23 de noviembre de 2015

¿Qué es un agujero negro?

Definición y detección

Podríamos definir un agujero negro como una especie de aspirador gigante situado en un punto del espacio que tiene tanta fuerza gravitatoria que engulle todo lo que se encuentra a su alrededor. Su potencia es tan grande que puede incluso aspirar la luz.

Como su nombre indica, los agujeros negros son negros y no pueden ser vistos en el espacio. Son invisibles pero los científicos han desarrollado varias técnicas para detectar su presencia:

- Una estrella es siembre el centro de un sistema solar y todos los planetas giran alrededor de ese astro. Como el Sol es el centro de nuestro sistema solar. Cuando una estrella muere y se convierte en un agujero negro, los planetas que gravitan a su alrededor siguen girando. Si se observan planetas girando alrededor de “la nada” se deduce que ahí se encuentra un agujero negro.

- Un agujero negro atrae todo a su paso. El polvo cósmico que atrae gira a tal velocidad que los algunos telescopios pueden detectar sus rayos luminosos.

- Un agujero negro atrae y desvía la luz. Si pasa entre la Tierra y una estrella viva, la luz de esa estrella será desviada y tendremos la impresión que ese astro brilla aún más que de costumbre.

- A través de distintos cálculos los astrónomos pueden calcular la masa de una parte del espacio. Si detectan una zona totalmente negra y con una masa superior a la de otro lugar, concluyen que hay un agujero negro.



¿Cómo se forman?

Los agujeros negros nacen de la muerte de una “gigante roja”, una estrella de gran masa. Cuando una estrella de este tipo llega al final de su vida, su fuerza gravitatoria comienza a ejercer fuerza sobre sí misma creando una masa concentrada en un pequeño volumen y se convierte en lo que se denomina una “enana blanca”. A partir de entonces, la estrella puede colapsarse por su propia atracción gravitatoria y pasa a ser un agujero negro.

Este proceso acaba por reunir una fuerza de atracción tan fuerte que atrapa hasta la luz en éste. El agujero negro es tan potente que atrapa todo lo que tiene a su alrededor, incluidos otros agujeros negros, para crecer.


Descubrimiento

El concepto de un cuerpo con una masa tan densa que ni siquiera la luz puede escapar de él, fue descrito en un artículo enviado en 1783 a la Royal Society por un geólogo inglés llamado John Michell.

En 1915, Albert Einstein desarrolló la teoría de la relatividad general y demostró que la interacción gravitatoria tenía influencia en la luz. Poco después Karl Schwarzschild demostró las ecuaciones de Einstein sobre la absorción de la luz por un cuerpo pesado.

En 1939, Robert Oppenheimer predijo que una estrella de gran masa podría sufrir un colapso gravitatorio y formar agujeros negros.

En 1967, Stephen Hawking y Roger Penrose probaron que los agujeros negros son soluciones a las ecuaciones de Einstein.

En 1969, John Wheeler acuñó el término “agujero negro” para designar lo que anteriormente se llamó “estrella en colapso gravitatorio completo”.


Fuentes: Euronews

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