Observa el cielo esta noche, hacia el sureste en la constelación de Cetus. Hay una estrella visible a simple vista llamada Tau Ceti que se encuentra a unos 12 años-luz de distancia de la Tierra, y los astrónomos han descubierto un sistema de al menos cinco planetas que orbitan dicha estrella, incluyendo uno en la zona habitable del astro.
Si bien el descubrimiento reciente de un planeta del tamaño de la Tierra alrededor del sistema estelar triple Alpha Centauri es el planeta más cercano que ha sido descubierto, a sólo 4,3 años luz, este nuevo descubrimiento es la estrella individual, similar al Sol y más cercana que se conozca que alberga un sistema planetario. Se estima que los cinco planetas tienen masas entre dos y seis veces la masa de la Tierra, lo que lo convierte en el sistema planetario de menor masa detectado hasta ahora. El planeta en la zona habitable de la estrella tiene una masa de aproximadamente cinco veces la de la Tierra, por lo que se convierte en el planeta más pequeño descubierto orbitando en la zona habitable de una estrella similar al Sol.
“Este descubrimiento encaja con nuestra emergente visión de que virtualmente todas las estrellas tienen planetas, y que la galaxia debe tener muchos planetas del tamaño de la Tierra potencialmente habitables”, dijo el astrónomo Steve Vogt de UC Santa Cruz, coautor del artículo que describe el descubrimiento. “Estamos empezando a comprender que la naturaleza parece tener una abrumadora preferencia por los sistemas que tienen múltiples planetas con órbitas de menos de 100 días. Es muy diferente de nuestro propio sistema solar, donde no hay algo con una órbita dentro de la de Mercurio. Así que el Sistema Solar es, en cierto sentido, un poco extraño y no es el tipo más típico de sistema que la naturaleza fabrica”.
Tau Ceti ha sido durante mucho tiempo un objetivo tanto de estudios astronómicos detallados como de la ciencia ficción, dado que es una de las 20 estrellas más cercanas a la Tierra. Es fácilmente visible a ojo descubierto desde el hemisferio norte y sur. Durante la década de 1960, el Proyecto Ozma, dirigido por Frank Drake de SETI, investigó a Tau Ceti en busca de signos de vida estudiando las ondas de radio interestelares con el radiotelescopio de Green Bank. Los autores de ciencia ficción como Robert Heinlein, Isaac Asimov y Frank Herbert usaron a Tau Ceti como destino y punto central en sus libros.
Los científicos saben que esta estrella tiene un polvoriento disco de escombros al menos 10 veces más masivo que el cinturón de Kuiper del Sistema Solar, y en el mucho tiempo que se ha observado no se ha encontrado planetas más grandes que Júpiter.
Un equipo internacional de astrónomos de Reino Unido, Chile, Estados Unidos y Australia, combinaron más de seis mil observaciones del espectrógrafo UCLES del Telescopio Anglo-Australiano, el espectrógrafo HIRES del Telescopio Keck, y un reanálisis de los espectros captados por el espectrógrafo HARPS disponibles a través del archivo público del Observatorio Europeo Austral.
Utilizando nuevas técnicas, el equipo descubrió un método para detectar señales de la mitad del tamaño de la observaciones anteriores, mejorando enormemente la sensibilidad de la búsqueda de planetas pequeños
Tau Ceti e es el planeta en la zona habitable, y su año tiene aproximadamente la mitad de duración del nuestro. Un estudio independiente de los datos del sistema realizado por Abel Méndez de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo dice que el quinto planeta, Tau Ceti f, también puede estar en la zona habitable.
Aunque se ha descubierto más de 800 planetas orbitando otras estrellas, los exoplanetas en órbita alrededor de las estrellas similares al Sol más cercanas son muy valiosos para ser estudiados, dijo el equipo.
“Tau Ceti es uno de nuestros vecinos cósmicos más cercanos y tan brillante que podríamos ser capaces de estudiar las atmósferas de sus planetas en un futuro no muy lejano. Los sistemas planetarios descubiertos alrededor de estrellas cercanas al Sol indican que estos sistemas son comunes en la Vía Láctea”, dijo James Jenkins de la Universidad de Chile.
El artículo del equipo ha sido aceptado para ser publicado en Astronomy & Astrophysics.
Fuente: Universe Today
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