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11 de noviembre de 2013

La nave tripulada Soyuz TMA-09M regresa a la Tierra con la antorcha olímpica


- La nave con la llama de Sochi 2014 ha aterrizado en las estepas de Kazajistán
- La antorcha ha estado cinco días en la EEI y ha salido en una camitata espacial
- Esta antorcha está realizando el relevo olímpico más largo de la historia


La nave Soyuz TMA-09M, con tres tripulantes a bordo y la antorcha de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi'2014, regresó con éxito a la Tierra, informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales, (CCVE) de Rusia.

El módulo de descenso de la Soyuz, que trajo del regreso al planeta al ruso Fiodor Yurchijin, a la estadounidense Karen Nyberg y y al italiano Luca Parmitano, aterrizó en las estepas de Kazajistán.

Los tripulantes de la Soyuz cumplieron una misión de casi cinco meses en la Estación Espacial Internacional (EEI).

Nada más ser evacuado de la cápsula, Yurchijin entregó la antorcha a representantes de comité organizador de los Juegos Olímpicos de Sochi.




El periplo espacial de la antorcha olímpica que encenderá el pebetero de Sochi comenzó el pasado jueves, cuando los tripulantes de la nave Sozuyz TMA-11, el ruso Mijaíl Tiurin, el estadounidense Rick Mastracchio y el japonés Koichi Wakata, la llevaron a la EEI.

El pasado sábado los cosmonauta rusos Oleg Kótov y Serguéi Riazanski efectuaron una caminata espacial en el curso de la cual realizaron un relevo olímpico simbólico con la antorcha, que durante los cinco días que permaneció en el espacio no fue encendida en ningún momento por razones de seguridad.

El jefe del programa ruso de vuelos espaciales pilotados, Alexéi Krasnov, declaró hoy que los deportistas rusos que más destaquen en los Juegos de Invierno de Sochi serán invitados al cosmódromo de Baikonur para presenciar el lanzamiento de una nave tripulada.




El relevo olímpico en tierra será más largo de su historia, ya que en total la antorcha recorrerá más de 65.000 kilómetros a manos de 14.000 relevistas a través de 130 ciudades de las 83 entidades federadas que componen la Federación Rusa.

La antorcha de Sochi inició su singladura el pasado 6 de octubre en la Plaza Roja, donde fue encendida por el presidente Vladímir Putin, y, entre otros lugares, se sumergirá en Siberia en el lago más profundo del planeta, el Baikal.

El 20 de octubre alcanzó el Polo Norte tras surcar las aguas del Océano Glacial Ártico a bordo del rompehielos atómico más grande del mundo.


Fuentes : Rtve

22 de agosto de 2013

Salida extravehicular de récord en la ISS

Ingeniero de Vuelo Alexander Misurkin participa en una caminata espacial para continuar equipando la Estación Espacial Internacional el 16 de agosto Él y el ingeniero de vuelo Fyodor Yurchikhin están llevando a cabo otra caminata espacial en agosto 22. Image Crédito NASA

Dos cosmonautas rusos, Fyodor Yurchikhin y Alexander Misurkin, llevaron a cabo el 16 de agosto una salida extravehicular, en el exterior de la estación espacial internacional, que rompió el récord ruso de este tipo de actividades, con más de 7 horas. Utilizando el módulo Pirs como esclusa, ambos iniciaron la EVA a las 10:36, hora de Florida. Su objetivo sería continuar preparando la llegada del próximo módulo Nauka. Para empezar colocaron en posición una grúa Strela, en el módulo Poisk, que utilizaron para desplazar a Yurchikhin hasta una zona particular del módulo Zarya. El cosmonauta instaló allí una serie de cables y un conector. Mientras, su compañero Misurkin instaló un panel de experimentos llamado Vinoslivost, equipado con varios materiales que quedarán expuestos al ambiente espacial. Misurkin colocó también varios conectores y elementos estructurales en el módulo Poisk. Después, se reunió con Yurchikhin para instalar un cable de red Ethernet en el Zarya, que será conectado al Nauka cuando llegue en sustitución del actual Pirs. 


(Foto: NASA TV)

Los dos cosmonautas, tras guardar la grúa Strela, regresaron finalmente al interior de la estación a las 18:05, hora de Florida, rompiendo el récord de duración de una EVA rusa. La duración estimada inicialmente eran 6 horas y media, pero el trabajo se prolongó unos minutos más, hasta 7 horas y 29 minutos (el anterior récord estaba situado en las 7 horas y 16 minutos, de 1990).

Durante su estancia en el exterior, sus compañeros Pavel Vinogradov y Chris Cassidy permanecieron dentro de la cápsula Soyuz TMA-08M, mientras que Karen Nyberg y Luca Parmitano se quedaron en el segmento estadounidense.

La EVA recién terminada es la número 172 de la historia dedicada al mantenimiento y ensamblaje de la estación internacional, la séptima de Yurchikhin y la segunda de Misurkin. Ambos regresarán al exterior el 22 de agosto para reemplazar un experimento de comunicaciones con una plataforma en la que en futuro se instalará un pequeño telescopio óptico.











Fuentes : nasa.gov

18 de agosto de 2013

Los empujones de la nave Albert Einstein a la Estación Espacial Internacional

Impresión artística de un ATV durante una maniobra de aumento de altura de la órbita de la EEI.ESA
 
- La EEI pierde cada mes unos 10 kilómetros de altura que hay que recuperar
- Puede usar sus propios motores o los de las naves visitantes para ello
- También se puede jugar con la orientación de los paneles solares para minimizar la pérdida de altura

 
Aunque su misión principal es la de llevar suministros a la Estación Espacial Internacional las naves de carga automatizadas de la Agencia Espacial Europea también se usan para subir la órbita de esta.

Estas maniobras se llevan a cabo periódicamente y son necesarias porque aún a la altitud de unos 350 a 400 kilómetros a la que orbita la Estación, el rozamiento con las pocas moléculas de la atmósfera que hay allí arriba la frenan un poco cada día, haciéndola bajar poco a poco.

Aunque depende de la altura a la que esté en cada momento, este frenado hace que cada mes la órbita de la Estación pierda unos 3 kilómetros de altitud, pérdida que es mayor en las épocas de mayor actividad solar, ya que esto hace que haya más moléculas a más altura.

De no ser contrarrestados los efectos de este rozamiento la Estación -o cualquier otra nave o satélite que esté en órbita baja, incluido el telescopio espacial Hubble- acabaría quemándose en la atmósfera, así que cada cierto tiempo, ya sea usando sus propios motores o los de alguna nave atracada en ella, la Estación acelera un poco para así hacer subir su órbita.

Al ir un poco más rápido es capaz de oponer más resistencia a la fuerza de la gravedad que tira de ella hacia la Tierra de forma que la órbita sube unos kilómetros con cada empujón.

Es un poco el efecto que sentimos al tomar una curva: cuanto más rápido vayamos más tenderemos a irnos hacia fuera, sólo que en el caso de la EEI el efecto es aumentar la altura de su órbita.

Así, los 1,45 metros por segundo de aumento de velocidad que proporcionó el ATV-4 Albert Einstein a la Estación Espacial Internacional el pasado 10 de julio, apenas 5,22 kilómetros por hora frente a los aproximadamente 28.000 kilómetros por hora a los que se mueve, sirvieron para subir su órbita en unos dos kilómetros.

Eso sí, si el Albert Einstein tuviera el suficiente combustible y sus motores pudieran ser mantenidos en marcha el tiempo suficiente la Estación acabaría escapándose de la órbita terrestre.

Esta era la segunda ocasión en la que el Albert Einstein le daba un empujón a la EEI; la primera fue el 19 de junio, y hay otras más previstas para el 31 de agosto, el 13 de septiembre, el 2 de octubre y una última para el 25 octubre antes de que el ATV-4 deje la EEI.

Todas estas fechas tienen programada una fecha de reserva por si hubiera algún problema, por lo general un par de días más tarde de la fecha programada originalmente.

Lo que puede suceder en cualquier momento es que haya que usar los motores del Albert Einstein para apartar la Estación de algún resto de basura espacial, aunque lógicamente esas maniobras no están programadas de antemano. 


Modo planeador nocturno

Otra cosa que se hace para mantener la altura de la órbita de la Estación es usar lo que se denomina 'modo planeador nocturno' durante el cual lo que se hace es poner los paneles solares de la Estación planos respecto al sentido de la marcha, como si fueran las alas de un avión, cuando esta se encuentra en la sombra de la Tierra.

Esto reduce el arrastre que provocan en aproximadamente un 30 por ciento, y en cuanto la Estación vuelve a salir al Sol los paneles se vuelven a orientar hacia este para seguir generando electricidad.

A veces en lugar de mantener los paneles, que son capaces de rotar sobre su eje, orientados directamente hacia el Sol, lo que se hace es dejarlos planos respecto al sentido de la marcha aún cuando la Estación está al Sol, lo que reduce su capacidad de generar electricidad a cambio de generar menos arrastre.

E incluso en ciertas ocasiones lo que se hace es programar el movimiento de los paneles para que generen el mayor arrastre posible, de tal forma que la órbita de la Estación baja más rápidamente, lo que permite ahorrar combustible a los vehículos que se lanzan hacia ella.

En total se estima que jugar con la orientación de los paneles solares permite ahorrar unos 1.000 kilos de combustible al año, lo que con lo caro que resulta colocar cualquier cosa en órbita es muy de agradecer.





Fuentes : Rtve.es

4 de agosto de 2013

Japón ultima el lanzamiento de otro carguero espacial rumbo a la EEI

El primer H-II aproximándose a la Estación Espacial InternacionalNASA

-Es el cuarto carguero de este tipo en ser lanzado
-Navega de forma autónoma hasta la Estación
-Al final de su misión se destruye en la atmósfera cargado de materiales innecesarios

Una nueva nave de carga está lista para su lanzamiento hacia la Estación Espacial Internacional, en este caso un vehículo de transferencia H-II, o HTV, de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial.

El lanzamiento, desde el Centro Espacial de Tanegashima, está previsto para las 21:48, hora de España, del sábado 3 de agosto de 2013, y su llegada a la Estación se producirá el 9 de agosto. 



Dos compartimentos de carga 
Con unas medidas de 10 metros de largo, un diámetro de 4,4, y una capacidad de carga máxima de 6 toneladas, el H-II es el equivalente japonés al ATV de la Agencia Espacial Europea, a las Progress rusas, o a las Dragon de SpaceX, aunque estas últimas tienen aproximadamente la mitad de la capacidad de carga a cambio de poder volver a tierra al final de la misión.

El módulo no presurizado del Kounotori 4 JAXA


La diferencia principal con los ATV o las Progress es que el H-II no es capaz de atracar automáticamente en la EEI, por lo que se aproxima a esta hasta que el brazo robot lo puede capturar y terminar la maniobra.

Está compuesto por cuatro módulos, dos de ellos de carga, otro de propulsión, y otro de aviónica, en el que van los sistemas de control de la nave.

En su configuración habitual uno de los compartimentos de carga es presurizado y otro no, aunque se podrían lanzar un H-II con dos compartimentos presurizados. El compartimento presurizado es aquel al que los astronautas pueden entrar en mangas de camisa una vez acoplado el H-II a la Estación Espacial Internacional, mientras que al módulo no presurizado, por su parte, se accede usando el brazo robot de la Estación.
 

El conjunto de experimentos Houston 4 JAXA



Una carga variada 

Este cuarto H-II, que recibirá el nombre Kounotori 4 en cuanto sea lanzado, llevará en total 5.400 kilogramos de carga, 3.900 en el compartimento presurizado y 1.900 en el no presurizado.

Los 3.900 kilos incluyen 582 kilos de suministros para la tripulación y ordenadores, 676 kilos de equipos para los sistemas de la Estación, 71 kilos para paseos espaciales, y 571 kilos de comida e ítems personales para la tripulación, incluyendo 480 kilos de agua de reserva por si en un momento dado se produjera una fuga en los sistemas de tratamiento de agua o de generación de oxígeno de a bordo.

Lleva también nuevos materiales para la Robotic Refueling Mission de la NASA, equipos y experimentos para el laboratorio Kibo, y cuatro Cubesats o satélites en miniatura.


El Cubesat Pico Dragon









La carga del compartimento no presurizado incluye los módulos del experimento Houston-4 del Space Test Program de la NASA, que sirve para exponer a las condiciones del espacio equipos que se están estudiando para ser usados en el espacio, y dos unidades de repuesto para el sistema eléctrico de la Estación, una Main Bus Switching Unit y una Utility Transfer Assembly.

La primera es una de las que se encarga de distribuir electricidad a los distintos subsistemas de la Estación. En condiciones normales hay cuatro unidades de estas instaladas y en funcionamiento en el segmento S0 de la Estación, y aunque la Estación puede funcionar con menos, son un componente muy importante.

Por ello los responsables de la Estación han decidido enviar un segundo repuesto, ya que uno de los que había a bordo tuvo que ser utilizado en septiembre de 2012 para sustituir una MSBU que había fallado

La Utility Transfer Assembly, por su parte, es la que se encarga de conectar tanto el sistema eléctrico como el de datos de los paneles solares con el resto de la Estación, por lo que es también muy importante, así que también han decidido enviar un segundo repuesto.



Mini satélites 

Los Cubesats, similares a los ya lanzados en octubre de 2012, y que serán lanzados dentro de unos meses utilizando también el dispensador del laboratorio Kibo, son el TechEdSat-3, el Pico Dragon, y los ArduSat-1 y ArduSat-X.


Sensor de radiación de los ArduSat









El TechEdSat-3 es el grandote del grupo, pues es un Cubesat de 3 unidades, con lo que mide 30x10 centímetros, y será usado fundamentalmente para probar una especie de freno desplegable que en el futuro se podría usar para sacar satélites de su órbita una vez terminada su misión.

El Pico Dragon es un Cubesat de una unidad, un cubo de 10 centímetros de lado, que servirá para probar los sistemas desarrollados por el Centro Nacional de Satélites de Vietnam para este tipo de satélites. Hará también fotos en alta resolución de la Tierra que serán enviadas a varias estaciones receptoras como prueba de sus sistemas de comunicaciones.

Finalmente, tanto el ArduSat-1 como el ArduSat-X, construidos mediante crowdfunding por la empresa estadounidense NanoSatisfy, servirán para probar la plataforma ArduSat, que basada en procesadores Arduino y un conjunto de sensores busca dar acceso al público al espacio.

Entre otras cosas se usarán para realizar proyectos como la creación de un mapa 3D del campo magnético de la Tierra, la medición de los cambios de temperatura en el espacio, el estudio de la reflexión de los rayos de luz en la superficie terrestre, o la medición de la radiación en el espacio.

Para esto último los dos minisatélites montan un sensor de radiaciones desarrollado por la empresa española Libelium, que tiene un tamaño de 4x3 centímetros y un peso total de 40 gramos.

La idea, además, es que una vez comprobada la viabilidad de la plataforma, se puedan montar y lanzar más ArduSats en el futuro.



Fuentes : Rtve.es 

26 de julio de 2013

Paseos espaciales - Space Euronews


En mayo de este año una fuga de amoniaco hizo saltar las alarmas en la Estacion Espacial Internacional (EEI). La avería no se podía reparar dentro de la nave, así que había que salir fuera. En 1965 el astronauta soviético Alexey Leonov se convirtió en el primer hombre que caminó por el espacio.

“Si navegas con un barco mar adentro más vale que sepas nadar. Pero si la nave está en el espacio y se están construyendo estaciones espaciales – y eso es lo que teníamos previsto -, entonces hay que saber flotar en el espacio y no solamente eso, también hay que estar preparado para trabajar montando y desmontando piezas”.

Hoy la llamada actividad extravehicular (EVA) forma parte de las tareas cotidianas de los astronautas que están en el espacio. La mayoría de las expediciones de la EEI incluyen caminatas espaciales de unas 5 o 6 horas de duración. 




Los trajes son muy parecidos a los que se utilizan en el espacio cuando los astronautas están fuera de la nave. Con ellos pueden respirar, moverse y mantener la temperatura corporal en situaciones extremas. Es el resultado de 50 años de progreso tecnológico. La primera caminata espacial de Alexey Leonov casi termina en tragedia. La esclusa de aire de la nave de Leonov era un tubo de tela con las medidas justas para poder moverse. Y el tubo tenía que haber sido compacto para que pudiera ser compatible con el cohete que había en ese momento.

Tras unos minutos en el espacio, el astronauta comprobó que su traje se había hinchado y no podría moverse. En esas condiciones era imposible entrar en la nave, así que decidió abrir una de las válvulas de su traje para bajar la presión y poder volver.



Fuentes : Space Euronews

13 de julio de 2013

Una astronauta muestra cómo lavarse el pelo en el espacio

abc.es Karen Nyberg lavándose el pelo en pleno espacio 

"La estadounidense Karen Nyberg, ingeniera de la estación espacial, muestra en un vídeo, paso a paso, la forma de mantener su cabello limpio sin gravedad"

Las tareas más importantes a las que tiene que enfrentarse en el espacio la astronauta Karen Nyberg, ingeniera mecánica a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), no tienen nada que ver con lo que viene a continuación, pero hasta lo más prosaico está repleto de dificultades cuando uno tiene que vivir sin gravedad.

Después de que varios de sus seguidores en Twitter le preguntaran cómo se las arregla para mantener limpia su larga melena rubia, la astronauta de la NASA colgó en su cuenta de la red social un vídeo explicativo de cómo lavarse el pelo en el espacio. 


 abc.es Karen Nyberg lavándose el pelo en pleno espacio 

Karen utiliza una bolsa de agua caliente, un champú nutritivo, una toalla y un peine. En el vídeo se puede observar cómo empieza por echarse agua en el cuero cabelludo mientras algunas gotas se escapan por la falta de gravedad.

En el paso siguiente se echa champú sin aclarado y lo esparce con un peine hasta las puntas de su largo pelo rubio. Sus accesorios están todos pegados a la pared.

Añade que el agua que se malgasta, como las gotas que salen volando por la falta de gravedad, «serán recolectadas por nuestro sistema de aire acondicionado que las condensará y no pasará mucho tiempo hasta que el sistema de procesador de agua lo convierta en agua potable».

El vídeo recuerda a las magníficas explicaciones de Chris Hadfield, el astronauta canadiense que se hizo famoso por mostrar la vida en la estación espacial.




Caminata espacial

Otros dos astronautas abandonaron la estación espacial el pasado martes para hacer un poco de mantenimiento, el cual incluía la instalación de un cable necesario para un nuevo laboratorio ruso que será creado este año.

Los veteranos de la NASA, el astronauta Christopher Cassidy y Luca Parmitano, el primer italiano en ir al espacio, dejaron la estación poco después de las 8 am cuando navegaban aproximadamente 418 kilómetros sobre el Mar de Omán.



Fuentes: ABC.es

25 de junio de 2013

Bacterias mutantes atacan la estación espacial internacional

Foto ISS

Capaces de sobrevivir incluso a la radiación, corroen los equipos y pueden suponer un riesgo tanto para su estructura como para la integridad física de sus ocupantes

Para ellas, ni siquiera las durísimas condiciones del espacio exterior son un obstáculo insalvable. De hecho, sobreviven incluso a las gélidas temperaturas que hay más allá de la atmósfera terrestre. Y lo hacen sin agua, sin nutrientes y sin nada que las proteja de la intensa y letal radiación del Sol y las estrellas. Las bacterias llevan viviendo dentro y fuera de la Estación Espacial Internacional desde que ésta empezara a ensamblarese, a finales de 1998. Y ahora se están convirtiendo en un problema serio, tanto para su estructura como para la integridad física de sus ocupantes.

Dio la voz de alarma hace ya un año Anatoly Grigoryev, vicepresidente de la Academia rusa de Ciencias, durante una conferencia científica celebrada en Moscú. Y no es para tomarlo a broma. Setenta y seis clases de microorganismos diferentes han sido identificados hasta el momento a bordo de la plataforma orbital. Muchos de ellos resultan inofensivos, pero algunos han demostrado ser perfectamente capaces de causar graves daños.

En palabras del propio Grigoryev, recogidas entonces por la agencia Interfax, “Ya tuvimos esta clase de problemas en la vieja estación espacial MIR, y ahora los tenemos en la ISS. Las bacterias están atacando la estación. Estos organismos corroen los metales y los polímeros y pueden causar fallos en los equipos”. Con el agravante, además, de que se trata de bacterias mutantes, es decir, que han cambiado para adaptarse a unas condiciones muy diferentes de las que estaban acostumbradas. Y nadie sabe hasta dónde pueden llegar estas mutaciones. Para Grigoryev, también la tripulación corre peligro: “La multiplicación incontrolada de estas bacterias -sostiene el científico- puede causar enfermedades infecciosas entre los miembros de la tripulación”.


EFE
Interior de la estación espacial internacional






La cámara del Apolo XII

Por supuesto, los responsables de las misiones de abastecimiento a la ISS han intentado por todos los medios que ninguna bacteria se colara en los cargueros espaciales. Pero no han tenido éxito. La historia se repite desde los mismísimos albores de la era espacial. El 20 de abril de 1967, por ejemplo, cuando el vehículo no tripulado Surveyor 3 aterrizó en la Luna llevaba a bordo, entre otros objetos, una cámara de TV. Dos años y medio después, el 20 de noviembre de 1969, los astronautas Pete Conrad y Alan Bean, del Apolo XII, recuperaron esa cámara y la trajeron de vuelta a la Tierra. Cuando los especialistas de la NASA la examinaron, se sorprendieron al encontrar en su interior especímenes de Streptococus mitis vivos. La NASA determinó que esas bacterias ya estaban dentro de la cámara cuando los astronautas la recuperaron. Es decir, que llevaban allí incluso desde antes del lanzamiento del propio Surveyor 3. A pesar de ello, lograron sobrevivir sin excesivos problemas durante 31 meses en el vacío desolador de la superficie lunar.

Otro ejemplo es el de la ya desaparecida estación espacial rusa Mir. En 1990, cuatro años después de su lanzamiento, se encontraron 90 clases de microorganismos diferentes a bordo. En 2001, cuando la Mir fue desmantelada, la cifra había crecido hasta 140. Los informes de los últimos cosmonautas hablaban de lámparas corroidas, agujeros en los paneles de control y filtraciones en los sistemas de abastecimiento de aire y alimentos.

Los expertos de las distintas agencias espaciales saben muy bien que las condiciones de temperatura y esterilidad del interior de la ISS resultan de lo más favorable para el desarrollo de estas bacterias mutantes. Y también saben que hasta ahora han fracasado todos sus esfuerzos por erradicarlas. De nada ha servido, por ejemplo, rociar el interior de los módulos con líquidos antibacterianos. Ni someter a las tripulaciones y a las naves a los más rigurosos controles antes de abandonar la Tierra. El siguiente intento será enviar en una de las próximas misiones de abastecimiento a la ISS una potente lámpara de luz ultravioleta para tratar de mantener a raya a estos incómodos pasajeros.


 Cultivo experimental de bacterias a bordo de la ISS



Sobreviven en el exterior

Diferente cuestión, sin embargo, son las bacterias adheridas a los paneles exteriores de la estación espacial. Diversos experimentos han demostrado que estos microorganismos son capaces de sobrevivir durante largos años en las condiciones más extremas del espacio exterior. Y no está claro en qué radica esta increíble capacidad de supervivencia ni hasta dónde pueden llevar las mutaciones futuras de estos organismos.

El primer ser vivo de la Tierra, hace cerca de 4.000 millones de años, fue una bacteria. Las condiciones de aquel mundo primitivo nada tenían que ver con las actuales, pero a pesar de ello las bacterias sobrevivieron y colonizaron el planeta entero. Durante los 3.000 millones de años siguientes, ellas fueron los únicos habitantes de nuestro mundo. Toda la diversidad de vida que vemos en la actualidad se desarrolló después, pero a pesar de ello seguimos viviendo, en la actualidad, en lo que la Ciencia llama la Era de las Bacterias (Archea). Ellas siguen siendo, en efecto y a pesar de las apariencias, las auténticas dueñas del planeta que creemos controlar.

Está previsto que la Estación Espacial siga funcionando hasta 2020. Habrá que ver si de aquí a entonces los expertos de la NASA han conseguido erradicarlas. De no ser así, podría ser necesario abandonar la estación mucho antes de lo previsto.


Fuentes : ABC.es

17 de junio de 2013

El ATV «Albert Einstein» finalmente se acopla a la estación ISS

EP Foto cedida por la NASA e ve al astronauta Chris Cassidy dentro de la Cúpula de la Estación Espacial Internacional (ISS) 

La operación ha sido completada con éxito, y los ocupantes podrán acceder al contenido de la nave de carga el lunes

Hoy 15 de junio es el día en el que la cuarta nave de carga no tripulada de la ESA, el ATV (siglas que corresponden al Vehículo Automático de Transferencia) Albert Einstein, se ha acoplado de forma automática a la Estación Espacial Internacional (ISS).

El ATV-4 se lanzó el pasado 5 de junio. Según explica la ESA, fue colocado por el cohete Arinane 5 en una órbita muy precisa, a una altitud de 259,5 kilómetros. El ATV lleva a los astronautas experimentos científicos, suministros y combustible.

Hoy ha completado una serie de maniobras como los encendidos de motos que están diseñados para elevar el vehículo a 40 kilómetros detrás de la ISS, a unos 410 kilómetros de altitud. Y tras esto por fin ya se preparó para las maniobras de acoplamiento. 


Los controladores de la misión se encuentran en Tolouse, y han guiado la nave hasta un punto específico virtual que se encuentra a 3,5 kilómetros de la ISS y a 10 metros por debajo. Llegados a este punto, el ATV empezó su maniobra de atraque automático finalizado la acción a las 16:00, hora española, 14 minutos más tarde de lo previsto. 

 
El vehículo espacial Albert Einstein, o mejor conocido como ATV-4, se dirige a una cita con la Estación Espacial Internacional. 
El Vehículo de Transferencia Automatizado instalado encima del cohete Ariane 5 ES pesó cuarenta y cuatro mil libras, por lo que es la carga útil más pesada jamás lanzada desde el ESA. Dentro de su agarre es muy diversa carga de más de 1.400 artículos diferentes que van desde alimentos, repuestos, equipos de la tripulación y los experimentos científicos. 
Después de un breve momento de chequeo en órbita, se espera que el ATV Einstein para acoplarse a la ISS el 15 de junio.


Toda la operación ha sido supervisada por el ISS, el astronauta italiano Luca Parmitano y su homólogo Alexandre Missourkine.

Una vez que las redes eléctricas, informáticas, etc del ATV se conecten correctamente a la ISS, la cerradura se podrá abrir y la atmósfera de la ATV se limpiará y filtrara. El lunes, los ocupantes de la estación podrán acceder para obtener la carga del ATV.

Además de actuar como nave nodriza, el ATV también sirve como remolcador espacial para mejorar la órbita de la estación, que de otro modo acabarían cayendo a la tierra.

El final de la misión está prevista para el 28 de octubre, la nave de carga se llenará de todos los residuos no peligrosos generados a bordo. Se separará de la ISS y atravesará la atmósfera donde está previsto que se queme con todo lo que lleve dentro.


Fuentes : ABC.es

11 de junio de 2013

El astronauta canadiense Chris Hadfield se retira a los 53 años

El astronauta Chris Hadfield en 1995 durante la misión en la Estación Espacial rusa MIR.
El astronauta Chris Hadfield en 1995 durante la misión en la Estación Espacial rusa MIR. NASA

-Regresó en mayo de su última misión espacial
-Ha viajado tres veces al espacio y se ha caracterizado por ser muy didáctico


El astronauta Chris Hadfield, canadiense, de 53 años, ha anunciado su retirada en la Agencia Espacial Canadiense. Hadfield regresó el pasado 14 de mayo a la Tierra después de una misión de cinco meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), en la que destacó por sus vídeos divulgativos y su actividad en las redes sociales.

Hadfield ha viajado tres veces al espacio. La primera fue a la legendaria estación orbital rusa Mir en 1995. También fue responsable de instalar el eficaz brazo robótico de la Estación Espacial en 2001, fabricado por Canadá.



Despedida a Chris Hadfield en la Agencia Espacial Canadiense.CSA

Como jefe de la EEI fue el responsable de mantener la salud y la seguridad de la tripulación, y mantener el módulo orbital productivo y funcionando correctamente. Algunas de estas funciones incluyen la ingeniería, la seguridad del vehículo y de la supervisión de más de cien experimentos científicos. 



Un astronauta muy comunicativo

El ingeniero Chris Hadfield subió multitud de vídeos en los que enseñaba curiosidades de la vida en el espacio: cómo se lavan las manos los astronautas o cómo se hace ejercicio. También fue muy activo y cercano a través de su cuenta en Twitter o participaba en actividades educativas con grupos escolares, entre otros.




Asimismo, se despidió de su última misión con un vídeo en el que cantaba y tocaba con total soltura el tema Space Oddity de David Bowie dentro de la estación.

La agencia espacial canadiense (CSA), quien se ha despedido en masa del astronauta en un acto en su sede, ha comentado en un comunicado del astronauta: "Un hábil comunicador, Hadfield reavivó el interés mundial y la emoción en la última frontera".


  

"Estoy muy orgulloso de haber compartido mi experiencia", explicó el astronauta en un acto celebrado en la sede de la CSA. "Voy a seguir para reforzar la importancia de la exploración del espacio a través de la oratoria y continuaré visitando escuelas", ha concluido.

Aunque no conocemos sus próximas actividades, sí expresó en Twitter que le gustaría acudir a Mallorca tras recuperarse de su estancia de cinco meses con gravedad cero con este mensaje: "La foto de hoy -18 de mayo- es Mallorca. Guau. Recordadme que vaya allí cuando esté totalmente recuperado".



Fuentes : RTVE.ES/EUROPA PRESS/EURONEWS

7 de junio de 2013

Entrelazamiento cuántico en la Estación Espacial Internacional

 La Estación Espacial Internacional. (Foto: NASA)

 La Estación Espacial Internacional (ISS) se podría usar para un importante experimento de entrelazamiento cuántico, un extraño fenómeno de la física cuántica que fue calificado por Albert Einstein como una "acción fantasmal a distancia". Hasta ahora, los experimentos que examinan este aspecto peculiar de la física se han limitado a distancias relativamente pequeñas en la Tierra.

En un nuevo estudio, unos investigadores han propuesto la utilización de la Estación Espacial Internacional para poner a prueba los límites de esta "acción fantasmal" y, potencialmente, ayudar a desarrollar la primera red global de comunicación cuántica.

Sus planes incluyen lo que se conoce como Experimento Bell, para poner a prueba la contradicción teórica entre las predicciones de la mecánica cuántica y las de la física clásica, y un experimento de distribución de claves cuánticas que utilizará a la ISS como repetidor para enviar una clave de codificación secreta a través de distancias mucho más grandes que las que ya se han logrado con fibra óptica en la Tierra.


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El módulo Cupola, en la imagen izquierda, posee una ventana, en la imagen central, con la orientación adecuada. El receptor óptico se podría instalar en el dispositivo mostrado en la imagen derecha. (Imágenes izquierda y central: NASA/JPL-Caltech. Imagen derecha: ESA/Cosine)

Los cálculos del equipo de Rupert Ursin, de la Academia de Ciencias de Austria, muestran que los principales objetivos experimentales podrían alcanzarse con sólo unos pocos pases de la ISS sobre la estación de tierra, teniendo cada experimento una duración de menos de 70 segundos por cada sobrevuelo.

El único equipamiento necesario a bordo de la ISS sería un módulo de detección de fotones, que podría ser enviado a la ISS y conectado a instrumental ya existente.

Para el experimento Bell, se genera en la superficie terrestre un par de fotones entrelazados cuánticamente. Uno de estos fotones se envía desde la base de tierra a la ISS, mientras que el otro se puede medir de manera local en la superficie terrestre para su posterior comparación.
 

El pase orbital de la ISS a través de una estación de tierra óptico podría ser utilizado para la comunicación cuántica desde el interior del Módulo de Cúpula, siempre y cuando la OGS no es más de 36 ° de la dirección nadir.

Los fotones entrelazados cuánticamente tienen una íntima conexión entre sí, incluso cuando se les separa a grandes distancias. Esta conexión desafía las leyes de la física clásica. Una medición en uno de los fotones entrelazados del par determinará el resultado de la misma medición en el segundo fotón, sin importar lo alejados que estén.

Según la física cuántica, el entrelazamiento es independiente de la distancia. En el experimento, se pondrá a prueba esta afirmación con una distancia muy grande.

Los experimentos como éste también permitirán poner a prueba los potenciales efectos que la gravedad pueda tener sobre el entrelazamiento cuántico.



Fuentes : iopscience

La nave ATV-4, lista para un nuevo lanzamiento de suministros a la Estación Espacial Internacional


Un técnico de la Agencia Espacial Europea durante el proceso de carga del ATV-4.ESA

-El Albert Einstein llevará 6,6 toneladas de carga
-Terminará su misión desintegrado en la atmósfera, con materiales innecesarios en la EII
-Es el penúltimo que está previsto lanzar


Todo está preparado en el Puerto Espacial Europeo de Kourou para el lanzamiento del cuarto Vehículo de Transferencia Automatizado de la Agencia Espacial Europea rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), previsto para esta noche a las 23:52, hora de España.

Los ATV son la aportación europea a la flotilla de vehículos de carga que se encargan de llevar suministros periódicamente a la EII, algo fundamental de cara a mantenerla permanentemente tripulada como lo ha estado desde desde noviembre de 2000.


ESA
El Albert Einstein y el Ariane que lo lanzará en la plataforma de lanzamiento
La nave ATV-4, lista para un nuevo lanzamiento de suministros a la EEI







El ATV-4, bautizado como Albert Einstein, despegará a bordo de un Ariane 5 ES, que con una masa de 20.235 kilos al despegue se convertirá en la nave espacial más pesada jamás lanzada por la ESA.

El Albert Einstein, por su parte, será el ATV que más carga seca lleve de los cuatro lanzados hasta ahora, aunque el récord absoluto de peso lo tiene el ATV-2 Johannes Kepler, que llevaba menos carga en su compartimento interno pero más en forma de combustible, agua y oxígeno.


Suministros variados
 

Así, el ATV-4 lleva a bordo 860 kilos de combustible para los motores del segmento ruso de la EII, 564 kilos de agua, también para el segmento ruso, 66 kilos de aire y 33 de oxígeno, y 2.580 kilos de combustible para sus propios motores, que se utilizarán tanto para llevarlo hasta la EII como para llevar a cabo varias maniobras de elevación de la órbita de la Estación.

Estas maniobras hay que hacerlas periódicamente pues de otro modo la fricción de la atmósfera, muy reducida pero aún presente a la altura a la que está la EII, terminaría por hacerla caer a la atmósfera.


ESA
Un último vistazo antes de que se cierre la cofia definitivamente.
La nave ATV-4, lista para un nuevo lanzamiento de suministros a la EEI


Una nota curiosa acerca del diseño de la Estación es que en su momento los Estados Unidos y Rusia no fueron capaces de ponerse de acuerdo en qué tipo de tratamiento desinfectante a la que la someten, de tal forma que el agua destinada para un segmento no es intercambiable con la del otro, aunque a la hora de la verdad los tripulantes puedan beber cualquiera de las dos.

En cuanto a los 2.480 kilos de carga seca que viajan en el compartimento presurizado de carga del Albert Einstein, estos incluyen equipos científicos, repuestos, comida y ropa para los astronautas.

Dentro de la comida, aparte de las raciones estándar que se envían por sistema a la Estación van también aquellos platos y especialidades encargadas especialmente por cada uno de los astronautas para darle un poco más de variedad a su dieta y adaptarla, en la medida de lo posible, a sus gustos.

Como repuestos viajan a bordo una nueva bomba de agua para el módulo Columbus, que con 80 kilos es uno de los elementos más pesados que van a bordo, nuevas máscaras de gas para reponer a las que ya hay a bordo y que van a caducar, o una nueva antena GPS para el módulo japonés Kibo, ya que al ser la EII un proyecto en el que colaboran varios países los lanzamientos de carga también son multinacionales independientemente de quien haya fabricado la nave que lo realice.


ESA
El Albert Einstein a punto de ser cubierto por la cofia que lo protege durante el lanzamiento.
La nave ATV-4, lista para un nuevo lanzamiento de suministros a la EEI




Sin intervención manual


Si todo va según lo previsto, una hora y cuatro minutos después del lanzamiento el Albert Einstein se separará de su lanzador para dar comienzo a diez días de pruebas y ajuste de su órbita que lo llevarán a atracar en la EII el 15 de junio.

Los ATV, igual que las Progress rusas, son las dos únicas naves de carga de las que vuelan a la Estación que son capaces de atracar en esta por sus propios medios, algo en lo que juegan un papel importante unos equipos fabricados por Crisa, una empresa española especializada en equipos electrónicos para satélites y lanzadores.

En este caso se trata de los equipos que procesan y formatean los telecomandos y la telemetría durante la maniobra de aproximación y acople del ATV a la Estación, aunque Luca Parmitano, recién incorporado a la tripulación de la EII, estará supervisando todo el proceso para, en caso de ser necesario, tomar el control manual. 


Planes de futuro

A pesar del éxito de los ATV, que hasta la fecha han llevado a cabo tres misiones impecables, el Albert Einstein es el penúltimo que está previsto lanzar.

La producción terminará con el Georges Lemaître, cuyo lanzamiento está previsto para junio de 2014, aunque la experiencia adquirida con los ATV será utilizada en el diseño y construcción del módulo de servicio del MPCV, la próxima nave tripulada de la NASA.


Fuentes : 

 J. PEDREIRA 'WICHO'J. PEDREIRA 'WICHO' - RTVE.es

28 de mayo de 2013

Vivir en el espacio - Space Euronews

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Luca Parmítano, Esa Astronaut
La puerta de entrada al espacio para los futuros astronautas está en Colonia, Alemania. Este es el Centro Europeo de Astronautas (EAC) y todos los que después trabajan en la Estación Espacial Internacional (EEI) se entrenan aquí, como Luca Parmitano, que pasará este año seis meses en espacio. Una de sus principales tareas será supervisar el acoplamiento de la nave reabastecimiento a la estación espacial.

“Estoy preparado para ser el operador prinicipal y cuando la nave de abastecimiento llege a la estación lo que tengo que hacer es monitorizar la distancia, asegurándo que mis medidas y las del ordenador sean las mismas. También comprobaré la velocidad del movimiento, que no sea ni demasiado rápida y demasiado lenta y si hay algo que sale mal puedo enviar una orden para que se detenga, se retrase o se interrumpa la operación”, explica el astrnauta italiano.


 

La actividad de los astronautas se vigila muy de cerca. Y si hay un europeo en el espacio, siempre hay alguien en Colonia atento a sus movimientos. Los astronautas de la EEI siguen una rutina diaria predefinida de trabajo y descanso, para asegurarse de que no se agotan. El trabajo principal de la tripulación de la estación espacial es la investigación científica, pero también tienen que dedicar mucho tiempo al mantenimiento de la estación y tienen, por ejemplo, que limpiar. Todos los sábados pasan la aspiradora.

Lo miembros de la tripulación de la EEI son como las manos y los ojos de los científicos de la Tierra: completan sus experimentos y ellos mismos forman parte de las pruebas. Se registran sus movimientos y los cambios que sufren para comprobar también cómo los humanos se adaptan a vivir en el espacio. Luca participa en uno de los experiementos que se están realizando ahora en la estación espacial. Incluye pruebas antes, durante y depués de su vuelo.

La idea que se está estudiando en agencias como la ESA y la NASA es que los astronautas viajen más lejos y durante más tiempo. Por eso uno de los temas centrales de los experimentos es entender cómo nuestro cuerpo reacciona en condiciones de gravedad cero, como reaccionan los músculos y los huesos cuando no se le hace trabajar. Otro de los riesgos es la alta radiación que hay en el espacio. La EEI está expuesta al bombardeo contínuo de partículas altamente radiactivas. Este tipo de radiación puede provocar cáncer como leucemia, pero de momento el equipo médico no ha encontrado ningún efecto a largo plazo.




Fuentes : Space Euronews

25 de mayo de 2013

40 años del Skylab

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Se cumple el 40º aniversario del lanzamiento del Skylab, la primera y única estación espacial totalmente norteamericana. Tras las emocionantes misiones lunares Apolo, el Skylab fue en su momento una especie de anticlímax, un proyecto que nadie parecía desear realmente. Y, sin embargo, fue un éxito rotundo que sólo el tiempo lograría poner en su sitio.


El Skylab visto durante la misión Skylab-4 (NASA).




A pesar de ser la estación espacial más pesada y voluminosa que ha alcanzado el espacio mediante un único lanzamiento (la ISS, mucho más grande, ha requerido decenas de misiones para tomar su forma actual), la NASA no se dignó siquiera en darle un nombre digno a su categoría y prefirió optar por el neutro 'laboratorio celeste'. Algo lógico, porque cuando el Skylab despegó a bordo del último cohete Saturno V, la agencia todavía soñaba con crear una gigantesca y auténtica estación espacial con capacidad para cincuenta personas. No importaba que los planes para esta estación 'de verdad' hubiesen sido eliminados de un plumazo en 1970, la NASA aún esperaba poder hacerlos realidad. El Skylab, por tanto, era visto como un simple aperitivo del futuro brillante que estaba por llegar. Un aperitivo de 77 toneladas.

El que el Skylab terminase por ser la primera estación espacial norteamericana fue también algo inesperado. A principios de los años 60, la mayoría apostaba por la estación militar MOL de la USAF como el mejor candidato para convertirse en el primer laboratorio orbital estadounidense, un enorme satélite espía tripulado dotado de uno de los telescopios más potentes jamás lanzado al espacio.
 





Estación espacial Skylab (NASA).












  

Emblema del programa (NASA).

 

El proyecto que posteriormente sería conocido como Skylab nació en febrero de 1959, cuando el viceadministrador de la NASA Hugh Dryden declaró públicamente ante el senado que uno de los objetivos de la nueva agencia espacial sería construir una base permanente en órbita baja. En junio de ese mismo año, el ingeniero alemán Wernher von Braun propuso a la ABMA (Army Ballistic Missile Agency) su concepto de wet workshop. La idea era muy elegante, aunque las dificultades técnicas asociadas eran -y son- enormes. ¿Por qué desechar la masa útil de las etapas de los cohetes en cada lanzamiento? Una fase superior podría ser usada como laboratorio orbital una vez que el combustible del interior se hubiese agotado, aumentando de forma espectacular la capacidad de carga de un lanzador y creando al mismo tiempo una estación espacial de gran tamaño.




Boceto del concepto wet workshop de von Braun (Wikipedia).




Por otro lado, en 1961- nada más aprobarse el programa Apolo- Emanuel Schnitzer, del Centro Langley de la NASA, sugirió usar una estructura hinchable junto con una nave Apolo CSM para crear una pequeña estación espacial denominada 'Apolo X', aunque la primera propuesta seria de una estación espacial asociada al Apolo nacería en 1963, cuando el Centro Marshall de la NASA concibió un proyecto para lanzar una estación con capacidad para 18 personas usando el equipamiento del Apolo. Este proyecto rivalizaba con la propuesta de estación MORL (Manned Orbiting Laboratory) -no confundir con el MOL militar- del Centro Langley. En principio, MORL debía usar los equipos del programa Gémini, aunque en 1964 se decidió usar el Saturno IB de Marshall para lanzar una estación de unas 14 toneladas. En todos los casos se contempló emplear el concepto de wet workshop. Las tripulaciones viajarían a bordo de naves Gémini o Apolo y más adelante se podría lanzar una estación de mayor tamaño gracias al Saturno V llamada LORL (Large Orbiting Research Laboratory). También se estudió la posibilidad de lanzar un telescopio espacial dentro del programa MORL, lo que convirtió a este programa una especie de réplica civil del MOL. 


  

Una de las propuestas dentro del programa MORL con naves Gémini (astronautix.com).






 



Concepto wet workshop de Douglas de 1966 usando una S-IVB y naves Gémini o Apollo (NASA).











Otra propuesta de wet workshop comparada con el MOL de la USAF (NASA).


 

1965 sería un año clave en la historia del Skylab. La NASA creó la oficina AAP (Apollo Applications Program) con el objetivo de buscar proyectos espaciales que pudiesen usar el equipamiento del programa lunar Apolo en misiones en órbita terrestre. AAP debía ser el 'plan B' para la NASA por si el Apolo era cancelado o no tenía éxito. Desde el primer momento, un objetivo claro para estas misiones sería construir una estación espacial. Von Braun, por entonces en el Centro Marshall, resucitó su viejo concepto del wet workshop para el AAP. Un Saturno IB pondría en órbita la etapa superior S-IVB. Una vez en el espacio, esta etapa se convertiría en la estación espacial OWS (Orbital Workshop) gracias al trabajo de una tripulación que despegaría en un CSM de forma separada gracias a otro cohete Saturno IB. La OWS tendría hasta cinco puntos de atraque independientes, lo que permitiría el traslado de equipos y módulos especializados mediante naves adicionales. Entre estos módulos destacaba el ATM (Apollo Telescope Mount), un telescopio multiuso propuesto en 1966 que usaría la estructura del módulo lunar de Grumman. Estaba previsto que las estaciones de tipo wet workshop fueran sustituidas por laboratorios 'secos' (dry workshops) más complejos lanzados directamente por un Saturno V.




Propuesta de diciembre de 1966 de OWS (NASA).






Los planes del AAP eran, como se estilaba en la época, demasiado ambiciosos. La agencia planeaba lanzar nada más y nada menos que tres estaciones OWS en modo wet workshop y otras tres en modo 'seco' mediante el lanzador Saturno V, además de cuatro ATM de diferentes características. En noviembre de 1966 estaba previsto que el primer OWS fuese lanzado mediante la misión SAA-210, seguida de una misión tripulada -SAA-211- que permanecería 56 días a bordo y supervisaría el acoplamiento del ATM SAA-212. 


 Una de las propuestas originales del ATM (NASA).


 

Unas previsiones que pronto tuvieron que ser revisadas a la baja por culpa de las dificultades presupuestarias. Para enero de 1968 la NASA había reducido sus expectativas y solamente pensaba lanzar un wet workshop mediante un Saturno IB, otro dry workshop mediante un Saturno V y un ATM (poco después de decidió lanzar el ATM conjuntamente con la estación). El primer OWS despegaría en 1970, ya que por entonces aún se pensaba alternar misiones lunares con las del AAP. Lamentablemente, los recortes seguirían adelante y en mayo de 1969 la NASA se vio obligada a reducir el programa a un único lanzamiento. Tanto von Braun como Robert Gilruth -director del programa tripulado de la NASA- votaron a favor de lanzar un dry workshop con un Saturno V y olvidarse del wet workshop. Era una decisión polémica, ya que este lanzador podría haberse usado para una misión lunar adicional. No obstante, las dificultades técnicas del wet workshop amenazaban con cancelar todo el programa, de ahí que la cúpula de la NASA optase por la solución más rápida y sencilla, que no la más económica. El administrador de la NASA Thomas Paine secundaría la propuesta en julio de 1969. Justo ese mismo mes el Pentágono canceló el MOL, por lo que el Skylab se convirtió de repente en el único proyecto de estación espacial norteamericana.


 
OWS wet workshop de septiembre de 1968 (NASA).




McDonnell Douglas construiría dos OWS, uno de ellos de reserva que podría ser lanzado posteriormente si el presupuesto lo permitía o si el original resultaba dañado durante el lanzamiento. Finalmente, el 17 de febrero de 1970 el programa AAP fue rebautizado como Programa Skylab. El nombre había sido sugerido por Donald Steelman, un trabajador de la USAF. Se lanzarían únicamente tres misiones tripuladas a la estación, un número elegido por las limitaciones presupuestarias. No había dinero para misiones adicionales ni para lanzamientos de avituallamiento, y eso a pesar de que la estación tendría finalmente dos puertos de atraque. El diseño final del Skylab contemplaba una estación dividida en cuatro partes: el MDA (Multiple Docking Adapter), el cilindro frontal encargado de permitir el acoplamiento de naves Apolo CSM, la esclusa para actividades extravehiculares (AM, Airlock Module), con una escotilla que era en realidad una puerta de una cápsula Gémini, el telescopio solar ATM con sus cuatro característicos paneles solares y el gran cilindro del laboratorio propiamente dicho u OW (Orbital Workshop), dividido en dos 'pisos' separados por un suelo de rejilla. Este suelo de rejilla era una reliquia del diseño wet workshop para permitir el flujo de combustible en una etapa S-IVB. El patrón triangular del suelo permitía además que los astronautas se fijasen a las superficies gracias a unas placas especiales que llevaban en la suela de sus zapatos, un sistema muy parecido a los pedales automáticos de un ciclista. Los tres dormitorios (las camas estaban situadas en 'vertical'), el baño, el gimnasio y...¡una ducha!, estaban situados en el piso inferior. El baño incluía un innovador sistema de secado de heces mediante exposición al vacío para reducir el tamaño de los residuos. La parte superior del OW poseía un volumen vacío enorme, incluso para los estándares actuales.

















Los cohetes del Skylab (NASA).



 Los diseñadores del Skylab temían que los astronautas pudiesen quedarse flotando indefensos en medio de este volumen sin poder alcanzar una superficie, motivo por el cual introdujeron un poste metálico como guía en el centro del OW. El poste sería innecesario y la primera tripulación lo retiraría para poder disfrutar de la ingravidez sin obstáculos. La parte inferior del complejo estaba dominada por el compartimento de la basura, un enorme volumen expuesto al vacío correspondiente al tanque de oxígeno líquido en el diseño wet workshop (el OW era el tanque de hidrógeno líquido). Durante las misiones, la nave Apolo CSM sería parte del complejo y los astronautas la usarían como cabina de teléfono para hablar con sus familiares. La estación emplearía, al igual que el CSM, una atmósfera de oxígeno puro a baja presión. Originalmente, el MDA poseía cuatro puertos de atraque para permitir el acoplamiento de varias naves con el equipamiento para la estación en el modo wet workshop. Tras decidirse por la versión 'seca', el número de puertos fue reducido a dos, ya que todo el equipo necesario se lanzaría de una vez dentro del OW. La situación de la esclusa en medio del túnel entre el OW y el MDA significaba que si por un casual los astronautas no podían represurizarla tras una EVA, la estación debería abandonarse y tendrían que volver a la Tierra. 



EL Saturno IB (NASA).

En enero de 1972 se anunciaron las tripulaciones de las tres misiones, al mismo tiempo que se introdujo una nomenclatura tremendamente confusa que aún hoy causa dolores de cabeza. El lanzamiento del Skylab mediante un Saturno V se denominaría Skylab-1 y poco después despegaría el Skylab-2 en un Saturno IB con Charles Conrad, Joseph Kerwin y Paul Weitz. Luego le tocaría el turno al Skylab-3 (Alan Bean, Owen Garriott y Jack Lousma) y el Skylab-4 (Gerald Carr, Edward Gibson y William Pogue), que cerraría el programa. Este sistema de numeración fue introducido después de que las tripulaciones hubiesen creado sus insignias y documentos numerando las misiones de la 1 a la 3 y no de la 2 a la 4, de ahí la confusión. Sólo Conrad y Bean tenían experiencia previa en vuelos espaciales (ambos pisaron la Luna en 1969 durante el Apolo 12), mientras que el resto eran 'novatos'. Bean era una elección lógica, ya que durante mucho tiempo trabajó en el AAP antes de que Conrad lo rescatase para el Apolo. Durante un tiempo se estudió acoplar el Skylab con la estación soviética Salyut-1 o realizar una misión conjunta con una Soyuz, pero este programa internacional sería cancelado en favor de una misión Apolo-Soyuz más modesta.






  Evolución del diseño del Skylab (NASA).

La primera nave Apolo CSM para el Skylab llegó al Centro Espacial Kennedy en julio de 1972, seguida en septiembre por el OWS. Por fin, el 14 de mayo de 1973 el Skylab despegó desde la rampa 39A del KSC y alcanzó el espacio a lomos del último Saturno V (AS-513). Una visión para la historia, aunque la misión estuvo a punto de terminar en desastre. El escudo contra meteoroides, que ya había dado varios problemas en tierra, se desprendió 63 segundos después del lanzamiento, provocando que uno de los dos paneles solares de la estación quedase atascado y arrancando el otro de cuajo. La órbita de la estación era buena, pero la temperatura del interior del laboratorio podía llegar a ser con el tiempo incompatible con la vida, por no hablar de la carencia de electricidad. El lanzamiento de la primera tripulación, previsto para el 15 de junio, tuvo que ser pospuesto. 

 El OWS del Skylab en el KSC (NASA).

 El último Saturno V con el Skylab (NASA).

 Lanzamiento del Skylab (NASA).





 Diseño del Skylab (NASA).


Interior de la estación (NASA).



Por suerte, la NASA estaba acostumbrada a solucionar problemas peores y pronto se preparó un escudo de mylar y nylon que debía ser desplegado por los astronautas del Skylab-2 para proteger así a la estación del Sol. El 25 de mayo despegó el Skylab-2 y se acopló casi nueve horas después con el laboratorio orbital. Antes de acoplarse, Conrad maniobró el CSM cerca del laboratorio mientras Weitz utilizaba un mástil especial para intentar liberar el panel atascado al mismo tiempo que Kerwin lo agarraba por las piernas para garantizar un asidero firme.


Misión Skylab-2 (NASA)


 Todos los intentos de liberar el panel fueron en vano, por lo que los astronautas procedieron a acoplarse con la estación. Para mayor desesperación de la tripulación, los primeros intentos de acoplamiento fueron infructuosos y los tres hombres tuvieron que volverse a poner sus trajes espaciales para retirar la sonda de acoplamiento del CSM e intentar un enganche directo, cosa que lograron poco después. Les recibió una estación enorme, pero demasiado calurosa. Ahora tocaba el turno de desplegar el escudo, una tarea que tenía que llevarse a cabo lo más rápidamente posible. De no hacerlo, el calor podría derretir los plásticos del interior del complejo, emitiendo humos tóxicos que no podrían ser filtrados, inutilizando la estación. 


Weitz intenta desplegar el panel solar del Skylab (NASA).


 El escudo fue finalmente desplegado a través de una de las dos pequeñas esclusas científicas (SAL, Scientific Airlock) y por fin la temperatura comenzó a descender. Una actividad extravehicular de Conrad y Kerwin dos semanas después logró liberar el panel atascado. La estación estaba lista para las operaciones científicas. La tripulación había salvado la estación. Los astronautas permanecieron en la estación 28 días, superando el récord de permanencia en el espacio establecido en la Salyut 1 por la malograda tripulación de la Soyuz 11.

Las misiones Skylab-3 y Skylab-4 volvieron a batir este récord después de pasar 59 días y 84 días en el espacio, respectivamente. Tras la Skylab-4, la NASA decidió no continuar la vida de la estación. Los planes para lanzar el Skylab B fueron olvidados y esta estación fue almacenada (se puede ver hoy día en el museo del Aire y el Espacio de Washington). La agencia tampoco aprobó formalmente una misión del transbordador espacial para dotar al Skylab de motores y permitir que fuese visitada por el shuttle.

  
Tampoco es que hiciera falta, porque la gran estación reentró en la atmósfera terrestre el 11 de julio de 1979 y sus fragmentos cayeron sobre Australia. La reentrada del Skylab causó una auténtica histeria colectiva en todo el mundo, un trágico final para un gran proyecto. El Skylab se convirtió así en el último estertor del programa Apolo, el último superviviente de una gloriosa era que, de forma paradójica, los Estados Unidos se empeñaban en dejar atrás. La NASA había dejado el camino libre a las estaciones soviéticas Salyut y Mir, que dominarían el panorama de las misiones espaciales de larga duración durante las dos décadas siguientes.

 Planes para acoplar un motor y elevar la órbita de la estación con el shuttle (NASA).


 

Después del Skylab, la NASA decidió hacer borrón y cuenta nueva. La nueva estación Freedom propuesta en los años 80 sería lanzada en pequeños módulos mediante el transbordador y no incorporaría ningún elemento heredado del diseño del Skylab. Aunque se suele presentar como un antecesor de la actual ISS, el Skylab fue desgraciadamente un callejón sin salida. Para el programa ISS, la NASA tuvo que volver a aprender cómo operar una estación espacial invirtiendo grandes sumas de dinero y, por supuesto, gracias a la colaboración con Rusia en los años 90, una colaboración que le permitió acceder de forma barata a la estación Mir.

40 años después, el Skylab se nos presenta como un proyecto que surgió a destiempo entre dos épocas, la 'vieja' era del Apolo y el rutilante futuro que prometía el transbordador espacial. Un proyecto que pudo haber sentado las bases para una presencia permanente en el espacio por parte de los EEUU, pero que la NASA prefirió dejar pasar. 




 El Skylab (NASA).


 Alan Bean fuera del Skylab en la Skylab-3 (NASA).


 El interior del Skylab era realmenet gigantesco (NASA).

 Prueba del MMU del shuttle dentro del Skylab durante la Skylab-4 (NASA).





SKYLAB : SPACE STATION I - 1970's NASA Space Station Educational Documentary





Fuentes : danielmarin.blogspot.com