La compañía, que está construyendo un avión para comercializar el turismo espacial, afirmó que la nave SS2 puede ser modificada y servir como un superavión capaz de alcanzar velocidades increíblemente altas viajando por fuera de la atmósfera terrestre.
El avión entraría en la órbita de la Tierra para minimizar el impacto de las fuerzas gravitacionales, y sobrevolando el planeta a unos 6.700 kilómetros por hora, recorrer los 16.900 kilómetros entre Londres y Sídney en dos horas y media, según contó el director comercial de la compañía, Stephen Attenborough.
Esos vuelos también tendrán ventajas medioambientales frente a los vuelos habituales, subrayó Attenborough, citado por 'The Daily Mail'.
El avión de Virgin Galactic ya ha logrado salir de la estratosfera y la empresa prometió realizar el primer vuelo turístico al espacio el próximo año llevando a bordo al propietario de la misma, Richard Branson, y a su familia.
La compañía ya ha recaudado 80 millones de dólares de 640 personas que quieren estar entre los pasajeros.
Branson también ha lanzado un proyecto televisivo en el que los participantes competirán para obtener un pasaje en uno de los SS2.
Entre otros proyectos a largo plazo, la empresa planea hoteles orbitales y viajes a la Luna.
El copropietario de la escudería Force India F1 y la aerolínea holandesa KLM también están desarrollando su propio proyectos de superavión, que deberán realizar los primeros vuelos de prueba el próximo año.
Pero a diferencia del SS2, su avión no saldrá de la atmósfera, ya que contará con motores capaces de alcanzar una velocidad equivalente a más de cuatro veces la del sonido.
Los pasajes costarán 100.000 dólares.
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