9 de agosto de 2019

El agua congelada en la Luna y Mercurio podría ser más abundante de lo que se estimaba



La Luna y Mercurio podrían contener más agua congelada de lo que se pensaba, de acuerdo a un nuevo análisis de los datos obtenidos por las sondas LRO y MESSENGER de la NASA. En ambos casos, los depósitos de hielo se encuentran en cráteres ubicados cerca de los polos. El hallazgo podría tener aplicaciones prácticas, por ejemplo, si las reservas de agua en la Luna son lo suficientemente masivas, se podrían realizar misiones de exploración de larga duración en la superficie de nuestro satélite.

Los polos de Mercurio y la Luna son unas de las regiones más frías del Sistema Solar. A diferencia de la Tierra, los ejes de rotación de Mercurio y la Luna están orientados de tal forma que, en sus regiones polares, el Sol nunca se eleva considerablemente sobre el horizonte. Por consecuencia, algunas depresiones topográficas en los polos, como los cráteres de impacto, nunca tienen contacto directo con la luz del Sol. Durante varias décadas se ha especulado que dichas regiones, en penumbra perpetua, son tan frías que cualquier cantidad de hielo puede sobrevivir por miles de millones de años.

Observaciones realizadas con radiotelescopios ubicados en la Tierra ya habían detectado señales, en los polos de Mercurio, que parecían revelar la existencia de depósitos de hielo puro. Posteriormente, la sonda MESSENGER de la NASA logró obtener imágenes de dichos depósitos, los cuales se encontraban extensamente distribuidos en las regiones polares del planeta. Esto contrastaba enormemente con los depósitos de hielo detectados en la Luna, los cuales eran menos extensos y más aislados.

Concepción artística de los cráteres de poca profundidad, en penumbra perpetua, ubicados en el polo sur de la Luna, los cuales contienen depósitos de hielo. Crédito: NASA.

La gran diferencia entre los depósitos de hielo en la Luna y Mercurio, a pesar de la similitud de las condiciones en sus regiones polares, motivó este nuevo estudio en el que se analizaron datos de más de 15.000 cráteres con diámetros de 2.5 a 15 kilómetros tanto en Mercurio como en la Luna. Los científicos descubrieron que los cráteres de dichas características que se encontraban más cerca del polo norte de Mercurio, y del polo sur de la Luna, eran 10% menos profundos que aquellos ubicados en otras regiones.

Los científicos determinaron que la diferencia de profundidad entre los cráteres, tanto en Mercurio como en la Luna, se debe a la acumulación de depósitos de hielo que no habían sido detectados previamente, tal y como muestran las señales topográficas que son relativamente más prominentes en cráteres pequeños cerca de los polos, que en los cráteres ubicados cerca de los ecuadores.

También se ha determinado que el hielo en Mercurio es mucho más puro que el de la Luna, el cual parece estar mezclado con el regolito que se estuvo acumulando a lo largo del tiempo. Esto quiere decir que los depósitos de hielo en Mercurio se formaron más recientemente, quizás hace algunas decenas de millones de años.

Fuente: https://www.nasa.gov/feature/goddard/

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