30 de abril de 2019

Astrónomos observan la formación de un magnetar en la constelación de Fornax

El recuadro de la imagen muestra a XT2, una poderosa emisión de rayos-X producida por la colisión de dos estrellas de neutrones y la formación, en consecuencia, de un magnetar. Crédito: X-ray: NASA/CXC/Uni. of Science and Technology of China/Y. Xue et al; Optical: NASA/STScI

Esta imagen, obtenida por el Observatorio Chandra de rayos-X de la NASA, muestra la ubicación de una poderosa emisión de rayos-X, denominada XT2. Los astrónomos piensan que la emisión fue producida por la fusión de dos estrellas de neutrones.

XT2 está ubicada en una galaxia a más de 6.600 millones de años luz de distancia, en la constelación de Fornax. La imagen en el recuadro más grande, obtenida por Chandra, muestra a XT2; mientras que en la imagen de campo amplio, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble en luz visible, XT2 no aparece. Justo arriba y a la izquierda del recuadro más pequeño se puede ver la galaxia de donde se originó el estallido de rayos-X.


El 22 de marzo de 2015, los astrónomos observaron la súbita aparición de XT2 en las imágenes obtenidas por Chandra, para luego desparecer en tan solo siete horas. Las emisiones de rayos-X muestran una firma característica que coincide con aquellas que predicen la formación de un magnetar, es decir, una estrella de neutrones que gira cientos de veces por segundo y poseen campos magnéticos trillones de veces más poderosos que el de la Tierra. Los astrónomos también determinaron que no se habían detectado emisiones de rayos gamma.

Crédito: X-ray: NASA/CXC/Uni. of Science and Technology of China/Y. Xue et al; Optical: NASA/STScI

Cuando dos estrellas de neutrones colisionan se expulsan chorros de partículas de alta energía y radiación en direcciones opuestas. Si el chorro apunta en dirección de la Tierra, se pueden detectar estallidos o emisiones de rayos gamma. Pero si el chorro apunta en una dirección diferente, los astrónomos necesitan detectar otro tipo de señal para poder corroborar que se produjo una colisión, por ejemplo, las emisiones de rayos-X.



Los datos de las observaciones obtenidas por Chandra, mostraron que el brillo de la emisión de rayos-X del magnetar se mantuvo constante por alrededor de 30 minutos, pero comenzó a perder su intensidad gradualmente hasta que 6,5 horas después la señal desapareció. Los resultados corroboraron que la fusión de las estrellas de neutrones produjo una estrella de neutrones más grande y no un agujero negro.

El poderoso brillo de las emisiones de rayos-X de XT2 es una nueva señal, junto con las ondas gravitacionales, que los astrónomos pueden utilizar para comprobar la fusión de estrellas de neutrones.

Fuente: C
handra.Harvard

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