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20 de febrero de 2014

En Imágenes
























Esta impresionante imagen de la nebulosa NGC 6302, con forma de mariposa fue tomada con una de las nuevas cámara del Hubble en 2009 y es una buena demostración de la nitidez y calidad que puede obtenerse hoy en día tras las diversas reparaciones y mejoras llevadas a cabo en el telescopio...


El observatorio de rayos X Chandra de NASA ha visto un púlsar que se desplaza rápidamente escapando de un resto de supernova al tiempo que expulsa un chorro de récord - el más largo de cualquier objeto de la galaxia la Vía Láctea - de partículas de alta energía.
El púlsar, un tipo de estrella de neutrones, es conocido como IGR J11014-6103. El peculiar comportamiento de IGR J11014-6103 puede posiblemente deberse a su nacimiento en el colapso y consiguiente explosión de una estrella masiva.
En un principio descubierto por el satélite INTEGRAL de la Agencia Espacial Europea (ESA), el púlsar está situado a unos 60 años-luz del centro del resto de supernova SNR MSH 11-61A, en la constelación de Carina. Su velocidad es de entre 4 millones y 8 millones de kilómetros por hora, lo que le convierte en uno de los púlsares más rápidos jamás observado.

"Nunca habíamos visto un objeto que se moviera tan rápido y al mismo tiempo produjese un chorro", comenta Lucia Pavan de la Universidad de Ginebra, y directora del trabajo. "Por comparar, este chorro es casi diez veces más largo que la distancia entre el Sol y la estrella más cercana".

El chorro en rayos X de IGR J11014-6103 es el más largo que se conoce en la Galaxia la Vía Láctea. Además de su impresionante tamaño, posee un distintivo patrón de sacacorchos que sugiere que el púlsar se está balanceando como una peonza.
El extraordinario chorro que forma una estela detrás del púlsar en fuga puede verse en esta imagen compuesta que contiene datos del observatorio de rayos X Chandra de NASA (púrpura), datos en radio del Australia Compact Telescope Array (verde) y datos ópticos del survey 2MASS (rojo, verde y azul). El púlsar - una estrella de neutrones que gira - y su cola se ven en la esquina inferior derecha de esta imagen. La estela tiene una longitud de 37 años-luz, lo que la convierte en el chorro más largo jamás observado en un objeto de la Vía Láctea.

AstroCiencias Ecuador

27 de septiembre de 2013

Pasa de rayos X a ondas de radio. Descubren el eslabón perdido de la evolución de los púlsares

Foto: XMM-NEWTON

Un estudio elaborado por astrónomos de los observatorios espaciales Integral y XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha detectado un 'púlsar milisegundo' en una fase crítica de su evolución, cuando pasa de emitir pulsos de rayos X a emitir ondas de radio. Se trata del descubrimiento del eslabón perdido en la evolución de estas estrellas.

Los púlsares son estrellas de neutrones magnetizadas, los núcleos muertos de estrellas masivas que explotaron como supernova cuando agotaron su combustible. Giran a gran velocidad, emitiendo pulsos de radiación electromagnética cientos de veces por segundo, como si se tratase de un faro. El análisis de estos pulsos revela que su periodo de rotación puede ser de tan sólo unos pocos milisegundos.

Los púlsares se clasifican en función de cómo generan estas emisiones. Los púlsares de radio obtienen su energía de la rotación de su campo magnético, mientras que los púlsares de rayos X se alimentan de un disco de acreción formado por la materia que arrancan de una estrella compañera.

Las teorías actuales sugieren que las estrellas de neutrones aceleran su rotación a medida que acumulan la masa procedente de su estrella compañera en su disco de acreción. Cuando el material del disco cae hacia la estrella, se calienta y emite rayos X. Tras varios miles de millones de años, la velocidad de acreción disminuye y los púlsares se encienden de nuevo, pero esta vez emitiendo ondas de radio.

Los astrónomos piensan que existe una fase intermedia en la que las estrellas de neutrones oscilan entre estos dos estados, pero hasta ahora no se habían encontrado pruebas directas y concluyentes que respaldasen esta teoría.

Gracias al trabajo conjunto de los observatorios espaciales Integral y XMM-Newton de la ESA, combinado con las observaciones posteriores de los satélites Swift y Chandra de la NASA y de una serie de radiotelescopios en tierra, los científicos han sorprendido finalmente a un púlsar en esta fase de transición.

"La búsqueda ha llegado a su fin: hemos descubierto un púlsar milisegundo que, en cuestión de semanas, ha pasado de ser un púlsar de acreción, brillante en rayos X, a uno de rotación, brillante en las longitudes de onda de radio. Es el eslabón perdido de la evolución de los púlsares", ha apuntado uno de los autores del trabajo, que ha sido publicado en 'Nature', Alessandro Papitto.

Este púlsar, identificado como IGR J18245-2452, fue observado por primera vez en la banda de los rayos X por Integral el 28 de marzo de 2013. Se encuentra en el cúmulo globular M28, en la constelación de Sagitario.

Las observaciones realizadas con XMM-Newton permitieron determinar que su periodo de rotación era de 3.9 milisegundos, lo que significa que gira sobre su propio eje más de 250 veces por segundo, clasificándolo claramente como un púlsar milisegundo de rayos X.

Pero tras comparar su periodo de rotación y otras características con las de los otros púlsares de M28, se descubrió que encajaba perfectamente con la descripción de un púlsar observado en 2006, sólo que aquel emitía ondas de radio.




Fuentes: EUROPA PRESS