho de que ambos lóbulos presenten capas similares también indica que han debido de experimentar evoluciones similares y que la tasa de supervivencia a colisiones catastróficas debió de ser alta durante un largo periodo de tiempo.

Es posible que también se produjeran otras uniones a menor escala. Por ejemplo, en la región de Bastet, en el lóbulo inferior del cometa, existen tres ‘casquetes’ esféricos, y se cree que se trata de restos de cometesimales conservados en parte.

Fuentes: ESA

Una erupcion solar mas grande que la Tierra



Una enorme franja de gas caliente estalla y se eleva desde el Sol, guiada por un bucle gigante de magnetismo invisible.

Esta sorprendente imagen fue capturada el 27 de julio de 1999 por el Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO). La Tierra se ha superimpuesto para facilitar la comparación, mostrando que el bucle de gas, o prominencia, mide de extremo a extremo unas 35 veces el diámetro de nuestro planeta.

Una prominencia es una erupción de gas que asciende desde la superficie del Sol. Las prominencias son generadas por los campos magnéticos formados en el interior del Sol y estallan atravesando su superficie hasta desplegarse en la atmósfera solar.

El Sol está compuesto principalmente por plasma, un gas cargado de electrones e iones. Debido a su carga eléctrica, los iones responden a los campos magnéticos. Así, cuando los bucles magnéticos alcanzan la atmósfera solar, grandes caudales de plasma se ven atraídos por ellos, dando lugar a las prominencias, que pueden prolongarse durante semanas o meses.

No es común observar prominencias tan espectaculares como esta, aunque se detectan algunas cada año. Cuando empiezan a colapsar, la mayoría del gas escapa por las líneas del campo magnético para regresar al Sol. No obstante, en ocasiones se vuelven inestables y liberan energía en el espacio. Estas prominencias eruptivas expulsan una enorme cantidad de plasma, a la que los astrofísicos llaman ‘eyección de masa coronal’. Las erupciones solares también se asocian con las eyecciones de masa coronal.

Si este plasma llega a la Tierra, puede perturbar el funcionamiento de satélites, las redes eléctricas y las comunicaciones. También provoca el brillo de la aurora en el cielo polar.

Capturado por el telescopio ultravioleta de SOHO, esta imagen muestra helio ionizado a unos 70.000 ºC.

Aquí puede consultarse una versión de la imagen sin la Tierra en comparación.

Fuentes: ESA

Una enana blanca azota a una enana roja con un rayo misterioso heic1616

Reproducción simulada del exótico sistema estelar binario AR Scorpii. Créditos: M. Garlick/University of Warwick, ESA/Hubble

Gracias al telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA y a otros telescopios tanto en tierra como en el espacio, los astrónomos han descubierto un nuevo y extraño tipo de estrella binaria: el sistema AR Scorpii alberga una enana blanca que gira a toda velocidad, energizando electrones hasta casi la velocidad de la luz. Estas partículas liberan fuertes haces de radiación que azotan a una enana roja cercana, haciendo que todo el sistema pulse cada 1,97 minutos, con radiaciones que van de la banda ultravioleta a la de radio.


En mayo de 2015, un grupo de astrónomos aficionados de Alemania, Bélgica y Reino Unido descubrió un sistema estelar con un comportamiento nunca antes visto. Gracias a un gran número de telescopios terrestres y espaciales, incluyendo el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA [1], y a observaciones dirigidas por la Universidad de Warwick (Reino Unido), estos científicos han podido desvelar la verdadera naturaleza de este sistema, que había sido mal identificado previamente.

El sistema estelar AR Scorpii se halla en la constelación de Escorpio, a 380 años luz de la Tierra. Comprende una enana blanca [2] del mismo tamaño que nuestra Tierra pero con una masa 200.000 veces mayor, que rota a gran velocidad, y su compañera: una enana roja fría con un tercio de la masa del Sol [3]. Ambas se orbitan mutuamente cada 3,6 horas, en una danza cósmica precisa como un reloj.

Este sistema binario muestra un comportamiento singular, ya que el fuerte magnetismo y la rápida rotación de la enana blanca hace que los electrones se aceleren hasta casi la velocidad de la luz. Al ser expulsadas al espacio, estas partículas altamente energizadas liberan haces de radiación (parecidos a los que emitiría un faro) que azotan la cara de la fría enana roja, haciendo que el sistema entero se ilumine y se oscurezca cada 1,97 minutos. Estos potentes pulsos incluyen radiación a frecuencias de radio, nunca antes detectadas en un sistema formado por enanas blancas.

Tom Marsh, del Grupo de astrofísica de la Universidad de Warwick e investigador responsable del proyecto, explica: “El sistema AR Scorpii fue descubierto hace más de 40 años, pero su verdadera naturaleza no se desveló hasta que comenzamos a observarlo en junio de 2015. A medida que avanzábamos, nos dimos cuenta de que estábamos ante algo extraordinario”.

Las propiedades observadas en AR Scorpii son únicas y enigmáticas. La radiación en un amplio rango de frecuencias indica la existencia de emisiones de electrones aceleradas en campos magnéticos, algo que puede explicar la rápida rotación de la enana blanca. En cambio, el origen de los electrones en sí es todo un misterio, ya que no sabemos a ciencia cierta si tienen que ver con la enana blanca o con su fría compañera.

AR Scorpii se observó por primera vez a principios de los años setenta y la fluctuación regular en su brillo, cada 3,6 horas, hizo que se clasificase erróneamente como una única estrella variable [4]. Ahora, gracias al esfuerzo conjunto de profesionales y aficionados a la astronomía, se ha desvelado la verdadera causa de la luminosidad periódica de AR Scorpii. Aunque ya se había observado un comportamiento pulsante similar en estrellas de neutrones (unos de los objetos más densos del Universo), nunca se había detectado en enanas blancas.

Boris Gänsicke, de la misma universidad y coautor del nuevo estudio, concluye: “Sabemos de las estrellas de neutrones pulsantes desde hace casi cincuenta años, y ciertas teorías predecían que las enanas blancas podrían tener un comportamiento similar. Es realmente emocionante haber descubierto este sistema y ha sido un fantástico ejemplo de colaboración entre astrónomos aficionados y académicos”.

Notas

[1] Las observaciones sobre las que se basa el estudio fueron realizadas con el telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile; los telescopios William Herschel e Isaac Newton del Grupo de Telescopios Isaac Newton, situados en la isla de La Palma, en España; el conjunto Australia Telescope Compact Array del Observatorio Paul Wild en Narrabri, Australia; el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA; y el satélite Swift de la NASA.

[2] Las enanas blancas se forman al final del ciclo vital de estrellas con masas hasta ocho veces mayores que la del Sol. Una vez agotada la fusión del hidrógeno en el núcleo de una estrella, los cambios internos provocan una fuerte expansión, que da lugar a una gigante roja, seguida de una contracción y de la expulsión de las capas externas de la estrella en forma de grandes nubes de polvo y gas. Lo que queda es una enana blanca, del tamaño de la Tierra pero 200.000 veces más densa. Una cucharada de la materia que forma una enana blanca pesaría lo mismo que un elefante aquí, en la Tierra.

[3] Esta enana roja es una estrella de tipo M. Estas estrellas son las más comunes en el sistema de clasificación de Harvard, que utiliza letras para agrupar las estrellas según sus características espectrales.

[4] Una estrella variable es aquella cuyo brillo fluctúa visto desde la Tierra. Estas fluctuaciones pueden deberse a cambios en las propiedades intrínsecas de la estrella. Por ejemplo, hay estrellas que se expanden y contraen de forma evidente. También pueden deberse a que otro objeto eclipse la estrella periódicamente. Como las fluctuaciones regulares observadas en el brillo de AR Scorpii se producían cuando las dos estrellas se orbitaban mutuamente y una bloqueaba parte de la luz de la otra, este sistema se confundió con una sola estrella variable.


Fuentes: ESA

4 de agosto de 2016

La lluvia de estrellas de las Perseidas de este año será cinco veces más intensa que en ocasiones anteriores

El próximo 11 y 12 de agosto se podrá observar la lluvia de estrellas de las Perseidas, más intensa este 2016 que otras ocasiones. EFE / TATYANA ZENOKOVICK
  • El fenómeno será visible los días 11 y 12 de agosto
  • Investigadores españoles lanzarán sondas para grabar la lluvia de meteoros
  • Recomiendan observarla lejos de la contaminación lumínica
La lluvia de las perseidas será este año un fenómeno cinco veces más intenso que años anteriores, tal y como ha informado el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA.CSIC). Habitualmente la actividad de las Perseidas tiene un máximo de 100 meteoros por hora, sin embargo, las predicciones indican que las de este 2016 serán especialmente intensas, de hasta 500 meteoros por hora siendo especialmente visible en Europa durante las noches del 11 y 12 de agosto.

La lluvia de estrellas de las Perseidas es un fenómeno que se produce todos los años entre los meses de julio y agosto cuando la Tierra atraviesa, en su trayectoria en torno al Sol, la estela del cometa Swift-Tuttle, lo que provoca que multitud de meteoroides choquen contra la atmósfera y por tanto emitan un destello de luz.

“El cometa Swift-Tuttle completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente y cada vez que se aproxima a nuestra estrella se calienta y emite chorros de gas además de pequeñas partículas sólidas que forman la cola del cometa”, señala el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Alejandro Sánchez.

Estrellas fugaces, meteoros y bólidos

Estos meteoros desprendidos son tan pequeños como un grano de arena y cuando impactan con la atmósfera de nuestro planeta lo hacen a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora.

Según explican los expertos, el choque con la atmósfera produce un aumento de la temperatura de hasta 5.000 grados en una fracción de segundo, lo que provoca que estos fragmentos de desintegren y se dé un destello de luz, conocido como meteoro o estrella fugar.

También existen los bólidos, apuntan, que son partículas más grandes –con el tamaño de un guisante o un poco mayor- que producen estrellas fugaces mucho más brillantes.

Se va a lanzar una sonda para grabar la lluvia de estrellas

El próximo 11 y 12 de agosto el Instituto de Astrofísica de Andalucía en colaboración con la Asociación Astroinnova y el grupo Daedalus lanzarán una sonda para grabar por primera vez en color y alta definición la lluvia de estrellas.

Una misión que se encuentra dentro del proyecto ‘Orison’, apuntan, y que permite el desarrollo de una infraestructura permanente de observación estratosférica.

Así, participan junto con la colaboración de Cetursa, el grupo Collados y la empresa Azimuth en tres actividades de divulgación que se celebrarán en el observatorio de La Sagra, en Granada, en el observatorio Calar Alto, en Almería y en Sierra Nevada.

Las observaciones astronómicas mejoran los modelos de previsión

El estudio de la lluvia de estrellas permite mejorar los modelos de previsión de posibles actividades, ya que fenómenos como este pueden provocar daños a los satélites en órbita terrestre.

“Entre las ventajas de la observación de meteoros desde la estratosfera se encuentran la nula absorción atmosférica, el hecho de que la luz de la lunar no contribuye negativamente, lo que es relevante este año, y la ausencia de contaminación lumínica”, explica Alejandro Sánchez.

También señala Sánchez que “es posible realizar observaciones astronómicas con ventajas muy similares a las que se pueden realizar desde el espacio pero con un coste mucho menor”.

Recomiendan observar las Perseidas lejos de las ciudades

Los expertos aconsejan observar la lluvia de estrellas la noche del 11 y 12 de agosto a partir de las dos de la madrugada cuando está previsto el primer ciclo de actividad y la Luna tendrá menos incidencia.

“Estas estrellas fugaces podrán aparecer en cualquier lugar del cielo. Por su trayectoria parecen proceder de un punto situado en la constelación de Perseo, y de ahí proviene el nombre de las Perseidas”, ha indicado Marcos Villaverde, miembro de la empresa Azimuth que coordina las actividades de divulgación en el observatorio Calar Alto.

También recomiendan no observar directamente la constelación sino a unos 40 grados de la misma. Además, añaden que no es necesario utilizar telescopio u otro instrumento óptico sino que, simplemente, buscar un lugar oscuro, lejos de la contaminación lumínica.


Fuentes: Rtve.es

2 de agosto de 2016

PERSEIDAS 2016, LA LLUVIA DE ESTRELLAS MÁS INTENSAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS



Del 8 al 14 de agosto podremos disfrutar un año más de las Perseidas (También conocidas como Lágrimas de San Lorenzo), la lluvia de estrellas más popular del año. Las Perseidas 2016 serán una de las más intensas de los últimos años, llegando incluso a un THZ (Tasa Horaria Zenital) de 150 meteoros por hora, cuando lo habitual son 100 o menos.

¿QUÉ SON LAS PERSEIDAS?

Las Perseidas es el nombre con el que conocemos a la lluvia de estrellas de alta actividad que todos los años podemos contemplar en los cielos del hemisferio norte a mediados de agosto. Reciben este nombre por la situación de su zona radiante en la constelación de Perseo . Los meteoros de esta lluvia de estrellas proviene del comenta 109P/Swift-Tuttle descubierto en 1862 por Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle.



Las Perseidas es la tercera lluvia de estrellas más importante del año. Sus meteoros tienen una velocidad aproximada de 29 km/s en una declinación de 58º con un THZ medio de 100 meteoros por hora.

¿QUÉ ES UNA LLUVIA DE ESTRELLAS?
Una noche cualquiera del año podemos observar en el cielo una o dos estrellas fugaces a la hora. Sin embargo, existen unas fechas concretas a lo largo del año donde esta cifra aumenta considerablemente, llengando incluso a las 150 estrellas fugaces a la hora. Esto lo denominamos lluvia de estrellas.

Las lluvias de estrellas se producen cuando la tierra cruza la estela de un cometa. Los cometas son objetos celestes que van perdiendo materia a medida que se acercan al sol. Esta materia queda flotando en el espacio. Cuando la órbita de la tierra cruza esta zona, las diminutas partículas del cometa entra en contacto con la atmósfera y se desintegran provocando el brillo de las estrellas fugaces, que técnicamente denominamos meteoros.

LAS PERSEIDAS EN 2016

Este año disfrutaremos de una intensa lluvia de estrellas. La órbita del enjambre pasó cerca del planeta Júpiter hace unos meses y fue perturbado a una órbita que se aproxima más a la Tierra. Esta mayor aproximación incrementará la tasa horaria a unos 150 meteoros por hora, el doble de lo normal.

La hora de máxima actividad de las Perseidas 2016 se prevé de 13 a 15:30 TU coincidiendo desde nuestra posición con un horario diurno. Sin embargo se calcula que la noche del 11 al 12 la intensidad de la lluvia de estrellas será la más alta, sobre todo de 00:00 a 04:00 TU.

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Este año, a lo largo de la semana tendremos luna creciente que variará del 25% al 62% de visibilidad. Esperemos que las condiciones meteorológicas nos permitan disfrutar de cielos despejados.

GUÍA DE OBSERVACIÓN

Para observar estrellas fugaces solo necesitas tu vista y un cielo oscuro. Aún así, las lluvias de estrellas son una estupenda oportunidad para reunirse con los amigos o la familia y disfrutar del cielo nocturno. Son noches muy interesantes para observar y descubrir el cielo a través de instrumentos astronómicos, como telescopios o prismáticos. Para disfrutar al máximo de una noche astronómica hemos preparado esta guía que puedes consultar y compartir en las redes sociales.

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ACTIVIDADES PARA LAS PERSEIDAS 2016

Durante toda la semana nos escaparemos fuera de Madrid en busca de cielos nocturnos. Estaremos en la zona de Yebes y al otro lado de la siera de Guadarrama, ya en la provincia de Ávila. Puedes acompañarnos en una de nuestras noches de observación astronómica, en las que, además de realizar una charla sobre las Perseidas, podrás observar a través de varios telescopios los cúmulos y nebulosas más brillantes de la Vía Láctea. Además, os enseñaremos a reconocer las principales estrellas y constelaciones del Cielo de Verano. Y llevaremos nuestra colección de meteoritos para que podáis ver y tocar auténticos restos de la formación del Sistema Solar. Consulta aquí todas las actividades y ven con nosotros a disfrutar del cielo.


Fuentes: AstroAficion

Calendario Lunar Mes Agosto 2016 (Ecuador)



La siguiente es información específica para Quito, Ecuador en Agosto 2016.

Fecha y hora de las fases lunares

Las fechas y horas de las fases lunares mostradas en la siguiente tabla provienen de cálculos oficiales publicados por ingenieros del departamento de astronomía del Observatorio Naval de E.E.U.U.

Fases lunares               Fechas            Hora

luna nueva                 2016-08-02        15:44
cuarto creciente        2016-08-10        13:21
luna llena                   2016-08-18        04:26
cuarto menguante     2016-08-24        22:41


Apogeo y perigeo de la Luna

La siguiente tabla muestra las fechas de perigeo y apogeo de la Luna durante Agosto 2016. 

Posición       Fechas           Hora        Distancia

Apogeo       2016-08-09    19:06      404,265 km
Perigeo       2016-08-21    20:22      367,046 km


Actividad de Meteoros

Lluvias de meteoros activas este mes y su día de mayor actividad. Para mayor información, vea el calendario de lluvias de meteoros 2016.

Nombre             Día Pico 

Perséidas        2016-08-12
κ-Cígnidas      2016-08-17
α-Aurígidas    2016-08-31


Iluminación de la Luna

La siguiente tabla muestra la iluminación de la Luna, calculada a las 00:00, a lo largo de los 31 días de Agosto 2016.

Ecuador está situado parcialmente en el hemisferio sur. La información presentada aplica al hemisferio sur. Las fases lunares son diferentes dependiendo del hemisferio en que se encuentre el país.

Fuentes: vercalendario

EFEMÉRIDES ASTRONÓMICAS AGOSTO 2016 - EN DETALLE (H. Norte)

Comienza otro mes, en pleno verano (Hemisferio Norte), con un montón de posibilidades para la observación astronómica. Como hemos comentado en otras ocasiones agosto es un mes bastante favorable para mirar al cielo; el primer factor a tener en cuenta es la cantidad tiempo disponible, al coincidir con el periodo vacacional de muchos de nosotros.

Junto a esto tenemos que contar con un número relativamente alto de horas de oscuridad y suficiente estabilidad atmosférica para poder contar con cielos despejados. Por último las temperaturas son todavía suficientemente suaves para que el frío no sea una molestia, aunque no conviene despistarse y es aconsejable tener alguna prenda más abrigada a mano, aunque al final no sea necesaria.

Pero por encima de cualquier otra cosa el mes de agosto es conocido por las Perseidas, una de las lluvias de meteoros más importantes del año. No vamos a entrar aquí en detalles, ya que nuestra compañera Saray acaba de publicar una estupenda entrada en el blog con toda la información necesaria para no perderte el espectáculo. Es importante recordar que se espera que este año sean especialmente activas, doblando la tasa de meteoros por hora que suelen ofrecer.

En cambio sí me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la fabulosa oportunidad que supone este acontecimiento para aproximarnos al cielo de una manera más tranquila.

No es extraño que los aficionados a la astronomía terminemos invirtiendo una gran cantidad de tiempo en mejorar la puesta en estación de nuestro telescopio, afinar el autoguiado o buscar una forma mejor de procesar el apilado de las fotografías. Todas estas cuestiones suelen ser agradables, aunque en ocasiones pueden revelarse pesadas e incluso frustrantes.

Es bajo esta premisa cuando algo tan sencillo como buscar un lugar relativamente oscuro y tumbarse cómodamente sin más pretensión que observar el cielo se convierte en una oferta muy atractiva.

No obstante no debemos dejarnos engañar por esa aparente sencillez; el hecho de observar el cielo a simple vista, incluso si no conseguimos ver una sola estrella fugaz, puede convertirse en una experiencia tremendamente satisfactoria.

En algunas de nuestras actividades nos preguntan cuántas estrellas podemos observar a simple vista, dando por sentado que la respuesta será de muchos miles. Habitualmente se sorprenden cuando respondemos que una noche de luna nueva, con unas condiciones de cielo muy buenas en cuanto a atmósfera y contaminación lumínica, podemos llegar a ver unas 1500 si tenemos una buena agudeza visual.

En esas ocasiones aprovechamos para explicar algunas cosas interesantes, como que todas las estrellas que pueden alcanzar a ver son sólo una pequeña fracción de nuestro vecindario galáctico más próximo, ya que todas ellas forman parte la Vía Láctea. Nuestro sistema solar forma una parte, minúscula, de uno de los brazos de nuestra galaxia espiral, conocido como el brazo de Orión.

Cuando la mente de estas personas comienza a asimilar la información recibida, y consigue hacerse idea de la escala de las distancias de las que hablamos, es frecuente ver como su mirada inicial de decepción se torna en asombro.

El mero hecho de contemplar sin objetivo alguno, de dejar vagar nuestra mente y nuestros ojos por la bóveda celeste, de tener la sensación de habitar un planeta minúsculo situado en una basta inmensidad inabarcable, produce en nuestro estado de ánimo y nuestro entendimiento sensaciones difícilmente descriptibles, pero que jamás dejan indiferente. Esto, ni más ni menos, es la oportunidad que nos ofrecen las Perseidas.

Desde mi punto de vista la lluvia de meteoros es la guinda del pastel.

EL CIELO DEL MES

Si tenemos la fortuna de encontrarnos en un lugar con poca contaminación lumínica podremos disfrutar de la siempre espectacular visión de la Vía Láctea, observable a simple vista y que transcurre desde el horizonte Sur hasta el Norte. En el Hemisferio Norte comienza en la cola de la constelación de Escorpión y cruza las constelaciones de Sagitario, Escudo, Águila, Sagita, Zorrilla, Cisne, Lagarto, Casiopea y Perseo. La zona más brillante, que corresponde con el centro de la galaxia, está situada en la constelación de Sagitario y conforme avanzamos hacia el norte va perdiendo brillo. En cielos bastante oscuros puede apreciarse con facilidad hasta la constelación del Cisne, siendo casi imperceptible a la altura de Casiopea.


Constelaciones de la Vía Láctea en el Hemisferio Norte

Vamos a utilizar la ruta que acabamos de describir como guía para un paseo estelar con algunas paradas muy interesantes. Para ir introduciendo terminología “oficial” cuando nombremos las constelaciones usaremos su nombre en latín y añadiremos entre paréntesis el término por el que se las conoce en castellano.
M4 ➔ Se trata de un bonito cúmulo globular, bastante fácil de encontrar con prismáticos, ya que está justo a la derecha de la supergigante roja Antares, la estrella principal de la constelación de Scorpius (Escorpión).
M7 ➔ A medio camino entre la cola de Scorpius y Sagittarius (Sagitario) encontramos este cúmulo abierto, observable con prismáticos y a ojo desnudo en cielos oscuros. Es conocido como el Cúmulo de Ptolomeo, ya que en su día este lo describió, eso sí, como una nebulosidad.



Cúmulos de M4 y M7
M8 y M20 ➔ Se trata de las Nebulosas del Lago y Trífida respectivamente, ya os hablamos en detalle de ellas en las efemérides del mes pasado, pero dada su importancia no podemos obviarlas en nuestro paseo por las cercanías de la Vía Láctea. Podéis encontrarlas encima de la constelación de Sagittarius. Asequibles con prismáticos.
M22 ➔ Coqueto cúmulo globular, situado por encima de Sagittarius y fácil de encontrar con prismáticos, ya que está acompañado de un característico asterismo formado por un pequeño grupo de estrellas que forman un triángulo con otra estrella en su interior.
M25 ➔ Cúmulo abierto situado por encima del anterior. Se encuentra a medio camino de las constelaciones de Sagittarius y Scutum (Escudo).
M17 y M16 ➔ Nebulosas de Omega y el Águila. Nebulosas de emisión ubicadas a la derecha de la constelación de Scutum. Se encuentran en el límite de lo observable con prismáticos, siendo necesarios unos medianamente potentes, como unos 15X70, y un cielo bastante oscuro. M16 es además uno de los cúmulo estelar abierto y en sus profundidades se encuentra uno de las más observadas zonas de nacimiento de estrellas. En su interior se encuentran las icónicas nubes de gas conocidas como los Pilares de la Creación.


Situación y aspecto visual de algunos cúmulos y nebulosas de la constelación de Sagitario

M11 ➔ A la izquierda de la constelación de Scutum, en su parte superior, encontramos el cúmulo abierto de los Patos Salvajes. Con unos prismáticos podremos apreciar una mancha difusa de aspecto blanquecino, siendo necesario el uso de un telescopio para resolver las estrellas que lo configuran.



Cúmulo Patos Salvajes en l constelación del Escudo


M27 ➔ Nuestra siguiente parada se encuentra a medio camino de las constelaciones de Sagitta (la Flecha) y Vulpecula (Zorrila), se trata de la nebulosa planetaria Dumbbell, que sólo puede ser observada con telescopios.
NGC 6802 ➔ Si nos desplazamos hacia la derecha, todavía entre las dos constelaciones anteriores, llegaremos a un curioso cúmulo abierto, con una configuración fácilmente reconocible y que le aporta el nombre por el que es conocido habitualmente, el Asterismo de la Percha. Se puede percibir a simple vista, pero necesitaremos la ayuda de unos prismáticos para poder contemplar su característica forma.
Albireo➔ En la cabeza de la constelación de Cygnus (Cisne) se encuentra esta estrella que puede observarse a simple vista. Sin embargo al contemplarla con un telescopio, comprobaremos que en realidad se trata de una estrella doble; la mayor de las dos es una estrella amarilla, que a su vez es una estrella binaria, mientras que la más pequeña es una estrella azul. Teniendo en cuenta que el azul y el amarillo son colores complementarios, en pocas ocasiones podremos contemplar de forma simultánea dos objetos celestes con mayor contraste entre ellos.

Nebulosa Dumbbell, Asterismo de la Percha y estrella doble Albireo

Foto de Albireo https://bitacoradegalileo.files.wordpress.com/2010/03/albireo.jpg

El final de nuestra ruta ➔ A estas alturas, dependiendo de la hora a la que hayamos comenzado este paseo por los objetos de la Vía Láctea, nos encontraremos aproximadamente en el cenit de la bóveda celeste. Nos hemos dejado muchas cosas por el camino y todavía nos quedan algunas muy interesantes si continuamos en dirección hacia la constelación de Cassiopeia (Casiopea), pero lo vamos a dejar para otra ocasión. Como despedida os proponemos buscar M31, nuestra galaxia vecina de Andrómeda, en la constelación del mismo nombre.

Qué mejor manera de terminar que contemplando esa pequeña mancha blanquecina, sabiendo que en su interior alberga otra inmensidad de maravillas como las que acabamos de visitar.

Localización y aspecto visual de la Galaxia de Andrómeda.

VISIBILIDAD PLANETARIA.

Durante este mes Mercurio y Venus se han alejado un poco más del Sol, por lo que podrán comenzar a verse justo después del atardecer. A final del mes se producirá una bonita conjunción que nos permitirá ver juntos por el telescopio a Venus y Júpiter. Si no quieres perdértelo los días 26 y 27 hemos organizado observaciones para ver estas conjunciones y muchas cosas más.

Conjunción Júpiter y Venus

La mala noticia es que para que dicha conjunción sea posible Júpiter va a encontrarse bastante cerca del horizonte al atardecer. A primeros de mes se encontrará a 20º por encima del horizonte en el ocaso y esta altura se irá reduciendo a lo largo del mes hasta llegar a tan sólo 6º justo sobre el horizonte O en el momento del ocaso solar.

Todavía podremos disfrutar de él por un breve tiempo justo al atardecer en los primeros días de septiembre y después de esto tendremos que esperar hasta finales de octubre para poder volver a verlo, unas horas antes del amanecer.

Al igual que el mes pasado los reyes de la fiesta siguen siendo Marte y Saturno, pese a que en el ocaso ambos ya han alcanzado su altura máxima, permanecerán por encima del horizonte hasta aproximadamente las 2:00 am, tiempo que se reducirá hasta la medianoche a final de mes.

Urano aparecerá por el horizonte después del anochecer y permanecerá en el cielo hasta el alba y Neptuno tendrá un comportamiento parecido, con la única diferencia de que su orto comienza prácticamente al atardecer.

EFEMÉRIDES

Martes 2 de agosto: Luna nueva (Distancia geocéntrica: 382286 Km.)

Jueves 4 de agosto: Ocultación de Mercurio por la Luna. DM: 0.579 Ilum: 4.6%

Sábado 6 de agosto: Ocultación de Júpiter por la Luna. DM: 0.217 Ilum: 11.2%

Miércoles 10 de agosto: Luna en el apogeo. (Distancia geocéntrica: 404262 Km | Iluminación: 42.9%)

Luna en cuarto creciente

Jueves 11 de agosto: Marte a 7.40°S de la Luna. (Altura solar: -31.9°)

Viernes 12 de agosto: Máximo de la lluvia de meteoros de las Perseidas, actividad desde el 17 de julio al 24 de agosto, THZ 150. Cometa: 109P/Swift-Tuttle. Radiante en Perseo, AR 48º, DE +58º.

Aunque el radiante se encuentra en dirección N no debemos dejar de mirar en el sentido opuesto, ya que corremos el riesgo de perdernos una bonita conjunción formada por la Luna, Saturno y Marte, sobre la constelación de Escorpio.

Conjunción Luna, Saturno y Marte

Sábado 13 de agosto: Saturno estacionario. (Elongación: 108.7°)

Lunes 15 de agosto: Mercurio en el afelio. (Distancia heliocéntrica: 0.46670 U.A.)

Martes 16 de agosto: Mercurio en máxima elongación este. (Elongación: 27.43°)

Miércoles 17 de agosto: Lluvia de meteoros: Kappa-Cygnidas, actividad desde el 3 al 25 de agosto, con máximo el 17 de agosto, THZ 3. Radiante en Cygnus, AR 286º, DE +59º

Jueves 18 de agosto: Máxima extensión iluminada de Mercurio. (EI: 22.0″^2 A.Fase: 91.39°).

Luna llena (Distancia geocéntrica:374106 Km.)

Viernes 19 de agosto: Ocultación de Neptuno por la Luna. DM: 1.041 Ilum: 98.5%

Lunes 22 de agosto: Luna en el perigeo. (Distancia geocéntrica: 367050 Km | Iluminación: 83.1%)

Mercurio a 3.99° de Júpiter. (Elongación mínima de los planetas: 26.5°)

Martes 23 de agosto:
En el post de las efemérides del mes pasado os dijimos que en agosto habría una curiosa conjunción de Marte con su némesis. Aquí está desvelado el misterio; nos referíamos, como supongo que todos imaginasteis, a la estrella Antares, que debe su nombre al parecido que guarda con el planeta Marte, el dios de la guerra conocido por los antiguos griegos como Ares. La cercanía de Saturno, a punto de entrar a su vez en conjunción con Marte, forma una bonita línea recta que conecta a los tres.

Conjunción Marte, Antares y Saturno

Miércoles 24 de agosto: Marte a 4.35° de Saturno. (Elongación mínima de los planetas: 98.1°)

Jueves 25 de agosto: Luna en cuarto menguante (Distancia geocéntrica:370807 Km.)

Marte a 4.39°S de Saturno. (Elongación mínima de los planetas: 97.0°)

Sábado 27 de agosto: Mercurio a 5.27°S de Venus. (Elongación mínima de los planetas: 22.2°)

Venus a 0.07°N de Júpiter. (Elongación mínima de los planetas: 22.3°)

Lunes 29 de agosto: Mercurio a 5.05° de Venus. (Elongación mínima de los planetas: 22.7°)

Marte 30 de agosto: Mercurio estacionario. (Elongación: 21.9°)

Miércoles 31 de agosto: Lluvia de meteoros: Alfa-Aurígidas, actividad desde el 28 al 5 de septiembre, con máximo el 31 de agosto, THZ 6. Radiante en Auriga, AR 93º, DE +39º

Y con esto terminamos lo que tenemos que contaros sobre el cielo del mes de agosto.

Os deseamos cielos despejados y agradables.

Fuentes: AstroAfición