El 22 de enero, justo un día después de descubrirse la explosión, el Telescopio Ultravioleta / Óptico (UVOT) del satélite Swift observó detenidamente a la supernova y a la galaxia desde donde se manifestó.
Sorprendentemente, SN 2014J puede ser vista en imágenes tomadas hasta una semana antes de su descubrimiento. Nadie se había percatado de su presencia. La supernova salió a la luz sólo cuando Steve Fossey y sus estudiantes del Observatorio de la Universidad de Londres tomaron imágenes de la galaxia durante un breve taller.
Aunque la explosión se ha producido muy cerca en términos astronómicos, la luz de la supernova está atenuada por las espesas nubes de polvo de su galaxia, lo que puede haber reducido el pico de su brillo aparente.
De un modo u otro, la explosión produce una cáscara muy caliente de plasma que se expande hacia el espacio circundante a decenas de millones de kilómetros por hora. Algunos elementos radiactivos que se forman durante la explosión contribuyen a mantener caliente al cascarón a medida que se expande. La interacción entre el tamaño del cascarón, su transparencia y el calentamiento radiactivo determina cuándo la supernova alcanza su máximo brillo.
M82 se encuentra en la constelación de la Osa Mayor y es un popular objetivo de observación para los telescopios de potencia modesta. M82 está experimentando un vigoroso episodio de formación estelar que la hace muchas veces más brillante que nuestra galaxia, la Vía Láctea, y explica su inusual y fotogénica apariencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario