CÓMO SE PRODUCEN LAS FASES LUNARES



La Luna es un cuerpo opaco, que brilla al reflejar la luz del Sol. A medida que se mueve en su órbita alrededor de la Tierra, la Luna presenta siempre la misma cara hacia nuestro planeta, por lo que desde la Tierra, sólo puede apreciarse la parte de su hemisferio iluminado que mira hacia nuestro planeta.

Las fases lunares se producen como consecuencia del cambio de las posiciones relativas de la Tierra, la Luna y el Sol. El porcentaje de la superficie lunar iluminada por el Sol que podemos ver desde la Tierra va cambiando a lo largo de un ciclo que se repite periódicamente cada 29 días, 12 horas, 43 minutos y 12 segundos. Conocido como mes sinódico, se trata del período que transcurre entre dos mismas fases consecutivas de la Luna.



Cuando la Luna está en conjunción (es decir, ubicada a lo largo de una línea recta con el Sol y la Tierra en cada uno de sus extremos), se encuentra en la fase conocida como Luna nueva, la posición 1 en el gráfico de arriba, en la que su lado oscuro mira directamente hacia la Tierra. Su proximidad al Sol en el firmamento terrestre durante esta fase impide su observación directa.

En los días anteriores y posteriores a una Luna nueva, además de la fase menguante o creciente, es posible observar también con un brillo tenue la porción no iluminada del disco lunar. Esto se debe a la luz del Sol que nuestro planeta refleja sobre el hemisferio lunar oscuro; este fenómeno se denomina “luz cenicienta”.

En esta imagen obtenida desde la Estación Espacial Internacional el 31 de julio de 2011, la Luna en fase menguante muestra su hemisferio oscuro brillando tenuemente gracias a la luz cenicienta reflejada por nuestro planeta. Créditos: NASA.






Durante los días que siguen a la Luna nueva, se suceden fases crecientes (posición 2 en el gráfico de arriba) en las que el porcentaje iluminado de la cara visible de la Luna aumenta progresivamente, hasta llegar a la fase conocida como cuarto creciente (posición 3), en la cual puede verse el 50% del hemisferio lunar iluminado.

Las fases crecientes continúan aumentando (posición 4) hasta que una semana más tarde la Tierra se encuentra ubicada a lo largo de una línea recta con la Luna y el Sol en cada uno de sus extremos. Esto hace que desde nuestro planeta pueda verse la totalidad del hemisferio lunar iluminado. Esta fase se denomina Luna llena (posición 5).

Durante los días que siguen a la Luna llena, se suceden fases menguantes (posición 6) en las que el porcentaje iluminado de la cara visible de la Luna disminuye progresivamente, hasta llegar a la fase conocida como cuarto menguante (posición 7), en la cual nuevamente puede verse el 50% del hemisferio lunar iluminado.

Las fases menguantes continúan avanzando (posición 8) hasta que una semana más tarde la Luna se encuentra otra vez entre la Tierra y el Sol, de nuevo en la fase de Luna nueva (posición 1).

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