Las sequías que sufre España son cada vez más intensas y largas. A esta conclusión ha llegado el CSIC en un estudio publicado en la revista Hidrology and Earth System Sciences, tras analizar la evolución de los déficits hídricos en la Península Ibérica entre 1945 y 2005.
La investigación, que estudió 187 cuencas de drenaje en toda la península, afirma que son las regiones del centro y sur peninsular las que mayores sequías han sufrido. Las cuencas del Tajo, Júcar, Guadiana y Guadalquivir han visto incrementada su duración máxima de déficit hídrico, de los 15 meses en los primeros años del registro, hasta los más de 60 meses de duración registrados durante el gran episodio seco de la década de los años 90.
Consecuencias económicas negativas
Es esa misma década la que presenta los periodos de sequía más severos y prolongados de todo el registro. Las sequías extremas que sufrió han mantenido un perímetro de afección relativamente constante, mientras que las sequías moderadas se expanden y alcanzan superficies de terreno cada vez mayores.
Este aumento progresivo de la duración e intensidad de las sequías tieneconsecuencias negativas en actividades económicas como la energía hidroeléctrica y el regadío, que dependen profundamente del caudal disponible.
Según Sergio Vicente, encargado del estudio, "la cada vez más recurrente sucesión de episodios de sequía en la Península Ibérica puede resultar en una mayor vulnerabilidad de la sociedad ante este riesgo natural".
La evaluación de las sequías hidrológicas permite a los expertos anticiparse a las sequías y reducir significativamente los impactos derivados de ellas, según Jorge Lorenzo, autor del trabajo e investigador del CSIC.
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