Con la ayuda del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, los astrĂ³nomos han descubierto que lo que se pensaba que era un gran asteroide llamado Don Quijote es en realidad un cometa. CrĂ©dito de la imagen: NASA / JPL-Caltech / DLR / NAU
Durante 30 años, un gran asteroide de los que pueden acercarse mucho a la Tierra ha circulado por su Ă³rbita, pasando ante los ojos escrutadores de los cientĂficos armados con telescopios, mientras guardaba un gran secreto. El objeto, conocido como Don Quijote (o Don Quixote), que mide unos 18 kilĂ³metros (unas 11 millas) de extremo a extremo, y cuya travesĂa lo lleva periĂ³dicamente hasta la Ă³rbita de JĂºpiter, resulta que en realidad es un cometa.
El descubrimiento es fruto de un proyecto actualmente en curso, coordinado por investigadores de la Universidad del Norte de Arizona, en Flagstaff, Estados Unidos, utilizando el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. Al examinarlo con mayor detalle y gracias a un poco de suerte, los astrĂ³nomos encontraron evidencias de una actividad mĂ¡s propia de un cometa. Dicha actividad no se logrĂ³ detectar durante tres dĂ©cadas de observaciones.
Los resultados de la investigaciĂ³n conducida por Michael Mommert, del DLR (la agencia espacial alemana), y ahora de la Universidad del Norte de Arizona, muestran que Don Quijote no es un cometa muerto, y por tanto a efectos prĂ¡cticos un asteroide como anteriormente se creĂa, sino que tiene una dĂ©bil coma o cabellera, asĂ como una cola, igualmente discreta. De hecho este objeto, considerado como el tercer asteroide mĂ¡s cercano a la Tierra conocido, posee grandes cantidades de diĂ³xido de carbono y presumiblemente agua congelada.
Este descubrimiento implica que el diĂ³xido de carbono y el agua congelada pueden estar presentes tambiĂ©n en otros asteroides de los que son capaces de pasar cerca de la Tierra.
La coma o cabellera, y la cola de Don Quijote, tal como los captĂ³ en luz infrarroja el Spitzer, y perfilados en la imagen. (Imagen: NASA/JPL-Caltech/DLR/NAU)
El hallazgo no afecta a las probabilidades de colisiĂ³n de la Tierra con Don Quijote, que son bajĂsimas en la escala humana del tiempo, pero sĂ introduce un cambio importante en los modelos teĂ³ricos sobre los orĂgenes del agua en la Tierra. Impactos de cometas, como Don Quijote, a lo largo del tiempo a escala geolĂ³gica, o durante una Ă©poca muy antigua en la que las colisiones entre astros en el sistema solar eran mucho mĂ¡s frecuentes que ahora, pudieron ser la fuente de al menos una parte del agua que hoy posee la Tierra.
La cantidad de agua que se calcula que alberga Don Quijote es de aproximadamente 100.000 millones de toneladas, casi la misma cantidad de agua que acoge el Lago Tahoe, en California.
Fuentes : Jet Propulsion Laboratory NASA
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