MAR&Gen: Es uso de antioxidantes está de moda para frenar el envejecimiento, se pueden adquirir fácilmente sin receta y se consumen sin control médico, sin embargo, una automedicación que no tenga en cuenta el estado de salud del usuario, el tipo del antioxidante utilizado y una dosis adecuada puede resultar contraproducente e incluso peligrosa para la salud general
Todas las cĂ©lulas del organismo humano utilizan el oxĂgeno inhalado en la respiraciĂłn y lo transforman en especies reactivas de oxĂgeno (ERO), fundamentales para la generaciĂłn de energĂa necesaria para una variedad de procesos vitales. Una vez cumplida su funciĂłn, las ERO son eliminadas por sustancias antioxidantes. En las cĂ©lulas sanas existe un equilibrio entre la generaciĂłn de las ERO, su utilizaciĂłn y la subsecuente eliminaciĂłn de las ERO sobrantes.
Este equilibrio se ve perturbado en diferentes condiciones patolĂłgicas, muchas de ellas asociadas a la edad, dando lugar a un estrĂ©s oxidativo que causa daños en diferentes cĂ©lulas, tejidos y Ăłrganos, provocando cambios que causan su envejecimiento funcional. Un estudio reciente del equipo de la clĂnica MARGen de Granada en España, liderado por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik, muestra cĂłmo diferentes factores causantes el envejecimiento de los ovarios y el inicio de la menopausia confluyen en el desarrollo del estrĂ©s oxidativo.
El estrĂ©s oxidativo está tambiĂ©n detrás de mĂşltiples patologĂas no relacionadas con la fertilidad como enfermedades autoinmunes, neurodegenerativas, cardiovasculares, varios tipos de cáncer, declive funcional de diferentes Ăłrganos relacionado con la edad, asĂ como con el envejecimiento en general.
Los antioxidantes son sustancias que inhiben oxidación y, desde hace más de 30 años, se utilizan para prevenir y curar enfermedades causadas por el estrés oxidativo, derivado de una deficiencia de los antioxidantes endógenos responsables de su eliminación.
La medicaciĂłn equilibrada con antioxidantes, logra a retrasar los procesos de envejecimiento y revertir el progreso de las enfermedades asociadas. Sin embargo, su popularidad, que lleva a la automedicaciĂłn, puede tener efectos contrarios a los deseados.
Efectos contrarios
ParadĂłjicamente, un tratamiento no equilibrado con antioxidantes tiene un efecto perverso y agrava la enfermedad existente en lugar de resolverla. “No hay que olvidar -señalan el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza - que los procesos oxidativos son vitales para las cĂ©lulas, y solo su exceso causa el estrĂ©s oxidativo y daños celulares. Sin embargo, el uso no controlado de antioxidantes lleva a un extremo opuesto: el estrĂ©s reductivo, no menos dañino que el oxidativo”.
Los directores de la clĂnica MARGen comentan que “hace años nos dimos cuenta que la calidad de los espermatozoides, causada por el estrĂ©s oxidativo, mejora despuĂ©s del tratamiento con las dosis adecuadas de los antioxidantes, pero empeoran de nuevo si las dosis son demasiado elevadas.”
Además, añaden “el exceso de ciertos tipos de antioxidantes puede provocar otras enfermedades graves en una multitud de Ăłrganos, por ejemplo las piedras en el riñón, el cáncer de la prĂłstata y del pulmĂłn, cardiopatĂas, hipertensiĂłn pulmonar, diabetes, desĂłrdenes neuromusculares, artritis reumatoide y enfermedades de Parkinson y de Alzheimer.
En mujeres embarazadas, el abuso de los antioxidantes puede aumentar el riesgo de anomalĂas fetales. “Por tanto, es muy importante -concluyen- elegir el tipo de antioxidante y sus dosis durante una consulta mĂ©dica, teniendo en cuenta la edad y la historia personal y familiar de cada paciente, asĂ que la eventual presencia de diferentes comorbilidades”.
Fuente: MARGen
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