1 de octubre de 2012

La sonda espacial Juno prosigue su viaje hacia Júpiter tras un ajuste de trayectoria

Habiendo completado una nueva maniobra de ajuste de rumbo, la nave Juno de la NASA sigue ahora una trayectoria con un grado de precisión capaz de garantizar su pase óptimo el próximo 9 de octubre por las inmediaciones de la Tierra, para lograr que ésta la acelere más hacia el destino final de su intrincado viaje: Júpiter.

Puede parecer un poco absurdo que una nave que despegó de la Tierra en agosto de 2011 y que va rumbo a Júpiter, pase de nuevo junto a la Tierra 14 meses después. Aunque dé la impresión de haber desandado parte del camino, la sonda sigue el itinerario correcto para alcanzar Júpiter en 2016. No debemos olvidar que la Tierra y Júpiter son un punto de origen y otro de destino que están moviéndose de forma constante y a gran velocidad en órbitas alrededor del Sol. Por esa y otras razones, no es viable que la Juno viaje en línea recta de un planeta a otro. Los viajes interplanetarios típicos siguen trayectorias curvas alrededor del Sol, que evolucionan hacia un trazado en espiral.

La fugaz visita de la Juno a la Tierra prevista para dentro de unos días, después de más de un año de viaje interplanetario, servirá para que este vehículo aproveche esa cercanía para ganar más velocidad gracias a la acción del campo gravitatorio terrestre, con el consiguiente ahorro de combustible. Los viajes mediante asistencia gravitacional, que es como se le llama a esta técnica de acelerar naves haciéndolas pasar muy cerca de planetas, permiten no tener que cargar a bordo cantidades ingentes de combustible, que podrían incluso hacer inviable una misión, aunque implican que la nave deba seguir un camino bastante largo y tortuoso para alcanzar su punto de destino, un camino que puede incluir volver a pasar por las cercanías de la Tierra como en este caso.

Si todo sale bien, la Juno sobrevolará la Tierra a una altitud mínima de 560 kilómetros (348 millas).


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(Foto: NASA/JPL-Caltech)

Una vez en órbita a Júpiter, a donde llegará en julio de 2016, la sonda orbitará alrededor del planeta durante aproximadamente un año (33 órbitas) y utilizará su colección de ocho instrumentos científicos para investigar por debajo de la oscura cubierta de nubes que oculta al gigante gaseoso, a fin de obtener así más información sobre los orígenes, estructura, atmósfera y magnetosfera de Júpiter, e intentar detectar la existencia de un núcleo sólido en el planeta.

Un dato llamativo acerca de la Juno es que obtiene la energía para sus sistemas eléctricos de paneles solares. Recordemos que la órbita de Júpiter se encuentra cinco veces más lejos del Sol que la seguida por la Tierra, de tal modo que el planeta gigante recibe 25 veces menos luz solar que nosotros. Juno es la primera nave alimentada por energía solar que ha sido diseñada por la NASA para operar a gran distancia del Sol. A fin de captar la suficiente luz solar, la superficie de sus paneles solares es bastante grande. Tres paneles solares se extienden hacia afuera desde el cuerpo hexagonal de la Juno, dando a la nave espacial un tamaño global de unos 20 metros de punta a punta. Está previsto que los paneles solares permanezcan expuestos a la luz del Sol continuamente hasta el fin de la misión, excepto por unos minutos durante ese paso futuro de la nave cerca de la Tierra.


Fuente :Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com

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