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4 de julio de 2014

Cientifica europea galardonada por resolver un enigma magnetico


A strange star’s curious behaviour

El Comité sobre la Investigación Espacial (COSPAR, por sus siglas en inglés) y la Academia de las Ciencias Rusa han concedido a Nanda Rea, profesora del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) de Barcelona y del Instituto Antón Pannekoek (API) de la Universidad de Amsterdam, la prestigiosa Medalla Zeldovich.

La medalla se le ha concedio por su valiosa contribución al estudio de las estrellas de neutrones y, en particular, por el descubrimiento de que los ‘magnetares’ pueden tener campos magnéticos débiles. Un magnetar es una estrella de neutrones altamente magnética: el núcleo de una estrella gigante colapsado durante la explosión de la estrella como supernova y rodeado de uno de los campos magnéticos más intensos del Universo.

A lo largo de más de 10 años de cuidadoso trabajo, basado en datos tomados con diversos observatorios espaciales, como XMM-Newton e INTEGRAL, de la ESA, Nanda Rea ha conseguido revolucionar la idea que se tenía acerca de los magnetares. Rea ha mostrado que su campo magnético dista mucho de ser estático, como se pensaba, sino que puede aumentar repentinamente, llegando a ser hasta 1000 veces más intenso que en su estado inactivo y provocando llamaradas de radiación en rayos X e incluso en rayos gamma. Más aún, la Dra. Rea y su equipo han descubierto un objeto nuevo, SGR 0418+5729 (o SGR 0418 para acortar), con propiedades intrigantes. Gracias a estudiarlo con mucho detalle utilizando varios satélites y en particular gracias a la sensibilidad de XMM-Newton, el equipo de Nanda Rea ha llegado a entender el por qué de observaciones en principio contradictorias: han confirmado que SGR 0418 es un magnetar, pero se trata de un tipo hasta ahora desconocido. Han conseguido estimar su edad, entorno a 550.000 año, bastante viejo en comparación con objetos similars. Rea y sus colaboradores explican que su intenso campo magnético inicial ha ido perdiendo fuerza a lo largo de los años, aunque sólo en la superficie de la estrella, mientras que en el interior, bajo la corteza de la estrella de neutrones, el campo magnético continúa siendo gigante y a veces consigue romper la corteza y provocar llamaradas de rayos X o gamma como se ven en magnetares 'normales'.

Al descubrimiento del primer magnetar con campo magnético superficial débil, le han seguido nuevos hitos. El premio concedido también reconoce el descubrimiento de otros dos magnetares débiles y de otra nueva clase: los mangetares 'híbridos', es decir, magnetares 'normales', pero que emiten también señales pulsadas en radio frecuencias, como los pulsares normales o estrellas de neutrones que no tienen campos magnéticos tan altos. Nanda Rea explica que la emisión pulsada puede ser debida a la rápida rotación del magnetar. ``Hay muchos magnetares que tienen una energía rotacional muy alta'', dice. ``Esta energía podría ser el motor de la emisión radio, de formal similar a lo que ocurre en los pulsares normales.''

'Aun quedan muchas cosas por entender acerca de los magnetares', dice Nanda Rea. 'Es un campo extremandamente interesante. Cada año hay nuevos descubrimientos y las ideas están siempre cambiando'.

'La detección y el estudio a largo plazo de una nueva clase de estrella de neutrones por la Dra. Rea ha contribuido enormemente a mejorar nuestro conocimiento de estos objetos enigmáticos', dice Norbert Schartel, el Jefe Científico de XMM-Newton. 'Es un ejemplo impresionante de observaciones meticulosas realizadas con XMM-Newton y otros observatorios espaciales, seguidas de un cuidadoso análisis teórico'

La medalla Zeldovich será impuesta durante una reunión especial de COSPAR, en Moscu en agosto de 2014, con motivo del centenario del nacimiento del famoso físico ruso, Yakov B Zeldovich.


Fuentes: ESA

21 de junio de 2014

Satélites confirman el debilitamiento del campo magnético de la Tierra

Los primeros resultados de la misión Swarm, el grupo de tres satélites lanzados en noviembre por la Agencia Espacial Europea (ESA), confirman la tendencia general sobre el debilitamiento del campo magnético terrestre.

Los primeros resultados de la misión Swarm, el grupo de tres satélites lanzados en noviembre por la Agencia Espacial Europea (ESA), confirman la tendencia general sobre el debilitamiento del campo magnético terrestre.

Según aseguraron este jueves los responsables del proyecto en una conferencia organizada por la ESA en Copenhague, el debilitamiento es mayor en el hemisferio occidental, aunque en otras áreas como el Índico sur se ha producido el fenómeno contrario.

Las medidas registradas por Swarm desde enero pasado confirman también el desplazamiento progresivo del Polo Norte magnético hacia Siberia.

Los expertos reunidos en Copenhague estimaron que en un plazo de entre 5.000 y 10.000 años habrá una inversión en el campo magnético, un fenómeno que se ha producido varias veces antes en la historia del planeta, la última hace 780.000 años.

Nils Olsen, uno de los científicos al frente del proyecto, calificó de "excelentes" los datos preliminares aportados por la misión, aunque resaltó a Efe que ha pasado "demasiado poco tiempo" para sacar conclusiones más amplias sobre las mediciones de la operación, que durará cuatro años, y sus aplicaciones.

Las alteraciones detectadas en los primeros resultados de Swarm están basadas en señales magnéticas del núcleo terrestre.

Para las próximas observaciones se incluirán también otras fuentes de medición como el manto, la corteza, los océanos, la ionosfera y la magnetosfera, lo que permitirá un mayor conocimiento de diversos procesos naturales.

La misión Swarm despegó del cosmódromo de Plesetsk (Rusia) en noviembre para estudiar los procesos en el interior de la Tierra, comprender mejor su campo magnético y por qué se está debilitando esta burbuja que protege el planeta de la radiación cósmica y las partículas cargadas que llegan a través del viento solar.

La misión, que usa tecnología europea y canadiense, tiene también como objetivo aplicaciones prácticas, como mejorar la precisión de los sistemas de navegación por satélite y la predicción de terremotos o hacer más eficaz la extracción de recursos naturales.

Los datos científicos -abiertos a toda la comunidad investigadora- se descargarán a través de la estación de seguimiento de Kiruna (Suecia) y se procesarán, distribuirán y archivarán en el Centro para la Observación de la Tierra de la ESA en Frascati (Italia).

Fuentes: El Universo, EFE