Lo habitual es que si hay que demoler un edificio ocurra una voladura controlada que hace caer el edificio de arriba a abajo, pero en Japón ya hay una empresa que lo hace al revés: primero cortan las columnas de la parte baja del edificio, las sustituyen por unos gatos hidráulicos y consiguen, de forma controlada, hacer bajar todo el edificio, planta a planta. Según la empresa, este método es más seguro, crea menos ruído y polvo, es más rápido y, sobre todo, permite separar los materiales y reciclarlos mejor.
Lo habitual es que si hay que demoler un edificio ocurra una voladura controlada que hace caer el edificio de arriba a abajo, pero en Japón ya hay una empresa que lo hace al revés: primero cortan las columnas de la parte baja del edificio, las sustituyen por unos gatos hidráulicos y consiguen, de forma controlada, hacer bajar todo el edificio, planta a planta. Según la empresa, este método es más seguro, crea menos ruído y polvo, es más rápido y, sobre todo, permite separar los materiales y reciclarlos mejor.
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