26 de septiembre de 2012

Los primeros microorganismos en la Tierra pudieron llegar de otros planetas

Foto: ASA/ESA /JESÚS MAÍZ APELLÁNIZ/INSTITUTO DE ASTROFÍ

              
             Los microorganismos que se estrellaron en la Tierra incrustados en los fragmentos de planetas distantes podrían haber sido los brotes de vida del planeta, de acuerdo con una nueva investigación de la Universidad de Princeton, la Universidad de Arizona y el Centro de Astrobiología (CAB) en España.

Los investigadores de este trabajo, que ha sido publicado en la revista 'Astrobiology', han señalado que bajo ciertas condiciones hay una alta probabilidad de que la vida llegara a la Tierra en la infancia del Sistema Solar, cuando la Tierra y sus vecinos planetarios orbitaban otras estrellas. Por aquel entonces, los planetas estaban lo suficientemente cerca entre sí como para intercambiar porciones de material sólido.

Estos hallazgos apoyan la teoría ya existente de la 'litopanspermia', que defiende que las formas básicas de la vida se distribuyen por todo el Universo a través de meteoritos, como fragmentos planetarios, que son expulsados por erupciones volcánicas o colisiones con otros cuerpos. Estos fragmentos, entran en las 'trampas' de gravedad de otro sistema planetario y entonces se produciría la transferencia de cualquier carga viva.

Los científicos han indicado que las investigaciones anteriores sobre este fenómeno sugiere que la velocidad con la que se precipita el meteorito a través de la materia sólida hace que las posibilidades de ser enganchado por otro objeto muy poco probable. Sin embargo, el nuevo trabajo ha reconsiderado la 'litopanspermia' bajo un proceso de baja velocidad llamado 'transferencia débil', en donde los materiales sólidos deambularían fuera de la órbita de un objeto grande y pasarían a la órbita de otro.

En este caso, los coeficientes de velocidades son 50 veces más lentos que las estimaciones previas, o alrededor de 100 metros por segundo, han indicado los autores.

Así, teniendo como modelos el cúmulo de estrellas en el que nació el Sol, el equipo llevó a cabo simulaciones que muestran que a estas velocidades inferiores, la transferencia de un material sólido de un sistema planetario de una estrella a otra podría haber sido mucho más probable de lo que se pensaba.

"El trabajo dice lo contrario de la mayoría de los anteriores", ha señalado el autor principal del estudio, Edward Belbruno, quien ha apuntado que "la investigación demuestra que la 'litopanspermia' podría haber sido muy probable" y que "puede ser el primer documento para demostrar que, si este mecanismo es cierto, tendría implicaciones para la vida en el Universo como un todo". "Esto proceso de intercambio de microorganismos podría haber ocurrido en cualquier parte", destaca.

Belbruno, que ha contado en su equipo con la investigadora del CAB, Amaya Moro-Martín, ha señalado que el trabajo demuestra que el momento del intercambio de vida, tal y como ellos lo plantean, podría ser compatible con el desarrollo real del Sistema Solar, así como con la primera aparición conocida de la vida en la Tierra.

"UNA HIPÓTESIS VIABLE"

Así, los investigadores han señalado que el Sistema Solar y su sistema vecino más cercano podrían haber intercambiado rocas miles de millones de veces, mucho antes de que el Sol apareciera.

"La conclusión del trabajo es que el mecanismo de transferencia débil hace la 'litopanspermia' una hipótesis viable, ya que habría permitido que los planetas intercambiaran grandes cantidades de material sólido", ha apuntado Moro-Martín, quien ha indicado que el sistema consiste en escalas de tiempo que podrían permitir la supervivencia de los microorganismos incrustados en rocas grandes" al llegar a su nuevo destino.



Fuentes : EUROPA PRESS

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