10 de marzo de 2015

Las retorcidas ondas de choque de una explosion estelar

The twisted shockwaves of an exploded star
 
La Nebulosa del Velo, descubierta el 5 de septiembre de 1784 por el astrĂ³nomo William Herschel, fue en su dĂ­a una estrella. En la actualidad no es mĂ¡s que una masa retorcida de ondas de choque que ocupan una regiĂ³n del firmamento seis veces mĂ¡s grande que la luna llena.

Esta imagen del Telescopio Espacial Hubble muestra una pequeña parte de la nebulosa, una regiĂ³n conocida como el ‘nudo sudeste’. La Nebulosa del Velo tiene un radio de unos 50 años luz, y estĂ¡ situada a 1.500 años luz de nuestro planeta.

Hace diez mil años esta nebulosa no existĂ­a. Por aquel entonces era una estrella mucho mĂ¡s grande y mĂ¡s brillante que nuestro Sol, que ardĂ­a con fuerza gracias a las reacciones nucleares que tenĂ­an lugar en su interior. Cuando agotĂ³ su combustible estas reacciones empezaron a flaquear, provocando el colapso de la estrella y su posterior explosiĂ³n.

Los astrĂ³nomos calculan que esta explosiĂ³n ocurriĂ³ hace unos 5.000 – 10.000 años. Los observadores de la Ă©poca habrĂ­an visto como la luz de la estrella se amplificaba de forma espectacular a lo largo de uno o dos dĂ­as, hasta hacerse mĂ¡s brillante que la luna creciente.

Estas explosiones tan dramĂ¡ticas se conocen como supernovas. Los estudios contemporĂ¡neos indican que una supernova puede llegar a brillar mĂ¡s que 100.000 millones de estrellas convencionales. Nuestros antepasados habrĂ­an visto como al cabo de una semana esta bola de fuego se apagaba lentamente, pasando desapercibida miles de años hasta ser descubierta de nuevo por William Herschel como una gran masa de gases en expansiĂ³n.

Durante esta detonaciĂ³n, la estrella expulsĂ³ sus capas exteriores al espacio a una velocidad de mĂ¡s de 600.000 km/h. Las impresionantes formas que vemos en esta imagen son precisamente esas capas chocando con el gas del medio interestelar que las rodea.

La energĂ­a liberada en la colisiĂ³n calienta el gas a millones de grados centĂ­grados, provocando que emita luz. La longitud de onda de esta radiaciĂ³n depende de los Ă¡tomos presentes en el gas excitado. En esta imagen el azul se corresponde con el oxĂ­geno, el verde con el azufre y el rojo con el hidrĂ³geno.

Las explosiones de supernova son muy importantes porque siembran el Universo de Ă¡tomos pesados, creando todos los elementos mĂ¡s pesados que el hierro. Estos fenĂ³menos son bastante escasos en nuestra galaxia, donde sĂ³lo explotan una o dos estrellas cada siglo.

El Telescopio Espacial Hubble es un proyecto de colaboraciĂ³n internacional entre la ESA y la NASA. Esta imagen fue tomada por la cĂ¡mara WFPC2, y fue publicada por primera vez en julio de 2007
 
 
Fuentes: ESA

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