9 de mayo de 2013
El mapa de la química necesaria para la existencia de vida en Europa (luna de Júpiter)
Esta vista compuesta en color combina imágenes violadas, verdes, e infrarrojas de la luna intrigante del Júpiter, el Europapá, para una vista de la luna en el color natural (dejado) y en el color realzado diseñó sacar diferencias en color sutiles en la superficie (derecho). La parte blanca y azulada brillante de la superficie del Europapá es formada sobre todo del sorbete, con muy pocos materiales de no hielo.
En contraste, las regiones moteadas parduscas en el lado derecho de la imagen pueden ser cubiertas por sales hidratadas y un componente rojo desconocido. El terreno moteado amarillento en el lado izquierdo de la imagen es causado por algún otro componente desconocido. Las líneas largas, oscuras son fracturas en la corteza, algunos de las cuales son más de 3,000 kilómetros (1,850 millas) mucho tiempo. Crédito de imagen: NASA/JPL/University de Arizona
Una investigación revela que el peróxido de hidrógeno abunda por gran parte de la superficie de Europa, satélite de Júpiter. Los autores del estudio argumentan que si ese peróxido de la superficie se mezcla del modo adecuado en el océano del subsuelo, podría ser una importante fuente de energía para formas simples de vida, si es que hay vida en dicho océano subterráneo.
La vida, como es sabido, necesita agua líquida; elementos como carbono, nitrógeno, fósforo y azufre, y algún tipo de energía, ya sea química o lumínica, para mantener funcionando su maquinaria bioquímica.
Europa tiene el agua líquida y los elementos básicos. Y además, el equipo de Kevin Hand, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, California, cree que compuestos como el peróxido podrían aportar buena parte de la energía requerida. La disponibilidad de oxidantes como el peróxido en la Tierra fue fundamental para el surgimiento de la vida compleja, multicelular.
El equipo de Hand y Mike Brown, del Instituto Tecnológico de California en Pasadena, analizó datos de mediciones espectrales en la banda del infrarrojo cercano de la luz de Europa, utilizando el Telescopio Keck II en Mauna Kea, Hawái. La mayor concentración de peróxido fue hallada en el lado de "proa" del astro, es decir, la cara que da a la misma dirección hacia la que el satélite avanza en su travesía orbital alrededor de Júpiter.
El peróxido de hidrógeno se detectó por primera vez en Europa por la misión de la sonda Galileo de la NASA, que exploró el sistema de Júpiter desde 1995 hasta 2003. Pero las observaciones de Europa hechas por la Galileo fueron menos extensas de lo que habría resultado ideal.
Los científicos están casi seguros de que Europa tiene un océano bajo su superficie helada. Esta recreación artística ilustra una posible vista seccional a través de la corteza de hielo de Europa. El calor asciende desde el manto rocoso de Europa, posiblemente por medio de una sustancial actividad volcánica, y de ese modo mantiene el océano lo bastante caliente como para que conserve su estado líquido, hasta que muy arriba prevalecen el frío y el hielo.
(Imagen: NASA JPL)
Los nuevos resultados muestran que el peróxido está distribuido en gran parte de la superficie de Europa, encontrándose las mayores concentraciones en las regiones donde el hielo es de agua casi pura, con muy poca contaminación de azufre.
Los científicos creen que el peróxido de hidrógeno es un factor importante para la habitabilidad en el océano global de agua líquida bajo la corteza helada de Europa, ya que el peróxido de hidrógeno podría proporcionar la energía química necesaria para la vida en ese mar subterráneo, si se llegara a mezclar con su agua marina.
Información adicional
Fuentes : Jet Propulsion Laboratory
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