La cara oculta de este satélite de Júpiter podría emitir un resplandor verdoso, según experimentos realizados con hielo irradiado en laboratorios de nuestro planeta. La misión Europa Clipper de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto a mediados de esta década, podría confirmar este extraño fenómeno.
Mientras simulaban en el laboratorio las condiciones de la superficie de Europa, investigadores del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y del Instituto de Tecnología de California (NASA/JPL-Caltech) se han topado con un descubrimiento inesperado: este hielo salado puede iluminarse en ausencia de luz solar. El estudio lo publican en la revista Nature Astronomy.
“Pero cuando con cámara remotas y en determinadas condiciones –añade–, observamos que el hielo tenía brillo, cambiamos toda nuestra investigación para incluir estudios espectroscópicos sistemáticos de este fenómeno”.
Simulaciones en el laboratorio han permitido recrear las altas dosis de radiación que envía Júpiter sobre la superficie de Europa, exponiendo el hielo salado a los energéticos electrones y generando una luminiscencia verdosa
Ilustración de la luna Europa, donde podría brillar la superficie de su lado nocturno, el opuesto al Sol. / NASA / JPL-Caltech
Ningún otro objeto del sistema solar –aparte de la Tierra con su iluminación artificial– brilla en su cara oscura
La misión Galileo y observaciones infrarrojas del satélite desde la Tierra han permitido conocer datos sobre las sales de sulfato y cloruro, ácido sulfúrico y hielo presentes en esta luna, condiciones que los científicos han replicado en nuestro planeta.
Observación directa de la misión Europa Clipper
Los hallazgos realizado en el laboratorio podrían confirmarse con las observaciones directas que realizará la misión Europa Clipper de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto no antes de 2023 para estudiar el potencial de habitabilidad de este satélite.
Según los autores, un vuelo a baja altitud sobre Europa podría ayudar determinar y cartografiar la composición química de su cara nocturna, midiendo el brillo del hielo en diferentes regiones y con distintas longitudes de onda.
El fenómeno de luminiscencia podría estar ocurriendo de manera similar en Ganímedes, el satélite más grande de Júpiter
En el caso de la luna Io, plantea que es difícil predecir un brillo “porque no se ha detectado mucho hielo en su superficie, que parece estar compuesta de materiales salados y de azufre”, aunque los hallazgos en Europa podrían ser relevantes en cualquier satélite expuesto a entornos de gran radiación joviana.
Fuentes: SINC
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