El Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) tomó esta fotografía el 9 de noviembre de 1998 con su telescopio ultravioleta, revelando la radiación emitida por los átomos de hierro inmersos en un baño de gas a un millón de grados Celsius.
Esta imagen de la actividad solar recoge un ejemplo de libro, mostrando dos bandas más brillantes que rodean al Sol a la misma latitud en cada hemisferio.
En las longitudes de onda de la luz visible estos cinturones y zonas más brillantes se corresponden con regiones oscuras conocidas como manchas solares, que se producen cuando los tubos de flujo magnético se elevan desde el interior del Sol, ‘flotando’ hasta alcanzar su atmósfera.
Al comienzo de cada ciclo las regiones activas son escasas y aparecen sólo a altas latitudes, desapareciendo pocas semanas después. A medida que el ciclo avanza empiezan a surgir nuevas zonas activas, con más frecuencia y de mayor tamaño, a latitudes cada vez menores. Algunas de estas manchas solares pueden ser más grandes que nuestro propio planeta y permanecer visibles durante varios meses.
Este proceso tiene lugar de forma simultánea en los dos hemisferios del Sol. Al cabo de cinco o seis años, las manchas solares alcanzan las latitudes próximas al ecuador solar, momento que se conoce como Máximo Solar.
A partir de aquí el número de manchas empezará a descender hasta que prácticamente desaparezcan, y el ciclo comenzará de nuevo a altas latitudes. El mecanismo responsable de estos ciclos sigue siendo uno de los mayores misterios del Sol. Parece evidente que está relacionado con la generación del campo magnético en el interior de las capas gaseosas del Sol, pero los detalles continúan siendo una incógnita.
Hace poco el Sol empezó a desviarse de este comportamiento tan predecible. El ciclo actual comenzó unos dos años tarde, los hemisferios se están comportando de forma diferente y el máximo de actividad solar está siendo relativamente modesto. Se espera que el próximo ciclo continúe con esta nueva tendencia, pudiendo ser incluso más débil que el actual.
Fuentes: ESA
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