5 de abril de 2013

La carrera hacia Marte: Mars One e Inspiration Mars

 Mars One e Inspiration Mars

Los problemas del viaje tripulado a Marte


El campo de los viajes espaciales no ha seguido la misma senda de progreso que el de las telecomunicaciones. Su máximo logro fue llevar un hombre a la Luna, mantenerlo allí varias horas y traerlo de vuelta de forma segura. Sin embargo el último vuelo tripulado a la Luna fue en 1972 y los expertos dicen que con la tecnología y el personal de hoy en día no seríamos capaces de repetir la gesta.

Aunque a mediados de1970 parecía que las bases en la Luna y los viajes a Marte estaban a la vuelta de la esquina, las misiones a la Luna se interrumpieron y el viaje a Marte pasó a considerarse un imposible. Sin embargo el sueño no había muerto del todo y ahora algunos audaces lo han resucitado con dos proyectos singulares que “salvan” la dificultades de los riesgos para la salud (radiación, descompresión, asfixia…) y del viaje de retorno (sólo se podría despegar desde Marte llevando el combustible en el viaje) de formas bastante diferentes.






Mars One

Mars One es un proyecto de colonización de Marte, una apuesta a la totalidad que quiere hacer que la humanidad pase de civilización terrestre a solar en el año 2023.

En el desarrollo lógico de este esquema de colonización, siempre se había considerado imprescindible construir antes estaciones espaciales en órbita y bases en la Luna y experimentar allí los riesgos de la vida fuera de la Tierra. La Luna además sería una magnífica estación intermedia en viajes largos, precisamente por la facilidad de despegue, dada su baja gravedad y la ausencia de resistencia atmosférica. Bill Stone lo tiene bastante claro y quiere montar la primera estación de servicio de hidrógeno selenita.

Mars One quiere obviar estos pasos. Entre 2015 y 2022 planean varias misiones robóticas de exploración, búsqueda del enclave óptimo para la base y montaje, también robótico, de los módulos de recepción con suministros. En septiembre de 2022 viajarían los primeros 4 colonos que llegarán en abril de 2023 y a partir de ahí dos más cada dos años.

La solución al problema del retorno no podía ser más radical. Los que vayan a Marte no retornarán, sino que vivirán el resto de sus días y morirán allí cuando les llegue su hora.

El proyecto se financia mediante una fundación sin ánimo de lucro que es dueña mayoritaria de una corporación llamada IMG que pretende obtener ingresos mediante la venta de las imágenes de televisión 24/7 transmitidas desde Marte (suena como una especie de Gran Hermano que comenzará ya con la selección de los astronautas) y por supuesto “merchandising” y donaciones.

Mars One concibe la colonización de Marte como una empresa de la humanidad en general. Cuenta con científicos, consejeros y embajadores y tiene un aire cosmopolita e internacional indudable.


Inspiration Mars

El millonario, ingeniero y turista espacial estadounidense Dennis Tito, estaba revisando unas trayectorias de vuelos hacia Marte en Excel y se dio cuenta de que en 2018 se podría hacer un “fly-by” a una altura de 150 km alrededor del planeta rojo. Llamó a conocidos de la NASA y a otros expertos y se decidió a financiar de su bolsillo los dos primeros años de este proyecto.

Inspiration Mars seleccionará a un hombre y una mujer estadounidenses (parece entenderse que además serán pareja sentimental) para volar hasta Marte como ciudadanos privados (entiendo que podría traducirse como turistas), sobrevolarlo y retornar a la Tierra. El vehículo estará diseñado con criterios de simplicidad extrema (austeridad en el soporte vital: calidad del aire, agua) y automatización mínima (mantenimiento manual). El despegue se produciría en enero de 2018.

Aparte de la aportación financiera de Tito el resto se buscará en donaciones, fundaciones y venta de datos a la NASA. También hay una cierta esperanza de que este esfuerzo haga reaccionar a los políticos para financiar una misión posterior con “amartizaje” incluido.

Se declara que el propósito central de esta misión es rearmar de orgullo a la nación y demostrar al mundo que USA es capaz de aceptar los graves riesgos y sacrificios asociados al proyecto con el objetivo de lograr el avance del conocimiento a nivel de educación básica en ciencia y matemáticas y consolidar su posición como líder mundial en astronáutica, tanto a nivel industrial como académico.



El sueño de Isaac Asimov

Frente al cosmopolitismo de Mars One, el lema de Inspiration Mars (una misión para América) declara abiertamente su carácter americano, en el sentido con el que los nativos de los Estados Unidos de América usan el nombre del continente, que roza el absurdo cuando Dennis Tito dice en la rueda de prensa que aunque una pequeña parte del módulo inflable se fabricará en Canadá, debe quedar claro que la misión es sólo americana (por estadounidense) ¿Canadá ya no está en América?

No quiero pensar que USA esté intentando con Inspiration Mars apuntarse en su casillero nacional un tanto que Mars One iba a marcar para toda la humanidad; el del orgullo de poder decir que los primeros humanos que estuvieron cerca de Marte fueron estadounidenses. Si bien es cierto que, siendo Mars One un proyecto más antiguo y de muchísimo más calado, resulta un poco chocante el silencio al respecto en la rueda de prensa, incluso cuando se trata directamente el tema de la posible participación de otras naciones y Dennis Tito expresa su deseo de que USA llegue antes que China.


Las prisas por llegar a Marte

Expertos como Burt Rutan dicen que se han perdido casi 50 años en la exploración espacial. Podría haber una base internacional en la Luna desde hace al menos 30, con presencia permanente de científicos y viajes regulares de ida y vuelta. Sabríamos mucho más acerca de largas estancias pisando suelo real de otro mundo. Tendríamos una plataforma de lanzamiento más barata y también hidrógeno y otros gases en órbita para repostar a bajo costo en viajes más largos.

Tengo mis dudas de que Mars One salga adelante, pero si lo hace, los pioneros que viajen a Marte cuentan con todo mi respeto y admiración. Serán los más valientes de entre nosotros y aunque estudien los riesgos de antemano, ninguno sabe a lo que se va a enfrentar allí. Cualquier problema, desajuste o imprevisto puede convertir la aventura en tragedia pues en Marte, por mucho que se insista en que es el planeta más parecido a la Tierra, no hay aire respirable, ni presión atmosférica, ni temperatura que pueda soportar la vida humana ni nada que se le parezca.

La ausencia de gravedad, escasez de luz solar, exceso de radiación y actividad del polvo en suspensión por un lado y el confinamiento forzado e irrevocable combinado con la demanda permanente de un nivel de concentración total por otro podría consumir física y mentalmente a los colonos en poco tiempo, convirtiendo el espectáculo en algo execrable.


No me entiendan mal

Yo deseo el éxito para ambos proyectos, pero:

Respecto a Inspiration Mars: Prefiero un Marte sin naciones ni religiones. Me gusta la idea de Isaac Asimov sobre la exploración espacial como una de las pocas actividades que puede unir a la humanidad por encima de los espejismos (dicho sea con todos los respetos) de las naciones, los credos y las razas.

Respecto a Mars One: Pienso que este no es el camino. No son buenas las prisas por ir a Marte, el olvido de las bases en la Luna y el desarrollo de un programa amplio de estaciones espaciales en órbita terrestre. Y no me gusta el sistema Gran Hermano para conseguir dinero porque dependerá siempre de la audiencia.

Soy uno de esos que desde pequeño soñaron con viajes tripulados a Marte; colaboro modestamente como traductor voluntario en el programa Hi-TRANSLATE y ya he hecho una donación para Mars One, pero creo que el sueño de Asimov no era esto.






Fuentes : Área Subliminal

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