La ESA intentará poner en contacto a las sondas Rosetta y Philae este jueves

Ilustración del aterrizador Philae en el cometa 67P. ESA
  • La sonda se quedó sin combustible sobre el cometa 67P
  • La Agencia Espacial Europea intentará despertarla hasta el 20 de marzo
  • Tiene unos paneles solares que podrían recibir energía solar suficiente

Ha sido una larga espera de cuatro meses, pero este jueves la Agencia Espacial Europea (ESA) intentará por primera vez poner en contacto a las sondas Rosetta y Philae. Esta última se encuentra hibernando en un lugar desconocido del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, según recoge la Agencia Espacial Italiana (ASI).

El cometa se encuentra estos días a 300 millones de kilómetros del Sol y, por tanto, podría existir la posibilidad de despertar al módulo Philae si recibe la suficiente energía solar. Después de un accidentado aterrizaje, la sonda rebotó hasta parar a un kilómetro del punto inicialmente programado.

El problema llegó cuando se acabó la cantidad de combustible que llevaba, ya que la ESA tenía previsto que la luz solar nutriera de energía a los instrumentos a través de los paneles solares.

En teoría, Philae tenía que haberse posado sobre un punto llamado Agilkia, que aunque no era totalmente plano, se eligió por ser el mejor entre los cinco posibles puntos que se barajaron anteriormete. 


El futuro de Philae: 19 watios

Sin embargo, el punto del cometa en el que quedó atrapada Philae era oscuro y pasó a un estado de hibernación el 15 de noviembre de 2014. Antes tuvo tiempo de enviar algunos datos que había recabado durante y después del aterrizaje.

"En la actualidad Philae está recibiendo el doble de la luz solar en comparación con el mes de noviembre", ha comentado el director del Centro Espacial de Alemania (DLR), Stephan Ulamec, quien ha resaltado que aunque tal vez sea demasiado pronto para pensar en el despertar de Philae, "vale la pena probarlo".

El interior de la sonda tiene que estar al menos a -45ºC y necesita 19 watios de energía para poder comunicarse y volver al trabajo. La sonda orbitadora Rosetta, que está acompañando al cometa en su viaje hacia el sol, intentará escuchar la señal que emita Philae hasta el 20 de marzo.

Si despierta, el módulo de aterrizaje tendrá que comunicar su 'estado de salud' a la Tierra mediante el envío de una serie de datos. De este control inicial depende que se puedan reanudar los trabajos de los diez experimentos que lleva a bordo. 


Simulaciones con Philae

Desde el 15 de noviembre el equipo de Philae ha estado analizando la disposición del módulo aterrizador y haciendo simulaciones para predecir las condiciones de iluminación de la zona en la que se encuentra este mes de marzo.

En este sentido, han tenido en cuenta el período del viaje del cometa hacia el Sol y la rugosidad de la superficie del 67P, ya que se proyectan sombras sobre los paneles solares y los acumuladores de energía térmica que se encuentran en las caras exteriores de Philae.

"En las simulaciones más prometedoras es posible que la energía solar que incide en el módulo de aterrizaje sea suficiente para asegurar que el sistema de comunicación se encendida", ha explicado con optimismo el director de programa de Philae de la ASI, Mario Salatti.

"Por otro lado, estos primeros intentos de conexión Rosetta y Philae son solo los primeros de una serie", ha aclarado.

El miembro de ASI también ha explicado que el equipo tiene listas secuencias operativas de todo tipo de supuestos relacionados con la energía que para desarrollar experimentos sin depender de la batería secundaria y contando solo con la energía solar.

Salatti ha rematado: "En la Tierra estamos listos, esperamos que también lo esté Philae para reanudar su extraordinaria aventura".



Fuentes: Rtve.es

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