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15 de junio de 2021

Astrofísica - Más de 500 emisiones de un tipo misterioso de señal de radio cósmica

Creación artística de un Fast Radio Burst (FRB) llegando a la Tierra. Los colores representan la ráfaga que llega a diferentes longitudes de onda de radio, con longitudes de onda largas (rojo) que llegan varios segundos después de las longitudes de onda cortas (azul). Crédito: Jingchuan Yu, Planetario de Beijing/NRAO

Desde que se detectó la primera de ellas en 2007, las ráfagas rápidas de ondas de radio (FRBs por sus siglas en inglés) tienen desconcertada a la comunidad científica.

Los FRBs son destellos extrañamente brillantes en la banda de radio del espectro electromagnético, que suelen resplandecer durante unas milésimas de segundo antes de desaparecer sin dejar rastro.

Estas breves y misteriosas señales provienen de muy diversas y distantes partes del universo, así como de nuestra propia galaxia. Su origen es desconocido y su aparición, imprevisible.

Un gran radiotelescopio situado en la Columbia Británica, Canadá, ha aumentado de manera espectacular la cantidad de ráfagas rápidas de ondas de radio descubiertas hasta la fecha. El telescopio, conocido como CHIME, por las siglas de Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment, detectó 535 nuevos FRBs durante su primer año de funcionamiento, entre 2018 y 2019.

El equipo científico de la Colaboración CHIME, incluyendo a Kaitlyn Shin del Departamento de Física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, ha analizado, verificado y reunido las nuevas señales en el primer catálogo de FRBs del telescopio.


El gran radiotelescopio CHIME, fotografiado aquí, ha detectado más de 500 misteriosas ráfagas rápidas de ondas de radio en su primer año de funcionamiento. (Foto: CHIME)

El nuevo catálogo amplía significativamente la biblioteca actual de FRBs conocidos, y ya está dando pistas sobre sus propiedades. Por ejemplo, los FRBs últimamente descubiertos parecen pertenecer a dos clases distintas: los que se repiten y los que no. Los científicos han identificado 18 fuentes de FRBs que emiten repetidamente estas ráfagas, mientras que las demás parecen ser únicas. Las características de las ondas emitidas por las fuentes repetidoras también son diferentes a las no repetidoras, por ejemplo en la duración de cada ráfaga, y también por el hecho de que la emisión se realiza en frecuencias de radio más concentradas que en el caso de las fuentes de FRBs no repetidoras.

Estas observaciones sugieren claramente que los FRBs periódicos y los ocasionales provienen de fuentes astrofísicas diferentes y se generan mediante mecanismos diferentes. Con más observaciones, los astrónomos esperan poder desentrañar pronto los orígenes de estas enigmáticas señales. 

28 de noviembre de 2020

Cierra el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico: un ícono del espacio


Permitió a los científicos observar objetos y eventos del espacio profundo, como púlsares y misteriosas explosiones de ondas de radio distantes



El mundialmente famoso Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, conocido por ayudar a los científicos a escudriñar el espacio profundo y escuchar ondas de radio distantes, será desmantelado y demolido después de que los ingenieros concluyeron que la estructura de la instalación está en riesgo de colapso.

Si bien, se intentará rescatar algunas partes del observatorio, el desmantelamiento pondrá fin al popular telescopio de 57 años, que apareció en numerosas películas y programas de televisión, como un verdadero ícono de la exploración espacial.

La decisión se produce después de que dos cables importantes fallaran en la instalación en los últimos meses, causando daños significativos al observatorio. La National Science Foundation (NSF), que supervisa Arecibo, evaluó el impacto de las roturas de cables y descubrió que los demás cables de la instalación también podrían fallar pronto.

Si algunos de los cables restantes se rompen, los ingenieros temen que la plataforma suspendida de 900 toneladas sobre la instalación pueda derrumbarse en el icónico plato de Arecibo de 1,000 pies de ancho. También es posible que tres torres circundantes, que miden más de 300 pies de altura, puedan volcarse en cualquier dirección, golpeando potencialmente el centro de visitantes u otros edificios cercanos importantes.

Con esta amenaza inminente en mente, NSF determinó que Arecibo no se puede reparar de manera segura sin arriesgar vidas humanas. Los ingenieros de la agencia evacuaron las instalaciones y establecieron una zona de exclusión de seguridad alrededor de los espacios donde las personas podrían estar en peligro si hubiera un colapso. Mientras tanto, los ingenieros ahora están trabajando en un plan sobre cómo desarmar la instalación de manera segura, lo que podría implicar el uso de helicópteros y tal vez incluso demoliciones explosivas. «Esta decisión no es fácil de tomar para NSF, pero la seguridad de las personas es nuestra prioridad número uno», dijo Sean Jones, director asistente de la dirección de ciencias matemáticas y físicas de NSF,.

El Observatorio de Arecibo en Puerto Rico ha sido una parte fundamental de la comunidad científica durante el último medio siglo, permitiendo a los científicos observar objetos y eventos exóticos del espacio profundo, como púlsares y misteriosas explosiones de ondas de radio distantes.

El 7 de abril de 1964, poco después de su inauguración, Gordon H. Pettengill y su equipo lo usaron para determinar que el período de rotación de Mercurio no era de 88 días, como se creía, sino de sólo 59 días. En agosto de 1989, el observatorio tomó una foto de un asteroide por primera vez en la historia: el asteroide (4769) Castalia. El año siguiente, el astrónomo polaco Aleksander Wolszczan descubrió el púlsar PSR B1257+12, que más tarde le condujo a descubrir sus dos planetas orbitales; estos fueron los primeros planetas extrasolares descubiertos.

También fue la fuente de datos para el proyecto SETI@home propuesto por el laboratorio de ciencias espaciales de la Universidad de Berkeley.

Fuentes: Conocedores

21 de junio de 2020

Radiotelescopios revelan atmósfera supergigante de Antares



Un equipo internacional de astrónomos generó el mapa más detallado a la fecha de la atmósfera de la estrella supergigante roja Antares. La sensibilidad y capacidad de resolución sin precedentes tanto del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) como del Karl G. Jansky Very Large Array(VLA), de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, permitió revelar el tamaño y la temperatura de la atmósfera desde la capa que se encuentra justo encima de la superficie hasta la zona de vientos, pasando por toda su cromosfera.

Las estrellas supergigantes rojas como Antares y su prima más famosa, Betelgeuse, son estrellas enormes y relativamente frías que están llegando al final de su vida. En algún momento se quedarán sin combustible, colapsarán y se convertirán en supernovas. A través de sus fuertes vientos estelares, estas estrellas lanzan elementos pesados al espacio, desempeñando así un importante papel a la hora de esparcir los componentes básicos de la vida por el Universo. Pero la causa de estos fuertes vientos aún es una incógnita. Un estudio detallado de la atmósfera de Antares, la estrella supergigante más cercana a la Tierra, aportó pistas cruciales para resolver el misterio.

El mapa de Antares generado gracias a ALMA y el VLA es el mapa de radio más detallado que se haya obtenido a la fecha de una estrella que no sea el Sol. ALMA observó Antares cerca de su superficie (su fotosfera óptica) en longitudes de onda más cortas, mientras que las longitudes de onda más largas observadas por el VLA revelaron la atmósfera de la estrella, más lejos de la superficie. En la luz visible Antares parece tener un diámetro aproximadamente 700 veces más grande que el Sol. Pero cuando ALMA y el VLA revelaron su atmósfera en ondas de radio, se descubrió que esta estrella supergigante es más grande aún.

“El tamaño de una estrella puede variar drásticamente en función de la longitud de ondas a la que se observa”, explica Eamon O’Gorman, del Instituto de Estudios Avanados de Dublín (Irlanda) y autor principal del estudio, publicado el 16 de junio en la revista Astronomy & Astrophysics. “Las longitudes de onda más largas observadas por el VLA revelaron que la atmósfera de la supergigante tiene cerca de 12 veces su radio”.

Los radiotelescopios midieron la temperatura de la mayor parte del gas y el plasma de la atmósfera de Antares. Lo más notorio fue la temperatura de la cromosfera, la zona que se encuentra sobre la superficie y es calentada por los campos magnéticos y ondas de choque generados por las turbulentas convecciones de la superficie estelar, que recuerdan los movimientos burbujeantes del agua guando hierve. Es poco lo que se sabe sobre las cromosferas, y esta es la primera vez que se observa esta zona en ondas de radio.

Gracias a ALMA y al VLA, los científicos descubrieron que la cromosfera tiene 2,5 veces el radio de la estrella (la cromosfera de nuestro Solo tiene solo 1/200 de su radio). Asimismo, descubrieron que la temperatura de la cromosfera es más baja de lo que se había inferido anteriormente a partir de observaciones ópticas y ultravioletas, y alcanza un valor máximo de 3.500 grados Celsius (6.400 grados Fahrenheit), antes de descender gradualmente. En comparación, la cromosfera del Sol alcanza temperaturas de casi 20.000 grados Celsius.

“No dimos cuenta de que la cromosfera es más bien tibia en términos de temperaturas estelares”, comenta O’Gorman. “La diferencia se debe a que nuestras mediciones de radio son sensibles a la mayor parte del gas y el plasma de la atmósfera de la estrella, mientras que las observaciones ópticas y ultravioletas realizadas anteriormente eran sensibles únicamente al plasma y al gas muy calientes”.

“Creemos que las estrellas supergigantes rojas como Antares y Betelgeuse tienen atmósferas poco homogéneas”, afirma el coautor del artículo Keiichi Ohnaka, de la Universidad Católica del Norte (Chile), quien anteriormente había observado la atmósfera de Antares en luz infrarroja. “Podemos imaginar que sus atmósferas son como una pintura hecha de muchos puntos de colores que representan distintas temperaturas. La mayor parte de la pintura contiene puntos de gas tibio que los radiotelescopios no pueden detectar, pero también hay puntos fríos que solo los telescopios infrarrojos ven y puntos calientes que solo son captados por los telescopios UV. Por el momento no podemos estudiar estos puntos de forma individual, pero queremos intentarlo en el futuro”.

En los datos de ALMA y del VLA, los astrónomos pudieron distinguir claramente por primera vez la cromosfera y la zona donde empiezan a formarse los vientos. En la imagen del VLA se aprecia un enorme viento expulsado por Antares y encendido por su estrella compañera, más pequeña y caliente, Antares B.

“Cuando era estudiante soñaba con tener datos como estos”, cuenta el coautor Graham Harper, de la Universidad de Colorado (Boulder, EE. UU.). “Conocer los tamaños y temperaturas reales de las zonas atmosféricas nos da una pista sobre cómo estos vientos se forman y cuánta masa es expulsada”.“Normalmente vemos las estrellas en el cielo nocturno como simples puntos de luz. El hecho de que podamos mapear las atmósferas de estas estrellas supergigantes pone de manifiesto los avances tecnológicos logrados en interferometría. Estas observaciones pioneras nos acercan el Universo, y nos permite observarlo como si estuviéramos observando nuestro jardín”, celebra Chris Carilli, del Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos, quien participó en las primeras observaciones de Betelgeuse en distintas longitudes de onda de radio con el VLA en 1998.

Imágenes de radio de Antares obtenidas con ALMA y el VLA. ALMA observó Antares cerca de su superficie en longitudes de onda más cortas, mientras que las longitudes de onda más largas observadas por el VLA revelaron la atmósfera de la estrella, más distante de la superficie. En la imagen del VLA se aprecia un enorme viento a la derecha, expulsado por Antares y encendido por su estrella compañera, más pequeña y caliente, Antares B. Créditos: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), E. O’Gorman; NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello


Representación artística de la atmósfera de Antares. A simple vista (hasta su fotosfera), Antares es cerca de 700 veces más grande que nuestro Sol: lo suficientemente grande como para llenar el Sistema Solar más allá de la órbita de Marte (se muestra el Sistema Solar a modo de comparación). Pero ALMA y el VLA revelaron que su atmósfera, incluidas las cromosferas inferior y superior y la zona de vientos, es 12 veces más grande. Créditos: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), E. O’Gorman; NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello

Representación artística de la supergigante roja Antares. Crédito: NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello

Mapa de estrellas que muestra la ubicación de la brillante estrella roja Antares (en el círculo rojo). Antares es la supergigante roja más cercana a la Tierra (555 años luz de distancia), y se encuentra en la constelación de Escorpio, el Escorpión. Créditos: ESO, IAU, Sky & Telescope



















Fuentes: alma observatory

15 de mayo de 2020

Revelan cómo se forman las Galaxias con forma de X

Según los científicos y lo que el ojo humano puede ver, con la ayuda de la tecnología, hay incontables cantidades de galaxias. Esto se descubrió de las que tienen formas de X.
En el centro de casi todas las galaxias se encuentra un agujero negro supermasivo y si las circunstancias lo permiten, el agujero negro puede volverse activo. El dramático proceso de alimentación de un agujero negro no es algo baladí; tiene muchos efectos en la galaxia; entre ellos la emisión de chorros de partículas que se extienden por cientos de miles de años luz.

Estos chorros tienden a expandirse desde el centro de la galaxia hacia afuera en direcciones opuestas. Sin embargo, un equipo de astrónomos del Observatorio Sudafricano de Radioastronomía ha descubierto que ciertas galaxias no siguen este camino; no tienen dos chorros opuestos sino cuatro, formando una "X" galáctica en el cosmos.


¿Por qué sucede esto?
Se han propuesto varias explicaciones posibles para comprender este fenómeno, que incluyen cambios en la dirección de giro del agujero negro en el centro de la galaxia, y chorros asociados, durante millones de años; dos agujeros negros cada uno asociado con un par de chorros; y también el hecho de que el material que vuelve a caer en la galaxia se desvía en diferentes direcciones formando los otros dos brazos de la X. ¿Cuál es la explicación real a este curioso fenómeno cósmico?

El estudio fue realizado gracias a las imágenes que captó el telescopio MeerKAT. El observatorio está ubicado en una provincia semi desértica de Sudáfrica llamada Northern Cape. Una de las galaxias en forma de X que fue estudiada, fue la llamada PKS 2014-55. El estudio fue aceptado por expertos en astrofísica. Es decir que desde ahora se partirá en este punto para sacar el resto de las conjeturas.

El flamante radiotelescopio MeerKAT inaugurado en julio de 2018 se centró en observar PKS 2014-55, una radiogalaxia en forma de X ubicada a 800 millones de años luz de distancia la Tierra en la constelación de Telescopium. Y sus chorros peculiares se extienden por 2,5 millones de años luz en el espacio, una distancia comparable a la separación entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda.

Según dichas observaciones, la explicación más fidedigna parece ser la última: el material que cae de regreso a la galaxia se desvía en diferentes direcciones formando los otros dos brazos de la "X", fluyendo hacia la galaxia anfitriona.

"MeerKAT fue diseñado para ser el mejor de su tipo en el mundo", dijo Bernie Fanaroff, astrónomo del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica y coautor del trabajo que publica la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. "Es maravilloso ver cómo sus capacidades únicas están contribuyendo a resolver preguntas hechas hace mucho tiempo relacionadas con la evolución de las galaxias".

La prominente forma de X de PKS 2014-55 está compuesta por dos pares de lóbulos gigantes que consisten en chorros de electrones calientes. Estos chorros salen de un agujero negro supermasivo en el corazón de la galaxia. Los lóbulos emiten radiación electromagnética en forma de ondas de radio, que solo pueden detectarse con radiotelescopios especializados. Eso sí, aunque el ojo humano no puede ver las ondas de radio, en el caso de que pudiéramos, esta radiogalaxia se vería aproximadamente del mismo tamaño que nuestra Luna.

"MeerKAT es uno de una nueva generación de instrumentos cuyo poder resuelve viejos rompecabezas incluso cuando encuentra nuevos", comentó William Cotton, astrónomo del Observatorio Nacional de Radioastronomía y del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica.


Fin del misterio

Así las cosas, el misterio de la X queda resuelto así: los dos lóbulos más grandes de la radiogalaxia son las partículas que se mueven rápidamente alejándose del agujero negro, mientras que los dos lóbulos más pequeños son el flujo de retorno en bucle que vuelve a caer en la galaxia y luego es desviado por el gas de alta presión en diferentes direcciones.

El equipo de MeerKAT logró imágenes de alta resolución diez veces más sensibles que las observaciones piloto ASKAP realizadas en Australia el año pasado.

Como recordatorio, la primera imagen de radio detallada de la galaxia fue tomada por Ron Ekers en 1969.

15 de abril de 2019

Guía sencilla para entender la foto del agujero negro

En el núcleo de la galaxia M87 (a la izquierda) se ha captado la primera imagen de un agujero negro (a la derecha). / Primera foto de NASA/CXC/Villanova University/J. Neilsen y segunda de la colaboración EHT


La primera imagen de un agujero negro, captada en la vecina galaxia M87, ha sorprendido al mundo. La fotografía pronto estará en los libros de texto sobre astronomía y sus autores se han esforzado en hacer comprensible su épica hazaña en varias ruedas de prensa internacionales. Estas son las explicaciones que ofreció un panel de científicos desde la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científica en Madrid.


Lo primero, ¿qué es un agujero negro?
Es una concentración de masa tan grande, tan colosal, que produce una ‘rasgadura’ o curvatura en el tejido espacio-tiempo que cubre el universo. Este oscuro objeto está rodeado de una región llamada horizonte de sucesos, un limite a partir del cual la gravedad es tan grande que nada, ni siquiera la luz, puede escapar una vez que se traspasa. Hasta esta semana habíamos visto multitud de ilustraciones, simulaciones y animaciones, como la de la película Interestellar, sobre agujeros negros, pero por fin tenemos una imagen real.

Observar este agujero negro ha sido como tratar de ver desde la Tierra una pelota de tenis en la Luna
Si se traga toda la luz, ¿cómo es posible verlo?Efectivamente, vemos el entorno del agujero negro y no el propio agujero, porque este no se ve. Lo que se observa es su sombra central, rodeada de un anillo luminoso de fotones y gas caliente que fluye alrededor. La zona sur tiene más luz que la del norte por el llamado efecto Doppler relativista, que además ha permitido determinar que el sentido del fluido que cae al agujero rota en el sentido de las agujas del reloj.

¿Qué agujero negro se ha fotografiado?
El del centro de la vecina galaxia Messier 87, localizada en la constelación de Virgo. Este agujero es 6.500 millones de veces más masivo que nuestro Sol y se encuentra a 55 millones de años luz de la Tierra. Es muy grande, dentro cabrían ocho sistemas solares, y los astrónomos calculan el tamaño de su anillo en unos 42 microsegundos de arco (su horizonte de sucesos mide casi 40.000 millones de km). Es como tratar de ver desde nuestro planeta una pelota de tenis en la Luna.


¿Con qué instrumentos se puede visualizar? 
Se ha usado un telescopio virtual del tamaño de la Tierra integrado por varios observatorios
Para observar un objeto tan lejano como este hace falta un telescopio del tamaño de la Tierra, y aunque de forma virtual o equivalente, eso es lo que han construido los científicos: el telescopio horizonte de sucesos (EHT, por sus siglas en inglés). Mediante una técnica llamada interferometria de muy larga base (VLBI, donde en lugar de lentes se usan operaciones matemáticas) han combinado las señales de distintos radiotelescopios distribuidos en varios continentes para crear este telescopio global. Después se envían los datos de cada observatorio a dos supercomputadores y, mediante algoritmos, se reconstruye la mejor imagen posible del agujero negro.

¿Quiénes son los autores de la fotografía?
La colaboración internacional del EHT la integran más de 200 científicos, de los que solo un 11 % son mujeres. En la observación del agujero negro de M87, realizada durante el año 2017, intervinieron ocho radiotelescopios localizados en Chile, EE UU, México, España y el Polo Sur, aunque los dos principales fueron las 50 antenas de ALMA en Chile (equivalentes a un telescopio de 70 metros de diámetro) y el de IRAM de 30 metros en Sierra Nevada (Granada).

Localización de los radiotelescopios de la colaboración EHT. / NRAO

En menos de cinco años podríamos ver el agujero negro de nuestra galaxia
¿Por qué no han fotografiado primero el agujero negro de nuestra galaxia?
Es lo que esperaba mucha gente, pero Sagitario A* –así se llama el agujero negro del centro de la Vía Láctea– es una fuente muy variable: va cambiando continuamente. Más que una fotografía, lo que habría que grabar es una película. Los científicos ya están trabajando en algoritmos que permitan reconstruir la evolución temporal de la imagen, que podríamos tener en menos de cinco años.

¿Qué otros retos quedan por delante?
Se va a mejorar la sensibilidad y resolución del telescopio EHT, que en breve incorporará tres nuevos radiotelescopios a la red. También se estudia colocar algunas antenas en el espacio en colaboración con la agencia espacial rusa. De esta forma se podrá investigar mejor, no solo el agujero negro de M87 y el de la Vía Láctea, también el de otras galaxias como Centaurus A o el blazar 1055+018. El estudio de estos misteriosos objetos no ha hecho más que empezar.



Ilustración del agujero negro en el corazón de la enorme galaxia M87. Se muestra el material sobrecalentado que lo rodea, incluido el chorro relativista de partículas que sale disparado. ¿Cómo se relaciona con el agujero negro? Será una de las cuestiones que investigarán ahora los científicos. / ESO/M. Kornmesser


Información facilitada por los investigadores José Luis Gómez y Antxon Alberdi del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Iván Martí del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Miguel Sánchez del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) y Rebecca Azulay de la Universidad de Valencia (UV) durante la rueda de prensa celebrada el 10 de abril de 2019 en la sede del CSIC, en Madrid.

Fuente: SINC

10 de abril de 2019

Cómo levantar el velo que cubre el agujero negro de nuestra galaxia

Diversas imágenes de SgrA*: simulación a 86 GHz (superior izquierda), simulación con los efectos del centelleo interestelar (superior derecha), como se ve en el cielo a partir de las observaciones recientes (inferior derecha) y la observada con su aspecto real después de eliminar los efectos del centelleo interestelar (inferior izquierda). A la derecha, la red Global de VLBI Milimétrica (GMVA) junto con ALMA. / S. Issaoun, M. Mościbrodzka, Radboud University/ M. D. Johnson, D. Pesce, CfA

Hasta ahora una tenue nube de gas caliente ha dificultado el estudio y la obtención de imágenes nítidas de SgrA*, el agujero negro supermasivo del centro de la Vía Láctea. Pero por primera vez un equipo internacional de astrónomos ha empleado el telescopio ALMA, en Chile, junto con otros radiotelescopios repartidos por la Tierra para ver a través de esa niebla y analizar la fuente de radio asociada a este oscuro objeto con una calidad sin precedentes.

Los agujeros negros supermasivos suelen encontrarse en el centro de las galaxias y se cree que son responsables de algunos de los fenómenos más energéticos del universo. Actualmente, se cree que la materia en los alrededores de estos objetos cae sobre ellos formando un ‘disco de acrecimiento’ en cuyo eje se forman chorros o jets extragalácticos compuestos de plasma que escapan del agujero negro a velocidades extremas, cercanas a la de la luz. Tanto el acrecimiento como los chorros de plasma producen grandes cantidades de emisión radio.

Gracias a una de estas fuentes de radio, brillante y compacta, los astrónomos han podido deducir la existencia del agujero negro supermasivo más próximo a la Tierra (llamado SgrA*), localizado en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y con un peso aproximado de 4 millones de soles.
El agujero negro supermasivo más próximo a la Tierra, llamado SgrA*, está en el centro de la Vía Láctea y pesa aproximadamente 4 millones de soles


Aunque es el más cercano, su tamaño aparente en el cielo es menor que una cienmillonésima de grado, similar al de una pelota de tenis en la superficie de la Luna, vista desde nuestro planeta. Este tamaño está determinado por el llamado radio de Schwarzschild (un radio asociado a la cantidad de masa usado para medir agujeros negros), que para SgrA* es unas 14 veces mayor que nuestro Sol, pero visto a una distancia de unos cien mil años-luz. Justo en el radio de Schwarzschild, la luz no puede escapar de la atracción gravitatoria del agujero negro, por lo que éste toma el aspecto de un ‘agujero oscuro’ en el firmamento.

Durante los últimos veinte años, se han ido sucediendo intentos para obtener la imagen más nítida posible de SgrA*, con una resolución suficientemente alta como para observar cómo se comporta la materia en las inmediaciones de ese radio.

Esta semana, un equipo internacional de investigadores liderado por la astrónoma Sara Issaoun de la Universidad de Harvard (EE UU) describe en el Astrophysical Journal los resultados de nuevas observaciones de SgrA* obtenidas con una resolución y calidad sin precedentes: “Alcanzan una resolución angular que mejoran los experimentos previos por un factor de dos, y reconstruimos una imagen de SgrA* libre de los efectos de ‘centelleo interestelar’ (uno de los principales factores limitantes para verlo en alta resolución)”, destacan los autores.

La unión de ALMA y la red global GMVA

El ínfimo tamaño aparente de SgrA* requiere el uso de una técnica especial de observación, capaz de proporcionaros las resoluciones más altas accesibles con la tecnología actual. Para tomar los datos se ha utilizado el telescopio ALMA, al norte de Chile, junto con una red global de radiotelescopios llamada Global mm-VLBI Array (GMVA).

Dos de los radiotelescopios que han formado parte de esta red global denominada GMVA son españoles: el radiotelescopio de 40 m del Observatorio de Yebes perteneciente al Instituto Geográfico Nacional (IGN) y localizado en Yebes, Guadalajara y el radiotelescopio de 30 m del Instituto de Radioastronomía Milimétrica, del que el IGN es copropietario, situado en Granada. Ambos observatorios están clasificados como Infraestructuras Cientifico Técnicas Singulares españolas (ICTS) por la calidad de sus instalaciones y los trabajos que en ellas se realizan.
El chorro de radio asociado a este agujero negro podría apuntar directamente hacia nosotros

Según Pablo de Vicente, coautor del trabajo y astrónomo en el Observatorio de Yebes, “la resolución de un telescopio aumenta con su tamaño físico. Utilizando una técnica denominada Interferometría de Muy Larga Base (VLBI, por sus siglas en inglés) somos capaces de sintetizar un telescopio virtual tan grande como todo el planeta Tierra”. 

La técnica de VLBI usa las señales que llegan a varios radiotelescopios dispersos sobre la superficie terrestre, combinándolas en un superordenador que emula, usando procedimientos avanzados de análisis de datos, un telescopio de tamaño igual a la máxima distancia entre los radiotelescopios.

“La resolución de un telescopio también aumenta con la frecuencia de observación”, señala Iván Martí Vidal, también coautor del trabajo y astrónomo en el Observatorio de Yebes, que explica: “Las observaciones de este trabajo son las primeras a 87 gigahercios en las que ha participado el telescopio ALMA de Chile”.

ALMA es con diferencia el telescopio más sensible del mundo a estas frecuencias tan altas, y ha podido participar en estas observaciones gracias a un proyecto internacional denominado ALMA Phasing Project.

“La alta calidad de nuestra nueva imagen de SgrA* también nos ha permitido constreñir los diferentes modelos de emisión del agujero negro, que situamos en una región simétrica alrededor de unos doce radios de Schwarzschild”, apunta Martí Vidal, y De Vicente añade: “Esto puede indicar que la emisión radio se produce en el disco de acrecimiento. Sin embargo esto convertiría a SgrA* en una excepción comparado con otros agujeros negros. La alternativa podría ser que el chorro de radio apunte directamente en nuestra dirección”.

Futuras observaciones de SgrA*, con la técnica de VLBI, proporcionarán muy pronto información crucial sobre los procesos y la dinámica en los alrededores de este agujero negro, unas observaciones que contendrán la clave para un mejor entendimiento de los que son hoy en día los objetos más exóticos del universo conocido.

Fuentes: Agencia sinc

Así es la primera foto de un agujero negro capturada por el Event Horizon Telescope: "Un absoluto monstruo"





EHT COLLABORATION Image caption
La primera foto de un agujero negro. "Lo que vemos en la imagen es más grande que todo nuestro Sistema Solar", señaló Heino Falcke.

Un equipo internacional de astrónomos obtuvo la primera fotografía jamás captada de un agujero negro supermasivo.

Se trata de un agujero negro en el corazón de una galaxia distante, M87 en la constelación de Virgo.

El pozo gravitacional tiene un diámetro de 40.000 millones de km, tres millones de veces más que el diámetro de la Tierra y ha sido descrito por los científicos como "un monstruo".

El agujero negro se encuentra a 500 millones de billones de km de nuestro planeta y fue fotografiado por un proyecto internacional que combinó el poder de ocho radiotelescopios alrededor del mundo.


El nombre de la iniciativa es Telescopio del Horizonte de Sucesos, Event Horizon Telescope o EHT por sus siglas en inglés, una colaboración en la que participan cerca de 200 científicos.


El EHT buscaba fotografiar la silueta circular opaca que un agujero negro proyecta sobre un fondo más brillante. El borde de esa sombra es el llamado horizonte de sucesos, un punto de no retorno que una vez atravesado impide que la luz pueda escapar.

El profesor Heino Falcke de la Universidad Radboud en Holanda, quien propuso originalmente el experimento, dijo a la BBC que el agujero negro en la galaxia M87 es "un absoluto monstruo, el campeón de peso pesado de los agujeros negros del Universo".

Los detalles del descubrimiento fueron anunciados simultáneamente en conferencias de prensa en distintos países, y publicados este miércoles en la revista científica The Astrophysical Journal Letters.




Hace un siglo, Albert Einstein calculó que la fuerza de gravedad podía distorsionar el espacio-tiempo. Sus ecuaciones predecían que un cuerpo de altísima densidad podría esconderse detrás de un horizonte de sucesos, el límite a partir del cual la atracción del agujero negro es ineludible. Este horizonte es lo que se aprecia en la imagen recién publicada.

Aunque el agujero negro, por definición, no se puede ver, el gas que cae hacia él se calienta a millones de grados y brilla. Frente a esa iluminación de fondo se observa una silueta oscura que es la sombra del agujero negro. Todo ello aparece bastante borroso porque el tamaño de la imagen supera la resolución máxima del EHT.

El anillo luminoso que rodea al horizonte de sucesos es asimétrico porque el agujero negro está en rotación. En la región inferior, la luz se desplaza hacia el observador y aparece más brillante, mientras que en la parte superior, la luz se aleja y aparece más tenue. Esto ha permitido determinar que el agujero negro gira en sentido horario.

Las ecuaciones de la relatividad general formuladas por Einstein también predijeron que un horizonte de sucesos debería tener forma circular y tamaño proporcional a la masa del agujero negro, con lo cual esta imagen pone a prueba la célebre teoría de nuevo. La relatividad general explica el comportamiento de objetos masivos, pero es incompatible con la mecánica cuántica, que gobierna el mundo de las partículas subatómicas.

Con esta imagen, los científicos han constatado que las ecuaciones de la gravedad se sostienen incluso bajo las condiciones extremas en torno al agujero negro, y Einstein ha vuelto a salir indemne. “Hemos medido que [el horizonte de sucesos] es extremadamente circular. Concuerda muy bien con las predicciones de la relatividad de Einstein”, ha dicho en la rueda de prensa José Luis Gómez, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).

Un telescopio del tamaño de la Tierra

El agujero negro en el corazón de M87 está a 55 millones de años luz de la Tierra y es 6.500 millones de veces más masivo que el Sol. Observarlo desde la Tierra es comparable a divisar desde la Luna una pelota de tenis en la superficie de nuestro planeta, ha dicho Iván Martí-Vidal, investigador del Instituto Geográfico Nacional. Debido a un fenómeno físico llamado difracción, existe un límite al tamaño de los objetos distantes que se pueden ver: cuanto más pequeños o lejanos sean, mayor es el telescopio necesario.

En este caso, los científicos escogieron detectar la luz que rodea al horizonte de sucesos en la longitud de onda de aproximadamente un milímetro. En esta banda del espectro electromagnético —entre infrarrojo y microondas— la luz puede sortear los obstáculos de gas y polvo desde el centro de la galaxia M87 hasta el Sistema Solar en la Vía Láctea.

Pero para observar el agujero negro en esa longitud de onda, sería necesario un radiotelescopio del tamaño de la Tierra. Por eso se creó la red de telescopios del EHT, que unifica los datos provenientes de antenas en EE UU, México, Chile, España y la Antártida, mediante un proceso llamado interferometría. Cuantos más observatorios se añaden, y más distanciados están, mejor magnificación y resolución del agujero negro se puede obtener al sincronizar sus observaciones.

Dos años para revelar la ‘fotografía’

El EHT recogió en abril de 2017 los datos que han permitido construir la nueva imagen. Durante cinco días completos, los ocho radiotelescopios de la red, que incluyen el Telescopio de 30 metros de Pico Veleta en Sierra Nevada (Granada), se sincronizaron con relojes atómicos para observar el centro de la galaxia.

Las cantidades ingentes de datos recogidas por cada observatorio fueron enviadas en discos duros a una central en EE UU. Sumaban cuatro millones de gigabytes en total. Un superordenador combinó todas las observaciones, espaciando la reproducción de los distintos telescopios para tener en cuenta la diferencia horaria entre la llegada de las ondas electromagnéticas a cada uno. Luego, astrónomos e ingenieros informáticos analizaron los datos durante dos años.

Dado que los telescopios están distribuidos por todo el planeta pero no cubren la superficie entera de la Tierra —como haría realmente un telescopio gigante—, un programa de inteligencia artificial ha extrapolado los datos que faltaban para generar la imagen más probable de ser fiel a la realidad. No es una auténtica fotografía, pero es lo que más se aproxima.

Gómez destaca, además, que el EHT tomó en realidad cuatro imágenes consecutivas, los días 5, 6, 10 y 11 de abril de 2017, todas “analizadas con independencia y con la misma rigurosidad”. Las cuatro imágenes coinciden, con lo cual no cabe duda de que el agujero negro en M87 tiene la forma que muestran.

Se esperaba que en la rueda de prensa se anunciase la imagen de otro agujero negro: Sagitario A*, el cuerpo masivo en el centro de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Sagitario A* está a 26.000 años luz de distancia de la Tierra y, aunque tiene la masa de cuatro millones de soles, solo se estima que solo mide 24 millones de kilómetros de diámetro —17 veces más que el Sol—.

Antxon Alberdi, el director del Instituto de Astrofísica de Andalucía, ha aclarado que esta imagen no está lista por dificultades técnicas, pero “se tendrá”. “La sensibilidad de EHT va a mejorar cuando llenemos la superficie del telescopio equivalente. Eso va a ocurrir con la adición de nuevos telescopios”, dice Alberdi.

Fuentes: BBC, ABC

31 de mayo de 2018

El último abrazo de dos galaxias antes de colisionar



En esta imagen captada por el instrumento VIMOS, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, vemos dos galaxias espirales atrapadas en una fascinante y arremolinada danza. Las dos galaxias en interacción, NGC 5426 y NGC 542, forman un intrigante objeto astronómico llamado Arp 271.

Llenando el vacío entre las dos galaxias, podemos ver cúmulos de gas azulado, polvo y estrellas jóvenes, los cuales son el resultado de la interacción gravitatoria mutua. Como muchas otras observaciones astronómicas, esta imagen mira hacia atrás en el tiempo. Gracias al vasto espacio que separa a la Tierra de Arp 271, esta imagen muestra cómo eran las galaxias hace más de 110 millones años: la cantidad de tiempo que ha tardado su luz en llegar hasta nosotros. Se cree que este tipo de colisión y fusión también será el destino final de la Vía Láctea, ya que los científicos creen que será sometida a una interacción similar con nuestra galaxia vecina Andrómeda.

Fuentes: ESO

17 de julio de 2017

¿Quién está enviando señales de radio desde la estrella Ross 128?

La imagen muestra las estrellas estudiadas por el equipo de astrónomos de Arecibo. Sobre Ross 128 aparece la palabra "¿QUÉ?". - PHL /UPR Arecibo/Aladin Sky Atlas

Emitida a 11 años luz de distancia, los astrónomos tratan de encontrar una explicación a su origen

La historia parece repetirse una y otra vez. Un equipo de investigadores (del Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico) ha vuelto a detectar, en efecto, una "extraña señal de radio" procedente del espacio. La fuente, en esta ocasión, es la estrella Ross 128, una enana roja que se encuentra apenas a 11 años luz de distancia. Los científicos tratan de buscar una explicación, incluso han conseguido más tiempo de observación con el gran telescopio para llevar a cabo la tarea. Es pronto, aseguran, para decir que la emisión sea intencionada y proceda de una inteligencia extraterrestre. Aunque nadie se atreve a descartar la posibilidad.

Fue el pasado 12 de mayo. Un equipo de científicos del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria llevaba cerca de un mes usando en gran telescopio de Arecibo, en Puerto Rico, uno de los mayores radiotelescopios del mundo, en una campaña de observación de enanas rojas cercanas. Estas observaciones pueden aportar valiosa información sobre el tipo y la intensidad de la radiación alrededor de esas estrellas, e incluso dar pistas sobre la presencia de objetos a su alrededor, como asteroides o planetas. Las observaciones se estaban llevado a cabo en la banda C (entre 4 y 5 GHz). Y justo ese día, el astrobiólogo Abel Méndez y sus colegas detectaron algunas "peculiares señales" de radio procedentes de una de las estrellas que estaban estudiando.

No se ha descubierto (hasta ahora) ningún planeta alrededor de Ross 128, una pequeña estrella que es 2.800 veces menos brillante que el Sol y que se encuentra próxima a la Tierra. Las señales consistían en una serie de pulsos de banda ancha y casi periódicos, muy similares a las que emiten algunos de nuestros satélites, aunque Méndez asegura que no se trata de una interferencia local, ya que la señal procede únicamente de esa estrella. Para estar seguros, los investigadores buscaron la misma señal en una serie de estrellas contiguas a Ross 128, pero ninguna de sus observaciones mostraron nada similar.


"El campo de visión del observatorio de Arecibo -explica Méndez- es lo suficientemente amplio, por lo que existe la posibilidad de que las señales no fueran causadas por la estrella, sino por otro objeto que estuviera en la misma línea de visión". Además, "algunos satélites de comunicaciones transmiten en las mismas frecuencias que nosotros observamos".

Para los científicos, podría haber tres posibles explicaciones para estas señales de radio: podría tratarse de emisiones procedentes de llamaradas del Tipo II de la propia estrella, o bien de emisiones de otro objeto en el mismo campo de visión de Ross 128, o incluso de un fogonazo de los motores de un satélite científico terrestre en una órbita muy alta, ya que los de órbitas bajas parecerían moverse muy rápidamente y saldrían casi de inmediato del campo de visión del telescopio. Por desgracia, la intensidad de las señales es demasiado baja como para que puedan detectarse con otros telescopios y el único que podría hacerlo, el FAST chino, está ahora en periodo de revisión y calibración.

Mensaje extraterrestre

Sin embargo, ninguna de las tres posibles explicaciones está exenta de problemas. Por ejemplo, las llamaradas del Tipo II normalmente ocurren en frecuencias mucho más bajas, y la dispersión de las señales sugiere un origen mucho más difuso, como podría ser la atmósfera de la estrella. Por otra parte, no hay muchos objetos en el mismo campo de visión de Ross 128, y tampoco se ha visto nunca a un satélite emitir llamaradas como esa. Por supuesto, también está presente la opción de un posible mensaje extraterrestre, aunque para los investigadores esta posibilidad ocupa el último lugar de la lista de posibles explicaciones.

"Sin embargo -asegura Méndez- tenemos aquí un misterio abierto, y las tres explicaciones principales son, en estos momentos, tan válidas como cualquier otra". Afortunadamente, el equipo de Méndez ha conseguido más tiempo de uso del telescopio de Arecibo para tratar de aclarar el origen y la naturaleza de las extrañas emisiones de radio. "El éxito, explica el astrobiólogo- sería encontrar de nuevo la señal justo en la ubicación de la estrella, y no solo en sus alrededores. Si no lo conseguimos, el misterio se hará más grande".

Por su parte, astrónomos del SETI, organización que se dedica a buscar activamente pistas de posibles inteligencias extraterrestres, aseguran que su grupo "es muy consciente de las señales" de Ross 128, y no descartan utilizar su potente telescopio (el Allen Telescope Array, en California), para comprobarlas por su cuenta. De una forma o de otra, muy pronto habrá más resultados.

Que sabemos de Ross 128

 Ross 128 (GJ 447 / HIP 57548 / LHS 315) es una estrella de magnitud aparente +11,16 en la constelación de Virgo, situada cerca de la eclíptica al sur de Zavijava (β Virginis). A 10,91 años luz de distancia, es actualmente la décimo-segunda (o duodécima) estrella más próxima al Sistema Solar y la más cercana en la constelación de Virgo. Fue descubierta en 1925 por el astrónomo Frank Elmore Ross e incluida en su «Segunda lista de nuevas estrellas con movimiento propio».


Como tantas otras estrellas de nuestro entorno, Ross 128 es una tenue enana roja cuyo tipo espectral es M4.5V. Tiene una temperatura efectiva de 2966 K y una masa de 0,16 - 0,18 masas solares. Su radio equivale al 22% del que tiene el Sol y la medida de su velocidad de rotación proyectada da un valor igual o inferior a 2 km/s. Presenta un contenido metálico comparable al solar, siendo su índice de metalicidad [Fe/H] = -0,00. Con una luminosidad en torno al 0,029% de la luminosidad solar, es una estrella fulgurante, conocida también por su nombre de variable FI Virginis. 

Dentro de este tipo de estrellas, se la considera más evolucionada que Próxima Centauri, siendo las erupciones menos frecuentes que en esta última. Asimismo, se ha detectado polvo alrededor de Ross 128.

Ross 128 tiene una edad estimada de 500 millones de años. Forma parte de la corriente de estrellas de la Asociación estelar de la Osa Mayor, amplio grupo que también incluye otras enanas rojas cercanas como EV Lacertae o DS Leonis.

Los sistemas estelares más próximos a Ross 128 son Wolf 359 y Wolf 424, ambos a unos 4 años luz de distancia.



Fuentes: ABC, Da tu opinión

12 de abril de 2017

Un equipo de astrónomos cree haber fotografiado un agujero negro por primera vez

Impresión artística cedida por el Observatorio Nacional Radioastronómico (NRAO), que muestra el corazón de la galaxia NGC 1068. (EFE / NRAO
  • Las imágenes corresponderían a la parte llamada "horizonte de sucesos", una frontera donde espacio y tiempo terminan tal y como los conocemos. 
  • La información obtenida todavía debe ser procesada.
Un equipo internacional de astrónomos cree haber logrado, por primera vez en la historia, imágenes de un agujero negro, según informó este martes en su versión digital la revista National Geographic. 

Las imágenes corresponderían, concretamente, al "horizonte de sucesos", una de las partes que componen un agujero negro, según explicó a National Geographic Vincent Fish, científico del Observatorio Haystack de Massachusetts (EE UU) y uno de los astrónomos involucrados en la investigación. 

El horizonte de sucesos es una frontera donde espacio y tiempo terminan tal y como los conocemos. 

No obstante, Fish advirtió de que la información obtenida todavía debe procesarse y que el equipo tendrá que esperar algunos meses para comprobar si las imágenes realmente corresponden al agujero negro. 

Los astrónomos tenían como objetivo fotografiar dos agujeros negros, el Sagittarius A, en el corazón de la Vía Láctea, y uno de mayor tamaño en la galaxia elíptica M87. 

Las imágenes se han obtenido a través de la colaboración de una red mundial de observatorios con radiotelescopios llamada "Telescopio Horizonte de Sucesos" entre los que se encuentran el español IRAM Pico Veleta, el mexicano LMT o varios ubicados en el desierto de Atacama (Chile).

Fuentes: 20 Minutos

24 de diciembre de 2016

Escuela Ecuatoriana de Radioastronomía

El Observatorio Astronómico de Quito de la Escuela Politécnica Nacional invita a investigadores profesionales, post-docs, estudiantes de posgrado, y estudiantes de pregrado en niveles avanzados, a la I Escuela Ecuatoriana de Radioastronomía.

La Radioastronomía es una de las ramas de la Astronomía que más rápidamente se está desarrollando. Actualmente se están construyendo y desarrollando nuevas instalaciones en todo el mundo. Esta Escuela tiene como objetivo introducir los fundamentos de Radioastronomía, incluyendo las instalaciones disponibles, herramientas de análisis de datos, y una gama de temas científicos que se están desarrollando gracias a las observaciones en radio y a su marco teórico.

La I Escuela Ecuatoriana de Radioastronomía tendrá lugar del 11 al 13 de enero de 2017, en el campus de la Escuela Politécnica Nacional, en el Auditorio 2, quinto piso del Edificio de Aulas EARME, y las clases serán dictadas en inglés.

Las inscripciones son gratuitas y se tiene disponibilidad para un máximo de 40 participantes.

El registro y más información del evento se puede encontrar en la página web oficial de la Escuela: http://oaq.epn.edu.ec/escuelaradioastronomia, donde se encuentra disponible el Programa y los resúmenes de las clases a dictarse.

Para mayor información sobre la Escuela de Radio Astronomía dirigirse a:
CONTACTO: Wladimir Banda Barragán
TELÉFONO: 022 570765 Ext. 109
E-MAIL: wladimir.banda@epn.edu.ec

Para consultas generales dirigirse a:
OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE QUITO
Av. Gran Colombia S/N y Av. Diez de Agosto Interior del parque "La Alameda" Quito-Ecuador
TELÉFONOS: 022 570765 – 022 583451 Ext. 100
E-MAIL: observatorio.astronomico@epn.edu.ec

30 de octubre de 2016

Un radiotelescopio australiano ve el cielo en tecnicolor

Imagen del cielo en radio obtenida por el radiotelescopio MWA. La Vía Láctea se distingue como una banda que atraviesa el cielo. / Radioimagen de Natasha Hurley-Walker (ICRAR/Curtin) y el equipo GLEAM en el entrono del MWA ilustrado por John Goldsmith y Celestial Visions

El telescopio MWA localizado en una remota región de Australia ha mostrado cómo se vería el cielo si el ojo humano pudiese observar ondas de radio con 20 colores primarios, muchos más que los tres habituales (rojo, verde y azul). Este instrumento es uno de los precursores del futuro radiotelescopio SKA, el mayor del mundo.

El Murchison Widefield Array (MWA, array o conjunto de campo amplio de Murchison) es un radiotelescopio a baja frecuencia situado en el observatorio de Murchison, al noreste de Australia, que observa radioondas de entre 70 y 320 MHz. Lo ha desarrollado un consorcio internacional de Australia, EE UU, India, Nueva Zelanda, Canadá y Japón.

Este radiotelescopio ha ofrecido un catálogo de trescientas mil galaxias en el marco del sondeo GLEAM (GaLactic and Extragalactic All-sky MWA o 'todo el cielo galáctico y extragaláctico con el MWA'), uno de los mayores que opera en el rango del radio. 

“El ojo humano ve a partir de la comparación de brillo en tres colores primarios diferentes, rojo, verde y azul", recuerda Natasha Hurley-Walker, investigadora de la Universidad de Curtin y el centro ICRAR que encabeza el trabajo, "pero GLEAM hace algo incluso mejor que eso, puesto que ve el cielo en veinte colores primarios”.
MWA ha realizado un sondeo celeste que ve el cielo en 20 colores primarios y bate el récord de 12 que tenía la mantis religiosa
Así, GLEAM constituye el primer sondeo del cielo en radio en tecnicolor. “Esto es algo mucho mejor que lo que pueden hacer los humanos, e incluso bate el récord del animal con mejor visión, la mantis religiosa, que puede ver doce colores primarios distintos”, afirma la investigadora.

GLEAM es un sondeo a gran escala y de alta resolución del cielo, que ha observado ondas que han podido viajar a través del espacio durante miles de millones de años, lo que aporta información única sobre el pasado del universo.

“Nuestro equipo está utilizando este sondeo para averiguar qué ocurre cuando colisionan los núcleos de galaxias. También somos capaces de observar los remanentes de explosiones de las estrellas más antiguas de nuestra galaxia, y estudiar el primer y último aliento de los agujeros negros supermasivos", señala Hurley-Walker.

“GLEAM es uno de los mayores sondeos del cielo en radio jamás realizados, y su área cartografiada es enorme", afirma Randall Wayth, de la Universidad de Curtin-ICRAR y director asociado del MWA. Los sondeos del cielo tan grandes como este son extremadamente valiosos y se usan en diversas áreas de la astrofísica, a menudo en formas que los investigadores que lo llevaron a cabo nunca habrían imaginado”.

Según sus responsables, el sondeo GLEAM constituye un gran paso en el camino del SKA-low, la parte a baja frecuencia del radiotelescopio internacional Square Kilometre Array (SKA), el mayor del mundo.

“El sondeo nos da una primera visión del universo que el SKA-low observará. Cartografiar el cielo de esta manera puede ayudar a refinar el diseño del SKA y preparar observaciones aún más profundas del universo lejano”, sostiene el profesor Wayth.
El SKA con participación española
El SKA es un esfuerzo internacional para construir el mayor radiotelescopio del mundo, liderado por la SKA Organisation, con sede en el Observatorio de Jodrell Bank (Inglaterra). Situado en Sudáfrica y en Australia Occidental, consistirá en un conjunto de cientos de miles de antenas de radio con un área colectora combinada equivalente a aproximadamente un millón de metros cuadrados, o un kilómetro cuadrado.
España participa en la que será la mayor infraestructura científica sobre la Tierra, el radiotelescopio SKA


El SKA llevará a cabo ciencia de frontera para mejorar nuestra comprensión del universo y de las leyes fundamentales de la física, monitorizando el cielo con un detalle sin precedentes y cartografiándolo cientos de veces más rápido que cualquier instalación existente hoy en día.

Científicos e ingenieros españoles participan en el proyecto SKA desde 2012. Actualmente, ocho centros de investigación nacionales forman parte de siete de los once principales grupos científicos del SKA, e investigadores de cuarenta centros han colaborado en su Libro Blanco Español.

Además, once centros de investigación españoles y doce empresas están contribuyendo a los esfuerzos de diseño del SKA en siete consorcios internacionales en tecnologías punteras, con una participación estimada en dos millones de euros reconocida por su Junta Directiva. Desde octubre de 2013 un representante del gobierno español viene siendo invitado regularmente a participar en las reuniones de dicha Junta.

"España ha venido posicionándose para lograr el máximo retorno científico de un proyecto transdisciplinar como el SKA, así como para contribuir en paquetes de trabajo del SKA de relevancia tecnológica y alto potencial de innovación e impacto social. Ello brinda oportunidades tanto en investigación puntera como en retorno industrial”, apunta Lourdes Verdes-Montenegro, investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y coordinadora de la participación de España en el SKAm quien concluye: “Poder aprovechar dicho esfuerzo depende de que nuestro país se convierta en miembro de pleno derecho de la que será la mayor infraestructura científica sobre la Tierra".

Fuente: Sinc, Oficina de comunicación SKA-España

29 de octubre de 2016

La Universidad de Berkeley se suma a la búsqueda de vida extraterrestre en la estrella KIC 8462852

Se cree que el oscurecimiento irregular puede haber sido causado por fragmentos cometarios. DANIELLE FUTSELAAR/SETI INTERNATIONAL

Va a utilizar una nueva tecnología de escaneo masivo de señales de radio
Se ha especulado con que pueda albergar una civilización alienígena
Su oscurecimiento errático podría deberse a una 'megaestructura' artificial

La Universidad de Berkeley se ha sumado a los esfuerzos para intentar detectar cualquier señal de extraterrestres inteligentes en KIC 8462852, la estrella de la supuesta 'megaestructura alienígena'. La también conocida como 'estrella de Tabby' ha provocado gran expectación en el último año, con la especulación de que alberga una civilización muy avanzada capaz de construir en órbita megaestructuras para captar la energía de la estrella.

Así, la iniciativa privada Breaktrough Listen, gestionada por el Departamento de Astronomía de Berkeley, va a utilizar una nueva tecnología de escaneo masivo de señales de radio con el telescopio de Green Bank, el más potente del mundo para este fin, según un comunicado de Berkeley.
La estrella se encuentra a unos 1.500 años luz de la Tierra en la constelación de Cygnus.
"El programa Breaktrough Listen cuenta con el equipo SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre) más poderoso del planeta, y el acceso a los telescopios más grandes", ha asegurado Andrew Siemion, director del Centro de Investigación SETI de Berkeley y co-director de Breaktrough Listen. "Podemos mirar con mayor sensibilidad y con una gama más amplia de tipos de señales que cualquier otro experimento en el mundo".

"Todo el mundo, todos los telescopios del programa SETI, me refiero a todos los astrónomos que tiene cualquier tipo de telescopio en cualquier longitud de onda que pueden ver la estrella de Tabby han mirado hacia allí", ha asegurado. "Se ha mirado con el Hubble, con el Keck, se ha mirado en infrarrojo, radio y alta energía, y con cada cosa posible que usted pueda imaginar, incluyendo toda una serie de experimentos SETI. No se ha encontrado nada".
Escepticismo
Aunque Siemion y sus colegas son escépticos de que el comportamiento único de la estrella sea un signo de una civilización avanzada, no pueden no echar un vistazo. Se han asociado con el astrónomo visitante de la Universidad de Berkeley Jason Wright, y con Tabetha Boyajian, el profesor asistente de física y astronomía en la Universidad del Estado de Louisiana cuyo nombre lleva la estrella, para observarla con los instrumentos de última generación de Breakthrough Listen, montados recientemente en el telescopio de 100 metros de Green Bank, en Virginia Occidental. Wright trabaja en el Centro de Exoplanetas y Mundos Habitables de la Universidad Estatal de Pensilvania.

Las observaciones se han programado durante ocho horas por noche durante tres noches durante los próximos dos meses, a partir de la noche del miércoles, 26 de octubre. Siemion, Wright y Boyajian esperan reunir alrededor de 1 petabyte de datos a través de cientos de millones de canales de radio individuales.
"El Telescopio de Green Bank es el mayor radiotelescopio dirigible en el planeta, y es el telescopio más grande y más sensible que es capaz de ver la estrella de Tabby dada su posición en el cielo," sostiene Siemion. "Hemos instalado un nuevo instrumento fantástico SETI que se conecta a ese telescopio, que puede mirar en muchos gigahercios de ancho de banda al mismo tiempo y en muchos miles de millones de todos los diferentes canales de radio al mismo tiempo, para que podamos explorar el espectro de radio muy, muy rápidamente ".

No se conocerán los resultados de sus observaciones hasta que pase más de un mes, debido al análisis de los datos necesarios para seleccionar patrones en las emisiones de radio.

Descubierta en 2015

Reportada primero en septiembre de 2015 por Boyajian, un post-doctorado en la Universidad de Yale, la estrella de Tabby -más propiamente llamada KIC 8462852- había sido marcada por astrónomos aficionados debido a su inusual patrón de atenuación.

Estos voluntarios estaban mirando estrellas, como parte del proyecto de internet cazadores de planetas, lo que permite al público buscar planetas alrededor de otras estrellas en datos tomados por la nave espacial Kepler de la NASA, que ha estado monitoreando 150.000 estrellas para la atenuación regular que podría indicar un planeta pasando por delante de su estrella.

Pero mientras que la mayoría de la atenuación por tales planetas en tránsito es breve, regular y bloquea sólo 1% o 2% de la luz de la estrella, la estrella de Tabby se atenúa durante días, hasta en un 22%, y en intervalos irregulares.

Mientras Boyajian especuló en su documento de 2015 que el oscurecimiento irregular podría explicarse por un enjambre de cometas, observaciones posteriores muestran la estrella, que se encuentra a unos 1.500 años luz de la Tierra en la constelación de Cygnus, es mucho más irregular de lo que un enjambre de cometas produciría. De hecho, parece haberse oscurecido a un ritmo constante durante el siglo pasado.

La especulación fue que el oscurecimiento fue causado por una estructura Dyson: una matriz en órbita masiva de colectores solares que el físico Freeman Dyson propuso una vez como algo al alcance de una civilización tan avanzada que necesitaría este tipo de ingeniería para obtener energía. En teoría, una estructura de este tipo podría rodear por completo la estrella -lo que calificó de una esfera de Dyson- y capturar casi toda la energía de la estrella.

Una posibilidad entre millones

"Creo que no es muy probable -una posibilidad entre millones- pero, sin embargo, vamos a echarle un vistazo," dice Dan Werthimer, científico en jefe de Berkeley SETI. "Pero creo que los extraterrestres, si alguna vez son descubiertos, puede ser que sean algo por el estilo. Va a ser algo extraño que alguien los encuentre por casualidad".

Breaktrough Listen sigue muchas otras estrellas utilizando tres telescopios que pueden mirar en todos los segmentos del cosmos: el Telescopio de Parkes en Australia y el Telescopio de Green Bank para buscar las transmisiones de radio, y el Automated Planet Finder en el Observatorio Lick en California para buscar óptica transmisiones de láser.

Fuentes: Rtve.es