Según han explicado los expertos, las estrellas con más de ocho veces la masa del Sol, conocidas como estrellas masivas, son las componentes fundamentales de la luminosidad estelar global de las galaxias y constituyen una herramienta para comprender cómo y a qué ritmo se forman las estrellas. Sin embargo, su estudio se complica debido al oscurecimiento por el polvo de las regiones centrales de las galaxias, donde se concentra la natalidad estelar.
Una solución a este problema reside en el estudio de una de las últimas etapas de su vida: las explosiones de supernova. En este sentido, el autor principal del trabajo, Seppo Mattila, ha señalado que "el número de estrellas masivas que explotan en forma de supernova debe ser equivalente al de estrellas masivas que nacen". De este modo, el recuento del número de supernovas es un trazador de la tasa de formación de estrellas masivas y puede utilizarse incluso para determinar la tasa total de formación estelar.
Para los científicos se trata de una herramienta necesaria, porque hace algo más de un año se publicaba un estudio que sugería que la tasa de formación estelar a lo largo de la historia del universo era aproximadamente la mitad de la teóricamente esperada.
"Con este trabajo se demuestra que en realidad no hay un problema con la tasa de supernovas ya que cuando se tiene en cuenta el número de supernovas que no pueden detectarse debido a la enorme cantidad de polvo que existe en las regiones centrales de estas galaxias, los números casan muy bien con las predicciones teóricas", ha apuntado el científico del IAA-CSIC, Miguel Ángel Pérez-Torres.
Así, el estudio señala que, para determinar el porcentaje de supernovas "perdidas", hay que considerar los escenarios donde se concentra la formación de estrellas. En el universo cercano tiene lugar, sobre todo, en galaxias normales con alto contenido en polvo, mientras que en el universo lejano se aglutina en un tipo de galaxias específico, las galaxias luminosas y ultraluminosas en el infrarrojo (conocidas como LIRG y ULIRG, por sus nombre en inglés).
De este modo se obtuvieron los porcentajes del 20 y del 80 por ciento de supernovas no observadas. "Se trata de un resultado prometedor", ha comentado Pérez-Torres, quien ha apuntado que "se necesita muestrear un mayor número de LIRGs en el universo local para mejorar la significancia estadística".
El científico español ha señalado que el grupo del IAA-CSIC lidera las observaciones con redes de radiointerferómetros de las muestras de galaxias, una actividad que, según ha señalado, es "fundamental" para tener en cuenta cuantas supernovas no se ven (aunque sí explotan) en las LIRGs.
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