Según ha explicado la ESA, este cuerpo, apodado por los medios de comunicación como 'el asteroide del fin del mundo', es objeto de estudio de cara a una posible desviación de su ruta, con el fin de evitar un posible choque con la Tierra.
En un principio, se creyó que el suceso tendría lugar en abril de 2029, pero datos adicionales lo descartaron. Los expertos determinaron que ese año el asteroide pasará a solo 36.000 kilómetros de la superficie terrestre, más cerca incluso que las órbitas de los satélites geoestacionarios, pero no chocará.
Estas investigaciones sí advirtieron de que Apophis rondará el planeta, de nuevo, en 2036 y ya lo suficientemente cerca como para que el futuro del cuerpo sea "incierto".
La ESA ha destacado la "buena oportunidad" que ha tenido Herschel el pasado fin de semana, observando el asteroide durante unas dos horas en su aproximación a la Tierra. "Estos datos recogidos ahora permiten la comprensión de las propiedades clave de los asteroides y proporcionarán detalles vitales para futuras misiones y el estudio de objetos potencialmente peligrosos", ha explicado el investigador principal del programa de observación MACH-11 del Fondo Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) en Madrid,Laurence O'Rourke.
Del mismo modo, ha destacado que "Apophis es el segundo asteroide cercano a la Tierra observado por Herschel" y ha apuntado que "son las observaciones más rápidas realizadas por el telescopio espacial, ya que el asteroide se movía a una velocidad de 205 segundos de arco por hora" tal y como se veía desde la perspectiva del telescopio.
LA ESA BUSCA DESVIAR EL ASTEROIDE
La peligrosidad de Apophis se conoce desde hace años. Ya en 2007, el astronauta español, Pedro Duque, destacaba la "certeza matemática absoluta" de que el asteroide podría derribar satélites comerciales en 2029 y siete años después caer sobre la superficie marítima de la Tierra originando un "inmenso tsunami", "infinitamente más grande" que el que asoló Indonesia en 2004.
Durante un coloquio sobre Defensa y el sector aeroespacial el astronauta señaló que tanto la Unión Europea como Estados Unidos están evaluando los procedimientos a adoptar para afrontar esta situación e indicó que el coste de una misión para desviarlo rondaría los 1.000 millones de euros.
En ese sentido, afirmó que la Agencia Espacial Europea (ESA) está evaluando la posibilidad de desplegar una misión centrada en el lanzamiento de dos satélites, uno para alejar el asteroide, bautizado como 'Don Quijote', y otro para dar cobertura en órbita el primer satélite, denominado 'Sancho'.
Duque dijo que está misión está en proceso de análisis y que su objetivo pasaría además por poder detectar asteroides que pudieran aproximarse a laTierra. Además, subrayó que se trata de una operación de prioridad para la ESA.
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