2018, el año en que murió Stephen Hawking y un auto deportivo surcó el espacio

Fotografía del deportivo Tesla lanzado por SpaceX como carga del cohete Falcon Heavy - SpaceX
En este año hemos despedido a Stephen Hawking, hemos visto el lanzamiento de un gran cohete reutilizable, se ha descubierto un gran lago de agua en Marte y se han lanzado varias importantes misiones, entre otras muchas cosas
El año que está a punto de dejarnos ha dejado una gran cantidad de noticias relacionadas con la astronomía y el espacio de gran interés e importancia. Por ejemplo, durante 2018 dijimos adiós a Stephen Hawking, uno de los científicos más destacados de este siglo. La compañía Space X hizo historia con el lanzamiento de un cohete pesado reutilizable, una estación espacial china se estrelló y la NASA lanzó varias relevantes misiones, como la Insight, a Marte, la Parker Solar Probe, al Sol y la TESS, en busca de exoplanetas.

El año comenzó con la pérdida, en extrañas circunstancias, de Zuma, un satélite ultrasecreto valorado en 1.000 millones de dólares y lanzado por un cohete de la compañía SpaceX. A pesar de todos los interrogantes que suscitó su pérdida, nunca trascendió lo ocurrido con este artefacto.

Muchos se olvidaron de Zuma enseguida porque el 31 de enero tuvo lugar un eclipse total de Luna azul, una extrañeza astronómica que no ocurría desde el año 1866. Recordemos que, por un lado, la Luna azul es sencillamente la segunda Luna llena de cada mes. Por otro lado, una superluna es la situación en la que una Luna llena ocurre cuando el satélite está en el perigeo, en el punto de su órbita más próximo a nuestro planeta, por lo que se ve más grande y brillante en el cielo.


La era de los cohetes reutilizables

Con un rugido y un impresionante surtidor de fuego, un cohete pesado Falcon Heavy certificó el comienzo de la nueva era de la exploración espacial, caracterizada por el uso de lanzadores reutilizables. La compañía SpaceX, del multimillonario Elon Musk, lanzó el cohete en operación más potente en la actualidad y solo superado por los Saturn V del programa Apollo, y capaz de enviar cargas a la Luna y a Marte. Además, logró que dos de los tres bloques de la etapa inferior de la nave aterrizasen en la Tierra para volver a ser utilizados.

Este hito dejó en nuestras retinas una de las que podrían ser las imágenes más destacadas de este siglo: la de un deportivo rojo cereza de la marca Tesla, tripulado por un maniquí de astronauta, de nombre Starman, viajando hacia Marte. Está previsto que el Falcon Heavy vuelva a volar en 2019 con fines comerciales.

Adiós a Stephen Hawking

En marzo, llegó la triste noticia de la muerte de Stephen Hawking, a sus 76 años de edad. El físico más conocido y reconocido del mundo se fue sin avisar y en plena actividad profesional. Detrás de él quedaron sus preguntas sobre el origen del Universo, los agujeros negros, las singularidades, la inteligencia artificial o la conveniencia, o no, de revelar nuestra presencia a hipotéticas civilizaciones extraterrestres. Para algunos, Hawking solo es comparable a Einstein en relevancia, y para otros será difícil que pueda llegar un «sucesor» que tome el testigo como divulgador de ciencia de talla mundial, capaz de inspirar a millones de personas.

Stephen Hawking ha sido uno de los principales referentes de la ciencia en los últimos 30 años - AFP

Los ecos de la muerte de Hawking resonaban en abril, cuando unaestación espacial china fuera de control y de 8, 5 toneladas de peso entró en la atmósfera de la Tierra a toda velocidad. La Tiangong-1, en chino, «Palacio estelar-1», cayó en la región central del Pacífico sur a las 2.15 hora peninsular española del día 2 de abril, sin provocar ningún tipo de incidente.

Tiangong 1, el laboratorio espacial chino

También en abril, la NASA lanzó TESS, el próximo cazador de exoplanetas, se nombró a Jim Bridenstine como líder de esta agencia espacial y la Agencia Espacial Europea (ESA) publicó el mapa tridimensional de nuestra galaxia más vasto hasta la fecha y elaborado con datos de la misión Gaia.

Ya en mayo comenzó una tormenta de polvo global en Marte que duró semanas y que descargó las baterías del robot Opportunity, con el que no se ha podido contactar a día de hoy. En junio, su compañero, el rover Curiosity, detectó la presencia de moléculas orgánicas complejas en la superficie del planeta rojo. En la Tierra, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la fundación de una fuerza militar espacial.

El origen de los rayos cósmicos

En julio se descubrió la primera fuente de rayos cósmicos, unos chorros de partículas de altísima energía que bombardean continuamente la Tierra. La detección de neutrinos de alta energía en la Antártida, en el detector IceCube, permitió seguir un único neutrino hasta su origen, un blazar, una galaxia elíptica gigante con un enorme agujero negro supermasivo que gira rápidamente en su núcleo.

Agua en Marte

Pocos días después, se publicó el hallazgo de un gran lago de agua líquida de 20 kilómetros de diámetro en el subsuelo de Marte. Según explicaron los científicos, en el polo sur del planeta rojo existe una masa de agua muy fría y salobre que recuerda a las reservas subglaciales de la Antártida, en la Tierra.

John Priscu, biogeoquímico de la Universidad Estatal de Montana en Bozeman (EE.UU.), quien estudia la vida en las condiciones extremas de los lagos subglaciales de la Antártida, explicó a ABC que «las condiciones físicas y químicas en el lago marciano son compatibles con la vida microbiana terrestre».

En verano llegó también la bonita Luna roja, un eclipse parcial de nuestro satélite, y la NASA presentó la primera tripulación para vuelos espaciales desde el año 2011.

La misión para tocar el Sol

Ya en agosto, la NASA lanzó la misión Parker Solar Probe, una nave que medirá el flujo del viento solar y la lluvia de partículas que brotan desde el Sol y que a veces bombardean la Tierra y sus satélites. Para ello, viajará más rápido y se pondrá siete veces más cerca del Sol que ninguna otra nave hasta ahora.

Fotografía del orificio detectado en la Soyuz MS-09, acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS) - AFP

La misión New Horizons a Plutón, tomó su primera fotografía de Ultima Thule, un pequeño y distante objeto situado en las afueras del Sistema Solar. Además, los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) detectaron un orificio en la pared de una de las cápsulas del laboratorio orbital que llevó a las autoridades rusas a concluir que se trataba de un intento de sabotaje. El agujero provocó una fuga de la atmósfera en toda la instalación y fue realizado con un taladro.

En septiembre, la compañía aeroespacial SpaceX anunció que el multimillonario japonés de 42 años Yusaku Maezawa volará alrededor de la Luna en su gigantesca nave Big Falcon Rocket (BFR) a partir de 2023. Por entonces, se convertirá en el primer turista que viajará más allá de la órbita baja de la Tierra. La agencia espacial de este país, la JAXA, también fue protagonista cuando logró posar varios robots de exploración en el asteroide Ryugu, en el curso de la misión Hayabusa 2.

Aterrizaje de emergencia

En octubre, una nave Soyuz aterrizó de emergencia con dos astronautas a bordo después de un error en el despegue. Los vuelos de estas naves, el auténtico cordón umbilical que une la Tierra con la Estación Espacial Internacional (ISS), no se recuperaron hasta diciembre.

También en octubre la ESA y la JAXA lanzaron la misión BepiColombo para explorar Mercurio, con la finalidad de estudiar el origen y evolución del planeta, su composición y su campo magnético.

La NASA anunció en octubre su decisión de poner fin a la misión del telescopio espacial Kepler, un instrumento que ha servido para descubrir más de 2.681 exoplanetas en los últimos nueve años y medio y para encontrar 2.899 candidatos a exoplanetas. En todo este tiempo, Kepler ha estudiado 530.506 estrellas y ha cambiado nuestra comprensión sobre los sistemas solares de la Vía Láctea.

Ilustración difundida por la NASA para despedir a Kepler - NASA/Wendy Stenzel/Daniel Rutter

Apenas días después, la NASA se despidió también de la misión Dawn, la sonda que exploró Ceres, el mayor asteroide del Sistema Solar, y Vesta, un gran cuerpo del cinturón de asteroides. Esta misión, que agotó su combustible, fue clave para revelar muchos detalles sobre la evolución de nuestro sistema planetario y reforzar la idea de que los planetas enanos pudieron albergar océanos de agua en el pasado.

El 26 de noviembre la NASA cosechó un éxito total con el aterrizaje de la misión Insight en Marte. Su trabajo será perforar y estudiar el interior del planeta rojo y convertirse en la primera misión geofísica a un planeta distinto de la Tierra.

Momentos de alegría vividos en el centro de control de la NASA en Pasadena, California, tras el aterrizaje de Insight - Bill Ingalls/NASA

Sin que hubiera tiempo para darse un respiro, el 3 de diciembre la misión OSIRIS-REx, de la NASA, llegó por fin al asteroide Bennu y comenzó a prepararse para sus operaciones científicas. Su finalidad será estudiar la atmósfera y la masa del objeto y, sobre todo, recoger entre 60 gramos y dos kilogramos de material del asteroide, a través de un brazo robótico, para traerlo a la Tierra.

Ya para finalizar el año, el 10 de diciembre la sonda Voyager 2, un artefacto lanzado el 20 de agosto de 1977, se convirtió en la segunda nave en la historia en llegar al espacio interestelar.

El próximo hito ocurrirá el 1 de enero, cuando la sonda New Horizons, la exploradora de Plutón, sobrevuele el objeto conocido como Ultima Thule, en los confines del Sistema Solar. ¿Qué será lo que nos deparará 2019?

Fuentes: ABC

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