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25 de enero de 2020

El asteroide que impactó con la Tierra hace 2.200 millones de años y "acabó" con una Edad de Hielo





GETTY CREATIVE El impacto de un asteroide hace 2.200 millones de años pudo haber producido cambios significativos en nuestro clima.

Un grupo de científicos determinó que el cráter dejado por la colisión de un asteroide en lo que es hoy Australia es el más antiguo del mundo, y cree que esto explicaría cómo nuestro planeta superó la primera Edad de Hielo.

Cayó en Australia Occidental, uno de los seis estados que conforman el país oceánico, hace cerca de 2.200 millones de años; es decir, cuando la Tierra tenía la mitad de la edad que tiene ahora, según los investigadores.

El equipo de científicos de la Curtin University de Australia dice que se trata de un hallazgo "fascinante" que podría explicar el calentamiento global que tuvo lugar en aquella época.

El estudio fue publicado en la revista especializada Nature Communications este miércoles y sus autores llegaron a esta conclusión tras examinar minerales hallados en el famoso cráter de Yarrabubba.

¿Cómo fue posible descubrir su edad?

El cráter fue descubierto en el interior remoto y semiárido de Australia en 1979, pero hasta la fecha los geólogos no habían podido determinar su edad.

Después de miles de millones de años de erosión, el cráter ya no es visible a simple vista.

GETTY IMAGES Se cree que antes del impacto del asteroide la mayoría de las tierras de nuestro planeta estaban cubiertas de hielo.

Por eso, los científicos tuvieron que hacer el mapa de las cicatrices del impacto en el campo magnético de la región para determinar su diámetro de 70 kilómetros.

"El paisaje en realidad es muy plano porque es muy viejo, pero las rocas de allí son peculiares", le explicó el investigador Chris Kirkland a la BBC.

Para determinar cuándo impactó el asteroide con la Tierra, el equipo de científicos examinó pequeños cristales de circón y de monacita en las rocas, que resultaron "sacudidos" después del golpe y ahora pueden verse como los "anillos de los árboles", de acuerdo a Kirkland.

Estos cristales contienen pequeñas cantidades de uranio y como este se transforma en plomo de manera constante, fue posible determinar cuánto tiempo había pasado.

CURTIN UNIVERSITY Uno de los cristales de circón utilizados para saber cuándo ocurrió el impacto.

El cráter es al menos 200 millones de años más antiguo que el próximo impacto que ocurrió en la Tierra: el de Vredefort que fue descubierto en la provincia del Estado Libre, en el centro de Sudáfrica.

"Estábamos interesados ​​en el área porque el paisaje de Australia Occidental es muy antiguo, pero no esperábamos que (el cráter) fuera tan viejo", explicó el investigador Kirkland.

"Es totalmente posible que haya uno más viejo esperando ser descubierto, pero la dificultad está en encontrar la corteza antes de que se erosione".

¿Pudo haber acabado con una Edad de Hielo?

Según los investigadores, el impacto también podría explicar por qué hubo un aumento de las temperaturas en esa época.

Se cree que el planeta estaba en uno de sus períodos de "Tierra bola de nieve" (Snowball Earth, en inglés) y la mayoría de la superficieestabacubierta de hielo.

Pero en algún momento, las capas de hielo se derritieron y la Tierra comenzó a calentarse rápidamente.

INTERNATIONAL SPACE STATION Yarrabubba se encuentra a unos 600 kilómetros al noreste de la ciudad de Perth.

Para Kirkland, la edad del cráter "corresponde con bastante precisión con el final de lo que fue posiblemente una glaciación global".

"Por lo tanto, el impacto puede haber producido cambios significativos en nuestro clima", prosigue.

Utilizando modelos computacionales, el equipo calculó que el asteroide golpeó una capa de hielo de kilómetros de espesor que cubría la Tierra.

Una historia contada por las rocas

El evento habría liberado volúmenes enormes de vapor de agua, un gas de efecto invernadero, en la atmósfera.

Esto habríagenerado un calentamiento global en el Proterozoico, una era en la que el oxígeno acababa de aparecer en la atmósfera y aún no habían aparecido formas de vida complejas.

TIMMONS ERICKSON El cráter visto desde Barlangi Rock.

"Obviamente estábamos muy emocionados con la edad misma", asegura Kirkland. "Pero colocar eso en contexto con otros eventos ocurridos en la Tierra hace que sea realmente muy interesante".

No hay suficientes modelos del momento para comprobar exhaustivamente esta teoría, pero "las rocas cuentan una historia sobre este impacto masivo".

Otra teoría existente que podría explicar el calentamiento global de la época es que las erupciones volcánicas enviaron dióxido de carbono a la atmósfera.


Fuentes: BBC

26 de diciembre de 2019

¿Están nevando copos de hierro en el núcleo de la Tierra?

Representación del interior de la Tierra. En el centro existe un núcleo interno (sólido) y alrededor de este, un núcleo externo (líquido)
Sugieren que granos metálicos y sólidos podrían llevar eones acumulándose sobre el núcleo interno del planeta
El profundo interior de la Tierra es un misterio casi inaccesible cuyos «motores» alimentan los terremotos, volcanes y los movimientos de los continentes. Pero, gracias a las ondas sísmicas y otras observaciones, los científicos han podido concluir que en las entrañas del planeta existe un gran núcleo de hierro y níquel que gira y genera el campo magnético y que se encuentra a una temperatura de hasta 6.000 ºC. Además, se cree que existe un núcleo interno, sólido, y un núcleo externo, líquido.

Un grupo de investigadores ha presentado unos experimentos y unos modelos que apoyan la idea de que podría estar nevando en el núcleo de la Tierra. Basándose en datos sísmicos y en simulaciones, han sugerido que sobre el núcleo interno del planeta está cayendo una nevada en forma de copos de hierro procedentes del núcleo externo. Su investigación se ha publicado recientemente en « Journal of Geophysical Research: Solid Earth».

«Resulta raro pensar en algo así», ha dicho en un comunicado Nick Dygert, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Tennessee (EEUU). «En el núcleo externo hay cristales nevando sobre el núcleo interno, recorriendo una distancia de varios cientos de kilómetros».


Una nevada de copos de hierro, que ocurre en el núcleo externo, se apila sobre el núcleo interno - UT Austin/Jackson School of Geosciences

¿Por qué se ha llegado a una idea así? Desde hace años se ha observado que las ondas sísmicas se ralentizan en el interior de la Tierra, como si el núcleo estuviese cubierto de algo viscoso, y que no se frenan igual en todas partes: parece que esa cobertura viscosa es más gruesa en una parte del núcleo que en la otra.

Un barro hecho de hierro

El equipo de Dygert trató de explicar estas observaciones con modelos y experimentos. De esta forma, han sugerido que un barro hecho de una aleación de hierro podría explicar el comportamiento de los ecos de las ondas sísmicas. Esta es precisamente la idea del «núcleo cubierto de nieve» que propuso el geólogo ruso Stanislav Iosifovich Braginskii en los sesenta.

El equipo dirigido por Dygert ha mostrado que, en efecto, podría haber copos de hierro a esas profundidades: a pesar de las altas temperaturas y presiones, es posible la existencia de minerales compuestos de hierro, silicio y oxígeno cristalizando y solidificando.

Esto explicaría la ralentización observada en las ondas sísmicas. También daría una explicación al hecho de que el núcleo no sea una esfera perfecta: dado que la corteza del planeta tiene partes más gruesas y otras más finas, los flujos de calor no serán los mismos en todas direcciones y, quizás por ello, la «nieve de hierro» no se formará igual en todas partes.

Esto también lleva a los investigadores a preguntarse cómo era el núcleo en el pasado y cómo será el núcleo en el futuro, a medida que se acumule más nieve o esta llegue a agotarse.

Para Bruce Buffet, investigador en la Universidad de California en Berkeley (EEUU), este tipo de modelos es muy interesante para estudiar la evolución de los planetas rocosos: «Relacionar las predicciones con las observaciones anómalas nos permite hacer inferencias sobre el núcleo líquido y quizás conectar esta información con las condiciones que prevalecieron cuando el planeta se formó». Esto último, tal como subraya, «es un importante factor para explicar por qué la Tierra se convirtió en el planeta que conocemos».

Fuentes: ABC

26 de junio de 2019

El volcán de Santorini, nuevo análogo terrestre de Marte

En la isla de Santorini se han encontrado rocas basálticas parecidas a las que ha localizado el rover Curiosity en el cráter Gale de Marte. / Nextvoyage-Pixabay/NASA/JPL-Caltech/MSSS


Uno de los grandes atractivos de la isla de Santorini, en Grecia, es su espectacular paisaje volcánico, un entorno que también esconde parajes similares a los de Marte. Un equipo de científicos europeos y de Estados Unidos lo ha descubierto tras analizar rocas basálticas recogidas en una de sus calas.


La isla griega de Santorini actualmente es uno de los destinos turísticos más populares del Mediterráneo, pero hace 3.600 años sufrió una de las erupciones volcánicas más grandes registradas a lo largo de la historia. Entre el material que ha quedado expuesto, los científicos han encontrado ahora rocas similares a las de Marte.
En esta isla griega se han descubierto basaltos parecidos a los que han identificado los rovers Spirit y Curiosity en los cráteres marcianos


“En la cala Balos –situada al sur de la isla– hemos descubierto basaltos como los que han identificado los rovers en Marte y con propiedades parecidas a las de ciertos meteoritos del planeta rojo y a las de rocas terrestres clasificadas como análogos marcianos”, destaca Ioannis Baziotis, investigador de la Universidad de Agricultura de Atenas y coautor del estudio, publicado recientemente en la revista Icarus.

En concreto, los autores han confirmado que este material basáltico es equivalente al localizado por los rovers Spirit y Curiosity en los cráteres Gusev y Gale del planeta rojo, y que su composición química y mineralógica se asemeja a la de meteoritos genuinamente marcianos (las shergotitas olivino-fíricas) y a muestras análogas marcianas incluidas en The International Space Analogue Rockstore (ISAR), una colección de rocas terrestres utilizadas para testear y calibrar instrumentos que volarán en misiones espaciales.

“Los basaltos de esta cala y otros parecidos que también hemos encontrado en dos zonas al noreste de Santorini son bastante abundantes”, explica Baziotis, “así que pueden servir como un recurso accesible y de bajo coste para realizar experimentos, en lugar de usar las raras y caras shergotitas olivino-fíricas o mezclas sintéticas que cuesta mucho elaborar”.

Santorini se convierte en un destino excelente para los estudios de planetología comparada


“La microscopía óptica y los análisis geoquímicos muestran que los basaltos de la cala Balos son análogos viables para caracterizar procesos geológicos y propiedades químicas y mineralógicas de materiales presentes en la superficie marciana”, apunta otra de las autoras, Anezina Solomonidou, investigadora del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) que tiene la Agencia Espacial Europea (ESA) cerca de Madrid.

Una excelente logística para realizar muestreos

“Además –añade–, esa zona de la isla es de fácil acceso y ofrece una excelente logística para realizar muestreos, estudios de campo, pruebas de calibración de instrumentos y otras actividades relacionadas con la exploración actual y futura de Marte”.

Junto a su relevancia turística, Santorini se convierte así en un destino excelente para los estudios de planetología comparada, un campo que, según Solomonidou, “desempeña un papel importante tanto para caracterizar mundos exóticos geológicamente lejanos, como planetas y lunas, como para comprender mejor nuestro propio planeta”.

Junto a los investigadores de la Universidad de Agricultura de Atenas y ESAC, en este estudio han participado científicos de la NASA, el Instituto de Tecnología de California (Caltech) y diversas instituciones griegas, además de contar con la colaboración del geólogo español Jesús Martínez Frías para mejorar el contenido científico del paper.

Complejo del volcán de Santorini, indicando con un rectángulo blanco la región de la península de Acrotiri. A la derecha, mapa geológico simplificado de esa parte de la isla donde está la zona de muestreo de la cala Balos (enmarcada en negro). / Google Earth/Pantazidis et al.

La Historia del volcán que destruyó la isla de Thera (Santorini - Grecia)

Fuentes: SINC

12 de mayo de 2018

Cuando la Tierra era una enorme «bola de nieve»

Durante su periodo de «bola de nieve», la Tierra tuvo un aspecto muy parecido al que tiene hoy la luna Encelado, de Saturno - NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute
  • Un estudio afirma que la razón fue el comienzo de la tectónica de placas, que tuvo lugar miles de millones de años después de lo que se pensaba
Un equipo de investigadores de las universidades de Texas en Austin y UT Dallas acaba de presentar una atrevida hipótesis que relaciona el comienzo de la tectónica de placas con la etapa de «bola de nieve» de la Tierra, un periodo de drástico cambio climáticoque congeló completamente nuestro planeta durante varios millones de años.

Los científicos sabían de antemano que sus ideas generarían una agria polémica. Los geólogos, en efecto, suelen situar el inicio de la tectónica de placas hace unos 3.000 millones de años, mientras que la nueva hipótesis sostiene que ese proceso comenzó en tiempos mucho más recientes, en un periodo conocido como Neoproterozóico, que abarca entre hace 542 y 1.000 millones de años.

«Si nos fijamos e las evidencias que se han conservado -explica Nathaniel Miller, coautor de la investigación- resulta evidente la idea de una tectónica de placas moderna, principalmente neoproterozoica e incluso más joven. Pero la mayoría de la gente cree que eso sucedió mucho antes en la historia de la Tierra».

Para llegar a estas conclusiones, Miller y Robert Stern, profesor en el Departamento de Geociencias de UT Dallas, examinaron un conjunto de datos científicos publicados sobre la actividad geológica durante el Neoproterozoico, la era en que la Tierra se convirtió en una «bola de nieve», y encontraron un vínculo entre la tectónica de placas y un mundo que se estaba enfriando rápidamente. El trabajo se publicó en diciembre del pasado año en la revista «Terra Nova».

La Tierra, planeta único

En todo el Sistema Solar, la Tierra es el único planeta que tiene placas tectónicas, con su corteza y manto superior formados por distintas piezas que se mueven lenta e independientemente, creando y destruyendo continentes, cadenas montañosas y volcanes y produciendo terremotos a medida que esas piezas interaccionan.

De hecho, la tectónica de placas es uno de los procesos más transformadores de cuantos suceden en nuestro planeta, y los geólogos creen que ese proceso ha estado activo durante la mayor parte de los 4.500 millones de historia de nuestro mundo. Sin embargo, según Miller y Stern, existe toda una variedad de rastros y evidencias en el registro geológico que podrían ser consistentes con la idea de que la tectónica de placas no comenzó hasta una época mucho más reciente.

Por ejemplo, todas las formaciones rocosas, piedras preciosas y firmas químicas que se sabe están relacionadas con la tectónica de placasdatan del Neoproterozoico. E incluso las simulaciones informáticas indican que la Tierra no se enfrió hasta las temperaturas requeridas para la actividad tectónica hasta ese periodo. Los autores también hacen notar que el intervalo geológico que precede al Neoproterozoico adolece de una falta casi completa de actividad geológica, una característica que le ha valido el apodo de «los aburridos mil millones de años» y que podría indicar que, en esos momentos, toda la Tierra estaba cubierta por una única y continua capa de roca en lugar de por las múltiples placas que se observan en la actualidad.

¿Llevó la geología a un enfriamiento global?

Dado que estas «pistas» de la actividad tectónica se superponen en el tiempo con el fenómeno conocido como «Tierra bola de nieve», los investigadores empezaron a preguntarse si existía algún tipo de relación entre ambas cosas, como por ejemplo que el paso de una Tierra con corteza única a otra con muchas placas hubiera podido desencadenar un drástico periodo de enfriamiento global.

«Esta crisis climática -asegura Stern- podría haber sido ocasionada por toda una serie de acontecimientos, pero sin duda la gran causa fue esta auténtica revolución en el estilo tectónico de la Tierra».

El artículo enumera hasta 22 formas diferentes en que la puesta en marcha de la tectónica de placas podría haber provocado un enfriamiento global tan drástico que el mundo entero, de polo a polo, se vio cubierto por una gruesa capa de hielo. Entre esas causas, destacan el surgimiento de volcanes explosivos, cuyas emisiones de azufre contribuyen al enfriamiento, el cambio de orientación del eje del planeta provocado por la ruptura de la capa rocosa única, o el aumento de meteorización de las rocas, proceso que empuja CO2, un conocido gas de efecto invernadero, a la atmósfera.

En su estudio, los investigadores también consideraron las posibles razones «no tectónicas» para el enfriamiento, muchas de ellas de origen espacial, como el impacto de múltiples asteroides o el colapso de los anillos de hielo que podrían haberse formado alrededor del planeta. Si esas fueran las causas reales de que la Tierra se convirtiera en una bola de nieve, la hipótesis de Stern y Miller se vendría abajo. Pero no existen evidencias que confirmen que fueron esos, y no otros, los desencadenantes de la congelación masiva de nuestro planeta.

Si bien todos los posibles mecanismos de enfriamiento han sido descritos previamente en otros artículos de investigación, Stern asegura que su trabajo (y el de Miller) es el primero en plantear la posibilidad de que cada uno de esos mecanismos esté, en realidad, relacionado con la transición a la tectónica de placas, una idea que él describe como «radical».

«Durante mucho tiempo -afirma Stern- la gente ha estado diciendo que siempre ha habido placas tectónicas... pero creo que eso podría ser producto de la imaginación».

Una hipótesis entre otras

Otros investigadores, por supuesto, no comparten la teoría de Stern y Miller. Como por ejemplo Graham Shields, profesor de Geología del University College, de Londres, quien afirma se necesitan más evidencias antes de poder afirmar que el efecto «bola de nieve» está vinculado al inicio, y no solo a un momento, de la tectónica de placas. «¿Cómo podemos distinguir su hipótesis de inicio tectónico de otras hipótesis -afirma el científico- muchas de las cuales, además, también están relacionadas con la tectónica y el ciclo bien establecido de los supercontinentes?».

Los autores, sin embargo, se defienden de las críticas señalando que su trabajo solo presenta un posible escenario de la historia de la Tierra, y que, efectivamente, se necesita más investigación para probar definitivamente el vínculo entre el comienzo de la tectónica de placas y la Tierra «bola de nieve».

«En nuestro campo -concluye Stern- las revoluciones no ocurren a menudo o fácilmente. Primero siembras ideas, y luego vas y buscas más datos que las apoyen o que las rechacen».

Fuentes: ABC

21 de septiembre de 2017

Hallan la fuente del supervolcán más destructivo de Europa

Los investigadores han encontrado la zona caliente que alimentó la caldera en el último período de actividad del volcán en los años 80 - U.A.

Científicos advierten de que Campi Flegrei, cerca de Nápoles, se está volviendo cada vez más peligroso. Han encontrado una zona caliente bajo la ciudad de Pozzuoli. Es «como una olla de sopa hirviendo» bajo la superficie, describen

Hace unos meses, científicos del Instituto Nacional de Geofísica de Italia advertían de que Campi Flegrei, una extensa área volcánica a 9 km. al noroeste de Nápoles, parece estar llegando a su punto crítico de presión, lo que podría llevarle a entrar en erupción. Los «despertares» de este supervolcán han sido los más destructivos que ha conocido el continente europeo desde hace miles de años. Ahora, otro equipo internacional de investigadores insiste en su peligrosidad. Los científicos han localizado bajo la ciudad de Pozzuoli la potencial fuente de magma que alimentó la caldera durante su último período de actividad, en los años 80, cuando la zona sufrió una serie de pequeños terremotos. Aunque el comportamiento del volcán ha cambiado, el hallazgo podría ayudar a predecir cómo y dónde podrían estallar futuras erupciones.

Campi Flegrei, que tiene un característico olor a huevos podridos y que incluso alberga un cámping para turistas, ha estado relativamente tranquila en los últimos treinta años, pero en los 80 sufrió varios sismos de baja intensidad. Los científicos localizaron con técnicas sismológicas la ubicación de la zona donde los materiales calientes se elevaron para alimentar la caldera durante ese último período de actividad.

«Una cuestión que ha desconcertado a los científicos es dónde se encuentra el magma debajo de la caldera, y nuestro estudio proporciona la primera evidencia de una zona caliente bajo la ciudad de Pozzuoli, que se extiende hacia el mar a una profundidad de 4 km», explica uno de los reponsables del trabajo, Luca de Siena, de la Universidad de Aberdeen.

El estudio sugiere que el magma no pudo salir a la superficie en la década de 1980 por la presencia de una formación rocosa de uno o dos kilómetros de profundidad que bloqueó su trayectoria, forzándola a liberar estrés a lo largo de una ruta lateral.

Campi Flegrei, una extensa área volcánica cerca de Nápoles - Archivo

Más peligroso

Según los investigadores, la cantidad relativamente baja de actividad sísmica en el área desde los años 80 sugiere que la presión se está formando dentro de la caldera, haciéndola más peligrosa. «Durante los últimos 30 años el comportamiento del volcán ha cambiado, y todo se ha vuelto más caliente debido a los fluidos que impregnan toda la caldera», explica De Siena. «Lo que produjo la actividad bajo Pozzuoli en los años ochenta ha emigrado en otro lugar, por lo que el peligro no sólo se encuentra en el mismo lugar, ahora podría estar mucho más cerca de Nápoles, que está más densamente poblada», añade.

Esto significa que el riesgo de la caldera ya no está sólo en el centro, sino que ha emigrado. De hecho, el investigador describe Campi Flegrei como «una olla de sopa hirviendo debajo de la superficie».

«No podemos decir qué significa esto en términos de la escala de una erupción futura, pero no hay duda de que el volcán se está volviendo más peligroso», continua De Siena. «La gran pregunta que tenemos que responder ahora es si es una gran capa de magma que está subiendo a la superficie, o algo menos preocupante que podría encontrar su camino a la superficie en el mar».

Fuentes: ABC

9 de septiembre de 2017

Explican por qué aparecen destellos de luz antes de un terremoto

Tras el terremoto de Fukushima se observaron extraños globos de luz. Terremoto y tsunami de Japón de 2011

Extrañas luces vistas en varios puntos del Ecuador. El terremoto de Ecuador de 2016, 18:58 ECT del 16 de abril de 2016


El 7 de Septiembre de 2017 en México, donde el fenómeno se pudo observar en diversas zonas de la República Mexicana.El 7 de Septiembre de 2017 en México, donde el fenómeno se pudo observar en diversas zonas de la República Mexicana.


El 7 de Septiembre de 2017 en México, donde el fenómeno se pudo observar en diversas zonas de la República Mexicana. (Terremoto de México. SISMO Magnitud Mww 8.2 Loc. 133 km al SUROESTE de PIJIJIAPAN, CHIS 07/09/17 23:49:18 Lat 14.85 Lon -94.11 Pf 58 km.)


Luces de terremoto
Una imagen de un arco circunhorizontal tomada en Nuevo México. 22 de noviembre de 2008

Las luces de terremoto o EQL (del inglés "Earth Quake Light") corresponden a un inusual fenómeno aéreo luminoso, similar en apariencia a una aurora boreal, que aparece en el cielo por encima o cerca de áreas donde hay estrés tectónico o actividad sísmica o erupciones volcánicas. Son especialmente visibles en la noche. Aunque existen varias teorías que tratan de explicar este fenómeno, entre ellas la triboluminiscencia y la teoría de Friedemann Freund, aún no hay una interpretación totalmente convincente que explique este fenómeno.

Apariencia

Las luces son más evidentes durante un terremoto, aunque existen reportes de luces que aparecieron después o incluso antes, como las que se registraron en muchas localidades españolas en horas previas al gran terremoto de 1755, terremoto de Tangshan de 1976. Generalmente tienen formas similares a las de una aurora y son de tonalidades entre blanco y azul, pero ocasionalmente se han reportado con un mayor espectro de color. La luminosidad suele ser visible durante varios segundos, pero ha habido casos en los que duran decenas de minutos como durante el gran terremoto de México de 7 de septiembre de 2017

Científicos peruanos estudiaron este fenómeno durante el terremoto de 2007.

También ha habido casos en los que las ondas electromagnéticas causadas por un terremoto interfirieron con las transmisiones de radio, como durante el terremoto de Valdivia de 1960.


Algunas teorías
de huecos dentro de un interplanetario, tectónica orogénica en un entorno de zona de subducción (es decir, de tipo andino). La escala vertical (relieve topográfico) es exagerada para mayor claridad. +, agujeros positivos; e ', electrones.

Según investigadores de la Universidad Rutgers de los Estados Unidos, estos destellos lumínicos se producen debido a que los deslizamientos del suelo cerca de las fallas geológicas de la Tierra podrían generar una carga eléctrica.

Si bien las rocas son aislantes, se ha demostrado en experimentos de laboratorio que éstas son buenas conductoras de electricidad en su superficie. Este fenómeno fue descubierto por el físico mineralogista Friedemann Freund. Él se dio cuenta de que los granos minerales en las rocas están llenos de imperfecciones, pues presentan átomos de oxígeno en estados imperfectamente ionizados, con lo cual se formaron los llamados huecos de electrón, los cuales llevan una carga similar a la de un electrón, pero opuesta, es decir, no negativa, sino positiva.​ En pruebas de laboratorio se comprobó que en las rocas al aire libre, los hoyos-p tienden a moverse y a fijarse en la superficie de éstas, con lo que se genera conductividad. Ante la presencia de un esfuerzo, los huecos de electrón se activan y pueden moverse a través de algunos tipos de rocas (ígneas y metamórficas).​

Durante un terremoto, se puede liberar en la corteza una nube de hoyos-p, debido al esfuerzo sísmico, los cuales ascienden a través de las rocas y se manifiestan surgiendo de la tierra como plasma en estado sólido, cuyos efectos incluyen luces de terremoto, emisiones infrarrojas detectadas del espacio, ruido de ondas de radio, perturbaciones en la alta atmósfera, e incluso un comportamiento extraño en los animales



Carga eléctrica

Los resultados fueron presentados en la reunión de la Sociedad Estadounidense de Física, en 2014, por el ingeniero biomédico troy Shinbrot.


Su laboratorio creó un modelo miniatura de las tensiones, forcejeo y rupturas que suceden durante un terremoto.

Saltos eléctricos de 100 voltios o más pueden resultar cuando se abre una grieta en un macizo de harina.

Llenaron tanques con diferentes tipos de granos, desde harina hasta finas bolitas de vidrio, y las agitaron de manera intermitente para crear grietas.

Observaron que esto generaba cientos de voltios de electricidad, lo que sugiere que incluso sutiles deslizamientos del suelo en las fallas geológicas son suficientes para cargar la Tierra y provocar rayos en el cielo.

El equipo liderado por Troy Shinbrot observó también otros dos tipos de materiales con partículas que se unen y deslizan de forma similar a como lo hace la Tierra en las zonas más propensas a los sismos


Derechos de autor de la imagenTROY SHINBROT  Los científicos experimentaron con recipientes de harina.


Así descubrieron que, al ser movidos, todos desarrollan un voltaje eléctrico.

Aún no han podido averiguar por qué se produce esta carga ni por qué algunas veces aparecen las luces y otras no.

"No todo gran terremoto está precedido por rayos. Ni después de todos los rayos que se dan en un cielo despejado son seguidos de un terremoto", comentó Shinbrot.

"Hemos encontrado que parecen ser los precursores de algunos grandes terremotos, de magnitud 5 o mayores. Pero la señal del voltaje no es siempre la misma. Algunas veces es alta y otras baja", añadió.

Teorías de conspiración

Se han propuesto teorías de la conspiración de que el Programa de Investigación de Auroras Activas de Alta Frecuencia (HAARP, por sus siglas en inglés) puede manipular la ionosfera para control del clima y provocar terremotos a través de energía electromagnética, de ahí que las luces observadas en antes o durante un terremoto responden a este uso. Pero como las otras teorías anteriormente mencionadas no ha podido ser comprobada.

Historia

Se pueden encontrar registros de terremotos acompañados por luces desde el año 373 AC en escritos de la Grecia antigua, donde "inmensas columnas de fuego" predijeron el terremoto que destruyó las ciudades de Hélice y de Bura

Antes de nuestra era (A.C)
Antiguo Egipto

Helmut Tributsch, citando a H. Bonnet, menciona que tal vez la primera referencia a las luces sísmicas es la siguiente que proviene del Antiguo Egipto:

“Abriendo grietas en el monte y produciendo lluvia y luces, un terremoto acompañó el renacimiento del rey”.

Achaian - Grecia 373 a.c

Una de las primeras descripciones del fenómeno fue dada por el estoico Publius Cornelius Tacitus (Tacito), quien en su Annaliumdescribió que en el terremoto de la ciudad de Achaian, en 373 a.C. fueron vistas unas luces. Cita el terremoto del 17 d.C. que destruyó 13 ciudades del Asia Menor, bajo el consulado de Cecilio y Pomponio. Se vieron flamas inmensas al momento del terremoto.

Grecia 244 a.c

También menciona unos Clipei Ardentes o escudos llameantes que se vieron en el cielo nocturno durante el terremoto general que derribó el enorme Coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo antiguo, en el año 224 a.C.

Modena - Roma 89 a.c

Cayo Plinio Secundo, el Viejo (23 a 79 d.C.), historiador romano, escribió en su Naturae Historiarum, sobre un evento luminoso durante el terremoto de Modena, en el 89 a.C.:

“Como se puede leer en los libros sagrados de los etruscos, hace tiempo, bajo el consulado de Marzio e Sesto Giulio, durante un terremoto en la zona modense, se verificó un avistamiento muy singular. En efecto, dos montañas se confrontaron, descuartizándose y retrocediendo con gran fragor, mientras a plena luz del día, a la vista de muchos caballeros romanos, de sus sirvientes y de otros viandantes que se encontraban sobre la vía Emilia, en medio de ese lugar se vieron en el cielo flamas y humo. Lo que quedaba a su paso fue destruido: todas las casas y murieron muchos animales que ahí se encontraban”.

Sin embargo, a inicios del siglo XX aún se les consideraba un mito, hasta que se tomaron fotografías de estas luces en Japón en la década de 1960.​ Dicho fenómeno también pudo observarse y filmarse con teléfonos celulares, con cámaras de video y con cámaras de seguridad de calles y edificios de diferentes ciudades durante el terremoto ocurrido en Perú el 15 de agosto del 2007, de 8,0 grados en la escala de Richter. Durante el terremoto ocurrido en Chile, el 27 de febrero del 2010, este fenómeno pudo observarse, por varios segundos en la madrugada, cuando se produjo el evento, de 8,8 grados en la escala de Richter. Lo mismo que en el sismo ocurrido a la medianoche entre el 15 y el 16 de junio del 2013 y el 7 de Septiembre de 2017 en la Ciudad de México, donde el fenómeno se pudo observar en diversas zonas de la ciudad. 

Siglo XII al XX
Japón 1257

Las crónicas japonesas describen efectos luminosos durante los terremotos. En el año 869 d.C. en Mutu, al Norte del Japón, durante un terremoto se vio recorrer el cielo una luz de intensidad fluctuante. En el terremoto de Kamamura del 1257 se observaron flamas azules, que emergían de las fisuras abiertas en el terreno y luego se arrastraban por el suelo. Se mencionan objetos luminosos voladores en el terremoto de Yedo (Tokio), durante el invierno de 1672. Se vio volar una bola de fuego, parecida a una linterna de papel, en el cielo, hacia el Este. En el sismo de Tosa del 1689 se vieron numerosas bolas de fuego, en forma de ruedas, volando en todas direcciones.

Bologna -Italia 1399

En una crónica de Antonio Ghiselli se dice que la noche del 20 al 21 de julio de 1399, Bologna fue presa de un terremoto que produjo grandes daños. En ese mismo momento se vio “una trabe de luz ardiente”.

Ferrara - Italia 1570

En Ferrara, las noche del 16 y 18 de noviembre de 1570 se registraron varios sismos. El segundo fue muy intenso. Se mencionan ruidos subterráneos y globos en el cielo, elevación de las aguas del Po, y emisión de un humo denso.

Perú 1600

Más enigmático fue lo ocurrido la segunda mitad de febrero del 1600 en Arequipa, Perú. En palabras de Ignazio Galli:

“El 18 de febrero de 1600 comenzó una violenta erupción del volcán Hayna-Putina, a 70 kilómetros de Arequipa. Un día después, el padre Martino Del Río se enteró por una carta de los misioneros que presenciaron el hecho, que se vieron muchos globos de fuego en torno a la ciudad, uno de los cuales, muy grande, saltó de la iglesia del monasterio y se fue por su calle, en donde desapareció esparciendo una luz similar a aquella del candil de la entrada, mientras una fuerte temblor abatió muchas casas”.

Sicilia - Italia 1692

La tarde del 11 de febrero de 1692, los campesinos que vivían a las afueras de Alari, Sicilia, creyeron que la villa se había incendiado. Todas las casas parecían envueltas en llamas. El fenómeno duró poco más de un cuarto de hora. Los campesinos que se acercaron a auxiliar, encontraron que todo era una especie de ilusión. Horas después ocurrió el terremoto. Tres meses después, el 15 de mayo, dos horas antes de la puesta del sol, la atmósfera se aclaró de manera extraordinaria, y luego el cielo pareció estallar en llamas, sin relámpagos ni truenos. En Siracusa aparecieron dos arcos de colores extremadamente brillantes, y un tercero con sus extremidades invertidas, sin que en el cielo existiera ni una sola nube.

Jamaica 1692

El 17 de junio de 1692, le toco el turno a Jamaica. Se escucharon estruendos pavorosos en Port Royal y se vieron luces de formas indefinidas.

Londres - Inglaterra 1749

El terremoto de Londres, en 1749, también exhibió fuertes síntomas de una acción eléctrica. El Dr. Stephen Hales escuchó fuertes ruidos que terminaban en explosiones, que fueron atribuidas al escape del fluido de la torre de la iglesia de St. Martin’s-in-the-Fields. Casi un siglo después, en 1842, el cielo de Cowrie, Perthshire se iluminó de tal manera, antes de la madrugada, que los pájaros de los árboles eran fáciles de distinguir.

Lisboa - Portugal 1755

El 1 de noviembre de 1755 la ciudad de Lisboa casi desapareció del mapa a consecuencia de los temblores y maremotos que la azotaron. Murieron miles de personas. El fenómeno atrajo la atención de estudiosos de la talla de Emmanuel Kant (1724-1804), quien con el tiempo publicaría sus resultados en donde menciona que, mientras Lisboa era arrasada, el agua de los manantiales, lagos y ríos de lugares a gran distancia de la ciudad portuguesa (Suiza, Suecia, Noruega) fueron sacudidas de una forma más intensa que la que produce una tempestad, a pesar de que el día era calmo y tranquilo. El agua del lago Neuchatel y la del Meiningen rebasaron sus niveles naturales. En Gemenos, Provenza, el agua de un manantial se transformó en lodo y luego se tiño de rojo.

Irlanda

Kant también encontró reportes de fenómenos luminosos que se observaron poco antes del terremoto. En Taum, Irlanda, apareció un fenómeno luminoso, de forma de bandera, sobre el mar, del cual se propagó una luz deslumbrante, seguida de un movimiento sísmico. Kant escribió:

“No puedo dejar de mencionar el hecho de que en aquel tremendo Día de Todos los Santos, en Augsburg, se dejó caer la calamidad y las agujas magnéticas se agitaron desordenadamente. Ya Boyle se refirió a que en, Nápoles, después de un terremoto, se verificó un hecho análogo. Conocemos poco de la naturaleza oculta del magnetismo para poder explicar el origen de tal fenómeno”.

Kyoto - Japón 1830

Se dijo que durante la noche que precedió al terremoto de Kyoto, en agosto de 1830, se vio un fenómeno luminoso en todo el cielo; a veces, la iluminación que se emitía hacia el suelo era comparable en brillo al de un día soleado. Uno de los reportes del Sismo de Shinano de 1847 dice:

“Bajo el cielo oscuro, apareció una nube ardiente en dirección del monte Izuna. Se le vio hacer giros y luego desaparecer. Inmediatamente después se escuchó un tremendo fragor, seguido por varios temblores”.

Andalucía - España 1884

Exactamente a las 21:10 del 25 de diciembre de 1884 un terremoto azotó Andalucía, en España. En Rubite y Vélez de Benaudalla se vieron “auroras boreales”. En Granada el cielo se tiño de rojo y duró así durante mucho tiempo. En Niguelas, al mismo tiempo del terremoto, se vieron luces rojas en el campanario y en la alcaldía. En Murchas, Periana y Zafarraya se vieron nubes luminosas que, incluso, se dividieron dirigiéndose al este y al oeste, siguiendo la propagación del terremoto. En el terreno se formaron fracturas de las que salieron columnas de fuego, luces fosforescentes y pequeñas bolas de fuego.

La comisión que se instauró para investigar el fenómeno publicó un estudio titulado: Terremotos de Andalucía. Informe de la Comisión nombrada para su estudio. Madrid 1885”, en la que se puede leer:

“Respecto a la aparición de flamas o fuegos fatuos, que son cosa frecuente en los grandes terremotos, las ruedas luminosas, las columnas de gas y vapor, la iluminación del espacio, no ya como globos, sino como auroras boreales o luces fosforescentes, tienen una explicación sencilla cuando se acepta la teoría geodinámica, fundada principalmente en el vapor de agua. Esto es, en efecto, si el agua sale a la presión suficiente por las fisuras, puede dar origen a una manifestación eléctrica, como se obtiene artificialmente en el laboratorio de física con la máquina de Armstrong… Respecto a los otros fenómenos, debidos a la electricidad atmosférica, se comprende bien que, si ésta se acumula, puede presentar todos o casi todos: por esta razón, no sólo se vieron luces eléctricas, de las cuales ya habíamos hablado a propósito del gas comprimido, además se observaron auroras boreales en Rubite y Vélez de Benaudalla. Y para que no quedara ningún vacío en este cuadro de fenómenos, en Orgiva se observó la aparición de un bólido o globo de fuego: este es el único fenómeno que no se explica con la teoría del vapor de agua o de gas, que circulando por la tierra producen una gran presión, cerca de su ‘salida’”.

Inglaterra 1885

La tarde del 23 de julio de 1885, a las ocho en punto, J. B. A. Watt se dirigía a su casa en Midlothian, Inglaterra, cuando a unos 10 metros de él, sobre la calle apareció, repentinamente un objeto luminoso que se dirigió hacia él haciendo movimientos sinuosos, a una velocidad de aproximadamente 50 kilómetros por hora. En cierto momento el objeto pareció envolver a Watt y sus acompañantes.

“Mi mano izquierda experimentó la misma sensación que si hubiera recibido una descarga eléctrica de una batería galvánica. Tres minutos después escuchamos un tronido, pero, aunque esperamos algún tiempo, no vimos ningún relámpago”.

Uno de sus acompañantes, el jardinero, describió así lo que vio:

“Pensé que era una nube de polvo centellando sobre la avenida, y antes de que pudiera pensar en cómo era posible que eso ocurriera si no había trazas de viento, vi que el fenómeno cubrió a mis tres acompañantes dentro de una luz brillante”.

Otro de los testigos dijo que vio lo que parecía ser una nube luminosa corriendo por la avenida en un movimiento ondulante. Cuando alcanzó a los testigos, rozando el suelo, atravesó el cuerpo de dos de ellos y emitió una especie de destello en sus hombros. Todo ocurrió en dos o tres segundos. El día había sido muy caluroso y había alcanzado los 27°C a la sombra.

Posteriormente el jardinero proporcionó otros datos. La nube, inicialmente, parecía tener una altura de 1.20 metros, y conforme se iba acercando a los testigos, fue creciendo.

Valparaíso- Chile 1916

El naturalista De Montessus De Ballore menciona luces vistas en el cielo durante el terremoto de Valparaíso el 16 de agosto de 1916.

Kwanto - Japón 1923

En el terremoto de Kwanto del 1 de septiembre de 1923, un miembro del equipo del Observatorio Central Meteorológico vio una especie de bola de fuego estacionada en el cielo. Varios de estos reportes provienen de los anales del Dai Nihon Jishin Shiryo (Comité Imperial para la Investigación de los Terremotos), que fue publicado por vez primera en 1904. De estos testimonios Kinkiti Musya (Instituto de Investigación de los Terremotos de la Universidad de Tokio) extrapoló que todos los temblores estaban asociados a fenómenos luminosos, aunque en ocasiones no se les reportara debido a la ausencia de testigos. Torahiko Terada (1878-1935), de la misma Universidad, facultad y grupo de investigación, comparó la casuística nipona con la del resto del mundo, concluyendo que en cualquier parte del mundo, durante los terremotos, se manifiestan fenómenos luminosos. Terada afirmó que ese era un fenómeno recurrente.

Chipre 1941

En la parte central de Chipre se vio un enorme y brillante destello, la mañana del 20 de enero de 1941. Nicosia Hodja, quien estaba en un minarete en su rezo matutino, pudo observar el fenómeno. Dijo que primero escucho un gran ruido y creyó que se trataba del impacto de un proyectil y que, incluso, le hizo pensar en la posible caída del minarete. Posteriormente vio un relámpago globular de color rojo, moviéndose lentamente hacia el Este. El ruido desapareció lentamente.

Malagasy - África 1977

Una gran emisión de luz de terremotos hizo la noche día sobre la República de Malgasy, en la costa sureste de África, el 30 de julio de 1977. Bolas de fuego brillantes cruzaron los aires, como grandes relámpagos esféricos. Media hora más tarde, un terremoto sacudió la isla. Se habían visto unas señales similares en los cielos de China, en el año anterior. Los geólogos mexicanos que visitaban la China, dijeron que el cielo nocturno “brillaba como de día”, poco antes del terremoto de Tangshán.

Siglo XXI

Dicho fenómeno pudo observarse y filmarse con teléfonos celulares, con cámaras de video y con cámaras de seguridad de calles y edificios de diferentes ciudades durante el terremoto ocurrido en Perú el 15 de agosto del 2007, de 8,0 en la escala de Richter.

Durante el terremoto ocurrido en Chile, el 27 de febrero del 2010, este fenómeno pudo observarse, por varios segundos en la madrugada, cuando se produjo el evento, de 8,8 en la escala de Richter.​ 
Lo mismo que en el sismo ocurrido a la medianoche entre el 15 y el 16 de junio del 2013

Japón, Cuenca del Pacífico 11 de marzo de 2011. Tras el terremoto de Fukushima se observaron extraños globos de luz.

El 16 de abril de 2016 terremoto de 7.8 grados en la escala de Ritcher que sacudió la costa norte de Ecuador, en las redes sociales han aparecido varios videos que muestran una misteriosa luz que cruzó el cielo poco antes del movimiento telúrico, que fue visible desde ciudades como Guayaquil y Durán.

El 7 de Septiembre de 2017 en México, donde el fenómeno se pudo observar en diversas zonas de la República Mexicana.

Confusión con explosión de transformadores

La mayoría de los registros realizados por la población muestran contenidos que no deben confundirse con las explosiones de los transformadores y de las subestaciones de redes eléctricas.


    Fuentes: Wikipedia, BBC

    Mexicanos presenciaron las extrañas ‘luces de terremoto’





    Extrañas luces se apreciaron en el cielo durante el terremoto del 16 de abril del 2016 en Ecuador y volvieron a aparecer el jueves durante el potente sismo de magnitud de 8,2 que sacudió México, el mayor registrado en esa nación en los últimos cien años.

    Los destellos fueron observados por cientos de personas incluso en Ciudad de México, la capital, pese a que el epicentro del sismo se encontraba frente a la costa del estado de Chiapas, en el sur del país.

    Ese fenómeno, semejante a una aurora boreal, se conoce como 'luces de terremoto' y se puede apreciar en las inmediaciones del lugar donde se registra una actividad tectónica, aunque aparece en menos del 0,5 % de los movimientos sísmicos, detalla RT. Estas luces se pueden producir antes o durante los movimientos sísmicos.




    ¿Cómo ocurren?

    Con una duración aproximada a una fracción de segundo, la comunidad científica no posee una explicación convincente sobre su origen. La Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, sugiere que estas extrañas luces se originan por el gran aumento de carga eléctrica en el suelo cuando la tierra se rompe, detalla BBC Mundo.

    Para su estudio, los investigadores de Rutgers llenaron tanques con diferentes tipos de granos, desde harina hasta finas bolitas de vidrio, y las agitaron de manera intermitente para crear grietas. Observaron que esto generaba cientos de voltios de electricidad, lo que sugiere que incluso sutiles deslizamientos del suelo en las fallas geológicas son suficientes para cargar la Tierra y provocar rayos en el cielo.
    El equipo liderado por Troy Shinbrot observó también otros dos tipos de materiales con partículas que se unen y deslizan de forma similar a como lo hace la Tierra en las zonas más propensas a los sismos.Así descubrieron que, al ser movidos, todos desarrollan un voltaje eléctrico.

    En otra investigación publicada en la revista Seismological Research Letters se estimó que detrás de ese fenómeno podrían estar las masas de aire con átomos ionizados que flotan cerca de la superficie de la Tierra.

    Según estos investigadores, durante el sismo la tensión entre las rocas que friccionan entre sí genera cargas eléctricas que se dirigen hacia arriba sin obstáculos -en esas zonas las rupturas geológicas abruptas tienen carácter vertical- y, cuando alcanzan la superficie terrestre, interactúan con la atmósfera y se produce el destello, detalla RT.

    "La naturaleza agita ciertas rocas" y "las cargas eléctricas se activan como si encendieses una batería en la corteza de la Tierra", que se pueden combinar y desplazar "a velocidades muy altas" y "producir descargas eléctricas en el aire", comentó Friedemann Freund, uno de los participantes del estudio, a National Geographic.

    Luces en Ecuador

    Zonas más visibles

    Las zonas más comunes para observar este fenómeno son Italia, Grecia, Francia, Alemania, China y algunas partes de Sudamérica. La Asociación Sismológica de EE.UU. detalla que estas luces han sido documentadas desde los años 1600.

    Por ejemplo, dos días antes del terremoto de San Francisco (EE.UU.) de 1906 una pareja vio rayos de luz a lo largo del suelo, indica la BBC. Y en el caso de Quebec (Canadá), en 1988, un brillante globo de luz rosa y púrpura se avistó 11 días antes del devastador temblor.

    En cambio en abril del 2016, luces en tonos verde y azul se pudieron apreciar en el cielo de Guayaquil y Durán, esto pese a que el epicentro del terremoto de 7,8 se localizó en Pedernales (Manabí), a kilómetros de los cantones guayasenses. Los destellos -que también fueron apreciados por periodistas de El Universo- fueron fácilmente visibles debido a que en el momento del sismo, a las 18:58, se fue la energía eléctrica en varios puntos.

    Fuentes: El Universo

    27 de abril de 2017

    Describen mecanismos que desatan terremotos entre Ecuador y Colombia

    Describen mecanismos que desatan terremotos entre Ecuador y Colombia

    Los científicos evaluaron varios terremotos ocurridos en la zona de subducción entre Ecuador y Colombia en los últimos 100 años


    Los mecanismos que desatan los diferentes terremotos en un límite de placa costero en América del Sur, entre Ecuador y Colombia, fueron descritos en un estudio publicado hoy en una revista especializada.
    Se trata de una investigación que demuestra cómo las placas tectónicas que se deslizan una sobre otra se atascan.

    Esto, subraya la investigación, desata una enorme cantidad de energía que acaba acumulándose, liberándose eventualmente en forma de terremoto, destaca el artículo que circula en la más reciente edición de la revista Geophysical Research Letters.

    Para los autores, académicos de la Universidad japonesa de Nagoya, el estudio analiza los eventos sísmicos históricos, lo que ayudará en la predicción del riesgo futuro de esos desastres naturales.

    En sus pesquisas, los científicos evaluaron varios terremotos ocurridos en la zona de subducción entre Ecuador y Colombia en los últimos 100 años, así como las relaciones entre los diferentes terremotos y el tamaño y la ubicación de las rupturas en los límites de placas que los causó.

    El equipo utilizó una combinación de fuentes de datos y modelos para estudiar los grandes terremotos que azotaron la costa oeste de América del Sur en 1906, 1942, 1958, 1979 y 2016.

    Los datos incluían información de las formas de onda de tsunamis registrada en los sitios a través del Pacífico, consiguiendo datos de olas sísmicas obtenidos mediante la monitorización de estaciones en Ecuador y Colombia.

    Asimismo se tomó en cuenta el trabajo previo de la intensidad de acoplamiento de placas adyacentes y la distancia a la que se deslizaban una sobre otra para causar cada terremoto.

    La zona de subducción entre Ecuador y Colombia, donde la placa de Nazca pasa por debajo de la placa de América del Sur, es particularmente interesante debido a la frecuencia de grandes terremotos allí, subrayó Hiroyuki Kumagai, el autor principal.

    También es un buen sitio para investigar si las rupturas en los límites de placas que causan enormes terremotos están vinculados a grandes eventos posteriores, añadió.


    Fuentes: bohemia.cu

    18 de febrero de 2017

    Zealandia, ¿el continente oculto de la Tierra?


    La enorme masa terrestre, formada por Nueva Zelanda y otras islas, está en su mayor parte sumergida














    Puede que un continente entero haya pasado desapercibido a nuestros ojos. Un grupo de geólogos asegura que se encuentra sumergido en el suroeste del Océano Pacífico, una amplísima extensión de terreno bajo el agua de la que sobresalen Nueva Zelanda, Nueva Caledonia y otras islas, y que tiene entidad suficiente para ser considerada una masa continental separada, a la que llaman Zealandia. La propuesta aparece publicada en la revista GSA Today, de la Sociedad Geológica de América.

    Zealandia cubre 4,9 millones de km cuadrados, de los cuales el 94% están bajo el agua. El equipo del Instituto de Investigación GNS Science de Nueva Zelanda cree que se trata de una entidad geológica claramente distinta, ya que cumple con todos los criterios aplicados a los otros continentes, como la elevación del terreno por encima de los alrededores, una geología distintiva, un área bien definida y una corteza más gruesa que la que se encuentra en el fondo del océano. Abarca Nueva Zelanda, Nueva Caledonia, Isla Norfolk y la Isla de Lord Howe.

    No es la primera vez que Zealandia se propone como continente. El asunto ha sido objeto de debate desde hace dos décadas, pero los autores del último trabajo están cada vez más convencidos de su existencia.

    La razón geológica
    Si esta propuesta fuera aceptada por la comunidad científica, Zealandia se convertiría en el séptimo continente según el modelo tradicional que incluye Europa, Asia, América, África, Oceanía y la Antártida. Hay otros modelos que dependen del área cultural: «¿Son América del Norte y América del Sur continentes verdaderamente independientes con su conexión a través del istmo de Panamá? ¿Dónde y por qué se pueden distinguir Europa, África y Asia teniendo en cuenta la Península del Bósforo y del Sinaí?», se preguntan los investigadores. Ellos sugieren una razón geológica para dividir los continentes, de forma que sean grandes áreas identificables que yacen sobre la corteza continental. Este razonamiento es lo que les lleva a pensar que Zealandia también debería tener su propia identidad. Según ellos, uno solo tiene que mirar un mapa barimétrico para apreciar la cuestión.

    Fuentes: ABC