La astrónoma que investiga las estrellas binarias cercanas

Una importante fracción de las estrellas del Universo se formaron de a pares, o incluso triples o más. Mónica Zorotovic, académica del Instituto de Física y Astronomía de la U. de Valparaíso, ha centrado su trabajo en esta área, pasando de un enfoque observacional hacia uno más teórico.
Las estrellas binarias son dos estrellas, gravitacionalmente ligadas, y que orbitan alrededor de un centro de masa común. Una importante fracción de las estrellas del Universo se formaron de a pares, o incluso triples o más, explica Mónica Zorotovic, profesora adjunta del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso (IFA), quien ha centrado su trabajo en la investigación de estrellas binarias cercanas compactas, pasando de un enfoque observacional hacia uno más teórico.

Zorotovic, realizó sus estudios de pre y postgrado en la Pontificia Universidad Católica de Chile y su tesis de doctorado en el Observatorio Europeo Austral (ESO-Chile) como parte del programa “ESO Studentship Program”.

Las estrellas binarias, dice, consideran cercanas a aquellas que durante su evolución experimentarán transferencia masa, mientras que el término compactas se refiere que al menos uno de los componentes del sistema es un objeto compacto, típicamente el remanente de una estrella que ya agotó todo su combustible.

¿Qué son las estrellas binarias cercanas compactas? En el caso particular de los sistemas que Zorotovic estudia, se trata de enanas blancas, similares al remanente que dejará el sol al morir, con compañeras muy cercanas. “Sus periodos orbitales son de tan solo algunas horas, lo que implica que durante su evolución la estrella más masiva envolvió a su compañera. La fricción produjo una dramática reducción de la distancia entre ambas y la expulsión de la envoltura de la estrella más masiva, revelando así su núcleo inerte que luego se enfrió para convertirse en la actual enana blanca”, explica.

“No siempre he estudiado estos sistemas, mi tesis de pregrado la hice en el estudio observacional de un cúmulo globular. Sin embargo, ya entonces me llamaba la atención el efecto que producían las estrellas binarias en las características observables del cúmulo, y quería entender la teoría detrás de lo que observábamos”, señala.

Sí tenía claro, agrega, que le gustaba el área de la astronomía estelar. “Pero me di cuenta que el trabajo observacional no era lo que me apasionaba”.



MÓNICA ZOROTOVIC, PROFESORA ADJUNTA DEL INSTITUTO DE FÍSICA Y ASTRONOMÍA DE LA UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO (IFA), QUIEN HA CENTRADO SU TRABAJO EN LA INVESTIGACIÓN DE ESTRELLAS BINARIAS CERCANAS COMPACTAS, PASANDO DE UN ENFOQUE OBSERVACIONAL HACIA UNO MÁS TEÓRICO.
Se reconoce como una persona diurna, que trabaja desde temprano, a la cual le cuesta estar despierta de noche. Por otro lado, todo lo relacionado con la reducción de datos le parecía un poco monótono. “Siempre me gustó más la parte de analizar, y por eso mi tesis de doctorado la enfoqué en el estudio de la evolución de sistemas binarios compactos“, señala.

La diferencia entre el trabajo observacional y el ahora realiza, dice es principalmente que los astrónomos con un enfoque más observacional son los que se saben todos los detalles de los telescopios, los instrumentos disponibles y cuales les sirven para lo que quieren observar, coordenadas de los objetos astronómicos, tiempos de exposición, etc. Cuando obtienen los datos, indica, suelen ser ellos mismos los encargados de reducirlos y obtener los parámetros que se puedan derivar de la observación. “Un astrónomo teórico en cambio se dedica al estudio y desarrollo de nuevas teorías, modelos, ecuaciones o simulaciones”.

Estudiar astronomía

Zorotovic, dice que siempre le aclara a los más jóvenes que la astronomía no es esa cosa romántica de poner el ojo en el telescopio. Cuenta que vio mucha gente en el pregrado que entraba a la carrera porque tenían un telescopio en la casa y se sabían las constelaciones de memoria, o les gustaba la astrofotografía, cosas más relacionadas con la astronomía amateur. “Pero en realidad para estudiar astronomía hay que tener mucha habilidad y gusto por las matemáticas y la física, además de la computación, ya que probablemente te vas a pasar los días sentado frente a una pantalla, reduciendo o analizando datos, intentando entender la física que hay detrás”.

La parte romántica de la astronomía se ve cuando se hace difusión. Lo mismo para quienes piensan que van a trabajar en un observatorio. “Como astrónomo, si eres observacional, es probable que visites observatorios de vez en cuando, para tomar datos. Pero la mayor parte del trabajo se hace desde una oficina en alguna universidad o centro de investigación. La mayoría de la gente que trabaja en los observatorios no son astrónomos, sino que son ingenieros y técnicos“.

Si quieren trabajar en un observatorio, indica, es mejor que estudien ingeniería, “si quieren hacer ciencia, que estudien astronomía”.

También que tener en cuenta que la carrera académica es larga y difícil, no es solamente un pregrado de 4 o 5 años. “Hay que seguir estudiando por muchos años, seguir un postgrado y luego unos años de postdoctorado en que uno se dedica a la investigación pura, para luego optar a un puesto en la academia donde se combine la enseñanza con la investigación. Eso significa que, por lo general, uno no va a encontrar estabilidad laboral hasta pasados los 30 años”, indica.

Fuentes: la tercera

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