Un equipo de astrónomos acaba de anunciar el descubrimiento de Sarasvati, un supercúmulo de galaxias que describen como una de las mayores estructuras del universo y probablemente la más lejana que se conoce.
Para alcanzarla habría que viajar a la velocidad de la luz durante 4.000 millones de años —casi la edad de la Tierra— en la dirección de la constelación de Piscis. El nuevo supercúmulo, descubierto por astrónomos de varias instituciones académicas de India, tiene un diámetro de 600 millones de años luz y contiene una masa equivalente a mil billones de estrellas como el Sol.
El universo está formado por objetos de complejidad creciente. Los planetas se agrupan en torno a estrellas para formar sistemas solares. Millones de sistemas solares se agrupan para formar galaxias. Miles de galaxias se entrelazan con materia oscura para formar cúmulos. Los cúmulos se agrupan en filamentos y otras estructuras y estas se unen para formar supercúmulos, las mayores estructuras del universo.
“Hasta ahora solo se habían descrito unos pocos supercúmulos equiparables a este, como la concentración de Shapley y la Gran Muralla de Sloan, pero Sarasvati es el más lejano de todos”, explica Joydeep Bagchi, del Centro Interuniversitario de Astronomía y Astrofísica, en Pune, en una nota de prensa difundida por su institución. El descubrimiento se ha hecho usando imágenes de Sloan Digital Sky Survey, un proyecto astronómico que ha producido los mapas tridimensionales más precisos del universo visible. Los detalles del hallazgo se acaban de publicar en Astrophysical Journal.
Para alcanzarla habría que viajar a la velocidad de la luz durante 4.000 millones de años —casi la edad de la Tierra— en la dirección de la constelación de Piscis. El nuevo supercúmulo, descubierto por astrónomos de varias instituciones académicas de India, tiene un diámetro de 600 millones de años luz y contiene una masa equivalente a mil billones de estrellas como el Sol.
El universo está formado por objetos de complejidad creciente. Los planetas se agrupan en torno a estrellas para formar sistemas solares. Millones de sistemas solares se agrupan para formar galaxias. Miles de galaxias se entrelazan con materia oscura para formar cúmulos. Los cúmulos se agrupan en filamentos y otras estructuras y estas se unen para formar supercúmulos, las mayores estructuras del universo.
Para alcanzarla habría que viajar a la velocidad de la luz durante 4.000 millones de años
En 2014 se descubrió que la galaxia en la que está nuestro planeta, la Vía Láctea, forma parte de un supercúmulo conocido como Laniakea. La fuerza de gravedad que ejercen estas grandes estructuras determina el movimiento de las galaxias a grandes distancias. Este mismo año un estudio apuntaba a que la fuerza de gravedad que ejercen el supercúmulo de Shapley y un enorme espacio vacío a 500 años luz se combinan para hacer que nuestra galaxia viaje a dos millones de kilómetros por hora respecto a la velocidad constante de la radiación cósmica de microondas, generada tras el Big Bang.
Los supercúmulos también plantean un importante reto para las teorías actuales de evolución del universo. Puede que algunos sean demasiado antiguos y grandes para encajar con los modelos actuales que describen la evolución del universo tras el Big Bang, hace 13.700 millones de años. Se piensa que las galaxias jóvenes viajan a través de los filamentos hasta llegar a los cúmulos, donde su capacidad para formar nuevas estrellas comienza a decaer. El estudio de Sarasvati puede ayudar a entender mejor los diferentes ambientes que recorre una galaxia a lo largo de su vida y averiguar si la relatividad de Einstein también explica el comportamiento de estas enormes estructuras hasta 10 órdenes de magnitud mayores que el Sistema Solar, señala el estudio.
Sarasvati hace referencia a un río nombrado en el texto más antiguo de la india y también es el nombre de la diosa hindú del conocimiento, la música, el arte y la sabiduría.
Para Yehuda Hoffman, astrofísico de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el descubrimiento de un supercúmulo a estas distancias es interesante porque demuestra que, "a medida que exploramos zonas cada vez más lejanas del universo, encontramos las mismas estructuras, con lo que podemos entender mejor su forma a gran escala". El investigador cree que Sarasvati confirma el modelo estándar de la cosmología, la teoría más aceptada del nacimiento y evolución del cosmos. "Es una confirmación de nuestra visión actual del universo", resalta.
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