Mostrando entradas con la etiqueta Atmósfera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Atmósfera. Mostrar todas las entradas

23 de noviembre de 2020

Marte sigue perdiendo agua


Ilustración de la sonda MAVEN orbitando alrededor de Marte, con la Tierra al fondo. / NASA/GSFC

Marte fue una vez un planeta húmedo. Por sus antiguos ríos, lagos y mares fluía abundante agua líquida, y también lo hacía en forma de gas por su atmósfera. Aunque todavía queda agua en este árido y frío planeta, hay mucha menos de la que tuvo en el pasado. La mayoría está encerrada en sus casquetes polares, aunque todavía quedan trazas de vapor.

Uno de los principales objetivos de la nave espacial MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile EvolutioN), que la NASA lanzó en 2013 y con combustible hasta al menos 2030, es determinar cómo desapareció esta agua y otros compuestos de la atmosfera de Marte, lo que permitirá conocer mejor la evolución climática del planeta.

Esta semana se presenta en Science un estudio que ofrece algunas respuestas. El artículo lo han elaborado investigadores de las universidades de Arizona, Maryland y el centro Goddard de la NASA en Estados Unidos.

Aunque los modelos tradicionales señalaban que la poca agua atmosférica que queda en Marte permanece en las capas bajas, el nuevo trabajo ofrece evidencias de que se transporta directamente a la atmósfera superior, donde se convierte en hidrógeno atómico que escapa al espacio.

Aunque se pensaba que la poca agua que queda en la atmósfera de Marte estaba en sus capas bajas, este estudio indica que se transporta directamente a la zona superior, donde se convierte en hidrógeno atómico que escapa al espacio

Los datos los ha recogido el espectrómetro de masas NGIMS (Neutral Gas and IonMass Spectrometer) de la sonda MAVEN mientras esta sobrevuela el planeta rojo. Este instrumento también separa las moléculas y los iones de las muestras según su peso, y así se ha podido analizar la composición de la atmósfera marciana.

Medir los iones del agua

“No medimos H2O neutro directamente”, explica a SINC el autor principal, Shane Stone, de la Universidad de Arizona, “sino que utilizamos las mediciones de NGIMS de dos iones de agua: H2O + y H3O + (no son tan raros, este último aparece en cualquier muestra de agua líquida, incluida la de nuestro cuerpo), que en la atmósfera superior se producen a partir de H2O a través de reacciones con otros iones (CO2 + y HCO +)”.

La ilustración muestra cómo pierde agua Marte, normalmente y durante las tormentas de polvo. / NASA/Goddard/CI Lab/Adriana Manrique Gutierrez/Krystofer Kim

“Así, a partir de estas mediciones de iones del agua –subraya–, podemos calcular la cantidad de agua que hay en la muestra de gas que recoge NGIMS. Además, las especies reactivas en la atmósfera, como el hidrógeno atómico (H) y el oxígeno atómico (O), pueden recombinarse dentro del espectrómetro para formar H2O”.

De esta forma los investigadores han podido calcular la inesperada abundancia de agua en la atmósfera superior, donde es disociada por diversos iones para producir el hidrógeno atómico. Este patrón se ha observado que es especialmente evidente en la zona sur de Marte en verano y cuando se producen las tormentas de polvo, incluida la que ocurrió a escala global en el planeta rojo en 2018.

La pérdida de agua es especialmente evidente en la zona sur de Marte durante el verano y cuando se producen las tormentas de polvo, incluida la que ocurrió a escala global en el planeta rojo en 2018

“La atmósfera de Marte es más cálida cuando el planeta está más cerca del Sol durante el verano en su hemisferio sur, y en esa misma estación se desatan las tormentas de polvo (muchas globales), que provocan un mayor calentamiento en la atmósfera; pero no en la superficie, que de hecho se enfría durante esas tormentas”, explica Stone.

“Este calentamiento es importante porque, para que la higropausa (capa fría de la atmósfera donde se condensa el gas en líquido y se forman nubes) atrape eficientemente el agua cerca de la superficie, debe estar fría –añade–. Pero el calentamiento de la atmósfera en el verano austral y durante las tormentas de polvo hace que se caliente la higropausa, que se debilita y permite que entre más agua en la atmósfera superior”.

Evolución del clima marciano

Según los autores, este aporte de agua estacional y mediado por las tormentas de polvo hacia las capas altas de la atmósfera puede haber desempeñado un papel clave en la evolución del clima marciano, desde el estado cálido y húmedo que tenía hace miles de millones de años hasta el planeta frío, rojo y seco que conocemos hoy.

El estudio señala que la mayor parte del agua de Marte se ha convertido lentamente en el hidrógeno que se pierde en el espacio. Este proceso, que sigue ocurriendo en la actualidad, ha ido eliminando gradualmente el agua del planeta durante varios miles de millones de años.

Esta pérdida gradual de agua, que sigue ocurriendo hoy, ha desempeñado un papel clave en la evolución del clima de Marte, desde su estado cálido y húmedo hace miles de millones de años hasta el planeta frío, rojo y seco actual

Stone destaca que este estudio "ayuda a los científicos a entender por qué Marte es tan diferente de la Tierra, por qué su clima ha cambiado tan sustancialmente a lo largo de la historia del sistema solar".

¿Desaparecerá el agua de Marte?

Respecto a si algún día desaparecerá el agua de Marte, el investigador recuerda que en los últimos 4.500 millones de años debe haber perdido una capa global de 10 a 100 metros de profundidad: "Es decir, si esparciéramos sobre la superficie del planeta toda el agua que Marte perdió, ese océano tendría de 10 a 100 metros de profundidad".

Actualmente las tasas de escape atmosférico en el planeta rojo son relativamente pequeñas comparadas con lo que debieron ser en el pasado. Según otros estudios publicados con los datos de la sonda MAVEN, el viento solar puede haber barrido la atmósfera marciana, con tasas de unos 100 gramos por segundo.

"Esto parece mucho, pero es relativamente poco cuando se compara con el tamaño total de la atmósfera de un planeta y la cantidad de hielo de agua en su superficie, así que pasará mucho tiempo hasta que el escape atmosférico libere a Marte de toda su agua; y nuestro trabajo no altera esa conclusión", finaliza Stone.


El gráfico muestra cómo varía la cantidad de agua en la atmósfera de Marte según la estación. Durante las tormentas de polvo globales y regionales, que suceden en la primavera-verano en la zona sur, la cantidad de agua se dispara. / University of Arizona/Shane Stone/NASA Goddard/Dan Gallagher

Fuentes: SINC

31 de marzo de 2020

Científicos perplejos por un excepcional agujero en la capa de ozono del Ártico - Datos positivos del Covid-19: La capa de ozono se está ‘curando’


A la izquierda, agujero en la capa de ozono en 2011, a la derecha, 2020 - Derechos de autor Michiel van Weele/ KNMI


El estado de alarma decretado mundialmente ante la crisis del Covid-19 ha provocado el cese de todas las actividades humanas. Calles vacías, industrias cerradas, oficinas desocupadas, carreteras y aeropuertos desolados, son las imágenes que se repiten en todo el mundo. Mientras la población se confina en sus casas con el objetivo de frenar el contagio por coronavirus y salvar vidas, el planeta está viviendo el efecto colateral positivo de esta pandemia.

Según los expertos, la contaminación en el aire de las ciudades de Reino Unido está disminuyendo a medida que el país entra en un bloqueo debido al Covid-19.


Un grupo de científicos americanos ha demostrado que la capa de ozono se está ‘curando’

Después de que se publicaran las imágenes del satélite de la NASA mostrando la reducción de las concentraciones de NO2 contaminante en China y el norte de Italia, gracias a las estrictas medidas de salud pública que se están siguiendo. Un grupo de científicos de la Universidad de Colorado Boulder ha demostrado que la capa de ozono se está recuperando.

La capa de ozono es una frágil capa de gas que actúa como escudo protector en la estratosfera de la Tierra. Esta capa absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta que nos llega del sol. Sin la capa de ozono, sería imposible que algo sobreviviera en el planeta, ya que protege a los animales y la vegetación. El aumento los niveles de radiación ultravioleta que penetrarían en la tierra tendrían efectos negativos en las cuencas hidrográficas, las tierras agrícolas y los bosques. Además, provocaría una mayor incidencia del sol sobre los humanos, dando lugar al cáncer o cataratas oculares y afectando también, al sistema inmunológico.


En medio de la inquietud generalizada por el coronavirus, los científicos atmosféricos observan con perplejidad el gran agujero en la capa de ozono del Polo Norte que se ha formado en los últimos días.

El agujero de la capa de ozono es más habitual en el Polo Sur, y este año precisamente batió el récord como el más pequeño desde hace 30 años, debido a un episodio de calentamiento estratosférico excepcional.







Sin embargo en el Polo Norte los episodios, que ocurren a finales del invierno y principios de la primavera del hemisferio norte, son más cortos y menos extensos. En general no implican la destrucción del ozono sino una "reorganización" de sus concentracione

En esta ocasión la extension y la pérdida de ozono es mayor que en 2011, cuando la revista nature se hacia eco del agujero "sin precedentes" en la capa de ozono ártica.

Lo muestra la imagen principal obtenida por Michiel van Weele, del Servicio Meteorológico holandés.

La razón es el poderoso vórtice polar que está circulando en la zona con aire mucho más frío de lo habitual y de forma muy estable. El vórtice polar es una corriente que mantiene el aire frío "encerrado" en el Polo. En ocasiones desciende provocando brutales olas de frío.


La capa de ozono se destruye con la llegada del sol a las zonas polares, debido a una reacción química provocada por los gases CFC emitidos por el hombre, el frío y las nubes estratosféricas, según explican en el sitio web sobre cambio climático del Gobierno estadounidense.

Es decir, para que haya condiciones de agujero de ozono tiene que haber un frío excepcional que permita la formación de nubes estratosféricas, acumulaciones de CFC y luz solar.

Las temperaturas en la zona del actual agujero están por debajo de los -80º C, explica la científica del Servicio de vigilancia de la atmósfera de Copernicus Antje Inness. Desde este servicio nos confirman estar siguiendo muy de cerca este episodio muy poco habitual.

"Creo que no hay un equivalente registrado en esta época del año: [el nivel de ozono] es más bajo que el anterior record, el invierno 2010-11. El invierno 2004-5 también es un récord bajo, pero fue en enero y, en marzo, la situación estaba normalizada" nos comenta Vincent-Henri Peuch director del servicio.

A la izquierda concentraciones de ozono, a la derecha, temperatura en la estratosfera (por debajo de -80º C)Copernicus Atmosphere Monitoring Service / Antje Inness

El fuerte vórtice polar / condiciones extremadamente frías está causando destrucción del ozono en el hemisferio norte. Aquí está el mínimo #SNPP#OMPS ozono medido al norte de 40 grados de latitud. Por debajo de 220 DU (línea discontinua) se considera condiciones de "agujero de ozono". Explicaba en su cuenta de Twitter el experto Colin Seftor.



Científicos de la NASA concluyeron en 2013 que "el primer agujero de la capa de ozono Ártica" se debió a la falta de transporte de ozono al Ártico desde los trópicos.

La capa de ozono protege la Tierra de las radiaciones ultravioleta (UV) del sol. La destrucción de la capa de ozono del hemisferio sur se debió a la acumulación de gases contaminantes, que fueron prohibidos por el protocolo de Montreal en 1987.

No están claras las implicaciones futuras de este episodio, pero cabe recordar que el Ártico es una de las regiones de la Tierra que está sufriendo con más fuerza los efectos del cambio climático.

Después del episodio de calentamiento estratosférico extremo en la Antártida, que favoreció la disminución del agujero de la capa de ozono, Australia ha vivido un verano abrasador, con una oleada de incendios sin precedentes y records de temperaturas, entre otros fenómenos extremos.


La mejora de capa de ozono vinculada con cambios en la circulación atmosférica
La capa de ozono vinculada con cambios en la circulación atmosférica. NASA

El Protocolo de Montreal para la protección de la capa de ozono estratoférico ha estimulado su recuperación y generado cambios en los patrones de circulación aéreos del Hemisferio Sur, según un estudio que publica este miércoles la revista Nature.

La investigación, desarrollada por científicos de Estados Unidos, ha demostrado que las variaciones se han estancado y podrían, incluso, ser revertidas debido al llamado Protocolo de Montreal de 1987 que limitó el uso de sustancias que dañan la capa de ozono.

“Este estudio se suma a la creciente evidencia que muestra la profunda efectividad del Protocolo de Montreal“, ha subrayado la profesora de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) Antara Banerjee, investigadora que trabaja en la división de Ciencias Químicas de la Administración Atmosférica Oceánica Nacional (NOAA).
Según la experta, principal responsable del análisis que publica Nature, el Tratado “no solo ha estimulado la curación de la zapa de ozono, también ha estimulado los recientes cambios observados en los patrones de circulación aéreos del Hemisferio Sur”.

La disminución de ozono (adelgazamiento de la capa de este gas) había reforzado los vientos del vórtice polar y afectado a los que descienden hasta la capa más baja de la atmósfera terrestre.

Hasta ahora, se habían vinculado las pautas de circulación a cambios climáticos en el Hemisferio Sur, especialmente a la caída de la lluvia en Sudamérica, en el este de África y en Australia, y a variaciones producidas en corrientes oceánicas y en la salinidad.


Recuperación de la capa de ozono desde 2000

Con la entrada en vigor del Protocolo de Montreal, que limita el uso de sustancias destructoras del ozono, como los gases clorofluorocarbonos (CFC) -utilizados en equipos de refrigeración, entre otros usos-, la capa de ozono empezó a recuperarse a principios del año 2000, una vez que las concentraciones de esos componentes químicos en la estratosfera comenzaron a declinar.

Con esta investigación, Banerjee y el resto de autores mostraron que aproximadamente durante ese año, la circulación del Hemisferio Sur también dejó de expandirse hacia el Polo, lo que supuso una pausa o un ligero giro de las tendencias anteriores.

“Este estudio ha demostrado nuestra hipótesis de que la recuperación del ozono está, de hecho, impulsando estos cambios en la circulación atmosférica y no es simplemente una coincidencia”, apuntó Banerjee.

Los investigadores emplearon una técnica estadística denominada “detección y atribución” y con ella, estudiaron si ciertas pautas observadas en los cambios de viento se debían a la variabilidad natural o si podían atribuirse a factores causados por la actividad humana.

Primero determinaron que la pausa en las pautas de circulación atmosférica que habían observado no podía explicarse solamente por cambios naturales en los vientos. A continuación, aislaron los efectos del ozono y los gases invernadero por separado y probaron que solo los cambios detectados en el ozono podían explicar la pausa en las tendencias de circulación.

“Esto lo denominamos ‘pausa’, porque las tendencias de circulación hacia el Polo podrían continuar, quedarse estancadas, o revertirse”, según Benerjee para quien “la guerra entre los efectos opuestos de la recuperación de ozono y el aumento de los gases de efecto invernadero son lo que determinará las futuras tendencias”.
 
Concepto de CAPA DE OZONO

Te explicamos qué es la capa de ozono y cuál es su importancia para el planeta Tierra. Además, qué son los agujeros de la capa de ozono.

La capa de ozono está siendo debilitada por gases generados por el hombre.

¿Qué es Capa de ozono?

La capa de ozono se encuentra dentro de la atmósfera terrestre y tiene la función de ser una capa protectora que justamente preserva la vida del planeta Tierra, haciendo las veces de escudo contra los rayos del sol llamados UV o radiación ultravioleta, absorbiendo del 97 al 99% de ella. Se encuentra a una distancia de la superficie de la tierra de 15 a 50 kilómetros de altura en mayor concentración, aunque en el suelo también está presente.

El ozono es una forma de oxígeno en donde la molécula tiene 3 átomos en lugar de 2, como siempre es. Este tercer átomo hace que el oxígeno se vuelva venenoso, tan solo inhalar una vez el ozono es mortal. Esta molécula se forma en la estratósfera (una capa de la atmósfera) por la acción de la radiación solar en estas moléculas, este es un proceso llamado fotólisis.

Esta capa de la atmósfera fue descubierta en el año 1913 por dos físicos franceses llamados Charles Fabry y Henri Buisson. Años más tarde, un meteorólogo británico de apellido Dobson examinó sus propiedades y desarrolló un aparato que llamó espectrofotómetro, el cual permite medir el ozono desde la superficie de la Tierra. Entre los años 1928 y 1958 él mismo estableció una red mundial de monitoreo del ozono. En su honor se estableció la unidad de medida Dobson.

Los problemas de la capa de ozono

Gracias a algunos productos generados por los humanos y llamados halocarbonos, la destrucción de la capa de ozono se ha acelerado en comparación a su ritmo natural. Esto provoca el adelgazamiento de la capa y que se generen los conocidos agujeros de ozono, con lo cual la Tierra pierde protección contra la radiación solar. El paso de los rayos solares más fuertes provoca en la vida humana enfermedades como el cáncer de piel o las cataratas en los ojos.

Ante esta problemática, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) el día 16 de septiembre de 1987, firmó el Protocolo de Montreal y en el año 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el día 16 de septiembre el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono.


3 de marzo de 2020

Satélites Confirman la Disminución del Dióxido de Nitrógeno Sobre China

Image Credit: NASA/ESA

Los satélites de observación de contaminación de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han detectado disminuciones significativas en el dióxido de nitrógeno (NO2) en China. Existen evidencias de que el cambio está relacionado, al menos en parte, con la desaceleración económica que siguió al brote del coronavirus.

A fines de 2019, los profesionales médicos en Wuhan, China, estaban tratando docenas de casos de neumonía que tenían una fuente desconocida. Días después, los investigadores confirmaron que las enfermedades fueron causadas por un nuevo coronavirus (COVID-19). Para el 23 de Enero de 2020, las autoridades chinas habían cerrado el transporte que entraba y salía de Wuhan, así como las empresas locales, para reducir la propagación de la enfermedad. Fue la primera de varias cuarentenas establecidas en el país y en todo el mundo.


 

Los mapas en esta página muestran concentraciones de dióxido de nitrógeno, un gas nocivo emitido por vehículos automotores, plantas de energía e instalaciones industriales. Los mapas anteriores muestran los valores de NO2 en China del 1 al 20 de Enero de 2020 (antes de la cuarentena) y del 10 al 25 de Febrero (durante la cuarentena). Los datos fueron recopilados por el Instrumento TROPOMI a bordo del satélite Sentinel-5 de la ESA. Un sensor relacionado, el Instrumento OMI a bordo del satélite Aura de la NASA, ha estado haciendo mediciones similares.

Según los científicos de la NASA, la reducción de la contaminación por NO2 fue evidente por primera vez cerca de Wuhan, pero finalmente se extendió por todo el país. Millones de personas han sido puestas en cuarentena en una de las acciones más grandes de este tipo en la historia de la humanidad. Hasta el 28 de Febrero de 2020, el virus había sido detectado en al menos 56 países.

"Esta es la primera vez que veo una caída tan dramática en un área tan amplia para un evento específico", dijo Fei Liu, investigadora de calidad del aire en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Liu recuerda haber visto una caída en el NO2 en varios países durante la recesión económica que comenzó en 2008, pero la disminución fue gradual. Los científicos también observaron una reducción significativa alrededor de Beijing durante los Juegos Olímpicos de 2008, pero el efecto se localizó principalmente en esa ciudad, y los niveles de contaminación aumentaron nuevamente una vez que terminaron los Juegos Olímpicos.

La caída del dióxido de nitrógeno en 2020 también coincidió con las celebraciones del Año Nuevo Lunar en China y gran parte de Asia. En general, las empresas y las fábricas cierran desde la última semana de Enero hasta principios de Febrero para celebrar el festival. Observaciones anteriores han demostrado que la contaminación del aire generalmente disminuye durante este período y luego aumenta una vez que termina la celebración.

"Siempre hay una desaceleración general en esta época del año", dijo Barry Lefer, un científico de la calidad del aire de la NASA. "Nuestros datos de OMI a largo plazo nos permiten ver si estas cantidades son anormales y por qué". Lanzado en 2004, OMI ha estado recopilando datos globales sobre NO2 y diversos contaminantes del aire durante más de 15 años.

Comparativa de os niveles de NO2 en 2019 y 2020. Image Credit: NASA/ESA

Si bien el Año Nuevo Lunar puede haber jugado un papel en la reciente caída, los investigadores creen que la disminución es más que un efecto de vacaciones o una variación relacionada con el clima. En un análisis preliminar, los investigadores de la NASA compararon los valores de NO2 detectados por OMI en 2020 con las cantidades promedio detectadas en esta época del año desde 2005-2019. En 2020, los valores de NO2 en el este y centro de China fueron significativamente más bajos (de 10 a 30 por ciento más bajos) de lo que normalmente se observa para este período de tiempo.

Además, Liu y sus colegas no han visto un repunte en el NO2 después de las vacaciones. "Este año, la tasa de reducción es más significativa que en años anteriores y ha durado más", dijo. "No me sorprende porque muchas ciudades de todo el país han tomado medidas para minimizar la propagación del virus".

19 de enero de 2020

El yodo contribuye a la destrucción de la capa de ozono

Hasta ahora se conocían los efectos negativos de las sustancias con cloro o bromo sobre la capa de ozono, pero un nuevo estudio internacional, en el que han participado investigadores del CSIC, apunta un tercer elemento: el yodo, cuyas emisiones desde el mar están aumentando. Las medidas se han tomado en la estratosfera con un avión del National Center for Atmospheric Research de EE UU.
Agujero en la capa de ozono durante su máximo de 2019, el 8 de septiembre. / NASA

Nuevas medidas de los niveles de yodo en la estratosfera de la Tierra pueden ayudar a explicar por qué parte de la capa de ozono de nuestro planeta no se está recuperando tan rápido como se esperaba, a pesar de los esfuerzos de los últimos años en la reducción de los CFC y otros compuestos que la dañaban. Esta capa nos protege de la radiación ultravioleta que puede causar cáncer de piel y dañar los cultivos.

Los datos del estudio, publicado en la revista PNAS, revelan que los niveles de yodo registrados en la baja estratosfera en latitudes medias (zonas tropicales y templadas) serían responsables de hasta el 32% de la pérdida de ozono mediada por halógenos, superando la contribución relativa del cloro (28%) y casi alcanzando la contribución del bromo (40%).

Los niveles de yodo registrados en la baja estratosfera serían responsables de hasta el 32% de la pérdida de ozono mediada por halógenos
Hasta ahora la mayoría de las investigaciones sobre la química de halógenos (los elementos del grupo 17 de la tabla periódica: flúor, cloro, bromo, yodo, astato y teneso) en esa zona de la atmósfera, situada entre los 10 y 40 kilómetros de altura, se habían centrado en la destrucción de la capa de ozono producida por los compuestos clorados y bromados.

Estas sustancias son los halógenos más abundantes en la atmósfera y además sus tiempos de reactividad son suficientemente largos como para ser transportados a la estratosfera, que es donde participan en la destrucción del ozono. Sin embargo, el nuevo trabajo confirma que los compuestos yodados, a pesar de tener unos tiempos de vida más cortos, también pueden llegar a la atmósfera y afectar a la capa de ozono.

Introducir el yodo en los modelos climáticos

“Los resultados muestran la importancia de considerar la química de yodo tanto en la troposfera (la capa inferior de la atmósfera) como en la estratosfera en los modelos climáticos, ya que la emisión natural de sustancias yodadas a la atmósfera es altamente dependiente de la evolución del clima y se espera que su impacto aumente en el futuro respecto a las fuentes cloradas y bromadas”, destaca el coautor Alfonso Saiz-López, investigador del CSIC en el Instituto de Química Física “Rocasolano”.

El grupo liderado por Saiz-López estudia desde hace más de una década la contribución de las fuentes naturales de halógenos de vida corta, como el yodo, sobre la capacidad oxidativa de la tropósfera y la estratósfera. En esta ocasión, ha colaborado un equipo norteamericano pionero en obtener medidas cuantitativas de los niveles de este elemento en la estratosfera.

Las mediciones del yodo tanto en fase gaseosa como en fase aerosol las han realizado con un avanzado laboratorio instalado en el avión GulfstreamV del National Center for Atmospheric Research (NCAR).

Avión científico Gulfstream-V con el que se han hecho las mediciones de yodo en la estratosfera. / NASA

“Debido a que no es sencillo identificar el límite exacto entre la alta troposfera y la baja estratosfera durante el vuelo, se utilizó la relación existente entre los niveles de vapor de agua (H2O) y ozono (O3), que son muy diferentes entre ambas regiones”, comenta el científico del CSIC Carlos Cuevas, también del Instituto de Química Física “Rocasolano”.

Complejas conexiones físico-químicas

El estudio también sugiere que la pérdida de ozono estratosférico debido a la presencia de yodo ocurre por complejos procesos químicos y físicos. Según los autores, "las emisiones marinas de yodo han aumentado por el incremento del ozono superficial en las últimas décadas. Esta fuente de yodo inducida por el hombre se propaga desde los océanos a la troposfera superior y estratosfera inferior, donde nuestros resultados plantean un posible vínculo entre la calidad del aire superficial, la pérdida de ozono estratosférico y el llamado forzamiento radiativo (diferencia entre la insolación absorbida por la Tierra y la energía irradiada)".
El yodo de los océanos cambia el ozono lo suficiente como para explicar por qué este ozono continúa disminuyendo en la estratosfera baja
“En 2015 ya predecíamos que el yodo emitido por los océanos podía llegar a la estratosfera en cantidades significativas, sugiriendo eficientes reacciones de reciclado heterogéneo del yodo inorgánico sobre cristales de hielo y aerosoles atmosféricos”, explica Saiz-López.

“Las medidas realizadas ahora con el Gulfstream-V –apunta el investigador– confirman que el mecanismo que propusimos (o uno muy equivalente) ocurre en la atmósfera real, aunque su eficiencia, velocidad y distribución espacial no sea completamente conocida todavía. Esto abre un abanico de nuevos estudios a realizar".

"La capa de ozono está comenzando a mostrar signos tempranos de recuperación en la estratosfera superior, pero el ozono en la estratosfera inferior continúa disminuyendo por razones poco claras", insiste otro de los autores, Rainer Volkamer, profesor de la Universidad de Colarado en Boulder (EE UU).

“Antes se pensaba que esa disminución se debía a cambios en la forma en que el aire se mezcla entre la troposfera y la estratosfera, pero nuestras mediciones muestran que también hay una explicación química por el yodo de los océanos. Lo que encuentro emocionante –concluye el profesor– es que el yodo cambia el ozono lo suficiente como para proporcionar una explicación plausible de por qué el ozono en la estratosfera baja continúa disminuyendo".

Fuentes: Agencia Sinc

Análisis de NASA y NOAA Revelan que 2019 Fue el Segundo Año Más Cálido Registrado



Según análisis independientes de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, NOAA, las temperaturas globales de la superficie de la Tierra en el año 2019 fueron las segundas más cálidas desde que el registro moderno comenzó en 1880.

A nivel mundial, las temperaturas de 2019 fueron superadas solo por las de 2016 y continuaron la tendencia al calentamiento del planeta: los últimos cinco años han sido los más cálidos de los últimos 140 años.




El año pasado fue 1,8 grados Fahrenheit (0,98 grados Celsius) más cálido que la temperatura promedio de 1951 a 1980, según los científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA en Nueva York.

"La década que acaba de terminar es claramente la más cálida registrada", dijo el director de GISS, Gavin Schmidt. "Cada década desde la década de 1960 ha sido manifiestamente más calurosa que la anterior".






Desde la década de 1880, la temperatura global promedio de la superficie terrestre ha aumentado y ahora está más de 2 grados Fahrenheit (un poco más de 1 grado Celsius) por encima de la de finales del siglo XIX. Como referencia, la última Edad de Hielo fue aproximadamente 10 grados Fahrenheit más fría que las temperaturas preindustriales. 

Utilizando modelos climáticos y análisis estadísticos de datos de temperatura global, los científicos han concluido que este incremento se debe principalmente al aumento de las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero producidos por las actividades humanas.

“Cruzamos la línea de más de 2 grados Fahrenheit de calentamiento en 2015 y es poco probable que la crucemos de vuelta. Esto muestra que lo que está sucediendo es persistente, no una casualidad debido a algún fenómeno climático: sabemos que la tendencia a largo plazo está siendo impulsada por los niveles crecientes de gases de efecto invernadero en la atmósfera", dijo Schmidt.

Debido a que las ubicaciones de las estaciones meteorológicas y las prácticas de medición cambian con el tiempo, la interpretación de las diferencias de temperatura media global específicas de un año a otro tiene algunas incertidumbres. Teniendo todo esto en cuenta, la NASA estima que el cambio medio global de 2019 tiene una precisión de ±0.1 grados Fahrenheit, con un nivel de certeza del 95%.

El clima meteorológico a menudo afecta las temperaturas regionales, por lo que no todas las regiones de la Tierra experimentaron la misma cantidad de calentamiento. NOAA determinó que la temperatura media anual de 2019 para los 48 Estados Unidos contiguos fue la 34 ° más cálida registrada, lo que le da una clasificación "más cálida que el promedio". La región del Ártico se ha calentado un poco más de tres veces más rápido que el resto del planeta desde 1970.

El aumento de las temperaturas en la atmósfera y el océano está contribuyendo a la continua pérdida de hielo de Groenlandia y la Antártida y al aumento de algunos eventos extremos, como olas de calor, incendios forestales y precipitaciones intensas.

Los análisis de temperatura de la NASA incorporan mediciones de temperatura de superficie procedente de más de 20.000 estaciones meteorológicas, así como observaciones de la temperatura de la superficie del mar tomadas desde barcos y boyas y mediciones de temperatura provenientes de estaciones de investigación antárticas.

Estas mediciones in situ se analizan utilizando un algoritmo que tiene en consideración el espaciamiento variable de las estaciones de temperatura por todo el planeta, así como los efectos de las islas de calor urbanas que podrían sesgar las conclusiones. Estos cálculos producen las desviaciones de la temperatura promedio global al período de referencia de 1951 a 1980.

Los científicos de NOAA utilizaron muchos de los mismos datos de temperatura sin procesar, pero con una interpolación diferente en la región polar y otras regiones de la Tierra con datos escasos. El análisis de NOAA determinó que las temperaturas globales de 2019 estuvieron 1,7 grados Fahrenheit (0,95 grados Celsius) por encima del promedio del siglo XX.


Fuentes: NASA en Español

29 de abril de 2019

Video de la NASA muestra cómo la Amazonia es fertilizada por el desierto del Sahara

Este video es la muestra de como la naturaleza es perfecta y absolutamente todo está interconectado.

Prueba de ello es el nuevo video puestos a disposición por la NASA a principios de este mes en el que podemos ver la inmensa cantidad de polvo del desierto del Sahara, viajando más de 2000 km para llegar a la selva tropical del Amazonas. El vídeo es el resultado de los datos recogidos entre 2007 y 2013 por la compañía en sacar fenómeno conocido por los científicos durante años, pero sólo es posible para ser mostrado al público a partir de ahora.


Se estima que aproximadamente 182,000 toneladas de polvo del Sahara atraviesan el océano Atlántico para llegar a América, siendo que de ese total, cerca de 27,7 millones se precipitan cada año en la cuenca amazónica, siendo el 0,08% correspondiente al fósforo, importante nutriente para las plantas. Esta cantidad de fósforo, según el estudio, es suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales de la selva amazónica perdida con las fuertes lluvias e inundaciones en la región: “Todo el ecosistema de la Amazonía depende de polvo del Sahara para reponer sus reservas de nutrientes perdidos” dijo el investigador principal, el doctor Hongbin Yu.

Compruebe con sus propios ojos este verdadero milagro llamado naturaleza. Este video sirve de alerta para las personas que no respetan el planeta y no comprenden que, de una manera u otra, todos estamos conectados.


Fuentes: Nation

25 de febrero de 2019

La atmósfera de la Tierra se extiende más allá de la luna.

La parte más externa de la atmósfera de la Tierra, llamada geocorona, se extiende hacia afuera casi el doble que la órbita de la luna. Concepto de artista a través de la ESA .

La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés ) dijo el 20 de febrero de 2019 que los datos de hace 20 años del observatorio espacial SOHO han revelado un hecho sorprendente sobre la Tierra. Los datos han demostrado que la parte más exterior de la atmósfera de la Tierra, llamada su geocorona , se extiende más allá de la órbita de la luna.

Se sabía que existía esta geocorona gaseosa, una nube de átomos de hidrógeno, ligeramente luminosa en el ultravioleta lejano a través de la luz solar dispersa. Pero nadie sabía que llegaba tan lejos al espacio. Se extiende casi el doble hasta la órbita de la luna, casi 400,000 millas (630,000 km), o 50 veces el diámetro de la Tierra.

Igor Baliukin, del Instituto de Investigación Espacial de Rusia, dirigió esta investigación. Comentó en una declaración:

La luna vuela por la atmósfera terrestre.


Descubren que la atmósfera de la Tierra llega hasta la Luna... y más allá 
La región más distante de la atmósfera terrestre se extiende más allá de la órbita lunar en forma de nube de átomos de hidrógeno, hasta alcanzar dos veces la distancia a la Luna. Gracias a datos recopilados por el Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO) de la ESA/NASA, un reciente descubrimiento muestra que la capa de gas que envuelve la Tierra tiene un radio de 630.000 kilómetros, 50 veces el diámetro de nuestro planeta.

SOHO significa Observatorio Solar y Heliosférico. La misión se lanzó en 1995 como un proyecto conjunto de la ESA y la NASA, con una vida útil proyectada de dos años. Ahora, 24 años después, la nave aún está en el espacio y aún estudia el sol y el medio ambiente Tierra-Sol. Orbita el punto L-1 en el sistema Tierra-sol.

Uno de los instrumentos de SOHO, llamado SWAN , proporcionó los datos sobre la geocorona de la Tierra. Los sensores de SWAN rastrearon el hidrógeno en la geocorona y detectaron con precisión dónde se reducía a la nada.

Los astronautas del Apolo 16 en la luna adquirieron esta imagen ultravioleta de la Tierra y su envoltura de hidrógeno, o geocorona, en 1972. Imagen a través de la ESA .

La imagen evocadora de arriba es muy interesante e histórica de la geocorona de la Tierra. Viene del primer telescopio en la luna, colocado por los astronautas del Apolo 16 en 1972. La imagen muestra la geocorona que rodea a la Tierra y brilla intensamente en luz ultravioleta. Jean-Loup Bertaux es el ex investigador principal de SWAN, y es coautor del nuevo artículo. Él comentó:

En ese momento, los astronautas en la superficie lunar no sabían que realmente estaban incrustados en las afueras de la geocorona.

Por cierto, los observadores del cielo a veces vemos una corona de aspecto similar alrededor de la luna o el sol. Pero ese es un fenómeno completamente diferente, con el brillo causado por el aire de la Tierra, no por una atmósfera lunar o solar extendida.

El concepto artístico del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) de la ESA / NASA, superpuesto a una imagen real del sol vista por el telescopio de imágenes ultravioleta extrema de SOHO en 1999. Imagen a través de la ESA .

Conclusión: los científicos utilizaron datos del instrumento SWAN en la nave espacial SOHO para aprender que la parte más externa de la atmósfera de la Tierra, llamada geocorona, se extiende casi el doble que la órbita de la luna.

Fuentes: EarthSky, Antena 3

12 de mayo de 2018

Descubren que la atmósfera del exoplaneta WASP-96b está libre de nubes



Un grupo internacional de astrónomos ha descubierto que la atmósfera del exoplaneta WASP-96b está libre de nubes. Este exoplaneta fue observado por primera vez en el año 2013 y está ubicado a casi 1.000 años luz de distancia de la Tierra.

El descubrimiento se realizó utilizando el telescopio VLT en Chile, al estudiar la atmósfera de WASP-96b cuando pasaba frente a su estrella anfitriona. Esto le permitió a los astrónomos determinar la composición atmosférica del exoplaneta.

Al igual que las huellas dactilares, las moléculas y los átomos tienen características espectrales únicas, que pueden ser utilizadas para detectar su presencia en diferentes cuerpos celestes. Los astrónomos descubrieron que el espectro de WASP-96b muestra una huella completa de sodio, la cual solamente puede ser encontrada en atmósferas libres de nubes.

Por varios años los astrónomos han sospechado que los exoplanetas gigantes de gas son ricos en sodio, el séptimo elemento más común en el Universo. Sin embargo, el sodio es un elemento muy difícil de detectar debido a que su señal es tan débil que no puede atravesar una atmósfera con nubes.

La cantidad de sodio detectada en WASP-96b es similar a aquella detectada en varios planetas de nuestro Sistem Solar. En la Tierra, el sodio regula el metabolismo en humanos y animales, es un componente abundante en nuestros océanos y la corteza de nuestro planeta está compuesta en un 2,6% de sodio.

WASP-96b es un gigante de gas de 1300K, con una masa similar a la de Saturno y 20% más grande que Júpiter. La estrella anfitriona, WASP-96, es similar al Sol y está ubicada a 980 años luz de distancia en la constelación Fénix, entre las estrellas Fomalhaut y Achernar, en el cielo del Hemisferio Sur.

Fuente: http://www.exeter.ac.uk/

25 de enero de 2018

Nueva Misión de la NASA Para Estudiar la Ionosfera



El jueves 25 de Enero de 2018 la NASA pondrá en órbita la misión GOLD. El lanzamiento tendrá lugar desde la Guayana Francesa y volará como un instrumento alojado a bordo de un satélite de comunicaciones comerciales. La ventana de lanzamiento se abrirá a las 22:20 GMT.

La misión GOLD está diseñada para explorar los confines del espacio más cercanos. Capturando imágenes nunca antes vistas de la atmósfera superior de la Tierra, GOLD explora con un detalle sin precedentes nuestro entorno espacial, que es el hogar de astronautas, señales de radio utilizadas para guiar aviones y barcos, así como satélites que proporcionan comunicaciones y sistemas de GPS. Cuanto más sepamos sobre la física fundamental de esta región del espacio, más podremos proteger nuestros activos allí.

Recopilando observaciones de la órbita geoestacionaria sobre el Hemisferio Occidental, GOLD medirá la temperatura y la composición de los gases neutros en la termosfera de la Tierra. Esta parte de la atmósfera se confunde con la ionosfera, que está compuesta de partículas cargadas. Tanto el Sol desde arriba como el clima terrestre desde abajo pueden cambiar los tipos, números y características de las partículas que se encuentran aquí, y GOLD ayudará a rastrear esos cambios.

La ionosfera es una región de partículas cargadas en el espacio cercano a la Tierra que coexiste con los gases neutros en la atmósfera superior, que a veces se forman por eventos climáticos en la atmósfera inferior. Image Credit: GSFC/Duberstein

La actividad en esta región es responsable de una variedad de eventos climáticos espaciales clave. Los científicos de GOLD están particularmente interesados en la causa de burbujas densas e impredecibles de gas cargado que aparecen sobre el ecuador y los trópicos, a veces causando problemas en las comunicaciones. A medida que descubramos la naturaleza misma de la interacción Sol-Tierra en esta región, la misión podría conducir finalmente a formas de mejorar las predicciones de dicho clima espacial y mitigar sus efectos.

La misión GOLD, estará situada en una órbita geoestacionaria sobre el Hemisferio Occidental, y realizará una exploración global de la ionosfera y la atmósfera superior cada media hora, lo que permitirá a los científicos obtener una visión completa de la temperatura y el clima de esa región, lo que nunca han tenido antes.

GOLD trabajará directamente en concierto con otra misión que se lanzará este año: ICON, el Ionospheric Connection Explorer.



GOLD capturará la perspectiva global desde unos 35.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, mientras que ICON capturará una vista más cercana desde dentro de la atmósfera superior, a 563 kilómetros sobre la Tierra. ICON también puede medir directamente las partículas y cómo se mueven. Esta superposición en sus datos hace que sea más fácil identificar qué causó un cierto cambio a la atmósfera superior en un momento dado.

Un objetivo compartido para las misiones es medir sistemáticamente los cambios relacionados con el clima en la atmósfera superior. Por primera vez, podremos ver cómo cambia la atmósfera superior en respuesta a huracanes y tormentas geomagnéticas por igual.

La misión GOLD examinará la respuesta de la atmósfera superior al forzamiento desde el Sol, la magnetosfera y la atmósfera inferior. Image Credit: NASA/GSFC

2017 Fue el Segundo Año Más Caluroso de la Historia



Las temperaturas superficiales globales de la Tierra en 2017 se ubicaron como las segundas más cálidas desde 1880, según un análisis de la NASA.

Continuando con la tendencia de calentamiento a largo plazo del planeta, las temperaturas promedio en 2017 fueron 1.62 grados Fahrenheit (0.90 grados Celsius) más cálidas que el promedio de 1951 a 1980, según los científicos del Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS) de la NASA en Nueva York. Eso es solo superado por las temperaturas globales en 2016.



En un análisis separado e independiente, los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) concluyeron que 2017 fue el tercer año más cálido en su historia. La menor diferencia en las clasificaciones se debe a los diferentes métodos utilizados por las dos agencias para analizar las temperaturas globales, aunque a largo plazo los registros de las agencias siguen estando firmemente de acuerdo. Ambos análisis muestran que los cinco años más cálidos registrados han tenido lugar desde 2010.

Debido a que las ubicaciones de las estaciones meteorológicas y las prácticas de medición cambian con el tiempo, existen incertidumbres en la interpretación de las diferencias de temperatura medias globales anuales entre un año y otro. Tomando esto en cuenta, la NASA estima que el cambio medio global de 2017 es preciso dentro de 0.1 grados Fahrenheit, con un nivel de certeza del 95 por ciento.

10 de diciembre de 2017

WASP-18b Tiene una Estratosfera Sofocante sin Agua



Un equipo de científicos dirigido por la NASA ha descubierto pruebas de que el planeta de gran tamaño WASP-18b está envuelto en una estratosfera sofocante cargada de monóxido de carbono y desprovista de agua. Los hallazgos provienen de un nuevo análisis de observaciones realizadas por los telescopios espaciales Hubble y Spitzer.

La formación de una capa de estratosfera en la atmósfera de un planeta se atribuye a moléculas similares a "filtros solares", que absorben la radiación UV y visible que proviene de la estrella y luego la liberan como calor. El nuevo estudio sugiere que el "Júpiter caliente" WASP-18b, un planeta masivo que orbita muy cerca de su estrella anfitriona, tiene una composición inusual, y la formación de este mundo podría haber sido bastante diferente de la de Júpiter y otros gigantes de gas en distintos sistemas planetarios.

"La composición de WASP-18b desafía todas las expectativas", dijo Kyle Sheppard del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y autor principal del artículo publicado en Astrophysical Journal Letters. "No conocemos ningún otro planeta extrasolar donde el monóxido de carbono domine por completo la atmósfera superior".

En la Tierra, el ozono absorbe los rayos UV en la estratosfera, protegiendo a nuestro mundo de gran parte de la radiación dañina del Sol. Para el puñado de exoplanetas con estratosferas, se cree que el absorbente es una molécula como el óxido de titanio, un pariente cercano del dióxido de titanio, que se usa en la Tierra como pigmento de pintura e ingrediente de protección solar.

Los investigadores analizaron los datos recopilados para WASP-18b, ubicados a 325 años luz de la Tierra, como parte de una encuesta para encontrar exoplanetas con estratosferas. Este planeta de peso pesado, que tiene una masa de 10 Júpiteres, se ha observado repetidamente, lo que permite a los astrónomos acumular un gran número de datos. Este estudio analizó datos de cinco eclipses registrados por el Hubble y dos de Spitzer.

Desde la luz emitida por la atmósfera del planeta a longitudes de onda infrarrojas, más allá de la región visible, es posible identificar las huellas dactilares espectrales del agua y algunas otras moléculas importantes. El análisis reveló la peculiar huella digital de WASP-18b, que no se parece a ningún exoplaneta examinado hasta ahora. Para determinar qué moléculas tenían más probabilidades de coincidir con él, el equipo llevó a cabo una amplia moderación informática.

Un equipo de científicos ha determinado que WASP-18b, un Júpiter caliente situado a 325 años luz de la Tierra, posee una estratosfera cargada de monóxido de carbono, pero carece de señales de agua. Image Credit: NASA/GSFC

"La única explicación coherente para los datos es una superabundancia de monóxido de carbono y muy poco vapor de agua en la atmósfera de WASP-18b, además de la presencia de una estratosfera", dijo Nikku Madhusudhan, coautor del estudio en la Universidad de Cambridge. "Esta rara combinación de factores abre una nueva ventana en nuestra comprensión de los procesos fisicoquímicos en atmósferas exoplanetarias".

Los hallazgos indican que WASP-18b tiene monóxido de carbono caliente en la estratosfera y monóxido de carbono más frío en la capa de la atmósfera a continuación, llamada troposfera. El equipo determinó esto mediante la detección de dos tipos de firmas de monóxido de carbono, una firma de absorción a una longitud de onda de aproximadamente 1,6 micrómetros y una firma de emisión de aproximadamente 4,5 micrómetros. Esta es la primera vez que los investigadores han detectado ambos tipos de firmas para un solo tipo de molécula en la atmósfera de un exoplaneta.

En teoría, otro posible ajuste para las observaciones es el dióxido de carbono, que tiene una huella similar. Los investigadores descartaron esto porque si hubiera suficiente oxígeno disponible para formar dióxido de carbono, la atmósfera también debería tener algo de vapor de agua.

Para producir las huellas dactilares espectrales vistas por el equipo, la atmósfera superior de WASP-18b debería cargarse con monóxido de carbono. En comparación con otros Júpiteres calientes, la atmósfera de este planeta probablemente contendría 300 veces más "metales", o elementos más pesados que el hidrógeno y el helio. Esta metalicidad extremadamente alta indicaría que WASP-18b podría haber acumulado una mayor cantidad de hielos sólidos durante su formación que Júpiter, lo que sugiere que puede no haberse formado como lo hicieron otros Júpiteres calientes.

"El esperado lanzamiento del Telescopio Espacial James Webb y otros futuros observatorios espaciales nos darán la oportunidad de seguir con instrumentos aún más poderosos y de continuar explorando la increíble variedad de exoplanetas que existen", dijo Avi Mandell, científico exoplanetario en el centro Goddard de la NASA y segundo autor del artículo.

28 de octubre de 2017

Guayaquil: Niveles altos de rayos ultravioleta pronostica el Inamhi para este fin de semana



Aprovechar las sombras, hidratarse e utilizar protector solar son algunas de las recomendaciones ante la exposición solar. Álex Vanegas

Guayaquil se caracteriza por su sol radiante cada mañana y a lo largo de la tarde, pero estos últimos días la exposición solar ha sido intensa. Esto se verá el fin de semana, aseguró Tatiana Merino, técnica Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) de la urbe.

"Para las siguientes 72 horas hemos pronosticado estabilidad atmosférica y también pedimos a la ciudadanía se mantenga alerta ya que vamos a tener un ciclo parcial nublado", indica y agrega que habrá una gama de alta y muy alta de rayos ultravioleta durante el fin de semana.

En la ciudad, los días 13 y 24 de octubre fueron los que tuvieron mayor pico en la temperatura, de 33,9 y 34,2, respectivamente. Los demás días del mes se han registrado entre 31 y 32 grados. Vea aquí la radiación a tiempo real.


Radiación extrema se siente también en calle de Guayaquil, por lo que se recomienda no salir a exponerse al sol.



¿Por qué ocurre?

Se debe a la escasa cobertura nubosa que se ha presentado, lo cual permite el ingreso directo de la radiación solar a la superficie, provocando el calentamiento e incremento de la temperatura ambiente, cuenta Merino.

Señala que aunque hay poca nubosidad, existe una estabilidad atmosférica generada por vientos provenientes del suroeste. Sin embargo, aconseja a la ciudadanía protegerse. 


Sugerencias: 
- Aprovechar las sombras e hidratarse.
- Utilizar protector solar con factor de protección mayor a 50. Repetir la aplicación cada dos horas.
- Usar ropa holgada y de tejido tupido que cubra la mayor superficie del cuerpo.
- Evitar las camas bronceadoras.
- Proteger a los niños de la exposición de rayos solares. Los bebés siempre deben estar bajo sombra.
- Utilizar gafas de sol con protección para los rayos ultravioletas.

Cuide sus flores o cultivos
Aunque la radiación solar más alta se registra en la región Sierra de un rango de 11 a 17 puntos, el centro-sur del litoral también es afectado. Esto no solo perjudica a los humanos y animales, también a los flores o cultivos.

Tatiana Merino indica que cada 1.000 metros de altura se incrementa del 10 al 12% la afectación, y en cierta parte perjudica a las plantaciones, que a su juicio, como consecuencia provocaría baja productividad.

Para Vicente Gaibor Linch, director ejecutivo del Jardín Botánico, la incidencia del sol afecta a todo organismo vivo y puntualmente en el caso de las orquídeas también les afecta porque altera su metabolismo. "Si la planta está a la intemperie, la radiación ultravioleta quema la hoja", señala.

Cuenta que lo mismo ocurre con los cultivos. A la par, Gaibor recomienda tapar o alejar las flores o plantas de la exposición del sol y regarlas más seguido.

Fuentes: El Universo