Las diez estrellas más brillantes del Cielo nocturno

Sirio
(Alpha Canis Majoris)

La estrella más brillante de todo el cielo nocturno. Situada más al Sur del Ecuador celeste, a -16.7º, es visible prácticamente desde todo el planeta. Blanca, con una magnitud de -1.5 y a una distancia de unos 8 años-luz, es la principal estrella de la constelación de Canis Major (El Perro Mayor), por lo que también es conocida como La Estrella Perro. Importante desde muy antiguo, en el antiguo Egipto marcaba el inicio de las inundaciones del Nilo, fundamental para la pervivencia agrícola de esta conocida civilización.


Canopus
(Alpha Carinae)

La segunda estrella más brillante, tras Sirio, con magnitud visual de -0.72. Es la principal componente de Carina (La quilla), y en las obras de Homero representa a Canopo, el piloto de la embarcación del rey Menelao. Como es una estrella del Hemisferio Sur profundo, al Sur de Bahía Blanca (Argentina) o Valdivia (Chile), es circumpolar, lo que significa que nunca se pone bajo el horizonte. Sin embargo, no es visible desde ningún lugar de Europa, necesitándose latitudes a partir de 20º N para su contemplación. Es una gigante blanco-amarillenta.


Rigil Kentaurus (Alpha Centauri)

La tercera estrella más brillante es un sistema que consta de tres componentes, la principal de las cuales es una amarilla de magnitud -0.01, aunque considerando que el sistema no puede resolverse a simple vista, su magnitud conjunta de -0.29 la hacen ocupar este lugar. La encontramos en la constelación de Centaurus, a sólo 4.36 años-luz del Sistema Solar, constituyendo el sistema más cercano. Una de sus componentes, Próxima Centauri, es la estrella que está más cerca de nosotros, a 4.23 años-luz. Es una estrella roja muy pequeña, sólo visible con telescopios potentes. El sistema no es visible en latitudes más altas de 20º N. Centauro es uno de los mitos clásicos más conocidos; se trata de Quirón, una criatura con cuerpo y patas de caballo, y torso y brazos de hombre.


 Arturo
(Alpha Bootis)

La cuarta estrella en el orden de brillo es la principal integrante de la constelación de Bootes (el Boyero), visible en latitudes hasta 50º S, y es la más brillante del Hemisferio Norte celeste, presentando una magnitud de -0.04. Se trata de una gigante naranja distante unos 37 años luz, y que es la más destacada en el cielo de primavera. En la imagen aparece comparada con el Sol. Fue conocida en la Grecia clásica como El guardián del Oso, de donde deriva su nombre, y que es una referencia a su proximidad a las constelaciones de la Osa Mayor y Osa Menor.



 Vega
(Alpha Lyrae) 


Quinta estrella más brillante. Es la principal componente de Lyra, constelación del verano boreal, visible hasta 40º S. Es una estrella blanca de la secuencia principal, lo que significa que aún está transformando su hidrógeno en helio como consecuencia de la combustión. Fue tomada como “valor cero” para referencia con las demás magnitudes estelares, pero mediciones posteriores 

han desviado este valor hasta +0.03. Junto con Altair (Alpha Aquilae) y Deneb (Alpha Cygni), forma el llamado Triángulo de Verano, importante referencia de orientación estelar en el cielo de dicha estación boreal. También existe un Triángulo de Invierno, formado por Betelgeuse, Sirio y Procyon, del que hablamos en el artículo sobre Orión.
En la mitología clásica helenística, se trata de la lira de las Musas, inventada por Hermes, quien la regaló a Apolo en desagravio por un robo que cometió contra éste. Apolo a su vez la cedió a Orfeo, y al morir éste, Zeus convirtió a la Lira en constelación.


Capella
(Alpha Aurigae)

Es la estrella más importante de la constelación del Auriga (El Cochero) y, con magnitud +0.08, la sexta más brillante de todo el cielo. Se trata se la estrella de primera magnitud más cercana al Polo Norte Celeste, por lo que resulta imposible observarla desde latitudes inferiores a 40º S. Está situada a unos 42 años-luz de nosotros, y es un sistema estelar múltiple, compuesto por dos binarias amarillas.
Hay muchas versiones del mito del Auriga; la que más ha perdurado es la de una figura humana con una cabra en los brazos.




Rigel
(Beta Orionis)

La séptima estrella más brillante de todo el Cielo nocturno es un sistema estelar situado en la constelación de Orión: Rígel (en la fotografía junto a la Nebulosa Cabeza de Bruja, de la constelación del río Eridano). Tiene una magnitud visual de +0.18 y la encontramos a unos 860 años-luz del Sistema Solar. La componente principal es una gigante blanco-azulada, que se identifica con el pie izquierdo de Orión, el derecho según lo vemos nosotros.
La constelación de Orión, el gigante cazador de la mitología griega, ya fue objeto de un extenso trabajo en esta misma bitácora, y puede ser consultada en el apartado de Constelaciones.


Procyon
Alpha Canis Minoris

Esta estrella, la más importante de la constelacion de Canis Minor (El Perro Menor), ocupa el octavo lugar de nuestra lista. Es una binaria cuya componente principal es una subgigante de color blanco-amarillento. Se encuentra a una distancia aproximada de 11 años-luz de la Tierra. Forma, junto a Betelgeuse y Sirio el llamado Triángulo de Invierno que ya hemos citado anteriormente.
Junto a Sirio, la otra “estrella del perro”, ya era venerada por los antiguos egipcios, y aparece en textos babilónicos.


 Achernar
(Alpha Eridani)

Es la novena estrella más brillante del Cielo nocturno, y la penúltima de nuestra lista. Se constituye como la principal luminaria de la constelación del río Eridano, con magnitud +0.45. Situada a 144 años-luz de distancia, es de color blanco-azulado, y no se observa desde latitudes superiores a los 30º N, pues es una estrella circumpolar sur.
La constelación de Eridanus representó a varios ríos, como el Nilo, el Eúfrates o el Po, debido a su forma alargada que le lleva desde Orión hasta casi el Polo Sur Celeste.


Betelgeuse
(Alpha Orionis)

La décima más brillante, y que cierra nuestra particular relación, es la estrella Betelgeuse, una preciosa supergigante roja, que en su tamaño máximo alcanzaría más allá de la órbita de Marte, si la situáramos en el lugar del Sol. Se identifica con el hombro derecho de Orión, a la izquierda según la observamos nosotros. Se calcula que está a una distancia en torno a los 640 años-luz del Sistema Solar.


Fuentes: Bitacorade Galileo

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