2 de marzo de 2019

Los eventos astronómicos que se veran en marzo de 2019

Marzo empezará con una Luna nueva, ideal para observaciones astronómicas, y seguirá con el primer equinoccio y la última superluna del año.

Como cada mes, llega el momento de coger la agenda y apuntar los eventos astronómicos que están por venir durante los 31 días que durará marzo. En esta ocasión no habrá grandes lluvias de meteoros, ni eclipses, pero sí tendremos un par de citas con la Luna y, por supuesto, un equinoccio que dará paso a la primavera en el hemisferio norte y al otoño en el sur.

Luna nueva, un cielo oscuro para observarlo mejor

El 6 de marzo el satélite terrestre se encontrará en fase de Luna nueva. Esto significa que se encontrará en el mismo lado de la Tierra que el Sol, por lo que su cara visible no reflejará su luz y no podremos verla en el cielo nocturno.

Es un momento idóneo para observar objetos astronómicos débiles, que en otras ocasiones se confunden por el brillo lunar.

El primer equinoccio de 2019

El 20 de marzo, a las 21:58 UTC (22:58 hora peninsular española) tendrá lugar el equinoccio que anunciará la llegada de la primavera en el hemisferio norte y la del otoño en el sur.

Como ocurre también en el equinoccio de septiembre, el Sol se situará sobre el ecuador terrestre, por lo que el día y la noche tendrán aproximadamente la misma duración.

La última superluna del año

Este 2019 ha empezado fuerte, con tres superlunas muy seguidas, la primera de ellas acompañada de un eclipse. Por un momento parecía que íbamos a tener una cada mes, pero desgraciadamente la de marzo será la última, hasta 2020.


Este tipo de Luna se da cuando el satélite, en fase de Luna llena, se encuentra en el punto de su órbita más cercano al Sol, conocido también como perigeo.

La podremos comenzar a ver el 21 de marzo, a las 1:43 UTC (2:43 hora peninsular española) y, como las otras dos que hemos visto este año, se percibirá algo más grande en el cielo nocturno, pero nada exagerado, como llevaría a pensar su nombre.

Como curiosidad, esta Luna llena concreta era conocida por los nativos americanos como “Luna de lombrices”, porque era el momento del año en el que estos pequeños animalitos volvían a la Tierra, después de los meses de frío que habían mantenido la tierra más dura. 

También se la conoció como "Luna del cuervo", pues daba inicio a la época en la que estas aves graznaban, anunciando el final del invierno. 

Por otro lado, algunas tribus la conocían como "Luna llena de savia", ya que marcaba el periodo en el que los arces comenzaban a recuperar sus hojas verdes. Finalmente, las sociedades cristianas la han conocido tradicionalmente como "Luna llena de cuaresma", por encontrarse en mitad de este periodo litúrgico.

Fuentes: hipertextual

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