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24 de julio de 2020

La llegada del ser humano a América: 15.000 años antes de lo que se creía y por el Pacífico

Miembros del equipo entrando en la cueva Chiquihuite - Devlin A. Gandy
El hallazgo de herramientas de piedra pertenecientes a una cultura hasta ahora desconocida en una cueva mexicana adelanta a hace 30.000 años el comienzo del poblamiento del Nuevo Mundo
La hipótesis de que los humanos llegaron a América desde Asia a través del estrecho de Bering hace 13.000 años cada vez se sostiene menos. El año pasado la revista Science ya publicó el hallazgo al noreste de EE UU de unas herramientas similares a las encontradas en la isla japonesa de Hokkaido. Databan de unos 16.000 años de antigüedad y apoyaban la teoría de que la migración de Japón a América fue costera.

Ahora, dos nuevos estudios, publicados esta vez en la revista Nature, aportan nuevas evidencias sobre cómo y cuándo se inició el poblamiento del continente americano. Según la datación de unos 1.900 utensilios de piedra, así como de restos vegetales y ADN de fósiles de animales hallados en la cueva de Chiquihuite en Zacatecas, México, los primeros habitantes de América habrían llegado hace unos 31.000 o 30.000 años, durante el Último Máximo Glacial, la época de máxima extensión de las capas de hielo.

Los análisis de la industria lítica encontrada en la cueva, situada a unos 2.740 metros de altitud, revelan además que pertenecía a una cultura hasta ahora desconocida. “Estas herramientas aún no se han encontrado en ningún otro lugar de América del Norte. Ninguna otra industria comparte similitudes con ella”, indica a SINC Lorena Becerra-Valdivia, científica arqueológica de las universidades de Oxford (Reino Unido) y New South Wales (Australia), coautora de ambos estudios en Nature y miembro del equipo responsable de definir la cronología en el trabajo de Science.

Según los expertos, la tecnología empleada para la fabricación de estos artefactos desconocidos del registro arqueológico de América posiblemente fue traída de otros lugares antes del último Máximo Glacial. El trabajo también subraya que no solo el tipo de herramientas es atípico, sino también la propia cueva donde fueron halladas.

La altitud del yacimiento obligó a sus ocupantes a adaptarse a paisajes montañosos, un comportamiento hasta ahora nunca observado en otras poblaciones del Pleistoceno en América. Este emplazamiento rompe con el patrón de la caza de la megafauna, los sitios abiertos y los refugios de rocas poco profundos.

Para los investigadores, se necesitaría analizar más ADN arqueológico y ambiental para dilucidar mejor los orígenes de los habitantes de la cueva de Chiquihuite, así como su relación biocultural con otros grupos más antiguos que los indígenas Clovis y el camino que siguieron sus antepasados hacia las Américas.


Herramienta de piedra que se encuentra debajo de la capa del último máximo glacial - Ciprian Ardelean

Patrones de dispersión humana en América

Hasta ahora, las principales hipótesis apuntaban a una primera colonización del continente por parte de la cultura Clovis hace unos 13.000 años. Sin embargo, gracias a las técnicas de datación por radiocarbono y luminiscencia, así como al modelado de edad bayesiano, las herramientas halladas en una secuencia de estratos de tres metros de profundidad ilustran un escenario completamente diferente.

“Hubo humanos en América del Norte antes, durante e inmediatamente después del Último Máximo Glacial, pero las poblaciones se expandieron significativamente en todo el continente mucho más tarde”, declara Becerra-Valdivia.

“Hubo humanos en América del Norte antes, durante e inmediatamente después del Último Máximo Glacial, pero las poblaciones se expandieron en todo el continente mucho más tarde”, declara Becerra-Valdivia

Según la investigadora, la dispersión de las personas al norte del continente sucedió durante un período de calentamiento global abrupto al final de la Edad de Hielo, hace entre unos 14.700 y 12.900 años. “De aquí parte el comienzo simultáneo de tres tradiciones principales de herramientas de piedra: las culturas Beringia, Clovis y la denominada Western Stemmed”, aclara la experta.

La datación sugiere que el primer cruce entre humanos en América se produjo cuando la antigua Beringia, región donde se sitúa el estrecho de Bering, estuvo completamente o parcialmente sumergida bajo el agua, hace entre 57.000 y 29.000 años. “Esto sugiere que los humanos tenían cierto grado de adaptación marítima o litoral”, comenta la investigadora, al hacer referencia a la vía marítima como modo de llegada a América.

La expansión de los humanos en América se une a la extinción de ciertas especies animales. Previamente se había relacionado con la desaparición de 37 géneros, una hipótesis conocida como ‘sobrematanza’. Sin embargo, otros estudios han sugerido otros factores como el clima. Los resultados publicados en Nature muestran que la presencia humana en el continente precede a la mayoría de las apariciones de los géneros extintos en América del Norte, incluidos camellos, caballos y mamuts.

“Estas nuevas evidencias son una prueba más de lo complejo y dinámico que fue el proceso de poblamiento del continente americano. Ahora, se necesita más investigación sobre la expansión a América del Sur para comprender el patrón completo de migración”, concluye Becerra-Valdivia.


Fuentes: ABC

24 de febrero de 2019

La Cueva de los Tayos, la legendaria y misteriosa formación de Ecuador que despertó la fascinación del astronauta Neil Armstrong

La Cueva de los Tayos está ubicada en el sureste de Ecuador, la cual ha fascinado a muchos expedicionarios desde hace décadas. (Foto: Miguel Garzón)

Luego de pisar la Luna, el astronauta estadounidense Neil Armstrong se adentró en las profundidades de la Tierra.


El año era 1976, la ubicación, la cordillera de los Andes en el sureste de Ecuador.

Varias decenas de personas participaron en una extraordinaria expedición hacia una fascinante formación geológica llamada la Cueva de los Tayos.

Los indígenas shuar eran los conocedores de hacía décadas de esta cueva, cuya entrada tiene un vacío vertical de unos 70 metros.

Pero fue un viaje del espeleólogo argentino, de origen húngaro, Juan Moricz el que despertó tanto interés que el gobierno de Ecuador y el de Reino Unido financiaron la gran expedición de 1976.

Moricz aseguraba haber encontrado, en las profundidades de la Cueva de los Tayos, una caverna en la que había hojas metálicas grabadas con lo que parecía ser la historia de la humanidad.


El hallazgo de unas placas con inscripciones generó gran curiosidad en la década de 1970. Foto: Miguel Garzón

Hasta esas profundidades se adentró Armstrong, junto a otros exploradores atraídos por la idea de que esta cueva era la morada de una civilización antigua y desconocida, o quizás hasta la presencia de seres extraterrestres.

"A mí me gusta decir que, en el fondo, todos los seres humanos tenemos esas dos dimensiones: la visión mística y la científica", le dice a BBC Mundo el cineasta Miguel Garzón.

"Y la Cueva de los Tayos es situar el debate en los dos planos", continúa.

Garzón se adentró en esta cueva con su equipo fílmico para crear el largometraje documental Tayos que arroja luz sobre los misterios que guardan estas cavernas del sureste de Ecuador.

¿Cómo es esta cueva?

Los tres días que toma llegar desde Quito hasta la Cueva de los Tayos es la parte sencilla.

Al llegar a la boca de la caverna, los pocos exploradores que se han adentrado se encuentran con una oquedad de 70 metros de profundidad por la que solo se puede bajar a rapel.
"Es muy sobrecogedor, como primigenio, uno ahí siente una fuerza primitiva. Y para quienes no son expertos, vemos galerías en las que cuesta imaginar cómo se pudo crear eso", dice Garzón.

El primer reto para cualquiera que se quiera adentrar a esta cueva es bajar por su peligrosa entrada. Foto: Miguel Garzón

A partir del primer descenso, la cueva se abre hacia cavernas, grandes salones y galerías estrechas, sitios con oquedades y espacios llenos de estalactitas y estalagmitas.

Pero uno de los sitios más impresionantes esel llamadoportal Moricz.

Se trata de una abertura en las rocas que asemeja a una puerta alargada que llama a los ojos por su impresionante forma cuadrada, la cual pareciera que fue tallada.


El portal Moricz es uno de los sitios más enigmáticos de la Cueva de los Tayos. Foto: Miguel Garzón

Esta formación geológica ha alimentado la creencia de muchos de quienes se inclinan por pensar que este espacio fuecho por la mano del hombre, o incluso de otros seres desconocidos.

"Es más espectacular que la mayoría de las cuevas. Tiene unas formaciones que dan lugar a especulaciones sobre su origen", señala Garzón sobre las dos veces que entró ahí en 2014.


"Es un mundo lleno de vida"

Los viajes al interior de la Cueva de los Tayos se deben hacer con un permiso oficial, pero primordialmente con la guía de los indígenas shuar.

Sin embargo, ni ellos mismos conocen todas las cavernas y puntos hasta los que siguen sus bifurcaciones, las cuales también suben y bajan por diversos pasadizos.

Nadie ha explorado por completo la Cueva de los Tayos, ni siquiera los indígenas shuar. Foto: Miguel Garzón

Hay un punto llamado "el sumidero", dice Garzón, cuyo camino llega hasta una caverna inundada.

Adentrarse en ella implica sumergirse unos cinco metros bajo el agua cuando no es tiempo de lluvias, lo cual requiere conocimientos de buceo, pero sobre todo valor.

"Una de las personas que vino con nosotros, volvió después, Óscar Leonel Arce, pasó ese punto y lleva recorrido dos kilómetros más. Hay mucho todavía por explorar", dice Garzón.

Llegar a las profundidades de la Cueva de los Tayos también implica quedarse a acampar.


La filmación en el interior de la cueva representó un gran reto para el equipo de producción de Cámara Oscura. Foto: Miguel Garzón

Para la filmación de Tayos, el equipo se tuvo que quedar varias noches, en medio de la fauna que existe en cuevas de este tipo.

"Ese mundo está lleno de vida. Hay insectos, arañas, tarántulas, serpientes, pájaros tayos. Es muy sorprendente", dice Garzón.


Cueva milenaria

El geólogo Theofilos Toulkeridis sabe de todo el misticismo que envuelve a la Cueva de los Tayos, pero como científico ofrece las explicaciones a estas formaciones naturales.

En el mundo existen tres tipos de cuevas: las producidas por accidentes morfológicos, las volcánicas y las kársticas.

A esta última pertenece la Cueva de los Tayos, con la particularidad de que esta formación geológica tiene roca arenisca que la hace única en Ecuador y en esa región de Sudamérica.

La Cueva de los Tayos es del tipo kárstico, la cual le da su formación tan particular. Foto: Miguel Garzón

"Eso provocó una forma diferente de alteración cuando se formó la cueva, y por lo tanto tenemos paredes lisas, planas, que parece que fueron hechas por humanos", explica Toulkeridis a BBC Mundo.

En el país hay más de 1.000 cuevas, pero esta es la más grande que se conoce.

"Tenemos un nuevo mundo en esta cueva, esto es fascinante. Somos los primeros en podemos pisar estos sitios jamás antes vistos", destaca el geólogo griego-ecuatoriano.


¿Qué hay de sus misterios?

Las supuestas hojas metálicas escritas han generado un debate de décadas entre creyentes y escépticos.

Una serie de libros que defiende su existencia afirman que en este lugar fue encontrado un tesoro, con miles de las planchas metálicas con inscripciones, tumbas y estatuas.

Neil Armstrong viajó con la expedición británica-ecuatoriana que ingresó a la Cueva de los Tayos. Foto: Tayos Gold Library
Otras publicaciones se han dedicado a desmentir las afirmaciones, señalando que se trata de "falsificaciones hechas de estaño y latón" e incluso un "flotador de cobre" de un baño que se ha hecho pasar por una herencia del pasado.

Toulkeridis, como hombre de ciencia, señala que sí han hallado vestigios de civilizaciones antiguas, del periodo entre 500 y 1.500 antes de Cristo, pero no acepta las teorías de que esta cueva fue hecha artificialmente.

"Debo de negarlo, porque se puede explicar esto de forma geológica, y hay otros sitios donde se puede encontrar otras cuevas con estas formas", explica.

Garzón dice que no encontró ningún indicio de esas reliquias, aunque en su largometraje presenta un par de sucesos de los que dice que no les encuentra explicación.

Pero primordialmente busca transmitir cómo es estar ahí, en estas cuevas que despertaron el interés del primer hombre en pisar la Luna.

Transmitir eso: "La sensación de estar explorando un mundo poco conocido, de difícil acceso al que normalmente los humanos no nos acercamos".


¿Oculta la Cueva de los Tayos una Biblioteca Metálica que podría reescribir la historia?
La cueva está formada por enormes bloques de piedra que parecen haber sido cortados usando algún tipo de maquinaria avanzada hace miles de años

Cuenta con cortes de gran precisión y superficies extremadamente bien pulidas que muchos autores creen que son rastros dejados por una civilización antigua avanzada. Además, se dice que la cueva fue el hogar de una Biblioteca Metálica. Se dice que algunas de las placas metálicas recuperadas de la cueva se exhibieron en el museo del padre Crespi en Ecuador. 

Es considerado entre muchos autores y exploradores uno de los mayores enigmas en las Américas, y muchos coinciden en que la verdad escondida en el interior de la cueva nos obligará a reescribir completamente la historia de la humanidad. hay algunos autores que afirman que la Cueva de los Tayos registra una historia antigua que tuvo lugar en la Tierra, que se remonta en el tiempo a 250,000 años. 

Incluso hoy, la cueva de los Tayos (Morona Santiago, al sureste de Ecuador) sigue siendo la obsesión de muchos exploradores que buscan encontrar en su interior la respuesta al enigma que rodea los colosales bloques de piedra que conforman las paredes y techos de la cueva. 

El propio Neil Armstrong formó parte de una gran expedición que en 1976 exploró la Amazonía ecuatoriana. El interés en la cueva continúa y tres documentales se han sumergido en sus misteriosos túneles para tratar de arrojar luz sobre los innumerables enigmas que la rodean.

La Cueva se encuentra en la selva virgen a 2 km al sur del río Santiago y 800 metros al este del río Coangos (Kuankus). De acuerdo con la última medición en 2012, utilizando un altímetro GPS, se encuentra a 539 m sobre el nivel del mar. 

Entrar en la cueva es cualquier cosa menos fácil. Para acceder a las cámaras misteriosas de la cueva, tienes que descender haciendo rappel 87 metros a través de un primer nivel y otros 25 hasta la entrada de los túneles.

La Leyenda de Tayos

Padre Crespi posando junto a un posible artefacto de metal obtenido de la Cueva de los Tayos. 

La leyenda yace en los grandes bloques megalíticos de piedra, pulidos y cortados con precisión láser, que conforman algunas de las salas de la cueva y las numerosas y misteriosas placas metálicas grabadas.


La mejor evidencia de los misteriosos lugares metálicos se remonta al salesiano italiano Carlos Crespi Croci, que había explorado la zona en la década de 1940 y adquirido de los indios Shuar algunos de los objetos que supuestamente sacaron de la cueva. 

Varias piezas fueron entregadas al padre Crespi en agradecimiento por los miembros de la comunidad Shuar y se mantuvieron en el Museo Privado de Carlos Crespi Croci en Cuenca (Ecuador). De estos objetos, solo quedan algunas fotografías y videos, ya que la mayoría de ellos fueron vendidos y otros fueron robados después de un incendio en 1962. Después del incendio, no quedó nada en el museo, ni siquiera piezas de cerámica que seguramente hubieran resistido el fuego. Desde su muerte en 1982, no se sabe nada de las placas, solo el testimonio y las escrituras e imágenes limitadas de Crespi con objetos. 

En 1973, Erich Von Daniken escribió sobre una enigmática estructura donde los libros estaban hechos de metal, y que la región cercana a la cueva -y la cueva misma- eran evidencia de una civilización extremadamente avanzada, si no extraterrestre. Se dice que el autor Juan Moricz encontró signos de una civilización antigua extremadamente desarrollada dentro de la Cueva. 

En una declaración jurada firmada el 8 de julio de 1969, habló sobre su reunión con el presidente ecuatoriano, donde recibió una concesión que le permitió el control total de este descubrimiento, siempre que pudiera presentar evidencia fotográfica y un testigo independiente que corroborara el descubrimiento de la clandestinidad. red. Varios periódicos informaron sobre la expedición que Moricz había organizado, escribe el autor Philip Coppens.

Según Moricz, la Biblioteca Metálica de la Cueva de los Tayos registra una historia antigua que tuvo lugar en la Tierra y que se remonta a 250,000 años atrás. En 1972, Moricz se encontró con von Däniken y lo llevó a una entrada lateral secreta a través de la cual podían entrar en un gran salón dentro del laberinto. Aparentemente von Däniken nunca llegó a ver la biblioteca en sí, solo el sistema de túneles. Von Däniken incluyó el evento en su libro The Gold of the Gods:

Como resultado de las afirmaciones publicadas en el libro de von Däniken, Stan Hall, de Gran Bretaña, organizó una investigación de la Cueva de los Tayos en 1976. Una de las exploraciones de cuevas más grandes y caras jamás realizadas, la expedición incluyó a más de cien personas, incluyendo expertos en una variedad de campos, personal militar británico y ecuatoriano, un equipo de filmación y el ex astronauta Neil Armstrong. 


¿Por qué Neil Armstrong -quien había regresado de la luna no hace mucho tiempo entonces- viajaba con una expedición a una cueva remota en la amazonía ecuatoriana?

Neil Armstrong dentro de la cueva en 1976





El equipo también incluyó ocho espeleólogos británicos experimentados que exploraron a fondo la cueva y realizaron una encuesta precisa para producir un mapa detallado de esta. No hubo evidencia de los reclamos más exóticos de Von Däniken, aunque algunas características físicas de la cueva se aproximaron a sus descripciones y se encontraron algunos artículos de interés zoológico, botánico y arqueológico. 

El investigador principal se reunió con la fuente indígena de Moricz, quien afirmó que habían investigado la cueva equivocada y que la cueva real era secreta. 

La expedición británica extrajo 4 grandes cajas de madera selladas sin exponer a los propietarios (los Shuar) su contenido, el asunto terminó (según un investigador español) con disparos entre los Shuar y la expedición inglesa. Las huellas más antiguas de hábitat en las cuevas datan del período Paleolítico superior (48 000-12 000 aC) donde la cueva proporcionó protección durante el final de la glaciación. 

Aproximadamente 9000 a.C, la civilización sale de la cueva gracias a la mejora del clima de la Tierra y se mueven hacia el sur hacia partes del Perú y el norte de Chile.

En la edad neolítica, se cree que la cueva estuvo habitada desde el 3000 a.C por una civilización Pre-Shuar, que ya estaba utilizando artefactos de cerámica, evidencia esto podemos encontrarla en la Universidad de Munich, que incluso realizó la datación por radiocarbono. Aproximadamente alrededor de 1500 a.C los primeros Shuar comienzan a establecerse en el área y se mezclan con los nativos de la cueva. 

Los Shuar protegen la cueva con gran respeto y creen que allí descansan los espíritus de sus antepasados. Hasta la fecha, no hay evidencia confiable de la veracidad de esta biblioteca de metal. Lo único que se recuperó de la cueva -que se encuentra en la Universidad Católica de Quito- son varias piezas arqueológicas y restos de una capa llamada spondylus, que fue especialmente valiosa para las culturas primitivas de la costa ecuatoriana. 

Curiosamente, el arquitecto e historiador Melvin Hoyos, Director de Cultura y Desarrollo en el Municipio de Guayaquil, tenía algunas cosas muy interesantes que decir sobre la cueva:

"Para empezar, creo que la cueva de los Tayos no es una cueva, sino una obra de la mano del hombre, no hay nada en la naturaleza que pueda parecerse a la Cueva de los Tayos. Tiene el techo completamente cortado plano con un ángulo de 90 grados a la pared. Es muy similar a otros túneles de características y edades similares en otras partes del mundo, lo que nos lleva a pensar que antes de la glaciación de Wisconsin existía una red de túneles en el planeta, pero para aceptar esto tendríamos que aceptar la existencia -antes de dicha Glaciación-de una civilización altamente desarrollada.”

 






Fuentes: BBCAncient Code

30 de julio de 2014

Los Observatorios Astronómicos de Cochasquí - Ecuador

PIRÁMIDES DE COCHASQUÍ. Foto: Santiago Martinez
del libro "Cochasquí el Agua del frente de la Mitad" de L. Ortiz.


En las Tolas o Pirámides de Cochasquí – Ecuador, en su parte superior debieron existir edificaciones de distinto índole, de uso habitacional, de uso ritual y religioso, así como indudablemente de uso astronómico y meteorológico, lo cual demuestra el alto grado de ciencia y tecnología al que llegaron nuestros ancestros los Caranquis, Cayambis, Quitus - Caras desde épocas precolombinas, (800 al 1550 d.n.e).



CANALES DE BARRO COCIDO PIRÁMIDES 9 Y 13 Foto: Procultur

Existen en algunas pirámides como la número 13 y la 9 canales y planchas de barro cocido, testimonios arqueológicos de estas edificaciones, las tesis del equipo alemán de Udo Oberem en 1964 descarta el uso astronómico del sitio y consideran a estas evidencias como el resultado de incendios fortuitos de las viviendas existentes en el sitio, afirmando además que los canales y hoyos existentes deberían haber servido para la preparación de alimentos y efectuar libaciones ( léase borracheras) por parte de los atrasados nativos.

El equipo de trabajo de la Corporación Procultur, remitiéndose a una amplia investigación de campo realizada in situ, así como con la consulta en fuentes etnohistóricas y bibliográficas rechaza las afirmaciones neocolonialistas de los alemanes y mantiene la hipótesis de que en ciertas pirámides debieron existir estructuras para el uso astronómico similares a las descritas por Antonio de Ulloa uno de los miembros de la Misión Geodésica.


Grabado y pintura antiguas que ilustran las afirmaciones de Ulloa.


Ulloa, menciona que hasta 1736 existía en Puntiachil un gran cilindro de adobe que al proyectar su sombra permitía conocer fenómenos astronómicos, como los equinoccios y solsticios. En la actualidad ha desaparecido, por acción natural pero más por la mano del hombre, que sigue destruyendo los vestigios patrimoniales arqueológicos del Ecuador.

Bloques de cangahua, material con el que se edificaron las pirámides de Cochasquí.

En la zona de Cayambe, Ulloa identificó un templo o adoratorio hecho de adobes, (observatorio astronómico con usos rituales, podemos suponer que por las técnicas constructivas utilizadas durante el proceso cultural Caranqui, se uso bloques de cangahua) ubicado sobre un montículo de tierra no muy alto y con una figura perfectamente circular, (Tola). En su descripción afirma que su diámetro era de ocho toesas lo que significa que la construcción circular tenía un diámetro de entre 14 a 16 metros, además tenía 60 varas de circuito, es decir, 50 metros.

Para nosotros estas estructuras explican la existencia y el posible uso de los canales en su interior en procesos de observación astronómica y ritualidades asociadas, siendo este el modelo de construcción que presumiblemente debió estar edificado en aquellas pirámides que poseen estos planchones y canales de barro cocido en Cochasquí y otros sitios arqueológicos con el mismo patrón arquitectónico en lo que históricamente se lo ha denominado como el País Caranqui. (Tésis apoyadas por estudios de científicos como el ruso Valentín Yurevicht o los ecuatorianos; Ortíz Lenin, Holguín, Ullauri entre otros).

Creemos que se debe dar una lectura real de la trascendencia e importancia histórica de Cochasqui desde la descolonización del pensamiento ecuatoriano, resaltando la ciencia y tecnología precolombina como parte fundamental de los procesos y modos de producción andina que subsisten aún en la actualidad y que son parte indisociable de nuestra Milenaria Identidad Originaria, más allá de los 500 años de la conquista, coloniaje y neocolonización que aún tratamos de superar.

Fiestas Comunitarias relacionadas a los ciclos agrícolas ancestrales.
Patrimonio Cultural Inmaterial Kitu - Kara.












YACHAK KITU KARA. COCHASQUÍ ES PARTE DE NUESTRA GEOGRAFIA SAGRADA E IDENTIDAD.












Importante es también que dentro del Plan Rector del Parque Arqueológico de Cochasquí a cargo del Consejo Provincial de Pichincha se detengan las construcciones arbitrarias que degradan y afectan severamente el Patrimonio Cultural Material, Inmaterial y Natural y Paisajismo asociado a este importante ícono identitario que es de todos los ecuatorianos, lo urgente es preservar la integridad del sitio para que futuras generaciones puedan contemplar la riqueza de este monumental legado histórico, planificando conjuntamente con las poblaciones locales y sus gobiernos autónomos una agenda de revitalización cultural y el desarrollo de un turismo comunitario sustentable en la zona.


Juan José Acosta Salazar
GESTOR PATRIMONIAL

21 de octubre de 2013

Restos de 'Homo erectus' podrían revolucionar la teoría de la evolución humana

uzh.ch

Seis cráneos de 'Homo erectus', de unos 2 millones de años de antigüedad, hallados en la excavación de Dmanisi, en la república de Georgia, pueden dar un vuelco a la historia de la evolución humana temprana.

Los cráneos pertenecen a un anciano, una mujer joven, un joven de sexo no identificado y tres hombres adultos. Según detalla en su artículo publicado en la revista 'Science' el equipo internacional de paleontólogos que trabajó en el lugar, parece que murieron con una diferencia de unos centenares de años entre uno y otro.

Los seis individuos son formas tempranas de 'Homo erectus', un ancestro humano que vivió a principios del Pleistoceno (entre 2,59 millones de años y 10.000 años a. C.), cuando nuestros antepasados salieron de África por primera vez. Los 'Homo erectus' fueron los primeros que tuvieron las mismas proporciones que los humanos modernos. Se cree que podrían también haber sido los primeros en conocer el fuego y cocinar.

Uno de los tres cráneos fósiles de varones adultos, el último encontrado, representa uno de los hallazgos más importantes en la historia hasta la fecha, según expertos. Es el único cráneo intacto que se ha encontrado de un 'Homo erectus'. Tiene rostro alargado y dientes grandes y gruesos, pero al mismo tiempo el menor neurocráneo de los seis individuos, de menos de 550 centímetros cúbicos.

Según sostienen los paleontólogos, el descubrimiento y el análisis comparativo de los restos de los seis individuos podrán servir de punto de referencia para una reconsideración de la historia de la civilización humana. Por una parte, prueban que el 'Homo erectus' migró y llegó a Asia muy poco después de surgir en África. Por otra parte, lo más probable es que modifiquen el árbol genealógico de la humanidad.

Durante décadas de excavaciones aisladas en África, los investigadores identificaron media docena de subespecies de 'Homo erectus'. Ahora muchas de ellas, si no todas, podrían desaparecer de las enciclopedias: al comparar las diferentes subespecies detectadas en África con los restos descubiertos en Dmanisi, el equipo internacional que trabajó en el lugar concluyó que la variación entre ellas no supera la observada en Dmanisi. En otras palabras, los ancestros humanos del mismo periodo hallados en África podrían ser más bien variantes estándar de 'Homo erectus' y no subespecies diferentes.

Sin embargo, la comunidad científica por el momento no se ve muy convencida. "Necesitamos esqueletos, un material más completo, para poder verlos de pies a cabeza" y llegar a la conclusión de que no hay subespecies, insistió Lee Berger, de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica), al diario británico 'The Daily Mail'
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Fuentes : RT Actualidad / Ciencia