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11 de abril de 2022

Descubren la que podría ser la galaxia más lejana de la historia

HD1, una mancha rojiza que parece ser la galaxia más temprana y distante jamás vista. / Harikane et al./Monthly Notices of the Royal Astronomical Society Letters/ EFE

Un equipo de astrónomos ha encontrado un objeto rojizo, bautizado como HD1, a 13.500 millones de años luz. ¿Es una galaxia con estrellas primordiales nunca vistas o el agujero negro supermasivo más cercano al Big Bang? El telescopio espacial Webb podría tener la respuesta.

Si hace unos días se anunció el descubrimiento de la estrella más lejana (Eärendel, cuya luz partió hace 12.900 millones de años), ahora un equipo internacional de astrónomos informa del objeto astronómico más lejano observado hasta ahora: una posible galaxia bautizada como HD1 y que está a unos 13.500 millones de años luz.

Los detalles del hallazgo se describen esta semana en la revista Astrophysical Journal y en un artículo publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society Letters, donde los científicos plantean las primeras hipótesis sobre el tipo de galaxia que puede ser.

El equipo de astrónomos, entre los que hay investigadores del Centro de Astrofísica de Harvard y del Smithsonian (EE UU), proponen dos ideas: que HD1 esté formando estrellas a un ritmo asombroso y que incluso contenga algunas de la Población III −las primeras del universo− jamás observadas, o que contenga un agujero negro supermasivo con una masa cien millones de veces superior a la de nuestro Sol.

“Responder a las preguntas sobre la naturaleza de una fuente tan lejana puede ser un reto”, señala Fabio Pacucci, autor principal del estudio y astrónomo del Centro de Astrofísica.

“Es como adivinar la nacionalidad de un barco a partir de la bandera que enarbola, estando lejos en tierra, con la nave en medio de un vendaval y una densa niebla. Uno puede ver quizá algunos colores y formas de la bandera, pero no en su totalidad. Es un largo juego de análisis y exclusión de escenarios inverosímiles”, apunta el experto.

Por ahora se sabe que HD1 es extremadamente brillante en luz ultravioleta, lo que significa que, “algunos procesos energéticos están ocurriendo allí o, mejor aún, sucedieron hace algunos miles de millones de años”, indica Pacucci.

HD1 produce más de 100 estrellas por año

Al principio, los investigadores supusieron que HD1 era una galaxia estándar que está creando estrellas a un ritmo alto pero tras hacer los cálculos, comprobaron que las produce a un ritmo superior a las cien estrellas por año, una cifra “al menos 10 veces superior a lo que esperamos para estas galaxias”, comenta el astrónomo.

Fue entonces cuando el equipo comenzó a sospechar que HD1 podría no estar formando estrellas normales y corrientes. “La primera población de estrellas que se formó en el universo era más masiva, más luminosa y más caliente que las modernas”, señala Pacucci.

“Si asumimos que las estrellas producidas en HD1 son estas primeras, o estrellas de la Población III, entonces sus propiedades podrían explicarse más fácilmente. De hecho, las estrellas de la Población III son capaces de producir más luz ultravioleta que las normales, lo que podría aclarar la extrema luminosidad ultravioleta de HD1”, añade.

Sin embargo, otra posible explicación de la extrema luminosidad de HD1 bien podría ser la existencia de un agujero negro supermasivo, ya que al engullir enormes cantidades de gas, la región que rodea a este podría emitir fotones de alta energía.

De ser así, sería con mucho el agujero negro supermasivo más temprano conocido por la humanidad, mucho más cercano al Big Bang que el que actualmente posee ese récord.

Tal y como lo explica el astrónomo del Centro de Astrofísica y coautor del estudio, Avi Loeb, “HD1 representaría un bebé gigante en la sala de partos del universo primitivo”.

Pero además, “al formarse unos cientos de millones de años después del Big Bang, un agujero negro en HD1 debe haber crecido a partir de una semilla masiva a una velocidad sin precedentes. Una vez más, la naturaleza parece ser más imaginativa que nosotros”, explica Loeb.

Observado con varios telescopios

HD1 se descubrió tras más de 1.200 horas de observación con los telescopios Subaru, VISTA, el telescopio infrarrojo del Reino Unido y el telescopio espacial Spitzer.

“Fue un trabajo muy duro encontrar HD1 entre más de 700.000 objetos”, asegura Yuichi Harikane, astrónomo de la Universidad de Tokio, autor del descubrimiento. “El color rojo de HD1 se ajustaba sorprendentemente bien a las características esperadas de una galaxia situada a 13.500 millones de años luz, lo que me puso la piel de gallina al encontrarla”.

Después, el equipo realizó observaciones de seguimiento con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para confirmar la distancia, que es 100 millones de años luz más lejana que GN-z11, la actual poseedora del récord.

Ahora, con el telescopio espacial James Webb, el equipo volverá a observar HD1 para verificar su distancia a la Tierra y si los cálculos actuales son correctos, HD1 será la galaxia más lejana y antigua jamás encontrada. Esas observaciones permitirán averiguar más cosas sobre este objeto astronómico y confirmar cuál de sus teorías es correcta.

Fuente: Sinc

22 de agosto de 2021

Así será nuestra colisión con Andrómeda

Las tres galaxias del cúmulo Arp 195 muestran cómo será la futura colisión de la Vía Láctea con Andrómeda - NASA

Por Viviana Flores

Una nueva y espectacular imagen del Telescopio Espacial Hubble de la colisión de tres galaxias lejanas nos muestra cómo la Vía Láctea, nuestra propia galaxia, chocará en el futuro con Andrómeda y la Galaxia del Triángulo

La imagen corresponde a Arp 195, un cúmulo formado por tres galaxias, situado a 389 años luz de la Tierra en la constelación del Lince y en el que sus miembros se 'desgarran' mutuamente en un tira y afloja gravitacional de tres vías. Un destino que los astrónomos predicen que será también el de la Vía Láctea cuando, dentro de 4.500 millones de años, cuando colisione con la vecina galaxia de Andrómeda y su galaxia satélite. La imagen fue tomada por el veterano telescopio espacial apenas dos semanas después de una avería que estuvo cerca de dejarlo permanentemente fuera de servicio a finales de junio.

La Vía Láctea es una de las tres mayores galaxias de nuestro entorno. Junto a Andrómeda y la Galaxia del Triángulo (M31 y M33), en efecto, la galaxia en la que vivimos da cuenta de una buena parte de la masa del llamado Grupo Local, una treintena de galaxias que viajan juntas a través del espacio.

Hace ya tiempo que sabemos que, debido a su enorme gravedad, Andrómeda y la Vía Láctea, los dos gigantes del grupo, están destinados a chocar algún día, algo que cambiará por completo nuestro entorno cósmico. Cuando eso suceda, dentro de unos 4.500 millones de años, las dos galaxias se unirán en una sola, aún más grande, que los astrónomos han bautizado ya como 'Lactomeda'.

Sin embargo, los movimientos tridimensionales de las galaxias dentro del Grupo Local seguían sin estar claros hasta hace poco, lo que no permitía conocer demasiados detalles sobre la futura colisión.

«Necesitábamos explorar los movimientos de las galaxias en 3D para descubrir cómo han crecido y evolucionado, y qué crea e influye en sus características y comportamiento -asegura Roeland van der Marel, del Space Telescope Science Institute en Baltimore, EE. UU y autor principal de un estudio publicado en 2019 en ' The Astrophysical Journal'-. Ahora hemos podido hacerlo utilizando el segundo paquete de datos facilitado por Gaia».

Gaia es una misión espacial europea cuyo objetivo es construir el mapa tridimensional más preciso hasta ahora de las estrellas del universo cercano y que está publicando sus datos por etapas. Para esta investigación se utilizaron los del segundo 'paquete' de información, publicado en abril de 2018.

 

Tercero en discordia

La colisión entre Andrómeda y la Vía Láctea, sin embargo, tendrá un tercer invitado: M33, la Galaxia del Triángulo, menor que las otras dos pero que aún tiene unos 60.000 años luz de diámetro (frente a los 100.000 años luz de la Vía Láctea) y entre 30.000 y 60.000 millones de estrellas (frente a los entre 200.000 y 400.000 millones de nuestra galaxia). Recientes observaciones del Telescopio Espacial Hubble, en efecto, parecen demostrar que M33 es, en realidad, una galaxia satélite de Andrómeda, aunque su tipo de 'relación' no es aún demasiado claro.

De aquellas observaciones surgieron dos posibilidades: o bien M33 se encuentra en una órbita increíblemente larga (de unos 6.000 millones de años de duración) alrededor de Andrómeda pero ya ha caído en ella en el pasado; o bien se encuentra actualmente en su primera 'caída' hacia la gran galaxia. Cada uno de estos escenarios refleja una trayectoria orbital diferente y, por tanto, una historio y un futuro que también son diferentes para cada galaxia.

El Hubble nos ha proporcionado, es cierto, la imagen más nítida de Andrómeda y M33 juntas, pero Gaia, midiendo con exactitud la posición individual y el movimiento de millones de sus estrellas, nos ha brindado una información cuyo valor no tiene precedentes.

En palabras de Mark Fardal, también del Space Telescope Science Institute y coautor de aquella investigación: «Revisamos los datos de Gaia para identificar miles de estrellas individuales en ambas galaxias y estudiamos cómo estas estrellas se movían dentro de sus hogares galácticos. Y aunque Gaia tiene como objetivo principal estudiar la Vía Láctea, es lo suficientemente poderosa como para detectar estrellas especialmente masivas y brillantes dentro de las regiones cercanas de formación de estrellas, incluso en galaxias más allá de la nuestra».

Los datos de Gaia, además, revelaron también otro dato importante: cómo las dos galaxias giran cada una alrededor de su eje de rotación. «Por primera vez -señala Roeland-, podemos medir cómo giran M31 y M33 en el cielo. Y esto nos ayudará a comprender más sobre la naturaleza de las galaxias».

Al combinar las observaciones existentes con la nueva publicación de datos de Gaia, los investigadores determinaron cómo Andrómeda y Triángulo se mueven a través del cielo, y calcularon la trayectoria orbital de cada galaxia tanto hacia atrás como hacia adelante en el tiempo a lo largo de miles de millones de años.

Los nuevos datos revelaron que cuando la Vía Láctea y Andrómeda choquen y se fusionen, es probable que tanto el momento como las consecuencias de esa interacción sean diferentes de lo esperado.

Dado que el movimiento de Andrómeda difiere un poco de las estimaciones anteriores, es probable que la galaxia dé más un golpe a la Vía Láctea. Algo que no ocurrirá dentro de 3.900 millones de años, sino dentro de 4.500 millones, unos 600 millones de años más tarde de lo previsto.

Y ahora, el Hubble nos proporciona una 'foto' de cómo podría ser ese momento.


Fuente: ABC

30 de mayo de 2021

ALMA descubre la galaxia en espiral más antigua

 Imagen de ALMA de la galaxia BRI 1335-0417 hace 12.400 millones de años. ALMA detectó emisiones de iones de carbono en la galaxia. Los brazos espirales son visibles a ambos lados del área compacta y brillante en el centro de la galaxia. Crédito: ALMA (ESO / NAOJ / NRAO), T. Tsukui & S. Iguchi

Al analizar los datos obtenidos con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), investigadores encontraron una galaxia con una morfología en espiral, tan solo 1.400 millones de años después del Big Bang. Esta es la galaxia más antigua de su tipo jamás observada. Además, el descubrimiento de una galaxia con estructura en espiral en una etapa tan temprana entrega una pista esencial para resolver una pregunta clásica de la astronomía: «¿Cómo y cuándo se formaron las galaxias espirales?»

«Estaba emocionado porque nunca había visto una evidencia tan clara de un disco giratorio, una estructura en espiral y una estructura de masa centralizada en una galaxia distante en ninguna publicación anterior», dice Takafumi Tsukui, estudiante de posgrado en la Universidad SOKENDAI de Japón y autor principal de la investigación publicada en la revista Science. «La calidad de los datos de ALMA fue tan buena que me permitió ver detalles como si se tratara de una galaxia cercana».

La Vía Láctea, donde vivimos, es una galaxia espiral. Las galaxias espirales son objetos fundamentales en el Universo y representan hasta el 70% del número total de galaxias. Sin embargo, estudios han demostrado que la proporción de galaxias espirales disminuye rápidamente a medida que miramos hacia atrás en la historia del Universo. Entonces, ¿cuándo se formaron las galaxias espirales?

Tsukui y su supervisor Satoru Iguchi, profesor de SOKENDAI y del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), notaron una galaxia llamada BRI 1335-0417 en el Archivo Científico de ALMA. La galaxia existió hace 12,4 mil millones de años y contenía una gran cantidad de polvo, oscureciendo la luz de las estrellas, y dificultando el estudio en detalle de esta galaxia con luz visible. Por otro lado, ALMA puede detectar emisiones de radio de iones de carbono en la galaxia, lo que permite a los astrónomos investigar lo que está sucediendo al interior de la galaxia.

Los investigadores encontraron una estructura en espiral que se extiende unos 15.000 años luz desde el centro de la galaxia, lo que equivale a un tercio del tamaño de la Vía Láctea. La masa total estimada de estrellas y materia interestelar en BRI 1335-0417 es aproximadamente idéntica a la de la Vía Láctea.

«Como BRI 1335-0417 es un objeto muy distante, es posible que no podamos ver el verdadero borde de la galaxia en esta observación», comenta Tsukui. «Para una galaxia que existió en el Universo temprano, BRI 1335-0417 era gigante».

Simulación hecha con una supercomputadora de la formación de galaxias espirales. Durante unos 13.500 millones de años, las pequeñas galaxias se fusionan una tras otra en una única galaxia espiral gigante. Nótese que este video fue creado en 2007 y no es una reproducción del estudio actual. Crédito: Takaaki Takeda, Sorahiko Nukatani, Takayuki Saito, Proyecto 4D2U, NAOJ

Entonces la pregunta es, ¿cómo se formó esta estructura en espiral distinta en solo 1.400 millones de años desde el Big Bang? Los investigadores consideraron múltiples causas posibles y sugirieron que podría deberse a una interacción con una pequeña galaxia. BRI 1335-0417 está formando estrellas activamente, y los investigadores encontraron que el gas en la parte exterior de la galaxia es gravitacionalmente inestable, lo que favorece la formación de estrellas. Es probable que esta situación ocurra cuando se suministra una gran cantidad de gas desde el exterior, posiblemente debido a colisiones con galaxias más pequeñas.

El destino de BRI 1335-0417 también está envuelto en misterio. Se cree que las galaxias que contienen grandes cantidades de polvo y producen activamente estrellas en el Universo antiguo son los antepasados de las galaxias elípticas gigantes del Universo actual. En ese caso, BRI 1335-0417 cambiaría en el futuro su forma de una galaxia de disco a una elíptica. O, contrariamente a la visión convencional, la galaxia puede seguir siendo una galaxia espiral durante mucho tiempo. Así, BRI 1335-0417 jugará un papel esencial en el estudio de la evolución de la forma de las galaxias a lo largo de la historia del Universo.

«Nuestro Sistema Solar se aloja en uno de los brazos espirales de la Vía Láctea», explica Iguchi. «Rastrear las raíces de la estructura en espiral nos proporcionará pistas sobre el entorno en el que nació el Sistema Solar. Espero que esta investigación avance aún más en nuestra comprensión de la historia de la formación de galaxias».


Fuentes: ALMA

23 de enero de 2021

Hallan dos monstruosas galaxias, 62 veces más grandes que nuestra Vía Láctea


Estas son las dos impresionantes radiogalaxias descubiertas por el telescopio MeerKAT - I. Heywood (Oxford/Rhodes/SARAO)

Se trata de dos radiogalaxias cuyo diámetro ronda los 6,5 millones de años luz y que podrían ser los mayores objetos individuales vistos hasta ahora en el Universo

Dos gigantescas radiogalaxias acaban de ser descubiertas gracias a las 64 antenas del poderoso telescopio MeerKAT, en Sudáfrica, en el transcurso de una investigación en la que han participado una treintena de astrónomos de institutos y observatorios de todo el mundo. Una radiogalaxia es un tipo de galaxia activa que se caracteriza por su gran luminosidad en las frecuencias de radio, que emiten en forma de grandes y potentes chorros o «jets». Los chorros se forman como consecuencia de la interacción de partículas cargadas y poderosos campos magnéticos alrededor de los agujeros negros supermasivos que se encuentran en los corazones de esas galaxias.

Las dos nuevas radiogalaxias, sin embargo, destacan sobre todas las demás. En efecto, de los millones de radiogalaxias encontradas hasta ahora solo 800 son gigantes, y las dos recién descubiertas podrían ser los mayores objetos individuales observados hasta ahora en todo el Universo. A pesar de su gran tamaño, decenas de veces mayores que nuestra Vía Láctea, esta población galáctica resulta difícil de detectar, ya que su luz tenue y difusa está más allá del alcance de la mayoría de los telescopios.

En palabras de Jacinta Delhaize, investigadora de la Universidad de Ciudad del Cabo y autora principal del estudio recién publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, «encontramos estas radiogalaxias gigantes en una región del cielo que tiene solo cuatro veces el área de la Luna llena. Según nuestro conocimiento actual de la densidad de radiogalaxias gigantes, la probabilidad de encontrar dos de ellas en esta región tan pequeña es de menos del 0,0003%. ¡Y eso significa que las radiogalaxias gigantes son probablemente mucho más comunes de lo que pensábamos!».

Grandes y antiguas

El hallazgo brinda a los astrónomos nuevas pistas sobre cómo las galaxias evolucionan, y también desvela el misterio del enorme tamaño y de la edad de algunas radiogalaxias, que se cree que se encuentran entre las más antiguas del Universo.

Las dos galaxias en cuestión están a varios miles de millones de años luz de distancia de nosotros. «Estas dos galaxias -explica por su parte Matthew Prescott, coautor del trabajo- son especiales porque se encuentran entre las más grandes conocidas, y en el 10% superior de todas las radiogalaxias gigantes. Tienen más de 2 megaparsecs de diámetro, lo que equivale a unos 6,5 millones de años luz, unas 62 veces el tamaño de la Vía Láctea».

La razón por la que solo unas pocas entre los millones de radiogalaxias conocidas alcanzan tamaños tan gigantescos sigue siendo un misterio. Se cree que las más grandes son también las más antiguas, y si eso es cierto, deberían de existir muchas más que los pocos cientos que se conocen actualmente.

Según Delhaize, «en el pasado esta población galáctica ha permanecido oculta a nuestra vista por las limitaciones técnicas de los radiotelescopios. Pero ahora esa población se está revelando gracias a las impresionantes capacidades de la nueva generación de instrumentos».

Fuentes: ABC

NGC 6946, la Galaxia de los Fuegos Artificiales, ha producido 10 supernovas en 100 años

A una distancia de 25,2 millones de años luz, en la frontera entre las constelaciones de Cepheus y Cygnus, yace la espectacular galaxia NGC 6946. Tan solo en el siglo pasado, esta galaxia produjo 10 supernovas observables desde la Tierra, razón por la cual los astrónomos le han apodado la “Galaxia de los Fuegos Artificiales”. En comparación, la Vía Láctea produce de 1 a 2 supernovas cada 100 años.

Esta imagen, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, se pueden apreciar sus brazos espirales, su brillante núcleo galáctico y las regiones formadoras de estrellas.

La Galaxia de los Fuegos Artificiales tiene diferentes clasificaciones: es una galaxia espiral intermedia y una galaxia con brote estelar. La primera clasificación significa que NGC 6946 tiene una estructura híbrida que cuenta con las características de una galaxia espiral común y una galaxia espiral barrada, debido a que tiene una sola barra o franja de material que cruza el centro galáctico. La segunda clasificación significa que esta galaxia produce estrellas a un ritmo más elevado que la mayoría de las galaxias de su tipo.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

13 de diciembre de 2020

El halo resplandeciente de la galaxia NGC 1097


























Esta imagen, tomada por el Telescopio Espacial Hubble, muestra el anillo brillante que rodea el núcleo de la galaxia espiral barrada, conocida como NGC 1097. Está ubicada a 45 millones de años luz de distancia en la constelación de Fornax.

NGC 1097 es una galaxia Seyfert. En su núcleo se esconde un agujero negro supermasivo con una masa de 100 millones de masas solares. El área alrededor del agujero negro brilla debido a la radiación producida por el material que está siendo devorado por el agujero negro.

El brillante anillo alrededor del núcleo contiene regiones donde se forman estrellas a un ritmo frenético, debido al enorme flujo de material que es atraído hacia el centro galáctico. Estas regiones formadoras de estrellas brillan gracias a la emisión de nubes de hidrógeno ionizado. El anillo tiene un diámetro de alrededor de 5.000 años luz. Entre 1992 y 2003, se produjeron tres estallidos de supernova en esta galaxia.

Fuentes: NASA / ESA / Hubble

30 de noviembre de 2020

La Tierra está 2000 años luz más cerca de un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia de lo que se pensaba

El Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) descubrió que nuestro planeta está 2.000 años luz más cerca de Sagitario A. El análisis inicial proyectó que la Tierra estaba inicialmente a 27.700 años luz de distancia, pero ahora está a solo 25.800 años luz de distancia. En la foto se muestra un nuevo mapa de posición y velocidad de la Vía Láctea.
  • La agencia espacial de Japón ha creado un nuevo mapa de la Vía Láctea
  • El equipo ha estado recopilando datos durante los últimos 15 años, revelando nuevos conocimientos
  • La Tierra está a solo 25.800 años luz de un agujero negro supermasivo
  • Un análisis anterior de 1985 sugirió que está a 27,700 años luz de distancia.
  • El equipo también descubrió que la Tierra se mueve 141 millas por segundo más rápido en órbita.
La Tierra está más cerca de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea que se creía anteriormente, revelan nuevos datos.

El Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) descubrió que nuestro planeta está 2000 años luz más cerca de Sagitario A.

El análisis inicial proyectó que la Tierra estaba inicialmente a 27,700 años luz de distancia, pero está a solo 25,800 años luz de distancia.

Además de estar más cerca del agujero negro, los nuevos datos muestran que la Tierra está orbitando el Centro Galáctico de la Vía Láctea a 141 millas por segundo más rápido.

Aunque los hallazgos pueden provocar temor en todo el mundo, los resultados se deben a nuevos datos de observación que crearon un mejor modelo de nuestra galaxia.

La primera proyección fue capturada en 1985 por la Unión Astronómica Internacional, pero el proyecto japonés de radioastronomía VERA ha estado investigando la distancia y la velocidad durante 15 años para crear un modelo actualizado.

VERA se compone de radiotelescopios en todo Japón, lo que permite a los astrónomos recopilar datos similares a los de una antena parabólica de 1,430 de diámetro.

Se lanzó en 2000 con la tarea de calcular la distancia a las estrellas emisoras de radio mediante el análisis de su paralaje.

"Debido a que la Tierra está ubicada dentro de la Vía Láctea, no podemos dar un paso atrás y ver cómo se ve la Galaxia desde el exterior", compartió NAOJ en un comunicado.


El equipo calculó el centro de la Galaxia, el punto alrededor del cual gira todo, para iniciar el mapa. Una vez que se completó, pudieron determinar el centro de la galaxia, que alberga a Sagitario A, que se encuentra a 25.800 años luz de la Tierra.

'La astrometría, medición precisa de las posiciones y movimientos de los objetos, es una herramienta vital para comprender la estructura general de la Galaxia y nuestro lugar en ella.

Este año se publicó el primer catálogo de astrometría VERA que contiene datos de 99 objetos. '

Basándose en el Catálogo de Astrometría VERA y observaciones recientes de otros grupos, los astrónomos construyeron un mapa de posición y velocidad.

El equipo calculó el centro de la Galaxia, el punto alrededor del cual gira todo, para iniciar el mapa.

Una vez que se completó, pudieron determinar el centro de la galaxia, que alberga a Sagitario A, que se encuentra a 25.800 años luz de la Tierra.

El componente de velocidad del mapa indica que la Tierra viaja a 141 millas por segundo mientras orbita alrededor del Centro Galáctico.

Esto es más rápido que el valor anterior de 136 millas por hora.


QUE ES EL AGUJERO NEGRO SUPERMASIVO SAGITARIO A *

El centro galáctico de la Vía Láctea está dominado por un residente, el agujero negro supermasivo conocido como Sagitario A * (Sgr A *).

Los agujeros negros supermasivos son áreas increíblemente densas en el centro de las galaxias con masas que pueden ser miles de millones de veces la del sol.

Actúan como fuentes intensas de gravedad que aspiran el polvo y el gas a su alrededor.

La evidencia de un agujero negro en el centro de nuestra galaxia fue presentada por primera vez por el físico Karl Jansky en 1931, cuando descubrió ondas de radio provenientes de la región.

Preeminente pero invisible, Sgr A * tiene la masa equivalente a unos cuatro millones de soles.

A solo 26.000 años luz de la Tierra, Sgr A * es uno de los pocos agujeros negros en el universo donde realmente podemos presenciar el flujo de materia cercano.

Menos del uno por ciento del material inicialmente dentro de la influencia gravitacional del agujero negro alcanza el horizonte de eventos, o punto de no retorno, porque gran parte de él es expulsado.

En consecuencia, la emisión de rayos X del material cerca de Sgr A * es notablemente débil, como la de la mayoría de los agujeros negros gigantes de las galaxias del universo cercano.

El material capturado necesita perder calor y momento angular antes de poder sumergirse en el agujero negro. La expulsión de materia permite que se produzca esta pérdida.

Fuentes: daily mail

29 de octubre de 2020

El Hubble obtiene imágenes de una cascada de estrellas producida durante el encuentro cercano entre dos galaxias

Esta imagen, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, muestra a la galaxia NGC 2799 (izquierda) siendo deformada durante un encuentro cercano con la galaxia NGC 2798 (derecha), la cual también presenta cierto grado de deformación en su región central.

Durante las etapas iniciales de una fusión, las estructuras de las galaxias comienzan a deformarse, creándose “puentes” que transfieren gas, polvo y estrellas de una galaxia a otra. Después de varios cientos de millones de años o, incluso, miles de millones de años, las dos galaxias concluirán la fusión formando una sola galaxia más grande y masiva.

NGC 2798 y NGC 2799 son galaxias espirales barradas y están ubicadas a una distancia de la Tierra de entre 75 y 80 millones de años luz, en la constelación de Lynx (el Lince). Ambas galaxias forman parte del catálogo de Halton Arp de galaxias inusuales, con la denominación Arp 283.

Fuentes: NASA / ESA / Hubble

El Hubble capta el caos provocado por una colisión galáctica

Esta imagen, captada por el Telescopio Espacial Hubble, muestra el caos provocado por una colisión entre dos galaxias espirales en la constelación de Cetus. El objeto es conocido como NGC 34.

Debido a la colisión, las estructuras originales de las dos galaxias han sido modificadas radicalmente. La región central de la galaxia más grande aún sobrevive, a diferencia de la galaxia más pequeña de la cual solo se pueden observar algunos vestigios en las zonas externas.

El gas de las dos galaxias se ha concentrado en varias regiones, creando guarderías estelares, visibles de color azul, en las cuales se formarán nuevas generaciones de estrellas. Con el paso de varios millones de años, la fusión galáctica de NGC 34 llegará a su fin y la nueva galaxia, más masiva, comenzará a tomar forma y su estructura será más ordenada.

Las colisiones galácticas son eventos poco comunes en regiones aisladas del espacio. Sin embargo, en los supercúmulos galácticos las colisiones son más frecuentes, debido a que dichos cúmulos pueden contener cientos o miles de galaxias en un espacio relativamente reducido.

Fuentes: NASA / ESA / Hubble

15 de mayo de 2020

Revelan cómo se forman las Galaxias con forma de X

Según los científicos y lo que el ojo humano puede ver, con la ayuda de la tecnología, hay incontables cantidades de galaxias. Esto se descubrió de las que tienen formas de X.
En el centro de casi todas las galaxias se encuentra un agujero negro supermasivo y si las circunstancias lo permiten, el agujero negro puede volverse activo. El dramático proceso de alimentación de un agujero negro no es algo baladí; tiene muchos efectos en la galaxia; entre ellos la emisión de chorros de partículas que se extienden por cientos de miles de años luz.

Estos chorros tienden a expandirse desde el centro de la galaxia hacia afuera en direcciones opuestas. Sin embargo, un equipo de astrónomos del Observatorio Sudafricano de Radioastronomía ha descubierto que ciertas galaxias no siguen este camino; no tienen dos chorros opuestos sino cuatro, formando una "X" galáctica en el cosmos.


¿Por qué sucede esto?
Se han propuesto varias explicaciones posibles para comprender este fenómeno, que incluyen cambios en la dirección de giro del agujero negro en el centro de la galaxia, y chorros asociados, durante millones de años; dos agujeros negros cada uno asociado con un par de chorros; y también el hecho de que el material que vuelve a caer en la galaxia se desvía en diferentes direcciones formando los otros dos brazos de la X. ¿Cuál es la explicación real a este curioso fenómeno cósmico?

El estudio fue realizado gracias a las imágenes que captó el telescopio MeerKAT. El observatorio está ubicado en una provincia semi desértica de Sudáfrica llamada Northern Cape. Una de las galaxias en forma de X que fue estudiada, fue la llamada PKS 2014-55. El estudio fue aceptado por expertos en astrofísica. Es decir que desde ahora se partirá en este punto para sacar el resto de las conjeturas.

El flamante radiotelescopio MeerKAT inaugurado en julio de 2018 se centró en observar PKS 2014-55, una radiogalaxia en forma de X ubicada a 800 millones de años luz de distancia la Tierra en la constelación de Telescopium. Y sus chorros peculiares se extienden por 2,5 millones de años luz en el espacio, una distancia comparable a la separación entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda.

Según dichas observaciones, la explicación más fidedigna parece ser la última: el material que cae de regreso a la galaxia se desvía en diferentes direcciones formando los otros dos brazos de la "X", fluyendo hacia la galaxia anfitriona.

"MeerKAT fue diseñado para ser el mejor de su tipo en el mundo", dijo Bernie Fanaroff, astrónomo del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica y coautor del trabajo que publica la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. "Es maravilloso ver cómo sus capacidades únicas están contribuyendo a resolver preguntas hechas hace mucho tiempo relacionadas con la evolución de las galaxias".

La prominente forma de X de PKS 2014-55 está compuesta por dos pares de lóbulos gigantes que consisten en chorros de electrones calientes. Estos chorros salen de un agujero negro supermasivo en el corazón de la galaxia. Los lóbulos emiten radiación electromagnética en forma de ondas de radio, que solo pueden detectarse con radiotelescopios especializados. Eso sí, aunque el ojo humano no puede ver las ondas de radio, en el caso de que pudiéramos, esta radiogalaxia se vería aproximadamente del mismo tamaño que nuestra Luna.

"MeerKAT es uno de una nueva generación de instrumentos cuyo poder resuelve viejos rompecabezas incluso cuando encuentra nuevos", comentó William Cotton, astrónomo del Observatorio Nacional de Radioastronomía y del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica.


Fin del misterio

Así las cosas, el misterio de la X queda resuelto así: los dos lóbulos más grandes de la radiogalaxia son las partículas que se mueven rápidamente alejándose del agujero negro, mientras que los dos lóbulos más pequeños son el flujo de retorno en bucle que vuelve a caer en la galaxia y luego es desviado por el gas de alta presión en diferentes direcciones.

El equipo de MeerKAT logró imágenes de alta resolución diez veces más sensibles que las observaciones piloto ASKAP realizadas en Australia el año pasado.

Como recordatorio, la primera imagen de radio detallada de la galaxia fue tomada por Ron Ekers en 1969.

19 de enero de 2020

Descubierta una onda de viveros de estrellas en nuestro entorno galáctico

Visualización de la onda Radcliffe, una banda gaseosa ondulada compuesta por viveros de estrellas que conforma una de las estructuras más grandes jamás observadas en nuestra galaxia. La imagen, obtenida de la aplicación abierta World Wide Telescope, representa los datos del estudio superpuestos sobre una ilustración de la Vía Láctea y nuestro sol. / Alyssa Goodman / Harvard University
Astrónomos de la Universidad de Harvard han encontrado una colosal estructura gaseosa ondulada, la más grande observada hasta ahora en la Vía Láctea, integrada por sucesivas regiones donde se forman estrellas. Esta gigantesca 'ola' se ha localizado en nuestro vecindario galáctico con la ayuda de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea.
Una gigantesca onda de viveros estelares interconectados forma la estructura gaseosa más grande jamás observada en la Vía Láctea. Este es el descubrimiento que acaban de hacer público investigadores de la Universidad de Harvard en la revista Nature y en el congreso que la Sociedad Astronómica Americana (AAS) celebra estos días en Hawái.

Bautizada como ‘onda Radcliffe’, en honor a la base de operaciones del equipo, el Instituto de Estudios Avanzados Radcliffe en EE UU, este hallazgo cambia una visión de 150 años en los que se pensaba que los viveros estelares cercanos se disponían en un anillo en expansión a otra donde aparece un filamento ondulante formador de estrellas que alcanza billones de kilómetros arriba y abajo del disco galáctico.

Con este descubrimiento se cambia la visión de viveros estelares cercanos dispuestos en un anillo a otra donde aparecen en un enorme filamento ondulante 
El descubrimiento ha sido posible gracias a un nuevo análisis de los datos de la nave espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), lanzada en 2013 con el objetivo de medir con precisión la posición, distancia y movimiento de las estrellas.

Crestas de 500 años luz arriba y abajo

Los autores combinaron los datos superprecisos de Gaia con otras medidas para construir un mapa 3D del material interestelar de nuestra galaxia, encontrando un patrón inesperado en el brazo espiral más cercano a la Tierra. Así descubrieron la estructura larga y delgada, de aproximadamente 9.000 años luz de largo y 400 de ancho, con forma de onda, donde aparecían crestas de 500 años luz arriba y abajo del plano medio del disco galáctico.

La onda incluye muchas de las guarderías estelares que anteriormente se pensaba que formaban parte del cinturón de Gould, un anillo de unos 3.000 años luz de diámetro donde nacen estrellas, aparentemente orientado alrededor del Sol.

“Ningún astrónomo esperaba que viviéramos junto a una banda gigante de gas en forma de onda, ni que forme el brazo local de la Vía Láctea”, destaca la coautora Alyssa Goodman desde Harvard.

“Quedamos sorprendidos al ver lo larga y recta que es la onda Radcliffe cuando se la observa en 3D desde arriba, y lo sinusoidal que es cuando se ve desde la Tierra –subraya la astrónoma–. La existencia misma de esta onda nos obliga a repensar nuestra comprensión de la estructura tridimensional de la Vía Láctea”.

“Ningún astrónomo esperaba que viviéramos junto a una banda gigante de gas en forma de onda, ni que forme el brazo local de la Vía Láctea”, dicen los científicos
“Gould y Herschel observaron estrellas brillantes formándose en un arco proyectado en el cielo, por lo que durante mucho tiempo, la gente ha estado tratando de averiguar si estas nubes moleculares realmente forman un anillo en 3D”, explica el coautor João Alves, profesor de la Universidad de Viena.

“En cambio –continúa–, lo que hemos observado es la estructura coherente de gas más grande que conocemos en la galaxia, organizada no en un anillo, sino en un filamento masivo y ondulado. El Sol se encuentra a solo 500 años luz de la onda en su punto más cercano. Ha estado frente a nuestros ojos todo el tiempo, pero hasta ahora no podíamos verla".

Nueva visión de nuestra galaxia

Según los autores, el nuevo mapa en 3D muestra nuestro vecindario galáctico bajo una nueva luz, brindando una vista revisada de la Vía Láctea y abriendo la puerta a otros descubrimientos importantes.

“No sabemos qué causa esta forma, pero podría ser como una onda en un estanque, como si algo extraordinariamente masivo aterrizara en nuestra galaxia”, apunta Alves, que concluye: “Lo que sí sabemos es que nuestro Sol interactúa con esta estructura. Pasó por un ‘festival’ de supernovas cuando cruzó Orión hace 13 millones de años, y en otros 13 millones volverá a cruzar la estructura, como si estuviéramos surfeando esta ola”.

Fuentes: Agencia Sinc

Datada una antigua colisión de la Vía Láctea con otra galaxia

Recreación de la fusión de la Vía Láctea e imagen facilitada por la misión TESS de la zona del sur del cielo mostrando la ubicación de ν Indi (círculo azul), el plano de la Vía Láctea (abajo) y el polo eclíptico sur (arriba). / IAC - T. Mackereth
La fusión de nuestra galaxia con otra más pequeña llamada Gaia-Enceladus comenzó hace entre 11.600 y 13.200 millones de años, según reflejan las oscilaciones de una brillante estrella. Así lo señala un estudio internacional en el que han participado científicos del CSIC y se han usado datos de las misiones TESS de la NASA y Gaia de la Agencia Espacial Europea.
Una estrella brillante llamada ν Indi, localizada en la constelación de Indus y visible desde el hemisferio sur, ha revelado nuevos detalles de una antigua colisión que la Vía Láctea sufrió con otra galaxia más pequeña, Gaia-Enceladus.

Un equipo internacional de investigadores, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha logrado datar esta colisión, que se produjo en la historia más temprana de nuestra galaxia. Los resultados se publican esta semana en la revista Nature Astronomy.

Las oscilaciones de la brillante estrella ν Indi han permitido deducir su edad y que nuestra galaxia se fusionó con otra hace entre 1.600 y 13.200 millones de años


A lo largo de su historia la Vía Láctea ha absorbido múltiples galaxias más pequeñas, Aunque las poblaciones estelares se pueden identificar como ‘estructuras diferenciadas cinemáticamente (relacionado con su movimiento)’, en general es complicado datar con precisión cuándo ocurrieron las fusiones.

Ahora los investigadores se han basado en oscilaciones naturales detectadas en esa estrella para determinar que nació hace unos 11.500 millones de años. Posteriormente, la colisión con Gaia-Enceladus alteró su movimiento a través de la Vía Láctea.

Conociendo la edad de esta estrella y cómo se calentó cinemáticamente por la fusión galáctica, los autores han podido deducir que aquella colisión entre nuestra galaxia y la otra pudo haber comenzado hace entre 11.600 y 13.200 millones de años, con un 68% y un 95% de confianza respectivamente.

Para extraer la información de ν Indi, los autores han combinado datos de las misiones Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA y Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), así como información facilitada por observatorios terrestres.

“Las estrellas contienen registros fosilizados de sus historias y, por lo tanto, del medio en que se formaron; y este trabajo se basa en la caracterización de una de ellas para estudiar la historia de la Vía Láctea”, apunta el coautor Aldo Serenelli, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Espacio.

La ayuda de la astrosismología

“Utilizando la astrosismología –añade–, una técnica que estudia la estructura interna de las estrellas pulsantes, ha sido posible establecer nuevos límites al momento en que ocurrió el evento con Gaia-Enceladus”.

La existencia en la Vía Láctea de muchas estrellas procedentes de Gaia-Enceladus indica que la colisión tuvo un gran impacto en la evolución de nuestra galaxia. “Comprender esto es hoy día de gran importancia en astronomía, y este estudio representa un paso importante en determinar con exactitud cuándo tuvo lugar esta colisión”, resalta Serenelli.

Según los autores, el trabajo también demuestra el potencial de la astrosismología basada en datos obtenidos por TESS y las posibilidades que existen cuando pueden combinarse observaciones en una única estrella brillante con instrumentos de última generación.


Fuentes: Agencia Sinc

Primer avistamiento de gas caliente en el cúmulo de galaxias

El observatorio de rayos X XMM-Newton de la ESA ha espiado gas caliente chapoteando dentro de un cúmulo de galaxias, un comportamiento nunca antes visto que puede ser impulsado por eventos de fusión turbulentos.
Los cúmulos de galaxias son los sistemas más grandes del Universo unidos por la gravedad. Contienen cientos a miles de galaxias y grandes cantidades de gas caliente conocido como plasma, que alcanza temperaturas de alrededor de 50 millones de grados y brilla intensamente en los rayos X.

Se sabe muy poco sobre cómo se mueve este plasma, pero explorar sus movimientos puede ser clave para comprender cómo se forman, evolucionan y se comportan los cúmulos de galaxias.

Vista XMM-Newton de movimientos de gas caliente en el cúmulo de galaxias Perseus



"Seleccionamos dos cúmulos de galaxias cercanos, masivos, brillantes y bien observados, Perseo y Coma, y ​​mapeamos cómo se movía su plasma, si se movía hacia nosotros o fuera de nosotros, su velocidad, etc., por primera vez". dice Jeremy Sanders, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, Alemania, y autor principal del nuevo estudio.

“Hicimos esto en grandes regiones del cielo: un área aproximadamente del tamaño de dos lunas llenas para Perseo y cuatro para Coma. Realmente necesitábamos XMM-Newton para esto, ya que sería extremadamente difícil cubrir áreas tan grandes con cualquier otra nave espacial ”.

Jeremy y sus colegas encontraron signos directos de flujo de plasma, salpicando y chapoteando dentro del cúmulo de galaxias de Perseo, uno de los objetos más masivos conocidos del Universo, y el cúmulo más brillante del cielo en términos de rayos X. Si bien este tipo de movimiento se ha predicho teóricamente, nunca antes se había visto en el cosmos.

Al observar simulaciones de cómo se movía el plasma dentro del grupo, los investigadores exploraron qué estaba causando el chapoteo. Descubrieron que es probable que se deba a pequeños subgrupos de galaxias que chocan y se fusionan con el cúmulo principal. Estos eventos son lo suficientemente enérgicos como para interrumpir el campo gravitacional de Perseo y poner en marcha un movimiento de chapoteo que durará muchos millones de años antes de establecerse.












Simulación de gas chapoteando en el cúmulo de galaxias Perseus

A diferencia de Perseo, que se caracteriza por un cúmulo principal y varias subestructuras más pequeñas, el cúmulo Coma no contenía plasma sloshing, y parece ser un cúmulo masivo compuesto por dos subcúmulos principales que se fusionan lentamente.

"Coma contiene dos galaxias centrales masivas en lugar del gigante único habitual de un cúmulo, y diferentes regiones parecen contener material que se mueve de manera diferente", dice Jeremy.

"Esto indica que hay múltiples flujos de material dentro del grupo Coma que aún no se han unido para formar un solo 'blob' coherente, como vemos con Perseus".

Radiografía y vista óptica del cúmulo de galaxias Coma



El hallazgo fue posible gracias a una nueva técnica de calibración aplicada a XMM-Newton ‘s Cámara Europea de fotones de imagen (EPIC) . El ingenioso método, que implicó extraer dos décadas de datos EPIC de archivo, mejoró la precisión de las mediciones de velocidad de la cámara en un factor superior a 3.5, elevando las capacidades de XMM-Newton a un nuevo nivel.

"La cámara EPIC tiene una señal de fondo instrumental: las llamadas 'líneas fluorescentes' que siempre están presentes en nuestros datos y a veces pueden ser molestas, ya que generalmente no son lo que estamos buscando", agrega el coautor Ciro Pinto, investigador de la ESA en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial en Noordwijk, Países Bajos, quien recientemente se mudó al Instituto Nacional de Astrofísica de Italia.

"Decidimos usar estas líneas, que son una característica constante, para comparar y alinear datos EPIC de los últimos 20 años para determinar mejor cómo se comporta la cámara, y luego usamos esto para corregir cualquier variación o efecto instrumental".

Vista XMM-Newton de movimientos de gas caliente en el cúmulo de galaxias Coma



Esta técnica permitió mapear el gas en los grupos con mayor precisión. Jeremy, Ciro y sus colegas utilizaron las líneas de fondo para reconocer y eliminar variaciones individuales entre observaciones, y luego eliminaron cualquier efecto instrumental más sutil identificado y marcado por sus 20 años de minería de datos EPIC.

EPIC consta de tres cámaras CCD diseñadas para capturar rayos X de baja y alta energía, y es uno de los tres instrumentos avanzados a bordo de XMM-Newton.

Explorando el dinámico cielo de rayos X desde su lanzamiento en 1999 , XMM-Newton es el satélite científico más grande jamás construido en Europa, y lleva algunos de los espejos de telescopio más potentes jamás desarrollados.

"Esta técnica de calibración destaca las nuevas capacidades de la cámara EPIC", dice Norbert Schartel, científico del proyecto ESA XMM-Newton.

“La astrofísica de alta energía a menudo implica comparar datos de rayos X en diferentes puntos del cosmos para todo, desde plasma hasta agujeros negros, por lo que la capacidad de minimizar los efectos instrumentales es clave. Al usar las observaciones pasadas de XMM-Newton para refinar las futuras, la nueva técnica puede abrir oportunidades inspiradoras para nuevas investigaciones y descubrimientos ”

Estas observaciones de XMM-Newton también permanecerán sin paralelo hasta el lanzamiento del Telescopio avanzado de astrofísica de alta energía de la ESA (Athena) en 2031. Mientras que cubrir áreas tan grandes del cielo estará más allá de las capacidades de los telescopios como el próximo JAXA / NASA X de rayos X y misión de espectroscopía , o XRISM, Athena combinará un gran telescopio de rayos X con instrumentos científicos de última generación para arrojar nueva luz sobre el universo caliente y enérgico.

Fuentes: ESA

20 de noviembre de 2019

El Hubble Capta una Galaxia Replicada Doce Veces

Crédito de la imagen: NASA/ESA/Hubble
Esta foto del Telescopio Espacial Hubble de la NASA revela un caleidoscopio cósmico de una galaxia remota, que se ha dividido en múltiples imágenes mediante un efecto llamado lente gravitacional.

La lente gravitacional significa que el cúmulo de galaxias en primer plano es tan masivo que su gravedad distorsiona el tejido del espacio-tiempo, doblando y magnificando la luz de la galaxia más distante detrás de él. Este efecto de "espejo distorsionador" no solo estira la imagen de fondo de la galaxia, sino que también crea múltiples imágenes de la misma galaxia.

El fenómeno de la lente produce al menos 12 imágenes de la galaxia de fondo, distribuidas en cuatro arcos principales. Tres de estos arcos son visibles en la parte superior derecha de la imagen, mientras que un arco contrario es visible en la esquina inferior izquierda, parcialmente oscurecido por una estrella brillante en primer plano dentro de la Vía Láctea.

La galaxia, apodada el Arco del Resplandor Solar (oficialmente llamada PSZ1 G311.65-18.48), está a casi 11 mil millones de años luz de la Tierra y ha sido capturada en múltiples imágenes por un grupo masivo de galaxias en primer plano a 4.600 millones de años luz de distancia.

EL Hubble usa estas lupas cósmicas para estudiar objetos que de otra manera serían demasiado débiles y demasiado pequeños incluso para sus instrumentos extraordinariamente sensibles. El Arco de Resplandor no es una excepción, a pesar de ser una de las galaxias con lentes gravitacionales más brillantes conocidas.

La lente crea imágenes del Arco de Resplandor que son entre 10 y 30 veces más brillantes de lo que normalmente se vería la galaxia de fondo. El aumento le permite al Hubble ver estructuras que serían demasiado pequeñas para verlas sin el turbocompresor del efecto de lente. Las estructuras se asemejan a las regiones donde se forman estrellas en las galaxias cercanas en el universo local, lo que permite a los astrónomos realizar un estudio detallado de la galaxia remota y su entorno.

Las observaciones del Hubble muestran que el Arco de Resplandor es similar a las galaxias que existieron en una época mucho más temprana en la historia del universo, quizás solo 150 millones de años después del Big Bang.

27 de octubre de 2019

Un Mega Cúmulo de Galaxias en Formación

Créditos de la imagen: Rayos X NASA/CXC/SAO/G.Schellenberger y al.; Óptico: SDSS

Los astrónomos que utilizan datos del Observatorio de Rayos X Chandra y otros telescopios han reunido un mapa detallado de una rara colisión entre cuatro cúmulos de galaxias. Eventualmente, los cuatro grupos, cada uno con una masa de al menos varios cientos de billones de veces la del Sol, se fusionarán para formar uno de los objetos más masivos del universo.

Los cúmulos de galaxias son las estructuras más grandes del cosmos que se mantienen unidas por la gravedad. Los cúmulos consisten en cientos o incluso miles de galaxias incrustadas en gas caliente y contienen una cantidad aún mayor de materia oscura invisible. A veces, dos cúmulos de galaxias chocan, como en el caso del Cúmulo Bullet, y ocasionalmente más de dos chocan al mismo tiempo.

Las nuevas observaciones muestran una megaestructura ensamblada en un sistema llamado Abell 1758, ubicado a unos 3 mil millones de años luz de la Tierra. Contiene dos pares de cúmulos de galaxias en colisión que se dirigen uno hacia el otro. Los científicos reconocieron por primera vez a Abell 1758 como un sistema cuádruple de cúmulos de galaxias en 2004 utilizando datos del Chandra y XMM-Newton, un satélite operado por la Agencia Espacial Europea (ESA).

Los rayos X del Chandra se muestran en azul y blanco, representando una emisión difusa más tenue y brillante, respectivamente. Esta nueva imagen compuesta también incluye una imagen óptica del Sloan Digital Sky Survey. Los datos del Chandra revelaron por primera vez una onda de choque, similar al boom sónico de un avión supersónico, en gas caliente visible con el Chandra en la colisión del par del norte. A partir de esta onda de choque, los investigadores estiman que dos grupos se mueven entre 3 millones y 5 millones de kilómetros por hora, entre sí.

El equipo también usó datos de radio del radiotelescopio gigante de Metrewave (GMRT) y datos de rayos X de la misión XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea.

11 de septiembre de 2019

Astrónomos observan un anillo repleto de estrellas recién formadas en la galaxia Messier 95



NGC 3351, también conocida como Messier 95, fue descubierta en 1781 por Pierre Méchain, un astrónomo y geógrafo francés que trabajó junto con Charles Messier. NGC 3351 es un tipo de galaxia conocida como galaxia espiral barrada y se encuentra en la constelación de Leo.

Nuevas observaciones de este objeto han mostrado una regeneración estelar en acción. La retroalimentación estelar es el proceso de redistribución de energía en el medio interestelar (el espacio entre las estrellas) dentro de las galaxias con formación estelar.

En esta galaxia en particular, la formación de estrellas, que está teniendo lugar en el anillo que rodea al núcleo de la galaxia, tiene un ritmo tan violento que pueden verse enormes burbujas de gas caliente siendo expulsadas. Este gas eyectado contribuye entonces (tanto positiva como negativamente) al proceso de formación de estrellas en la galaxia.

Fuentes: ESO/ R. Leaman/ D. Gadotti/ K. Sandstrom/ D. Calzetti

La supernova fallida de la galaxia UGC 12682



Esta imagen muestra a la galaxia irregular UGC 12682, ubicada a 70 millones de años luz de distancia en la constelación de Pegaso. La galaxia, que tiene una estructura peculiar y distorsionada, está repleta de regiones formadoras de estrellas, visibles de color azul.

En noviembre de 2008, Caroline Moore, de 14 años, descubrió una supernova en UGC 12682, convirtiéndose en aquel momento en la persona más joven en descubrir una supernova. Observaciones posteriores, realizadas por astrónomos profesionales, descubrieron que la denominada supernova SN 2008ha era muy peculiar en muchos aspectos. Por ejemplo, es una de las supernovas más tenues que se hayan observado y la explosión que se produjo se estaba expandiendo muy lentamente, señal de que el estallido no había liberado grandes cantidades de energía como ocurre usualmente.

Posteriormente los astrónomos clasificaron a SN 2008ha como una subclase de una supernova Tipo Ia, es decir, el estallido de una enana blanca que absorbió rápidamente material de una estrella acompañante. Sin embargo, ahora se piensa que SN 2008ha fue el resultado de una supernova fallida, lo cual explicaría por qué el estallido no pudo destruir completamente a la estrella.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

9 de agosto de 2019

El Hubble observa el encuentro cercano entre dos galaxias en la constelación de Aries



Esta imagen, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, muestra el encuentro cercano de dos galaxias en la constelación de Aries.

El dúo galáctico es conocido como UGC 2369. La atracción gravitacional mutua está provocando que las dos galaxias se aproximen cada vez más, provocando una alteración severa en sus estructuras. En la imagen se pueden observar varios puentes de gas, polvo y estrellas que conectan a las dos galaxias. A través de dichos puentes se produce una extracción de material que es arrojado hacia el espacio que hay entre ellas, cada vez más reducido.

La interacción gravitacional es un evento común en la historia de la mayoría de las galaxias. Para galaxias de gran tamaño, como la Vía Láctea, las interacciones usualmente se producen con galaxias más pequeñas conocidas como galaxias enanas. Sin embargo, de vez en cuando, se pueden producir encuentros entre dos titanes galácticos. Por ejemplo, dentro de 4.000 millones de años, nuestra galaxia colisionará con su vecina más grande, la Galaxia de Andrómeda. Eventualmente las dos galaxias se fusionarán en una única galaxia, la cual ya ha sido apodada como “Lactómeda”.

Crédito: NASA / ESA / Hubble

26 de junio de 2019

La espectacular destrucción que puede provocar una colisión galáctica



Esta imagen, obtenida por el Telescopio Espacial Hubble, muestra los efectos posteriores a una colisión galáctica en la constelación de Canes Venatici, a 25 millones de años de distancia de la Tierra.

Debido a que su estructura fue completamente alterada, la otrora galaxia espiral NGC 4485 es ahora considerada una galaxia irregular. La interacción gravitacional con su galaxia vecina NGC 4490 (fuera de cuadro) ha provocado una caótica reagrupación de estrellas, gas y polvo; así como la creación de regiones formadoras de estrellas, visibles en la zona inferior-derecha.

Después de haber tenido su encuentro cercano hace varios millones de años, NGC 4485 y NGC 4490 se están alejando paulatinamente, con sus estructuras originales fuertemente alteradas. Sin embargo, aún existe un vinculo gravitacional entre las dos galaxias que continúa causando estragos.

La interacción ha creado una corriente de material que se extiende a más de 25.000 años luz, la cual conecta a las dos galaxias. La corriente está compuesta de cúmulos brillantes de gas, así como agrupaciones masivas de guarderías estelares donde se forman estrellas azules calientes. Debido a su gran masa, dichas estrellas tienen un periodo corto de vida, el cual concluye con explosiones espectaculares que aportan al entorno interestelar de elementos pesados, de los cuales se formarán nuevas generaciones de estrellas.

NGC 4485 ahora está divida en dos regiones muy diferentes: del lado izquierdo quedan los remanentes de la estructura espiral de la galaxia; mientras que en el lado derecho se puede ver todo el material que fue arrancado durante la colisión.

Crédito: NASA /ESA /Hubble

NGC 4051: una galaxia explosiva en la constelación de la Osa Mayor



Cuando la corta vida de una estrella masiva llega a su fin, se produce una poderosa explosión de luz y material conocida como supernova. Este tipo de eventos son tan brillantes que una supernova puede competir temporalmente en brillo con toda una galaxia, para eventualmente desaparecer sin dejar rastro.

Estas estrellas explosivas producen un brillo tan intenso que cuando estallan pueden ser detectadas desde la Tierra fácilmente. En esta imagen, obtenida por el Telescopio Hubble de la NASA, se muestra a la galaxia espiral conocida como NGC 4051, la cual se ubica a 45 millones de años de distancia en la constelación de la Osa Mayor.

Desde 1983, se han detectado tres estallidos de supernova en NGC 4051: la primera en 1983 (SN 1983I), la segunda en el 2003 (SN 2003ie) y la más reciente en el 2010 (SN 2010br). Las supernovas SN 1983I y 2010br fueron catalogadas como supernova tipo Ic, las cuales se producen cuando colapsa el núcleo de una estrella masiva que ha perdido sus capas externas de hidrógeno y helio, ya sea a través de vientos estelares o por transferencia de masa a una estrella acompañante.

NGC 4051 forma parte del cúmulo galáctico conocido como Cúmulo Osa Mayor I; el cual es una subdivisión del Supercúmulo de Virgo, de cual también forma parte la Vía Láctea.

Crédito: NASA / ESA / Hubble