La paradoja del COVID-19: una enfermedad respiratoria que mejora la calidad del aire

Dióxido de nitrógeno sobre la Península Ibérica del 14 al 15 de marzo de 2020 y en el mismo periodo de 2019 - Derechos de autor Contiene datos modificados del Copernicus Sentinel (2019-20), procesados por KNMI/ESA

Los datos por satélite confirman de nuevo que la cuarentena a la que está sometida Europa para frenar el COVID-19 tiene un impacto positivo en la calidad del aire.

Nuevas visualizaciones del Real Instituto Meteorológico holandés (RKMI) con datos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera Copernicus demuestran una vez más la paradoja del nuevo coronavirus: provoca una enfermedad respiratoria, pero está contribuyendo a mejorar la calidad del aire y a que Europa respire mejor.


La agencia holandesa ha medido las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) del 14 al 25 de marzo de 2020 y lo ha comparado con el mismo periodo del año 2019.

Aunque todavía se tienen que determinar algunos factores, como la meteorología, el descenso en los niveles es inequívoco.

Desde París o el sur de Alemania...


Francia del 14 al 25 de marzo de 2019 y en el mismo periodo de 2020 contiene datos modificados del Copernicus Sentinel (2019-20), procesados por KNMI/ESA

...hasta Milán, habitualmente una de las zonas más contaminadas de Europa junto con Holanda.

Italia del 14 al 25 de marzo de 2019 y en el mismo periodo de 2020 contiene datos modificados del Copernicus Sentinel (2019-20), procesados por KNMI/ESA

Henk Eskes, del KNMI, explica por qué se eligieron estas fechas: "Las concentraciones de dióxido de nitrógeno varían de un día para otro debido a los cambios en el clima. No se pueden sacar conclusiones basándose sólo en un día de datos.

Continúa: "Al combinar los datos de un período de tiempo específico, 10 días en este caso, la variabilidad meteorológica se promedia parcialmente y comenzamos a ver el impacto de los cambios debidos a la actividad humana".

El equipo del KNMI, en colaboración con científicos de todo el mundo, ha comenzado a trabajar en un análisis más detallado utilizando datos de tierra, datos meteorológicos y modelización inversa para interpretar las concentraciones observadas, con el fin de estimar la influencia de las medidas de cierre.


Un efecto que sigue confirmándose una y otra vez

Menos transporte, menos producción... En los países que se han detenido o ralentizado debido al coronavirus, las personas respiran mejor como resultado de la reducción de la contaminación del aire, aunque es demasiado pronto para medir los efectos a largo plazo.

Las imágenes de los satélites de la Nasa hablan por sí mismas: en febrero, la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2), producida principalmente por vehículos y centrales eléctricas, cayó drásticamente en Wuhan, el epicentro de la epidemia de Covid-19. De rojo/naranja, el mapa se volvió azul.



El mismo fenómeno fue observado a principios de marzo por la Agencia Espacial Europea en el norte de Italia, una zona que había sido confinada durante varias semanas para controlar la propagación de la enfermedad. También se han documentado descensos importantes en Madrid y Barcelona, donde se han aplicado medidas de confinamiento estrictas desde mediados de marzo, según la Agencia Europea del Medio Ambiente. El NO2, un gas que causa una severa inflamación del tracto respiratorio, es un contaminante de corta duración. 

Permanece "alrededor de un día en la atmósfera" y se encuentra estacionado cerca de las fuentes de emisión, lo que lo convierte en un buen indicador de la intensidad de las actividades humanas, dijo a la AFP Vincent-Henri Peuch, del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera del programa europeo Copernicus. 

Estas drásticas reducciones no tienen precedentes. "Es la primera vez que veo un cambio tan significativo en un área tan grande y vinculado a un evento concreto", explicó Fei Liu, investigadora de la Agencia Espacial de Estados Unidos, en el caso de China. 

Incluso durante la crisis económica de 2008/2009, la disminución "había sido más continua a lo largo del tiempo", añadió Alberto González Ortiz, especialista en calidad del aire de la Agencia Europea de Medio Ambiente. 

En el norte de Italia, "el promedio de concentración de NO2 se ha reducido casi a la mitad", señala Vincent-Henri Peuch. ¿Y a largo plazo? 
En el caso de otros países o regiones que han adoptado medidas de contención - Francia, Bélgica, Argentina, California, Túnez, Baviera, Colombia - tendremos que esperar un poco para ver cómo se desarrollan las cosas. 

 El investigador Simon Proud muestra también la drástica disminución del tráfico aéreo. 

Un ejemplo sorprendente del cambio en el tráfico aéreo durante el último mes: Hoy vs. finales de febrero. Datos de @OpenSkyNetwork 

He cambiado la escala de colores en comparación con la visualización de ayer - la diferencia es mucho más obvia!
Sin embargo, esto no significa que el aire sea limpio: en China, Pekín experimentó episodios de contaminación por partículas finas en febrero, según informa el Observatorio de la Tierra de la Nasa.

Lo mismo ocurrió en París, que registró un índice medio de contaminación a pesar de la contención, debido a la presencia de partículas finas y de ozono.

La concentración de contaminantes puede variar según el clima, explica Vincent-Henri Peuch. "Algunas fuentes de emisión, como la producción de energía y las relacionadas con la vivienda, no disminuyen visiblemente cuando más personas se quedan en casa", añade.

Sin embargo, las partículas PM2.5 y PM10 y el monóxido de carbono "también deberían disminuir con el tiempo" debido en particular a las reducciones en el transporte y la industria, dice.

¿Cuál es el impacto en la salud cuando la contaminación atmosférica causa 8,8 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo, según un estudio reciente?

"Cualquier disminución de la contaminación es algo bueno", dice el especialista francés en enfermedades pulmonare Bruno Housset, presidente de la Fundación Breath contra las enfermedades respiratorias.

A corto plazo, la contaminación por partículas finas causa irritación de los ojos, la garganta y molestias respiratorias. En las personas de edad avanzada o asmáticas, puede ser necesario prestar atención a las patologías respiratorias o cardiovasculares en los días o semanas posteriores a la exposición. En los casos más graves, puede producirse la muerte.

A largo plazo, puede inducir enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas o cáncer de pulmón.

Por lo tanto, la contención puede "reducir los efectos inflamatorios", explica, especialmente porque la calidad del aire interior depende mucho del aire exterior.

"Las medidas de contención cumplen una doble función, ya que limitan el riesgo de transmisión entre personas, pero también reducen la contaminación, en particular las partículas finas del tráfico rodado", dice el grupo médico francés Air-Santé-climat.

Sin embargo, es difícil medir los beneficios más adelante porque "lo que tiene mayor impacto es la exposición a largo plazo", dice Alberto González Ortiz.

Un estudio preliminar italiano -muy criticado por la comunidad científica- sugirió que las partículas finas podrían ser un factor de propagación del virus SARS-nCoV-2.

Fuentes: Euronews

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