11 de febrero de 2013

La exótica meteorología de una enana marrón

Esta ilustración artística muestra la atmósfera de una enana marrón llamada 2MASSJ22282889-431026, que fue observada simultáneamente por Spitzer de la NASA y los telescopios Hubble espacio. Los resultados fueron inesperados, capas reveladoras de desplazamiento de material como se indica en el diagrama. Por ejemplo, el parche grande y brillante en la capa exterior se ha desplazado a la derecha en la capa interna. Las observaciones indican que esta enana marrón - una bola de gas que "no" para convertirse en una estrella - se caracteriza por impulsadas por el viento, tamaño de planetas nubes. Crédito de la imagen: NASA / JPL-Caltech

Usando los telescopios espaciales Spitzer y Hubble de la NASA, unos astrónomos han sondeado la tormentosa atmósfera de una enana marrón, creando el más detallado "mapa climático" para esta clase de objetos, que no son estrellas, pero que resulta difícil calificar de planetas, al menos en algunos aspectos.

Las enanas marrones se forman a partir de la condensación de gas, tal como lo hacen las estrellas, pero carecen de la masa suficiente para fusionar átomos de hidrógeno y producir energía. Estos objetos, que algunos llaman estrellas fallidas, se parecen a los planetas gigantes gaseosos, pero debido a su mayor masa tienen características especiales.

El equipo de Daniel Apai, Esther Buenzli y Adam Showman, de la Universidad de Arizona en Estados Unidos, y Mark Marley de la NASA, apuntaron simultáneamente el Hubble y el Spitzer hacia una enana marrón con el largo nombre de 2MASSJ22282889-431026. Constataron que su luminosidad varía con el paso del tiempo. Su brillo aumenta y disminuye cada 90 minutos mientras gira. Pero lo más sorprendente es que el equipo también descubrió que ese ciclo de cambio en el brillo no era el mismo en todas las longitudes de onda.

Estas variaciones delatan la presencia de diferentes capas de material que giran alrededor de la enana marrón conformando masas de nubes tormentosas tan grandes como la Tierra misma, impulsadas por vientos feroces.


El Spitzer y el Hubble ven diferentes capas atmosféricas de ese extraño mundo debido a que ciertas longitudes de onda infrarrojas son bloqueadas por los vapores de agua y metano a una gran altitud, mientras que otras longitudes de onda infrarrojas emergen de capas más profundas.

A diferencia de las nubes de agua de la Tierra o las nubes de amoníaco de Júpiter, las nubes en las enanas marrones conocidas suelen estar compuestas de granos calientes de arena, gotas de hierro líquido y otros compuestos exóticos.

A pesar de que las enanas marrones son frías en comparación con las estrellas propiamente dichas, sus temperaturas a menudo resultan muy tórridas si tomamos como referencia a los planetas gigantes gaseosos de nuestro sistema solar e incluso a la Tierra.

La temperatura de 2MASSJ22282889-431026 está aproximadamente entre los 600 y los 700 grados centígrados (de 1.100 a 1.300 grados Fahrenheit).

El análisis de las nubes tormentosas de esa enana marrón sugiere que son algo así como versiones gigantes de la Gran Mancha Roja de Júpiter, una tempestad colosal que lleva activa desde hace dos o tres siglos.

Información adicional




Fuentes : http://www.jpl.nasa.gov/news/news.php?release=2013-013

No hay comentarios:

Publicar un comentario