19 de octubre de 2014

LRO Encuentra Evidencias de Vulcanismo Lunar Reciente



El Orbitador de Reconocimiento Lunar, LRO, de la NASA ha proporcionado evidencias de que la actividad volcánica de la Luna se redujo gradualmente en lugar de detenerse abruptamente hace 1.000 millones de años.

Decenas de depósitos de roca observados por LRO tienen menos de 100 millones de años. Este período de tiempo corresponde al período Cretácico de la Tierra, el apogeo de los dinosaurios. Algunas áreas pueden tener incluso menos de 50 millones de años. "Este hallazgo va a hacer que los geólogos rescriban los libros de texto sobre la Luna", dijo John Keller, científico del proyecto LRO en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

Los depósitos se dispersan a través de las llanuras volcánicas oscuras de la Luna y se caracterizan por una mezcla de círculos, montículos suaves y poco profundos junto a zonas de terreno accidentado.

Las características son demasiado pequeñas para ser vistas desde la Tierra. Una de las más grandes, un área llamada Ina, fue estudiada y fotografiada desde la órbita lunar por los astronautas del Apolo 15. Ina parecía ser una característica única, hasta que los investigadores de la Universidad Estatal de Arizona y de la Universidad Westfälische Wilhelms de Alemania, descubrieron muchas regiones similares en imágenes de alta resolución tomadas por las dos cámaras de la sonda LRO. El equipo identificó un total de 70 zonas de este tipo en el lado de la Luna más cercano a la Tierra.

Esta característica llamada Maskelyne es uno de los muchos depósitos volcánicos jóvenes recién descubiertas en la Luna. Image Credit: NASA/GSFC/Arizona State University

El gran número de estas rocas y su amplia distribución sugieren que la actividad volcánica de la última etapa no era una anomalía, sino una parte importante de la historia geológica de la Luna.

El número y el tamaño de los cráteres dentro de estas áreas indica que los depósitos son relativamente recientes. En base a una técnica que vincula las mediciones de los cráteres a la antigüedad de las muestras tomadas por las misiones Apolo y Luna, se cree que tres de los parches de mares irregulares tienen menos de 100 millones de años, y tal vez menos de 50 millones de años en el caso de Ina. Las suaves y empinadas laderas que descienden desde las capas rocosas accidentadas son consistentes con las estimaciones de escasa antigüedad.

En contraste, las llanuras volcánicas que rodean estas regiones distintivas son atribuidas a la actividad volcánica que se inició hace cerca de 1.500 millones de años y terminó hace unos 1.000 millones años. En ese momento, se pensaba que toda la actividad volcánica en la luna había cesado.

Varios estudios anteriores sugirieron que Ina era bastante joven y podría haberse formado debido a la actividad volcánica localizada. Sin embargo, en ausencia de otras características similares, Ina no se consideró un indicio de vulcanismo generalizado. Los resultados tienen implicaciones importantes para cómo se cree que es el cálido interior de la Luna.

"La existencia y la edad de los parches nos dicen que el manto lunar tuvo que permanecer lo suficientemente caliente como para proporcionar el magma de las erupciones de pequeño volumen que crearon estas características inusuales más jóvenes", dijo Sarah Braden, recientemente graduada de la Universidad Estatal de Arizona y autora principal del estudio. La nueva información es difícil de conciliar con lo que actualmente se piensa acerca de la temperatura del interior de la Luna.

"Estas jóvenes características volcánicas serán los principales objetivos para la exploración futura, tanto robótica como humana", dijo Mark Robinson, investigador principal de la LROC en la Universidad Estatal de Arizona.


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