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2 de noviembre de 2018

Hemisferios Norte. Efemérides Astronómicas del mes de Noviembre de 2018

El cielo del mes de noviembre de 2018 en el hemisferio norte











02. Luna cerca de Regulus (cielo matutino) a las 6h TU.
06. Luna muy cerca de Spica (cielo matutino) a las 3h TU.
06. Luna cerca de Venus (a 17º del Sol, cielo matutino) a las 9h TU. Mag. -4,3.
06. Mercurio en su mayor elongación este (a 23º del Sol, cielo vespertino) a las 15h TU. Mag. -0,2.
07. Luna Nueva a las 16:02 TU. Comienzo de la lunación 1186.
09. Mercurio a 1,8º de Antares (a 23º del Sol, cielo vespertino) a las 12h TU. Mags. -0,1 y 1,0. Luna y Júpiter cerca.
11. Luna cerca de Saturno (cielo vespertino) a las 16h TU. Mag. 0,6.
14. Luna en apogeo (más lejos de la Tierra) a las 16h TU (distancia 404.339 km; tamaño angular 29,6').
14. Venus a 1,3º al este de Spica (a 28º del Sol, cielo matutino) a las 20h TU. Mags. -4,5 y 1,0.
15. Luna en Cuarto Creciente a las 14:53 TU.
16. Luna cerca de Marte (cielo vespertino) a las 5h TU. Mag. -0,3.
17. Pico de la lluvia de meteoros Leónidas a las 22h TU. Surge de los restos expulsados por el cometa Tempel-Tuttle. Produce meteros muy rápidos (71 km/seg). Se esperan de 10 a 15 meteoros por hora bajo cielos oscuros.
23. Luna cerca de las Pléyades (cielo de medianoche) a las 5h TU.
23. Luna Llena a las 5:40 TU.
23. Luna cerca de Aldebarán (cielo de medianoche) a las 21h TU.
26. Júpiter en conjunción con el Sol a las 7h TU. Pasa al cielo matutino (no visible).
26. Luna en perigeo (más cercana a la Tierra) a las 12:07 TU(366.620 km; tamaño angular 32,6').
26. Luna cerca de Cástor (cielo matutino) a las 18h TU.
26. Luna cerca de Pollux (cielo matutino) a las 23h TU.
27. Mercurio en conjunción inferior con el Sol a las 9h TU. Mercurio pasa al cielo de la mañana. No visible.
27. Luna cerca del cúmulo del Pesebre M44 (cielo matutino) a las 22h TU.
29. Luna cerca de Regulus (cielo matutino) a las 11h TU.
30. Luna en Cuarto Menguante a las 00:20 TU.
30. Venus en su máximo brillo a las 2h TU. Mag. -4,7.

Todas las horas en Tiempo Universal (TU).

Tiempo Universal Coordinado http://es.thetimenow.com/utc/coordinated_universal_time

Descarga una imagen grande para imprimirla.
Mapa del cielo del hemisferio norte, visto desde Madrid el 15 de noviembre de 2018 a las 0:00:00 horas

40º Norte 
España, Portugal, Italia, USA (New York, Washington, Chicago, Philadelphia), China (Beijing).

Fuentes: Astronomía Iniciación

6 de agosto de 2017

Eclipse lunar de agosto 2017: todo lo que debes saber (NO SERÁ VISIBLE EN ECUADOR)

El siguiente mapa muestra las regiones desde las cuales será posible ver el eclipse. En gris, las zonas que no observarán el eclipse; en blanco, las que sí lo verán; y en celeste, las regiones que podrán ver el eclipse durante la salida o puesta de la luna.

Un eclipse lunar parcial ocurrirá el 7 de agosto de 2017, siendo el segundo y único parcial de los dos eclipses lunares de 2017.

 Este próximo lunes damos la bienvenida a la luna llena de agosto 2017. Además, viene acompañada de un eclipse lunar parcial. Aunque, por desgracia, este eclipse lunar coincide con la salida de la luna llena.

Esta simulación muestra la perspectiva desde la Luna al momento máximo del eclipse. El fenómeno será visible sobre Europa, África, Asia y Australia.

EN ESPAÑA

En toda la región noroeste, y las Islas Canarias, no va a ser visible. Nuestro satélite todavía se encontrará por debajo del horizonte. Las Islas Baleares y la costa mediterránea serán los mejores lugares para observarlo.

Sólo tendrá una duración de unos pocos minutos, y tan sólo un 25% de la luna quedará parcialmente oculta por la sombra de la Tierra.

Si no sueles observar el satélite, es muy probable que no llegues a apreciar la diferencia en su brillo. En Madrid, por ejemplo, el eclipse parcial (el total no será visible) terminará coincidiendo con la salida de la luna por el horizonte (21:19, horario peninsular).
"Las Islas Baleares y la costa mediterránea serán los mejores lugares para observarlo"
La parte penumbral del eclipse sí que se prolongará hasta las 22:50. Aunque necesitarás buscar un lugar con el horizonte lo más despejado posible.

En Valencia (y ciudades cercanas), la luna será visible desde las 21:05 (la hora de finalización no cambia). Mientras que en Barcelona será a partir de las 20:59. En Almería, sin embargo, será necesario esperar hasta las 21:08.
Los más afortunados serán los habitantes de las Islas Baleares. En Palma de Mallorca, la luna será visible desde las 20:52. En todos los casos, como he comentado, la fase de eclipse parcial terminará a las 21:19, mientras que el penumbral lo hará a las 22:50.
Asia, el mejor lugar para ver el eclipse lunar de agosto 2017

Es posible que estés planeando desplazarte a Oriente o incluso a Asia en estas fechas. Si es así, y vas a estar por allí antes del lunes 7, estás de enhorabuena.

El eclipse lunar será visible en su totalidad en toda Asia (incluyendo Japón) y Australia. 

En Nueva Delhi (India), por ejemplo, el eclipse comenzará a las 21:20 de la noche (hora local), y el máximo del eclipse parcial (no será total en ningún lugar del planeta) se producirá hacia las 23:50.


En Australia será necesario aguantar hasta la madrugada, ya que en lugares como Brisbane, el momento de máximo oscurecimiento se producirá hacia las 3:22 (hora local). Pero si estás de viaje por el continente australiano, o Asia, es una buena oportunidad para disfrutar de un eclipse lunar.






15 de noviembre de 2016

Las mejores imágenes de la Superluna en España.


Sobre el Guggenheim de Bilbao.



La Luna asoma junto al Museo Guggenheim de Bilbao, reflejándose en la escultura de Anish Kapoor que hay en su exterior.

Foto: Luis Tejido / EFE























Sobre Toledo.

La superluna emerge tras el casco histórico de Toledo y el Alcázar, a la derecha.

Foto: Ismael Herrero / EFE





















Sobre Barcelona.


La Luna se esconde detrás de la Torre Agbar, en Barcelona.

Foto: Albert Gea / REUTERS



























En Canarias.


Imagen de la superluna emergiendo en el Valle del Golfo, La Frontera, en la isla de El Hierro.

Foto: Gelmert Finol / EFE




























Sobre San Sebastián.


La Luna asoma entre nubes junto al auditorio Kursaal, en la capital donostiarra.

Foto: Juan Herrero / EFE

























En la provincia de A Coruña.


Así se veía la superluna en la localidad de Pontedeume (A Coruña).

Foto: Cabalar / EFE


























En Valencia.


Un hombre fotografía la superluna sobre las olas del Mediterráneo, en la playa valenciana de la Malvarrosa.

Foto: Kai Försterling / EFE



























Sobre la carretera Nacional 332.


Reflejo de la Luna en el mar, junto a un toro de Osborne en la Nacional 332, a la altura de la ciudad alicantina de Villajoyosa.

Foto: Manuel Lorenzo / EFE






















Sobre Madrid.


Vista de la Luna llena junto a dos de las cuatro torres del complejo empresarial "Cuatro Torres Business Area", de Madrid.

Foto: Chema Moya /EFE

























En Oviedo.


Salida de la superluna ante la Catedral de Oviedo, en Asturias.

Foto: José Luis Cereijido / EFE




























Sobre Sevilla.


La Luna llena se recorta detrás de la Giralda y la Catedral de Sevilla.

Foto: Raúl Caro / EFE





























Sobre Santiago de Compostela.


Salida de la Luna llena junto a las torres de la catedral de Santiago de Compostela.

Foto: Lavandeira jr. / EFE


























Fuente: Rtve.es

1 de octubre de 2016

Tres bolas de fuego avistadas en el cielo de España



La primer vez fue la noche del martes 27 de septiembre, poco antes de las 11 de la noche: de repente, avistan una brillante bola de fuego sobrevolando el cielo de Castilla La Mancha. Según informa el diario 'Abc', "el fenómeno se produjo cuando un meteoro impactó contra la atmósfera terrestre a una altitud de 111 km sobre la provincia de Albacete, y desapareció a unos 75 km sobre el sur de la provincia de Cuenca".

Según el análisis del profesor Jose María Madiedo, un astrónomo y profesor de la Universidad de Huelva citado en el mismo medio, "el objeto proviene del cometa 2P/Encke y está asociado a la lluvia de meteoros de las Táuridas".

Aquí puede verse la imagen de la bola de fuego, cuyo fulgor asombró a múltiples testigos que pudieron presenciar su paso, ya que muchos medios de comunicación y usuarios la han difundido en Twitter:

Y aquí podemos ver su paso en vídeo:



Una segunda bola de fuego

En la madrugada de este viernes han sido avistadas otras dos bolas de fuego: una de nuevo sobre la región de Castilla la Mancha y otra sobre Andalucía. Ambas eran de menor tamaño que la avistada el pasado martes, y al parecer su origen no tiene nada que ver con aquélla, ya que, según recoge el portal web de Antena 3 basándose en información difundida por el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo), "las rocas que las generaron proceden de cometas diferentes".

Según esta institución, la primera de las bolas de fuego avistadas anoche impactó en la atmósfera a la 1.10. Su recorrido visible se inició a unos 98 kilómetros de altitud sobre el Atlántico, frente a la costa de Huelva, y se extinguió en las proximidades de la vertical de la localidad de Lepe (provincia de Huelva), a casi 38 kilómetros de altura. La segunda atravesó Castilla-La Mancha a las 2.37 horas.

Las redes sociales han reflejado la fascinación que provocaron estos raros acontecimientos astronómicos. Las siguientes imágenes corresponden a la avistada sobre Castilla la Mancha:

Fuentes: El noticiero

26 de septiembre de 2016

El día y la noche durarán lo mismo el 26 de septiembre, y no en el equinoccio (ESPAÑA)

La mayoría de la capitales de provincia tienen entre 7 y 9 minutos más de luz hasta el próximo 26 de septiembre - afp
El tamaño del disco solar y la refracción atmosférica alargan la luz solar al menos 4 minutos al día
Contrariamente a lo que se suele creer y a la propia la etimología de la palabra, en el equinoccio noche y día no duran lo mismo, sino que el día dura algo más que la oscuridad. Es unos días después del equinoccio (antes si hablamos del equinoccio de primavera), y dependiendo de la latitud del observador, cuando la duración del día y la noche se igualan. En España esa igualdad entre el día y la noche se dará el próximo día 26 de septiembre.

Así, el mapa de duración del día de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) muestra que el 23 de septiembre –día en que este año se produce el equinoccio– la mayoría de la capitales de provincia españolas tienen entre 7 y 9 minutos más de luz que de oscuridad. Una situación que cambia el día 26, cuando el día durará 12 horas y la oscuridad otras tantas.

Como explica a ABC David Galadí-Enríquez, astrónomo en el Observatorio de Calar Alto (Almería), en los equinoccios «el astro rey sale exactamente por el punto cardinal este, se esconde por el oeste, y la noche y el día de luzdeberían durar lo mismo. O al menos eso indican tanto la geometría elemental como la etimología, porque equinoccio procede del latín aequinoctium, que significa “noche igual”. Igual al día, se entiende». Pero digamos que la teoría y la práctica o realidad observable no van de la mano. Y la razón hay que buscarla en el tamaño del disco solar y la refracción atmosférica.

«Desde el punto de vista matemático –explica Galadí-Enríquez– el Sol se esconde cuando el centro del Sol está en el horizonte. Si nosotros lo estamos viendo, todavía hay medio Sol. Tiene que pasar un poco más de tiempo paraque termine de esconderse el Sol. Esa diferencia es de al menos medio minuto cuando se pone el Sol y medio cuando sale, por lo que la luz se alarga como mínimo un minuto al día». Esto es así por el diámetro del Sol y porque se observa a través de la atmósfera terrestre. «El limbo superior del Sol asoma por la mañana un poco antes de que lo haga el centro del disco. Y al atardecer el limbo deja de verse algo después de que el centro del Sol se haya ocultado. Eso alarga el día de luz, en los equinoccios, un mínimo de un minuto», dice el astrónomo.

Dependiendo de la latitud

Además, como la luz de los astros viaja primero por el vacío y luego por el aire, «los cuerpos celestes muestran en el cielo posiciones aparentes más altas que las reales». La atmósfera se comporta como una especie de lente, por lo que todo lo que vemos en el cielo está levantado por encima de su posición real. «Si quitáramos la atmósfera el Sol bajaría de golpe», explica gráficamente el astrónomo. Por tanto, «cuando nosotros vemos que se esconde, lo cierto es que ya se escondió hace un rato. Y al amanecer lo vemos antes de que haya salido». Este efecto es más importante que el anterior, dice Galadí-Enríquez, y provoca un alargamiento del día de al menos 3 o 4 minutos. En latitudes medias, porque en una latitud más alta, como Escandinavia, estos efectos se incrementan alargando en muchos minutos los días y haciendo que la igualdad de duración entre día y noche se produzca aún más tarde.

Los entendidos en la materia se refieren a esta igualdad entre duración del día y de la noche como «equilux» o «equilunio», aunque lo cierto es que no hay nombre oficial establecido. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: «No es un efecto relevante para la astronomía. A nosotros nos interesa cuando el Sol está por encima del ecuador, esto es, el equinoccio. Si hay más o menos luz a un astrónomo le da igual», dice Galadí-Enríquez.

Fuentes: ABC

3 de septiembre de 2016

EFEMÉRIDES ASTRONÓMICAS SEPTIEMBRE 2016 - EN DETALLE (H. Norte)



Como diría Eddar Stark en un arranque de infinito optimismo “El otoño se acerca”. Para bien o para mal (espero que para bien) los restos del verano se escurren entre nuestros dedos y da igual lo fuerte que apretemos el puño, porque esto no para.

En cualquier caso si estos meses os pillaron haciendo otras cosas no os desesperéis porque aún tenéis la posibilidad de disfrutar de parte de sus cielos. Aunque nuestras constelaciones de verano favoritas cada vez están más cerca del horizonte oeste, el paulatino adelanto del ocaso nos va a permitir seguir observándolas en las primeras horas de la noche.

EQUINOCCIO DE OTOÑO.

Desde el punto de vista del mes quizá el suceso más relevante es la llegada del equinoccio otoñal (si os encontráis en el hemisferio norte como nosotros).

Más allá del cambio estacional, de verano a otoño en este caso, los equinoccios tienen una serie de características muy concretas que vamos a repasar.

Como ya comentamos con ocasión del equinoccio vernal el pasado mes de marzo los equinoccios se producen en dos momentos concretos del año, en los que desde el punto de vista de la Tierra el centro del Sol cruza el plano imaginario que dibuja la prolongación del ecuador terrestre, conocido como plano ecuatorial.

Estos dos puntos son conocidos como primer punto de Aries en el equinoccio vernal y primer punto de Libra en el equinoccio otoñal y en ellos el movimiento aparente del Sol por la eclíptica pasa del hemisferio Sur al Norte en el punto de Aries y del Norte al Sur en el de Libra.


Trayectoria aparente del Sol a lo largo de la eclíptica

Esta misma situación contemplada desde fuera del planeta nos permite observar como la proyección del centro Solar coincide justo en el ecuador terrestre, por lo que aunque el eje de giro de la Tierra está inclinado respecto a su plano orbital, la trayectoria de los rayos solares incide de forma perpendicular al eje de rotación de la Tierra y el Sol ilumina nuestro planeta justo desde el polo Norte hasta el polo Sur.

Por este motivo durante los equinoccios el día y la noche duran aproximadamente lo mismo en cualquier parte del planeta y con independencia de la latitud en la que nos encontremos veremos salir el Sol exactamente por el este y ocultarse justo por el oeste.


Posición del eje de rotación de la Tierra respecto al plano orbital

Igual que hicimos en el mes de mayo hemos utilizado un simulador de estaciones que hemos encontrado en Internet para realizar estas ilustraciones, os animamos a jugar un rato con él para entender mejor los conceptos.

EL CIELO DE SEPTIEMBRE

El cielo de este mes puede entenderse como una transición; las primeras horas de la noche todavía nos permiten contemplar el cielo de verano y al acercarnos a la madrugada podemos disfrutar de las constelaciones propiamente invernales.

No obstante entre medias de ambas encontramos constelaciones de obligada visita y aquí os proponemos algunas de ellas junto con algunos de los tesoros que esconden.

El mes pasado utilizamos la Vía Láctea como hilo conductor para explicar el cielo de verano, en esta ocasión vamos a recurrir a la mitología clásica, que tiene en el cielo del otoño algunas de sus mejores historias.

Cuentan las antiguas historias que existió en Etiopía una reina de nombre Casiopea que era tremendamente orgullosa. Dependiendo de la posada en la que escuchéis esta historia el anciano ciego de turno os dirá que Casiopea ofendió profundamente a las nereidas al comparar la belleza de éstas con la de su hija Andrómeda o con la suya propia. El resultado es el mismo, ya que las ninfas del Mediterráneo le fueron con el cuento a Poseidón, que se enfadó tanto que envió a Ceto, un monstruo marino mitad ballena, mitad serpiente, a arrasar las costas del reino. Para evitarlo, Cefeo, el rey y marido de Casiopea, consultó un oráculo y la pobre Andrómeda terminó desnuda y encadenada a las rocas de la playa para saciar el hambre del temible monstruo.

Pero afortunadamente Perseo pasaba por allí. Venía de decapitar a la gorgona Medusa, y aún con la cabeza de ésta en la mano (de cuya sangre goteante nació el caballo alado Pegaso) cayó perdidamente enamorado de Andrómeda al contemplarla en semejantes circunstancias. Perseo se ofreció a matar a Ceto a cambio de desposar a Andómeda y así lo hizo al convertir en piedra a Ceto usando la cabeza de Medusa.

Perseo es la versión de la literatura clásica de Chuck Norris, reparte estopa por todas partes y siempre sale victorioso, por imposible que sea la tarea que emprenda. No en vano es hijo del mismísimo Zeus, que para poder engendrarlo tuvo que transformarse en una lluvia de oro. Y éste queridos niños, es el auténtico origen de las perseidas que vemos en agosto, mucho más lúdico y agradable que la lúgubre y atormentada versión católica.

Ahora que conocemos a nuestros protagonistas vamos a ver cómo encontrarlos en el cielo.

Cassiopeia (Cas): Como si hiciera gala del orgullo que tantos problemas le trajo, Casiopea permanece constantemente visible en el cielo del hemisferio norte al tratarse de una constelación circumpolar.

En teoría la constelación que lleva su nombre representa a la citada reina sentada en su trono, pero es mucho más fácil de identificar el asterismo con forma de W o M. Si partimos desde el asterismo del carro en dirección a la estrella polar y seguimos un poco más daremos con ella sin dificultad.

Cassipoeia es una constelación que se encuentra en el plano galáctico de la Vía Láctea, esto hace que los objetos más abundantes en su interior sean cúmulos abiertos, ya que es el tipo de agrupamiento estelar característico de los discos galácticos.

De entre todos estos cúmulos os proponemos dos:

  • M103: Es un bonito cúmulo abierto fácil de encontrar con prismáticos muy cerca de δ Cas. Con poco aumento o cielos no muy oscuros podemos percibir las estrellas exteriores que tienen forma de punta de flecha y muestran colores azulados salvo una de ellas en la zona central que presenta tonos rojizos, cielos más oscuros y/o más aumentos nos mostrarán más estrellas en su interior.
  • NGC 457: Este simpático cúmulo abierto es conocido como el Cúmulo del Buho, La Libélula o el E.T., dependiendo de la generación a la que pertenezcamos optaremos por uno u otro. Si trazamos una línea recta desde ε Cas hasta M103 y la prolongamos aproximadamente la misma distancia encontraremos este cúmulo, que se caracteriza por 2 brillantes estrellas azuladas que podrían ser los ojos del animal/extraterrestre elegido. Una vez localizados es fácil imaginar las alas/brazos y el resto del cuerpo formado por las demás estrellas del cúmulo.
Cúmulos en Cassiopeia. Foto de M 103: http://www.catalogomessier.com/

Cepheus (Cep): Cefeo es muy fácil de localizar; en esta época del año lo encontraremos a la derecha de la estrella Polar, justo encima de la W de Cassiopeia. Una vez más la supuesta representación de la constelación y su asterismo poco o nada tienen que ver, ya que resulta difícil imaginar a Cefeo, pero en cambio es muy sencillo identificar un asterismo con forma de la típica casita que pintaría un niño. Al igual que Cassiopeia se trata de una constelación circumpolar y también forma parte del disco galáctico por lo que es rica en cúmulos abiertos.

  • NGC 6939: Cúmulo abierto formado por multitud de estrellas y bastante concentrado hacia el centro. Puede ser observado junto a la galaxia espiral NGC6946 (Galaxia de los fuegos artificiales)
  • Nebulosa LBN 487 y cúmulo NGC 7023: Conocida como la nebulosa Iris. Brillante nebulosa de reflexión iluminada por un aestrella de magnitud 7. En su interior aloja el cúmulo estelar.
  • μ Cep: Conocida como la Estrella Granate debido a su intenso color rojo. Esta supergigante roja es la sexta estrella más grande conocida. Posee una luminosidad equivalente a 50000 veces la del Sol.
Situación de los objetos de Cepheus

Pegasus (Peg): Pegaso es una constelación enorme con gran importancia para guiarnos en el cielo de otoño, aunque se encuentra en una zona del cielo en la que prácticamente no hay objetos de interés que puedan ser observados con facilidad. Lo más característico para encontrarlo es el gran cuadrado que forma la zona central de la constelación, cuyo vértice NO es en realidad la primera estrella de la constelación de Andrómeda.

Pegasus no es una constelación galáctica, sino que se encuentra bastante alejado de la Vía Láctea, lo que explica la ausencia de cúmulos abiertos y nebulosas en su interior. En cambio, al encontrarse orientado hacia fuera de la Vía Láctea nos permite observar un gran número de galaxias y algunos cúmulos globulares.

  • M15: entre los citados cúmulos globulares cabe destacar M15, uno de los cúmulos globulares con mayor concentración de estrellas en la galaxia. Su densidad en el núcleo es tan alta que se sospecha que estas estrellas pueden estar rodeando un agujero negro. Es fácil de localizar prolongando visualmente la línea que une las estrella Biham y Enif, que representan el ojo y el hocico del caballo respectivamente.
Andromeda (And): Una vez localizado Pegasus en el cielo no tenemos más que continuar desde el vértice del cuadrado que comparten y ahora se sabe que pertenece definitivamente a Andromeda. Se trata de Alpheratz (α And), que marca el comienzo del asterismo, que presenta la forma de una horquilla.

  • M31: La Galaxia de Andrómeda. Esta galaxia es el objeto más lejano que podemos contemplar sin ayuda de ningún instrumento óptico. En cielos oscuros se puede percibir su núcleo como una estrella difusa y alargada. Tiene un tamaño aparente de un grado y medio, el equivalente a más de tres lunas llenas. Para localizarla no tenemos más que contar dos estrellas desde Alpheratz en dirección contraria a Pegasus para llegar hasta Mirach (β And), desde aquí contamos otras dos en sentido perpendicular y buscamos en las inmediaciones de esta última.
Constelaciones de Andromeda y Pegasus

Perseus (Per): Vamos a terminar nuestro recorrido mitológico con Perseo, el héroe de la historia. Para completarlo en condiciones deberíamos incluir Cetus, que es la constelación que representa a Ceto, pero al igual que ocurre con Pegasus su orientación fuera del disco galáctico la convierte en una zona aparentemente despoblada, aunque en realidad cuenta con un buen número de galaxias en su interior.

Por el contrario, Perseo es una constelación galáctica, por lo que cuenta con más objetos para ofrecernos. Es una constelación fácil de localizar, que se encuentra a continuación de la línea que trazan las estrellas principales de Andromeda y por si quedan dudas tiene a Cassiopeia en su parte superior. Aunque representa al guerrero de pie sosteniendo la cabeza de Medusa el asterismo es reconocible como una letra lambda minúscula o la horquilla de un zahorí.

En uno de los extremos de la vara de zahorí encontramos a Algol (β Per) que representa uno de los ojos de Medusa y es una estrella binaria eclipsante con unos cambios de brillo extremadamente regulares.

  • NGC 869 y NGC 884: Conocido como el doble cúmulo de Perseo. Detectable a simple vista y fácil de resolver con un telescopio de pocos aumentos. Se encuentra entre las constelaciones de Perseus y Cassiopeia.
  • NGC 1499: La Nebulosa California es una nebulosa de emisión cercana a Menkib (ξ Per). Su gran tamaño impide apreciarla completa con telescopios y su tenue brillo no permite verla a simple vista, pero es una fabulosa candidata para fotografía de gran campo, ya que su cercanía con las Pléyades, pertenecientes a Taurus, y lo contrastado de sus colores produce imágenes de gran belleza.
Cúmulos y nebulosa. Foto de NGC 1499: www.iac.es

VISIBILIDAD PLANETARIA

Marte y Saturno serán visibles desde el atardecer hasta la media noche durante los primeros diez días del mes entre las constelaciones de Escorpius y Sagittarius. A final de mes ambos desaparecerán por el horizonte SO antes de la medianoche, primero Saturno y luego Marte, que ya se encontrará en la constelación de Sagittarius.

Mercurio, Venus y Júpiter se encuentran muy juntos, justo por detrás del Sol, esta situación les afecta de forma parecida aunque con algunas diferencias. Mercurio quedará oculto por la luz de Sol, no siendo visible hasta la última semana de mes cuando aparecerá por el este justo antes del alba. Venus y Júpiter comenzarán el mes muy bajos por el horizonte oeste, lo que dificultará su visibilidad en el ocaso haciendo a Júpiter prácticamente indetectable y tendremos que esperar hasta el mes de octubre para poder volver a verlo, pero ya será al alba por delante del Sol. En cambio la visibilidad de Venus mejorará conforme avanza el mes, ya que al encontrarse en retrogradación cada vez se separará más del Sol, aunque seguirá muy bajo en el horizonte, por lo que la atmósfera deteriorará significativamente sus condiciones de observación.

LLUVIAS DE METEOROS

Tras la intensa actividad del mes de agosto en septiembre las observaciones y estudios de las lluvias de meteoros son escasas, quizá por este motivo todavía no es muy conocido el origen de las estrellas fugaces que se observan en este mes en el que en cualquier caso, se presenta muy poca actividad meteórica.

α-Aurígidas (AUR): Con actividad entre el 25 de agosto y el 8 de septiembre, máximo previsto el 1 septiembre. THZ= 6. Estallidos ocasionales con meteoros muy rápidos. Buenas condiciones de observación ya que hay luna nueva. Radiante en la constelación de Auriga


Lluvia de meteoros alfa-aurígidas.

ε-Perseidas de septiembre (SPE): Actividad entre el 5 y el 21 de septiembre, con máximo previsto el 9 de septiembre. THZ = 5 y radiante en la constelación de Perseus, cerca de la estrella Algol (β Per).


Lluvia de meteoros epsilon perseidas de septiembre

EFEMÉRIDES

Las siguientes efemérides están calculadas para latitud 40ºN.

Jueves 1 de septiembre: Luna nueva. Eclipse solar anular, no visible desde la Península Ibérica

Viernes 2 de septiembre: Neptuno en oposición.

Sábado 3 de septiembre: Conjunción Luna-Venus.

Martes 6 de septiembre: Luna en el apogeo.

Jueves 8 de septiembre: Conjunción Luna-Saturno-Marte sobre la estrella Antares en Scorpius.

Viernes 9 de septiembre: Cuarto creciente.

Lunes 12 de septiembre: Mercurio en conjunción inferior.

Viernes 16 de septiembre: Luna llena. Eclipse penumbral de Luna. Pese a que es observable desde nuestra latitud el oscurecimiento es muy tenue como para percibirse.

Domingo 18 de septiembre: Luna en el perigeo

Jueves 22 de septiembre: Equinoccio de otoño.

Viernes 23 de septiembre: Cuarto menguante.

Lunes 26 de septiembre:
Júpiter en conjunción con el Sol

Miércoles 28: Máxima elongación oeste de Mercurio.

Jueves 29 de septiembre: Conjunción Mercurio-Luna.


Fuentes: AstroAfición

2 de agosto de 2016

EFEMÉRIDES ASTRONÓMICAS AGOSTO 2016 - EN DETALLE (H. Norte)

Comienza otro mes, en pleno verano (Hemisferio Norte), con un montón de posibilidades para la observación astronómica. Como hemos comentado en otras ocasiones agosto es un mes bastante favorable para mirar al cielo; el primer factor a tener en cuenta es la cantidad tiempo disponible, al coincidir con el periodo vacacional de muchos de nosotros.

Junto a esto tenemos que contar con un número relativamente alto de horas de oscuridad y suficiente estabilidad atmosférica para poder contar con cielos despejados. Por último las temperaturas son todavía suficientemente suaves para que el frío no sea una molestia, aunque no conviene despistarse y es aconsejable tener alguna prenda más abrigada a mano, aunque al final no sea necesaria.

Pero por encima de cualquier otra cosa el mes de agosto es conocido por las Perseidas, una de las lluvias de meteoros más importantes del año. No vamos a entrar aquí en detalles, ya que nuestra compañera Saray acaba de publicar una estupenda entrada en el blog con toda la información necesaria para no perderte el espectáculo. Es importante recordar que se espera que este año sean especialmente activas, doblando la tasa de meteoros por hora que suelen ofrecer.

En cambio sí me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la fabulosa oportunidad que supone este acontecimiento para aproximarnos al cielo de una manera más tranquila.

No es extraño que los aficionados a la astronomía terminemos invirtiendo una gran cantidad de tiempo en mejorar la puesta en estación de nuestro telescopio, afinar el autoguiado o buscar una forma mejor de procesar el apilado de las fotografías. Todas estas cuestiones suelen ser agradables, aunque en ocasiones pueden revelarse pesadas e incluso frustrantes.

Es bajo esta premisa cuando algo tan sencillo como buscar un lugar relativamente oscuro y tumbarse cómodamente sin más pretensión que observar el cielo se convierte en una oferta muy atractiva.

No obstante no debemos dejarnos engañar por esa aparente sencillez; el hecho de observar el cielo a simple vista, incluso si no conseguimos ver una sola estrella fugaz, puede convertirse en una experiencia tremendamente satisfactoria.

En algunas de nuestras actividades nos preguntan cuántas estrellas podemos observar a simple vista, dando por sentado que la respuesta será de muchos miles. Habitualmente se sorprenden cuando respondemos que una noche de luna nueva, con unas condiciones de cielo muy buenas en cuanto a atmósfera y contaminación lumínica, podemos llegar a ver unas 1500 si tenemos una buena agudeza visual.

En esas ocasiones aprovechamos para explicar algunas cosas interesantes, como que todas las estrellas que pueden alcanzar a ver son sólo una pequeña fracción de nuestro vecindario galáctico más próximo, ya que todas ellas forman parte la Vía Láctea. Nuestro sistema solar forma una parte, minúscula, de uno de los brazos de nuestra galaxia espiral, conocido como el brazo de Orión.

Cuando la mente de estas personas comienza a asimilar la información recibida, y consigue hacerse idea de la escala de las distancias de las que hablamos, es frecuente ver como su mirada inicial de decepción se torna en asombro.

El mero hecho de contemplar sin objetivo alguno, de dejar vagar nuestra mente y nuestros ojos por la bóveda celeste, de tener la sensación de habitar un planeta minúsculo situado en una basta inmensidad inabarcable, produce en nuestro estado de ánimo y nuestro entendimiento sensaciones difícilmente descriptibles, pero que jamás dejan indiferente. Esto, ni más ni menos, es la oportunidad que nos ofrecen las Perseidas.

Desde mi punto de vista la lluvia de meteoros es la guinda del pastel.

EL CIELO DEL MES

Si tenemos la fortuna de encontrarnos en un lugar con poca contaminación lumínica podremos disfrutar de la siempre espectacular visión de la Vía Láctea, observable a simple vista y que transcurre desde el horizonte Sur hasta el Norte. En el Hemisferio Norte comienza en la cola de la constelación de Escorpión y cruza las constelaciones de Sagitario, Escudo, Águila, Sagita, Zorrilla, Cisne, Lagarto, Casiopea y Perseo. La zona más brillante, que corresponde con el centro de la galaxia, está situada en la constelación de Sagitario y conforme avanzamos hacia el norte va perdiendo brillo. En cielos bastante oscuros puede apreciarse con facilidad hasta la constelación del Cisne, siendo casi imperceptible a la altura de Casiopea.


Constelaciones de la Vía Láctea en el Hemisferio Norte

Vamos a utilizar la ruta que acabamos de describir como guía para un paseo estelar con algunas paradas muy interesantes. Para ir introduciendo terminología “oficial” cuando nombremos las constelaciones usaremos su nombre en latín y añadiremos entre paréntesis el término por el que se las conoce en castellano.
M4 ➔ Se trata de un bonito cúmulo globular, bastante fácil de encontrar con prismáticos, ya que está justo a la derecha de la supergigante roja Antares, la estrella principal de la constelación de Scorpius (Escorpión).
M7 ➔ A medio camino entre la cola de Scorpius y Sagittarius (Sagitario) encontramos este cúmulo abierto, observable con prismáticos y a ojo desnudo en cielos oscuros. Es conocido como el Cúmulo de Ptolomeo, ya que en su día este lo describió, eso sí, como una nebulosidad.



Cúmulos de M4 y M7
M8 y M20 ➔ Se trata de las Nebulosas del Lago y Trífida respectivamente, ya os hablamos en detalle de ellas en las efemérides del mes pasado, pero dada su importancia no podemos obviarlas en nuestro paseo por las cercanías de la Vía Láctea. Podéis encontrarlas encima de la constelación de Sagittarius. Asequibles con prismáticos.
M22 ➔ Coqueto cúmulo globular, situado por encima de Sagittarius y fácil de encontrar con prismáticos, ya que está acompañado de un característico asterismo formado por un pequeño grupo de estrellas que forman un triángulo con otra estrella en su interior.
M25 ➔ Cúmulo abierto situado por encima del anterior. Se encuentra a medio camino de las constelaciones de Sagittarius y Scutum (Escudo).
M17 y M16 ➔ Nebulosas de Omega y el Águila. Nebulosas de emisión ubicadas a la derecha de la constelación de Scutum. Se encuentran en el límite de lo observable con prismáticos, siendo necesarios unos medianamente potentes, como unos 15X70, y un cielo bastante oscuro. M16 es además uno de los cúmulo estelar abierto y en sus profundidades se encuentra uno de las más observadas zonas de nacimiento de estrellas. En su interior se encuentran las icónicas nubes de gas conocidas como los Pilares de la Creación.


Situación y aspecto visual de algunos cúmulos y nebulosas de la constelación de Sagitario

M11 ➔ A la izquierda de la constelación de Scutum, en su parte superior, encontramos el cúmulo abierto de los Patos Salvajes. Con unos prismáticos podremos apreciar una mancha difusa de aspecto blanquecino, siendo necesario el uso de un telescopio para resolver las estrellas que lo configuran.



Cúmulo Patos Salvajes en l constelación del Escudo


M27 ➔ Nuestra siguiente parada se encuentra a medio camino de las constelaciones de Sagitta (la Flecha) y Vulpecula (Zorrila), se trata de la nebulosa planetaria Dumbbell, que sólo puede ser observada con telescopios.
NGC 6802 ➔ Si nos desplazamos hacia la derecha, todavía entre las dos constelaciones anteriores, llegaremos a un curioso cúmulo abierto, con una configuración fácilmente reconocible y que le aporta el nombre por el que es conocido habitualmente, el Asterismo de la Percha. Se puede percibir a simple vista, pero necesitaremos la ayuda de unos prismáticos para poder contemplar su característica forma.
Albireo➔ En la cabeza de la constelación de Cygnus (Cisne) se encuentra esta estrella que puede observarse a simple vista. Sin embargo al contemplarla con un telescopio, comprobaremos que en realidad se trata de una estrella doble; la mayor de las dos es una estrella amarilla, que a su vez es una estrella binaria, mientras que la más pequeña es una estrella azul. Teniendo en cuenta que el azul y el amarillo son colores complementarios, en pocas ocasiones podremos contemplar de forma simultánea dos objetos celestes con mayor contraste entre ellos.

Nebulosa Dumbbell, Asterismo de la Percha y estrella doble Albireo

Foto de Albireo https://bitacoradegalileo.files.wordpress.com/2010/03/albireo.jpg

El final de nuestra ruta ➔ A estas alturas, dependiendo de la hora a la que hayamos comenzado este paseo por los objetos de la Vía Láctea, nos encontraremos aproximadamente en el cenit de la bóveda celeste. Nos hemos dejado muchas cosas por el camino y todavía nos quedan algunas muy interesantes si continuamos en dirección hacia la constelación de Cassiopeia (Casiopea), pero lo vamos a dejar para otra ocasión. Como despedida os proponemos buscar M31, nuestra galaxia vecina de Andrómeda, en la constelación del mismo nombre.

Qué mejor manera de terminar que contemplando esa pequeña mancha blanquecina, sabiendo que en su interior alberga otra inmensidad de maravillas como las que acabamos de visitar.

Localización y aspecto visual de la Galaxia de Andrómeda.

VISIBILIDAD PLANETARIA.

Durante este mes Mercurio y Venus se han alejado un poco más del Sol, por lo que podrán comenzar a verse justo después del atardecer. A final del mes se producirá una bonita conjunción que nos permitirá ver juntos por el telescopio a Venus y Júpiter. Si no quieres perdértelo los días 26 y 27 hemos organizado observaciones para ver estas conjunciones y muchas cosas más.

Conjunción Júpiter y Venus

La mala noticia es que para que dicha conjunción sea posible Júpiter va a encontrarse bastante cerca del horizonte al atardecer. A primeros de mes se encontrará a 20º por encima del horizonte en el ocaso y esta altura se irá reduciendo a lo largo del mes hasta llegar a tan sólo 6º justo sobre el horizonte O en el momento del ocaso solar.

Todavía podremos disfrutar de él por un breve tiempo justo al atardecer en los primeros días de septiembre y después de esto tendremos que esperar hasta finales de octubre para poder volver a verlo, unas horas antes del amanecer.

Al igual que el mes pasado los reyes de la fiesta siguen siendo Marte y Saturno, pese a que en el ocaso ambos ya han alcanzado su altura máxima, permanecerán por encima del horizonte hasta aproximadamente las 2:00 am, tiempo que se reducirá hasta la medianoche a final de mes.

Urano aparecerá por el horizonte después del anochecer y permanecerá en el cielo hasta el alba y Neptuno tendrá un comportamiento parecido, con la única diferencia de que su orto comienza prácticamente al atardecer.

EFEMÉRIDES

Martes 2 de agosto: Luna nueva (Distancia geocéntrica: 382286 Km.)

Jueves 4 de agosto: Ocultación de Mercurio por la Luna. DM: 0.579 Ilum: 4.6%

Sábado 6 de agosto: Ocultación de Júpiter por la Luna. DM: 0.217 Ilum: 11.2%

Miércoles 10 de agosto: Luna en el apogeo. (Distancia geocéntrica: 404262 Km | Iluminación: 42.9%)

Luna en cuarto creciente

Jueves 11 de agosto: Marte a 7.40°S de la Luna. (Altura solar: -31.9°)

Viernes 12 de agosto: Máximo de la lluvia de meteoros de las Perseidas, actividad desde el 17 de julio al 24 de agosto, THZ 150. Cometa: 109P/Swift-Tuttle. Radiante en Perseo, AR 48º, DE +58º.

Aunque el radiante se encuentra en dirección N no debemos dejar de mirar en el sentido opuesto, ya que corremos el riesgo de perdernos una bonita conjunción formada por la Luna, Saturno y Marte, sobre la constelación de Escorpio.

Conjunción Luna, Saturno y Marte

Sábado 13 de agosto: Saturno estacionario. (Elongación: 108.7°)

Lunes 15 de agosto: Mercurio en el afelio. (Distancia heliocéntrica: 0.46670 U.A.)

Martes 16 de agosto: Mercurio en máxima elongación este. (Elongación: 27.43°)

Miércoles 17 de agosto: Lluvia de meteoros: Kappa-Cygnidas, actividad desde el 3 al 25 de agosto, con máximo el 17 de agosto, THZ 3. Radiante en Cygnus, AR 286º, DE +59º

Jueves 18 de agosto: Máxima extensión iluminada de Mercurio. (EI: 22.0″^2 A.Fase: 91.39°).

Luna llena (Distancia geocéntrica:374106 Km.)

Viernes 19 de agosto: Ocultación de Neptuno por la Luna. DM: 1.041 Ilum: 98.5%

Lunes 22 de agosto: Luna en el perigeo. (Distancia geocéntrica: 367050 Km | Iluminación: 83.1%)

Mercurio a 3.99° de Júpiter. (Elongación mínima de los planetas: 26.5°)

Martes 23 de agosto:
En el post de las efemérides del mes pasado os dijimos que en agosto habría una curiosa conjunción de Marte con su némesis. Aquí está desvelado el misterio; nos referíamos, como supongo que todos imaginasteis, a la estrella Antares, que debe su nombre al parecido que guarda con el planeta Marte, el dios de la guerra conocido por los antiguos griegos como Ares. La cercanía de Saturno, a punto de entrar a su vez en conjunción con Marte, forma una bonita línea recta que conecta a los tres.

Conjunción Marte, Antares y Saturno

Miércoles 24 de agosto: Marte a 4.35° de Saturno. (Elongación mínima de los planetas: 98.1°)

Jueves 25 de agosto: Luna en cuarto menguante (Distancia geocéntrica:370807 Km.)

Marte a 4.39°S de Saturno. (Elongación mínima de los planetas: 97.0°)

Sábado 27 de agosto: Mercurio a 5.27°S de Venus. (Elongación mínima de los planetas: 22.2°)

Venus a 0.07°N de Júpiter. (Elongación mínima de los planetas: 22.3°)

Lunes 29 de agosto: Mercurio a 5.05° de Venus. (Elongación mínima de los planetas: 22.7°)

Marte 30 de agosto: Mercurio estacionario. (Elongación: 21.9°)

Miércoles 31 de agosto: Lluvia de meteoros: Alfa-Aurígidas, actividad desde el 28 al 5 de septiembre, con máximo el 31 de agosto, THZ 6. Radiante en Auriga, AR 93º, DE +39º

Y con esto terminamos lo que tenemos que contaros sobre el cielo del mes de agosto.

Os deseamos cielos despejados y agradables.

Fuentes: AstroAfición