Este satélite comenzará una nueva era en el campo de la observación de la Tierra, dando prioridad a las misiones operacionales de apoyo a los usuarios durante las próximas décadas.
Esta primera misión transporta un radar avanzado que permite observar la superficie de la Tierra a través de las nubes y de la lluvia, sin importar si es de dÃa o si es de noche.
El satélite llegó al aeropuerto de Cayena a bordo de un avión de transporte Antonov y fue recibido por una intensa lluvia – algo bastante simbólico, ya que las precipitaciones no afectarán a la capacidad de observación de este satélite.
A pesar del mal tiempo, los técnicos del Puerto Espacial Europeo y de Thales Alenia Space y la tripulación del Antonov descargaron los contenedores en la Guayana Francesa.
“Fue fantástico ver a nuestro ‘bebé’ llegar sano y salvo, y todo el equipo trabajó de forma eficiente para desembarcar el preciado cargamento”, comenta Svein Lokas, responsable de la campaña de lanzamiento para la ESA.
“Ahora estamos deseando desembalar el satélite y empezar a prepararlo para su viaje al espacio dentro de unas pocas semanas”.
Tras desembarcar del avión, el convoy fue escoltado a través de Cayena hasta el complejo de lanzamiento en Kourou.
Sentinel-1A permanecerá en su contenedor varios dÃas para estabilizarse tras su largo viaje. Luego se trasladará al edificio conocido como ‘High Bay’, donde se desembalará y se someterá a una campaña de ensayos antes de su integración con el lanzador Soyuz que lo llevará al espacio.
Una vez en órbita, esta nueva misión proporcionará datos fundamentales para una larga serie de servicios, que abarcan desde el estudio del hielo en los océanos polares a la monitorización de la subsidencia del terreno.
Sentinel-1 también ha sido diseñado para responder de forma rápida en caso de emergencia o catástrofe natural, monitorizando inundaciones o terremotos.
Fuentes: ESA
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