Eloy Ortega fue un conocido astrónomo aficionado que se dedicó al estudio de los fenómenos celestes; tenía telescopios para realizar las observaciones de los planetas y cometas, cuando estos pasaban cerca de la órbita terrestre. Para ganarse algún dinero instalaba sus aparatos en los parques Centenario o La Victoria, donde cobraba un sucre a quienes deseaban mirar astros y constelaciones. Los pillos aprovechaban la concentración de los observadores para meter las manos en los bolsillos y cargar las cosas que portaban.
En cierta ocasión organizó un viaje por la vía a Salinas para observar mejor un cometa que pasaría.
En cierta ocasión organizó un viaje por la vía a Salinas para observar mejor un cometa que pasaría.
Fue autor de libros de astronomía como Teoría del Sol Frío, pues sostenía que nuestro astro rey era frío y el calor se producía por el movimiento de las masas atmosféricas.
Muchos años colaboró con artículos en EL UNIVERSO, El Telégrafo y otros diarios del país. Acertaba en sus predicciones sobre sequías, lluvias torrenciales, temblores y otros fenómenos.
Publicó el Almanaque Ortega, que tenía acogida en la ciudad y el campo. La polémica que sostuvo con el astrónomo chileno Muñoz Ferrada tuvo trascendencia internacional. Su figura fue clásica, pues usaba un sombrero que le dio apariencia inconfundible. Cierta vez llevó el material del almanaque a la imprenta y por error de ‘alguien’ por poco se publica que Viernes Santo caía en domingo. Felizmente la falla se detectó y todo salió bien.
Muchos años colaboró con artículos en EL UNIVERSO, El Telégrafo y otros diarios del país. Acertaba en sus predicciones sobre sequías, lluvias torrenciales, temblores y otros fenómenos.
Publicó el Almanaque Ortega, que tenía acogida en la ciudad y el campo. La polémica que sostuvo con el astrónomo chileno Muñoz Ferrada tuvo trascendencia internacional. Su figura fue clásica, pues usaba un sombrero que le dio apariencia inconfundible. Cierta vez llevó el material del almanaque a la imprenta y por error de ‘alguien’ por poco se publica que Viernes Santo caía en domingo. Felizmente la falla se detectó y todo salió bien.
Memorias de Luis Vayas Amat, empresario y publicista guayaquileño.
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