11 de marzo de 2013
Las observaciones de Herschel pronto llegarán a su fin
Tras pasar más de tres emocionantes años estudiando el universo frío, se estima que, en las próximas semanas, se agotará el suministro de helio liquido refrigerante del observatorio espacial Herschel de la ESA.
Herschel fue lanzado el 14 de mayo de 2009 y, con un espejo primario de 3,5 m, es el telescopio infrarrojo más grande y potente jamás lanzado al espacio.
Esta misión pionera ha sido la primera en cubrir todo el rango en la longitud de onda que va desde el infrarrojo lejano hasta el submilimétrico, haciendo posible el estudio de regiones frías de gas y polvo del cosmos antes invisibles, y proporcionando nuevos conocimientos sobre el origen y la evolución de las estrellas y las galaxias.
Con la finalidad de poder llevar a cabo este tipo de observaciones tan sensibles en el infrarrojo lejano, los detectores de los tres instrumentos científicos –dos cámaras/espectrómetro de imagen y un espectrómetro de muy alta resolución – deben enfriarse a una temperatura de –271°C, cerca del cero absoluto. Están en el extremo superior de un tanque lleno de helio superfluido líquido, dentro de un enorme tanque conocido como criostato.
El helio superfluido se evapora con el tiempo, vaciando el tanque gradualmente y determinando el periodo de vida científica de Herschel. Al lanzarlo, el criostato estaba lleno hasta los bordes con cerca de 2.300 litros de helio líquido (335 kg) lo que garantizaba 3,5 años de operaciones en el espacio.
De hecho, Herschel ha hecho extraordinarios descubrimientos en un amplio rango de temas, desde galaxias con estallidos de formación estelar en el universo distante hasta nuevos sistemas planetarios en formación orbitando jóvenes estrellas cercanas.
Sin embargo, todo lo bueno llega a su fin, y los ingenieros creen que casi todo el helio líquido se ha gastado.
No es posible predecir el día exacto en el que el helio se agotará por completo, pero la confirmación llegará cuando Herschel empiece su próximo periodo de comunicación diario de 3 horas con las estaciones terrestres.
“No debe sorprendernos cuando ocurra, y cuando pase veremos la temperatura de todos los instrumentos elevarse varios grados en tan solo unas horas”, afirma Micha Schmidt, el Jefe de Operaciones de Misiones de Herschel en ESOC (European Space Operations Centre) de la ESA, en Darmstadt, Alemania.
El programa de observación científica fue planeado minuciosamente con el fin de sacar el máximo partido del periodo de vida de la misión, y todas las observaciones de alta prioridad ya se han llevado a cabo.
Además, Herschel está llevando a cabo numerosas observaciones de gran interés elegidas específicamente con la finalidad de explotar hasta la última gota de helio.
“Cuando finalicen las observaciones, esperamos haber llevado a cabo 22.000 horas de observaciones científicas, un 10% más de lo planificado en un principio, por lo que la misión ya ha superado sus expectativas”, afirma Leo Metcalfe, Jefe de la Misión y Jefe de Operaciones Científicas de Herschel de la ESA en ESAC (Centro Europeo de Astronomía Espacial) en Madrid, España.
“Pronto las observaciones llegarán a su fin, pero los datos de Herschel permitirán que se haga una enorme cantidad de ciencia emocionante durante muchos años”, señala Göran Pilbratt, Jefe Científico del Proyecto Herschel de la ESA en ESTEC (European Space Research and Technology Centre) en Noordwijk, Países Bajos.
“De hecho, el pico de productividad científica aún está por llegar, y ahora nuestro trabajo consiste en poner en valor los datos de Herschel tanto como nos sea posible, tanto por la ciencia actual como por la futura”.
Herschel seguirá comunicándose con las estaciones terrestres durante un tiempo después de que se haya agotado el helio, permitiendo una serie de comprobaciones técnicas. Finalmente, a principios de mayo, será impulsado hacia una órbita estable a largo plazo alrededor del Sol.
Fuentes: ESA.
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