La Gran mancha roja de Júpiter es una tormenta gigantesca en la que cabrían varias Tierras. Durante siglos, ha soplado embravecida vientos de más de 600 kilómetros por hora. Pero tiene un rival: los astrónomos han descubierto que Júpiter tiene una segunda gran mancha, esta vez una gran mancha fría.
Para este hallazgo, los astrónomos han utilizado el instrumento CRIRES, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, junto con otras instalaciones. Estudiando las regiones polares del planeta, han encontrado una mancha oscura en la atmósfera superior (debajo de la aurora, a la izquierda) unos 200 °C más fría que sus alrededores. Apodada acertadamente como la “Gran mancha fría”, este intrigante fenómeno es comparable en tamaño a la “Gran mancha roja”, que tiene un tamaño de unos 24.000 kilómetros y una altura de 12.000. Pero datos obtenidos durante más de 15 años muestran que la “Gran mancha fría” es mucho más volátil que su prima, que cambia con mayor lentitud. La “Gran mancha fría” cambia radicalmente de forma y tamaño en días y semanas, pero nunca desaparece y se mantiene siempre, más o menos, en el mismo lugar.
Se cree que la “Gran mancha fría” se genera a causa de las potentes auroras del planeta, que conducen la energía hacia la atmósfera en forma de calor, haciendo que fluya alrededor de Júpiter. Esto crea una región más fría en la atmósfera superior, lo que convierte a la “Gran mancha fría” en el primer sistema meteorológico generado por auroras jamás observado.
Fuente: http://www.eso.org/public/
No hay comentarios:
Publicar un comentario